La he intentado ver en muchas ocasiones, la he tenido presente en muchas otras, pero por una cosa o por otra, esta película de inicios de los noventa que va al hilo de otras que investigan casos escabrosos desde El silencio de los corderos pasando por otras que tuvieron más éxito que esta - que posiblemente fue infravalorada - como Copycat, Resurrección, El coleccionista de huesos amantes......)- no la he podido ver hasta esta noche.
Jennifer 8, la película de 1992 protagonizada por Andy García y Uma Thurman, que interpreta a Helena, una joven ciega que se convierte en la principal testigo y, posiblemente, en la próxima víctima, y en la que Lance Henriksen tiene un importante papel y en la que hace un papelón, breve pero intenso, John Malkovich es un thriller policial, un neonoir en toda regla.
Es la historia de un detective que investiga una serie de asesinatos de mujeres ciegas dirigido y escrito por Bruce Robinson, que se dió a conocer con Withnail & I (1987).
La película está producida por Gary Lucchesi conjuntamente con David Wimbury, y en ella está presente Paramount Pictures. En ella se invirtieron 20 millones de dólares.
La historia sigue a John Berlin (Andy García), un detective de Los Ángeles que se traslada a unapoblación en California tras un divorcio complicado. Allí, la policía local que es un poco conformista y no está acostumbrada a resolver los casos difíciles de asesinatos. Pero Berlín se ve envuelto en la investigación de una serie de asesinatos de mujeres ciegas, cuyos cuerpos nunca han sido encontrados.
Conforme Berlin se involucra más en el caso, también desarrolla una relación sentimental con la chica, Helena Uma Thurman). Sin embargo, la investigación se complica cuando su propio departamento comienza a sospechar de él.
Lo cierto la película empieza conociendo al detective de policía de Los Ángeles John Berlin que está al borde del agotamiento tras el fracaso de su matrimonio. Por invitación de un viejo amigo y colega, Freddy Ross (Lance Henriksen) y con el apoyo de su queroida esposa y amiga Margie (Kathy Baker), Berlin se dirige a la zona rural del norte de California para trabajar en la fuerza policial de Eureka.
Berlin, un policía difícil, pero de trayectoria impecable, irrita a sus nuevos colegas, especialmente a John Taylor, a quien no se le dio un ascenso para dejarle lugar a Berlin que dirige el jefe Citrine (Kevin Conway ).
En el equipo policial están Detective Sargento John "J.K." Taylor (Graham Beckel ) o el Detective Sargento Angelo Serato (Michael O‘Neil ), y , junto a los anteriores, están los agentes Blattis (Lenny Von Dohlen), Travis (Perry Lang) y Venables (Paul Bates ). Gran parte de ellos le pasan información a un periodista local, Bisley (Nicholas Love ) .
Después de encontrar un cuerpo con el cuello rebanado, de casualidad, la mano cortada de una mujer en una bolsa de basura en el vertedero local, Berlin reabre el caso de una chica asesinada no identificada pues apareció sin cabeza y sin manos, apodada "Jennifer", que quedó sin resolver a pesar de un esfuerzo de tiempo completo de seis meses por parte del departamento. Lo cierto es que el caso quedó cerrado hace dos años.Sin tener pruebas fuertes para validar su hipótesis, sus compañeros de trabajo lo ignoran y rechazan.
Berlin nota una cantidad inusualmente grande de cicatrices en la mano, así como desgaste en las puntas de los dedos, que se da cuenta de que se deben a la lectura en Braille, determinando que la víctima es ciega.
Comienza a creer que los casos están relacionados. Berlin hace todo lo posible para convencer a Freddy y a sus compañeros de sus sospechas, pero Taylor y el jefe de policía Citrine, se niegan a creer que la mano encontrada en el vertedero esté relacionada de alguna manera con el otro caso.
Tras consultar a sus antiguos colegas de Los Ángeles, Berlín descubre que en los últimos cuatro años, seis mujeres, la mayoría de ellas ciegas, han sido encontradas muertas o siguen desaparecidas, todas ellas en un radio de 300 millas de San Diego. Se convence de que "Jennifer" fue la séptima víctima y que la niña cuya mano fue encontrada en el vertedero es "Jennifer 8", o la víctima número 8.
Mientras investiga los vínculos entre las niñas ciegas muertas y desaparecidas, conoce en una institución que dirige el director Goodridge (Bob Gunton) a la profesora de música ciega una joven Helena Robertson (Uma Thurman), y determina que su compañera de habitación, Amber, fue la octava víctima.
Berlín se obsesiona con el caso, a pesar de la casi total falta de pruebas contundentes, y se involucra románticamente con Helena, que se parece a su ex esposa.
Comienza a visitar a la chica, pero no sólo lo hace él, puesto que descubrimos que otra persona entra en la casa y la fotografía mientras se baña, descubriendo ella en un momento dado que hay alguien en la casa.
Después de un ataque a Helena, Ross acompaña a Berlín en una vigilancia en el instituto donde Helena vive en un dormitorio, después de dejarla con la esposa de Ross, Margie.
Cuando ven una linterna brillando en el mismo piso que el apartamento de Helena, Berlín investiga y el asesino lo deja inconsciente, quien luego dispara y mata a Ross con el arma de Berlín.
El agente especial del FBI St. Anne (John Malkovich) interroga a Berlín con suma dureza. St. Anne le deja claro a Berlín que lo considera el asesino de Ross, pero también revela sin querer información que ayuda a Berlín a darse cuenta de que Taylor es el verdadero asesino. Berlín les dice a St. Anne y Citrine quién cree que es el asesino, pero sus deducciones son recibidas con incredulidad.
Berlín es arrestado por el asesinato de Ross, pero Margie paga la fianza y lo rescata, ya que no cree que Berlín sea el asesino. John Berlin nada más salir piensa en lo que le ha dicho su compañero sobre su infancia en Oakland y va allí y registra la casa de la madre de John Taylor. Al principio no puede ligar el caso a su compañero, pero luego en una caja descubre la relación de Taylor con el caso.
Tras pagar la fianza, Berlín regresa a la casa de Margie y se entera de que ella ha llevado a Helena de vuelta al instituto. Temiendo que Helena y Margie estén en peligro, Berlín se apresura a ir al instituto. No llega antes que Taylor, que irrumpe y persigue a Helena por el dormitorio.
Finalmente, cuando la alcanza, Taylor se sorprende al descubrir que la mujer que había estado persiguiendo es en realidad Margie. Ella mata a tiros a Taylor, vengando a su marido y cerrando el caso.
La película se tituló originalmente A Policeman’s Story. La dirección artística estuvo en manos de William J. Durrell Jr. y John Willett quedando el diseño de producción en manos de Richard Macdonald. En otras cuestiones técnicas reseñar que el sonido se grabó en Dolby, el maquillaje correspondió a Jan Newman y Rick Sharp.
La buena fotografía que capta muy bien la humedad y la tensión fue de Conrad Hall. La labor de montaje le fue asignada a Conrad Buff, mientras que el vestuario fue realizado por Judy L. Ruskin y los efectos especiales a Dale L. Martin y Mike Vézina.
Si bien las escenas de presentación se filmaron en Eureka y Trinidad, California, la mayor parte del rodaje se llevó a cabo en varios municipios del área canadiense del Gran Vancouver conocido como Greater Vancouver, Columbia Británica, incluidos el Riverview Hospital en Coquitlam, Richmond para la granja rural London Heritage Farm y para Marine Garage en Steveston, y Maple Ridge para el vertedero y para la granja de "John Berlin". Eso explicaría las grandes cortinas de agua que aparecen a lo largo de toda la película. Los decorados de la película fueron diseñados por el director artístico Richard Macdonald.
La producción tuvo problemas en su desarrollo y postproducción, lo que afectó su lanzamiento y recepción. Originalmente, el director tenía una visión más oscura y psicológica, pero los estudios presionaron para hacer la historia más accesible.El director y guionista, Bruce Robinson dijo más tarde que la película se había visto perjudicada por la interferencia del estudio: "Había cuatro jefes de estudio diferentes en esa película, todos querían cosas diferentes. Lo peor que pasó antes de que hiciéramos la película fue tener a Andy (García), el gran tipo que es, en la película. No la escribí para un protagonista joven y guapo, la escribí para un policía viejo y drogado como Gene Hackman o Al Pacino (...) El problema es que en el momento en que ves a Andy García y Uma Thurman juntos en la pantalla piensas: 'Eso no está mal. Un par de protagonistas románticos, eso está bien'. El punto era que él era un tipo jodido, era Rod Steiger si quieres". De hecho, al principio se quería a Al Pacino como protagonista para el papel de John Berlin, pero finalmente la elección cayó en Andy García.
Finalmente, Christopher Young fue elegido como compositor por parte del director a pesar de la resistencia por parte del estudio, que originalmente quería a Maurice Jarré. El músico que ya había trabajado en varias películas de terror y suspenso (Hellraiser, Drag Me to Hell). Su partitura ayuda a construir la atmósfera inquietante de la película
En una entrevista con Movieline, García dijo que se habían cortado veinte minutos de la película antes de su estreno. García describió las escenas cortadas, que incluían la "borrachera de alcohol durante toda la noche" de su personaje y secciones de la secuencia de interrogatorio entre su personaje y el de John Malkovich, como "el corazón" de la película, y que las ediciones hicieron "una película totalmente diferente".
El filme combina elementos de suspenso psicológico y policial, con una atmósfera oscura y una narrativa pausada pero tensa. Aunque en su momento no fue un gran éxito de taquilla, consiguió unos once millones, 9 por debajo de lo invertido, ni de crítica, ha ganado cierto estatus de culto entre los amantes del género.
La película juega con la percepción sensorial, ya que la protagonista es ciega, lo que genera una tensión diferente en varias escenas. El título Jennifer 8 hace referencia a una víctima desconocida, la octava en una serie de asesinatos, lo que mantiene el misterio sobre la identidad del asesino. Señalar que la película tiene un ritmo más pausado que otros thrillers de la época, centrándose más en la atmósfera y los personajes que en la acción..
En su reseña para The New York Times, Janet Maslin consideró que las dos horas de duración de la película resultaron en detalles innecesarios que no eran importantes para el misterio, lo que no ayudó ya que "el misterio finalmente demuestra ser su elemento más débil".
Todd McCarthy de Variety la elogió y la presentó como "un thriller de final de temporada inusualmente inteligente y sin 'exploitation' (...) o poco explotador, lo que probablemente no ayudará a sus posibilidades en la taquilla. Atrapante sin ser emocionante, la película se destaca por evitar la mayoría de los recursos estándar de las películas de suspenso, así como por la cinematografía absolutamente sensacional de Conrad Hall". Y terminó comentando que "Es notable por evitar la mayor parte de los artificios del suspense estándar"
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