miércoles, 29 de febrero de 2012

¡Qué lejos queda Missouri!


Lo que nosotros siempre hemos conocido como Forajidos de Leyenda tiene como título original el de "The Long Riders". Se trata de una película del oeste dirigida por Walter Hill en el año 1980. Fue producido por James Keach , Stacy Keach y Tim Zinnemann y contó con la muy estimable banda sonora original de Ry Cooder . Es más, Cooder ganó el premio a la Mejor Música de la Asociación de Críticos de Cine en 1980 de los Premios de Cine de Los Ángeles con esta banda sonora. 
La película fue presentada en el Festival de Cine de Cannes de ese año ya lejano año 1980. Se trata realmente de un relato novelado de la banda de los hermanos James y Younger.


Cuando vi la película por primera vez a mediados de esa década me llamó la atención que los hermanos del relato, los James, los Younger, los Miller y los Ford eran en realidad hermanos en la vida real. Los hermanos Keach interpretan a Jesse James ( James Keach ) y James Frank ( Stacy Keach) ; los Younger fueron interpretados por los hermanos Carradine ( Cole Younger – David Carradine- , Jim Younger – Keith Carradine- y Bob Younger - Robert Carradine -); el papel de los Miller fue asumido por los muy jóvenes por aquel entonces hermanos Quaid, Ed Miller ( Dennis Quaid ) y Clell Miller ( Randy Quaid) ; mientras que los Ford están representados por los hermanos Guest, Charley Ford ( Christopher Guest ) y Robert Ford ( Nicolás Guest ). 
Para el carácter familiar del filme cuenta la película con la aparición - sin acreditar- de Ever Carradine , la hija de Robert Carradine y sobrina de David y Keith Carradine. Además el hijo de James Keach, Kalen Keach, también está presente. Intervienen igualmente otros actores como Kevin Brophy como John Younger, Harry Carey, Jr. como George Arthur, Shelby Leverington como Annie Ralston , Felice Orlandi como el Sr. Reddick , Pamela Reed como Belle Starr, Lin Shaye como Kate y James Remar como el mestizo Sam Starr. 


Gran parte de la película se rodó en Georgia, siendo especialmente recordada la imagen del asalto y su fracaso que se rodó en Northfield Parrot, Georgia . La película es del director y productor Walter Hill aunque realmente parece rendir un homenaje dirigido a Sam Peckinpah.
La película nos muestra a lo largo de sus 100 minutos de metraje un western bien planteado y para ello contó con un buen guión firmado a la limón por Bill Bryden, Steven Philip Smith, Stacy Keach, James Keach, con la música de Ry Cooper y la fantástica fotografía de Ric Waite. La productora del filme fue la United Artists.
La película empieza presentando el contexto histórico de la banda, pues estamos en los años posteriores a la Guerra Civil americana, cuando esta ya ha terminado, pero muchos del sur se resisten a admitir la derrota. Algunos de los héroes que cabalgaron junto a Lee se han convertido ahora en unos atracadores de bancos. Entre ellos, y dominando las praderas de Missouri, se encuentran los hermanos James, ladrones de bancos y asaltadores de trenes que viven al margen de la ley.
La historia de Jesse James representa a la de muchos hombres del Sur que no pudieron adaptarse a la nueva realidad creada tras la derrota en contienda civil, y en la película ese mundo aparte queda patente durante la fiesta de bodas del propio Jesse, con esa bandera confederada que cuelga ya anacrónicamente de una viga, y sin que veamos a un solo negro bailando. Hasta donde he podido averiguar, los hechos que vemos se produjeron tal cual nos cuentan. La película nos permite disfrutar de personajes bastante labrados, desde el frío James, pasando por el racional y dependiente Frank al indómito y despreocupado Cole Younger.
Hay otros más desdibujados, pero los principales funcionan; también podemos conocer algo de ese Sur rural recién derrotado, aunque, insisto, es extraño que no aparezca ni un negro en toda la película; los planos amplios nos dejan recrearnos tanto en el paisaje como el uso de la cámara lenta (en momentos acertados, incomparable la secuencia en que atraviesan un escaparate) nos permite no perder detalle de ciertas escenas de acción. "Qué lejos queda Missouri", se lamenta Cole Younger en determinado momento.

Con ‘Forajidos de Leyenda’ Walter Hill como hará más tarde con Gerónimo – ya comentado- y con el primer capítulo de la primera temporada de Deadwood, se atrevió con un western. Para los setenta y ochenta, el género que no estaba precisamente en su momento más álgido, sino más bien todo lo contrario.
Como tema central de la película rescató la leyenda del bandido Jesse James y todos los que le rodearon y filmó un film preciso que narra las andanzas de un grupo de atracadores de trenes y bancos, formados por tres familias de hermanos, siendo todos ellos encabezados por Jesse James, el hombre más buscado por la justicia. Todos son protagonistas, sin que la película se decante por alguno en concreto, algo que la aleja totalmente de las anteriores versiones sobre el mítico bandido, dándole un nuevo enfoque y tratamiento a la historia. Tampoco se centra mucho en los motivos del asesinato de Jesse James como hará más tarde la película protagonizada por Brad Pitt sobre el cobarde Ford que lo mata a traición.
Para ello Hill contó con actores que eran hermanos en la vida real, como hemos indicado anteriormente interpretando a su vez a hermanos en la ficción. James Keach y Stacy Keach, que además son productores del evento, dan vida a los hermanos James, compenetrándose de maravilla, y llevando en la parte final el peso de la función. Lo cierto es que muy probablemente estemos ante las dos mejores interpretaciones de los hermanos Keach, dos actores desaparecidos del mapa, pero que aquí están totalmente entregados a la causa. Dennis Quaid y Randy Quaid dan vida a los hermanos Miller, aunque con participación fugaz en la banda del primero dado su carácter sanguinario y codicioso visible en el primer asalto al banco de la película. David Carradine, Robert Carradine y Keith Carradine dan vida a los hermanos Younger, y como siempre, Keith sobresale por encima del resto, aunque en el caso de David hay que decir que sorprende, y un poco menos en el caso de Robert. Sea como fuere, se nota que todos se compenetraron especialmente los Keach, especialmente visible en el momento en que Frank James corta leña, mientras su enorme Jess se está declarando.

Hill más tarde buscará en Keith Carradine apoyo en la interpretación de Bill Wild Hickock en Deadwood. De todas maneras pocas veces tanta familia interpretando a tantos personajes juntos en una misma película. Por supuesto en el caso del cobarde Robert Ford y Charlie Ford, Hill también contó con dos hermanos en la vida real. Concretamente Nicholas Guest y Christopher Guest, que como todos sabéis tiene su vital importancia en la historia de Jesse James.

El film sólo se centra en estos dos personajes sólo en ese punto vital que todos conocemos, sin entrar en demasiados detalles, y ni siquiera dando a entender que Robert Ford y Jesse James tuvieran algún tipo de relación. De hecho hay un rechazo permanente de los miembros de la banda sobre todo de los James y de los Younger a los Ford. Los ignoran en el baile y son ignorados igualmente en el entierro del hermano disminuido de los James, tras el asalto de la casa por parte de los hombres de Pinkerton.

La película pretende reflejar el papel del grupo, de sus correrías en asaltos a bancos , a trenes y su cabalgada final, visto con cierto tono crepuscular sin cargar demasiado las tintas. Walter Hill dirige con enorme eficacia, dureza una película en la que se intercalan escenas de la vida corriente de los protagonistas, con escenas de atracos, logrando casi en su totalidad el hablar de todos los personajes sin necesidad de darle a uno más importancia que a otro, salvo en sus momentos finales y por motivos muy evidentes.
Este western moderno, creíble y que aporta novedades al género es una tarea que Hill hizo aunque no llegara al alcance de maestros como Clint Eastwood.

Esta película intenta recuperar el espíritu crepuscular de las obras maestras de Peckinpah. De esta forma, la película funciona perfectamente como film coral, por así llamarlo, uno de sus mayores aciertos, además de lo bien filmada que está, sobre todo en sus escenas de acción. Con respecto a esto último conviene resaltar todo el tramo final, donde ya el homenaje a Peckinpah es clarísimo.

Homenaje igualmente en el papel de la música y de los bailes, especialmente bueno el de la boda de Jesse James con jóvenes, niños y ancianos de ambos sexos bailando alegremente, centrales igualmente en las películas Hill y de Peckinpah, aunque éste apostara por la música de frontera con México.
El tiroteo excelentemente coreografiado, donde Hill utiliza la cámara lenta parece remitirnos al ‘Grupo Salvaje’ (años más tarde volvería a hacer una operación similar en la maja ‘Traición sin Límite’) para, como hacia el viejo maestro, para enseñarnos la crudeza de la explícita violencia.

Para ello Hill no escatima del sonido usando un sonoro ruido cuando uno de los protagonistas va a ser herido. Resulta igualmente revelador el travelling de inicio en el que poco a poco se van viendo cabalgando a los protagonistas aunque indefinidos dada la lejanía de la cámara. Puede que falle el montaje que está entrecortado o fragmentado.
Los productores del filme no quedaron satisfechos con el montaje original y decidieron acortarlo hasta los cien minutos. Fue cortada para conseguir un metraje más comercial y eso se nota en la escasísima definición de los personajes (ya los conocemos, es cierto, pero cuéntanos algo), el atropellado final y la sensación de frialdad que deja al terminar. El tiroteo del final es muy vistoso, especialmente cuando la música acompaña los impactos que reciben los protagonistas al huir del banco del pueblo que han asaltado.

Una película que cumple con los clichés del western, uno de los westerns con mejor factura salidos de Hollywood en los últimos 30 años. ‘Forajidos de Leyenda’ además presenta una magnífica banda sonora de Ry Cooder.
Destacan, eso sí, pequeños errores históricos que convierten algunos momentos de la película en anacronismos que no afectan a su calidad visual, sino al pretendido carácter historicista de la misma. Por ejemplo, la banda de James se hace un retrato frontal con los personajes sentados antes de la redada de Northfield en 1876. El fotógrafo utiliza el flash en polvo, el problema que ese flash en polvo no fue inventado hasta finales de 1880.

Igualmente en otra imagen se ve una toma tras el regreso de la banda a Missouri donde hay caballos tirando de un vagón, y es evidente que los senderos que están fueron hechas por los vehículos modernos, ya que si se tratara de caminos de carretas, los carriles de la rueda serían menores y el centro de la pista sería más amplio pues sólo se marcaría las ruedas y las pisadas de los caballos.

"I'm a good ole rebel" o “Soy un buen rebelde” , cantada en la escena del salón o burdel , no se escribió hasta 1918. Aunque es posible que se conociera en el período representado (a principios de 1870), es poco probable que fuera tan ampliamente conocido que el artista habría sido capaz de tocar de memoria.
Señala la web imdb que se ven modernas líneas de alta tensión del día visibles en las escenas rodadas en Georgia. También esta web nos informa que el revólver con el que Frank James amenaza a Rixley es una Smith-Wesson Schofield. En realidad, Jesse llevaba un par de Schofields mientras que Frank prefería la más pesada Remington del nuevo Ejército (el tipo de pistola se muestra llevada por Cole Younger).
Después de salir de la cárcel, Frank James hizo un testimonio de impresión para referirse a la Remington como "el arma mejor mano que he llevado". Igualmente se indica que durante la redada de Northfield, cuando la máquina de vapor llegó a la calle, las huellas de las ruedas planas y el peso pesado podría verse claramente en la suciedad de la calle, pero en la siguiente escena, como los jinetes se acercaban por la calle, no había huellas visibles.
Entre los diálogos de la película hay algunos interesantes. Entre ellos este
- ¿Sabe qué clase de hombres sale de Missouri? los James, los Younger, los Clayton, los Earp y ahora Bob y Charlie Ford. 
- Estuve cuatro años en el ejército y llevo once intentando olvidarlo. 
- Me encuentro muy mal. - No es de extrañar. Once balazos en el cuerpo es todo un record. - ¡Qué lejos queda Missouri! 
- ¿Y cómo es que yo no he sido invitada?. - Porque tu eres una puta. - Ya, pero desde luego no de las baratas. - Ahora que tu y yo parece que nos entendemos bien podías pensar en hacer de mi una mujer honrada. - Nunca serás una mujer respetable Bell. Eres una puta y siempre lo serás, y por eso me gustas. 

martes, 28 de febrero de 2012

Lo que no sospechó Potemkin

Uno en esos momentos en que tiene el mando de la televisión roto y apuesta por ver sus VHS, con sus antiguas grabaciones da con algunas joyas incunables. Esta es una de ellas, pues se trata de un clásico entre los clásicos, y de una película que hizo historia, por su virtuosismo técnico, por su papel propagandístico. Los protagonistas reales de este film, nunca sospecharon que veinte años más tarde serían estarían en la vanguardia del cine. 
El acorazado Potemkin, es una película muda de 1925 dirigida por el cineasta soviético Serguéi M. Eisenstein. 
La película reproduce el motín ocurrido en el acorazado Potemkin en 1905, durante la semana del 26 de junio de 1905, cuando los marinos del Potemkin, que regresaban de la guerra con Japón, se amotinan y se ganan la simpatía de la población de Odesa, que les envía víveres al rebelarse contra los oficiales del régimen zarista. 
El acorazado Potemkin está considerada como una de las películas propagandísticas más influyentes de todos los tiempos y fue nombrada mejor película de la historia en la Exposición General de Bruselas de 1958. El filme es de dominio público en algunas partes del mundo y sus 77 minutos están considerados como una de las mejores películas de la historia del cine. 
El autor de esta obra, Serguéi M. Eisenstein, recibió con sólo 27 años el encargo oficial mientras terminaba el montaje de "La huelga" (1924). Realmente recibió la orden de rodar 8 episodios de las revueltas de 1905. Como ocurre en las tragedias clásicas, la película se divide en 5 actos. Y prescinde de los dramas individuales, centrando toda la atención en los personajes colectivos: marineros, los habitantes de Odesa, los mandos zaristas, la flota rusa, los soldados cosacos. Su objetivo era exaltar los ideales de la Revolución de Octubre (1917). 
El trabajo del realizador acusa evidentemente la influencia del teatro, la ópera y la pintura constructivista. Los actores son para mí unos auténticos desconocidos pero no por ello son menos importantes. Aparecen en los títulos de crédito los siguientes: Aleksandr Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, Ivan Bobrov, Aleksandr Levshin, Konstantin Feldman. 
El guión fue del propio Sergei M. Eisenstein y de Nina Agadzhanova- Shutko. La fotografía evidentemente en blanco y negro estuvo a cargo de Eduard Tisse, Vladimir Popov, está impregnada de sentido documentalista. Crea composiciones de magnífico dibujo, sin vacíos. Ofrece primeros planos que trasmiten emociones. Usa algunas maquetas. 
La película fue producida por Jacob Bliokh para la productora Goskino. El acorazado Potemkin significa un nuevo aporte a la narración cinematográfica en términos de lenguaje visual. Tras la genialidad de Griffith en el trabajo de escala de planos, Eisenstein observa otra función que puede realizar la cámara al inclinarla, lo que da como resultado un énfasis o una sensación distinta en lo que se relata. 
Por otro lado, se trata de una película que refleja el espíritu de la época en que es realizada, y en la que todo elemento es utilizado como propaganda para la legitimación ideológica de una revolución naciente. En este sentido es valorable la exaltación del hombre común, sobre todo del oprimido que decide romper sus cadenas. 
Una de las escenas más famosas en la historia del cine pertenece a esta película. Se trata de La Escalera de Odesa, cuando los cosacos disparan contra el pueblo inocente para acabar con el apoyo a los rebeldes. En ese momento, una madre es alcanzada por una bala mientras corre con un coche de bebé, que rodará escaleras abajo al morir la madre. Otra mujer coge en brazos a su hijo muerto por los disparos y se enfrenta a los cosacos. 
Escenas similares la hemos visto como homenajeada en obras de directores, como Francis Ford Coppola en El Padrino, Brian De Palma en Los intocables de Elliot Ness. 
La historia es bien conocida. Los marineros del acorazado Potemkin, hartos de malos tratos, de ser obligados a alimentarse con alimentos en mal estado... deciden sublevarse. Y está llena de imágenes expresivas, casi como un álbum fotográfico. El acorazado Potemkin representa la magnificación de la figura de las masas y las causas colectivas. 
Estrenada en la primera década de la Revolución rusa (1925) constituye un rescate de la importancia del Potemkin en el proceso de la revolución fallida de 1905, antecedente de la rebelión de octubre de 1917. Como ya hemos señalado este film está compuesto de cinco episodios: 
  • Hombres y gusanos (Люди и черви)
  • Drama en el Golfo Tendra (Драма на Тендре)
  • El muerto clama (Мёртвый взывает)
  • La Escalera de Odesa (Одесская лестница)
  • Encuentro con la escuadra (Встреча с эскадрой).

Como el propio Eisenstein explica en el texto sobre la «Unidad orgánica y pathos en El acorazado Potemkin», incluido en el libro de Georges Sadoul sobre este film, la película está trabajada como un todo orgánico en el que cada uno de sus elementos funciona en pos de una composición que mantiene en su núcleo lo particular en función del todo. Cada una de las partes en las que puede ser dividida la cinta, es funcional en un nivel superior de lectura, es decir, en la generalidad. 
Por otra parte, el trabajo patético (pathos) en tanto que la sucesión y cambio constante en las cualidades de la acción, generan en el espectador una emoción que lo llevan a realizar mediante un proceso psicológico, una reflexión intelectual de acuerdo al tema propuesto. 
Después de su estreno en la Unión Soviética, la película fue exhibida en los Estados Unidos. Se exhibió en Alemania una versión con ediciones en las escenas extremadamente violentas. Una introducción de León Trotsky fue omitida en las versiones soviéticas, por el enfrentamiento de éste con Iósif Stalin. La película fue prohibida en Alemania (durante el régimen nazi), Gran Bretaña, España (aunque se levantó la prohibición durante la Segunda República), Francia y otros países por su contenido revolucionario. También fue prohibida en territorio soviético durante un corto período, cuando el Komintern (por razones diplomáticas) dejó de apoyar deserciones en los barcos de países capitalistas. 
En 2004 se terminó la restauración de la película. Muchas escenas violentas excluidas y la introducción de Trotsky fueron restauradas, y las traducciones desde el ruso no tienen la retórica revolucionaria del idioma original. La música fue escrita originalmente por Edmund Meisel en un período de 12 días debido a una tardía aprobación por causa de la censura impuesta, lo que se reflejó en largas repeticiones de diversas partes de la composición a fin de completar la obra para una orquesta de salón compuesta por flauta, trompeta, trombón, percusiones y cuerdas. Mark-Andreas Schlingensiepen depuró la obra para el piano en la versión actual del filme. En la composición musical colaboraron igualmente Nikolai Kryukov, Neil Tennant, Chris Lowe La trama es acompañada con piezas de música clásica de compositores tales como Dmitri Shostakóvich y Nikolái Kriúkov. 
La película no es sólo un film de propaganda (como Raza por ejemplo). Busca construir un drama universal a partir de un hecho puntual, de tal manera que su mensaje va más allá del público ruso del 25 y la exaltación del fervor revolucionario y comunista (aunque fuera su objetivo). Y va más allá porque sienta las bases del lenguaje cinematográfico y del montaje. Virtudes técnicas las tiene: contraste entre imágenes para provocar espanto, empleo por primera vez en la cinematografía soviética del travelling (las cámaras de la época eran enormes y muy difíciles de mover), la crispación de los puños de los marineros cerrándose, el aprovechamiento del espacio dentro del plano con una composición que queda muy natural pero “llenando” el plano de forma artificial (los maestros del cine clásico americano como Howard Hawks eran expertos y hoy parece que nadie es capaz de hacerlo igual), el carrito en la escalera, las caras, la discordancia entre el ritmo interno de la escena y el ritmo del montaje, la imagen como símbolo, intercambio de lentes en lugar cambiar de lugar la cámara, el uso del foco diferencial, la fotografía de Tissé, angulaciones para generar sensaciones, hacernos creer que el barco está en alta mar, un extraordinario manejo del ritmo con momentos de pausa y otros de crispación, expresivos primeros planos, el plano picado, el recurso de la repetición de imágenes para evocar ideas y para generar tensión en las acciones (no, no lo inventó John Woo) etc. 
Todo ello, es cierto, pasando olímpicamente del raccord (gente corriendo hacia lados contrarios, cubos quietos que luego se balancean...). Que tenga una fuerte carga ideológica es lo de menos. La concepción del cine como herramienta tendenciosa para manejar al público, ofrecer una selección de sucesos conmovedores pero falsos. La veracidad de la película es escasa y el argumento es propaganda de exagerado patetismo para exaltar ánimos. En bloque mantiene una estructura lógica pero introduce imágenes que buscan algo más que narrar una peripecia. Montaje de atracciones: considera el montaje más importante que la puesta en escena o la colocación de la cámara. Trata de “asociar” los hechos de los planos mediante el montaje, esos planos cobrarán sentido todos unidos por el montaje y no por separado.
Todo esto está hoy día superado (la publicidad y el cine sobre todo de acción no se entienden de otra forma), pero no olvidemos que está superado gracias a que tipos como Eisenstein lo plantearon. No se trata, por tanto, de que el montaje esté condicionado por las necesidades del relato (uniendo tomas individuales), sino de que cobre protagonismo como elemento de cohesión de partes sueltas que al unirlas consiguen un objetivo concreto. La yuxtaposición de imágenes no sirve exclusivamente para unir secuencias que tengan valor por sí mismas, sino para confrontar imágenes y provocar así sensaciones, tensión... 
Frente al montaje norteamericano el llamado montaje "invisible"o silencioso, basado en la idea de que la historia está por encima del montaje expresivo (no nos fijamos en los cortes, los planos, etc...porque el director no suele querer que "estés viendo una película", quiere que la trama te absorba por completo) y en "El acorazado" es justo lo contrario, el hilo narrativo está supeditado al montaje y a la consecución de planos. 
El montaje nos está condicionando, está siendo lo más expresivo, más que los protagonistas, porque de hecho no hay protagonista único, el protagonista es el pueblo. Montaje violento, montaje de choque, montaje expresivo. El film contiene 1.209 planos, una cifra muy superior a la habitual en 1925. Su yuxtaposición crea secuencias que aceleran el ritmo (planos por tiempo) en los momentos culminantes; mantiene ritmos constantes y obsesivos para crear sentimientos de temor (cosacos en escalinata); ofrece ritmos cambiantes para sugerir caos y desorden (civiles en escalinata); suma varias narraciones en paralelo para ofrecer visiones del cuadro completo, etc. El montaje es una forma de estilo y, a la vez, un medio de trasmisión de ideas, sentimientos y actitudes. Aprovecha el encuadre para orientar la expresividad de las imágenes (zaristas sin cabeza en cuadro, sombras inquietantes de cosacos...). Presenta juegos visuales (3 leones de piedra vistos sucesivamente parecen levantarse) y composiciones imaginarias (visión de marinos ahorcados en las vergas del mástil).

sábado, 25 de febrero de 2012

Gaviotas y gatos


Uno de mis hijos me ha pedido una película y soy incapaz de decirle que no. Llevaba un tiempo pidiéndomela y hoy ha sido el día. Recuerdo haberla visto con anterioridad, sobre el año 2004, ya que el tema del chapapote venía como anillo al dedo a la película. 
La historia de una gaviota ( y del gato que le enseñó a volar) es una película italiana. El título original es La gabbianella e il gatto. Es una película de animación del año 1998. La dirección y el parte del guión fue de Enzo d'Alò, aunque participaron en el mismo el autor de la obra Luis Sepúlveda y Umberto Marino. La duración es la adecuada de 71 minutos. La música es de David Rhodes. 

La historia cuenta como un gato, Zorbas, que vive en la zona portuaria de una ciudad y tiene muchos amigos de su especie. Un día, una gaviota Kenga, una gaviota envenenada por una mancha de petróleo, y a punto de morir, confía su huevo al gato Zorbas, obteniendo de él tres promesas: no comerse el huevo, cuidar de él hasta que se abra y enseñar a volar al recién nacido. Cuando sale del cascarón, la pequeña gaviota cree que Zorbas es su madre y que ella es un gato. La gaviota huérfana es bautizada con el nombre de Afortunada por toda la comunidad de los gatos, que se ha visto involucrada por Zorbas en la tarea de criar a esta insólita hija. La pequeña Afortunada, deberá aprender a conocerse y comprender que no es un gato antes de poder aprender a volar. 

La película está basada en la famosa novela infantil del chileno afincado en Gijón Luis Sepúlveda "Historia de una gaviota (y del gato que le enseñó a volar)", que ha sido traducido a doce lenguas y del que se han vendido un millón de ejemplares en todo el mundo. El escritor Luis Sepúlveda se inspiró para escribir su novela en el poema "Las gaviotas" del escritor vasco Bernardo Atxaga. La voz del poeta en la película es la del propio Sepúlveda.

"Pero su pequeño corazón 
que es el de los equilibristas 
por nada suspira tanto 
como por esa lluvia tonta 
que casi siempre trae viento, 
que casi siempre trae sol" 


En su momento fue el largometraje italiano de animación de mayor presupuesto de la historia. Interviniendo en ella 200 personas, que  crearon 1.200 escenografías y que gastaron 2 camiones de lápices, para realizar los 220.000 dibujos necesarios para animar los 75 minutos, terminados en dos años de trabajo. 

El director, Enzo d’Alò, es también el realizador de una adaptación de Momo, de Michael Ende. Dos tramas se entrecruzan en la película. En una, un poeta dialoga con su hija, una niña muy imaginativa. En la otra, se nos narra la historia del gato Zorbas y su aventura con una gaviota, un gato-pollo como lo califican las ratas. 
La animación es clásica, en un 2D bien resuelto y de una belleza destacable, sobre todo en las escenas oníricas. El diseño de los personajes es inventado, exceptuando las ratas, que se basan en las creadas por Don Bluth en Nimh, el mundo secreto de la Sra. Brisby. El tono infantil de los dibujos y de las canciones hace que la película sea más indicada, desde el punto de vista estético, para un público de cuatro a siete años. 
La película se presta a abordar contenidos relacionados con el deterioro del medio ambiente y el mundo de las aves, los gatos y las ratas, así como la adopción familiar. Una bonita historia de animación que relata las dificultades que atraviesa una gaviota que queda huérfana. Entre gatos y ratones se desarrolla la lección de tolerancia y solidaridad que refleja la película. Una aventura poética donde los animales hablan, y hablan de amor, la muerte y la filosofía, el respeto a la naturaleza y la solidaridad. Las historias en las que los animales se comportan como humanos sirven para decir cosas que quizás serían más difíciles de decir de otro modo. 
Los animales humanizados presentan una doble cara que es muy útil: su lado humano permite que nos identifiquemos con sus problemas y vivencias; y su lado animal facilita que respecto a esa identificación podamos imponer una distancia de seguridad con relativa facilidad. 
En "Historia de una gaviota", observamos ese mismo recurso para hablarnos de temas tan crudos como la muerte, la adopción, los celos, la emancipación de los hijos o la contaminación. 
El resultado es una película blanda, amena y pedagógica que puede ser proyectada a alumnos de diferentes edades, aunque también se aprecian algunos defectos: la historia discurre a veces demasiado deprisa y otras veces demasiado lenta; la cría de gaviota es excesivamente empalagosa y cursi, así como el pequeño y envidioso gato Yo-yo.

jueves, 23 de febrero de 2012

El último vals


A finales de los sesenta había en televisión un programa musical, ya no recuerdo si era Aplauso u otro, que presentaba además de las actuaciones propias con el espantoso “playback” las bandas sonoras de algunas películas, o simplemente algunas películas que estaban vinculadas con el mundo musical. Entre ellas presentaron “El último vals” durante varias semanas pusieron algunos fragmentos de aquellas actuaciones que se dieron en la película. Me llamaba la atención la energía de la banda y especialmente el papel como cantante del batería. Pero la película y la banda cayeron en el olvido. 
The Last Waltz o como la conocemos en España “El último vals” (parece ser que en otros países es El último rock) la reencontré por casualidad hace unos cinco o seis años. Buscaba otra cosa, concretamente una canción que me obsesionaba pues la tatareaba, pero desconocía su título y el grupo. Llegó un día que pensé que el grupo podía ser The band, una banda – valga la redundancia- desaparecida sobre esas fechas. No, el grupo no era, sin embargo, encontré otra cosa bastante mejor, una buena “película” musical realmente es un documental, pero grabado en formato película, y dirigida nada más y nada menos que por Martin Scorsese en 1978. 

The Last Waltz es realmente un documento acerca del último concierto del grupo de rock The Band, compuesto por Robbie Robertson, Rick Danko, Levon Helm, Garth Hudson y Richard Manuel. Este concierto se desarrolló en la ciudad de San Francisco el 26 de noviembre de 1976. En este concierto contaron con la colaboración de otras grandes figuras del pop y elrock de la época – y de siempre- : Eric Clapton, Neil Diamond, Bob Dylan, Muddy Waters, Emmylou Harris, Van Morrison, Ringo Starr o Neil Young. Tambien participó Joni Mitchell interpretando su canción Coyote, así como haciendo coros a Neil Young en su interpretación de Helpless. 

La fotografía estuvo en manos principalmente de Michael Chapman, pero participanigualmente Laszlo Kovacs, Vilmos Zsigmond,Hiro Narita así como otros muchos que aportan imágenes a lo largo de los 117 minutos de la película. La productora fue United Artists y la distribución estuvo en manos de la Metro, Goldwyn, Mayer. 
Los protagonistas absolutos de la película son la banda y sus invitados, así como el propio Martin Scorsese,quien aparece entrevistando a los miembros de la banda con cuestiones básicas del por qué de la separación, asistiendo a su camerino a su mesa de mezclas eindagando sobre temas vitales de la banda. Especialmente locuaz será Robbie Robertson el guitarra y líder del grupo, así como no menos sorprendentemente el batería, cantante de la banda. 

El documental se centra realmente en el concierto acontecido el Día de Acción de Gracias del año 1976. El adiós a la música del grupo canadiense liderado por Robbie Robertson no pudo contar con mejor testimonio que este soberbio trabajo documental, una banda que apoyó las giras de grandes cantautores como Bob Dylan. Y como señala Carlos Boyero se trata de una película subvalorada del director, pero, según él, “una de las más hermosas películas de Scorsese”.Es, como diría Mikel López Iturriaga, “El canto del cisne de una generación de estrellas”. 
Martin Scorsese, uno de los grandes maestros del cine contemporáneo, es un apasionado de su ciudad y de la musical. En gran parte de sus películas desde las más dulces, por ejemplo “La edad de la Inocencia” hasta alguna de las más brutales como “Gangs of New York” tienen escenas de bailes magníficamente desarrolladas. En esta película combina el cine y la música para realizar este monumental documento sobre el concierto de despedida de esta fenomenal banda de rock llamada The Band. Es más, parece ser que Scorcese realizó esta película de forma gratuita. 
Con esta película el autor neoyorquino ofrecía un valioso ejemplo de cómo abordar este tipo de proyectos, ya que no se trataba de grabar un concierto, pues parte de una puesta en escena que sobrepone visible, por ejemplo, para mí en el inicio del principio y del final con la sala de vals o con la interpretación de un vals por The Band al final de la película. Si en la primera el encaje de la fotografía es cenital al final del vals, en la segunda busca un punto de fuga entre el escenario y las luces del espacio. Igualmente refleja con pasión el valor y la comunión de la música, sus intérpretes, y apenas al público que lo vimos al inicio haciendo cola en las calles de San Francisco. 

Todo ello sin perder un lúcido aspecto visual y un tono cercano a sus partícipes que nos aproxima de manera directa y personal al disfrute de su obra, a la atención de sus pensamientos y de la música, en particular. 
Aunque toda la película resulta memorable y un auténtico regalo para los amantes del rock de verdad, existen momentos inolvidables, como la reunión de la banda con Ronnie Hawkins, su primer mentor cuando The Band se hacían llamar The Hawks, con Ronnie pidiendo a Robbie Robertson que queme la guitarra mientras hacen una fenomenal versión de Bo Diddley; la intervención de un Neil Young que casi besa la armónica interpretando la excelente canción “Helpless”, que había grabado junto a Crosby, Stills & Nash; el antológico duelo guitarrero entre el maestro Eric Clapton y Robertson; la participación del mítico bluesman Muddy Waters con su "Mannish Boy" y Butterfield a la armónica o la majestuosa aparición de Bob Dylan con su sombrero blanco dando inicio a la balada “Forever young” para animar el ritmo con posterioridad con la soberbia “Baby let me follow you down” o la interpretación del “Dry Your Eyes”, una canción sólida de ese hoy venerable Neil Diamond, auténtico ídolo de masas a finales de los 70. 

O la versiones del un Dylan con el batería Levon Helm como “Ophelia” y “Up On Cripple Creek”. Tampoco podemos olvidar la intervención de leyendas musicales como la del irlandés Van Morrison, la del Dr. John y su piano cantando de manera espléndida “Such anight”, la de los canadienses Joni Mitchell, quien también hace coros a otro compatriota, Young, la de Paul Butterfield con su armónica, o la de la gran dama del country Emmylou Harris con “Evangeline” (cantada fuera de público), quienes se unen, con las adiciones estelares del exbeatle Ringo Starr y del Stone Ron Wood, en una apoteósico final cantando el tema de Dylan “I shall be released”, con la que concluye el concierto, no así la película. 

Me llamó igualmente la atención de la lectura de un poema de “Los cuentos de Canterbury”, incluso de una oración. Alternando las interpretaciones en vivo Scorsese va conversando con los miembros de esta excepcional y para mi recuperada The Band, quienes nos explican su historia y sus ideas en torno al mundo del rock. 
Scorsese a través The Last Waltz nos logra trasmitir la diversión y el buen ambiente interno de The Band, su amor por el rock pero también el cansancio de la carretera, de los hoteles, de los conciertos. A Scorsese le interesa el artista, pero también la persona, la sonrisa de Robbie Robertson, los gestos de los músicos de la banda y los de sus invitados. 
Visto en su momento era el documento de la despedida de una banda , hoy es un film nostálgico que trasmite la nostalgia del vals realizado con los instrumentos de cuerda que manejan todos al final de la película. 

Como nos recuerda Robbie Robertson, muchos habían quedado por el camino, y quizás después de 16 años de giras, de música, de carretera y de excesos, lo mejor era dejarlo ahí. El montaje final una verdadera maravilla. El comienzo es el final y todas las conversaciones intercaladas son a posteriori, una vez finalizado el evento. 
 En la película se habla de la música y de la vida de los músicos nos cuenta Robbie como un músico escupía sangre al soplar la armónica, de sus comienzos en Woodstock, del ambiente musical en Memphis...y también de los que han quedado en el camino como Jimmie Hendrix o el mito de Elvis. Pero los más interesante de Scorsese es mostrar en cuatro trazos la personalidad de los protagonistas, con un par de gestos y unas cuantas miradas. Aquí en pocos minutos sabemos que Garth Hudson es un tipo complejo, discreto, poco sociable y que siempre iba un poco por su lado (al principio les cobraba por tocar con ellos y ejercía de ‘profesor de música’), que Rick Danko debe tener un gran corazón y escaso cerebro, una especie de amigo de todos y nexo de unión del grupo, Richard Manuel es un tipo "peligroso", (esa mirada...), el chistoso oficial del grupo, que Levoln Helm es el tipo más centrado y con más talento, el que sabe qué se trae entre manos y en definitiva, que Robbie Robertson era el iluminado, el líder natural, un tipo con personalidad. 

Hay momentos de gran categoría, cuando la cámara se acerca en un primer plano a Danko con el "Sip the Wine" de fondo, y éste confiesa que a partir de ahora va a..."escribir canciones". También, casi al final, Robertson confiesa que está muy cansado y que sería incapaz de estar 20 años de gira. La imagen se ralentiza en un primer plano que capta un momento muy sincero. 
El último vals tendrá un lugar y un momento. Éste será el Día de Acción de Gracias de 1976 y el lugar el Winterland Ballroom de San Francisco. Entre las anécdotas a destacar reseñamos que Bob Dylan decidió que no quería estar en la película 15 minutos antes de que subiera al escenario. Su razón se centraba en que no quería tener dos películas en cartelera a la vez (la otra era Renaldo y Clara). Bill Graham, propietaria de la Winterland, intervino y Bob decidió tocar con una condición: sólo podrían grabarse sus dos últimas canciones. También es de destacar que durante la interpretación del "Mystery Train", de Paul Butterfield , las luces del escenario se apagaron dejando sólo una luz central sobre el escenario.
Hubo algunas dificultades antes y durante el concierto. Dos días antes del show, se dijo que Muddy Waters tenía que ser retirado del proyecto. Levon Helm, el batería de la banda, amenazó con no tocar en el show.

 Se comenta que el guitarrista Robbie Robertson se encontró en ocasiones con el micrófono apagado porlo que se le ve cantando con toda su fuerza o que a Clapton se le rompió una cuerda de la guitarra por lo que Robertson amplió un solo. Vemos, por lo tanto, la despedida de un grupo en un gran concierto con buena música que, por cierto,se nos pide al inicio de la película que la misma debe ser escuchada alta. "THIS FILM SHOULD BE PLAYED LOUD!". Vamos,como a mí me gusta.

lunes, 20 de febrero de 2012

La guerra vista por un niño


He visto esta película en dos ocasiones. Hay momento en que la película me parece fascinante, aunque el exceso de metraje le lastra en el total de su desarrollo. La película, “El imperio del sol” responde a la estética bélica de los filmes producidos y dirigidos por Steven Spielberg. Buena ambientación, buenas historias, mensajes directos a las conciencias y , en ocasiones, protagonistas infantiles o juveniles. 
La película está basada en el libro homónimo y autobiográfico de J. G. Ballard escrito en el año 1984. Parece ser que David Lean estuvo igualmente interesado en este proyecto. Con todo Spielberg se llevó el gato al agua y finalmente esta producción estadounidense fue estrenada en 1987. 
Está protagonizada principalmente por el joven actor Christian Bale. Este lleva el peso de la película. Le acompañan en el reparto John Malkovich, Joe Pantoliano, Miranda Richardson, Nigel Havers, Leslie Phillips, Masato Ibu, Emily Richard, Rupert Frazer y un joven Ben Stiller. La fotografía es de Allen Daviau y la música de John Williams. El guión es de Tom Stoppard inspirándose como hemos dicho anteriormente en la obra de J.G. Ballard. En la producción, además de Spielberg, están Kathleen Kennedy y el también director Frank Marshall. Fue distribuida por la Warner Bros. 
La película comienza con un travelling del agua en la que una embarcación poco a poco va encontrándose con ataúdes. Sobreimpresionadamente se nos cuenta como antes del inicio oficial de la segunda guerra mundial en Asia existía guerra entre Japón y China, por el control de este último espacio. Nos comenta este texto como los japoneses no habían todavía invadido las ciudades, especialmente Shanghai, una ciudad que vivía bajo la influencia occidental con una población europea de enorme peso. Sin embargo, en diciembre de 1941, el ejército japonés ocupa Shanghaiy la vida de una familia británica acomodada que vive en un exclusivo barrio de Shanghái , llevando un vida idílica y con unos empleados chinos que mantienen su modo de vida cambia con la ocupación japonesa. La familia tiene un hijo, James, un chico muy ingenuo pero inteligente que adora los aviones japoneses, y su curiosidad lo mete en más de un problema. Desde ese momento la privilegiada vida de James Graham, un niño inglés malcriado y ególatra de clase alta toca a su fin. 
El encuentro con el ejército japonés tiene lugar durante una fiesta de disfraces para expatriados británicos en la que el niño disfrazado de mago oriental topa con un zerosen japonés derivado en las cercanías de la casas. Tras lanzar su maqueta de avión esta cae tras un terraplén encontrando allí parapetados a los japoneses que dejan al niño. Curiosamente cuando se desplazaba la familia a la fiesta una multitud de chinos intentaba entrar en la ciudad huyendo del invasor. En el desplazamiento hacia la mansión la familia opta por pernoctar en un hotel de la ciudad. A la noche cuando todos duermen el niño se asoma a una ventana y observa un mensaje en forma de código con luces, el responde como si de un juego se tratara y la respuesta es un cañonazo. Comienza así la toma de Shangai. 
Tras apenas encontrar una mínima resistencia por parte del ejército del Kuomintang, el imperial japonés se impone y obliga a todos los extranjeros a abandonar China en un plazo determinado, tras el que pasarían a ser considerados como enemigos. Con la toma de la ciudad por el ejército japonés la familia tiene que abandonar la ciudad y no sólo pierde sus posesiones durante la toma de Shanghai por los japoneses, sino que extravía a su hijo James durante el éxodo. 
La separación es traumática pues una turbamulta separa al padre de la madre y el hijo, y a James de ésta. El chico regresa a casa tal y como le pidió su madre en el último segundo. 
Allí ve que la casa al igual que las otras de la colonia británica ha sido tomada por el ejército imperial. Tras pasear por la misma encuentra a su cuidadora, persona que soportaba las humillaciones del insoportable niño, y en vez de protegerlo le abofetea. El niño queda sólo durante una larga temporada hasta que se agota el agua y la alimentación que había en la casa. 
El hambre le obliga a salir y se desplaza a la ciudad. En su desplazamiento en bici descubre que la ocupación japonesa es completa. Ve como retiran las imágenes de Chang Kai Chek y como por mucho que se rinda ante los soldados éstos le ignoran. 

Después de pasar muchos periplos James, tras escapar de su joven que le quiere robar sus zapatos, se encuentra con Frank Demarest y Basie un par de americanos buscavidas (Joe Pantoliano y John Malkovich) y de dudosa calaña que viven en un barco abandonado y que tienen como primer oficio el robo. James, que busca la protección de los mayores como sea, intenta evitar que los estadounidenses lo expulsen del grupo, y les indica que su casa está llena de valiosos objetos. Al ir al lugar descubren que está ocupado por japoneses y son hechos prisioneros.

Tanto los estadounidenses como James van a una gran nave con otros muchos civiles británicos. Allí mueren victima de la malnutrición y de la disentería permanecer allí es apostar por morir. Así que se las ingenian para ser trasladados y lo serán al campo de concentración de Soo Chow, cercano a un aeropuerto militar chino ocupado por los japoneses. 

Basie (John Malkovich), unos de los estadounidenses, se erige como líder de los anglodescendientes del campo y utiliza a James como estafeta, donde tiene que usar su astucia y audacia para ganarse la confianza no sólo de este líder sino del oficial japonés, el sargento Nagata (Masato Ibu) que está a cargo, para mantenerse con vida en esas condiciones inhumanas. 

Igualmente cuenta con la colaboración del Doctor Rawlins y con una pareja, el señor y la señora Victor (Peter Gale y Miranda Richardson) que actúan como si fuesen sus padres. Con el tiempo, James se gana el respeto y reconocimiento de todos en el campo, incluido Nagata. La película muestra el dolor de los prisioneros, sus penalidades e incertidumbres, su incomunicación, el escaso espacio vital, la insuficiencia de alimentos y medicinas y el trato vejatorio que soportan. Jim, a lo largo de su reclusión, desarrolla una actividad febril: atiende a pequeños y mayores, toma clases, intercambia objetos, cumple recados y sueña con aviones. Entabla amistad con un personaje singular, Basie (John Malkovich), líder de un grupo de pilotos norteamericanos, que estimula su curiosidad y su fantasía. La narración se presenta desde la mirada inocente de Jim. 

El final de la guerra está cerca y los japoneses abandonan el campo con sus prisioneros, que son llevados a un estadio. James despierta una mañana y ve una luz blanquecina en la lejanía, es la mañana del 6 de agosto de 1945. Lo que es piensa que es un mensaje divino es la llamarada de las bombas atómicas. 
Finalmente, después de haber pasado por toda una epopeya, James es acogido por la Cruz Roja. Poco después se reencuentra con sus padres, pero ha dejado de ser el niño que era, tras el impacto de lo que ha vivido. Hacia el final, cumplidos los 15 años, su capacidad de comprensión le vuelve más cauto y menos espontáneo. 
La obra hace un elogio apasionado de la infancia, puesta a prueba en situaciones extremas. Sus andanzas, correrías, peripecias y ocurrencias, aportan encanto y simpatía. En este ambiente dominado por la tristeza y la miseria más extrema se verá obligado a madurar prematuramente, y esto condicionará su visión del mundo. 
Cabe destacar como dato anecdótico que una buena parte de la película fue rodada en China, Reino Unido y en España, en las marismas de la localidad andaluza de Trebujena (Cádiz), y buena parte del reparto de extras y de los exteriores es gaditano y sevillano donde se rodó la película pertenecen a ese lugar. 
La película fue nominada a 6 Premios Óscar incluyendo Dirección artística, Fotografía, Vestuario, BSO, y consiguió ganar varios otros premios como 3 Premios BAFTA: Mejor fotografía, BSO y Sonido de seis nominaciones, y la National Board of Review la obsequió con tres Premios: Mejor película, Director y Actor joven (Bale). Para los Globos de Oro consiguió 2 nominaciones: Mejor película drama, Banda sonora. 

Aquí como en el resto de sus películas contemplamos la enorme capacidad de trabajo de Spielberg, así como el interés que presta a todos sus proyectos, incluso a éste que no está considerado por los críticos como uno de sus grandes trabajos. Y es que sabemos que Spielberg es capaz casi siempre de los mejor, pero esa excelencia siempre es difícil, y esta película junto a “Amistad”, al igual que “1941” o ‘El color púrpura’ está entre las menos reconocidas, aunque la que menos pienso que es la de “Hook”. 
La pérdida de la inocencia es sin duda el tema de esta película, que de manera obvia impregna todas las secuencias en las que un jovencísimo Christian Bale. En realidad, es uno de los temas mayores de su director, junto a nuestra fragilidad frente a los caprichos de la naturaleza y a nuestra imperfección moral. Adaptando la novela semi-autobiográfica de J.G. Ballard, el director se acerca por primera vez, con un estilo ambicioso y serio, a una tragedia de proporciones globales pero personalizado en la figura de un chaval privilegiado que, de pronto, se verá completamente solo en un entorno absolutamente hostil, al que tendrá que adaptarse o morir. 

John Williams volvió a trabajar con el director (y le dio uno de sus más sentidos y menos recordados trabajos), y Allen Daviau, el director de fotografía, lo hizo por última vez. El director le pidió que emulara la luz y la densidad de las imagenes propias de un filme de los años 50, y para ser justos hay que decir que lo consiguió plenamente. No en vano este proyecto ya había pasado por las manos del gran David Lean (y era una historia ideal para él), un director tan admirado por Spielberg que cuando él tomó las riendas le ofreció a su ídolo dirigirla, aunque ya era demasiado tarde. 

El director estadounidense es un fanático irredento de ‘El puente sobre el río Kwai’, y, en este caso, es imposible observar un tratamiento respetuoso tal y como le dio Lean a los soldados japoneses en esta película, a pesar de usar aquí los ojos de James Graham, y que en este caso admira a algunos de los japoneses del campamento con quien incluso puede iniciar una corta amistad o respeto. 

Christian Bale debutaba en esta película, después de algunos trabajos televisivos. Después de la excelente dirección de actores infantiles que Spielberg desplegó en ‘E.T.’, parecía muy seguro de sí mismo a la hora de guiar a un chico con un potencial evidente, pero tendente a interpretar en exceso sus secuencias. Bale es, hoy día, uno de los más sólidos actores norteamericanos y de mayor proyección del mundo. Y Spielberg puede presumir de haberle descubierto, pero no quizá de haberle ayudado a componer una gran interpretación. 

Hay un gran mérito en hacer recaer todo el peso de la historia a un chaval casi sin experiencia, y salir vivo de ello. Bale se dejó literalmente la piel en este difícil trabajo, pero hemos de decir que, aunque muy esforzada su presencia, son demasiados los altibajos que la jalonan, y es cierto que por momentos está insufrible. Para entendernos: Bale es un chaval tan brillante como actor, intenta interpretar tan bien, que se pasa varios pueblos muchas veces, por lo que su interpretación es demasiado obvia. Le ha pasado en otras películas posteriores, ya adulto. A este muchacho hay que contenerle. Destaca los puntos de mayor atención del niño: el avión de juguete, la bicicleta, los aviones japoneses. El guión desarrolla la acción a un ritmo intenso, similar al de la vida de Jim. La interpretación de Christian Bale, en su debut en cine, es acertada, natural y desenvuelta. Le abrió las puertas de una nueva interpretación casi inmediata. 

A su lado, John Malkovich da vida a uno de sus personajes más apasionantes. El hombre está muy bien, aunque quizá, por contra, demasiado contenido. Pero es uno de los aspectos más notables de la película, pues siempre le observamos con los ojos del chaval, y el aura, finalmente, que obtiene este personaje es indescriptible, casi mística. Spielberg se muestra magistralmente inteligente a la hora de dirigirle, y siempre que está en pantalla la película sube varios enteros. Malkovich borda un papel singular y difícil. La dirección construye una obra próxima a la perfección formal, que complace y deleita, aunque queda algo corta de emoción y fascinación. Bienintencionada, con un punto de autocomplacencia incontestable, al final le acaban pesando a este buen ‘Empire of the Sun’ su irregularidad y su excesiva duración. Son escenas destacadas las de la multitud aterrada por la invasión japonesa, la separación de los padres, la marcha a través de una ciénaga a la captura de un faisán con peligro de la vida. 
Spielberg filma con talento, muchísimo, pero sin convicción, con timidez, como si los grandes logros obtenidos hasta entonces, más que refrendarle, le lastraran. Y esta sensación aún duraría un tiempo con sus películas más ambiciosas. La música comienza con el tema "Suo Gan", cantado por un coro de voces blancas, y concluye con el "Exultate iusti", de Ludovico Grossi da Viadana. 

Añade temas originales, como "Cadillac of the Skies" y "Toy Planes, Home and Heart", que reiteran el motivo principal. La orquesta (viento, prcusión y cuerdas) se complementa con solos de piano y de flautas orientales. La fotografía hace gala de los recursos más gratos al director: contraluces, primerísimos planos, contrapicados, travellings espectaculares y movimiento de multitudes. 

Entre las curiosidades señalar algunas cosillas. La película comienza con una imagen del mar en la que poco a poco van apareciendo ataúdes, acabando con una escena similar, mientras suena la música. En la escena de la batalla calle de Shangai, algunos signos de negocios contiene nombres romanizados con el Pinyin en lugar del sistema Wade-Giles o de los sistemas tradicionales que se estaban utilizando en ese momento. 
En la caótica escena de la calle donde Jim es perseguido por un rufián de su misma edad, pasan por una fachada con la publicidad de la película Lo que el viento se llevó. La película que se estrenó en 1939, no publicitó ese cartel. Y ese cartel en particular y los más famosos no aparecerán hasta 1967, durante su reestreno. 
Los modelos de aviones que a los que Jim prendió fuego son los modelos de plástico de Aurora. Estos modelos no fueron creados hasta 1957, unos 16 años después la historia se lleva a cabo. 
El barco de guerra japonés al que Jim hace señales en el puerto es un destructor que se puso en marcha a mediados de 1950, unos 14 años después de la película tiene lugar. En una escena en la parte estadounidense del campo de prisioneros, un preso se oye tocar la canción "I Left My Love" en la armónica. La canción es de la película The Horse Soldiers de 1959 y fue compuesta específicamente para la película por el compositor Stan Jones , quien también tuvo un cameo en ella. 
En una de las primeras escenas donde la madre de Jamie está sentada al pie de su cama, la madre enciende un cigarrillo. Cuando se pone de pie para salir de la habitación, el cigarrillo ha desaparecido. Cuando el camión abandona el hangar para el campamento de internamiento de Suzhou, no tiene marco para la cubierta trasera. Cuando llegan a Suzhou, el marco está claramente presente. 
Jim no pudo haber presenciado la explosión de una bomba atómica en Japón, con nada que se acerque el detalle se muestra en la película. La distancia entre la parte continental de China a Nagasaki, en su punto más cercano (aproximadamente 475 millas), es más allá de la distancia desde el lugar de la prueba Trinity en Nuevo México a Denver, Colorado (aproximadamente 450 km.) La distancia desde la parte continental de China a Hiroshima aún es mayor (aproximadamente 640 millas.) Aun teniendo en cuenta no haya obstáculos del terreno, la curvatura de la Tierra a una distancia impide algo más que un breve resplandor tenue en el horizonte. Cuando Jim se realiza la RCP en la mujer en el hospital, que está presionando hacia abajo cerca de la zona de la clavícula, en lugar de varios centímetros más bajo, como hubiera sido correcto. 
Cuando Jamie se acerca al primer Zero que se estrelló cerca del lugar de la fiesta de disfraces el timón en la cola está recta. Cuando su modelo de avión desaparece en la colina y él sale y va tras él, el timón en el cero está marcando hacia la izquierda. Sin embargo entre estos dos disparos fotográficos el niño ha jugado con los controles, y lo más probable es que ha presionado los pedales del timón.

domingo, 19 de febrero de 2012

Nicholson voló sobre el cine


De este VHS me quedaba únicamente por ver “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Curiosamente ha sido hoy el día que el diario “El mundo” publicaba un artículo sobre el 80 aniversario de su director Milos Forman. Las otras películas que lo componían ya han sido comentadas. 

One Flew Over the Cuckoo's Nest, o sea, Alguien voló sobre el nido del cuco es una película estadounidense de 1975 basada en la novela homónima de Ken Kesey que tuvo esta experiencia en un psiquiátrico mientras trabajaba en el Hospital de la Administración de Veteranos en Palo Alto, California..
Dirigida por el director checo Miloš Forman. El guión cinematográfico fue obra de Bo Goldman y Lawrence Hauben. Protagonizada por Jack Nicholson (Randle Patrick McMurphy) y Louise Fletcher (Enfermera Mildred Ratched) en los papeles principales, y secundados por otros actores de lujo como Danny DeVito (Martini) , Christopher Lloyd (Max Taber) , Brad Dourif (Billy Bibbit) y Will Sampson ("Jefe" Bromden) en los papeles principales, así como otros magníficos actores como William Redfield (Hardy), Vincent Schiavelli (Frederickson) o William Duell (Jim Sefelt)…

En la producción estuvieron presentes Michael Douglas y Saul Zaentz para la productora Fantasy Films, aunque la distribución recayó en United Artists. La música repetitiva al inicio y al final es obra de Jack Nitzsche basándose en la estructura de acordes de la canción "Please Release Me". La fotografía estuvo en manos de Haskell Wexler y Bill Butler, quien sustituirá al primero debido a diversas diferencias creativas con el productor Michael Douglas . El montaje fue obra de Sheldon Kahn y Lynzee Klingman. 
Ganadora de numerosos premios internacionales. One Flew Over the Cuckoo's Nest fue la primera película en 41 años en ganar las máximas categorías (película, director, actor, actriz y guion).segunda película en obtener los cinco principales premios de la Academia: Óscar a la mejor película, Óscar al mejor director, Óscar al mejor actor, Óscar a la mejor actriz, y el Óscar al mejor guión adaptado, hazaña que ya había sido lograda por It Happened One Night en 1934 y que luego fue lograda en 1991 por The Silence of the Lambs. Obtuvo además otras 4 nominaciones : mejor actor de reparto (Brad Dourif), al mejor montaje (Lynzee Klingman, Richard Chew y Sheldon Kahn), a la fotografía y banda sonora con los maestros antes señalados. Además obtuvo la pel´ñicula otros premios como el Globo de Oro a la mejor película dramática, el BAFTA a la mejor película y Premios David di Donatello: Mejor director y actor extranjero (Jack Nicholson). Está claro Nicholson voló sobre el cine

En los 133 minutos de este drama, Randle Patrick McMurphy (Jack Nicholson) ha cometido un delito por el que debería ir a prisión. Consigue en cambio que le envíen a un centro psiquiátrico. Allí se hace pasar por enfermo mental y logra que le ingresen en un departamento de cuidados especiales. 
Tratando de pasar el rato de la forma más agradable posible, organiza con sus compañeros, juegos y toda clase de diversiones, hasta el extremo de que infringe las normas de disciplina, situación que la enfermera jefe Mildred Ratched (Louise Fletcher) no está dispuesta a tolerar. 

Comienza entonces una lucha de voluntades entre McMurphy y Ratched. La trama de la película se centra en un personaje que es acusado por cinco casos de estupro y, por consiguiente, debe entrar en prisión por ello, pero debido a su aparente desequilibrio mental es trasladado al hospital psiquiátrico del estado para ser examinado. 

Este personaje llamado R.P. McMurphy, en realidad, no presenta ningún tipo de problema psiquiátrico sólo intenta eludir el ingreso en prisión. De ahí partirá la historia que prosigue con el internado obligatorio de McMurphy por ser considerado peligroso para la sociedad. 
 En el transcurso de su estancia en el hospital psiquiátrico será protagonista de numerosos episodios de descontrol entre los enfermos e incluso de huidas, suya y del resto de los pacientes, interrumpiendo la sosegada y cuadriculada vida de los enfermos. 
La enfermera principal del centro psiquiátrico, la señorita Ratched, es un ser totalmente estricto, ordenado, serio y autoritario. Ello se hace evidente en sus apariciones, siempre soberbias y pulcras, sin expresividad en su rostro, no se altera ante ningún hecho, es fuertemente represiva y poco compasiva. Siempre que no viste su uniforme lo hace de riguroso negro. 

En la película, se administra a todos los pacientes una cantidad considerable de medicación, además, si alguno se niega, se hace por la fuerza. Por lo que los pacientes consideran a la medicación como sagrada, adoctrinan lo que deben de tomar como si ello les fuese a salvar el alma. 

Si alguno de ellos se sale del orden establecido, se les castiga con descargas eléctricas (electro-shock), o incluso se les practica una lobotomía (como a McMurphy tras atacar a la enfermera Ratched). El ambiente del psiquiátrico es totalmente estricto, monótono y cuadriculado. 
Siempre hacen lo mismo, y en la única medida que pueden alumbrar algo de terapia psicológica, es cuando se sientan en círculo con la enfermera Ratched para dialogar sobre lo que sienten o lo que piensan. Aunque este hecho queda empañado por la enorme rigidez y represión que presenta esta particular enfermera. 
Por todo ello, es causa de desagrado de McMurphy, pues él desea hacer lo que le plazca y no se deja controlar, pero aun así, incluso McMurphy, se dirige hacia ella de forma respetuosa y educada (como se puede observar en la escena en la que McMurphy desea ver los campeonatos de béisbol). 

Otra escena que refleja la fuerte represión que produce la enfermera Ratched, es el momento en el que ésta dice que para ver los partidos de liga de béisbol, se ha de contar con el voto de todos los compañeros. En este momento McMurphy, piensa que contará con sus votos, pero éstos se muestran sumisos a los deseos de la enfermera Ratched. Destaca también la forma inquisitoria que adopta la enfermera Ratched al formular sus preguntas. Llega hasta tal punto de represión, que Billy es capaz de suicidarse por temor a las represalias de su madre cuando es encontrado en la cama con una chica. 

El caso de Billy es un claro ejemplo de la extrema represión, no sólo en el hospital psiquiátrico sino también, en su propia familia, lo cual puede ser el origen de su tartamudez. Hecho que queda implícito en la escena en la que Billy deja de tartamudear cuando está con la chica o cuando se enfrenta a la enfermera Ratched. Otra escena represora significativa, es el momento en el que la enfermera Ratched le dedica una sonrisa a McMurphy, por lo que se denota cierta atracción hacia él, pero claro, sería totalmente imposible, por lo que se muestra una imagen de la gran represora como la gran reprimida. 

Incluso tras el suicidio de Billy, ella trata de volver al orden, como si no hubiese ocurrido nada, volviendo a las actividades diarias. Se puede mencionar además que el orden del hospital psiquiátrico aparece como un negador de la chispa de la vida, de la libertad, coartando toda espontaneidad. 
A pesar de ello, y aquí viene lo más sorprendente, la mayoría de los pacientes se encuentran allí por su propia voluntad, pues son personas que temen a la realidad social, que no se encuentran integradas en ella, autoexcluidas, apartadas y sin el valor suficiente para enfrentar la terrible sociedad en la que vivimos. 
Por ello, no escapan cuando McMurphy se lo ofrece. Billy le responde que no es capaz de hacerlo. O el caso de Chief Bromden o Gran Jefe (como lo llama McMurphy), no es realmente sordomudo, sino que finge serlo para evadirse así de la realidad. Él mismo hace una alusión a la marginación que sufría su propio padre, lo que llevó a éste a la bebida, y ésta a la muerte: “no es él quien bebe de la botella, sino la botella quien se lo bebía a él". Además debemos de resaltar la obra de amor que realiza Gran Jefe cuando decide escaparse con McMurphy, pero decide quitarle la vida a su compañero con el fin de que no padeciera tras haber sufrido una lobotomía. 
Finalmente este personaje se arma de valor, se llena de vida y escapa como si volara por la ventana hacia la libertad. El título de la novela viene de una rima popular los niños americanos. que recuerda el Jefe Bromden en su estancia en el manicomio. Su abuela decía: "Uno voló hacia el este, uno voló hacia el oeste, y uno voló sobre el nido del cuco". 

Sin duda estamos ante una de las mejores películas de la historia del cine, pero sobre todo de la historia de la interpretación. El personaje principal McMurphy (Jack Nicholson), hace una interpretación realmente magistral de la vida en el centro psiquiátrico, y a lo largo de la película se lleva todo el peso emocional e interpretativo con su habitual gesticulación, que le da incluso más que de normal, un punto de genialidad a su actuación, y es ahí donde reside la grandeza de esta película, en que llegas a creer realmente que lo que sucede en el centro psiquiátrico escenario dela película puede ocurrir en la realidad. 
Y esta grandeza y realismo no viene sólo por Nicholson, sino por Louise Fletcher, cuya interpretación dictatorial e impositiva hace que la odies por su poca humanidad. 
Además, los secundarios, en este caso, los locos del manicomio, hacen un gran trabajo, cada uno con su diferente característica de locura, pero juntándolos a todos junto con los dos protagonistas, nos embarcan en una historia magnífica, que reside tanto en la gran actuación de los actores, como en una historia que resulta totalmente creíble.
En ella se nos cuenta la estancia en un manicomio de Randle Patrick Mc Murphy (Jack Nicholson), un vividor acostumbrado a constantes temporadas en prisión y que tras su último encuentro con la justicia decide hacerse pasar por perturbado y ser ingresado para evitar los trabajos forzados de la prisión, pues “un agradable hospital psiquiátrico es preferible a una temporada en la cárcel”. 
Sin embargo descubre una realidad muy diferente al comprobar que los internos, aún estando bien cuidados, se encuentran sometidos a la férrea disciplina de la enfermera jefe. La señorita Ratched (Louise Fletcher), bajo una máscara de dulzura y comprensión dirige el lugar con mano de hierro, controlando a trabajadores y especialmente a internos, a quienes somete cruelmente dentro de unas normas que no son sino la extensión del rechazo de ese mundo exterior que los olvida por su incapacidad para adaptarse. 
Pronto Mc. Murphy se convertirá en la voz de los encerrados, atacando con su rebeldía un orden tan rígido que había logrado que ni siquiera se escuchase una risa auténtica en el lugar. Pero enfrentarse al poder establecido cuando tu libertad y tu vida están en sus manos, pueden acarrear graves consecuencias. De todas maneras hay un estudio filosófico sobre la película que aparece en este enlace. 
La película tuvo un presupuesto de 4,4 millones de dólares, pero recaudó 112 millones sólo en los EE.UU. Jack Nicholson solicitó un porcentaje de las ganancias en lugar de un pequeño salario para una película de bajo presupuesto. 
La medida dio sus frutos cuando la película llegó a recaudar de más de $ 120 millones de dólares. Kirk Douglas poseía los derechos de la película durante mucho tiempo, antes de que su hijo Michael Douglas finalmente comenzara el proyecto. Kirk Douglas protagonizó en 1963 la producción de Broadway después de comprar los derechos de la película antes de su publicación, que más tarde pasó a los derechos cinematográficos de su hijo Michael Douglas , pero mantuvo un porcentaje de las ganancias. 
Todos los grandes estudios se habían negado a hacer la película durante el período ya que el quería interpretar el papel principal. Tras asumir Kirk que era demasiado mayor para el papel principal, se reunió con Milos Forman en Praga durante una gira del Departamento de Estado y le prometió que le enviara el libro después de decidir que iba a ser un buen director para la película, el libro nunca llegó, probablemente, confiscado por los censores del gobierno checo, que era comunista en el tiempo. 
Ken Kesey escribió un guión para la producción, pero Forman la rechazó porque Kesey insistió en mantener en primera persona la narración del Jefe Bromden . Milos Forman pensó inicialmente para el papel protagonista a James Caan, a Marlon Brando y a Gene Hackman , pero se decantó por Nicholson. 
Muchos extras eran auténticos enfermos mentales. El elenco y el equipo tuvo que acostumbrarse a trabajar con los extras y el apoyo a los sanitarios que se encontraban recluidos en el Hospital Mental del Estado de Oregon, cada miembro del elenco y el equipo profesional, inevitablemente, trabajó en estrecha colaboración con al menos dos o tres enfermos mentales. 

La escena de Jack Nicholson con el Doctor Brooks, el director del Psiquiátrico se basó en gran medida en la improvisación – incluyendo las preguntas acerca de la foto de pesca, el peso del salmón o el de la cadena y hablando de su condena por violación, las reacciones de Brooks eran auténticas ante la declaración del actor. 

El papel del capitán será interpretada por Mel Lambert , que era realmente un hombre de negocios local en lugar de un actor profesional, que tenía una fuerte relación con los nativos americanos en toda la zona, y fue él quien sugirió Will Sampson para el papel de Jefe Bromden. 
El director Milos Forman intentó sacar para la película las reacciones de los personajes en diversas escenas. En algunas escenas de terapia de grupo, hubo hasta diez minutos de reacciones grabadas sobre Jack Nicholson aunque este tuviera muy poco diálogo. 
La imagen de Louise Fletcher buscando fríamente a Nicholson después de regresar de una terapia de choque era en realidad su reacción irritada de la grabación de Forman. El guión decía que McMurphy debía besar aun guardia nada más llegar al hospital. Durante el rodaje, el director Milos Forman decidió que la reacción de la guardia ante el beso no era bastante fuerte y le dijo a Nicholson que besará a otro de los vigilantes. Esto sorprendió al actor que interpreta el segundo guardia en gran medida, y en algunas versiones se le puede ver la atención que le presta Nicholson. 

La película fue el debut de Brad Dourif (que recibió una nominación al Oscar como "Mejor Actor de Reparto"), de Christopher Lloyd y de Will Sampson , así como Tom McCall (ex gobernador de Oregon) y el Dr. Dean R. Brooks , director del Hospital Estatal de Oregon en Salem, la ubicación de la película. Louise Fletcher sólo se dio cuenta de que el papel de la enfermera Ratched fue un papel muy reñida entre las actrices más importantes del momento (Colleen Dewhurst , Shelley Duvall, Geraldine Page , Anne Bancroft , Ellen Burstyn , Lily Tomlin, Jane Fonda y Angela Lansbury), cuando un reportero al visitarla se lo mencionó casualmente. Louise Fletcher estaba tan disgustada con el hecho de que los otros actores podrían reír y ser feliz mientras ella tenía que ser tan fría y sin corazón que cerca del final de la producción se quitó el vestido y se quedó sólo en sus bragas para demostrar a los actores que no era "un monstruo sin corazón". 
Durante el rodaje, un miembro de la tripulación la instalación de cables dejó una ventana del segundo piso abierto en el Hospital Mental del Estado de Oregon y un paciente real subió a través de los barrotes y cayó al suelo, hiriéndose a sí mismo. Will Sampson , quien interpreta a Jefe Bromden, era un guarda parque en Oregon en un parque cerca de donde la película fue filmada. Fue seleccionado para el papel porque él era el único nativo americano del Departamento de Casting podría encontrar que coincidía con un tamaño increíble del personaje. 

El co-productor Michael Douglas estuvo explorando diversos lugares de la costa oeste, y eligió el Hospital Estatal de Oregon, porque el superintendente Dean Brooks acordó dar el acceso ilimitado cineastas. Una parte de la emisión de radio original de la NBC del Juego 2 de la Serie Mundial de 1963 se utilizó para la escena en la que los enfermeros están escuchando el partido por la radio. 

Cuando la filmación de la secuencia del viaje de pesca fue filmada en Depoe Bay, Oregon - el más pequeño puerto en el mundo -, todo el elenco de actores, excepto Jack Nicholson se mareó. La escena final fue rodada en una sola toma, mientras que la escena de la fiesta tuvo cuatro noches. En 1993, la película fue considerada "cultural, histórica o estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. 
La película fue exhibida en los cines de Suecia entre 1975 y 1987, lo que fue y sigue siendo un récord. Saul Zaentz productor de la película aparece como un hombre en el bus de salida de los internos. Anjelica Huston hace un pequeño cameo integrando parte de la multitud que espera el regreso de la barca con sus enfermos mentales.