sábado, 30 de abril de 2016

La alegría ya viene (...o No)


Hay un par de países cuya transición de una feroz dictadura a una democracia han sido modélicos. Uno de ellos fue el caso de España, el otro fue el caso de Chile. Ni en un país ni en otro hubiese sido posible sin la voluntad del pueblo, el dejar hacer de las fuerzas militares y otros poderes fácticos, y sin la aparición de políticos que fuesen abriendo vías para el diálogo. En el caso español el político que mejor responde a esa vía de reconducir un país y su historia por la senda de la democracia está personalizada en la persona de Adolfo Suárez, hombre procedente del régimen franquista, pero que, con ayuda de los juristas, fue capaz de desmontarlo. 

En el caso de Chile este protagonismo no lo tengo tan claro, pero posiblemente fuese Patricio Aylwin, fallecido hace unos días, el encargado de transitar de la dictadura a la democracia. Para Eduardo Mayobre, columnista del diario venezolano El Nacional, Aylwin es "el presidente de la transición". Venezuela que tendrá que pasar por lo mismo tras el degenerado gobierno populista e irrespetuoso de Maduro tendrá que tener a algunos políticos de este temple y esta factura. 

Para el columnista del diario caraqueño "el tránsito hacia la democracia en Chile fue también un ejemplo de diálogo, de paz y tolerancia. Patricio Aylwin, quien falleció el pasado 19 de abril a los 97 años de edad, fue factor de unidad de las fuerzas democráticas que se oponían a un gobierno militar de 17 años y, posteriormente, como presidente electo por el pueblo, promovió la unidad de todos los chilenos, no obstante la desgarradora herencia dejada por la dictadura. Dentro de las difíciles circunstancias en que debió actuar prometió “justicia en la medida de lo posible”. Al respecto la actual presidente, 

Michelle Bachelet, dijo el día del fallecimiento: “Muchos lo criticaron, pero esa medida de lo posible es lo que nos hace estar donde estamos”. El mismo día el ex presidente socialista Ricardo Lagos narró que cuando comentaba con los políticos españoles la recuperación de la democracia en ambos países les enfatizaba: “Ustedes hicieron la transición con Franco muerto, nosotros tuvimos que hacerla con Pinochet vivo y jefe del ejército”. 

Los otros dos ex presidentes de la democracia, Eduardo Frei Ruiz Tagle, demócrata cristiano como Aylwin, y Sebastián Piñera, de Renovación Nacional, también elogiaron el temple democrático y sereno que permitió a Aylwin enrumbar a su país por una senda de pluralismo, consolidación institucional, progreso y respeto a los derechos humanos.

Este elogio prácticamente generalizado de la personalidad, la obra y la proyección histórica de Patricio Aylwin lo obtuvo al final de su carrera política. Antes había encontrado adversarios enconados en la izquierda, la derecha y hasta en su propio partido.

Particularmente protagónico fue el papel que desempeñó en las vísperas de la caída del gobierno democrático de Salvador Allende. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitar el derrocamiento. Sirvió de mediador y negoció directamente con Allende, junto con el cardenal Raúl Silva Henríquez, para salvar las instituciones democráticas. Esto le granjeó odios en los sectores conservadores. Cuando se produjo el golpe de Estado de Pinochet, declaró que las fuerzas armadas se habían adelantado a evitar una tragedia, la anarquía o la guerra civil. Aclaró que esperaba un pronto retorno a la democracia. Esto le valió la animadversión de amplios sectores de la izquierda.

Pero cuando los militares dejaron claro que habían llegado para quedarse y Pinochet convirtió el régimen en un personalismo despótico pasó decididamente a la oposición y predicó una moderación que desconcertó incluso a sus aliados. Esa misma moderación, sin embargo, fue un aval para liderar la concertación de las fuerzas democráticas y para presidir una transición sin traumas que todavía se encuentra en trance de perfeccionamiento.

A raiz de la muerte del expresidente chileno me he acordado de la película No,  una película chilena de 2012 dirigida por Pablo Larraín y escrita por Pedro Peirano a partir de la obra de teatro inédita El plebiscito de Antonio Skármeta.

Este filme relata la campaña del No en el plebiscito de 1988 y cuenta  como desde por medio de una campaña alegre y muy publicitaria - pero clara y contundente- se consiguió cambiar la senda plebicistaria que parecía avocar al país andino a una prórroga en la indecente dictadura- como todas- del general Pinochet por medio de un mayoritario NO.

Y es que ese 5 de octubre de 1988 los chilenos fueron convocados a un plebiscito. No había pregunta. La papeleta solo rezaba: Presidente de la República -Augusto Pinochet Ugarte. Y, bajo el nombre, un SÍ y un NO. Un momento histórico único en el que una dictadura se puso a prueba acosada por las presiones internacionales.

Durante la campaña, y por primera vez en quince años, la televisión se abría a un mensaje no oficial. La candidatura del NO disponía de quince minutos diarios para difundir su mensaje entre las 24 horas de programación oficial, pero ¿qué mensaje? Uno de los axiomas más recurrentes de la publicidad es no utilizar comunicación negativa. Y eso es justamente el argumento de No: la propuesta que un joven publicitario, acostumbrado a vender felicidad, impuso como estrategia contra Pinochet bajo el lema: Chile, la alegría ya viene.

La película de   Pablo Larraín es una coproducción entre Chile, México y Estados Unidos de  Juan de Dios Larraín en la que participa su hermano Pablo, el director, por medio de la productora Fábula, a las que se suman Participant Media y Funny Balloons. El guión es de Pedro Peirano partiendo de una obra teatral de Antonio Skármeta que llevaba por título El plebiscito.

La música de la película fue de Carlos Cabezas, la fotografía en tonos de los ochenta es de Sergio Armstrong

La distribución internacional fue por medio de Sony Pictures Classics (EE. UU) que alcanzó una recaudación más de 2 millones de dólares.

El reparto de esta "negativa" película lo integra el mexicano Gael García Bernal como el publicista René Saavedra , Alfredo Castro como Luis «Lucho» Guzmán  , Luis Gnecco como José Tomás Urrutia , Antonia Zegers como Verónica Carvajal , Simón Saavedra , el hijo de René Saavedra y Verónica, Néstor Cantillana como Fernando Arancibia, Marcial Tagle como Alberto Arancibia , Manuela Oyarzún como Sandra, Jaime Vadell Sergio Fernández como el ministro del Interior en 1988,  Diego Muñoz como Carlos Integrante de la campaña por el No . Junto a ellos aparecen Alejandro Goic, Pascal Montero, José Manuel Salcedo, Enrique Garcia,  Paloma Moreno , Paulo Brunetti , Sergio Hernández, Elsa Poblete,  Manuela Oyarzún , Amparo Noguera,  Patricio Achurra, , Claudia Cabezas , Pablo Ausensi , Francisca Castillo , Pablo Krögh , Roberto Farías , Andrea Zuckermann, César Caillet ,  Héctor Aguilar  , César Arredondo  y el mismísimo Patricio Aylwin  que aparece en un fantástico montaje del presente - 2012- al pasado de 1988.

La historia nos cuenta el diseño y planteamiento de la campaña que debía diseñarse para la franja publicitaria de 15 minutos que tendrían las dos opciones en la televisión chilena conforme a las disposiciones transitorias de la Constitución, que en ese año 1988 planteó un plebiscito que tenía que celebrarse el 5 de octubre de ese año, en el que se planteaba si el general Augusto Pinochet debería permanecer en el poder por otros 8 años - tras los 15 que ya llevaba- o si debería darse paso a una elección presidencial al año siguiente. El resultado del plebiscito dio lugar a la convocatoria de elecciones democráticas conjuntas de presidente y parlamentarios al año siguiente, que conducirían tanto al fin de la dictadura como al comienzo del periodo llamado transición a la democracia el 11 de marzo de 1990.

La película se centra en la campaña de aquellos que defendía el triunfo de la opción No . Dicha campaña tenía como objetivo mostrar la opción del No como alternativa válida para enfrentarse a Pinochet, que encabezaba la opción del Sí. En el plebiscito, llevado a cabo el 5 de octubre de 1988, venció la oposición: del total de votos escrutados, el Sí obtuvo el 44,01% para el "Sí" y 55,99% para el "No".

La historia se centra en René Saavedra, publicista que vuelve a Chile desde su exilio familiar en México. Se trata de un publicista que está al día de las técnicas de venta y que trabaja para Luis «Lucho» Guzmán, un frío y pragmático dueño de la agencia.

René , a pesar de su juventud es  un exitoso publicista. Un día tras una reunión de diseño de una campaña publicitaria es abordado por José Tomás Urrutia, un político demócrata cristiano, aunque algunos lo identifican como un comunista que está en el comité del No, con la intención de que le asesore sobre el diseño de la propuesta publicitaria del amplio comité formado por una coalición de partidos.

A espaldas de su políticamente conservador jefe, Saavedra accede y considera que la publicidad que plantea el Comité es  triste y poco atractiva pues únicamente presenta los abusos del régimen, pero no se centra en el futuro, en lo positivo.

Las condiciones no son las óptimas para el diseño de campaña ya que se presentan en una franja televisiva de quince minutos de duración y tras la emisión de la campaña del No en el plebiscito se emite otra sobre el sí, que cuenta con el apoyo institucional y de los medios de comunicación públicos.

Cuando René se junta con el director audiovisual, Fernando Arancibia,  y otros publicistas como Alberto Arancibia , así como otros integrantes de la campaña del No como Francisca, Sandra, Ricardo y Amparo Noguera así como políticos favorables al No, y tienen serias dudas sobre el diseño que postula el publicista. René , buen conocedor del mercado audiovisual  y que siente un profundo odio a la tiranía de Pinochet, propone, con el subcomité de publicidad,  un enfoque promocional alegre y optimista, destacando conceptos abstractos como "felicidad" para enfrentar preocupaciones de que votar en un referéndum bajo una notoriamente brutal junta militar podría ser peligroso y políticamente sin sentido.

Mientras esto ocurre vamos conociendo la realidad personal de René, divorciado de Verónica Carvajal , con un hijo que está bajo su custodia, Simón. Ella vive en compañía de Marcelo (Roberto Farías), comunista. Verónica sufre algunas detenciones. La casa en la que vive René, es custodiada por Carmen (Elsa Poblete) que atiende a ambos. Una mujer de enorme valor.

Aunque Saavedra, su hijo y sus camaradas son eventualmente intimidados por las autoridades  que comienzan a presionarlos y comienzan a realizar llamadas amenazantes sobre el hijo de René o con pintadas en las casas, la idea de una campaña alegre y novedosa es rechazado por algunos miembros del No ya que entienden que es una negación de los abusos del régimen. Sin embargo,  la propuesta es aprobada para la campaña.

En paralelo, el jefe de Saavedra, Lucho, se entera de las actividades que está realizando su empleado. Cuando Saavedra rechaza una oferta para hacerse socio si renunciaba a la campaña, Lucho le comenta que va a dirigir la campaña del Sí como un asunto de supervivencia.

La campaña se presenta en público y tiene un fuerte éxito. La misma se desarrollará a lo largo de t27 noches de anuncios televisivos, en donde cada lado tenía 15 minutos por noche para presentar su punto de vista.

A lo largo de ese mes, la campaña del No, creada por la mayoría de la comunidad artística de Chile, prueba ser efectiva a través de una serie de presentaciones entretenidas y perspicaces que tienen un irresistible encanto para todas las audiencias. En contraste, la campaña del Sí, inicialmente diseñada por un publicista argentino, se centra en los aspectos económicos positivos a su favor, en la idea del orden y estabilidad, pero es poco personal creativo, es ridiculizada incluso por oficiales del gobierno, siendo considerada como repelente, ignorante y de mano dura.

Tras las primeras emisiones se ve que la campaña por el NO remonta por lo que los del SI responde con contraprogramaciones, no teniendo reparo en ridiculizar aspectos, informar sobre las circunstancias económicas de los actores que colaborar e incluso vetar si aparecen jueces relatando algo sobre la represión.


Aunque el gobierno trata de interferir con la campaña del No con más intimidación y censura evidente, Saavedra y su equipo usan esas tácticas a su favor en su estrategia por medio de artistas, humor, comicidad  e ironía, por lo que la simpatía pública se inclina hacia ellos.

Mientras la campaña se calienta en los días finales con el No respaldado por celebridades internacionales como Cristopher Reeves, Jane Fonda o Richard Dreyffuss, y con artistas chilenos , alguna reacción se produce en las calles en donde se inicia una fuerte represión policial durante conciertos callejeros, que  no logran desanimar a la campaña del No, reduciendo al lado del Sí a parodiar desesperadamente los anuncios del No.

En el día del referendum, temporalmente aparece que el Sí lleva la delantera, pero el resultado final resulta ser una victoria del lado del No. La prueba final de la victoria del No solo viene cuando las tropas rodeando el cuartel del No se retiran, mientras se esparce la noticia de que los altos mandos militares chilenos van a ver a Pinochet para que éste reconozca el resultado.

Después del éxito, un Saavedra tranquilo, vuelve a su cotidianeidad, en su monopatín por las calles de Santiago, no sabe que pasará pero ahora el futuro está en manos de los chilenos. Al final vemos que René y Lucho reanudan su trabajo cotidiano en la publicidad, para presentar una nueva serie a los James Bond, pero ahora en un nuevo Chile, acabando así la película.

En enero de 2013, se convirtió en la primera cinta chilena candidata al Óscar a la mejor película extranjera. La Televisión Nacional de Chile exhibió en enero de 2014 una serie en cuatro capítulos, «una suerte de versión extendida de la película»

Uno de los aspectos más significativos estuvo en la textura de la película. Pablo Larraín, director de la película, filmó en el soporte de video U-matic que se usaba a fines de la década de 1980, para dar mayor realismo a las escenas, desechando el uso de las cámaras modernas. De esa manera consiguió que la textura y los colores de los documentales de la televisión chilena de entonces se confundieran con las escenas de ficción.

El mismo director declaraba Yo crecí en los años 80, durante la dictadura. Lo que veíamos en la televisión, ese video de baja definición, era un imaginario sucio que no se podía registrar de manera prístina. La memoria colectiva está llena de esos recuerdos de oscuridad, de impureza [...] Filmar en cine o con las cámaras digitales de alta definición actuales hubiese generado una distancia con la imaginería de la época. Era importante esa fusión y ahora al verla no sé bien cuál es el material nuestro y cuál el de la televisión. "Filmar en cine o con las cámaras digitales de alta definición actuales hubiese generado una distancia con la imaginería de la época. Era importante esa fusión y ahora al verla no sé bien cuál es el material nuestro y cuál el de la televisión" De ahí la apuesta de Larraín por  el soporte de vídeo "U-matic 3/4" que eran las cámaras de vídeo de 1983 que utilizaba la televisión. lo que hace que la textura y los colores de los documentos de la televisión chilena de ese entonces se confundan con las escenas de ficción.  Al utilizarse material de archivo, de  las imágenes reales de archivo de la época,  decidió grabar toda la película con las mismas El resultado un acierto pues la textura de la época corre por las imágenes de No. “Las audiencias han cambiado”, defiende Larraín. “Sucede algo positivo: las películas que se consideraban arte y ensayo y el cine comercial empiezan a mezclarse. Hay un interesante equilibrio”.

Asimismo, Larraín reconoció que en la película "hay mucha nostalgia; el plebiscito del 5 de octubre del '88 es una fecha vértice, una fecha bisagra; está todo el pliegue de la historia chilena metida ahí, de la reciente al menos". Nos muestra igualmente "cómo un grupo de personas toman las herramientas creadas, impuestas por la dictadura, esas herramientas sociales e incluso políticas, y las utiliza para crear un discurso que permite finalmente derrotar a Pinochet". La película muestra como fue  “pasar a la dictadura por la izquierda y por la derecha”. 

Además, Larraín señaló que aún quedan consecuencias del plebiscito: «Ahora, ¿es sólo la derrota de Pinochet o es también la victoria del modelo de Pinochet? Esa ambigüedad creo que es la concepción de la película» 

Pedro Peirano, guionista del filme, tomó como punto inicial la obra de teatro inédita El plebiscito, de Antonio Skármeta, al que sumó su propia investigación y la realizada por la periodista Lorena Penjean. La obra de Skármeta, que no se conoce porque nunca ha sido estrenada, fue el punto de partida. Había un único personaje. Lo que yo hice fue desarrollarla, hablar con la gente que hizo la campaña. Fue un proceso muy interesante. La gente que estaba a favor del No hablaba fácilmente y los que votaron por el Sí sentían vergüenza [...] El motor para la adaptación fue mi propia curiosidad, saber cómo se había hecho la campaña. En la película cada personaje representa a un grupo entero de personas de la realidad. Son como arquetipos.

El tratamiento dado por Skármeta, - ex embajador en Alemania durante el gobierno de Ricardo Lagos, entre 2000 y 2003-  al tema del plebiscito de 1988 se conoce no tanto por la pieza de teatro inédita como por la posterior novela Los días del arcoíris (2011), definida por su autor como «llena de luz», que propone una mirada optimista y épica del episodio histórico, pues en palabras de Skármeta, en ella «se prueba algo fantástico. La gente unida con los artistas puede desembocar en un movimiento social que conduzca a la libertad».

En cambio, los medios han destacado el tratamiento del guión de Peirano y su enfoque destinado a mostrar cómo efectivamente se creó la propaganda opositora, pues, en palabras del guionista, la película «es sobre el proceso creativo de una campaña [...] es como un cerebro, donde tú puedes ver la lógica de cómo funciona».

El propio  actor mexicano Gael García Bernal comentaba que la película “Es lo que sucede en el 88 a través de los ojos de un publicista”, “La creatividad es un elemento fundamental que puede cambiar las cosas. Cuando las cosas se estancan es cuando hay falta de creatividad”. Para él René Saavedra es Un hombre-símbolo del nuevo Chile que transitaba hacia un capitalismo moderno. “Es un símbolo de la democracia y la sociedad. Es ambiguo, contradictorio, no defiende un discurso. Y la democracia es así, ambigua y poco presumida”.

Para el director, "Gael estaba en mente desde el principio, desde que se estaba desarrollando el guión. Tuvimos que enseñarle algunas cosas sobre Chile, pero él de inmediato aportó el equilibrio y la ambigüedad que se necesitaba para su papel, el de un chileno exiliado en México que regresa". Eso sí, el actor nunca trata de imitar el acento chileno, explicó que para interpretar a Saavedra necesitó una preparación intensiva pues no disponía de mucho tiempo. "Obtuve mucha información acerca de la época. Tuve, claro, que entrar en el ritmo chileno y trabajar mi actuación, ajustándome al juego y a la travesura del equipo", declaró el actor. "Disfruté del hecho de que mi papel era el de un exiliado en México que regresa y eso hizo que todo fluyera de manera más expansiva, aprovechando las contradicciones que generaba", añadió.

También la prensa ha subrayado que la película exhibe matices críticos, como las paradojas del uso del lenguaje publicitario en la campaña del No, o el insinuar que, como resultado del proceso, lo medular del sistema instaurado por Augusto Pinochet sigue inalterado en Chile, siendo catalogada incluso como una película que «critica la transición» chilena de la dictadura a la democracia. De manera que la película ha sido caracterizada como una comedia negra, como un «drama negro con momentos de humor» y hasta como un «film terrible pero necesario».

La película se estrenó el 18 de mayo de 2012 en la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes, donde fue recibida entusiastamente por el público y recibió el mayor premio de la sección: el Art Cinema Award.

El escritor Antonio Skármeta se mostró emocionado con la reacción del público por la cinta que se basó en su novela Los días del arcoíris: «Estoy muy contento de la reacción que tuvo el público. Es inusual que se expresen de la forma que lo hicieron, porque estas funciones mantienen un toque profesionalmente frío. Así que me imagino, desde la distancia, que la película los debe haber impresionado».

También se llevó a cabo un preestreno con los dirigentes estudiantiles de la Confech, entre los que estaban invitados Camila Vallejo y Giorgio Jackson. Además, asistieron el director del filme Pablo Larraín y el actor Gael García. En un diálogo con los dirigentes estudiantiles, el actor señaló que «si pudiera dedicarle a alguien esta película sería a ustedes, al movimiento estudiantil».

El 30 de julio, se realizó la avant première del filme, a la que asistieron tres expresidentes chilenos: Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos. Aylwin comentó que la película «refleja lo que fue el fin de la dictadura y la recuperación de la democracia en Chile, creo que es una muy buena expresión de lo que ocurrió», mientras que Lagos señaló que «hay que entender que la vida real es la vida de un pueblo movilizado, un país que entendió que por esa vía podían derrotar a Pinochet, había que derrotar el miedo y se hizo».

El 9 de agosto de 2012 se estrenó comercialmente en distinas salas de cine. Según la empresa Ultracine, la cinta registraba 160 955 espectadores hasta el 28 de agosto de 2012.

El filme fue seleccionado para representar a Chile en los Premios Óscar en la categoría «mejor película de habla no inglesa». El 21 de diciembre, No formó parte de la lista de nueve películas preseleccionadas que pasaron a la segunda fase, continuando en la carrera para ser parte de las cinco nominadas finales.

El 10 de enero de 2013, No fue nominada al Óscar 2012 como «mejor película de habla no inglesa» junto a Amour de Austria, Kon-Tiki de Noruega, A Royal Affair de Dinamarca y War Witch de Canadá.

siendo éste el primero de sus premios pues era la primera película chilena nominada a los Oscar en su 85 edición a la mejor película de habla no inglesa

Además de su Premio Quincena de Realizadores a la mejor película en el 65.ª Festival de Cannes de   2012 En el Festival de La Habana, en su 34ª. fue valorada como la mejor película- Premio Coral-  ; y en los Premios Ariel: fue nominada a Mejor película iberoamericana

En cuanto a la crítica, en general, muy positiva en casi todos los países. De entre los escrito destaca lo siguiente. Leslie Felperin en Variety afirmaba que "Larraín completa satisfactoriamente su trilogía (...) Tensa en todo momento, incluso para la audiencia que conozca la historia, y además profusa en el humor negro andino de los trabajos previos de Larraín"

David Rooney en The Hollywood Reporter dejaba por escrito lo siguiente: "Un capítulo decisivo de la transición en la historia de Chile que explica de manera absorbente el poco probable camino de un país de la opresión a la democracia"

Manohla Dargis en The New York Times comentaba que "'No' es una película de aspecto feo - literalmente -sobre un período de tiempo feo. Es sucia, con poca belleza o detalles pictóricos, pero su anti-esteticismo tiene un propósito y, una vez te paran doler los ojos, se deja ver y resulta persuasiva"

En España,    Jordi Costa en el diario  El País señala que "Pablo Larraín narra aquí, a salvo de todo autoengaño y toda tentación épica, el fin de la dictadura de Pinochet. (...) Es un trabajo de amarga lucidez"

Por su parte, Oti Rodríguez Marchante en el diario ABC escribe que "Impecable en sus fondos, en los estados de ánimos y en su doble sentido del humor y de la moral (...) consigue meter hasta el fondo al espectador y conciliar todo el celuloide filmado con el de archivo (...) "

Sergi Sánchez en el Diario La Razón afirma que "«No» apuesta por la forma de un ágil thriller político, no demasiado lejos del mejor Costa-Gavras, que quiere descubrir al mundo que la derrota de Pinochet fue la consecuencia directa de una guerra entre jefes de marketing"

Luis Martínez en el Diario El Mundo señalaba que la película es "La radiografía perfecta no de una época sino de un estado de ánimo convertido en enfermedad. (...) Larraín ha conseguido como nadie explicarnos (a nosotros y a él mismo) el horror."

Ricardo Aldarondo en Fotogramas comentó que "Tiene abundancia de ingenio y perspicacia en lo visual y en lo moral (...) excepcional Gael García Bernal (...) "

Carlos Marañón en Cinemanía describe la película como una "Metáfora colorista de toda una transición política, despliega el poder del entusiasmo hasta hacerlo contagioso (...) combate con chispa la amargura del recuerdo, pone de manifiesto que hay muchas maneras de ponerse serio y de comprometerse con rigor (...) "

Por último,  Lluís Bonet Mojica en el Diario La Vanguardia señala que   "En pocas películas la ficción y las imágenes extraídas de documentales y programas televisivos se entrelazan con tanta perfección. (...) "

La película muestra una pugna publicitaria entre dos grupos,los del Sí y los del No, que será la base de una trama en que se mezclarán el miedo, la violencia, el suspenso y una especial comicidad. La película irá paulatinamente mostrando el proceso de creación de la campaña del "No", pasando por la elaboración de sus canciones, sus contenidos, sus conceptos y sus personajes.

Como dice Victor Hugo Ortega, periodista y profesor universitario en Santiago,   en  CineChile "Larraín crea una estructura narrativa con exquisitas intervenciones metadiegéticas, en que tendremos a los propios participantes del plebiscito de 1988 (Patricio Aylwin y Patricio Bañados, entre otros) unificados en escenas de ficción y extractos de la campaña publicitaria original, a través del montaje. Este tipo de actos resultan atractivos para el espectador.

Llaman la atención y entregan frescura al relato, potenciando la idea de reconstrucción escénica de la campaña. Con estas intervenciones, la cinta se conecta de manera emotiva con aquella generación que fue parte de este acontecimiento, del mismo modo que logra transmitir la sensación de hazaña comunicacional, a generaciones posteriores. El filme invita al descubrimiento de personajes participantes de ambas campañas, fusionando el material de archivo documental de las tandas, con el material creado a partir de ellas.

Uno de los aspectos mejor logrados y más relevantes de No, es el montaje de Andrea Chignoli. Evitando la conjunción facilista de las escenas, sobre todo en la primera parte del filme, se complejizan las conexiones de las secuencias, a través de cortes bruscos que, pulcramente, mantienen una linealidad de los diálogos, aún cuando los personajes transiten por espacios y tiempos distintos.

(...) Todo es convincente en No. El relato, los diálogos y las notables recreaciones de la época, con un cuidado milimétrico en cada detalle de la dirección de arte. Su preocupación por dar con los efectos cromáticos de los años ochenta, al utilizar una cámara ikegami y video 3/4 de pulgada.

Y probablemente su mayor cualidad, la construcción de sus personajes, a través de actuaciones sólidas.

Hay un nexo virtuoso entre un gran guión, escrito por Pedro Peirano, y una mejor puesta en escena, en donde el eje fundamental son los actores. En este punto es bueno detenerse y reflexionar. Se agradecería ver películas chilenas con rostros nuevos, inéditos, apreciar el valor del riesgo y la negación de la cara televisiva, para dar cabida a otros actores y, por ende, a nuevos personajes.

Para este periodista y articulista chileno "En unos pocos minutos de iniciada la cinta, cuando ya intuimos que estamos ante una gran película, nos reímos de nuestro desastre. Porque, aclaremos, es este escenario de desastre el que provoca sonrisas y no al revés. Nos reímos porque hacemos el ejercicio de recordar, de reconocer y de identificar un pasado cercano, que en su relación con el presente, deja un amargo sabor de boca. No no es una comedia negra como se le ha rotulado erróneamente en algunas publicaciones, es un drama negro con momentos de humor, que es algo muy distinto. Es el drama de un país que no resolvió sus problemáticas. Es la radiografía de una sociedad que le da más importancia a lo superficial y a lo que se ve por fuera, que a lo que realmente importa, que es la sociedad misma, con sus carencias y desbordes. Es la historia de lo primordial que es la publicidad en un país como Chile, que para terminar con la dictadura, requiere dar una imagen que venda, "que se vea bonita". La conclusión, es que el fin de la dictadura en Chile, es el comienzo de una era en donde las apariencias son más importantes que la verdad de un país dividido, sumido en la inequidad, y que está a años luz de querer buscar soluciones.

A pesar de que el análisis de un chileno, mejor conocedor de su cine y de su realidad pasada y actual en lo político y sociológico, debo señalar que la película de Pablo Larraín es una de obras muy inteligente e impactante, y una película que nos trasmite una alegría que, al menos, vino a poner fin con la dictadura, no con sus efectos, y que ,ante todo, nos acerca a una realidad que fue y ,como señala el título de este blog, es esencial para que, al menos, nosotros no nos olvidemos del difícil camino que hubo que recorrer en este caso Chile para obtener su libertad.


lunes, 25 de abril de 2016

Jezabel y los «Bette Davis Eyes»





Desde que Kim Carnes grabase en 1981 la canción "Bette Davis Eyes" y convierte a la misma en el número uno durante nueve semanas en las listas de sencillos de EE. UU. y en un éxito mundial -no olvidemos que ganó el premio al Disco del Año y Canción del Año, y quedando nominada al premio Grammy como Mejor Artista Pop Femenina en 1982-  no hay película o imagen de Bette Davis que impida dirigir o desviar nuestra atención a esa mirada de hielo y fuego capaz de enamorar y de subyugar a quien ella deseara. Desde ese momento Bette Davis es más que una actriz , es toda una imagen.

Es curioso, pero estaba buscando información sobre la película que he visto en el día de hoy, he abierto un libro , en este caso uno Terenci Moix, y en el capítulo centrado en la edad de oro del Star System, la imagen que  encabeza la explicación es precisamente un fotograma de la película vista, Jezabel o Jezebel en inglés. Y es que Jezabel es un magnífico ejemplo de producto surgido en pleno dominio de las "star system" en los años treinta en las que las estrellas de Hollywood aparece como monopolio y exclusividad de los estudios.

El sistema de  producción se basaba en un sistema de contratación a largo plazo - generalmente contratos a siete años- que permitía al estudio disponer de un complejo cuadro interpretativo que contemplaba todas las facetas: galanes, vampiresas, ingenuas, grandes damas, actores secundarios, niños prodigio y en algunos casos concretos hasta animales.

En la época dorada un estudio era sus estrellas y estas eran lo que su estudio había querido que fuesen. Los grandes magnates de Hollywood se referían continuamente a sus "propiedades" (properties") y este vocablo se aplicaba tanto a los derechos de un guión como a una estrella contratada en exclusiva. Esto se debió a que el estudio había contribuido a la creación de la estrella, así como al mantenimiento de la fama a través de un complejo de promoción. Esto implicaba la invención de una imagen pública promocionada  con maniobras de alcance tan masivo como apabullantes, y que respondían a las necesidades previas del espectador y en muchos casos las inspiraban. Todo ello se conseguía por medio de una red publicitaria cuyos tenían un alcance universal y que atendí lo mismo a las apariciones públicas y vida sentimental de las estrellas  que a su modo de vestir , gustos personales, o prácticas religiosas.

Este es el caso de Bette Davis que en la década de los treinta pasó de la Universal Studios a inicios de esa década, - aunque también fue cedida a Columbia Pictures y a la Capital Films- aunque tras su paso por la US y cesiones diversas fue fichada por la Warner Bros con un contrato de siete años con la que iniciaría un espectacular carrera - aunque también litigios que acabaron en los tribunales ya que ella consideraba que los papeles que le daban eran mediocres- que en esa década tiene entre otras muchas películas a Jezabel.

Jezabel es una película estadounidense de 1938, dirigida por William Wyler y está basada en la novela homónima de 1933 escrita por Owen Davis Sr. (1874 - 1956). Es curioso que Jezabel en hebreo significa: "casto, virtuoso, sin idolatría." pero en su sentido griego Jezabel es sinónimo de falsa maestra. De hecho Jezabel claramente representa la falsa doctrina. Según el Libros de los Reyes (I y II) que contiene la Biblia,  Jezabel es una reina del antiguo Israel. Su historia pública comienza con el rey Acab del Reino del Norte durante la época en que la nación de Israel estaba dividida en los reinos del norte (Israel) y sur (Judá). Es ella la que aleja al rey Acab de Yahvé (el dios de los habitantes de Judá) y los llevaba a adorar al dios de los sidonios Baal. La reina usa su control sobre Acab para llevar a los hebreos a la idolatría, la corrupción y la "inmoralidad sexual".

Tras haber masacrado Jezabel a los profetas de Yahve, es retado por el profeta Elías. En el reto  Yahve se manifiesta enviando fuego. Elías y el pueblo, con el respaldo de Yahve, acaban con los profetas de Baal, ganándose la enemistad de Jezabel. Pues bien, yo he querido ver esta historia bíblica en una película que habla de la división del norte y del sur, nos habla de como una mujer puede actuar contra sus sentimientos y puede sembrar la discordias entre amigos, llevando la muerte, representada aquí en los duelos o en la fiebre amarilla y que después, arrepentida, sufre todo un proceso de redención y purificación a través del fuego como aparece en el fotograma que pone fin a la película.

Lo cierto es que Jezabel  es una película del año 1938 producida por la Warner con la intención se levar al infinito la carrera de la Davis por medio de un melodrama romántico  que se desarrolla en la ciudad de Nueva Orleans, que en la película es una protagonista más. De hecho fue la primera vez que se presentaba la ciudad  como epicentro del contraste entre el espíritu caballeresco del Sur que tiene en el honor se divisa. Según el canal Turner Classic Movies (TCM) - canal está dedicado al cine clásico o moderno- el papel de Jezabel a Bette Davis y sus ojos como compensación a la estrella cuando perdió la oportunidad de interpretar a  Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó (1939) como una heroína similar. De hecho, la película ha sido considerada una versión en blanco y negro de la famosa película Selznick que estaba en sus etapas de pre-producción. 
Los productores fueron Hal B. Wallis y Henry Blanke. El guión de la película fue escrito por Clements Ripley, Abem Finkel, Robert Buckner y por un aspirante a guionista /que acabará siendo uno de los directores de cine más prestigiosos,  John Huston. El punto de partida  era una obra de teatro del mismo nombre por Owen Davis que fue estrenada en Broadway en 1933 sin mucho éxito protagonizada por las actrices Miriam Hopkins y Joseph Cotten. Sólo fueron 32 representaciones. Uno de los presentes en una de las representaciones era William Wyler, el director alsaciano  y a éste le había gustado la obra. Así que no tardó en escribirle al productor Carl Laemmle lo siguiente: “A pesar de las críticas negativas, pienso que tiene excelentes fundamentos para ser una buena película. Habría que desarrollar visualmente algunos hechos o ideas que solamente están en el diálogo y poner algo de acción. Creo que tanto el clímax, como la época o el vestuario añadirían belleza al film”.

Tallulah Bankhead inicialmente estaba programada para el papel, pero que cayó gravemente enfermo durante los ensayos. Para Wyler que como hemos dicho habia estado presente en la representación de Broadway  el papel de Julie  era vehículo perfecto para su estrella, Bette Davis al representar a una  joven caprichosa y malcriada que desafía a un hombre y rompe los estrictos códigos sociales, algo en común con esa Scarlett O´Hara.

Para la película Wyler, en lo técnico, tiró la casa por la ventana y contó para ello con uno de los grandes de la fotografía del momento Ernest Haller que ya había encadenado varios éxitos como director de fotografía con Captain Blood (1935), Dangerous (1935), That Certain Woman (1937) y más tarde lo seguiría haciendo con  Gone with the Wind (1939), Rebel Without a Cause (1955), What Ever Happened to Baby Jane? (1962). Lo mismo hace con el compositor austriaco Max Steiner considerado junto con Victor Young y Alfred Newman, como el padre del sinfonismo clásico estadounidense y directivo y voz cantante del departamento musical de la Warner hasta su retirada y su posterior muerte en 1971 y con el montador Warren Low.  La película producida y distribuida por la Warner Bros. Pictures contó con un presupuesto 1.25 millones de dólares.

Los protagonistas  fueron Bette Davis como Julie Marsden, Henry Fonda como Preston Dillard , Donald Crisp como el Dr. Livingstone, George Brent como Buck Cantrell, Fay Bainter como la tía Belle Massey,   Margaret Lindsay como Amy Bradford Dillard,  Richard Cromwell como Ted Dillard , Henry O'Neill como el general Theopholus Bogardus, Spring Byington como Kendrick,  John Litel como Jean La Cour , Gordon Oliver como Dick Allen,  Janet Shaw como Molly Allen,  Theresa Harris como Zette,  Margaret Early como Stephanie Kendrick,  Irving Pichel como Huger y Eddie Anderson como Gros Bat.

La película se desarrolla entre 1852 y 1853. Comienza  en Nueva Orleans en 1852, tras los títulos de crédito sobreimpresionados sobre una plantación del Sur, con un espectacular travelling por una calle céntrica de Nueva Orlenas, ¿Bourbon Street?,  en la que hay actividad comercial y personas paseando. Entre los que pasean hay dos hombres que deciden entrar en el bar del Hotel St. Louis . Se trata de  Buck Cantrell (George Brent), un antiguo admirador suyo, y un joven  de nombre Ted Dillard (Richard Cromwell),hermano menor de un banquero local Preston "Pres" Dillard. Mientras se toman una copa, uno de los presentes hace un comentario despectivo sobre Duck que acaba de perder a "la duela de su corazón"  y sobre una chica que ahora sale con el hermano de Ted, el banquero y está comprometida. Tras este comentario propiciado por el Bourbon, un ofendido Buck reta en duelo al francés De Lautruc (George Renevant) ya que "... un caballero no menciona el nombre de damas en un bar", y se propone un duelo. Ted  se postula como padrino de Duck contra Lautruc.

Tras esto la escena pasa a una tarde de fiesta que se lleva a cabo en la mansión familiar de la familia de Julie Marsden. Ella es una joven que va en contra de las estiradas  normas sociales del sur y que no le importa ni  la puntualidad ni las normas estéticas , a pesar de que se trata de su propia fiesta de compromiso. Este causa espanto entre la Tía Belle Bogardus (Fay Bainter) que está escandalizada y avergonzada por la situación. Pero de acuerdo con el tutor de Julie, el  general Theopholus Bogardus (Henry O'Neill), Julie siempre ha sido rebelde y nada convencional y tras el retraso Julie hace una entrada ruidosa a caballo a lo largo de una entrada de adoquines, portando  un vestido largo de amazona. Descubrimos que a pesar de todo tienen un trato familiar, casi paternal con sus esclavos  como al joven  Ti Bat (Stymie Barba)

Tras pasar a la sala explica el motivo de su tardanza y lamenta la tardanza . Entre los asistentes está Buck Cantrell,  persona que no ve con buenos ojos a Pres pues casi lo ve como un traidor, aunque Julie puntualiza que es un banquero y que ha manifestado su admiración por el norte.

Mientras esto ocurre vemos a Preston Dillard, hijo de una familia de banqueros ricos, que está en una reunión de negocios con los directivos de empresas de inversiones . Dillard es un hombre de negocios con sucursales en Nueva York, Boston, Londres y París.

En la reunión, Preston expresa su convicción de que la expansión de las líneas de ferrocarril del Norte y los envíos de mercancías por está vía están dejando a un lado al Sur. El considera que Nueva Orleans puede quedarse atrás si no se incorpora a la expansión ferroviaria para facilitar el flujo de tráfico , a pesar de que algunos de los presentes valoran todavía el curso del río como medio de transporte, aunque en la misma el Dr. Livingstone (Donald Crisp) recuerda la necesidad de drenar las marisnas para impedir una epidemia de fiebre amarilla como la de 1830 que diezmó la ciudad.

Mientras se discute en el interior Pres mantiene a Julie esperando en su carruaje fuera del banco, aunque confía en que sea sumisa a la espera. Sin embargo ella se persona en la reunión y le recuerda que tiene la prueba de vestido para ir a  al  gran baile del  Olympus, que tendrá lugar la noche siguiente. A pesar de la promesa de Pres de acompañarla a prueba . ahora sabe que no puede dejar la reunión.

Ella se marcha en busca de la modista y cuando se está probando un vestido blanco parael baile una de las chicas lleva en la mano un traje rojo adecuado para las Madame del barrio rojo. Sin embargo, Julie dolido con Pres, y a pesar de la oposición de su tía, se emperra en el traje rojo a pesar de que sospecha que a Preston le va a desagradar la idea. ,

Ya en la mansión de los Bogardus, el general informa a Preston que Julie ha tenido algún problema durante la elección. Preston sube las escaleras y se encamina al cuarto de Julie que es cerrado en ese momento con llave. El golpea con un bastón la puerta e impide que su esclava  Zette (Theresa Harris),le abra la puerta.

Ella le abre la puerta y se muestra muy fría. Tras esto enseña su vestido rojo colocada sobre una silla, con la intención evidente de despreciar públicamente las convenciones del sur y avergonzar públicamente al banquero, un hombre muy  conservador. Preston insiste que una mujer soltera tiene que ir de blanco. Tras marcharse se despide hasta mañana.

Al día siguiente, Julie envía una nota a través Zette a Buck Cantrell, invitándole a recogerla a la noche siguiente. A su llegada, Julie le pregunta sobre su duelo con Lautruc para defender su honor. Ella sabe que en una época en la que se esperaba que las jóvenes solteras vistan de blanco impoluto, , pero insiste tercamente en llevar un vestido rojo  inadecuado, pecaminoso e incendiario y cuyo único propósito es despertar los celos de su prometido, el banquero Preston Dillard, Pero cuando se da cuenta de que ella le quiere utilizarlo desestima la invitación y le dice que allí se verán.

Más tarde llega Preston y se horroriza viendo el  traje, pero juntos van al  Olympus. En el baile de Olympus, todas las mujeres van vestidas de blanco. Pres y de Julie entrada es recibida con sorpresa y desprecio por todos los presentes, incluyendo los esclavos negros presentes en el evento. Para una persona blanca que se realizará en el desprecio por sus esclavos era el peor insulto de todos. Allí el vestido rojo impacta, pero en lo negativo.  Tras la entrada todos parecen alejarse de la pareja. Tras hablar con Buck la tensión su dispara entre Preston y Buck.

La orquesta empieza a tocar y Preston se dispone a bailar el vals con Julie. La orquesta inicia el vals y la pista está llena de jóvenes vestidas adecuadamente vestidas de blanco bailando en los brazos de sus acompañantes. Las jóvenes debutantes con vestidos de blanco miran y se retiran de la pareja, sorprendidas por su apariencia impropia, no convencional. La cámara sigue los grandes ojos de Julie, culpables volando hacia atrás y hacia delante .

Atenta a su alrededor sufre  la humillación y la vergüenza y quiere dejar de bailar , pero Preston se niega rotundamente. Él insiste y siguen bailando obligándola a vivir con las consecuencias de su obstinación. Ella finalmente se da cuenta de la magnitud de su error social y pide a Pres llevársela, pero en ese momento, él se muestra implacable. Le obliga a bailar con él.

Cuando la orquesta deja de tocar en la instrucción de uno de los patrocinadores de la fiesta, Pres ordena al director a continuar. Preston insiste en la música y en el baile.Pres y Julie terminar el baile solo, con el conjunto mirando.

Tras el mismo Preston la lleva a la casa y le deja entrever que han terminado y ha roto su compromiso. Julie le da una bofetada en la cara a modo de despedida. y se marcha a su habitación. Mientras sube su tía Belle Massey (Fay Bainter),le insta a ir con Pres y a  pedirle perdón, pero ella se niega. Tia Belle le dice que está loca, a lo que ella replica llena de confianza : "No tan loca. Él volverá."

La película repentinamente salta a "un año más tarde." En el ínterin, Preston ha roto su compromiso con Julie y se ha alejado de Nueva Orleans para vivir en el Norte.

A la casa de los Bogardus llegan noticias de que Preston está volviendo a Nueva Orleans y "traer algo raro y precioso del Norte." Mientras esto ocurre, el Dr. Livingston (Donald Crisp) informa a tía Belle que no estaría nada mal que ella y Julie deberían abandonar la ciudad e ir a su Plantación familiar de Halcyon para escapar del riesgo de contraer la fiebre amarilla durante el nuevo brote.

Tía Belle le comenta al Dr. Livingston la melancolía de Julie, su obsesión, y su comportamiento antisocial - después de la salida de Preston al norte de un año antes. Desde entonces Julie se ha retirado de la vida social.

Mientras están en Halcyon, Preston vuelve con la intención de ayudar al Dr. Livingstone y tratar de convencer a las autoridades de la ciudad para tomar medidas preventivas contra la brote de fiebre amarilla .

En la plantación una determinada y arrepentida Julie se quiere disculpar humildemente ante Preston, para lo que monta una fiesta. A la misma acuden , además de los Bogardus, Buck, el hermano de Preston y finalmente se persona Preston, pero no viene solo, sino que viene con Amy (Margaret Lindsay),su joven esposa de Nueva York.

Su presencia no impide que Julie se humille y pida rendida y arrodillada, su perdón y que retorne a ella. un retorno de su amor. Entonces Pres le presenta a su esposa, Amy ( Margaret Lindsay ).

Consternada Julie pone sus ojos y gestos en su viejo admirador y  hábil duelista Buck Cantrell ( George Brent ), para enfrentarlo con Pres. Los comentarios de Julie y Buck  son despectivos con respecto al norte , su modo de vida . Esto irrita a Pres, pues es un insulto hacia su mujer. Ante tanto desprecio, y cuando Pres ha de salir urgentemente hacia Nueva Orleans , pero al proseguir con sus comentarios despectivos contra Pres, el hermano de éste Ted ( Richard Cromwell ) es  incitado a un duelo con  Buck.

El duelo se produce y su resultado inesperado, Ted sale victorioso por lo que Buck muere lo que provoca que todos sus conocidos le hagan el vacío y la desprecien. Cuando van a salir de la plantación sucede algo que eclipsa todo lo demás. Un brote de fiebre amarilla separa a Preston de los habitantes de la plantación.

Lo que el Dr. Livingstone había advertido en repetidas ocasiones se manifiesta y empieza a asolar toda la ciudad. Pres que ha tenido que ir allí junto al Dr. Livingstone cae enfermo en el bar del Hotel St. Louis.

El Dr. Livinstone lleva al banquero a la mansión que Julie tiene en la ciudad. Pero informa de la enfermedad y  finalmente como todas las demás víctimas de fiebre amarilla tiene que ir a pasar la enfermedad y la  cuarentena a la isla Lazarette.

Amy se prepara para ir con su marido y cuidar de él, arriesgando su propia vida, pero Julie se lo impide. Ella dice que puede ser más eficaz  a la hora de cuidarlo, que no habla creole como lo hacen los   esclavos y sureños de la isla. Ella pide que ir en su lugar, en un acto de redención. Amy primero quiere  saber si Pres la ama o si es la intención de Julie. Julie asegura que Pres está enamorado de Amy  y que yo ya no siente nada por Julie, A continuación, Amy acepta permitir que Julie vaya con Pres a la isla de Lazarette redimiendo heroicamente sus malas actuaciones.  Vemos la salida de los carros con la gente que parece condenada y abandonados a su suerte mostrándose una como última imagen el fuego que purifican sus pecados. Acabando así la película.

La película fue estrenada el 10 de marzo de 1938 en en el Radio Music Hall de Nueva York. Se rodó en Inverson Ranch, Louisiana y los Warner Studios (Burbank), con un presupuesto holgado de algo más de un millón de dólares.

Ambientada en los años previos a la Guerra de Secesión americana, guarda ciertos paralelismos con "Lo que el viento se llevó". Tanto Julie como Scarlett son mujeres de fuerte personalidad que marcan el devenir del resto de los personajes. Tanto Preston, aquí un joven Henri Fonda,  como Rhett ponen el punto de racionalidad advirtiendo de la progresía y modernidad del Norte sin dejar de ser caballeros sureños. Unos y otros ven sus vidas convulsionadas por acontecimientos externos: una guerra y una epidemia.

Injustamente el devenir de los O'Hara restó luz a "Jezabel". Retrata magníficamente la sociedad, moral y costumbres sureñas. Ese arcaico sentido del honor y el pretendido inmovilismo de las clases nobles hacia la modernidad o el abolicionismo se abren ante nosotros con esta Jezabel / Julie, una mujer caprichosa, con un orgullo sin límites, sensible, detallista, provocadora, inteligente, irónica y manipuladora, de una inmadurez perenne. Desea ser el centro de atención del mundo que le rodea, el perejil de todas las salsas y no le importa el escándalo para conseguir sus propósitos. Disfruta llevando las situaciones al límite. . La redención final de Julie se simboliza con el fuego.

La película fue ganadora de dos Oscar en la ceremonia de 1939 correspondientes a la mejor actriz principal (Bette Davis, consiguiendo así su segunda estatuilla) y a la mejor actriz secundaria (Fay Bainter), y fue candidata a otros tres en concreto como mejor película - Hal B. Wallis y Henry Blanke; a la mejor fotografía para  Ernest Haller, y la banda sonora original de la música de Max Steiner  . William Wyler recibió un premio del Festival Internacional de Cine de Venecia, fundado en 1932,   y Copa Mussolini a la mejor película extranjera .

En el año 2009, fue seleccionado para el Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente" significativa y será preservado para todos los tiempos. 

Francisco Marinero escribió sobre ella en el diario El Mundo indicando que era "Un clásico del melodrama (...) Wyler trata el tema con un estilo clásico y contenido que realza el apasionamiento de Davis." . Las críticas contemporáneas fueron en general positivas y elogiaron  la actuación de Davis en particular, aunque algunos encontraron la redención de su personaje al final de la película para ser convincente. Frank S. Nugent de The New York Times escribió que la película "habría sido considerablemente más eficaz. .. si su heroína hubiese permanecido sin su redención final"

En Variety se informó que la película " no carece de gracia "y" incluso es completamente cautivadora. Critica igualmente como el personaje se transforma de repente en una figura del sacrificio noble y de contrición completa, y critica  el final como" bastante suspendido y confuso. "

Para Film Daily la película fue calificada como" un triunfo (..) excepcional para Bette Davis. Ella plantea un papel emocional que exige cubriendo toda la gama de emociones, y ella se encarga de la parte con arte consumado. "

John Mosher de The New Yorker escribió que  "Algo salió mal con 'Jezabel," (...)  al final, cuando la diabla de repente se convierte en un santo y una mártir. Esta Jezabel sólo parece chiflado "

Para Terenci Moix Jezabel es "un filme en glorioso blanco y negro que , sin embargo, permite que el escandaloso vestido rojo de la audaz protagonista destaque entre el blanco de las otras damas como una flor de escándalo". Para el escritor catalán Bette Davis  es "Una actriz como ninguna otra. Seguramente, la mejor de todas". Para David Shipman es la "Primera dama de la pantalla". Para él todas las actrices que han llegado después  tienen con ella una deuda.

Como algo que merece destacar con foco de atención propio destaca la música de Max Steiner, en la que prevalece lo emotivos a través de canciones polifónicas de fondo (espera de Preston), un vals del rechazo (baile de debutantes), un fragmento de Chopin y trazos de una marcha fúnebre (conducción enfermos a la isla  Lazarette). La música va siempre sincronizada  la acción. Tan efectiva fue su labor que recibió el encargo de la banda musical de "Lo que el viento se llevó" (1939).


Otro aspecto a destacar es una  la fotografía que luce planos largos, primeros planos emotivos, barridos descriptivos, toques expresionistas y algunos fuera de campo (los dos duelistas) espectaculares.

A destacar igualmente en vestuario, especialmente el femenino, pero no olvidarte el que establece la escala social de los burgueses de Orleans, la gente remilgada del sur y , claro que sí, el de los esclavos tanto los domésticos como los de la plantación. Todo está cuidado al detalle, al igual que los decorados.

Sobre la actuación destaca la labor de Bette Davis que le valió su segundo Oscar y que consagró a Davis como estrella de primera magnitud. Pero , realmente, "Jezabel", es un duelo entra ella y  Henry , no quedando muy atrás otros secunarios algunos de ellos reconocidos con el Oscar como Donald Crisp  - ganador del oscar por Qué verde era mi valle de Ford y director en el período mudo pues codirigió El Navegante de Keaton- en su papel de Dr. Livingstone, George Brent como Buck Cantrell, Fay Bainter como la tía Belle Massey, o el nobiliario proceder de Henry O'Neill como el general Theopholus Bogardus,

“Jezabel” es hoy un clásicos que consolidó en el estrellato a Bette Davis, una mujer que nunva fue un bellezón, pero lo que es cierto es que trasmite carácter, potencia, fiereza y sobre todo pasión en sus gestos, pero sobre todo en la mirada como decía Kim Carnes. Son sus ojos prominentes pero llenos de inteligencia, tensión y vitalidad aunque con un toque de tristeza. Son los ojos de Bette Davis.

Bette Davis había debutado como actriz en 1931 con “Mala hermana” y consiguió una química interpretativa absoluta con Wyler. De él llegó a decir que  “Willie corrigió mis malos hábitos… Cuando me abochornaba, yo sabía que tenía razón. Además, había tratado ya a un montón de directores a quienes la interpretación les importaba un comino, preocupados sólo de cumplir el calendario” Eso sí, hay una anécdota del film y es que el primer día de rodaje y por indicación de William Wyler, Bette Davis tuvo que repetir unas 47 veces una misma escena, bastante corta y aparentemente fácil. Davis cumplió como buena profesional, pero exigió ver proyectadas estas tomas y que Wyler le explicara qué no hizo bien. Tras verlas, comprobó por sí misma que, no sólo había diferencias entre una y otra toma en cuanto a su interpretación....Solo en la última es donde se mostraba más natural. Parece ser que Bette Davis inició una relación con el director William Wyler.

Con él trabajará en otras de sus dos grandes obras The Letter (1940) y The Little Foxes (1941). Más tarde, lo describió como «el amor de mi vida» y dijo que hacer la película con él fue «el momento de mi vida de mayor felicidad». En este sentido Jezabel marcó el inicio de la etapa más exitosa de su carrera, pero no en la vida de Bette Davis, pues en lo personal comenzó a zozobrar , al menos, en relación con su esposo Nelson Ham y es que , al parecer,  Davis estaba involucrada en una aventura extramatrimonial con el empresario multimillonario Howard Hughes por lo que solicitó el divorcio.

Por su parte, Henry Fonda declaró sobre su compañera-" De mala nada, esta señora es de lo mejor que me ha pasado en mi profesión, nunca podré olvidar aquel rodaje -".

David Shipman valoró las películas de Bette  Davis con William Wyler como "vehículos tan suaves como una limousine, de elegante facura, diseñados  para desarrollar todos los aspectos del talento de la actriz". La valoración de todos los detalles de la puesta en escena se junta así con el cuidado con que se esbozan los clímax dramáticos, alcanzando momentos que han pasado a formar parte de a memoria cinéfila. En Jezabel esto se produce en la famosa secuencia del baile. Un baile en el que un vestido se convierte en sinónimo de escándalo y un desdichado final de redención tras un largo camino de pasiones.

Jezabel, desde el punto de vista técnico, es una película de grandes tomas y de muchas licencias o técnicas narrativas en lo cinematográfico. La película es modélica en este desde su inicio con su travelling inicial, el duelo fuera de plano con protagonista único del estallido, el baile al son del vals de Max Steiner desde muy diversas perspectivas- que , en principio, no tenía apenas importancia en la obra teatral y, en un principio, tan sólo ocupaba pocas líneas del guión cinematográfico-, la profundidad de campo tanto en las salas del Hotel Saint Louis, o en el salón de baile en el Olimpus con tomas a ras de suelo, el uso de espejos pra agrandar el fondo, la vista cenital de Julie con su traje extendido por el suelo, el rodaje en perfil, o en la casa de Jezabel incluso en su mansión solariega de la plantación Halcyon.

Todo ello muy al gusto de William Wyler con su estilo elegante y sus efectos tanto visuales como dramáticos, y para ello no deja de aparecer en pantalla una Julie / Jezabel joven, posesiva, caprichosa, temperamental y dominante.

La historia presenta un excelente retrato de personajes, como Julie, Preston, Buck, tía Belle que se enredan en una historia que trata de amor, despecho, orgullo, pasión, celos y deseos de venganza, son los sentimientos que informan un relato denso, complejo y absorbente. Pero también el 'Jezabel' de Wyler nos muestra dos posturas muy lejanas a la hora de entender ese Nueva Orleans de mediados del XIX, caracterizada por la afición al lujo, al apego a las tradiciones, al mantenimiento de la esclavitud, al arraigo de modales afrancesados, el desprecio a la modernidad representada por los norteños, presentados como ignorantes  elementos que son el caldo de cultivo sociológico de lo que devendrá el conflicto civil entre el norte y el sur del país. Estos mismos elementos aparecerán en Lo que el viento se llevó, pero esa es otra historia que será contada en otro momento. Por ahora me quedo con los ojos de Bette Davis.



domingo, 24 de abril de 2016

Londres, nunca caerá


Londres en una ciudad que me encanta. Podría decir que fue la primera gran ciudad que visité, allá por diciembre de 1986. Pasear por aquel Londres carente de todo aquello que trajo el milenio -el London Eye, el mismo ayuntamiento a orillas del Támesis , el rascacielos en forma de supositorio del 30 St Mary Axe, también conocido como el Gherkin y el Millennium Bridge- y hacerlo por sus parques o por Picadilly o aquel inolvidable Carnaby Street, casi en los estertores del punk, con esas crestas y esas tiendas y garitos fue total y pervive en mi recuerdo de manera indeleble.

La ciudad que yo conocí tenía cabinas de teléfonos que se usaban, monumentos que se visitaban sin pagar - ahora en parte también- y mucho color. He vuelta en alguna ocasión más a la ciudad, pero ni mi edad ni esa visión de la vida que tenía por entonces es la misma. De cualquier manera me gusta ver Londres. No ha sido una sorpresa verla ahora en el estado cinematográfico que la he visto. Lo cierto es que hemos ido al cine con una plena presión popular - y doméstica- ya que había bastante interés en ver este London Has Fallen , aquí vendida como Objetivo: Londres. Indudablemente hablamos de la continuación de Olimpus has fallen que fue vista hace unos meses- pocos- en casa. ¿Qué cabría esperar de ella? Pues nada nuevo, la historia en la misma, pero ahora se desarrolla en un hipotético y casi , visto lo visto, apocalíptico Londres, pues la capital británica queda reducida, al menos, monumentalmente, a un montón de cenizas.

Ahora este Objetivo: Londres vuelve a ser una continuidad de aquella  película estadounidense dirigida por Antoine Fuqua, pero que aquí dirigida por el director iraní asentado en Suecia Babak Najafi - responsable de alguna serie como Bannshee- y que parte del guión escrito por Creighton Rothenberger, Katrin Benedikt, Christian Gudegast y Chad St. John.

Se trata de una película producida por Gerard Butler, Marcos Gill,  Danny Lerner,  Matt O'Toole,  Alan Siegel y  Les Weldon por medio de un conglomerado de productoras en la que están  Gerard Butler y Alan Siegel Entertainment,  Millennium Films y  Nu Image Films , a la que se suman como distribuidoras Lionsgate Films y Focus Features y que invirtieron en ella $ 60 millones de dólares , pero que ya han conseguido en taquilla $ 182,5 millones de dóalres. Anoche sobre las diez estaba más de media sala ocupada.

En el apartado técnico destaca la música Trevor Morris , muy pretenciosa y tendente a lo épico , la fotografía de Ed Wild y un montaje comlicado en el que participan Michael J. Duthie y Paul Martin Smith.

El reparto , en gran medida repite del Olimpus, lo encabezan  Gerard Butler como el Agente Mike Banning,  Aaron Eckhart como el Presidente de Estados Unidos Benjamin Asher,  Morgan Freeman como el Vicepresidente Allan Trumbull , la guapísima Angela Bassett como Lynne Jacobs,  Robert Forster como Edward Clegg,  Melissa Leo como la Secretaria de Defensa Ruth McMillan, Radha Mitchell como Leah Banning, la esposa de Mike,  Jackie Earle Haley como Maso nel jefe de la Casa Blanca , Sean O'Bryan como Ray Monroe ,el Director Adjunto de la Agencia Nacional de Seguridad ,  Mehdi Dehbi como Sultan Mansoor , el menor de tres hermanos Barkawi, , Alon Aboutboul como Aamir Barkawi, un traficante de armas y cerebro terrorista, el sexto hombres más buscado del FBI , Charlotte Riley como Jacqueline "Jax" Marshall, la analista y agente británica del  MI6,  Waleed Zuaiter como Kamran Barkawi, que trabajaba con su padre en su plan terrorista,  Colin Salmon como inspector jefe Kevin Hazard, jefe de la Policía Metropolitana , Patrick Kennedy como John Lancaster,  jefe de inteligencia del MI5. También aparecen Bryan Larkin como el  teniente Will Davis, Michael Wildman como el agente Voight, un servicio secreto miembro del equipo de seguridad del presidente., Andrew Pleavin como el agente Bronson, del servicio secreto del equipo de seguridad del presidente, Deborah de Grant como Doris, la madre de Leah y suegra de Mike, Clarkson Guy Williams como Leighton Clarkson, el primer ministro del Reino Unido después de la muerte de su predecesor, James Wilson, Penny Downie como Rose Kenter, el Secretario del Interior del Reino Unido . Philip Delancy como Jacques Mainard, el Presidente de Francia , Alex Giannini como Antonio Giusti, el Primer Ministro de Italia ,  Nancy Baldwin como Agnes Bruckner, la Canciller de Alemania , Nigel Whitmey como Robert Bowman, el primer ministro de Canadá y Tsuwayuki Saotome como Tsutomu Nakushima, el Primer Ministro de Japón .

Empieza la película  en una localidad indeterminada de Paquistán en la que un chico se dirige a una casa en la que vive un traficante de armas paquistaní y líder terrorista llamado Aamir Barkawi ( Alon Moni Aboutboul ) que se encuentra junto a sus hijos, pues en esa mañana su querida hija va a celebrar su boda. Durante la misma, un agente infiltrado pone un localizador para que un dron pueda localizar su complejo. Casi de inmediato, los Estados Unidos lanzan un ataque aéreo en contra del complejo, supuestamente para matar a Barkawi junto con su familia. El complejo vuela por los aires,

Dos años más tarde, al igual como comenzara  la película precedente descubrimos al presidente de los EE.UU  Benjamin Asher (Aaron Eckhart) haciendo footing junto a su amigo y salvador en Olimpus has fallen el Agente Mike Banning (Gerard Butler) .

Tras el fallecimiento del primer ministro británico en extrañas circunstancias, todos los líderes mundiales se reúnen para su funeral.Mike Banning ( Gerard Butler ), agente del servicio secreto para el presidente Benjamin Asher ( Aaron Eckhart ),

Ahora descubrimos que Mike está esperando su primer hijo con su esposa Leah ( Radha Mitchell ). Tiene la esperanza de pasar más tiempo con su familia, y tiene la intención de renunciar al servicio secreto. De hecho redacta hasta su renuncia.

Mientras tanto, y después de haber sobrevivido al ataque aéreo, Barkawi se encuentra con su hijo Kamran ( Waleed Zuaiter ) en Yemen, de modo que entre ambos  ponen en marcha sus planes de venganza.

Mientras Mike redacta su carta, Asher , que espera la videollamada de su hijo, así como recibir a un congresista y al presidente de una de las cámaras recibe un llamada urgente. En la misma es informado de que el primer ministro británico James Wilson ha muerto.

Junto con la directora del servicio secreto,  Lynne Jacobs ( Angela Bassett ), diseñan el viaje a Londres para unirse a muchos otros líderes mundiales prominentes para el funeral de Estado de Wilson que ha sido diseñado por los servicios de seguridad británicos. A Mike esto le obliga  a slair de Washington precisamente en los días previos al nacimiento de su hijo, por lo que se persona, ¡Ay , Dios! su suegra para estar presente en el mismo.

A medida que los dignatarios van llegando, los vamos viendo. Por lo pronto el Air Force One vuela hacia Londres, allí Jacobs le dice sí a Mike para ser la madrina su inminente hijo. El avión presidencial llega al aeropuerto de Stanton a 35 kilómetros al norte de Londres. Allí es recibido  John Lancaster ( Patrick Kennedy) jefe de inteligencia del MI5 que echa en cara a Mike que se han adelantado.

Por su parte vamos viendo que otros invitados al funeral se encuentran ya en la capital británica como ocurre con Jacques Mainard (Philip Delancy) el Presidente de Francia que apura hasta el último segundo en un yate en el Támesis, o Antonio Giusti (Alex Giannini), el Primer Ministro de Italia, que está con su señora celebrando su 30 aniversario en la Abadía de Westmister o la canciller alemana Agnes Bruckner (Nancy Baldwin) que ve una parada militar de las fuerzas que custodian el Palacio Real de Buckinghan  -aunque vemos como recibe una rosa de una niña-  o como Tsutomu Nakushima (Tsuwayuki Saotome), el Primer Ministro de Japón .  se encuentra en un atasco en el Chelsea Bridge y cree que va a llegar tarde a la ceremonia, o a Nigel Whitmey (Robert Bowman), el primer ministro de Canadá que recine una llamada de su hijo, al que le ha ido mal un examen, pero mientras pasa el control cercano a Saint Paul , un policía al mando de Barkawi le coloca una bomba en los bajos del coche que destruye la limusina del primer ministro canadiense, a su paso por la Plaza de Trafalgar , matándolo a él y su esposa matando.

Casi de inmediato el Presidente de los Estados Unidos Asher que está en la escalinata de la Saint Paul Cathedral junto a su equipo de protección, ve como se inicia un tiroteo perpetrado por terroristas disfrazados de policía británicos y otros servicios de emergencia. Ambas partes sufren fuertes pérdidas antes de repeler el ataque. Al final, Asher y Jacobs logran escapar del caos, aunque por poco.

Otros líderes mundiales  sufren un destino similar. El primer ministro japonés se ahoga cuando atacantes suicidas hunden el Chelsea Bridge que colapsa. El presidente francés, perece en una enorme explosión de una bomba en el río Támesis que destruye su yate. Muchos edificios monumentales de Londres sufren fuertes daños  como el Big Ben y em el palacio de Westminster , el primer ministro italiano y su esposa mueren cuando una bomba estalla en el campanario de Westminster Abbey y la canciller alemana, recibe un disparo por muertos de terroristas que se hacen pasar por guardias de la reina en el palacio de Buckingham .

El personal del presidente que quiere salir de inmediato a la Casa Blanca ve con horror como Londres cae bajo el terrorismo y quiere dejar en el caos y los cientos de civiles que van muriendo.

Desde su base de operaciones, los terroristas sabotean  la red eléctrica de la ciudad, anulándola. El MI% aparece totalmente superado por los acontecimientos y piensan que hay un topo actuando.

Asher y Jacobs tras escapar por las calles de Londres cercanas a la Bolsa, perseguidos por falsos policías y motoristas armados logran llegar a las afueras en donde le esperan tres helicópetros. Sin embargo, los terroristas se han posicionado sobre los tejados y usan misiles Stinger para alcanzar a los helicópteros. Cae el primero y el segundo, y finalmente lo hacen sobre el  Marine One. El helicóptero aterriza en un parque, aunque  Jacobs está fatalmente herida y muere en los brazos de Mike después de que éste promete matar a los responsables de la matanza.

Mike y Asher huyen por un bosque cercano a la carrera, huyendo de unas motos que no logran alcanzarlos. Nuevamente en este Londres urbano y tras acabar con un policia que lleva un kalasnikov, entran en un desactivado metro de Londres pues parece más seguro que ir por las calles.

A medida que avanzan a través de los túneles subterráneos, Asher observa que los terroristas quieren capturarlo vivo para que pueda ser ejecutado públicamente, y da la orden a Mike de matarlo si es necesario para evitar que eso suceda. Mike acepta a regañadientes.

A medida que se mueven a través del metro logran contactar con los asaltantes, pues Mike se hace con un teléfono de los terroristas. Tras eso salen buscando refugio en un piso franco del MI5.

Mike logra contactar discretamente con vicepresidente Allan Trumbull ( Morgan Freeman ) y enviar a la Casa Blanca un mensaje para hacerles saber que él y Asher se dirigen a una casa de seguridad del MI6 en la ciudad.

Mientras esto ocurre el personal de la Casa Blanca recibe una llamada amenazante de Barkawi revelando su papel en la trama y su deseo de venganza. También se les informa que el informe de la autopsia de Wilson detecta veneno en su cuerpo, revelando que fue asesinado intencionadamente para atraer a los líderes mundiales a Londres para que pudieran ser asesinados.

Con la ciudad bloqueada, Mike y Asher llegan a la casa de seguridad del agente del MI6 Jacqueline "Jax" Marshall ( Charlotte Riley ), a quien Mike conoce bien. Jax utiliza su ordenador para determinar la participación de Barkawi.

Se reproduce un mensaje de Trumbull confirmando haber recibido el mensaje de Mike y se ls informa que van a recibir ayuda norteamericana desde su base de Sicilia. En las cámaras de seguridad, los tres pueden ver como supuestamente un equipo el Delta Force se dirige allí para rescatar a Mike y Asher.

Sin embargo, Mike se da cuenta de los operadores no están sudando después de que supuestamente hayan recorrido   la ciudad a pie con su equipo pesado, y con ello deduce que  son impostores y terroristas. Sabiendo que los terroristas deben tener un topo dentro del gobierno británico,  Jax marcha a Scotland Yard para coordinarse con las autoridades locales, mientras que Mike se queda atrás para eliminar a los terroristas, ayudar a Asher. La pareja toma un vehículo MI6 y corren por las calles de Londres buscando la protección de la seguridad de la embajada de Estados Unidos , pero en su huida chocan contra una camioneta conducida por los terroristas. La pérdida de  conciencia Mike, provoca que los terrorista logran su objetivo y Asher es secuestrado.

El  Presidente Asher es llevado a un local en construcción que sirve como cuartel general secreto de los terroristas. Allí, Kamran se prepara para ejecutar Asher públicamente y  transmitir la señal de video en vivo a todo el mundo a través de Internet y pues los canales de televisión  están pirateados.

Mientras tanto, Mike ha sido encontrado por una unidad de comando del  SAS y junto al grupo asalta el bastión terrorista en un intento de rescatar a Asher. Mientras millones de personas en todo  el mundo está pendiente del reloj,

Kamran golpea brutalmente, ante las cámaras de telesivión a Asher antes de amenazarlo con decapitarlo con un machete, pidiendo al Presidente si quiere decir unas últimas palabras, a la que Asher comienza a recitar el juramento presidencial .

En el último momento, Mike irrumpe y dispara a los terroristas que están atentos a la ejecución u comienza una  pelea a puñetazos con Kamran, aunque el líder terrorista en última instancia logra huir.

Rodeado de  terroristas Mike huye y ordena al comandante de SAS para vuele el edificio. Mientras Mike y el presidente saltan por el hueco del asecensor junto a Asher mientras  una bola de fuego envuelve a Kamran y al resto de terroristas matándolos.

Jax descubre que el Jefe de Inteligencia del MI5 John Lancaster ( Patrick Kennedy ) es el traidor que ayudó Barkawi y lo mata en defensa propia después de que este se niega a entregarse le dice que lo ha hecho por 20 millones de dólares.

Algún tiempo después, el complejo de Barkawi que se encuentra en Yemen, es objeto de un ataque aéreo contra él. Trumbull contacta por teléfono y le pide que mire por la ventana, momentos antes de morir en la explosión.

Dos semanas después del ataque en Londres, Mike vuelve a casa y pasa el tiempo con Leah y su hijo recién nacido, llamándolo Lynne en honor a su  jefa y fallida madrina. Se sienta frente a su ordenador portátil y  contemplar el envío de su carta de renuncia a Asher dudando entre borrarlo o no. En la televisión, en ese momento, Trumbull habla en relación con los acontecimientos recientes, y dejando un mensaje para la protección de los Estados Unidos. Esto convence a Mike que borrar su carta de renuncia, acabando así la película.


El 1 de mayo de 2014, se anunció que Focus Features había adquirido los derechos de distribución para la secuela y que se estrenaría el 2 de octubre de 2015. A diferencia de la primera en esta película  no intervino el director de la primera, Antoine Fuqua, ya que estaba comprometido con la película The Equalizer con Denzel Washington como estrella. La producción contaría inicialmente con el trabajo de Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt en el guión.

El 18 de agosto de 2014, se anunció que el director Fredrik Bond reemplazaría a Fuqua, pero Bond dejó el proyecto el 18 de septiembre, seis semanas antes que empezara la filmación. El 28 de septiembre, el director Babak Najafi firmó para dirigir la película. Según Morgan Freeman "Babak nos oreció un montón de información. Es rápido y decisivo, lo que significa que sabe lo que uiere y sabe cuándo lo ha conseguido".

Finalmente la filmación empezó el 24 de octubre de 2014 en Londres, aunque realmente iba a comenzar el rodaje en mayo. El mismo  terminó en febrero de 2015. La película se estrenó el 22 de enero de 2016, siendo la distribuidora Focus Features,

La producción contó con parte del elenco de la primera de la saga, es decir, con el actor escoces Gerard Butler, Morgan Freeman, Aaron Eckhart, Angela Bassett y Radha Mitchell retomaron sus papeles originales Olympus Has Fallen . El 10 de octubre, Jackie Earle Haley se unió a la película para interpretar a Mason. El 12 de noviembre, Mehdi Dehbi se unió a la película para interpretar a Sultan Mansoor.

Para el productor Les Weldon existen diferencias entre la primera y la segunda entrega de "...has fallen". No queremos hacer lo mismo otra vez. La idea era abrir el arco, ampliar el alcance para ofrecer una experiencia más intensa al público".

El 24 de octubre de 2014 comenzó el rodaje en Londres, pasando después a Sofia, donde se rodó en parte en los New Boyana Film Studios de la capital Bulgaria. De hecho el Presidente de Bulgaria , Rosen Plevneliev , visitó el set de rodaje. También se rodó en Cutty Sark, en Greenwich, London, Langley Park, Slough, Berkshire, England, UK, Clifton Street, EC2A 4DW London, England, India, Earl Street, y Dunsfold Aerodrome - Surrey, England, UK Butler, Eckhart, El rodaje duró hasta abril de 2015.

Para la realización de la película Butler como productor se rodeo de todo el equipo que había participado en la primera entrega.

Sobre las críticas estos han sido mixtas, valorándose la espectacularidad aunque todo en la misma ya se había visto. Como un puñetazo es la opinión de Peter Travers en Rolling Stone que acaba diciendo que "El director Babak Najafi (...) hace las chapuceras escenas de acción con tanta crudeza, consistencia y cinismo que hace que Michael Bay parezca Kurosawa (..) "  Más o menos es de la misma opinión  Colin Covert en la Minneapolis Star Tribune "No conozco la mejor manera de enfrentarse a los enemigos de América, pero sospecho que una masacre machista y ultranacionalista no se ganará probablemente ni mente ni corazones (...).

Nick Schager en  Indiewire la califica de "Descarada, brutal y simple en igual medida, este es un trabajo retrógrado que, para bien o para mal, ofrece caos de la vieja escuela con castigadora precisión y contumaz alegría" Por su parte,   Todd McCarthy en The Hollywood Reporter "Cumple con su trabajo (...) Butler reparte justicia resueltamente y aunque los otros actores están ahi estrictamente para recoger el cheque, todos ellos han estado en cosas bastante peores en su momento".

Mick LaSalle en el San Francisco Chronicle nos dice que "Todo lo que sale en la pantalla lo has visto antes: muchas, muchas veces. Por cada bala (y perderás la cuenta) hay un tópico" .    Stephanie Merry en The Washington Post "'London Has Fallen' destaca sólo por ser mucho peor que ['Olympus Has Fallen'], su estúpida predecesora"  Neil Genzlinger en el The New York Times nos comenta que "El presidente Benjamin Asher necesita dos cosas: mejor personal de seguridad y mejores guionistas." 

Robert Abele en Los Angeles Times "Mientras existan enemigos en las tierras islámicas, probablemente tendremos que padecer risibles pérdidas de tiempo como 'London Has Fallen', diseñada para justificar actitudes políticas estrechas de miras"

En el Reino Unido William Thomas en la revista Empire nos comenta que "'London Has Fallen' podría ser la película de acción con la trama más estúpida de los últimos años (...) Un película que no invita tanto a desconectar la cabeza, como a cogerla y hundirla en el cubo de palomitas más cercano (...) "

En España José Manuel Cuéllar en el Diario ABC nos informa que "No hay sorpresa, solo lo que se espera, incluyendo (y es lo peor) la consabida retahíla de frases supuestamente graciosas a cada heroicidad (...) "Por supuesto que los actores han ido solo a cobrar el cheque y eso les obliga a lo malo de esta clase de filmes que aquí se repite sin el menor rubor: aplausos en el mando central al ganar los buenos, discursos patrióticos un tanto sonrojantes y demasiada propaganda unilateral.

Quim Casas en El Periódio comenta que "Como ya ocurriera en la última temporada de la teleserie '24', la acción de este nuevo filme sobre presidentes heroicos, guardaespaldas aguerridos y terroristas internacionales se desplaza de suelo estadounidense a londinense, pero nada que ver con el desparpajo de la anterior 'Objetivo: la Casa Blanca', de Antoine Fucqua...la nueva fórmula de la buddy movie viril y con testosterona, pero 'Objetivo: Londres' es un palidísimo reflejo/continuación del de Fucqua.

En Argentina Diego Batlle en el Diario La Nación afirma que la película es "Torpe e inverosímil. (...) Una película (un producto) sin personalidad ni riesgo." En este mismo sentido Pablo O. Scholz en el Diario Clarín comenta que "Su cuota de cinismo y autoparodia la redime, con su acción violenta, sin tregua e inverosímil."

La película es un ejemplo de cine de acción compuesto por una sucesión de explosiones, tiroteos, violencia gratuita , naderias discursivas - tremendo eso de que los enemigos "son la ONU de todos los que nos odian"- , una justificación injustificable de la brutalidad cuyo único objetivo no es Londres sino intentar entretenerte al más estilo de Hollywood o Luc Besson. Para ello Mike Banning  pretende ser el nuevo John McClane que en este caso es un ángel de la guardia presidencial. La película es intensa más por sus explosiones que por su  intensidad, hay búsqueda -sí o sí - de la espectacularidad aunque paradójicamente carece de ritmo , aunque no de violencia pues en ese sentido es monumental yo diría que  casi exhibicionista con disparos en la cabeza, asesinatos colectivos, destrucciones monumentales, las cuchilladas, las explosiones que , al menos, no han destruido realmente ese ciudad que me impacto allá en un lejano invierno de 1986, cuando uno creía que era hasta inmortal. ¡Qué iluso era!




Las imágenes de London has fallen, película distribuida en España por eOne Films Spain © 2016 Millennium Films, Nu Image Films. Todos los derechos parece ser que están reservados para ellas.