martes, 26 de febrero de 2013

Como la vida misma


Muchas veces, casi siempre, el cine se nos presenta envuelto en papel de oro. Los medios (las televisiones, la prensa,…) vinculan el séptimo arte al lujo, a la apariencia, con lo que el mundo del cine y lo que lo rodea se nos presenta como un producto elaborado por y para la “Beautiful People”. 
Sin embargo, qué lejos queda esto del cine de verdad, el cine de aquellos pioneros, unos documentalistas, otros creacionistas, todos narradores de historias, que con unos medios limitados (los que se tenían) nos presentaban unas historias auténticas, alejadas de un mundo que parece vivir por fuera de la realidad o por encima del bien y del mal. Sabemos que, a veces, ese envoltorio no es de oro, sino de oropel. Ese oro, - e insisto, en ocasiones ese oropel- lo separa del mundo real.

Pues bien, esto no tiene nada que ver con lo que ayer pude ver y disfrutar en la Filmoteca de Andalucía. Allí, un director, Miguel Ángel Entrenas, me ha devuelto al mundo de la realidad vista a través de una cámara. Me ha llevado nuevamente al cine real, al de los pioneros, el que tenía como misión mostrar una realidad desde un objetivo y un fotograma. Y no nos engañemos, no hemos visto un documental, sino que hemos visto una historia real, que no realista. La historia que hemos contemplado tiene como protagonista estelar a Paco Ariza, un pintor baenense, que desde sus obras nos ha acercado a su realidad como pintor. Pero esa realidad nos ha acercado a la persona. Y la cámara ha estado allí para observar, para escuchar, para mirar, para mostrar. La cámara no juzgaba, no valoraba, no se posicionaba, simplemente y llanamente mostraba, presentaba. 

Con Miguel Ángel Entrenas volvemos al cine de José Luis Guerín o al de Victor Erice. Con esta película volvemos a los orígenes, y con ella a la infancia, como vuelve Paco Ariza a través de los dibujos de su nieta. La película lleva como nombre oficial Paco Ariza “Desde el cielo a la Tierra” y se presentó en junio de 2012 en el pueblo natal del pintor. No solo es el pueblo natal del pintor, sino que también es la entidad en la que nació el guionista de esta película, el también pintor Pepe Cañete. 
El filme está patrocinado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Baena y por el Grupo Cultural Amador de los Ríos. Este grupo es el que igualmente edita la obra de mi compañero y, sin embargo, amigo José “Pepe” Cañete, y que lleva como título“Paco Ariza: Estudio de los géneros artísticos en su obra”. La obra escrita fue prologada por Antonio J. Bujalance. La obra cinematográfica cuenta igualmente en su desarrollo con la colaboración musical e interpretativa de José Antonio Varo, con la narración de Miguel Ángel Hidalgo Miranda, así con la poesía de José Antonio Santano y las entrevistas realizadas por Pepe Cañete. La producción ejecutiva es de José Antonio Esquinas. 
La película se estructura en dos grandes bloques. El primero es estrictamente descriptivo, mientras que el segundo responde al manantial creativo procedente de la entrevista entre Paco Ariza y Pepe Cañete. En este segundo bloque de unos doce minutos brota lo íntimo en el pintor. La cámara juega con las creaciones y el rostro del creador plástico. 

El primer bloque a su vez contiene tres partes diferenciadas. La primera - y a modo de presentación- nos muestra lo que yo vengo a llamar el texto y el contexto. En este caso nos presenta a la biografía del autor desde sus inicios y el papel del pueblo que juega su pueblo, y, sobre todo, los paisajes del mismo en su obra. La segunda se centra en la casa estudio del pintor. Nos presenta ahora al autor en su taller tradicional, su casa-estudio, en una atalaya del pueblo blanco, así como su evolución artística. Nos muestra retazos de la obra de un pintor que lo ha tocado todo, desde el realismo a las vanguardias pictóricas, pasando por el idealismo, el expresionismo, el constructivismo o los volúmenes geométricos o la experimentación con materiales como los capazos de esparto integrados en su obra. Ese gusto por integrar los volúmenes en la pintura lo ha llevado igualmente a la escultura, pues Baena está trufada de sus obras volumétricas. 
Por último, el director de Góngora (2011), de Desdémona (2005), o la La Chiquita Piconera (2007) desarrolla una última mirada de la obra del pintor en su nuevo y prolífico estudio: la huerta que lleva por nombre "El nido de la golondrina". Pero si de la descripción sale mucho, de la entrevista sale más. En ella y durante unos doce minutos es donde conseguimos no la imagen de un lienzo determinado, sino la imagen de su lienzo vital. Aquí el maestro no habla tanto de su obra, sino de lo que le motiva o le inspira, y al final, descubrimos que este pintor se inspira en lo más esencial: la vida que lo rodea. En definitiva esta película nos devuelve a las cosas que son de verdad, nos devuelve a la vida.

lunes, 25 de febrero de 2013

True grit: Original y copia



Hace un par de años pude ver una película de los hermanos Coen de título Valor de Ley. Le película era un western socarrón, entretenido, con personajes magníficamente definidos. En ese momento se enteré que estaba basado en una película anterior y que tenía a John Wayne como protagonista. El tiempo pasó y un día vi parte de ella en Paramount Channel. Era cuestión de tiempo que la viese. Y ayer llegó el momento. 

Y es que True Grit (Valor de ley en España) es un western del año 1969, dirigida por un clásico Henry Hathaway (1898-1985) y que está basada adaptación de la novela escrita por Charles Portis, aunque el guión fue obra de Marguerite Roberts. Como dije anteriormente fue llevada al cine por los hermanos Coen por segunda vez en 2010. La producción de Hal B. Wallis y la distribución estuvo en manos de la Paramount Pictures.
Dos grandes participan en la música Elmer Bernstein y en la fotografía Lucien Ballard. El montaje fue labor de Warren Low. El elenco está protagonizada por John Wayne (Rooster Cogburn), Glen Campbell (La Boeuf), Kim Darby (Mattie Ross), Jeremy Slate (Emmett Quincy), Robert Duvall (Ned Pepper), Dennis Hopper (Moon) , Strother Martin (Col. G. Stonehill) y Jeff Corey (Tom Chaney) en los papeles principales.

Al comienzo de la película escuchamos una canción de Elmer Berstein que nos encamina a una granja en la que su dueño se está despidiendo de su hija, Mattie Ross, (Kim Darby) , de 16 años, que es la mayor de tres hermanos y la responsable de la contabilidad de la finca del padre. ‘Paga lo menos que puedas’, le recuerda la protagonista a su padre. Éste sale para una ciudad, Ford Smith, con el fin de comprar ganado, unos caballos mustang. Va acompañado de un colaborador en el rancho, Tom Chaney (Jeff Corey). Éste, prácticamente un desconocido que fue recogido por el señor Ross hace unos meses, en la ciudad se entrega al juego y a la bebida. Una cosa y la otra le llevan al asesinato de su jefe. 
Días más tarde, al ir a recoger el cuerpo de su padre, Mattie consulta al sheriff local sobre si puede detener a Chaney. Unos minutos antes hemos visto - además del asesinato a sangre fría de Ross-, tres ejecuciones (con venta de cacahuetes inclusive) y , poco tiempo después, un juicio con declaración sobre un ajustamiento y torturas… Ante la pasividad de las autoridades para detener a Chaney, decide organizar la captura del asesino. Se nos presenta Mattie como una chica decidida, inteligente, luchadora, desenvuelta, frágil y, a veces, ingenua. 

Al saber que Chaney ha huido al territorio indio donde el sheriff no tiene autoridad y que se ha unido a la banda de Ned Pepper, indaga sobre la contratación de un alguacil que sea valiente. 

El sheriff le recomienda tres, y Mattie piensa en contratar a Reuben J. Rooster Cogburn (John Wayne) de quien el sheriff había dicho que era el "más malo" , pero eficaz en su trabajo, y que lleva 4 años en el oficio y durante este tiempo ha matado a 23 forajidos en búsqueda y captura. y que se presenta en Fort Smith con 8 detenidos. Tras observar en un juicio presidido por el juez Parker se decide sin duda por el taciturno, bebedor y tuerto Cogburn inicialmente rechaza la oferta, al no creer que ella tenga dinero para contratarlo. Sin embargo, ella consigue el dinero regateando con un tratante de caballos quien hizo negocios con su padre. 

Mientras, en la pensión en la que ella se aloja, se integra un Ranger de Texas de apellido Tom LaBoeuf (Glen Campbell) , que también busca al fugitivo Chaney y llega tras la pista de Chaney tras el asesinato de un senador estatal Bibbs de Texas y su perro…. 
LaBoeuf , un hombre honesto, rígido, con espuelas, servidor del deber, testarudo y codicioso propone hacer un equipo con Cogburn, quien conoce el terreno Choctaw donde la banda de Pepper y de Chaney se esconde y se integrado en una banda dirigido por un forajido de nombre Pepper, pero Mattie rechaza su oferta, porque ella desea a Chaney ahorcado en Arkansas por el asesinato de su padre, no en Texas por matar a un senador. 
Mattie también insiste en viajar con Cogburn para buscar a Chaney. Pero Cogburn más tarde se va sin ella, después de haber ido con LaBoeuf para aprehender a Chaney. Después de ser rechazado en su pasaje en el ferry que transporta a Cogburn y LaBoeuf, Mattie cruza el río a caballo. 

Se inicia así la aventura para encontrar a Chaney. En su búsqueda llegan a un refugio. Allí encuentran a dos forajidos, Quincey y Moon. Cogburn hiere a Moon, quien le pide ayuda a Cogburn. Éste empieza a interrogarlo. Moon será fatalmente apuñalado por Quincey, a quien Cogburn le dispara y le provoca la muerte. Antes de morir, Moon le dice que Pepper y sus secuaces regresarán más tarde esta noche.
Justo después de que la cuadrilla Pepper llegara, y mientras preparan una emboscada, la chica mientras obtiene agua de un arroyo cercano es descubierta por Mattie, quien intenta tomarla como rehén, sin embargo, hiere a Mattie. Cogburn, oculto en la colina con Mattie intenta liberarla. Ella le dispara, pero él sobrevive. 
Una vez solo, Chaney intenta matar a Mattie. LaBoeuf aparece y golpea a Chaney. Entrre el texano y Cogburn idean un plan. La chica y el ranger observan desde un acantilado como Cogburn se enfrenta con los restantes miembros de la cuadrilla de Ned. En el duelo a muerte , mata a tres de sus secuaces e hiriendo a Ned, antes de que su caballo se golpee y cae, atrapando la pierna de Cogburn. Antes de que Pepper pueda matar a Cogburn, LaBoeuf dispara desde su acantilado y mata a Pepper a unos 400 metros de distancia. 

Por su parte, Chaney ataca traicioneramente a LaBoeuf, dejandoló inconsciente. Mattie se apodera del rifle de LaBoeuf y le dispara a Chaney quien muere tras darle un tiro en el pecho. En el retroceso, sin embargo, se cae al fondo de un pozo que contiene serpientes de cascabel. Mattie es mordida antes de que alguien le auxilie en un momento LaBoeuf le ayuda con sus últimas fuerzas. Tras esto LaBoeuf muere. Tras esto llega Cogburn quien practica los primeros auxilios. Este toma el mustang de la chica e intenta llegar a una ciudad para salvarla. Mattie llega finalmente al doctor, después de que su caballo se derrumbara por agotamiento, por último hace su camino a un puesto comercial. 
Tras salvarla Cogburn se despide de ella quien vuelve a su rancho. Allí, tiempo más tarde, recibe a Cogburn. Le enseña el cementerio familiar donde está enterrado su padre. Le comenta su proyecto, al lado de su padre, su madre. Ella a un lado, pero le dice a Cogburn que quiere que él, al morir, sea enterrado junto a ella. Cogburn recibe la noticia con alegría y se marcha a toda prisa con su caballo. 
"Interesante historia que le valió un merecidísimo Oscar al legendario John Wayne. Secundarios de lujo para todo un éxito comercial. Interesante". Esta fueran las declaraciones escritas de Fernando Morales en el Diario El País. 
A John Wayne le valió el oscar en 1969 a mejor actor principal, y en la ceremonia soltó una frase para la historia del cine "Si lo hubiese sabido me habría puesto el parche 35 años antes". Fue ganadora igualmente de un Globo de Oro en 1979, al mejor actor (John Wayne) y ganadora del premio Golden Laurel de 1970 al mejor actor (John Wayne). 

Los secundarios son bastante conocidos, sobretodo aquellos dos que por entonces no eran muy populares, Robert Duvall y Dennis Hopper, también Glen Campbell un cantante de country bastante reconocido, luego están los siempre presentes en el género como es el caso de Jeff Corey, Strother Martin y la breve aparición del omnipresente Hank Worden. 
La acción dramática se inicia en la ciudad de Fort Smith (Arkansas) y se desarrolla durante el invierno de 1880 en los territorios indios hoy integrados en el estado de Oklahoma. El relato da comienzo tras la puesta de sol del 5-X-1880. Se rodó en escenarios naturales de Colorado, California y en Durango (Méjico), entre septiembre y diciembre de 1968. Producido por Hal B. Wallis para Paramount, se estrenó el 11-VI-1969 (EEUU). 
El título de la obra responde al hecho que Mattie busca para la captura del asesino a un hombre de valor. Las diferencias de edad de los viajeros, la disparidad de sus experiencias y las dificultades que han de afrontar, generan entre ellos un estado permanente de desencuentros, fricciones y discusiones, que mantienen vivo el clima de la expedición. Los diálogos, tomados en gran parte de la novela, son precisos, concisos, contundentes y brillantes. Conviene hacer constar que Charles Portis escribió la novela pensando en su adaptación al cine y en la identificiación de “Rooster” con John Wayne. 
La narración pone de manifiesto la capacidad de Hathaway de componer un relato interesante, atractivo, rico en detalles y capaz de retener la atención del público. Como es habitual en él, integra en el drama el paisaje, que no solo aporta grandeza y sentido épico, sino que además refleja el estado de ánimo de los personajes, sus deseos y evolución. Es un western entretenido y grato, con elementos valiosos de intriga, tensión y drama. 
La banda sonora, de Elmer Bernstein ("La gran evasion", Sturges, 1963), ejecuta una partitura vibrante que anuncia los momentos de peligro, amenaza, lucha o victoria. La orquesta se basa en instrumentos de viento, que dejan la melodía a cargo de unas trompetas agudas de fanfarria. Junto con el paisaje, los cortes sonoros generan sentimientos de implicación en la acción y de recursos épicos o líricos (solo de flauta en la intimidad de la pensión Mordoch). La película comienza superponiendo a los créditos de entrada la canción original de Bernstein “True Grit”, que canta Glen Campbell. 
La fotografía, de Lucien Ballard ("Grupo salvaje", de Sam Peckinpah, 1969), crea composiciones soberbias y emotivas. Las imágenes son luminosas y de un cromatismo intenso y natural. Predominan las visiones otoñales que casan con el tono sutilmente melancólico del film. Por si fuera poco, y digno de su director, el film está nutrido de una fotografía extraordinaria, de pura y enorme belleza, con una colorimetría abismal y de lo más variable, haciendo que su atractivo gane enteros. 

Destaca destalles de interés como la luz de carburo, el colt Dragón, el vendedor de cacahuetes, etc. Su cartel lo deja claro y reza: ‘El más extraño trio para coger a un asesino: Un valiente, tuerto U.S. marshall que nunca ha conocido un día sobrio, un ranger de Texas sediento de generoso dinero y una chica todavía en pañales a la que no le importaba lo que hubieran hecho o quiénes eran, siempre y cuando tuvieran Valor de Ley.’ 

Aparece otro punto de vista sobre el ‘ajuste de cuentas’; la protagonista, recordemos, que quiere a Tom Chaney para que sea ejecutado con todas las de la ‘ley’, pero no quiere que lo sea en otro estado por otro de los crímenes que ha cometido, como el asesinato de un Senador, sino que quiere reivindicar a su padre como víctima principal. 
 John Wayne arrebató el Oscar a Dustin Hoffman por 'Cowboy de medianoche'. El entonces ya veterano actor, con parche en el ojo, se inventa un personaje memorable. Hathaway también se vale de unos grandes secundarios, con unos principiantes Robert Duvall y Dennis Hopper, lo cual aumenta aún más el aliciente por “Valor de Ley”. 

La historia es sencilla, relativamente previsible y cautivadora. No es habitual la presencia determinante en el grupo protagonista de una jovencita de espíritu independiente, gran imaginación, descarada y de rigurosas convicciones presbiterianas. Choca con las laxas concepciones morales de “Rooster” (el gallo) y las estrictas creencias episcopalianas de Le Boeuf.

domingo, 17 de febrero de 2013

Un clásico en las arenas


Después de varios intentos he visto un clásico de Howard Hawks. Es una película que había visto fragmentariamente, pero nunca completa. Recuerdo que en uno de estos programas de cine que antes ponían en televisión sobre actrices, actores y directores de Hollywood un día presentaron el de Joan Collins, que en los años 80 era una importante estrella televisiva. De allí tuve noticias de su participación en esta película de 1955.

Tierra de faraones (cuyo título original en inglés Land of the Pharaohs) es una película estadounidense dirigida por Howard Hawks y estrenada en 1955. La producción estuvo a cargo de Howard Hawks para la Warner Bros Pictures, quien la distribuyó. Pictures al igual que la distribución . En la película la productora invirtió cerca de 3 millones de dólares (2.900.000) no recuperando su inversión, por lo que fue el primer quebranto económico de una obra realizada por Hawks. 
Para esta superproducción histórica de Howard Hawks escriben el guión William Faulkner, Harry Kurnitz y Harold Jack Bloom. La banda sonora es de Dimitri Tiomkin, mientras que la fotografía fue de Lee Garmes y Russell Harlan, mientras que el montaje fue labor de Vladimir Sagovsky. 
Los actores que participaron fueron Jack Hawkins como el faraón Keops, Joan Collins que es la princesa Nellifer, James Robertson Justice como Vashtar, Dewey Martin como Senta, Alex Minot como Hamar, Luisella Boni como Kyra, Sydney Chaplin que interpreta a Treneh, James Hayter lo hace con Mikka, Carlo de Angelo es el guardián de los cuerpos y Bud Thompson que representa a Mabouna. 
La acción dramática tiene lugar en Egipto, en tiempos de Keops, segundo faraón de la cuarta dinastía, que reinó durante 23 años (según el Canon de Turín), entre 2579 y 2556 AC, hace 4.500 años. Keops (Hawkins) es un gobernante guerrero que aprovecha sus victorias para obtener cuantiosos botines de oro y joyas. De carácter obsesivo, desea construir para su sepultura la pirámide más grande del mundo y dotarla de un sistema de seguridad que haga inviolables las cámaras del sepulcro y la anexa destinada al depósito del tesoro. 
Tras el regreso de su victoria el faraón Keops ordena construir una pirámide a su primer consejero y sumo sacerdote es Hammar (Minotis) hombre hábil, prudente e inteligente., que supere las anteriores realizadas en cualquier parte del mundo, donde reposará cuando tenga que pasar la vida en el mundo de los muertos y para ello emplea a un arquitecto-ingeniero que había proyectado las defensas de su ciudad el arquitecto-ingeniero judío esclavizado al que encarga la realización de las obras, Vashtar (James Robertson Justice) y su hijo Senta (Dewey Martin). A cambio liberará a su pueblo tras la culminación de la misma, con la condición de que él quede enterrado con el faraón. Vashtar debe diseñar no sólo un sepulcro sino sobre todo un mecanismo, que garantice la seguridad del féretro y el oro para que nadie pueda acceder a ellos y saquearlos. 
El acuerdo al que llegan el faraón y el ingeniero es que el primero irá liberando cada año a una cantidad determinada de gente del pueblo del segundo, mientras que éste, una vez concluya la megalómana obra, deberá sacrificarse pues nadie debe conocer los entresijos de la tumba.

Keops no solo termina obsesionado con el levantamiento de esta última y con el oro (que almacena en un sótano de su palacio y al cual solo puede acceder él).
La construcción de la pirámide se interrumpe, ya que las canteras más cercanas se han agotado y falta materia prima. También se reduce el ánimo entre los trabajadores. El cambio mediante elipsis se produce en los trabajadores: del entusiasmo inicial (a ambos les espera una recompensa ya sea su libertada o dinero) a la desesperación final (cuando el trabajo se convierte en un suplicio y se hace por obligación sin posibilidad de negarse, a golpe de látigo). 
En este contexto se va a producir la aparición de Nellifer (Joan Collins), una atractiva princesa chipriota que se presenta como tributo de su pueblo. Para continuar decide cobrar tributos a Chipre, reinado por la bellísima pero ambiciosa princesa Nelifer, de quien se enamora y con la que se casa. Ésta se suma a la obsesión, convirtiéndose en su segunda esposa.

Y es ella, igualmente atraída por el oro (aunque de otra manera: lo quiere disfrutar en vida), el catalizador y el protagonista último de toda la tragedia que encierra el film. Ella irá progresivamente ambicionando la riqueza del monarca y para su plan contará con del capitán Treneh (Sidney Chaplin) –prendado por la belleza de la princesa desde el primer momento–, la muerte de la primera esposa del faraón por el ataque de una serpiente amaestrada por los traidores, el también frustrado intento de homicidio del faraón a cargo de uno de los criados de Nellifer.

El espléndido climax entre Nellifer y el faraón, en el que ella ataviada con una de las joyas que él le había negado, aunque Keops, moribundo ya, termina imaginando la verdad cuando identifica entre nubarrones (excelentes los planos subjetivos que muestran la mirada adulterada del faraón) el collar de oro que lleva la mujer... 
El final de Nellifer una vez muerto el faraón no puede ser otro: el sumo sacerdote (Alexis Minotis), amigo del faraón y fiel servidor suyo, acompaña a éste junto con varios sacerdotes en el camino hacia la otra vida como así lo habían dispuesto; Nellifer manipuladora, codiciosa y traicionera, engañada por aquél, es encerrada viva con ellos y con el oro que ansiaba poseer. 
Por último, un plano general de Vashtar y su hijo pequeño da paso un plano similar en donde éste ya es mayor y tiene el rostro de Dewey Martie. La resolución del film que, por la mediación del sumo sacerdote, Vashtar y su hijo son liberados aunque en principio debían sacrificarse por conocer la estancia secreta de la tumba. 
De ella han dicho en el Diario El País Fernando Morales y Miguel Ángel Palomo que "Apoyado en un atractivo guión de William Faulkner, recrea, con muy buena ambientación, la construcción de la pirámide de Keops. Filme épico y colorista en el que destaca el papel de villana de Joan Collins" , el primero, mientras que el segundo la define como un "…alarde de potencia narrativa" . 
Quim Casas en su artículo titulado "Howard Hawks. La comedia de la vida". (Editorial Dirigido por... Barcelona, 1998, p. 368-369) señalaba que «El inicio de la construcción está acompañado de un cierto didactismo. La voz en off nos ofrece datos sobre la titánica empresa (...) Los comentarios dejan de ser tan estadísticos cuando la fatiga general se apodera del pueblo egipcio, las canteras se agotan y surgen los problemas para elevar la estructura de la pirámide. La música juega un papel determinante, más allá de los altisonantes y exóticos arreglos de Dimitri Tiomkin. Mientras las cosas funcionan, los trabajadores cantan de manera jubilosa durante la tarea. Cuando el escepticismo aflora y se pierda la ilusión colectiva, los cánticos desaparecen para ser sustituidos por el monocorde sonido de un tambor (...)». 
Javier Latorre en el nº 291 de “Dirigido por…” señalaba Otro de los aspectos que más interfieren en un mayor triunfo del film es la interpretación del reparto en general: Jack Hawkins intenta dotar a su personaje de cierta humanidad sin eliminar la presencia imponente que aquél requiere, pero solo consigue acertar en determinados momentos (el mejor: cuando muere); Joan Collins no aporta a su personaje, tan oscuro, el porte que requería (si tal vez en el aspecto sensual), y sus limitados registros dramáticos no superan esa carencia; James Robertson Justice a pesar de si tener la presencia adecuada parece sacado de cualquier serial televisivo en el que diera vida a un hipotético tío Joe; pétreo aunque más entonado está Alexis Minotis, si bien propone un distanciamiento hacia su personaje no muy claro que no parece muy adecuado. Más ajustados a sus personajes están Dewey Martin, actor competente por lo menos con Hawks, y la casi fugaz Kerima, interpretando a la reina Neilla, la primera esposa del faraón".

Lo cierto es que la película le debe mucho a Howard Hawks. La hizo después de dos Comedias consecutivas, la magnífica Me siento rejuvenecer (Monkey Business, 1952) y la menospreciada y divertidísima Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen Prefer Blondes, 1953), Howard Hawks eligió un proyecto totalmente opuesto para su siguiente película, Tierra de faraones, una tragedia de eco cercanos a shakespeare, pero ambientada en el Egipto faraónico y que poseyendo momentos de gran intensidad y belleza. Eso sí, no prescinde de su idea de superproducción con una excelente ambientación, notable guión, buenas actuaciones, soberbia fotografía y una banda sonora llena de matices aunque mantenga su aspecto intimista, dramático. Y todo tiene un marcado carácter naturalista. No pretende hacerla teatral al estilo Mankiewicz, sino en base a una gran intensidad dramática, que se basa en intrigas, engaños, traiciones, deslealtades, asesinatos, etc. El interés del resto del film es muy desigual. 
Como decíamos la película gira en torno a las inquietudes características de Hawks: la amistad masculina, la ambición, el honor, la traición, la relaciones entre hombres y mujeres...Destacan los paralelismos con Rio Rojo (Red River, 1948): la construcción de la pirámide se asemeja al transporte de las diez mil reses visible en su obra maestra o en el tono conciliador visible en el permiso para salir que le dan al arquitecto y su hijo por haber cumplido su palabra.

El film suma drama, aventuras e historia en el Antiguo Egipto como lo llevaron al cine otros, antes y después, visibles en “Sinuhé el egipcio” (Michael Curtiz, 1954) y “Cleopatra” (Mankiewicz, 1963). O al mundo clásico en general tan propio de los años 50 visible en Helena de Troya de Robert Wise (1956), en Los diez mandamientos de Cecil B. DeMille (1956) o la oscarizada Ben-Hur de William Wyler (1959), pasando por La túnica sagrada de Henry Koster (1953) que introdujo la nueva tecnología del Cinemascope, dibujan bien el entorno de una de las décadas prodigiosas del american "peplum" (vocablo que significaba túnica sin mangas).

Volviendo al elemento dramático de la película señalar que no es de extrañar por lo tanto que los mejores momentos de Tierra de faraones sean los que se detienen en la descripción más íntima del drama, principalmente visible en aquellos en los que se precipita la tragedia, que paulatinamente aparecen menos iluminados (las sombras arropan a los traidores -Nellifer - y nublan a los traicionados). También llamativo en el filme son las elipsis introducidas tanto por el narrador como por el aspecto reflejando ambos el paso del tiempo.

En cuanto historiador se aprecian , según he leído algunos anacronismos, en el vestuario, a cargo de Mayo, que imita formas egipcias de diversas épocas, sin prestar excesiva atención a la cronología o incluyendo a los camellos en el desfile militar, pese a que la domesticación de los mismos tiene lugar en Arabia años más tarde. Por el contrario ofrece una explicación plausible de la organización del trabajo colectivo, en la que la fuerza física de las personas humanas es la única fuerte de energía y las lianas y los nudos, la única tecnología en uso con lo que aumenta la verosimilitud de la explotación de seres humanos esclavizados, tratados con exigencias crecientes de esfuerzo en un contexto de manifiesta crueldad, o prescindiendo con rigor de los caballos, cuya domesticación tiene lugar en Medio Oriente unos 500 años después. La inexistencia de animales de tiro determina la ausencia de carros o aurigas, etc o el papel de Luxor en el Imperio Antiguo. La recreación de la época está muy lograda, al igual que otros aspectos estilísticos como la planificación, la fotografía o la banda sonora a cargo del imprescindible Tiomkin (notas disonantes en los instrumentos de viento para apuntar la opulencia y crueldad de Egipto y su emperador, refinadísima utilización de los instrumentos en las escenas intimistas), aunque resultan excesivamente detallada las ceremonias que acompañan al faraón de duración excesiva, como en la presentación del film o las planos dedicados a la construcción de la pirámide

Parece ser que el propio Hawks trató de imponer a John Wayne para el papel del faraón Keops pero su propuesta no fue admitida por la productora. El caso es que el film no dio el resultado previsto y después de esto, Hawks desaparece del mundillo cinematográfico durante 4 años, hasta su genial regreso con Río Bravo. Película de grandes elipsis ésta que nos narra la «arquitectura de una obsesión» y que resulta muy didáctica gracias a la narración en voz en off y que habla sobre la ambición de poder y la libertad. 
Señalaba Terenci Moix en el volumen III de su historia del cine, publicada en la revista Blanco y Negro del diario ABC que uno de los aspectos más singulares de la película estribaban no sólo porque la Warner se instalara en Egipto para montar una pirámide mediante miles de extras, sino que lo realmente hará relevante al filme es la presencia en su guión de un William Faulkner “que no sabía como hablaban los monarcas de aquel lejano periodo”.

viernes, 15 de febrero de 2013

Una película intocable

El tiempo pasa, nos vamos haciendo viejos…dice la canción de Pablo Milanés. Pues sí, esta película lo ha conseguido. Fui al cine, yo diría que al Santa Rosa a verlo, acompañado de una de mis hermanas y de un amigo. La película me gustó, y aunque la gente al salir comentaba principalmente la escena de la escalera en la que Eliot Ness y George Stone tienen que enfrentarse a los mafiosos que acompañaban al contable que tenía la clave da la detención de Al Capone por lo aparentemente novedosa y espectacular, y con un carrito de por medio, yo opté por valorarla en su conjunto de entretenimiento. Por otro lado la escena ya me era reconocible por haber visto “El acorazado Potemkin”.

Anoche cuando me puse a verla la recordaba paso a paso. Sospecho que volví a verla pues me resultaba muy reciente. Y, si bien escierto que en agosto la ví en formato VHS, ayer la pude ver en HD. La historia del VHS es curiosa, pues compré el video en un Video Club que vendía sus fondos ante el inicio de la expansión del DVD. Era el año 2000 o 2001.
Lo que más me sorprende de todo es que la película se ve estéticamente moderna y eso que es del año 1987. Otra cosa que me llamó la atención no recibió el oscar a la mejor banda sonora, cuando la misma, obra de Ennio Morricone, es grandiosa. Elegí la película en ese contexto revisionista de volver a saber más sobre la Mafia en los EE.UU tras ver el documental sobre Alphonse Capone y la serie Boardwalk Empire.
 
Los Intocables de Eliot Ness (España) o The untouchables, es una película estadounidense de 1987 dirigida por Brian de Palma y protagonizada por Kevin Costner que asume el papel de Eliot Ness, ese archivero de la policía que ha quedado para la historia como el hombre que llevó a la cárcel a Al Capone, aunque como señalaba el reportero de Chicago que hizo un seguimiento sobre la figura del gánster nacido en Brooklyng, el verdadero Ness no lograría encontrar ni una granja de queso en Kentucky.
El elenco de esta película lo encabeza un joven Kevin Costner como Eliot Ness, que se hace acompañar de sus intocables. Estos son Sean Connery (Jim Malone), Charles Martin Smith (Agente Oscar Wallace) y Andy García como Agente George Stone/Giuseppe Petri.

En uno de sus papeles más memorables está Robert De Niro como Al Capone. También destacan Richard Bradford como el corrupto Jefe de policía Mike Dorsett. En papeles menores están Jack Kehoe (Walter Payne), Brad Sullivan (George), Billy Drago (Frank Nitti), Patricia Clarkson (Catherine Ness), Vito D'Ambrosio (Bowtie driver), Steven Goldstein (Scoop), Peter Aylward (Tte. Anderson), Don Harvey (Oficial Preseuski) y Robert Swan (Capitán Mountie).
La película que dura 119 minutos fue lanzada el 3 de junio de 1987 siendo positivamente evaluada por la crítica especializada. Además, fue un éxito en el plano económico generando 76 millones de dolares (USA $) en ganancias. La producción de la película estuvo en manos de Art Linson, pero la distribución fue asumida por la Paramount Pictures.
La película está inspirada en la novela The Untouchables, escrita en 1957 por Eliot Ness y Oscar Fraley, aunque el guión fue obra de David Manet. La música correspondió al italiano Ennio Morricone que realizó una de las bellas bandas sonoras de los 80. El vestuario fue obra de Giorgio Armani, aunque el diseño cinematográfico fue para una nominada Marilynd Vance-Straker . La fotografía – yo la he visto en una calidad regular del VHS y magnífica en el formato HD- fue obra de Stephen H. Burum.
Los intocables fueron nominados a 4 premios de la academia, de los cuales Connery recibió uno al de mejor actor de reparto. Los otros premios no obtenidos serían para la mejor banda sonora a Ennio Morricone; al mejor diseño de vestuario para la que estuvo nominada Marilynd Vance-Straker y la Mejor dirección artística para Patrizia Von Brandenstein, William A. Elliott y Hal Gausman.
La película comienza con un recordatorio de la época en la que nos encontramos, con una ley seca en vigor desde 1919 y que para 1930 ha dado pingües beneficios al crimes organizado que campa a sus anchas en la ciudad de Chicago. Tras la misma, se procede a realizar una entrevista al jefe del crimen organizado de Chicago, Al Capone, que en tono encantador y jocoso se ofrece como un vendedor de felicidad a la sociedad americana y comenta las dificultades en las que creció ya que con amabilidad y sin un arma no hubiese sobrevivido en su juventud.
 
La película empieza con el atentado con bomba contra un bar en la guerra del alcohol. Sicarios de Capone exigen a un vendedor la compra de su cerveza, al negarse dejan una maleta bomba que estalla sobre una niña.
Mientras tanto, Eliot Ness, un agente federal idealista, es el recién normado encargado de mantener el orden en el Chicago de la Ley seca. En un principio alecciona a los suyos al cumplimiento estricto de la ley, solicitando que den ejemplo no bebiendo. Más tarde, Ness hace una redada en un almacén de Al Capone, pero cuando llega, en el almacén no encuentran alcohol. Ante esta perspectiva Ness sospecha que la policía de Chicago es sobornada.
Esa misma noche, mientras Ness rumia su desgracia y su ridícula acción, se produce un encuentro casual cuando el agente federal conoce a Malone, un policía de la vieja escuela que cree en el cumplimiento de las leyes. Ness le pide que se una a su grupo para acabar con Al Capone.
Poco después al equipo se unen Oscar Wallace (un agente del tesoro) y George Stone (un cadete de la policía que se ha cambiado el apellido Giusseppe Petri). El nuevo equipo de los "intocables" empieza a actuar y entra en un almacén de Capone consiguiendo su primer éxito, así comienza a limpiar la ciudad. Por la noche se van a cenar inmortalizando el momento con una foto.

Desde allí sus actuaciones se amplían hasta hacer una sangrienta redada en la frontera canadiense, en donde consiguen la detención y declaración de uno de los socios de Capone, quien en cada momento se muestra más brutal – alejado de la realidad mostrada en el documental-. Capone al ver que su negocio corre peligro contrata a un asesino a sueldo llamado Frank Nitti.
En la jefatura de policía, uno de los intocables, Wallace, es tocado y asesinado por Nitti. Poco después el mismo asesino mata a Malone. Ness llora la muerte de sus compañeros. Pero siguiendo los pasos de Wallace, quien aseveraba que la clave estaba en los delitos contables de Capone, como en la perseverancia de Malone, procede a la detención del contable de Capone.
La misma se produce en la estación de tren, memorable monumento a la obra de Eisenstein con un grandioso tiroteo en las escaleras del tren de la ciudad que permite apresar al contable de Capone. Con el contable en sus manos Ness puede acusar a Capone por evasión de impuestos.
Días después se celebra el juicio. Capone ha comprado al jurado, también al juez. Pero al reconocer Ness a su matón Nitti, sigue a éste para detenerlo. Cuando lo detine se encuentra una cajetilla de cerillas que tiene escrito Racine 1634. Y Ness responde : “yo solía tener un amigo que vivía allí". Tras una persecución por la azotea, Nitti es detenido y reconoce no sólo que es el asesino de sus compañeros sino que además saldrá libre de las acusaciones por lo que Ness decide tirarlo por la azotea. Gracias a la prueba documental de la compra del jurado Al Capone es condenado. Alterándose como un energúmeno y lanzando gritos y amenazas a diestro y siniestro.
Ness regresa a su despacho, lee las notas de prensa que van desde su fracaso inicial hasta la condena de 11 años que recae sobre Capone y sale de su despacho tras darle a Stone los amuletos de Malone. Tras salir a la calle un periodista le pregunta que hará cuando la ley seca termine y el contesta inteligentemente: “tomarse una copa”.
La escena en la que el carrito de bebé cae por la escalera de la estación está claramente inspirada en el acorazado Potemkin, de Sergéi Eisenstein, en la que otro carricoche cae por la escalinata de Odesa durante las revueltas.
Como curiosidades decir que a Andy García le ofrecieron el papel de Billy Drago (el asesino que viste de blanco), pero él suplicó por hacer de Stone. Sabía que si hacía de malo le encasillarían para siempre (cosa que le ha pasado a Billy Drago).
Fernando Morales en el Diario El País señaló que los Intocables era una "Popular película dirigida con maestría (...) Con un impecable estilo y ritmo visual (...) evocadora música de Ennio Morricone (...) Imprescindible."

Muchas otras cosas son las que nos ofrece De Palma como son la fotografía, el guión impecable de David Mamet, el vestuario, la ambientación, el dinámico y estudiado manejo de la cámara, la portentosa y magistral partitura de Ennio Morricone y muchas escenas memorables y suntuosas escenas de exquisito lujo, gran ambientación y caracterización de sus personajes, maestría en los planos así como en la fotografía... todo lo técnico sobresale, y no menos las actuaciones de sus carismáticos personajes, destacando a un Robert de Niro nacido para interpretar a Al Capone, Billy Drago como el malísimo sicario Nitti, y los intocables Malone (Sean Connery), y los agentes Wallace (Charles Martin Smith) en su único gran papel memorable y el agente Stone (Andy García) en uno de sus primeros papeles de peso. También Costner está estupendamente.
El tono general de la película no aburre en ningún momento y mantiene el interés, llevando a momentos tan contundentes como el de Al capone afirmando "Me gusta el béisbol porque es un juego de equipo" antes de batear la cabeza de uno de sus colaboradores, la escena de la caballería en la frontera canadiense y el posterior y brutal tiroteo, la primera actuación fallida de Ness o el tiroteo en las escaleras de la estación de Chicago.

A resaltar la obra maestra que supone la música del maestro Morricone, y no precisamente el archiconocido tema central, si no muchas otras piezas como la del Lexington Hotel, o esa melancólica pieza de recuerdo a los compañeros caídos ("Su medalla de San Judas, él querría que la tuviera un policía").. Todo es perfecto en esta película: Todo el mundo se acuerda de la que transcurre en la estación de tren, pero no debemos olvidar otras escenas como la de la cabaña en la frontera canadiense, la del apartamento de Malone o la azotea de los juzgados. Muchas de las escenas son guiños a la historia del cine. La de la policía montada que llega de Canadá es un guiño a los westerns de John Ford; la escena de la cabaña donde Sean Connery levanta al muerto y le mete la pistola en la boca para amedrentar al otro gángster, es una referencia a Alfred Hitchcock y la escena de la escalinata es como hemos señalado un homenaje a la escalera de Odessa de Eisenstein y su Acorazado de Potemkin.
El final es bueno: "Señor Ness, han dicho que van a retirar la prohibición. ¿qué hará usted entonces? Me tomaré una copa."

lunes, 11 de febrero de 2013

Todo por un barrunto


Si esta semana escribía sobre la última película censurada, el desencanto, hoy escribo sobre una película secuestrada por el Gobierno de la UCD. El ministro de cultura el historiador Ricardo de la Cierva pidió que se pusiera la película a disposición militar, y que fuese secuestrada durante más de año y medio y su realizadora objeto de un proceso militar. Y eso que la censura había desaparecido oficialmente a principios de 1977. 

Las razones que se esgrimieron pudieron ser de índole moral, las escenas de la tortura son aterradoras, aunque no cabe duda que tuvo igualmente peso la fuerte crítica hacia una institución como la guardia civil, presentada como auténticamente torturadora. 
Esta es la historia de un crimen que nunca existió. Un crimen que nos fue relatado literariamente por Ramón J. Sender en su obra El lugar de un hombre (1939). Por suerte o por desgracia el libro cayó en manos de Pilar Miró y de Lola Salvador Maldonado ,autora igualmente del libro El Crimen de Cuenca publicado con el mismo título por la editorial Argos Vergara y que se basaba en hechos reales sucedidos a principios del siglo XX en los municipios de Tresjuncos y Osa de la Vega, y que tiene como epicentro el juzgado de Belmonte, todos municipios de la provincia de Cuenca .

La película es el Crimen de Cuenca y fue dirigida por Pilar Miró en 1979 y se convirtió en un éxito, pese a ser estrenada bajo el anagrama S. 

Se trata por lo tanto de una película española que contó con la producción de Alfredo Matas representante de la In-Cine Compañía Industrial Cinematográfica y Jet Films. El apartado musical fue encargado a un músico de la época Antón García Abril. La luminosa e intensa fotografía fue obra de Hans Burman, mientras que el montaje correspondió a José Luís Matesanz. Papel importante en la película dadas las brutales palizas que presentan es la del maquillaje, labor que recayó José Antonio Sánchez. El vestuario correspondió a Cornejo, el equipo de iluminación a Gecisa y los títulos a Madrid Film S.A. y Story Film-Pablo Núñez.

Los protagonistas fueron muchos grandes de la época como Amparo Soler Leal (Varona), Héctor Alterio (Juez Isasa), Daniel Dicenta (Gregorio Valero Contreras), José Manuel Cervino (León Sánchez Gascón), Mary Carrillo (Juana, madre del Cepa), Guillermo Montesinos (José María Grimaldos López, «El cepa»), Fernando Rey (Diputado Contreras), Mercedes Sampietro (Alejandra), Nicolás Dueñas (Juez primero), Félix Rotaeta (Secretario del juzgado) . 
Un cantar de ciego da inicio a la película, introduciéndonos en el supuesto asesinato. El 21 de agosto de 1910, un día de verano, Juana, madre de un chico, busca a su hijo por una zona pantanosa en la que supuestamente se están dando barro. Estamos en el pueblo de Osa de la Vega, provincia de Cuenca, y la desaparición del pastor José María Grimaldos, un joven de 28 años apodado «El Cepa», pastor de oficio y compañero de los anteriores, quien fue visto por última vez en la carretera que une Osa de la Vega con Tresjuncos cuando iba a la venta de un rebaño de ovejas. 

La familia de «El Cepa» denuncia la desaparición y en las pesquisas judiciales la madre, Juana, denuncia a sus dos compañeros, el guarda Gregorio Valero y el mayoral León Sánchez Gascón, de matarle para robarle el importe de la venta de las ovejas. El pueblo les acusa, incluso la mujer de Gregorio reúne pruebas contra ellos. En principio, no hay cuerpo, no hay caso. Es conocido que «El Cepa» es una persona a la que le gusta perderse. A finales de septiembre el juez municipal de Osa de la Vega – un juez tachado de liberal- remite las diligencias al juzgado de Belmonte que abre el sumario 94/1910. 
Tras pesquisas en las que se pregunta a Gregorio Valero Contreras y León Sánchez Gascón sobre si han visto al pastor en la misma finca donde trabajaban “El Cepa” y diligencias este juzgado sobresee la causa en septiembre de 1911. No hay cuerpo, no hay caso. 
En 1913 llega un nuevo y conservador juez a Belmonte, Emilio Isasa Echenique, quien al poco tiempo, influenciado por el cacique local y diputado conservador Contreras, decide reabrir el sumario. Por orden del nuevo Juez, los acusados son detenidos y brutalmente torturados por la Guardia Civil. Tras unos interrogatorios que son la máxima expresión de la crueldad humana que se ha llevado al cine (brutales palizas, arrancamiento de unas, atar al techo por sus partes, hierros en la boca, y otras vejaciones de grueso tamaño, y comidas sin agua a base de bacalao sin desalar- …) declarándose ellos mismos – como no, después de esto- autores confesos del crimen, y posterior descuartizamiento del Cepa. aunque nunca aparece el cuerpo de la víctima. 

Se prolongan las diligencias judiciales durante años y el caso es remitido a la Audiencia de Cuenca donde el fiscal pide la pena de muerte para ambos acusados. Finalmente, el 25 de mayo de 1918 el jurado popular declara a los acusados culpables del asesinato y la sala los condena a 18 años de cárcel. Por aplicación de indultos ambos salieron de la cárcel en libertad condicional el 20 de febrero de 1924 habiendo sufrido en total once años de prisión, cinco en Belmonte y seis en penales de Valencia y Cartagena tras la sentencia judicial. 

Volvemos al cantar de ciego. Y su cantinela está siendo escuchada por un vecino de un pueblo conquense. El vecino, un pastor, escucha nerviosamente al ciego. Le pide una de las hojas que narran el famoso crimen de Cuenca, él sospecha que hablan de él, pero no lo puede comprobar al no saber leer. A primeros de 1926, dos años después de haber recobrado la libertad los procesados, el cura párroco de Tresjuncos recibió una carta del cura de Mira, un pueblo situado al otro extremo de la provincia de Cuenca en la que le pedía la partida de bautismo de José María Grimaldos «El Cepa», quien vivía allí y deseaba contraer matrimonio. En ese momento se pone en evidencia la inocencia de los que fueron condenados. 
Es gracioso comprobar como la guardia civil que lleva al “Cepa” de Mira a Tresjuncos y custodia al desaparecido que al llegar al pueblo va diciendo a sus paisanos «me dio un barrunto y me marché». 

Cuando los dos acusados se encuentran en las puertas del juzgado de Belmonte, se miran y se abrazan tras tanto tiempo de injusticia. 
Al final de la película y con el fondo de escritura se nos informa que el Ministerio de Gracia y Justicia ordenó revisar la causa y el Tribunal Supremo declaró nula la sentencia, además de ordenar concederles una indemnización a los que la Justicia había culpabilizado. Con la imagen sobre puesta de los responsables del caso y ya resuelto el caso, el cura de Tresjuncos apareció ahogado y el juez Isasa murió en su casa de Sevilla por una angina de pecho. El pueblo prefirió hablar de suicidios en ambas muertes. 
La película se rodó en diversas localidades conquenses como Belmonte, La Celadilla, Osa de la Vega, y Tresjuncos. Fue presentada en febrero de 1980 a la Sección oficial de largometrajes Festival de Berlín. Se estrenó con gran éxito en agosto de 1981 después de que la cinta fuera secuestrada por la autoridad militar, y su directora, objeto de un proceso también militar. La película dado el revuelo previo fue todo un éxito eso sí, con el anagrama "S" que se le daban a las películas eróticas o, como en este caso, muy violentas.  

De ella Fernando Morales en el Diario “El País” escribió lo siguiente: "Las torturas son llevadas a la pantalla con demasiada minuciosidad y mucho problemas con la censura, en una historia que no los dejará impasibles".Vicente Molina Foix dijo de esta película que era un ejemplo "poderoso del cine-choque, cine de catarsis, cine liberador a través de unas imágenes convulsivas...".
Este narración visual ha pasado a la historia como uno de los mayores errores judiciales y fue utilizado por la prensa de la época para cuestionar el sistema, el sistema judicial y los métodos de la Guardia Civil, entre otros la tortura. 
Podríamos entender que el crimen del este año se cumple el centenario y del que se refiere el título, es el cometido por la Guardia Civil al torturar a los sospechosos y por el Juez Emilio Isasa Echenique. Un dato curioso y veraz es el apodo del “Cepa”, pastor en casa de Francisco Antonio Ruiz obedecía a un doble motivo y que la película refleja con claridad meridiana en el papel que asume Guillermo Montesinos: apenas medía metro y medio de estatura y su inteligencia era igualmente corta. 
La historia real nos cuenta que fue la familia de Grimaldos la puso denuncia sobre su desaparición en el Juzgado de Belmonte. En dicha denuncia apuntan al mayoral León Sanchez y al guarda Gregorio Valero, ambos también trabajadores de Francisco Antonio Ruiz, ya que según los familiares de “El Cepa” ellos solían importunarle y mofarse de las pocas luces del desaparecido. Presuntamente le habían asesinado para apropiarse del dinero procedente de la venta de unas ovejas. 
El juez Emilio Isasa, cuando llegó hizo oídos a las quejas de los vecinos de Tresjuncos, que por cierto no podían llevarse peor con sus vecinos del pueblo colindante, y a los comentarios de que tuviera cuidado ya que por aquellas tierras “los asesinos andan sueltos”. El juez se tomó al pie de la letra aquellas acusaciones (por lo tanto, no hubo de por medio mediación del político conservador) y ordenó la reapertura de las actuaciones, la detención de León y Gregorio y que se levantara acta de defunción de Jose Mª Grimaldos, a pesar de no existir cadáver. Es en este momento cuando comenzó el calvario de torturas para los acusados a manos de la Guardia Civil. El jurado popular los culpó tras debatir media hora y los enviaron 18 años a la cárcel; aunque salieron doce años después, sus vidas quedaron destrozadas y marcadas por la desconfianza general. 
Existen algunas diferencias con respecto a la realidad. Por ejemplo, el cura trató de ocultar la noticia durante meses por temor a un escándalo, pero las frecuentes visitas del Cepa a Tresjuncos, inquieto por no saber nada de su partida de bautismo, precipitaron los acontecimientos. El tremendo error judicial cometido levantó una fuerte polémica periodística en la España del régimen de Miguel Primo de Rivera. Ángel Luis López Villaverde, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha, explica que «la prensa más liberal, periódicos como El Sol, El Liberal o El Heraldo de Madrid, le dio una relevancia enorme, pidiendo responsabilidades por el error judicial de Belmonte. Por otro lado, la prensa más conservadora -El Debate- casi obvió este caso. El curioso que "El Sol" enviara a Ramón J. Sender a cubrir el caso.

La instrucción del caso fue un despropósito de principio a fin, ya que ante las torturas los detenidos tuvieron que empezar a inventarse cosas, tales como el lugar donde escondieron el cadáver, lugar en el que cuando iban a buscar, obviamente, no había nada. En la película vemos como primero buscan en un espacio y al no encontrar nada le dan un tanda de golpes, y finalmente, buscan en el cementerio donde encuentran restos , pero que no corresponden con el fallecido ni por sexo no por edad . Finalmente para salir del paso llegaron a la versión de que lo habían troceado y se lo habían echado a los cerdos. En el colmo del despropósito no faltaron incluso testigos oculares del crimen. 

Así en 1918 comenzaba en la Audiencia Provincial de Cuenca un juicio que condenaba a ambos acusados a 18 años de prisión, de los que cumplieron 12 años. León cumplió condena en la cárcel de Cartagena y Gregorio en la Valencia y ambos fueron liberados el mismo día, hecho que facilitó el que se encontraran en la estación de autobuses de Socuéllamos de regreso a sus casas. Regreso también difícil, ya que seguían siendo señalados y tachados de asesinos, siendo totalmente marginados por sus vecinos. 
Esos 12 años fueron un infierno para las familias, ya que eran señalados por la calle como “los familiares de los asesinos”, además ambas familias se reprochaban mutuamente ser los responsables del asesinato, dentro de cada familia hubo igualmente dudas respecto a la culpabilidad o no de los cabeza de familia y entre el pueblo del “supuesto muerto” y el de los “supuestos asesinos” estalló un conflicto de odios y rencillas que duró décadas. 
Tenso fue también el momento en el que ambos se vieron frente a frente con Grimaldos, este llegó llorando y se arrodilló ante ellos pidiendo perdón, y que su desaparición de debió a “un barrunto” que le dio tal y como reconoció a Ramón J. Sender cuando este viajó hasta su casa como cronista de la publicación “El Sol”. Las familias de los acusados reprocharon posteriormente a la del Cepa que sabían que su familiar estaba vivo, y que los había visitado en Tresjuncos en varias ocasiones, tal y como se desprende de testimonios de niños que afirmaban ver al Cepa en una matanza y que preguntaban “… si los espíritus también comían gachas”, la familia Grimaldos desmiente estas afirmaciones y sostienen que los padres del Cepa murieron con la pena de creer muerto a su hijo. 

El Estado por su parte resarció a los condenados dándoles un trabajo de guardas en el madrileño parque de El Retiro. Lugar en el que algunas fuentes sitúan un encuentro casual de ambos con el sargento de la Guardia Civil Juan Taboada Mora, el responsable de sus torturas, este encuentro se saldó con que ambos guardas la emprendieron a patadas y puñetazos con el sargento y que la cosa no fue a mayores porque otros guardias civiles apaciguaron el incidente, y hay quien incluso sostiene que la muerte de este sargento durante la Guerra Civil se debió a la venganza de ambos encausados. 
Gregorio terminó sus días en Madrid y sus restos reposan en el cementerio de la Almudena, León regresó a Cuenca primero al Pedernoso y finalmente a Villaescusa de Haro, localidad de la que era originaria su mujer.  
Estamos ante una historia impactante y sobrecogedora así como un magnífico testimonio de una historia verídica en donde la tortura y las vejaciones juegan un papel central . Igualmente la historia de un pueblo sumido en la más profunda de las ignorancias y la más brutal de la opresiones, en la que “un barrunto” da inicio a la brutalidad no sólo de la Guardia Civil, sino también de los caciques del pueblo, visibles en el diputado, el juez y el cura. 
Sin embargo, Pilar Para nos presenta una historia diferente en la pequeña ficha que sobre la película presentó la revista tiempo sobre "El mejor cine de la transición". Pilar Parra en la referencia que hace sobre el "Crimen de Cuenca" que para 1926 , uno de los protagonistas reales se había suicidado y el otro ha fallecido de muerte natural.  
La música es magnifica te pone los pelos de punta con una banda sonora apropiadísima, que en ocasiones ejerce como pieza fundamental para construir una quebradiza atmósfera alrededor de todo ese halo de tortura y desesperación psicológica (mostrada con acierto en algunas secuencias, como la del riachuelo al lado del cementerio). 
Miró decide que su relato no es más que una historia sobre dos amigos, dos amigos que, por fuerza mayor, son obligados a actuar de un modo que no les hace justicia, que les delata como personas débiles y cuya fortaleza queda sumida ante una situación límite como esa, pero que terminan redimiendo sus pecados en una conclusión digna de elogio y que nos aclara definitivamente cual era el punto al que quería llegar la cineasta. 

Hay un importante reparto de actores españoles destacados de la época,los setenta, con la colaboración especial de Fernando Rey, al que los papeles de hombre ilustrado o aristócrata le sientan tan bien y en los que brilla especialmente. Destaca también, entre otros, Amparo Soler Leal, en su rol de esposa sufridora que se pondrá en contra de su marido para proteger a sus hijos, y la de los sufridores como Valero y Sánchez (interpretados por Manuel Dicenta y José Manuel Cervino respectivamente) o la corta pero muy efectiva aparición del "corto" Cepa,  Guillermo Montesinos. 
Todos en conjunto, elenco y equipo técnico, encabezado por lo que más tarde fue directora de televisión española , consiguen dibujar en esta su segunda película, una magnífica ambientación de la España rural de principios de siglo XX, tan precaria y lastimosa. La cámara de Pilar Miró capta con gran verismo las duras condiciones de vida de entonces. Es, según palabras de Molina Foix, la denuncia de una alienación moral, de un abuso trágico. 

domingo, 10 de febrero de 2013

Ese vecino rarito


Este año en el colegio de mis hijos y con el fin de conmemorar el día de la Paz le pusieron a uno de ellos, en esa maravilla que es la pizarra digital la película Gru, mi villano favorito o Despicable Me. ¿Qué relación tenía la película con la Paz? Bueno, pues con la paz no, pero si con la ambición, con la banca miserable, con la necesidad de cariño.

Con esas cosas Gru, mi villano favorito es una película de animación en 3D, de comedia y apta para todo el público. La película está realizada por Universal Studios e Illumination Entertainment. Dirigida por ¿los franceses? Pierre Coffin y Chris Renaud. La producción recayó en Chris Meledandri, Janet Healy y John Cohen de la Illumination Entertainment y se invirtieron en ella 69.000.000 de dólares, mientras que la distribución estuvo controlada por la Universal Pictures. La recaudación que alcanzó fue elevada con 506,805,000 de dólares. 
El diseño de producción fue cosa de Yarrow Cheney. El guión de la película surge de las mentes de Cinco Paul y Ken Daurio inspirándose en una historia de Sergio Pablos. El montaje fue labor de Gregory Perler y Pam Ziegenhagen. En la voz de doblaje (la original participan entre otros Julie Andrews) los protagonistas del doblaje son Florentino Fernández hace el doble papel de Gru y de su madre, Ana de Armas (Margo), Andrea Rius (Edith), María Peinado (Agnes), Luis Posada (Vector) y Lorenzo Beteta (Dr. Nefario).

La historia comienza en Egipto, junto a la Gran Pirámide de Guiza que está en obras, se detiene un autobús lleno de turistas estadounidenses. Bajan de él un grupo de gordos turistas, entre ellos un niño revoltoso que va con su madre y un collar para retenerlo. Mientras hacen fotografías, el niño se escapa del cuidado de sus padres y se sube por la rampa en construcción, llega al final y cae accidentalmente sobre la pirámide, e inesperadamente rebota sobre ella. La estructura original ha sido robada y sustituida por un pirámide falsa y de goma que se está desinflando. 
En la escena siguiente un periodista de televisión habla de la ola de grandes robos que se están dando en el mundo. De inmediato, vemos al protagonista entrando en una heladería congelando a los que hacen colas, para él acceder en primer lugar.

La narración, más tarde, se sitúa en un barrio suburbano de adosados blancos, donde hay una casa de color negro con el césped muerto. Es ese vecino rarito del que todos recelamos. Entra en la vivienda en la que hay un extraño “perro”. Al momento un grupo de niñas huérfanas llaman a la puerta de la casa con el objeto de vender galletas. Sin que sus vecinos lo sepan, en su subsuelo se halla el escondite secreto del supervillano Gru y su ejército de Minions, pequeños humanoides con uno o dos ojos con forma de pastilla amarilla, vestidos  y con gafas. Cuando Gru se entera del robo de la pirámide, su orgullo es gravemente herido, y para recuperar su posición como el más grande supervillano de la tierra decide realizar el mayor atraco de la historia mundial: robar la Luna.

Armado con sus planos para la construcción de un cohete, Gru marcha a un trata de obtener un préstamo del Banco Local del Mal (anteriormente Lehman Brothers), donde en el vestíbulo de estera conoce a un joven supervillano llamado Vector (realmente es Victor). Mientras Gru espera, Vector lo molesta continuamente hablándole de su nombre y de su más reciente invención, una pistola que dispara-pirañas. Cuando consigue entrar para hablar con el presidente del banco para presentarle el proyecto de robar la luna, el señor Perkins le niega el préstamo hasta que obtenga un rayo reductor, que resulta indispensable para que su plan salga adelante. Perkins continua, diciendo que Gru se está haciendo ya muy viejo para ser un supervillano, y que ahora hay que concentrarse en supervillanos más jóvenes, que son los que están produciendo más dinero, como Vector, quien resulta ser el ladrón de la pirámide. 
A la salida del banco, decaído, Gru ve a Vector intentando recargar su pistola lanza-pirañas y le dispara con su rayo congelador. La primera misión de Gru es obtener el rayo reductor que está siendo utilizado por unos científicos asiáticos. Aunque Gru y sus Minions logran robar el rayo reductor de un laboratorio secreto en Asia Oriental, mientras experimentaban con un gigantesco elefante, cuando está escapando por los aires con su nave aparece Vector y quién a su vez se la roba, para luego encoger su nave como venganza por el ataque anterior del banco.

Tras este episodio, Gru intenta recuperarla infiltrándose en la base de Vector, pero sus intentos resultan inútiles cuando las defensas a base de misiles, resultan ser mucho mejores de lo que él preveía. Decaído, ve sin embargo cómo tres niñas huérfanas – aquellas que llamaron al inicio de la película su puerta- llamadas Margo, Edith y Agnes consiguen entrar en la guarida para vender sus galletas. Gru tiene una idea, y decide adoptar a las tres niñas para llevar a cabo su plan.

Tras una ardua negociación con una nada amable señora Hatti, la que regenta el hospicio, logra que se las otorguen en adopción. El villano pide a su ayudante, el doctor Nefario, que construya varios robots con forma de galleta de determinadas cualidades, ya que Vector ha realizado un gran pedido de éstas. Las niñas al entrar en su casa ven que Gru no las quiere, aunque la casa está llena de sorpresas (camas en forma de bombas, el perro, el laboratorio o el subsuelo con los Minions…). Por cierto, los minions siempre esperan su aumento de sueldo que nunca llega y tienen nombre propio, ya que Gru los ha personalizado entre otros son Dave, Tim, Kevin, Phil, Jerry, Stuart, Bob, Mark, Larry, John y Carl.

Al día siguiente, muy a su pesar Gru debe ir a las clases de ballet de las niñas, pues próximamente tienen una actuación pública. Tras ello, Gru lleva a las chicas hasta la casa de Vector para que entreguen el pedido, y cuando las pequeñas entran las galletas-robot salen de las cajas, abriendo un hueco en el interior de la cámara acorazada, lo cual permite a Gru y a un par de minions entrar. Los robots, sin embargo, sellan la bóveda de nuevo imposibilitando su salida. Tras varios momentos en los que están a punto de ser descubiertos por Vector, logran escapar de allí por la puerta principal. 
De camino a casa, las niñas piden a Gru que las lleve a un parque de atracciones cercano. Al principio este se niega, pues desea ponerse a trabajar en su plan lo antes posible, pero después accede, con la intención de abandonar a las pequeñas allí. Pero el plan fracasa porque el feriante obliga a Gru a montar en la montaña rusa con las niñas, ya que no pueden estar solas, y Gru monta.

Una vez hecho esto, éstas se paran a jugar en una caseta en la que uno de los premios es un peluche de unicornio que Agnes quiere. El sitio está sin embargo trucado y las pequeñas no consiguen el premio. Gru decide vengarse y utiliza una potente arma que pulveriza la caseta. El feriante accede entonces a entregar el peluche, ya que en efecto Gru le ha atinado a la diana. 
De vuelta a su casa en el residencial, Gru hace una adaptación del plan y lo presenta al señor Perkins a través de una comunicación por una videoconferencia accidentada, pues las chicas y varios minions interrumpen su exposición. Perkins le sorprende de nuevo denegándole el préstamo, diciendo que, si bien no tiene problemas con cómo se desarrollaría el plan, sí los tiene con Gru, una vez más diciendo que le gustaría que fuera Vector el que llevara a cabo el plan. Esto lleva a Gru a un flashback de su infancia, ya que él quería ir a la Luna desde que vio cómo el Apolo XI llevaba a cabo su misión, pero su madre nunca prestaba atención a lo que hacía, incluso cuando hizo una maqueta de un cohete a base de pasta y luego logró construir un cohete que podía despegar. Dicha situación alimentó su deseo de poder ir a la luna, e hizo que empezara con sus actividades supervillánicas para poder pagar su viaje. 
Por su parte, el señor Perkins avisa de inmediato a Vector de que le han robado la pistola de rayos reductores y le dice que ha sido Gru. Entonces se descubre que Vector es en realidad Víctor, el hijo del señor Perkins, y que la razón de que Vector tenga tantas armas es porque Perkins no tiene problema en darle dinero. Desalentado, Gru baja hasta la base subterránea y les dice a los minions que no pueden seguir adelante con la misión, ya que no tienen fondos para construir el cohete, y que ya no podrán seguir con sus actividades delictivas. Las niñas, intentando animarle, le dan a Gru sus ahorros y los minions se ofrecen a hacer una colecta para poner en marcha el plan. Esto anima a Gru, y decide seguir adelante con el plan, comprando materiales baratos y reciclando otros objetos para poder llevar a cabo la construcción. 
Durante los doce días restantes para la luna llena, la construcción del cohete sigue un ritmo adecuado, pero Nefario comienza a ver a las niñas como una distracción para Gru, que está empezando a disfrutar de su papel como padre adoptivo de Margo, Edith y Agnes. De hecho Gru quiere retrasar el lanzamiento con el fin de poder asistir al ballet de las niñas, el lago de los cisnes. Con la construcción casi terminada, Nefario decide llamar a la señorita Hattie, la desagradable dueña del orfanato donde vivían las niñas antes de que Gru las adoptara, para que se las lleve de vuelta al orfanato, diciendo que Gru le ha mentido. Además le dice que el halago final con el que consiguió la adopción, la llama rucio, significa “asno”. Tanto Gru como los Minions y las niñas acaban con el corazón roto. 
Además, el día del robo de la luna hay también un recital de ballet para el que las chicas han estado entrenando todo este tiempo. Gru sale volando a la Luna, sintiéndose mal por haber dejado ir a las chicas y, sobre todo, por no cumplir su promesa de asistir. De cualquier manera, uno de los Minions le mete la entrada al espectáculo en el bolsillo. Mientras tanto, el ayudante de Gru, el doctor Nefario, descubre que el rayo que empequeñece es temporal y que los cuerpos vuelven a su estado original en relación a su masa inicial. Tras encoger la luna hasta el tamaño de una naranja, Gru lo guarda en uno de sus bolsillos, y permanece flotando en el espacio durante un tiempo hasta que el billete de la obra de ballet (que Agnes le había dado hacía un mes y que uno de los esbirros le había metido en un bolsillo del traje de astronauta rosado, pues se lavaba con los tutús de las niñas, antes del despegue) aparece flotando en el espacio. Gru se da cuenta de que todavía tiene tiempo de llegar a la obra y se precipita hacia la Tierra, aterrizando cerca del colegio donde se iba a celebrar el recital. 
Pero cuando llega la obra ya ha acabado. Triste, Gru va hasta la silla que le había sido reservado y encuentra allí una nota de Vector, que ha raptado a las niñas y exige que le entregue la Luna si quiere volver a verlas. 
Gru va hasta la fortaleza de Vector y le da la Luna, pero el joven reniega de su acuerdo y decide mantener a las niñas como cautivas. Esto enfurece a Gru, que logra penetrar a través de las defensas de la fortaleza (dejando fuera de combate a un tiburón de un solo golpe de mano) y logra agarrarse a la nave de Vector mientras ésta está despegando, con la Luna y las niñas en su interior. Aunque no consigue agarrarse bien y cae al vacío, es rescatado justo a tiempo por el doctor Nefario y los minions, que están a bordo de la nave que Vector había contraído. Aquel le explica que los efectos del rayo reductor no son permanentes, y éstos empiezan a desaparecer a un ritmo inversamente proporcional a la masa original del objeto (algo que el doctor llama el "Principio de Nefario"). 
Mientras Gru sigue persiguiendo a Vector, la Luna empieza a agrandarse debido a que los efectos de la contracción están desapareciendo, y empieza a moverse por el interior de la nave de Vector, distrayéndolo y rompiendo la burbuja de cristal en la que están encerradas las chicas. Éstas consiguen abrir una compuerta, y Agnes y Edith consiguen saltar de la nave de Vector a la de Gru, donde son introducidas por los minions. Cuando Margo intenta saltar, Vector se lo impide, pero un temblor en la nave ocasionado por el crecimiento lunar hace que Vector suelte a Margo, que se agarra a un cable que está uniendo las dos naves. Gru intenta llegar hasta la chica, poniendo en peligro su vida, pero justo cuando Gru está a punto de agarrar a Margo el cable se rompe y los dos caen al vacío. Pero los minions han logrado montar una cadena humana y agarran a Gru y Margo, salvando sus vidas. 
Mientras, la Luna, que está en rápida expansión, activa los cohetes de la nave de Vector y la envía al espacio, con Vector justo encima de la nave, lo cual lleva a la Luna hasta su antigua posición en órbita. Gru y las chicas se establecen como una familia feliz, viviendo con los minions, mientras que Vector está varado en la Luna junto a un minion que había tomado una muestra de suero antigravedad y flotó fuera del laboratorio cuando a Nefario se le olvidó cerrar la claraboya. 
Las chicas deciden dar un recital especial de ballet para los minions, Gru y la madre de éste, quien tras muchos años de descuidar a su hijo le dice que está orgullosa de él por ser tan buen padre. En mitad del recital, uno de los minions cambia El lago de los cisnes por una canción de los Bee Gees, You Should Be Dancing, lo cual hace que todos los minions, Gru y su madre salten a la pista para ponerse a bailar. 
La producción de la película fue comenzada el 1 de enero de 2007 para estrenarla el 30 de julio de 2010. Fue estrenada en Estados Unidos el 9 de julio de 2010, aunque había sido presentada en el festival de Cine de Moscú y en el festival de cine de Los Ángeles en fechas anteriores. 
La música instrumental de Mi villano favorito fue compuesta por Hans Zimmer. Igualmente destaca musicalmente hablando la labor de Heitor Pereira, y Pharrell Williams, siendo de éste último las de Despicable Me; Fun, Fun, Fun; Prettiest Girls y Rocket's Song . Fue grabada con un conjunto de 67 instrumentos mediante una Orquesta. Otras canciones de la película son “Minion Mambo" y "My Life" de Robin Thicke. Además de estas aparecen clásicos musicales como Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd – al inicio de la película- , la Garota de Ipanema de Jobim, Boogie Fever por The Sylvers, The Way It Is por D.A. Wallach, Copacabana, You Should Be Dancing por Bee Gees, I’m On A Roll por Destinee & Paris, The Unicorn Song de Agnes. 
En cuanto a las críticas partimos la del gurú del cine, Roger Ebert del Chicago Sun-Times quien elogió la película. Otros comentarios positivos vinieron de Michael Phillips del Chicago Tribune y Peter Travers de Rolling Stone. Por el contrario, A.O. Scott de Nueva York Times no le gustaba la película, diciendo que " Pasan tantas cosas en esta película que aunque que no hay nada que despreciar el valor, no hay mucho que recordar."

Por su parte, Mick LaSalle del San Francisco Chronicle escribió: "no hay nada en esto para contratar a un audiencia. Evidentemente, a nadie le importa si este tipo llega a permanecer como hombre importante malos del mundo. Tampoco es esta situación intrínsecamente divertido en una forma de caracteres o interesante, incluso de una manera satírica o sardónica. No hay nada aquí, excepto un pretexto para un montón de travesuras trabajado, tipo slapstick entre los dos 'villanos'... Veinte minutos de "Mi Villano Favorito", no ha pasado nada ". 
Elizabeth Weitzman en el New York Daily News decía que "Está muy lejos de los clásicos de Pixar. Pero esta agradable y estrafalaria comedia animada tiene suficiente margen para entretener a cada uno de los miembros de la familia” . Carrie Rickey en el Philadelphia Inquirer comenta que "Breve, agridulce y más entretenida que divertida, 'Despicable Me' no pasa de ser sólo simpática (...) , mientras que Ann Hornaday en el The Washington Post escribía que "La acción y las risas de la historia convierten a 'Despicable Me' en una estupenda elección para la familia (...) merece todavía más crédito por su elegante diseño visual. 
En España, Javier Ocaña publicaba en el Diario El País que era "Una obra notable (...) fresca y ágil, aunque quizá algo complaciente en el diseño gráfico de algunos de los personajes secundarios" , mientras que Javier Cortijo en el Diario ABC decía que era "Una de las más agradables sorpresas del género de animación del año, y que le da capones con la barbilla a las tibias 'Astro Boy' y 'Shrek 4'.". En el Diario El Periódico de Barcelona Nando Salvá señalaba que era "…la segunda mejor película de animación digital para toda la familia del año. ¿Cuál sería la primera?

Por último, Jordi Costa en Fotogramas escribía que era "Ingeniosa (...) Puntuada por brillantes ideas visuales (...) ofrece una generosa ración de evasión deslumbrante con notas de estupenda comedia" . 
Finalmente indicará que los críticos caseros que tengo la califican como graciosa, e incluso uno de ellos opina que aunque sea de animación consigue dos cosas esenciales: es divertida, y para nada aburrida. Evidentemente no está mal que el aparente malo sea el bueno. En este sentido sigue la línea de Sherk e igualmente que lo más entrañable de la película no es que sean las niñas, sino los minions. Igualmente saludable es que el doblaje sea el de Flo, al que escuchamos en su tono cómico habitual. Si no lo hubieramos leído, lo habríamos adivinado. 
La película, además consiguió varios reconocimientos, pues recibió diversos premios en el año 2010 y en el 2011. En la primera de estas fechas obtuvo siete nominaciones en los Premios Annie, incluyendo Mejor película de animación. Igualmente fue nominada en los Premios BAFTAa la mejor película de animación. Al año siguiente fue nominada a la mejor película de animación de 2011 en los Globos de Oro y fue la ganadora de los Kid's Choice Awards (2011) dentro de la Película Animada Favorita 
Se lanzó incluso un juego de video titulado "Mi villano favorito: El juego" fue lanzado para PlayStation 2, PlayStation Portable y Wii. Una versión para Nintendo DS fue lanzada bajo el nombre de Mi villano favorito: Minion Mayhem. Y este año para el mes de junio parece ser que se estrenará una secuela titulada: Despicable me 2. Me veo la plaza de toros, en el cine de verano.

Imágenes de “Gru: Mi villano favorito” – Copyright © 2010 Universal Pictures e Illumination Entertainment. Distribuida en España por Universal Pictures International Spain. Todos los derechos reservados para estas empresas.