viernes, 26 de julio de 2024

Bananas



Película que tenía pendiente desde los años...ochenta, al menos. Pues si bien algunas de Allen sí que había visto, incluso en cine, como El sueño de una noche de verano que pude ver en octubre de 1982 en mi única asistencia al Cine Fuensanta lo cierto es que no esta quedaba pendiente. Aprovechando que estaba en Prime y que en unos días terminaba, he apostado por verla. 

Se trata de una producción del año 1971 en la que aparece como productor Charles H. Joffe junto a Jack Rollins, y que fue distribuida por la United Artist. Woody Allen aparece como director y actor principal además de guionista junto a Mickey Rose. Partes de la trama se basan o se inspiran en el libro Don Quixote, U.S.A. de Richard P. Powell.

La película cuenta con la fotografía de Andrew M. Costikyan y la música setentera de Marvin Hamlisch así como un par de aportaciones musicales en castellano. 

El título es un juego de palabras, «bananas» siendo parte del término slang, to go bananas («volverse loco»), además de ser una referencia a la frase «república bananera» que describe el escenario de la película. Cuando se le preguntó a Allen por qué la película se llamaba Bananas, su respuesta fue: «Porque no hay bananas en ella». Algunos escritores han hecho la conexión entre esto y The Cocoanuts (Los cocos), la primera película de los hermanos Marx, por quienes Allen estaba fuertemente influenciado en ese momento, y que no presentaba cocos. 




La película comienza con la cobertura de un periodista real, Howard Cosell, que se interpreta a si mismo, ya que estaba previsto y es lo común en el país, del magnicidio del presidente de la ficticia «república bananera» de San Marcos y un golpe de Estado que trae al general Emilio Molina Vargas (Carlos Montalbán ) al poder. 




Tras eso conocemos a Fielding Mellish (Woody Allen) es un judío neoyorquino que trabajo como obrero, que es  neurótico y está psicoanalizado y que trabaja como probador de productos en una fábrica. 


Un día al regresar de su rutinario trabajo, del que está cansado, llega una chica, activista de causas liberales, a su casa pidiéndole una firma. Fielding trata de impresionar a la activista social, una chica llamada Nancy (Louise Lasser) tratando de pasar como hombre entendido y de espectro social , ponerse al tanto de la revolución en San Marcos. 


Desde ese momento participa en las movilizaciones contra el régimen militar de San Marcos y a favor de la revolución , lo que le cuesta alguna que otra detención o escapándose milagrosamente de la misma.

Un día Nancy le deja ya que quiere estar con alguien de nivel y de interés político reconocido. Fielding se despide de la empresa y se marcha de visita a la república e intenta mostrar su preocupación por los lugareños. Sin embargo, Vargas ordena en secreto a sus hombres, disfrazados de oponentes de Vargas, que maten a Mellish, para hacer quedar mal a los rebeldes para que Estados Unidos envíe ayuda financiera a Vargas. 




Mellish evade a los asesinos de Vargas, pero poco después es capturado por los verdaderos rebeldes. Vargas declara muerto a Mellish de todos modos, lo que no deja a Mellish más remedio que unirse a los rebeldes durante unos meses. En su campamento Mellish aprende, torpemente, cómo ser un revolucionario. 

Cuando la revolución triunfa, Esposito, el líder de los rebeldes que asume la presidencia, se corrompe rápidamente así que los rebeldes deciden reemplazarlo con Mellish como presidente. 

Cuando viaja de regreso a los EE. UU. para obtener ayuda financiera, Mellish (que luce una larga barba falsa) se reúne con Nancy y queda expuesto, siendo acusado de traición. 




En la corte, Mellish intenta defenderse de una serie de testigos incriminatorios, incluida la reinante Miss America y una mujer afroestadounidense que dice ser J. Edgar Hoover disfrazado. Uno de los testigos brinda testimonio favorable a Mellish, pero el secretario judicial, cuando se le pide que lea este testimonio, responde con una interpretación completamente diferente y totalmente desfavorable. 

Mellish finalmente es sentenciado a prisión, pero su sentencia se suspende con la condición de que no se mude al vecindario del juez. 

Nancy luego acepta casarse con él. La película termina con la cobertura de Howard Cosell de la consumación de su matrimonio, un evento que terminó mucho más rápido de lo que Nancy había anticipado, con Mellish anticipando una «revancha» o segunda vuelta a principios de la primavera.





Filmada en locaciones de la ciudad de Nueva York y Puerto Rico.

La película recibió críticas positivas de los críticos. Vincent Canby de The New York Times elogió la película y dijo: «La visión del mundo de Allen está cargada de todo, excepto de pathos - y lógica-, y es una visión que encuentro muy divertida. Aquí no hay un hombrecito que sobrevive con una sonrisa pálida y un encogimiento de hombros, sino un tipo enano y bromista cuyos impulsos iniciales hacia la cobardía parecen realmente heroicos en el loco orden en que están las cosas». Concluyó: «Cualquier película que intente mezclar el amor, la revolución cubana, la CIA, las madres judías, J. Edgar Hoover y algunas otras cosas raras (incluida una secuencia en la que alguien pide 1000 sándwiches de queso a la parrilla) está destinada a ser un poco rara, y muy bienvenida». 




Gene Siskel, del Chicago Tribune, calificó la escena inicial como «una de las partes más divertidas de la película», aunque pensó que el romance «se interpone en el camino» y «podría haberse omitido fácilmente». En otro diario de Illinois Chicago Reader, Dave Kehr señala que "Una película muy divertida - no es consistente y desde luego tampoco coherente, pero cuando acierta nos hace reír a carcajadas." 

Charles Champlin, de Los Angeles Times, escribió que «Allen parece no haber podido encontrar un final adecuado para la trama, que no llega a su punto máximo, sino que se detiene. Aun así, los mejores chistes tienen una locura gloriosa sobre ellos. Dada la disminución de la capacidad de reír como idiotas en estos días, Bananas es bienvenida incluso si Allen no está en la cima de su forma». 

Gary Arnold de The Washington Post escribió que la película era «en una palabra, hilarante» y «una inmensa mejora» con respecto a Take the Money and Run.10​ Richard Combs de The Monthly Film Bulletin pensó que «los chistes parecen un poco más brillantes que en Take the Money», pero también encontró el humor disperso «demasiado indisciplinado y dispar». 

John Simon escribió sobre la trama de la película: «Nada de eso tiene sentido o desarrolla un humor sólido, y gran parte es de mal gusto». Según una entrevista en las notas del lanzamiento del DVD de la película, Allen dijo que no hay sangre en absoluto en la película (incluso durante las ejecuciones) porque quería mantener intacto el tono cómico ligero de la película. 

Para David Parkinson de la revista británica Empire ""Gags de primer nivel y algunas bromas muy graciosas hacen de esta película uno de los primeros clásicos de la filmografía de Allen (…) " Y para Geoff Andrew de Time Out lo mejor es "Una serie de maravillosas bromas incoherentes (...) Las absurdas nuevas políticas del Partido Revolucionario son toda una reflexión sobre la corrupción del poder" 

De la película destaca la presencia de Nati Abascal, aunque no dice ni mu, y un joven Sylvester Stallone que no aparece ni acreditado como uno de los dos jóvenes italoamericanos con chupas de cuero que asaltan a los usuarios del metro , entre ellos a Fileding. Para Stallone fue uno de esos momentos de encrucijada que él ha vivido contando la historia de cómo, en 1970, él y otro joven actor estaban haciendo un casting para los papeles de dos atracadores en el set de 'Bananas', de Woody Allen, cuando entraron a la estación de metro donde se estaba filmando la escena y el asistente de dirección les dijo que no los necesitarían. "Woody Allen, que es muy tímido, se volvió hacia él, le susurró algo y se alejó. Y el director asistente nos miró y dijo: 'No cree que seas lo suficientemente intimidante'", recordó Stallone. "Básicamente dije, al diablo con eso, le dije a mi amigo 'Me voy de aquí'". 


Sin embargo, continuó contando Stallone, su amigo lo convenció de que no renunciara a la oportunidad, así que fueron a una farmacia, compraron vaselina y se peinaron el cabello hacia atrás, se frotaron un poco de suciedad del metro en la cara y regresó al set. “Vi a Woody Allen en la distancia y me acerqué a él, le di una palmada en el hombro, se dio la vuelta, se sobresaltó y le dije: '¿Te intimido ahora?' Ya sabes, exagerando. A lo que el director dijo: 'Está bien, está bien, tú estás bien'. Y obtuvimos el papel". 

Igualmente destacan junto a Woody Allen como Fielding Mellish, su ex mujer Louise Lasser como Nancy. Allen y Lasser habían estado casados entre 1966 y 1970 y estaban divorciados cuando se hizo la película. 

Junto a ellos aparecen Carlos Montalbán como General Emilio Molina Vargas, Nati Abascal como l revolucionaria Yolanda. Howard Cosell, Don Dunphy y Roger Grimsby que se interpretan a si mismos. Jacobo Morales como el revolucionario Espósito, Miguel Ángel Suárez como Luis, David Ortiz como Sánchez, René Enríquez como Díaz y Jack Axelrod como Arroyo. Aparecen Martha Greenhouse como la psicoanalista Dra. Feigen, Dan Frazer como el sacerdote católico vendedor de cigarros, Stanley Ackerman y Charlotte Rae como Dr. Mellish y Sra. Mellish, padres de Fielding. Igualmente aparece Axel Anderson como hombre torturado. 

Decir que Eddie Barth y Nicholas Saunders debutan en el cine como los personajes de Paul y Douglas, mientras que el comediante Conrad Bain interpreta a Semple y el actor Allen Garfield interpreta al Hombre en la Cruz. 

Apariciones no acreditadas incluyen al citado Sylvester Stallone como un matón del metro, Mary Jo Catlett como una mujer en el vestíbulo de un hotel, y Tino García en un papel no revelado. El veredicto final en el caso legal de Mellish se presenta como el titular de un noticiero de Roger Grimsby. 

En la escena se incluye una parodia de un anuncio televisivo de cigarrillos «Nuevo Testamento» con un sacerdote católico (Dan Frazer) promocionando la marca ficticia mientras realiza el sacramento de la Eucaristía. La película recibió una clasificación C (condenada) de la Oficina Nacional Católica de Películas debido a la parodia. La película fue nominada por el Sindicato de Guionistas (WGA) al Mejor guion original comedia



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