martes, 8 de septiembre de 2020

Loro



En un par de días he visto dos películas de Paolo Sorrentono. La primera, Il Divo, una peculiar visión satírica de Giulio Andreotti, uno de los hombres claves para entender la política italiana desde los años 70 hasta el cambio del milenio. Cuando la República Italiana se desprendió de los políticos y de los partidos que ja habían traído (La Democracia Cristiana, el Partido Socialista Italio de Craxi, el mítico Partido Comunista Italiano que tuvo a Berlinguer de líder y a tantos otros) llegó una nueva hornada de políticos. De todos ellos a quien mejor le fue en las urnas fue a Don Silvio, sí, a Berlusconi. 

Con él , con Il Cavaliere, llegó un nuevo concepto de hacer política, basada en lo de siempre, la corrupción, la compra de voluntades, a veces, de oscuros intereses, del populismo puro y duro, pero sobre todo de los excesos, del sexo, del "tutto vale", de los hortera, del mito de la persona, pero especialmente de lo que vale, el dinero, del dinero y por el dinero. Berlusconi no deja de ser el residuo que deja el complejo alambique de la política italiana. Eso es lo que nos cuenta Sorrentino en la segunda suya que he visto en unos días, que llevaba por título Berlusconi y los otros, o simplemente Loro. 

Que a Paolo Sorrentino, el director, un nuevo Fellini, le gustan los excesos no lo puede discutir nadie. Si en la primera película mencionada en tono es satírico e inteligente, en esta de Loro domina lo sardónico, como esa sonrisa estúpida y permanente que tiene el empresario y político italiano interpretado aque, como casi siempre en Sorrentino, Toni Servillo. 

La película es una Coproducción Italia-Francia en la que participan Indigo Film, Pathé, France 2 Cinema y los productores /as Carlotta Calori , Francesca Cima, Nicola Giuliano y Viola Prestieri. El presupuesto de la película fue de 18 millones de euros.

La película parte de un guion escrito por el director napolitano Paolo Sorrentino y Umberto Contarello partiendo de una historia del director. La música como en toda película de Sorrentino juega un papel excepcional siendo en este caso responsabilidad de Lele Marchitelli quedando en la edición Cristiano Travaglioli y en la gran fotografía marca de la casa de Luca Bigazzi. 

En cuanto al reparto lo encabeza Toni Servillo como Il Cavaliere Silvio Berlusconi, Elena Sofia Ricci como Veronica Lario, Riccardo Scamarcio como Sergio Morra y Kasia Smutniak como Kira. Junto a ellas aparecen Euridice Axén como Tamara, Fabrizio Bentivoglio como Santino Recchia, Roberto De Francesco como Fabrizio Sala, Dario Cantarelli como Paolo Spagnolo, Anna Bonaiuto como Cupa Caiafa, Giovanni Esposito como Mariano Apicella. Junto a ellos aparecen Ugo Pagliai, Ricky Memphis, Duccio Camerini, Yann Gael, Alice Pagani, Caroline Tillette, Iaia Forte, Michela Cescon, Roberto Herlitzka. 

La película arranca con una frase “Todo es verdadero, todo es falso. Cualquier similitud con personajes reales es pura coincidencia (…) Inspirado en hechos verídicos para mezclar personajes reales e imaginarios. Todo documentado, todo arbitrario”. 

Casi de inmediato y tras una escena surrealista marca de la casa, nos vamos al sur , a Puglia para conocer a 'los otros', que son todas aquellas sanguijuelas ambiciosas y sin escrúpulos que buscan medrar socialmente por la vía rápida y entrar en la cadena de secretos y favores de la política y de los negocios. En la cúspide de esta pirámide aparece el todopoderoso y omnipresente Silvio Berlusconi: Él. 

El protagonista de esta primera parte de la historia es un Tarentino, Sergio Morra (Riccardo Scamarcio), un empresario jeta que pretende medrar socialmente y en los negocios usando a mujeres y si es necesario la extorsión para concesiones en comedores escolares. Sergio es hijo de una persona recta y honesta que nunca ha pago el "pizzo" a nadie. 

Pero Sergio es hijo de su tiempo y de la sociedad italiana del nuevo milenio en la que se consigue mucho con el sexo y las drogas como hace el con Cándida una chica. Ella es una de las jóvenes "escorts" que utiliza para sobornar a políticos locales y obtener licencias fuera de los procedimientos habituales. 

Su mujer o compañera es Tamara (Euridice Axén ) una joven madre irresponsable y sin escrúpulos partícipe de esa vida de excesos, especialmente, con la droga como le echa en cara el padre de Sergio. Pero a él Tarento le va quedando pequeña y sus ambiciones no pueden limitarse al ámbito provinciano, así que tanto él como su mujer deciden ir a Roma. El objetivo de Sergio Morra es entrar en contacto con Il Cavaliere. 

Para aproximarse a Don Silvio se hace con una ejércitos de prostitutas a las que premia siempre con droga. El gana mucho dinero, pero todo puede quedar en nada si no se acerca al hombre que representa Italia. Un día escucha una conversación telefónica por parte de una chica espectacular Kira (Kasia Smutniak ), una prostituta de origen albanés que si forma parte del círculo llamésmole 'bunga bunga'. 

Mientras tanto, y siguiendo un plan estudiado por Sergio, Tamara conoce al exministro Santino Recchia  (Fabrizio Bentivoglio ) . Coquetea con el político para ayudar a Sergio a contactar con Berlusconi. Recchia quiere reemplazar a Berlusconi como líder de la coalición de centro derecha y le pide a la diputada Cupa Caiafa si lo va a apoyar en el desafío de la secretaría del partido. 

Morra tiene trazado un plan tras hacerse con los servicios de Kira: pretende alquilar una mansión en Cerdeña frente al palacete vacacional del político y tentándole con una 'bunga bunga', una de aquellas fiestas con chicas jóvenes gran parte prostitutas, así como otras que quieren promocionarse para el cine y la televisión, o simplemente hacerse un hueco en la vida. 

Hasta que llegan a la Villa la película es una sucesión de fiestas , sexo y polvos blancos entre lo que se esnifa vemos culos y tetas, magreos y contoneos. 

Tras concretar la casa sarda, Sergio alquila la villa frente a la del empresario en Cerdeña y organiza una macro fiesta con mucha coca, MDMA, velinas, alcohol y sexo. Sergio Morra sabe lo que le va a pedir a Silvio, el hombre más poderoso de Italia: aparecer como candidato en el Parlamento Europeo como integrante de Forza Italia!, el partido d ´Il Cavaliere. 

Desde las cercanías, sentado en su enorme jardín descubrimos a un Silvio Berlusconi (Toni Servillo) patético, vestido de mujer musulmana ante su mujer que se lo echa en cara. Don Silvio se encuentra en el momento más complicado de su carrera política, recién salido del gobierno y con las acusaciones de corrupción y de sus conexiones con la mafia a punto de llegar a los juzgados. 

En este mal momento Berlusconi está empeñado en revivir su relación con la ex actriz de teatro Veronica Lario (Elena Sofia Ricci), una mujer elegante, cultivada, profunda y resignada a convivir con un hombre que, a pesar de sus infinitos deslices extramaritales, parece seguir enamorado de su mujer. 



Sin embargo, Silvio , además de su infinita ambición, tiene un enorme problema: no quiere sentirse viejo, no quiere aceptar su decadencia. Berlusconi, un hombre sin amigos, pero sí con personas a su cargo como Paolo Spagnolo, (Dario Cantarelli) acude a interminables sesiones de maquillaje y peluquería. Pero su mujer no está por él. De hecho ella le echa en cara el, “¿Por qué no has hecho nunca un programa de cultura en tus televisiones?” . 

El político quiere pensar, lo malo es que lo dice, que el italiano medio lleva dentro a un alumno de Secundaria. Por lo que prevalece en él lo primario: el sexo, el dinero, la juventud, el sentido de la inmortalidad. Sin embargo, Don Silvio se quiere ver como un amante de la belleza, de la música, del disfrute, que sospecha que está rodeado de traidores, los corruptos, los mafiosos. Los Loro ( Ellos ) 

Ni diamantes, ni bromas o una canción de Mariano Apicella son suficientes para activar su relación con Verónica, que reclama su dignidad. Mientras sus negocios familiares están controlados por sus hijos. Su compañero de partido Recchia, que le quiere hacer la cama, le llega a Berlusconi pidiendo ayuda, ya que Tamara con la que ha tenido una relación lo chantajea pidiendo dinero e incluso le echa en cara que puede haberse quedado embarazada. El cree que ella revelará que Recchia está traicionando a su esposa. Berlusconi al principio se muestra dispuesto, pero luego revela con furia que ha sabido que Recchia quiere reemplazarlo. 

Por su parte, Berlusconi intenta que seis senadores se pasen a su partido para derrocar al gobierno de centroizquierda. 


Mientras tanto, Veronica decide dejar Berlusconi por un tiempo, anunciando que quiere viajar a Camboya . Berlusconi logra persuadir a varios senadores para que se sumen a su lado dándoles dinero o ayudándoles dando un lugar a sus novias en películas o producciones televisivas. El gobierno cae y Berlusconi gana las nuevas elecciones .  



En el momento en que se queda solo en su villa sarda Berlusconi accede a que Sergio Morra le organice una fiesta en su villa trayendo tantas chicas como sea posible. El ejército de chicas de Morra al principio se alegra de que Berlusconi se fije en él, pero luego choca con una realidad aburrida y decepcionante. Kira intenta llamar la atención de Berlusconi, pero no puede competir una de las que ha traído Sergio y Tamara, la más joven.

Después de la fiesta, Berlusconi solo muestra interés por una joven, Stella, e intenta seducirla, pero ella lo rechaza y se marcha con la cabeza baja al decir que no entiende como puede vestir así y que su aliento huele al aliento de un viejo. 

Por su parte, Kira cae en desgracia ante Berlusconi pues es ya no es la más joven y Sergio y Tamara entienden que haber llegado a Berlusconi no les ha llevado a nada. 



El guión fue coescrito por Paolo Sorrentino y Umberto Contarello. El título Loro significa "ellos" en italiano, pero también es un juego de palabras con l'oro , que significa "el oro". 

El rodaje tuvo lugar en Roma y Toscana. 

La película está producida a través de Indigo Film y coproducida por la francesa Pathé . Un problema fue que el habitual cofinanciador italiano de Sorrentino, Medusa Film, controlada por Berlusconi, no estaba dispuesto a participar en esta producción. 

El director Paolo Sorrentino al presentar la película en Polonia señaló que “Esta es una película sobre la ostentación. Sobre la vulgaridad que dominaba nuestra vida cotidiana y pública. Pero también sobre por qué es tan atractivo”“En tiempos difíciles, los cineastas son nuevamente necesarios para exponer la arrogancia del poder”.


En cuanto al actor Toni Servillo que ha intervenido en seis de los nueve largometrajes del director afirmo en Amsterdam durante la promoción que "No tiene sentido hacer una caricatura de Berlusconi. Silvio Berlusconi se ha calificado desde el principio como el gran seductor. Lo que agregó a esa imagen de sexo y poder es la lógica del priapismo, alguien en un estado permanente de excitación sexual, como un símbolo de masculinidad. Como si le debiera su autoridad política a elementos de la esfera erótica”. 

La versión original estrenada en cines en Italia consta de dos películas: 'Loro 1' y 'Loro 2'La primera salió el 24 de abril de 2018, mientras que la segundo entrega, Loro 2 , salió el 10 de mayo de 2018. Para su distribución en el resto del mundo se ha hecho una sola película de 150 minutos de duración (54 minutos menos que la suma de las dos partes) que se lanzó el 13 de septiembre de 2018. 

Este nuevo corte internacional se realizó con el fin de permitir que la película se postulara para los 91.os premios de la Academia . Se presentó igualmente en el Festival Internacional de Cine de Toronto . 

Hablando de Premios en los David di Donatello del año 2019 la película consiguió dos premios y muchas nominaciones. Entre los David di Donatello se llevó el de mejor actriz para Elena Sofia Ricci y al Mejor Diseño de Peinado para Aldo Signoretti. En cuanto nominaciones obtuvieron ese grado a Mejor Actor para Toni Servillo, Mejor Actor de Reparto para Fabrizio Bentivoglio, Mejor Actriz de Reparto para Kasia Smutniak, a los mejores decorados y decorados para Stefania Cella, al mejor vestuario para Carlo Poggioli, al Mejor Maquillaje para Maurizio Silvi, a los mejores efectos digitales para Simone Coco, al mejor sonido, a la mejor banda sonora para Lele Marchitelli y a la Mejor Canción Original para Lele Marchitelli y Peppe Servillo (' Na Gelosia ).



En cuanto a los Premios Nastro d'Argento o Cinta de plata consiguió cuatro, además del Premio Guglielmo Biraghi que fue a parar a Euridice Axen, siendo los Nastro d'Argento a la mejor actriz para Elena Sofia Ricci, al Mejor Actor de Reparto para Riccardo Scamarcio, a la Mejor Actriz de Reparto para Kasia Smutniak y al Mejor Guión para Paolo Sorrentino y Umberto Contarello. Las nominaciones fueron a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Productor de Indigo Film, Nicola Giuliano, Francesca Cima, Carlotta Calori y Viola Prestieri. También fueron nominados al Nastro d'Argento a Mejor Actor para Toni Servillo, a la mejor fotografía para Luca Bigazzi, al mejor vestuario para Carlo Poggioli, a Mejor Montaje para Cristiano Travaglioli y mejor puntuación musical para Lele Marchitelli.

En los Premios a la mejor película rodada en Italia consiguió el de Mejor Actriz en un Papel Protagonista para Elena Sofia Ricci y el mejor actriz revelación del año para Euridice Axen.

En cuanto a las crñiticas señalar que fueron mixtas. En Estados Unidos, Deborah Young en The Hollywood Reporter dijo de ella que era "Un banquete original y feroz de sátira y vulgaridad (...) Hay que decir que esta nueva versión tiene lo mejor y lo peor de la película original [dividida en dos partes]"  
Para Warren Cantrell de  The Playlist la película estaba "Mal estructurada, poco desarrollada y fallida (...) Es el peor tipo de película, no porque sea mala, sino porque desperdicia un gran potencial" Brian Tallerico de la web cinematográfica rogerebert.com escribió que "Estoy ansioso por ver las versiones separadas porque algo se ha perdido en la mezcla (...) Tiene secuencias fantásticas y otra gran interpretación de Servillo".

Bilge Ebiri en Vulture señaló que "'Loro' me hizo sentir sucio...y no puedo esperar a volver a verla" . Por otro lado, en The Wrap,  Sam Fragoso escribió que "'Loro' es la película definitiva de Paolo Sorrentino hasta la fecha. Es atrevida, elegante y tonta. Oscila entre lo cachondo y lo humano, lo profundo y lo equivocado. Es un caos maravilloso." 

Jared Mobarak de The Film Stage defendía que "Es un viaje salvaje con muchos altibajos (...) 'Loro' tiene mucho estilo y actuaciones eficaces (...) Pasamos tanto tiempo riéndonos de él que los momentos que buscan que sintamos pena resultan falsos" 

Ya en España Jordi Costa en El País defendía que "Es una película que grita bien alto su intención de burlarse de Berlusconi al tiempo que se rinde una y otra vez a la seducción de su obsceno imaginario. (...) Toni Servillo rara vez logra trascender la máscara." 

Oti Rodríguez Marchante en las páginas de ABC considera que "Es imposible encontrarle a esta elaboradísima pintura la grandeza de su anterior obra maestra, «La gran belleza», pero es cierto que Toni Servillo alcanza de nuevo la cumbre de su personaje (...) " 

Alberto Luchini en El Mundo deja claro que "La película es Sorrentino en estado puro, un monumental ejercicio de incontinencia, tanto argumental como estilística, que bebe directamente de esas fuentes fellinianas que tanto frecuenta el cineasta (...) " 

Irene Crespo en Cinemanía entiende que "'Loro' es un retrato emocional del hombre detrás de la máscara del poder. (...) Una película 100% Sorrentino que, además, deja al espectador el análisis (...) Servillo, cómo no, está inmenso" En esta misma revista Yago García afirma que es "Oropel berlusconiano en edición abreviada (y sin mamachicho) (…) " 

Quim Casas en El Periódico afirma que "Berlusconi tarda en aparecer y la interpretación de Servillo lo ridiculiza en exceso (...) Carece de esos momentos tan desbordantes y desbordados que han encumbrado [al director] (...)" 

Y ese sabio que es Fausto Fernández en Fotogramas escribe que la película es "Para culpables y contradictorios voyeurs de la decadencia de Europa. (...) Pantagruélico, excesivo, el director se pone del lado de su villano de opereta: reniega de lo correcto para abrazar la falibilidad. (...) " 

Marta Medina en El Confidencial afirma que la película es " irregular y desequilibrada" y añade que este director barroco hace un " retrato deshilachado y vacuo,sobre el ocaso y la decadencia del magnate Silvio Berlusconi" Destaca igualmente que la trama de Sergio Morra "y su mujer tienen cero interés". 

En Italia, Gianmaria Tammaro de La Stampa elogió la película, mostrando un especial aprecio por la interpretación de Toni Servillo : «es perfecta: es una máscara, es arcilla en manos de un artesano; su rostro se transforma, se dobla, tira ». Como allí se vio en dos entregas afirma que « Loro 1 es un interior y exterior continuo entre géneros y tonos, es una obra increíble, omnipresente, artísticamente inédita en el panorama italiano. Porque solo Sorrentino, y algunos otros, pueden permitirse tal cosa. Sea lento cuando necesite ser rápido. Acelere cuando, en cambio, debería parar ». 

Giorgio Viaro de Best Movie la definió como que estaba «a medio camino entre La Grande Bellezza y Casa Vianello» porque « durante casi una hora se parece mucho a la película ganadora del Oscar. Entonces, cuando el presidente entra en escena, se convierte en una comedia tranquilizadora pero irresistible ». 

Davide Turrini en il Fatto Quotidiano , consideraba que "la mirada de Sorrentino sobre Berlusconi todavía tiene algo de cortesía indulgente" y, en consecuencia, algunos "(...) quedarán decepcionados". 

Más crítico se mostraba Paolo Mereghetti en las páginas del Corriere della Sera al decir que: «Sorrentino en el pasado se había mostrado capaz de encontrar la manera de sorprender al espectador a través de una serie de" metáforas "visuales o recitadas. Esas imágenes, esos destellos no están en Loro 1 , demasiado apretujados entre una descripción bastante complacida de la maleza de enanos y bailarines que viven al borde del poder y el deseo de contárselo a Silvio Berlusconi (que aparece en la película por primera vez después de una tiempo exacto) de forma poco convencional, entre farsa y "ternura" » 

En esta misma línea Francesco Specchia de Libero consideró que «Los berlusconianos ... podrán encender su ira preventiva por esta película. Tal vez lo hagan, atraídos, desde el segundo episodio. En todo caso, desde el punto de vista de la narrativa política, podemos preguntarnos si después de años de cobertura mediática, reportajes, juicios, documentales, sigue siendo necesario volver a una historia destripada a lo imposible ». 

Mariarosa Mancuso escribió en Il Foglio : «Estéticamente, Loro es bastante pobre, la transferencia de las villas en Cerdeña a los prados ingleses no es beneficiosa. Mejor la piscina con tabletas de colores: ahora el director despedido por Sorrentino es Martin Scorsese , ya no Federico Fellini ». 

Más crítico fue Giovanni Robertini para la edición italiana de Rolling Stone al decir que "Una vez fuera del salón se queda pegado - sudoroso y pegajoso como el sexo de YouPorn -" un Berlusconi enfatizado, más grande que la vida ,(...) donde la espera del segundo episodio se desvanece al cuarto de hora del primero » 

Al hilo de la segunda entrega Francesco Alò de Badtaste.it afirmó que «Sorrentino vuelve a imitar al lobo de Wall Street , haciendo una mala copia de Dallas ». 

Mientras, y para acabar,  que Filiberto Molossi en la Gazzetta di Parma , en cambio , elogió el guión, los destellos surrealistas y la interpretación de Elena Sofia Ricci . 

Por mi parte decir que la película sin duda presenta el marchamo, la marca de la casa Sorrentino : como son esas fiestas salvajes a cámara lenta; ese toque surrealista expresado al inicio de la película con la oveja y el aire acondicionado, o la secuencia de Berlusconi con la única joven que parece no interesarse en él y le dice que su aliento le recuerda al de su abuelo. 



Considero que esta película tiene altibajos. En el sentido narrativo la presencia de los Morra no aporta nada, salvo el toque de la ambición existente en la sociedad, la inmoralidad rampante y el exceso, pero poca cosa más ofrece. 

A destacar el trabajo de Servillo, como siempre, el análisis del momento histórico de ese vale tutto, y el ser una película coherente con el director al trata los excesos, la abundancia, el tema del paso del tiempo que esa sí que es una constante, desde que lo descubrí en La Gran belleza y que lo confirmé con La juventud, el sentido rítmico que gusta de avanzar y quebrarse. 

Reconozco es la película más floja de las cuatro que he visto del napolitano, aunque eso no implica que sea carente de interés. A nivel de estudio del tiempo, de lo que se esfuma en nuestras manos, como es la juventud,  y del poder del bunga bunga, magistral.



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