lunes, 22 de abril de 2013

Tyler y la verdad en el espejo


No sé que pensar. He terminado de ver esta película y me he quedado un poco fuera de juego. Si me preguntaras si me ha gustado o no, no podría dar una respuesta. Eso sí, me ha dejado un poco noqueado. No tanto por el desenlace, sino por la historia de ese yo deseado, que es más poderoso que el yo real. En el fondo, es una historia que en algún momento de tu vida te hubiese gustado (en este caso, eliminando la violencia, o no). No lo sé. Esta claro que el subconsciente casi nunca es tan poderoso, aunque el que se manifiesta en esta historia sí que lo es, o sí que le gustaría serlo. Yo había empezado a ver esta película hace un par de años, sin embargo, la deje inconclusa. El lunes pasado, aprovechando la coyuntura de que la ponían en la Sexta3, y – lo más importante- que había enviado ya a mis hijos a la cama, pude verla de tirón  - eso es un decir dado esa puñetera publicidad de “nos vemos en 6 minutos”- el Club de la lucha. Sí, sí, de eso hablábamos. 

Fight Club es una película de 1999 basada en la novela homónima de Chuck Palahniuk, aunque en España se conoció con el nombre de El club de la lucha. Pasados 14 años de su estreno, no es una película a la que el tiempo le haya provocado ninguna arruga. 
La cinta fue dirigida por – para mí, excelente- David Fincher, quien contó con el guión de Jim Uhls para adaptar al cine la obra de Palahniuk. Como ayudantes con un equipo formado por Allen Kupetsky, Michael A. McCue, Mike Topoozian y Bob Wagner. 
La dirección artística estuvo a cargo de Chris Gorak, mientras que la producción fue labor de Art Linson, Ross Grayson Bell y Cean Chaffin para las empresas Art Linson Productions, Fox 2000 Pictures, Regency Enterprises y Taurus Film. Invirtieron la muy estimable cuantía de más de 63 millones de dólares en el filme. Para el diseño de la misma se contó con Alex McDowell. La música fue cosa de tres: Dust Brothers, Michael Simpson y John King. 
En otros apartados técnicos tenemos a David C. Hughes encargado del sonido y una gran fotografía (especialmente oscura, en algunos momentos) de Jeff Cronenweth. Un aspecto a destacar en esta película es el montaje que fue asumido por James Haygood. La estética también llamativa en el vestuario de Michael Kaplan y un papel relevante, sobre todo, al final , el de los efectos especiales, de Derrick Crane. 
La película está protagonizada por Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter en sus principales papeles. Participan igualmente como secundarios Meat Loaf, Jared Leto, Van Quattro, Markus Redmond, Michael Girardin, Rachel Singer y Eion Bailey. La distribución quedó en manos de la 20th Century Fox y que logró recaudar unos 100 millones de dólares. 

Contar la película es complicado. Más aún cuando se inicio con el posible protagonista atada a una silla y con un revolver en la cabeza. En ese momento comienza a contarnos su atropellada y compleja historia. Edward Norton interpreta al protagonista, un "hombre común", cuyo nombre no se revela en ningún momento de la película, y que está aburrido con su actividad ejecutiva en una empresa de seguros. 

Está insatisfecho con su trabajo, con jefe, con sus compañeros, con sus viajes de trabajo, con su vida. No hay nada que le satisfaga. Además éste es un empleado de una empresa automovilística que sufre de insomnio. Su médico se niega a recetarle medicación y, al quejarse de que está sufriendo, le replica que vaya a un grupo de apoyo para ver lo que es el sufrimiento de verdad. 

El narrador asiste a un grupo de apoyo de víctimas de cáncer testicular y, después de convencerles de que él también está aquejado de la enfermedad, encuentra una liberación emocional que le cura el insomnio. Se convierte en un adicto a los grupos de terapia y a la farsa de pasarse por víctima, pero la presencia de otra impostora —Marla Singer (Helena Bonham Carter)— le molesta, por lo que negocia con ella para evitar encontrarse en las mismas reuniones. 

Un día conoce - durante un viaje de negocios en un avión- a un tipo llamado Tyler Durden (interpretado por Brad Pitt), con un vendedor de jabones, y con el que tiene una conversación rutinaria, pero atractivo con él.

Al llegar a su piso descubre, que su proyecto personal formado por sus muebles, recuerdos y otras referencias que el consideraba imprescindibles, se ha quemado o destrozado por una explosión. Toma el número de teléfono que le dio Tyler y lo llama. Se reúnen en un bar. Esa noche se ven, toman unas cervezas. Una conversación sobre consumismo hace que Tyler invite al narrador a quedarse en su casa. Tyler acepta con la condición de que lo golpee. Tras darse un par de golpes, tras pegarse y hacerse daño deciden fundar un "club de pelea" clandestino. 

Desde esa noche siempre se dan una pelea, a la que se unen otros más. Ambos se enfrascan en una pelea a puñetazos fuera del bar, para que el narrador posteriormente se mude a la demacrada casa de Tyler. Viven en una extraña casa abandonada en la periferia de la ciudad y se unen en una extraña y dependiente amistad. 
Continúan teniendo más peleas fuera del bar, cosa que atrae a un par de curiosos. Las peleas pasan al sótano del bar, donde se forma un club de lucha regido por una serie de reglas. 

A esta extraña historia se le agrega la de Marla Singer, Marla inicia una relación intensa sexualmente hablando con Tyler. Marla sufre una sobredosis de pastillas y telefonea al narrador para que la ayude; él la ignora, no obstante Tyler toma la llamada de Marla y va por ella. Tyler y Marla comienzan una relación, en la que Tyler avisa al narrador de que nunca le hable a Marla sobre él. 
Mientras tanto, se van formando más clubes de lucha a lo largo del país, convirtiéndose en una organización anticapitalista y anticorporativista llamada Project Mayhem (Proyecto Caos), con Tyler como líder. Al proyecto cada vez se van sumando más y más personas, entre ellas Bob (Meat Loaf), la primera persona que conoció en una terapia. 
El narrador se queja a Tyler de que quiere estar más involucrado en la organización, tras lo cual Tyler desaparece. 
Tras la muerte de un miembro (Bob, el primer amigo de las sesiones de terapia) del Project Mayhem, el narrador intenta dar por cerrada la organización, e intenta seguirle la pista a Tyler. Marcha por todo el país en su búsqueda. En una de las ciudades, ¿Cincinatti?, y en bar, un miembro del proyecto llama al narrador por el nombre de Tyler Durden. 

El narrador llama a Marla desde su habitación de hotel y descubre que Marla también cree que es Tyler. De pronto ve a Tyler Durden en la habitación, y éste le explica que ambos son personalidades disociadas dentro del mismo cuerpo. Tyler controla el cuerpo del narrador cuando éste está dormido. En el fondo el narrador es Tyler en el espejo. Su yo anhelado. 
Después de la conversación el narrador se queda inconsciente. Al despertar, descubre por el registro de llamadas de teléfono que Tyler había hecho llamadas durante su desvanecimiento. Desenmascara los planes de Tyler de producir una situación de caos social a base de destruir los edificios que contienen registros de compañías de tarjetas de crédito. De este modo, los ficheros de deudas bancarias de gran parte de la población serían destruidos. El narrador intenta contactar con la policía, pero los agentes con los que habla también son miembros del Proyecto. Intenta desactivar explosivos en un edificio, pero Tyler le somete y se desplaza a otro edificio para contemplar la explosión. 
El narrador, hostigado a punta de pistola por Tyler, se da cuenta que al compartir cuerpo con Tyler, él también está sujetando la misma pistola. Por ello, acepta su personalidad (Tyler Durden) y se dispara en la mejilla haciéndole saber a su otro yo (Brad Pitt) que no lo necesita más en su vida. Tyler se desploma con un orificio de bala en la parte trasera de la cabeza, por lo que el narrador deja de proyectarle mentalmente. 
Después miembros del Project Mayhem le traen a Marla secuestrada, creyendo que es Tyler, por lo que les dejan a solas. Se detonan los explosivos, tirando abajo los edificios, mientras el narrador y Marla observan la escena, cogidos de la mano. Bueno hasta aquí la aparente caótica película. 

La historia sobre la película comienza con la novela de Palahniuk. Ésta fue escogida por Laura Ziskin, productora de la 20th Century Fox, quien contrató a Jim Uhls para escribir el guión de la adaptación cinematográfica. Del mismo hubo múltiples modificaciones. El punto de partida es la novela Club de lucha de Chuck Palahniuk que se publicó en 1996. 
Antes de esto, un empleado de la productora 20th Century Fox envió un preliminar de la novela al creativo de la compañía Kevin McCormick. Éste mandó que se revisase la novela para ver las posibilidades de hacer una adaptación cinematográfica, pero finalmente fue desestimada. 
Después McCormick se lo mandó a los productores Lawrence Bender y Art Linson, quienes también lo desestimaron. Sin embargo, los productores Josh Donen y Ross Bell le vieron potencial y expresaron su interés. Arreglaron unas lecturas no remuneradas del guión con actores para determinar la longitud del mismo, y la lectura inicial duró seis horas. Los productores cortaron secciones para reducir el tiempo de ejecución y después grabaron la versión corta de los diálogos. Bell mandó la grabación a Laura Ziskin, jefa de Fox 2000, quien después de oír la cinta compró los derechos de Fight Club a Palahniuk por 10.000 dólares. 

Ziskin inicialmente consideró contratar a Buck Henry para la adaptación del guión, por las similitudes de Fight Club con la película de 1967 El Graduado, cuya adaptación corrió a cargo de Henry. Donen y Bell recibieron presión de un nuevo guionista, Jim Uhls, y finalmente lo escogieron por encima de Henry. El guionista Jim Uhls comenzó a trabajar en el primer borrador del guión, que excluía la utilización de voice-over, o sea, del narrador, ya que la industria lo percibía como una técnica de la que se había abusado en el pasado. 

Cuando Fincher se unió al proyecto, pensó que la película requería de esa técnica, ya que creía que "la gracia" de la película provenía de la voz del narrador. El realizador dijo que la película sin voice-over aparentaba ser "triste y patética". Fincher y Uhls trabajaron el guión entre seis y siete meses y para 1997 ya contaban con un tercer borrador que reordenaba la historia y dejaba fuera algunos elementos de la novela. Cuando Pitt comenzó a trabajar su personaje, estaba preocupado, ya que creía que su personaje, Tyler Durden, era demasiado unidimensional. Fincher buscó la ayuda del escritor y director Cameron Crowe, quien sugirió otorgarle al personaje más ambigüedad. Fincher también contrató al guionista Andrew Kevin Walker para ayudar. 
El realizador invitó a Pitt y Norton para que ayudasen a revisar el guión, con lo que el grupo completó cinco revisiones en un año. Chuck Palahniuk elogió la adaptación cinematográfica de su novela y cómo la trama estaba más racionalizada que la del libro. Recordó cómo los escritores debatían si el público de la película creería el giro de la trama de la novela. Fincher apoyó incluir el giro, argumentando que "si acepta todo hasta este punto, aceptará el giro de la trama. Si siguen en la sala de cine, se la quedarán". 

Tanto la novela de Palahniuk como la película contiene temática homoerótica, las cuales se incluyeron en la película para hacer que el público se sintiese incómodo y para acentuar la sorpresa de los giros en la trama. La escena en la que Tyler Durden se baña estando cerca el narrador es uno de los ejemplos; la frase, "I'm wondering if another woman is really the answer we need" ("Me pregunto si otra mujer es realmente la respuesta que necesitamos") fue para sugerir responsabilidad personal más que homosexualidad. Otro ejemplo es la escena del principio de la película en la que Tyler Durden inserta un cañón de pistola en la boca del narrador. Igualmente hay diferencias con respecto al libro. Por ejemplo, el narrador encuentra redención al final de la película al rechazar la dialéctica de Tyler Durden, un camino que diverge del final de la novela cuando el narrador es internado en una institución mental. Fincher pensó que la novela estaba demasiada encaprichada con Tyler Durden y cambió el final para que se apartase de él: "Quería que la gente quisiese a Tyler, pero también quería que aceptasen su derrota". 

El productor Ross Bell mantuvo contactos con cuatro directores para realizar la película. Consideró a Peter Jackson como la mejor opción, pero éste estaba filmando en Nueva Zelanda. Mandaron el libro a Bryan Singer, pero éste ni siquiera lo leyó. Danny Boyle llegó a leer el libro y a reunirse con Bell, pero finalmente se decantó por otra película. David Fincher, quien había leído Fight Club e incluso llegó a intentar comprar los derechos del mismo, habló con Ziskin sobre dirigir la cinta. 
Al principio tuvo dudas de aceptar trabajar para 20th Century Fox, debido a una mala experiencia a la hora de dirigir la película de 1992 Alien 3. Para arreglar su relación con el estudio, se reunió con Ziskin y el director del estudio Bill Mechanic. En agosto de 1997, 20th Century Fox anunció que sería Fincher quien dirigiese la adaptación de Fight Club. Fincher optó por el desarrollo del guión con Uhls y solicitó la ayuda en su escritura a actores y otros miembros de la industria del cine. Fincher intentó que la violencia de la cinta sirviese como metáfora del conflicto entre las generaciones jóvenes y el sistema de valores de la publicidad.

Sobre los actores hubo también mucho trasiego. El productor Ross Bell se reunió con el actor Russell Crowe para discutir la posibilidad de interpretar el papel de Tyler Durden. El productor Art Linson, quien se unió tarde al proyecto, se reunió con otro candidato, Brad Pitt. Linson era el productor jefe, por lo que los estudios decidieron dar el papel a Pitt en lugar de a Crowe. Pitt buscaba una nueva película tras el fracaso de su película de 1998 ¿Conoces a Joe Black? Meet Joe Black?, además de que los estudios creían que Fight Club sería un mayor éxito comercial contando con una gran estrella. Finalmente la Fox contrató a Pitt y le ofreció un salario astronómico, o eso a mi me parece, por la película. 

Para el papel del narrador sin nombre, el estudio deseaba un "actor más sexy" como Matt Damon para incrementar las posibilidades comerciales; también consideraron a Sean Penn. Fincher, sin embargo quería a Edward Norton para el papel, gracias al anterior trabajo del actor en la película de 1996 The People vs. Larry Flynt. La 20th Century Fox ofreció a Norton otra brutalidad de dinero – a mí me lo parece- para que trabajase en Fight Club. Norton no dudo en tar inmediatamente, ya que aún debía una película a Paramount Pictures. Para poder trabajar en Fight Club tuvo que firmar un contrato con la Paramount que estipulaba que aparecería en una de las futuras películas de la compañía por un salario menor. La película en cuestión fue The Italian Job de 2003. 

En enero de 1998, 20th Century Fox anunció públicamente que Brad Pitt y Edward Norton serían los protagonistas de la cinta. Los actores prepararon sus papeles tomando lecciones de boxeo, taekwondo, grappling y elaboración de jabón. Pitt visitó, de forma voluntaria, a un dentista para que le picara los dientes de delante para que el personaje no tuviese la dentadura perfecta. Las piezas se restauraron después de la grabación de la película. 

Para el papel de Marla Singer, los productores consideraron a Courtney Love y Winona Ryder como primeras candidatas. El estudio pensó en Julia Neme, pero Fincher se opuso alegando que Julia era demasiado joven para el papel. Él escogió hacer una audición con Helena Bonham Carter basándose en su actuación en la película de 1997 Las alas de la paloma. 
Un papel curioso en la película es el que interpreta el para mí cantante Meat Loaf, ese músico de finales de los 70 e inicios de los 80 al que conocíamos como el “cacho Carne” y que es quien interpreta el papel de un luchador del club con "tetas". Para esos volúmenes usó un arnés de más de 40 kg de peso para simular los pechos para el papel. También hizo uso de unas alzas de unos 20 cm en su escena con Norton para parecer más alto. 

Después de los visto, ese 17 millones de uno más 2’5 millones de otro, no es de extrañar que los directivos del estudio Mechanic y Ziskin pensaron en el presupuesto inicial de 23 millones de dólares para la financiación de la película se quedara corto. Pero al comienzo de la producción, éste se incrementó hasta los 50 millones. New Regency pagó la mitad, pero durante la filmación, el proyecto escaló hasta los 67 millones. El directivo de New Regency y productor ejecutivo de la película Arnon Milchan pidió a Fincher que redujese los costes por lo menos 5 millones. El director se negó, por lo que Milchan amenazó a Mechanic con abandonar el proyecto. Mechanic buscó reafirmar el apoyo de Milchan mandándole cintas de las partes filmadas. Después de ver tres semanas de filmaciones, Milchan restableció la financiación de New Regency. El presupuesto final de la película fue de 63 millones de dólares. 
En el apartado técnico comentar que esta película como en las de kárate, las escenas de lucha están coreografiadas y los actores tuvieron que "darlo todo" para capturar efectos realísticos como ser apaleados. La maquilladora Julie Pearce, quien había trabajado para el director en la película de 1997 The Game, estudió artes marciales mezcladas y boxeo para retratar a los luchadores de forma precisa. Diseñó una oreja para representar la pérdida de cartílago, citando como inspiración la pelea en la que Mike Tyson le arrancó un trozo de oreja a Evander Holyfield. 
Los maquilladores diseñaron dos métodos para crear sudor al momento: vaporizando agua mineral sobre una capa de vaselina y usando el agua sin adulterar para el "sudor mojado". 
La filmación duró 138 días, durante los cuales Fincher llenó más de mil quinientos rollos de película, tres veces más de lo habitual para una película de Hollywood. Las lugares de grabación estaban todos ubicados en Los Ángeles y alrededores, además de en el estudio Century City. El diseñador de producción Alex McDowell construyó más de setenta decorados. El exterior de la casa de Tyler Durden se construyó en San Pedro, California, mientras que el interior se construyó en el estudio insonorizado. Al interior se le dio un aire deteriorado para ilustrar el mundo fraccionado de los personajes. El apartamento de Marla Singer se basó en unas fotografías de los apartamentos Rosalind Apartments ubicados en la zona baja de Los Ángeles. La producción final se compuso de 300 decorados, 200 localizaciones y efectos visuales. 

Para la imagen y la grabación, Fincher usó el formato Super 35 para filmar Fight Club, ya que le daba máxima flexibilidad hacer las composiciones de las escenas. Contrató a Jeff Cronenweth como fotógrafo; el padre de Cronenweth, Jordan Cronenweth, trabajó para Fincher en la producción de la película de 1992 Alien 3 falleciendo a mitad de rodaje. Fincher exploró diversos estilos visuales en sus anteriores películas Se7en y The Game, por lo que Cronenweth trazaron elementos de ambas para Fight Club. Usaron un estilo chillón, haciendo que los personales "brillasen". Las escenas en que aparece el narrador sin Tyler Durden son realistas e insulsas. Se usaron colores. Helena Bonham Carter usó maquillaje opalescente para retratar su personaje nihilista y romántico. Fincher y Cronenweth cogieron aspectos de la película American Graffiti de 1973, que retrata los exteriores nocturnos de forma mundana mientras, a la vez, incluye una gran variedad de colores. 

El equipo aprovechó la luz natural y del entorno mientras rodaba en las locaciones exteriores. El director buscó varios acercamientos a la iluminación de la cinta, por ejemplo escogiendo varias localizaciones urbanas en las que se aprecia las luces de la ciudad en los fondos. El equipo y él también se apoyaron en luces fluorescentes en otras de las locaciones para mantener el elemento de realismo e iluminar las heridas de los personajes. 

Por otro lado, Fincher se aseguró de que las escenas no tuvieran demasiada luz para no ver demasiado los ojos de los personajes, citando la técnica del cinematógrafo Gordon Willis como influencia. Fight Club se filmó mayormente de noche y Fincher rodó las escenas de día en lugares con sombra. El equipo equipó el sótano del bar con luz de trabajo para crear brillo en los fondos. Fincher evitó usar técnica complejas de trabajo de cámara para las primeras escenas de lucha en el sótano y en su lugar optó por cámara fija. En escenas posteriores de lucha, Fincher movía la cámara desde el punto de vista de un espectador lejano hacia el del luchador. Las escenas con Tyler Durden se escenificaron para ocultar que el personaje es una proyección mental del narrador sin nombre. El personaje no se filmó junto al narrador con otra gente. En las escenas anteriores a que el narrador conozca a Tyler, insertan la presencia de Tyler en tomas en solitario para crear un efecto subliminal. Tyler aparece en el fondo y desenfocado, como "un pequeño diablo en el hombro del narrador". Aunque Cronenweth generalmente trató la película de cine Kodak con normalidad en Fight Club, usó varias otras técnicas para cambiar su apariencia. Se usó flashing en la mayor parte de las imágenes tomadas de noche, se estrechó el contraste para afearlo a propósito, las letras escritas se ajustaron para parece estar poco expuestas, se usó una técnica para incrementar la densidad del negro en la película, entre otras. 
Fincher contrató al supervisor de efectos visuales Martín Hawks, con quien había trabajado previamente en la película The Game, para crear los efectos de Fight Club. Haug asignó a cada uno de los artistas de efectos visuales y a los expertos en diferentes instalaciones para trabajar en los distintos tipos de efectos visuales. 
A Fincher le preocupaba la banda sonora y creyó que grupos experimentados en componer bandas sonoras no supieran atar bien las pistas de la película, así que buscó una banda que nunca hubiese hecho algo similar. Se interesó por Radiohead, aunque finalmente escogió el dúo de productores breakbeat Dust Brothers para el trabajo. El dúo creó una banda sonora post-moderna que incluye loops de batería, scratches electrónicos y samples computerizados. Michael Simpson lo explicó: "Fincher quería romper moldes con todo lo relativo a la película, y una banda sonora poco convencional ayudaba a conseguirlo". 

Fincher dijo que Fight Club era una cinta de «sobre la mayoría de edad» al igual que El Graduado (1967), aunque destinada para treintañeros. Fincher describe al narrador como un "hombre común", el personaje que es identificado en el guión como "Jack", pero es dejado sin nombre en el filme. Igualmente el narrador no puede encontrar la felicidad, así que recorre el sendero de la iluminación en la cual debe "matar" a sus padres, su Dios, y su maestro. Al principio del filme, ha matado a sus padres. Con Tyler Durden, mata a su Dios haciendo cosas que se supone no debe hacer (mear en la sopa, por ejemplo). Para completar el proceso de maduración, el narrador tiene que matar a su maestro, Tyler Durden. 

En la película se observan gran cantidad de tomas en las cuales el director, de manera voluntaria, incluye pequeñas escenas que en un principio pueden parecer un error o blooper pero en realidad son puestas a propósito. Lo interesante de esto es que cada vez que se observa la película, se descubren más. Además, estos "errores" van totalmente con la línea discursiva de la película: la ruptura del sistema tradicional y la proposición de lo irreverente, lo auténtico y lo único. Algunas de estas tomas son por ejemplo, el personaje de Tyler Durden (Brad Pitt) que aparece una serie de veces cuando aún no ha sido presentado. Son pequeños fotogramas en los cuales se ve al personaje ridiculizando la escena. Se puede observar a Tyler en la oficina, en el hospital cuando el narrador (Edward Norton) acude al doctor, en el grupo de apoyo o cuando Marla se pierde por primera vez en un callejón entre otros. Cuando el apartamento del narrador explota, este se ve forzado a llamar a su nuevo amigo, Tyler Durden. Sin embargo, al no recibir respuesta, cuelga el teléfono. Segundos más tarde, el teléfono empieza a sonar y la cámara hace un zoom in al teléfono donde se lee claramente: "Este teléfono no acepta llamadas entrantes". Es decir, no podía estar sonando el teléfono, por lo tanto esa llamada nunca existió. Cuando el narrador le está pidiendo a Marla que se vaya de la ciudad, hay una valla publicitaria donde se anuncia la película Siete años en el Tíbet, una de las películas en las cuales Brad Pitt es el protagonista. Segundos después también se pueden apreciar vallas donde se anuncian las películas Las alas de la paloma (Helena Bonham Carter) y The People vs. Larry Flynt (Edward Norton). En la versión de DVD, cuando aparece el aviso de precaución (donde normalmente se estipulan las leyes anti-piratería) hay un mensaje de Tyler. 
Una de las escenas más conocidas de esta película es la introducción de algún elemento pornográfico en la peli. Hay que recordar cuando Tyler le explica al narrador que él de manera ocasional introduce fotogramas pornográficos en los rollos de las películas que proyecta, con el fin de generar una incomodidad inconsciente dentro del espectador. Pues bien, eso pasa el final de la película. Justo cuando los edificios están cayendo y Marla (Helena Bonham Carter) y el narrador se encuentran observando, la imagen "vibra" y por una fracción de segundo se muestra la imagen de un pene ocupando toda la pantalla. 
La película tuvo sus compensaciones. Y eso que a los ejecutivos del estudio no les gustó la película y reestructuraron la campaña de marketing para tratar de reducir las posibles pérdidas. Con todo en ese año 1999 fue nominada al Oscar a los mejores efectos de sonido. Fight Club no cumplió las expectativas del estudio en taquilla y recibió reacciones polarizadas por parte de la crítica. 

La crítica fue dura con el filme. En España, por ejemplo, Jordi Batlle Caminal en el Diario La Vanguardia afiermó sobre ella “Su contundencia y radicalidad levantó ampollas". Por su parte, el siempre crítico Carlos Boyero, por entonces en el Diario El Mundo afirmaba que “El club de la lucha era una "Pretenciosa gilipollez (...) Todo resulta un disparate con pretensiones de gran espectáculo". En el Diario El País Fernando Morales decía "De todos es sabida la predilección de Fincher por la violencia. Pero en esta ocasión se ha pasado. El filme es un puro despropósito, un canto fascista al salvajismo". 
Pese a eso fue nominada a un Óscar y a otras quince nominaciones, además de ser considerada la mejor película en la que ha actuado Brad Pitt, incluso por encima de Se7en. Lo más extraño es que la película no considerada lo grande que era hasta muchos años después de su estreno. 
La película se convirtió en una de las más controvertidas y de las que más se hablaba en 1999. The Guardian la vio como un presagio de un cambio en la vida política estadounidense y describió su estilo visual como innovador. La película encontró el éxito comercial con su lanzamiento en DVD, lo que facilitó que se convirtiera en una película de culto. Actualmente se encuentra en el décimo puesto de la IMDB de las mejores películas de la historia. 
Bueno, esta ha sido la película y lo que he encontrado sobre ella. Ahora, después de leerlo todo me ha gustado más que cuando la he visto, que – posiblemente por la hora, posiblemente por la duración, posiblemente por no haberme gustado mucho- no me ha aparecido tan interesante. Eso sí, transgresora sí que fue y nunca sabes si Tyler está en el espejo, o lo importante es únicamente el espejo.

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