jueves, 18 de abril de 2013

El horror de la primera guerra mundial


Son de estas películas que te prestan, pero que no le haces caso. Son de esas películas que mezclan géneros y cuyo resultado puede ser un pastiche. Son de estas películas que no te dejan indiferente o te sorprende positivamente o la desprecias. Realmente no es para enfadarse, entretiene y no dura tanto, apenas 90 minutos. Su nombre Deathwatch.

Se trata de una película británica del año 2002 , en la que intervienen un par de actores conocidos y que está dirigida y escrita por Michael J. Bassett. Se trata de una Coproducción entre el Reino Unido y Alemania encabezada por el trío formado por Sam Taylor, Mike Downey y Frank Hübner que a su vez representan a las productoras ApolloMedia / Bavaria Film / F.A.M.E. Film & Music Entertainment AG / Film and Music Entertainment / Odyssey Entertainment / Portobello Pictures / Q&Q Medien GmbH. 

La distribución fue llevaba a cabo por Lions Gate Entertainment. La música es de Curt Cress y Chris Weller, mientras que la fotografía de Hubert Taczanowski. El montaje fue labor de Anne Sopel. El diseño de producción recayó en Aleksandar Denic. La dirección artística estuvo en manos de Martin Martinez, y el vestuario de Lucinda Wright. 

El reparto está encabezado por el ya crecido Jamie Bell (ex- Billie Elliot) como el soldado Charlie Shakespeare, Andy Serkis - nuestro querido Gollum- como el brutal soldado Thomas Quinn. También , curiosamente, aparece Mike Downey (¿es el productor?) como el capitán Martin Plummer. Todos ellos están acompañados de un conjunto de actores mayoritariamente británicos y , personalmente , desconocidos como Ruaidhri Conroy (el soldado Colin Chevasse), Laurence Fox como el Capitán Jennings Bramwell, Dean Lennox Kelly como el soldado escocés Willie McNess , el inquietante soldado alemán de nombre Friedrich y que es el actor Torben Liebrecht. Les acompañan Kris Marshall como el soldado Barry Starinski, Hans Matheson como el soldado Jack Hawkstone, Hugh O'Conor como el soldado Anthony Bradford, Mateo Rhys como el Doctorl "Doc" Fairweather, Hugo Speer como el sargento David Tate.

Como otras muchas películas busca los escenarios de las trincheras en la República Checa, concretamente en Benesov y Praga, así como en el Reino Unido. 
Desde el principio sabemos donde nos encontramos tanto espacial como cronológicamente. Estamos en el año 1917 , en los últimos coletazos de la Primera Guerra Mundial y en el Frente Occidental. Allí se enfrentan un millón de soldados. Entre ellos están los británicos y las tropas alemanas. Esta tierra es ya la tumba de centenares de miles de jóvenes. Cada carga a una trinchera enemiga supone la pérdida de gran parte de los soldados que emergen de unas trincheras cubiertas ahora de barro y sangre. Un escuadrón de británicos soldados reciben la orden de atacar una trinchera alemana en la noche. 

Entre ellos está un joven soldado Charles Shakespeare (Jamie Bell) y junto con sus compañeros reciben la orden de salir. Charles tiembla de miedo, de hecho no quiere salir. Finalmente, le convence el Sargento David Tate (Hugo Speer ). El soldado Shakespeare ve como caen sus compañeros. Precisamente el Sargento David Tate se ve atrapado en el alambre de púas y llama al soldado Charlie Shakespeare, miembro del escuadrón 16, para rescatarlo del enredo. Shakespeare, sin embargo, aterrido de miedo debido al caos que hay a su alrededor y se escapa. De pronto alguien grita: gases. 
A la mañana siguiente, el equipo se encuentra avanzando lentamente a través de una densa niebla, que en contra de su miedo no es un gas venenoso. Él y otros ocho componentes de la Compañía están perdidos tras las líneas enemigas. A medida que emergen de la niebla, se encuentran con un complejo laberinto perteneciente a una red de trincheras alemanas. Esta trinchera alemana abandonada es su único refugio. 

Allí encuentran a un grupo de soldados alemanes aterrorizados, que al principio ignoran los gritos del soldado escocés Willie McNess ( Dean Lennox Kelly ) quien les pide que se rinda. El soldado Thomas Quinn ( Andy Serkis ) dispara al primer alemán e intenta disparar a un segundo, pero McNess lo detiene y el alemán escapa. El tercero, Friedrich (Torben Liebrecht), se rinde. 
Convencidos de que han roto las líneas enemigas, los soldados deciden fijar las trincheras. Al hacerlo y reventar parte de la trinchera encuentran signos de algo extraño ha pasado en la trinchera antes de su llegada. Las muestras están en la descomposición de cuerpos visibles en el suelo, al parecer víctimas de las luchas internas entre los alemanes ya que tienen clavadas muchos de ellos bayonetas alemanas. 
Mientras detonan cargas para cerrar algunos pasajes, oyen un extraño sonido, y cuando se alejan no se dan cuenta de grandes cantidades de sangre que hay vertidas del lodo. Más tarde, mientras el soldado Jack Hawkstone ( Hans Matheson ) está explorando la trinchera se da cuenta de que hay un cuerpo cubierto de barro, apoyado en la pared de la zanja. Resulta ser el segundo alemán, que había escapado de su encuentro inicial. Hawkstone se enfrenta a él a puñetazos hiriéndolo y, finalmente, se ve obligado a dispararle. 
Durante la escaramuza, el soldado Barry Starinski ( Kris Marshall ) corre y dispara con el alemán, que cae de rodillas. El salvaje soldado Quinn luego lo ejecuta con un disparo en el cráneo. La naturaleza aislada y siniestra de las trincheras pronto empieza a exigir un peaje a los británicos. 

Mientras tanto el soldado Colin Chevasse ( Ruaidhri Conroy ) se está muriendo al estar herido en la columna. Doc está pendiente de él. Intentan contactar con la radio desde la misma escuchan que se compañía ha sido dada por desaparecida. Parte de los soldados están enojados y temerosos por la situación y por el ambiente extraño, y descargan su furia sobre el prisionero alemán. Únicamente Shakespeare está al margen de la locura y lo protege. 

Durante su primera noche, Starinski, que se ha aislado a sí mismo en la trinchera. Previamente había encontrado de los muertos alemanes imágenes eróticas que usa para masturbarse, se distrae con sonidos extraños procedentes las trincheras. Al moverse por ellas se encuentra tres cadáveres alemanes envueltos en alambre de púas en una posición de pie. Starinski grita para alertar a los demás de la escena, y uno de los cadáveres de repente cobra vida y le atrapa. Sus gritos son audibles para sus compañeros. Cuando llegan es demasiado tarde y Shakespeare encuentra el cadáver de Starinski atado a la pared de la zanja con alambre de púas. 
Sospechando que las tropas alemanas se esconden en los refugios los hombres interrogan violentamente al prisionero. El habla en alemán, pero pregunta si puede hablar en francés. Shakespeare logra traducir sus divagaciones del francés. Le dice que se mataron unos a los otros, que lo mismo le pasará a ellos, ya que en la trinchera, entre el barro, las ratas y la sangre vive el "mal". 
La compañía decide acumular a los muertos alemanes en un montículo enorme. Más tarde esa noche, el capitán Bramwell Jennings ( Laurence Fox ), el oficial de mayor rango de la compañía, comienza a escuchar los sonidos de artillería y un ataque de infantería, a pesar de que no hay nadie en la zona. Presa del pánico, se tropieza a través de las trincheras con Hawkstone, se vuelve y con los nervios de punta dispara erróneamente a Hawkstone cuando escucha que viene de atrás. 

A pesar de homicidio del Capitán, el sargento Tate sigue rigurosamente las órdenes y se niega a abandonar la trinchera. Ese mismo día, los hombres, hunden parte de la trinchera para hacer su posición más defendible. 
La noche siguiente, los ruidos vuelven a aparecer, y la moral y la disciplina de los hombres se deteriora aún más, llegando a la locura. Es muy visible en el caso de Quinn y de McNess. Éste último es perseguido por una niebla roja misteriosa que lo empapa de sangre. El miedo hace que salga de las trincheras. Allí en tierra de nadie, cuando parece haber escapado del horror recibe un disparo. Este procede del soldado – sacerdote Anthony Bradford (Hugh O'Conor ). Se inicia un intento de rescate que lleva a cabo el cabo- valga la redundancia- "Doc" Fairweather ( Mateo Rhys ), el médico de la compañía, pero McNess, arrastrándose por el suelo, es perseguido por un montículo de barro en movimiento que lo arrastra al subterráneo. 
Mientras tanto, Bradford, quien ha sido declarado responsable de haber disparado a McNess por Shakespeare, que lo ha visto, está convencido de que tanto él como las trincheras están poseídos por la muerte. Convencido de que va a matar a otros, le pide a Shakespeare que le dispare. Cuando éste se niega, Bradford sale corriendo. 

Por la mañana, Quinn, habiendo finalmente perdido la cabeza, crucifica a Friedrich, el prisionero alemán, en una viga de madera en la tierra de nadie, uniendo sus brazos y piernas con alambre de púas. Luego procede a golpearlo con su maza de púas, desafiando a cualquier alemán que podría haber con dispararle y salvar a su compañero. 
En la trinchera, el capitán Jennings, ha perdido contacto con la realidad, y de repente decide que quiere una inspección de la compañía, y se enfrenta a Tate cuando se niega a cumplir esa absurda orden. Temiendo por el resultado de la disputa, tanto Shakespeare y Fairweather cumplen con la orden. 

Mientras tanto, Jennings avisa a Quinn a grandes gritos Friedrich. Jennings sale de la trinchera en busca de Quinn, quien no tiene reparo en matarlo en un frenesí asesino, afirmando su odio para los oficiales. Como Shakespeare sale corriendo de la zanja para proteger al capitán. Mientras Quinn le susurra que quiere "hacer las paces" aunque lo apuñala hasta la muerte. Shakespeare se enfrenta con su arma reglamentario, aunque no se atreve a dispararle. 

Quinn se burla de Shakespeare y, como se niega a matarlo, le acusa de cobarde. Shakespeare grita que por lo menos no es un asesino, al que Quinn responde que el asesinato es todo lo que hacen los soldados. Quinn persigue a Shakespeare, pero es detenido por los hilos de alambre de púas que se levantan de la tierra y comienzan a envolverlo. Shakespeare le dispara Quinn, poniendo fin a su tormento, y después libera a Friedrich. 

De vuelta a la trinchera, Shakespeare habla con Friedrich, que está herido por la tortura de Quinn. Luego sale corriendo en busca de Fairweather. No obstante se encuentra con Chevasse que sigue paralizado, y ahora está más pálido aunque molestado por las moscas. Descubre que él parece capaz de mover sus piernas de nuevo. Sin embargo, cuando Charlie levanta la manta que lo cubría, se encuentra, para su horror, que las ratas han estado comiendo las piernas de Chevasse. Horrorizado, Chevasse comienza a gritar sin control, lo que obliga a Charlie a dispararle en la cabeza para sacarlo de su miseria vital. 
Charlie sale corriendo de nuevo y se encuentra a los dos soldados restantes, Bradford y Fairweather. Bradford ha atado Fairweather con alambre de púas y le dispara en la cabeza antes de que Charlie pueda detenerlo. Charlie finalmente da Bradford lo que quería y lo apuñala en el estómago con su bayoneta y luego le dispara. En ese momento, el suelo bajo los muertos alemanes comienza a ceder, mientras que los bloques de alambre de púas cercan cada paso. Charlie intenta escapar, pero tropieza y se lo engulle la oscuridad. 
Se despierta en una cueva oscura llena de cadáveres, a cuyo fin se encuentra la imagen vital de todo el grupo mientras estaban comiendo la noche y que vimos en el comienzo de la película. Él también aparece. Él grita desafiante que él no está muerto y se va, llegando a la superficie de las trincheras. En ellas se encuentra con Friedrich, ahora es capaz de caminar y se encuentra en perfecto estado de salud, le habla perfectamente en inglés. Además le apunta con su rifle. Charlie, exasperado por la traición aparente, le grita, tanto en Inglés y francés que trató de ayudarlo. Reconoce, en perfecto Inglés, que Charlie era el único que lo ayudó, y, señalando a una escalera que conduce a la tierra de nadie, le dice que es por eso que es libre de irse. Charlie le pregunta lo que está ahí fuera, pero Friedrich ya ha desaparecido. Charlie sale de la zanja y se introduce en un destino desconocido, desapareciendo en la niebla. 
Un tiempo más tarde, otro grupo de soldados británicos llegan a la zanja. Se encuentran a Friedrich sentado sin hacer nada, y ellos le conminan a rendirse, orden que cumple, levantando las manos. La cámara se centra en su mirada aunque la pantalla se desvanece. 
Esta película fue presentaba en 2002 en el Festival de cine fantástico y de horror de Sitges en la sección oficial largometrajes a concurso. 
Se trata de una película bastante desconocida, interesante, original y claustrofóbica sobre el horror de la guerra, con una ambientación agobiante, bajo una lluvia que no cesa. Deathwatch, está ambientada en una zanja llena de cadáveres y con algo "maligno" que va arrinconando a los soldados. Y cumple con su objetivo, sobretodo para aquellos que gustan del género de terror y suspenso pues entretiene y se olvida.

Pertenece más al thriller psicológico que al bélico. El guión de este debutante director a mi me ha recordado un relato que leí en un libro titulado de los finales de los 70 titulado “Sin Rastro” y que hablaba de la misteriosa desaparición de una compañía durante la primera guerra mundial, perdida entre gases y niebla. 
A destacar los efectos especiales, una música bastante apropiada, un correcto reparto y varias escenas impactantes.

He querido entender que los soldados estaban muertos desde un principio y que sólo son sus almas las que están vivenciando esas traumáticas experiencias y se debaten en esa especie de trinchera-purgatorio para definir su destino: cielo y salvación o infierno y condenación. 
 Antonio Trashorras en Fotogramas señala que la película presenta una atmósfera convincente y una trama algo estirada, "Deathwatch" – prosigue- ha optado por una mezcla genérica que, por saturación, ya comienza a resultar un cliché en sí misma. Es una drama bélico-terrorífico de época, este film aplica un modelo narrativo tan reconocible como el de la casa encantada a una premisa digna de capítulo de "Twilight Zone". Trashorras critica igualmente lo estereotipado de sus personajes. Lo cierto es que la película consigue su objetivo: entretiene. 


Imágenes de "Deathwatch" - Copyright © 2002 Odyssey Entertainment, Apollomedia, Apollopromedia y Film & Music Entertainment. Distribuida en España por Manga Films. Todos los derechos reservados.

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