lunes, 25 de septiembre de 2023

El muchacho de Oklahoma



The boy from Oklahoma es una desconocida película al menos para mí de Michael Curtiz - una obra menor, realizada por la Warner Bros., de hecho fue su última película para la Warner con la que estuvo trabajando en exclusividad desde 1926- estrenada en 1954 para la gloria de uno de los vaqueros por antonomasia del espectáculo norteamericano como fue Will Rogers Jr, que solo hizo tres películas, cantante prestigioso por el uso del lazo e hijo del gran Will Rogers, periodista, actor y humorista muy famoso en Estados Unidos a principios del siglo XX. 

Se trata de una película basada en un guion escrito por Frank Davis y Winston Miller que se inspiraron en la novela "The Sheriff was Scared" de Michael Fessier. La película cuenta con la música de Max Steiner, la fotografía de Robert Burks. La película cuenta la historia de Tom Brewster (Will Rogers) un atolondrado estudiante de leyes contrario al uso de las armas y del alcohol, que muy a pesar suyo es nombrado sheriff de Bluerock, una ciudad de Oklahoma controlada por un magnate local, el mayor Barney Turlock (Anthony Caruso), dueño del saloon más importante de la localidad de la que a su vez es alcalde. Su intención es la de controlar la ciudad a su antojo, creyendo que siendo tan joven se dejará manejar.  

A pesar de no saber utilizar el revólver ha de enfrentarse a la llegada de un peligroso pistolero buscado en varios estados como él William Bonnie, alias Billy the kid (Tyler MacDuff) que resulta ser el primo del alcalde ( Anthony Caruso). 

Entonces aferrará a la estricta aplicación de la ley para poner orden y con ello se gana en el corazón de la mujer más hermosa de la ciudad, Katie Brannigan (Nancy Olson) hija del antiguo sheriff que metido en turbios temas es asesinado en circunstancias extrañas. A su vez y sin hacer uso de la violencia se enfrenta a borrachos que se pelean con su mujer y que son estrictos seguidores de la Biblia como Crazy Charlie(Lon Chaney, Jr), con sicarios del alcalde como Slim Pickers como Shorty, o veteranos como Wallace Ford en el papel del jefe de correos y sicario de Turlock, Wally Higgins o Merv Griffin como Steve,uno de los hombres de Turlock frente a James Griffith como el malvado Joe Downey o Louis Jean Heydt como el opositor concejal Paul Evans, o el servil concejal interpretado por Sheb Wooley como Pete Martin. Junto a él aparece otro veterano actor como Clem Bevans en el papel de Pop Pruty,como Juez de Paz . 

La película cuenta con un excelente pulso narrativo, a pesar, en este caso, de ser un film más apoyado en los diálogos que en la acción. Will Rogers Jr., como Tom Brewster irradia simpatía, una bondad que le brota por todos los poros y un ideario tan bien posicionado que, sólo una soga y un efectivo uso del lenguaje edificante, el sentido común le servirán como armas para bajarle el ímpetu a los prepotentes y a los inadaptados. Eso sí, algunos de sus comentarios sobre la vestimental de la mujer no pasarían los filtros del feminismo. 

La historia de Michael Fessier, como inspiración, la convirtió en una serie televisiva titulada, “Sugarfoot”, un serial de 69 episodios, estrenado en 1957, con la cual obtuvo un notable éxito popularen la que Will Hutchins reemplazó a Rogers como el personaje principal con Tom Brewster.Tres de los miembros originales del elenco de la película, Louis Jean Heydt, Sheb Wooley y Slim Pickens, fueron trasplantados directamente al piloto del programa de televisión posterior, "Brannigan's Boots", interpretando sus papeles de la película. El primer episodio de Sugarfoot sigue bastante fielmente el guión de la película. Dennis Hopper sucedió a James Griffith como Billy the Kid en la versión televisiva, Merry Anders asumió el papel de Katie Brannigan de Nancy Olson y Chubby Johnson reemplazó a Wallace Ford como Wally Higgins en la pantalla televisiva.

De ella Fausto Fernández en Twitter ha escrito en varias ocasiones destacando algunos aspectos como " risueño y humilde western 50s en Technicolor con la firma, siempre una garantía, de un Michael Curtiz en la etapa final de su carrera, y que aunque nunca alcanzó los niveles de popularidad (en Estados Unidos; aquí ni sonará ya quienes eran) de su padre, Will Rogers Jr. siguió sus pasos, también en el western: EL MUCHACHO DE OKLAHOMA , o el bonachón y pacifista sheriff que no creía en las pistolas, con un subtexto sobre la amistad muy certero, y buen uso del color y del paisaje.



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