Invitación to a Gunfighter es una película del año 1964 dirigida por Richard Wilson , director y productor que también que participó en el guion inspirado en lo escrito por Hal Goodman y Larry Klein que encuentra entre otros con Yul Brynner como Jules Gaspard d'Estaing, George Segal como Matt Weaver, Janice Rule como Ruth Adams, Alfred Rydervcomo Doc Barker, Bert Freed como Sheriff, Brad Dexter como Kenarsie, Clarke Gordon como el granjero, Clifford David como Crane Adams y Clifford James como Tuttle y Curt Conway como McKeever.
Junto a ellos aparecen Mike Kellin como veterinario de Blind Union, Pat Hingle como Sam Brewster, John A. Alonzo como Manuel, el amigo de Weaver en el barrio mexicano, Gerald Hiken como Gully, Strother Martin como el violinista y Dal Jenkins. Está película se basó en un guion televisivo de 1957 de Larry Klein que apareció en Playhouse
La historia comienza una vez terminada la Guerra Civil (1861-1864). Conocemos desde el principio a un soldado confederado, Matt Weaver, que regresa a casa en Nuevo México y se encuentra con que su rancho ha sido vendido en su ausencia por Sam Brewster, el nuevo cacique del pueblo. Éste es un banquero que ha vendido la finca de Matt pensando que no regresará de la Guerra, ya que este había ido a buscar a su padre.
Cuando vuelve y ante la actitud violenta del rebelde, Brewster contrata a un pistolero , un hombre de New Orleans, Jules ( Yul Brynner)ara mantenerlo a raya, pero con esta actitud sólo consigue que los problemas se agraven.
Lo cierto es que Matt Weaver (George Segal) regresa a su hogar en Nuevo México después de la Guerra Civil y descubre que su granja fue vendida por un banquero sin escrúpulos llamado Brewster ( Pat Hingle ), mientras que su prometida, Ruth, ( Janice Rule ) se casó con otro hombre mientras él estaba en la guerra.
La ausencia de Weaver le permitió a Brewster influir en los ocupantes del pueblo hacia sus propios prejuicios intolerantes, racismo y métodos corruptos, todo para poder obtener el control financiero y perentorio del pueblo.
Weaver, que ya sabe muy bien cómo es Brewster, recupera el control de su granja mediante un uso de fuerza mal ejecutado. Esto resulta en la muerte del esposo de la pareja que reside en la granja, que les fue vendida por Brewster, quien la había obtenido por medios ilícitos.
Weaver solo recibe ayuda de los habitantes mexicanos del pueblo, quienes siempre han mantenido una buena relación con él.
Aunque, superficialmente, parece que el esposo de Ruth y otros simpatizantes de la Unión en el pueblo odian la lealtad de Weaver a los rebeldes durante la guerra, en realidad, esto es solo una fachada para ocultar problemas sociales y personales más profundos que afligen a los habitantes blancos del pueblo. Existe racismo y una incompetencia innata hacia el deber cívico y la cohesión social, tanto entre ellos como con los habitantes no blancos del pueblo, es decir, los mexicanos.
Esta ironía hipócrita del pueblo genera muchos resentimientos arraigados hacia Weaver. Tanto es así que el pueblo se vuelve contra él y Brewster busca contratar a un pistolero para deshacerse de Weaver y lo que representa para un pueblo de hipócritas pro-Unión, cargado de culpa y desvergonzado, lleno de hipócritas.
Tras una desafortunada llegada, el pistolero francés criollo de color llamado Jules Gaspard d'Estaing (Yul Brynner) decide quedarse en el pueblo tras la parada de su diligencia y se fija desde lejos en la atractiva Ruth.
Jules, quien más tarde enseña al pueblo ignorante a pronunciar su nombre correctamente en francés, ahuyenta al pistolero pagado enviado por Brewster y decide encargarse de matar a Weaver; al menos, eso creen los habitantes del pueblo.
No ajeno a los abusos del racismo (de madre negra y padre sureño blanco y adinerado), Jules se crio en un ambiente culto, con sólidos conocimientos de inglés y francés, aprendió a tocar el clavicordio y, aunque se crio para conocer su cultura criolla, se le veía erudito y caballeroso en apariencia y modales.
Jules (los habitantes del pueblo lo llaman Jewel con desprecio) se propone entonces averiguar qué está pasando realmente en el pueblo y por qué le guardan un rencor mortal a Weaver.
Inesperadamente, Jules empieza a impresionar a algunos habitantes con su caballerosidad, su cortesía y su justicia personal. Incluso se gana la confianza de algunos.
Mientras se enamora de la amargada Ruth, quien se sintió traicionada por Weaver al abandonarla para ir a la guerra y acabar casándose con un hombre al que no amaba, Jules descubre que ahora no quiere matar a Weaver, sino simplemente irse, y con Ruth. Jules le cuenta a Ruth sobre sí mismo, y aunque está claro que Ruth encuentra mucho que admirar en él, ella le dice que no irá con él.
Decepcionado por el rechazo de Ruth, Jules se descontrola en el pueblo, inicia un brutal barrido del mismo. Ataca a los negocios que representan lo que está mal y claramente enfermo en el pueblo.
Conspiradoramente, Brewster usa a los líderes del pueblo para hacer las paces con Weaver, admitiendo su apropiación deshonesta de su granja. Le devuelve a Weaver la escritura de la granja y le ofrece la paz, pero solo con la condición de que Weaver se encargue del pistolero, que está arrasando el pueblo.
Weaver duda, pero Brewster usa a Ruth sin escrúpulos, diciendo que Jules, quien ahora le disparó a su esposo, está sola con ella. Weaver, quien aún ama a Ruth, se enfurece y acepta hacer las paces con el pueblo e ir tras Jules. Cuando Weaver llega al pueblo, Jules se prepara para irse. Jules es advertido por los mexicanos, ahora amigos, de que se avecinan problemas.
En ese momento llega Weaver y se produce un tenso enfrentamiento entre ambos. Weaver pronto se da cuenta de las intenciones de Jules, y Brewster se entera: se acerca sigilosamente a ellos e intenta dispararle. Se oye una ráfaga de disparos, con Weaver, Brewster y Jules en medio, pero solo Jules recibe un disparo grave. Debilitado, pero aún con la situación bajo control, obliga a Brewster a arrodillarse, a disculparse y a admitir todos sus crímenes. Ahora queda claro para todos qué era realmente Jules: era la mano de la retribución y la expiación. Jules muere antes de que Brewster pueda terminar su declaración, pero Weaver lo obliga a continuar; Brewster intenta sacar un arma y Weaver lo mata de un disparo.
Todo el pueblo, blancos y mexicanos, rodea a Jules y juntos se llevan su cuerpo para enterrarlo, mientras Ruth y Weaver se dan la mano y lo siguen juntos acabando así la película.
Estamos ante una muy buena película, un western distinto, justiciero pero socialmente justiciera, alternativo , con una fotografía correcta de Joseph MacDonald, un bien montaje de Robert C. Jones y con la música adecuada de David Raksin, producido por la Hermes Productions y por la Stanley Kramer Productions , que aparece igualmente como el director en la producción, y que fue distribuida por la United Artists. Un western psicológico, que responde a las inquietudes del momento.

De él, el mejor crítico de cine español, Fausto Fernández, ha escrito tanto en castellano como en catalán lo siguiente: "Un diabólico, hedonista, tenebroso, cínico, ácrata, malévolo y amoral Yul Brynner se adueña de un miedoso y corrupto pueblucho en un western de tesis (ataque frontal al macarthysmo), soberbio y metafórico, con tendencia a la amoral y a la violencia soterrada"; y añade "planteaba (de manera muy entretenida y con Yul Brynner todo cínica maldad) la predisposición de una sociedad liberal a abrazar el totalitarismo. Lo que hhace a la película ser un Western de tortuosa psicología y cruel metáfora sociopolítica, parábola sobre los totalitarismo".