jueves, 20 de junio de 2013

Gusto por el exceso


Alguna que otra vez he elogiado la existencia de un par de canales temáticos de cine en abierto como son La Sexta3 y la Paramount Channel. Gracias a ellos he podido ver alguna película que, en condiciones normales, no habría visto nunca – léase la saga Saw y algunas otras de miedo de poca difusión - o disfrutar de clásicos que un buen día te lo encuentras programado – léase el Padrino- en cualquiera de sus versiones. 

Una inoportuna gripe, un obligatorio descanso en parte en cama, en parte en el sofá han favorecido que en el día de ayer pudiese ver completa esta primera película estadounidense del magnífico director mexicano, Guillermo Del Toro. Se trata de una película un pelín repulsiva pues los protagonistas invitados son las cucarachas o similares de nombre Mimic. 
Mimic es una película de terror estadounidense de ciencia ficción, con elementos de slasher rodada en 1997. Dirigida por Guillermo del Toro , el guión se inspiró en una historia corta del mismo nombre escrita por Donald A. Wollheim. Mimic fue seguido por dos secuelas, que pasaron ambas al Video: Mimic 2 (2001) y Mimic 3: Sentinel (2003). 
Producida por Ole Bornedal, Bob Weinstein, Harvey Weinstein, BJ rack. para las productoras Dimension Films – encargado también de la distribución- y Miramax Films. La inversión fue de 30 millones de dólares, sin embargo, la película, estrenada en agosto de 1997, fue un fracaso parcial en la taquilla. Por su parte el guión fue escrito conjuntamente por Matthew Robbins y Guillermo del Toro basándose en la obra "Mimic" por Donald A. Wollheim. En la labor técnica destaca la música de Marco Beltrami, mientras que el fotógrafo fue Dan Laustsen, mientras que el montaje fue labor de Patrick Lussier. 
El elenco de actores estuvo formado por Mira Sorvino como Dr. Susan Tyler, Jeremy Northam como el Dr. Peter Mann, Josh Brolin como Josh, Charles S. Dutton como Leonard, Giancarlo Giannini como el limpiabotas Manny, F. Murray Abraham como Dr. Gates, Alexander Goodwin como el hijo de Manny -Chuy-, Alix Koromzay como Remy Panos, Norman Reedus como Jeremy. 

La desagradable historia comienza en Manhattan, en un momento en que las cucarachas que habitan a millares en las alcantarillad de la ciudad están extendiendo "la enfermedad de Strickler". El virus mortal se está cebando especialmente en los niños y está cobrando cientos de vidas de niños de la ciudad. Ante esta situación, la entomóloga Susan Tyler (Mira Sorvino ) usa la ingeniería genética para crear lo que ella y su esposo, el agente Peter Mann ( Jeremy Northam ), llaman a la Raza Judas, un insecto grande (que parece un cruce entre un termitas y mantis religiosa ) que libera una enzima que mata a las cucarachas portadores de enfermedades por la aceleración de su metabolismo. 

Con el fin de que nuevo animal no sobreviva se ha diseñado una mínima población femenino y con una vida útil de sólo unos pocos meses, por lo que sólo iba a durar una generación y no tuviese continuidad. El trabajo eficaz de este insecto de laboratorio es tan efectivo que semanas más tarde, la crisis médica se ha frenado y los doctores son presentados como héroes para la ciudad. 
Tres años más tarde, en la azotea de un edificio, un reverendo de origen asiático es perseguido y arrastrado bajo tierra por una criatura de tamaño humano. El único testigo del mismo es Chuy (Alexander Goodwin), el hijo "especial" (posiblemente autista) de un limpiabotas del metro llamado Manny ( Giancarlo Giannini ). Lo identifica con el nombre de "Sr. Zapatos raros" pensando en el sonido de sus pasos. 

El oficial encargado de la posible desaparición y asesinato del reverendo es Josh ( Josh Brolin ) que investiga la iglesia. Sobre todo se da cuenta que la misma está conectada con los trenes del metro. Encuentra igualmente algún excremento que más tarde, en el laboratorio descubren que contiene botones de madera. 
La historia prosigue cuando dos niños - más tarde- venden un "bicho raro" que han encontrado en el metro a la entomóloga Susan. Sólo es una cría, pero la muestra ya es el tamaño de la mano de un hombre. Después de realizar algunas pruebas, resulta que se trata de un miembro de la raza Judas. Mientras ella hace sus averiguaciones otra criatura entonces irrumpe en la oficina de Susan con el fin de robar la muestra. 
Tras el robo, Susan se queda muy preocupada. Susan y Peter, su marido, con la ayuda de los niños que descubrieron el bicho, echan un vistazo a la sala de mantenimiento donde se encontró el espécimen. Sin embargo, un policía del metro llamado Leonard ( Charles S. Dutton ) se lo impide pues solicita los necesarios permisos. En la espera, Susan se fija en Chuy en esta escena. 
Por su parte, los niños continúan buscando ejemplares más valiosos por las vías abandonadas del metro y encontrar un saco de huevos de gran tamaño. Sin embargo, una criatura descubre a los niños y los mata. Mientras tanto, y por la noche, Chuy va en busca de "Zapatos raros" a la iglesia, y es capturado por las criaturas. Susan, Peter, y su personal van examinar otro túnel, ya con las debidas autorizaciones. 

Mientras tanto en la planta de tratamiento de aguas se descubre un cuerpo de un ser. Es un Judas mutante. El Jefe de Susan, el Dr. Gates ( F. Murray Abraham ) conjetura que es un soldado altamente evolucionado, y que además no es un individuo aislado, sino parte de una colonia. En este punto, los protagonistas entran todos en el metro, cada uno por una razón diferente. Por un lado, Leonard, Peter y Josh entran en los túneles abandonados a través de la sala de mantenimiento para investigar. 

En un momento dado descubren una colonia y al separarse Josh, al tratar de llegar a la superficie, es asesinado por una criatura. Manny entra a buscar a Chuy. 

Mientras en el metro , Susan se da cuenta de que las imágenes del caparazón de la muestra de la planta de tratamiento de aguas, cuando se pliegan parecen un rostro humano. En ese momento, la estación se queda a oscuras, y Susan se ve atrapada por una de las criaturas, mientras que nadie se da cuenta. 

Tras diversas peripecias los cuatro coinciden en el interior de los túneles y cerca del posible gran nido de los insectos. En poco tiempo, los cuatro se reúnen y se esconden dentro de un vagón de tren abandonado. 
Ellos capturan y matan a una de las criaturas, pero no consiguen salir del todo indemnes al menos Leonard, que es herido en la pierna de cuya herida mana sangre profusamente. Susan explica que el metabolismo acelerado del Judas permitió que se reprodujeran y que mutan muy rápido, y que han evolucionado para imitar a su único depredador: los humanos de ahí el parecido. El olor de la sangre de la herida de Leonard atrae a más bichos, por lo que Susan recupera de la glándula de olor del animal muerto y la utiliza para cubrir con su olor en la herida de Leonard y en la ventana paralizando el ataque. 
El grupo formula un plan para tener el vagón en movimiento. Peter es enviado a recuperar la energía, y Manny se envía para cambiar las pistas. Ambos cubren su cuerpo con el aroma de la glándula para mezclarse con las criaturas. Manny encuentra a Chuy aprisionado en una jaula, y consigue sacarlo, aunque Manny muere por el ataque de un Judas macho. Mientras tanto, en el coche, Susan teme que la plaga pueden propagarse a través de los túneles y dominar el mundo. También explica que el Judas cría un solo macho fértil para todas las colonias. 

Dado que Manny no ha regresado, Susan decide ir tras él. Leonard después empieza a sangrar sin control. Mientras tanto, Peter encuentra un montacargas al lado del coche que conduce a las pistas regulares antiguas. Susan libera a Chuy y se encuentra con Peter, que lleva a los dos para el montacargas. Por su parte, Leonard se sacrifica por dejar el coche y conseguir distraer a los imitadores de los otros tres. Cuando Chuy y Susan se meten en el montacargas, el Judas masculino le persigue. 
Por su parte, Peter se queda atrás, con la esperanza de detener a los insectos para siempre. Él es perseguido hasta llegar a una habitación, que resulta ser el nido de la colonia, donde descubre algunas tuberías de gas y un hacha , y decide volar el nido. Él abre los tubos con el hacha, inundando el nido con gas. Después de que su encendedor falle, golpea con el hacha contra una reja de metal, de la que salen chispas que encienden el gas y destruye el nido. Se escapa en un túnel inundado bajo la rejilla justo después de que estallara el gas. 

Mientras tanto, el Judas masculino sube el montacargas y se va tras Chuy. Susan lo engaña con su sangre, y el bicho es atropellado por un tren que se aproximaba. Chuy y Susan dos llegan a la superficie. Creen que Peter ha muerto, pero junto a la policía y a los bomberos que intervienen tras el estallido en los túneles retorna Peter que también está vivo. Se reúnen en un fuerte abrazo.
Esta película, la primera de Guillermo del Toro en Hollywood, se presentó en la Sección oficial largometrajes a concurso del Festival de Sitges del año 1997. A pesar de su elevado presupuesto de 30 millones de dólares apenas recaudó 25 millones. Parece ser que Guillermo del Toro no estaba contento con la película ya que no pudo trabajar con libertad absoluta. Con todo, hay muestras propias de su universo cinematográfico como los insectos, los extraños mecanismos – visto en Cronos- , los monstruos o los lugares oscuros, y cosas por nacer – tan visibles en El espinazo del Diablo o En el laberinto del Fauno. Y esto se hace evidente también en Mimic , donde a veces se combinan, meditando disparos de oscuridad , desordenados, caóticos, espacios sucios o fangosos. Según el propio director no salió todo lo bien que esperaba debido a problemas con la productora, Miramax, que no le dejó hacer la película que él tenía en mente. 

La crítica en España ha sido generosa con la película. Por ejemplo, Javier Angulo en la revista Cinemanía dijo de ella una evidencia: "Mantiene la tensión" Por su parte, Carlos Boyero, cuando escribía en El Mundo afirmaba que “ Del Toro no desaprovecha los recursos que le ofrece Hollywood. Tiene pulso". 

Lo cierto es que la cinta firmada por Guillermo del Toro está llena de intensidad y tensión en una ambientación sórdida, llena de escenarios oscuros, agobiantes y malolientes. Interesantes los títulos de crédito que me remitieron a los de Se7en y la música de Graeme Revell. 

Los bichos están bien creados, por uno de sus habituales, Rob Bottin, pero tampoco parecen demasiado inquietantes, sino que dan más asco que miedo. Esta claro que a Guillermo Del Toro le gusta el exceso, aunque sea con el malgusto que siempre nos pueden dar las cucarachas.

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