sábado, 1 de septiembre de 2012

Mejor no hacerlo

Seguimos con este serial para conmemorar el aniversario de nuestra sesentona favorita. Y en este caso partimos de los hechos literarios, teatrales, musicales o cinematográficos que surgieron depués de la película, ya sea como continuación de la misma, ya sea como remake, ya sea su puesta en valor gracias a algunos alardes tecnológicos.


En los que respecta a las secuelas que hubo o que tuvieron cierta viabilidad, nuestra fuente principal de información - la Wikipedia- señala que desde el mismo que se produjo el éxito relativo de la película - insistimos, relativo de la película-, se comenzó a hablar sobre la posibilidad de producir una secuela sobre "Casablanca". De hecho se planeó la producción de una película llamada Brazzaville (por el nombre de la ciudad a la que el capitán Renault recomienda a Rick que huya en la escena final de Casablanca), pero ésta nunca se realizó. Después de este intento y desde entonces, ningún estudio cinematográfico volvió jamás a considerar seriamente la filmación de una secuela o de una nueva versión. De hecho el director francés François Truffaut rechazó la invitación de crear una nueva versión en 1974, citando el estatus de culto que ya tenía la película entre los estudiantes estadounidenses como la razón principal de su negativa.
Hubo una novela de título "A medida que el tiempo pasa " (As time goes by, en inglés, usando el mismo título de la canción principal de Casablanca), y escrita por Michael Walsh en 1998, que fue autorizada por la Warner para usar dicho título. Y es que dicha obra arranca justo donde la película se detiene y hasta cuenta la historia del pasado misterioso de Rick en los Estados Unidos. Sea como fuere, el libro no alcanzó la fama que el autor y la Warner esperaba.
Ya antes David Thomson había redactado una secuela no autorizada en su novela Sospechosos (Suspects, en inglés) en 1985, aunque vienda la portada del libro más bien parece un acercamiento al mundo y las figuras cinematográficas de Hollywood, por supuesto Ilsa Lund y Rick Blaine incluidos.
Existieron también dos series de televisión que se emitieron poco tiempo después de su emisión y puesta en valor y que se basaban en Casablanca. Se trataba en realidad de precuelas que emitieron dos cadenas norteamericanas, la ABC y la NBC. La primera fue transmitida por la ABC del año 1955 al 1956 e incluía entre su reparto a Charles McGraw como Rick y al mismo Marcel Dalio (que había interpretado a Emil en la película) pero ahora interpretando al capitán Renault. Esta serie formó parte de los episodios que se transmitieron en el espacio de la programación titulada Warner Bros. Presents, en 10 programas con una hora de duración cada uno.
Hubo otra serie de televisión que fue transmitida brevemente por la NBC en solo 5 episodios de una hora de duración en 1983, y tenía ahora como protagonistas a David Soul en el papel de Rick, Hector Elizondo como Renault, Ray Liotta que interpreta a Sacha y a Scatman Crothers en un papel similar al de Sam.
Hubo también una época en la que la radio se hacían seriales, y Casablanca fue igualmente una referencia. Se grabaron diversas adaptaciones de Casablanca para la radio. Dos de las más difundidas fueron: una, la adaptación de 30 minutos para el programa The Screen Guild Theater el 26 de abril de 1943, protagonizada por Bogart, Bergman y Henreid; la otra fue la versión de una hora para el Lux Radio Theater  el 24 de enero de 1944, que tuvo a Alan Ladd como Rick, Hedy Lamarr como Ilsa y a John Loder como Laszlo.
No fueron las únicas, pues existieron otras como la la versión de Philip Morris Playhouse del 3 de septiembre de 1943 y una versión de igual duración para Theater of Romance del 19 de diciembre de 1944, con Dooley Wilson como Sam.
¿Y por qué no un musical? Julius Epstein lo intentó dos veces para convertir el mito en un musical para Broadway. Fue en los años 1951 y 1967, pero finalmente nunca fue puesta en escena. En cambio, la obra original, Todos vienen al café de Rick (Everybody Comes to Rick's, en inglés) sí fue producida en Newport (Estados Unidos) en agosto de 1946 y posteriormente llevada a Londres en abril de 1991. A pesar del esfuerzo, la obra no tuvo éxito.
Pero con todo, lo que yo llevo en mi memoria, es el intento por colorear películas de cine clásico. Recuerdo como en un telediario presentaron esta corriente y, es más, creo que hubo un ciclo en la 2 sobre ello. Llegué a tener Casablanca coloreada  e incluso a grabar en mi antiguo video. Aquella versión en VHS supongo que la conserva mi padre.
Tengo que reconocer que el resultado fue motivo de controversia dado los colores pasteles dominantes en la ropa y en la piel, con bastantes rosas, azules claros y otros colores y tonos de intensidad variable. Inclusive, dicha versión estuvo a la venta, pero sólo por breve tiempo debido a la oposición que alcanzó entre los puristas. El hijo de Bogart, Stephen, señaló que «si ustedes van a colorear Casablanca, ¿por qué no le ponen brazos a la Venus de Milo?».
Sin embargo, para mí el único problema que planteaba este pastelización del cine clásico era el papel que jugaban ahora las sombras, algo esencial no sólo en el género negro, sino en el cine especialmente en el clásico en blanco y negro. Está claro, que mejor no hacerlo.


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