viernes, 31 de agosto de 2012

Ravenous, bueno para comer



La comida es un hecho cultural. Para algunas la ingestión de determinados alimentos está permitida, para otras no. Pensad en prohibición de alimentarse con la carne de un vacuno para un hindú, o de un cerdo para un musulmán. A lo mejor comer caimán es repulsivo en un país, pero una delicia en otro. Un libro magnífico que presenta desde el punto de vista antropológico la alimentación es el escrito por Marvin Harris y que tiene como título el de la entrada, Bueno para comer. Pues bien, estamos ante una película que podría tratar de la alimentación, que para unos es repulsiva y para otros una necesidad o incluso una especie de comunión, pues la fuerza de la carne del otro puede pasar a tí.

Ravenous es una película del año 1999 en la que participan diversos países (Reino Unido, Estados Unidos, República Checa y México- en donde se la conoce por Voraz, al igual que en Argentina) de 103 minutos de duración y que está dirigida por Antonia Bird – al parecer ésta sustituyó a Milcho Manchevski, quien fue despedido por la productora a causa de su particular visión de la historia. (Zinema.com).
La película está protagonizada por Guy Pearce, Robert Carlyle, David Arquette, Jeremy Davies, Jeffrey Duncan Jones, Stephen Spinella, Sheila Tousey, John Spencer y Neal McDonough.

Se trata de una producción de Adam Fields, David Heyman, Tim Van Relim para la Fox 2000 Pictures, quienes invirtieron unos 12 millones de dólares, de los que apenas recuperarán dos millones. Vamos un pequeño o gran fiasco comercial.

La película parte del guión de Ted Griffin  aquien se le ocurrió el guión leyendo  la obra de Stephen King "The Thing man", y tiene una magnífica fotografía de Anthony B. Richmond. La música de enorme peso en el filme es obra una en conjunto de Michael Nyman, Damon Albarn, Stephen Foster, Quiltman, Philip Phile.

La película se rodó en las Montañas Tatras y en los Estudios Barrandow de la República Checa, así como en Durango México.

Un día aparecerá Colqhoun, un extraño personaje que asegura que él y otro colonos fueron sorprendidos por una avalancha que les dejó encerrados en una cueva durante largo tiempo y en la que lograron sobrevivir practicando el canibalismo. Pero la verdadera historia aún está por descubrirse...

La película comienza con la frase que se atribuye a Friedrich Nietzsche: “El que lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse él mismo en monstruo” y continua con un anónimo: “Cómeme”.
De inmediato la película se traslada a 1847, durante la guerra entre México y Estados Unidos y al papel que jugará en la misma el Capitán John Boyd (Guy Pearce). Éste está siendo condecorado por el general Gen. Slauson (John Spencer) en un aparentemente acto de  valentía como “héroe” – aunque después sabremos que realmente lo suyo fue un acto de supervivencia o de cobardía según lo queramos entender-. El capitán John Boyd es enviado a un apartado fuerte en California en un desolado puesto militar, para atender a los viajeros en el oeste árido y helado de las montañas de Sierra Nevada Occidental en California.
A su llegada es recibido por un pequeño y variopinto grupo de soldados, incluido su comandante, Hart (Jeffrey Duncan Jones), un hombre que ha prácticamente renunciado a la vida; Toffler (Jeremy Davies), el religioso; Knox (Stephen Spinella), el "médico", que es alcohólico; Reich (Neal McDonough), el insensible soldado del grupo; la india Martha (Sheila Tousey) y Cleaves (David Arquette), un cocinero cuyas comidas son más inspirado por el peyote que ambiciones culinarias.
En este frío, sombrío y extraño lugar aparece un extraño, Colqhoun (Robert Carlyle), un explorador hambriento que había estado viajando con un grupo de colonos hasta que se quedaron incomunicados en la nieve. Se refugiaron en una cueva, pronto se acabó la comida y se vieron forzados a comerse primero a sus animales y luego unos a otros. Colqhoun escapó, según él,  antes de ser devorado por el guía y la mujer para evitar ser devorado.
La historia de Colqhoun oculta acontecimientos, más allá de canibalismo y la voluntad de sobrevivir. Se trata de un viejo mito indio llamado Wendigo, que establece que un hombre, sobre todo herido y enfermo, que come la carne de otra persona le roba la fuerza, el espíritu y su esencia. Su hambre se convierte en un insaciable deseo: el que come más, más quiere y se convierte en el más fuerte. Nunca es suficiente y la muerte del otro para ser devorado es la única solución.
Antes de salir el indio que vive en el campamento le explica al comandante Hard la leyenda india de Wendigo. Un grupo formado por Hart, Boyd, Tofler, Reich, Colqhoum y el indio marchan a auxiliar supuestamente a la mujer que queda en la cueva con el guía.
Durante el camino Tofler sufre un accidente y por la noche se despierta gritando pues Colqhoum le ha lamido la sangre. Éste es detenido por el grupo, pero siguen con el plan inicial de ir a la cueva. En la misma entra Boyd y Reich y descubren el macabro espectáculo en u interior, pero dado el número de cuerpo descubren que el devorador es Colqhoum. Éste asesina a Tofler y al comandante Hard.
Más tarde a Reich y a pesar de que Boyd dispara sobre Colqhoum éste se salva y Boyd e lanza al vacío, cayendo junto al cuerpo de Reich. Días más tarde sale de su escondite y regresa al fuerte. Allí se encuentran Martha (Sheila Tousey), Knox ( el médico) y Cleaves (David Arquette).
A su llegada Boyd cuenta lo acontecido y uno marcha al fuerte principal a contar la historia. Nadie cree a Boyd, pues parece una persona inestable. La masacre provoca la llegada al cuartel del general Gen. Slauson, quien nombra a un nuevo comandante, Ives. Ante la sorpresa de Boyd ese comandante es  Colqhoum, (ahora con el nombre de Ives) quien asume el mando.
Boyd se niega a comer y a dormir pues teme ser devorado. Una noche y  a pesar de la aparente normalidad Boyd y Colqhoum se ven en el patio, y Colqhoun mostrará a Boyd su increíble secreto. La carne de otro se genera en el que se la come. Colqhoum  le pide colaboración a Boyd, pues el comió la carne de Reich para sobrevivir y bebió la sangre de  su capitán cuando se hizo el muerto. Un Boyd enfermo tiene ahora un dilema: cenar o ser cenado.
 
En paralelo Martha descubre que los caballos han sido decapitados para impedir la huída y que Cleaves han ido en parte devorado. Knox culpa de ello a  Boyd y lo detiene. Colqhoum mata a Knox y le ofrece su carne. Sorprendentemente aparece el comandante Hart y le explica a Boyd que sobrevivió al ataque de Colqhoum alimentándose más tarde de la carne que le ofrece éste. Hart y Colqhoum le explican el plan: devorar algunos de los colonos que en su camino a California. Pero previamente han de devorar al jefe del puesto militar. Antes de su llegada Boyd acaba con Hart – por petición de éste al ver el horror y el monstruo que se ha convertido- y se enfrenta con Colqhoum.
Luchan a muerte y un cepo de caza supone la trampa mortal para los dos: la muerte de ambos y la llegada y degustación de la carne de Knox por parte del general Slauson - por cierto, la última película del actor John Spencer fallecido en 2005- pone fin a “Ravenous”.
Ravenous en inglés significa algo así como "hambre de lobo" y recoge una vieja leyenda de los indios norteamericanos que alude al mito del Wendigo. Una extraña criatura que una vez fue un hombre, transformado en bestia antropófaga por haber matado y devorado a un semejante. Dicha leyenda se basa al parecer en hechos reales: durante las periódicas hambrunas que sacudían a las tribus indígenas del actual Canadá y norte de EE. UU., era común que surgieran actos de canibalismo. Pero ello repugnaba tanto a los nativos que los autores de tales actos eran expulsados de sus tribus y condenados a vagar en soledad por los abruptos montes nevados de Norteamérica. Además de esta explicación existe otra en base a una historia real tristemente acaecida a mediados del siglo XIX (1847) en el oeste americano: El único superviviente de la malograda expedición de George Donner, un hombre de origen escocés (buscador de oro), completamente desfallecido, delirando y extenuado, llega en uno de los peores inviernos del siglo XIX a un pueblo del paso fronterizo de Sierra Nevada –cinturón montañoso emplazado entre los estados de California y Nevada- . En un principio, y aun con lo completamente enajenado de su estado, cuenta la historia de lo ocurrido en las montañas de donde proviene, y así es escuchado y creído. Pero, con el tiempo, algunos datos investigados no casan de manera satisfactoria, y es en la primavera de ese mismo año organizada una partida de expedición para corroborar esa historia….

Es curioso que para el papel de un antropófago como el de Boyd eligieran a un actor que es vegetariano y que tuvo que comer carne en alguna escena, como cuando devora a Knox mediante lo que era realmente un estofado de cordero. Se comenta que al final de la escena cuando cortaba la directora el escupía lo que tenía en la boca. Igualmente llama la atención de que el enfrentamiento entre Boyd y Colqhoum / Ives iba a tener lugar en el tejado, y no en un interior.

La Academy of Science Fiction, Fantasy and Horror Films, en 2000, nominó a esta película a mejor film de horror, mejor maquillaje y mejor música. Los premios First Americans in the Arts Awards en 2000, concedieron a  Sheila Tousey el premio FAITA por su excelente interpretación, aunque al parecer, este papel femenino iba a ser en prinicipio asumido por un chico, el hermano del indio George.

M. Torreiro en el Diario El País afirmaba que "Aborda uno de los temas tabúes del ser humano, el canibalismo, y resulta al principio interesante por su enfoque antropológico, pero pronto cae en picado hacia los procelosos terrenos del gore", mientras que Omar Khan en ese mismo diario decía que la película es una "Inquietante historia llevada con frialdad, sin excesos truculentos, llegando incluso a cierto cinismo. Relato distante y certero sin resbalar nunca por lo más previsible y fácil. Aunque es muy recomendable y comedida, evitar las palomitas". Lo que queda claro es que la película te descoloca.

El guionista Ted Griffin adapta esta macabra historia verdadera, y le imprime elementos fantásticos y un desarrollo argumental francamente originalísimo. Mención aparte la magnífica banda sonora del binomio Nyman-Damon Albarn (el líder de Blur), en la que destacan temas como el magnífico “Boyd´s Journey”; que evoca a una marcha de soldados vencidos, y que deambulan por los caminos como una horda sin rumbo ; Banjos y flautas muy sugerentes que imprimen a la dirección de Antonia Bird más fuerza si cabe.

El tema central es de corte existencial: una batalla interna entre lo animal-instintivo y lo humano-racional. Hasta qué punto puede uno mantener sus convicciones morales cuando éstas van en contra del instinto básico por excelencia: el de supervivencia. Una misma batalla que mantienen protagonista y antagonista, pero con desarrollos completamente distintos.

Ravenous es una rareza, un film sin género definido y de culto sobre el canibalismo y sobre la supervivencia con algunos puntos comunes con todo el vampírismo. Al fin y al cabo a Boyd le pasa lo que afirmaba Nietszche: “Cuando miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada”.


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