domingo, 5 de mayo de 2013

Los hijos de los sátrapas


Si yo os hablara de Latif Yahia, como nombre, no os diría nada. Si os hablase de Uday Hussein, a lo mejor algo más no suena, por eso del apellido, pero por poco más. Si os dijera que el segundo de los nombrados es hijo del que fue dictador de Irak ( o Iraq) , Saddam Hussein, ya lo colocamos, al menos, espacialmente. Está claro que del mundo musulmán sabemos poco. De una cosa, más o menos, sí que nos dimos cuenta. Los dictadores de estos países - norteafricanos, del Próximo y del Medio Oriente- , eligieron entre sus descendientes a sus sucesores. 

Que algunos de ellos, sino todos, fueron unos sanguinarios no hay ninguna duda. Tras la caída de Saddam Hussein, de Muammar el Gadafi o la de Mubarak, saltaron a la prensa atrocidades cometidas por ellos o por gente de su entorno. Las llamadas “primaveras árabes” vividas en estos dos últimos años, en países como Túnez, Libia o Egipto o en la ensangrentada Siria (este caso “otoño, o quizás eterno invierno”, han dado cuenta de las atrocidades cometidas por el clan en el poder. Las crueldades del régimen iraquí fueron destapadas a partir del año 1990, cuando este país ocupó militarmente Kuwait. Hasta ese momento este país del Medio Oriente era el estabilizador en la zona entre las veleidades de los shiies iraníes o libaneses. Así lo entendió la administración norteamericana durante la guerra entre Irán e Iraq. Parece ser que no sólo hubo hipocresía con el Iraq de Sadam por parte de los americanos antes de su conflicto con sus vecinos. Recuerdo a un señor gallego, en Tuy que me contó en el verano de 1988 como en la fábrica de Santa Bárbara en la que él trabajaba parte de la producción iba para Iraq, mientras que la otra parte iba para Irán. Quién sabe si era verdad lo que me contó, pero ¿nos podíamos fiar de la palabra del Gobierno de González en la época? Lo cierto es que la guerra entre vecinos provocó miles de muertos y se empleó en ella, muchas veces, contra la población civil, armamento químico. 
Mientras esa guerra se desarrollaba un hombre, Latif Yahia, combatiente en la guerra Irán-Irak, superviviente de la misma se vio obligado a integrarse en la vida del clan Hussein en el país islámico. Según Yahia y otras fuentes, fue el doble del hijo mayor de Saddam Hussein, Uday Hussein. 

Yahia se convertirá en un testigo de la brutalidad del régimen y de la indecencia de los Hussein. Esta doble historia, la de Latif Yahia, y la de la brutalidad del régimen iraquí, y , en concreto, la de Uday Hussein es la que se nos presenta en El Doble del Diablo, la película que vi anoche. 

Se trata de una película belga de 2011, supuestamente biográfica, y que dirigida por Lee Tamahori y protagonizada excepcionalmente por Dominic Cooper en el papel doble de Uday Hussein y Latif Yahia. La película fue presentada en enero de 2011 en el Festival de Cine de Sundance y fue estrenada en los cines el 29 de julio de 2011. 
Fue producida por Paul Breuls, Michael John Fedun, Emjay Rechsteiner y Catherine Vandeleene que representaban a las productoras Corsan y Corrino Media Corporation. Estas empresas invirtieron la notable cifra de 19.1 millones de dólares ($). La distribución estuvo en manos de Lionsgate y Herrick Entertainment que apenas recaudaron unos 5 millones de dólares, en concreto, 4,807,493 dólares ($). 
De todas maneras habrá que reconocer que la película tendrá un escaso, para mí, un desconocido, recorrido por los cines, al menos, comercialmente. 
La base de la película son los escritos del mismo Latif Yahia, en concreto el titulado The Devil's Double, aunque tamizado por el guión de Michael Thomas. En el apartado técnico destaca la música de Christian Henson, la fotografía de Sam McCurd y el montaje de Luis Carballar . 
El elenco de la película estuvo formado por el colosal e histriónico trabajo de Dominic Cooper en su doble papel de Latif Yahia / Uday Hussein, al que se unieron Philip Quast como Saddam Hussein, Ludivine Sagnier como la bella Sarrab, Mimoun Oaïssa como Ali, Raad Rawi como Munem, Mem Ferda como Kamel Hannah, Dar Salim como Azzam Al-Tikriti, Khalid Laith como Yassem Al-Helou, Pano Masti como Said Kammuneh, Nasser Memarzia como el padre de Latif, Tiziana Azzopardi como la hermana de Latif y Akin Gazi como Saleeh. 
La historia comienza en 1987, en el marco de la guerra entre Irán e Irak , a la que vemos inicialmente a través de imágenes sacadas de un documental. Tras ello vemos el ataque de tropas iraníes a una localidad defendida por iraquíes. Entre ellos está Latif Yahia (Dominic Cooper), un soldado de origen kurdo que participa luchando en el bando iraquí y que sobrevive milagrosamente. 
De inmediato la historia nos traslada al interior de un choque que traslada al protagonista a uno de los palacios residenciales de los Hussein. Allí es llevado muy a su pesar para convertirse en un "fedai" (un suplantador oficial o señuelo político) de Uday Hussein (también interpretado por Cooper), el hijo playboy del presidente iraquí Saddam Hussein (Philip Quast). 

Latif viene de una familia de clase alta y conocía a Uday , pues había sido compañero suyo en la escuela con Uday, donde ya llamada la atención entre los estudiantes por su parecido físico. Latif rechaza inicialmente la posición, pero por ello es encarcelado y torturado, en última instancia, cede cuando su familia se ve amenazada. 
Latif se someterá a la cirugía estética para perfeccionar su parecido con Uday y a prácticas que emulan gestos del joven Hussein y de su personalidad tremendamente volátil, o casi esquizoide. Su entrada como “fedai” le da acceso a todos los beneficios de lujo de la fortuna de los Hussein, incluida enormes palacios, los fondos de armario, los zapatos caros e incluso a los Ferrari de Uday. Latif trata de resistirse a los desorbitados excesos de Uday y al comportamiento errático de su suplantado. 

Un día llega a huir de un club nocturno en uno de los Ferraris de Uday para tratar de ver a su familia, que cree que ha muerto en la guerra. Sin embargo, es detenido por los guardaespaldas de Uday y dado una paliza directamente por Uday.


Después de una aparición en una conferencia con varios líderes kuwaitíes en el que nadie nota su suplantación se da por bueno su camuflaje. 
No obstante, Uday – aunque realmente es Tatif- será víctima de un intento de atentar contra su vida por un miembro de un grupo de la oposición rebelde. Con todo, Uday está más preocupado por los kuwaitíes que por Latif que ha sido mínimamente herido. 
En el trasfondo de las preocupaciones de Hussein está el interés por ocupar la perforaciones petrolíferas kuwaitíes del campo petrolero de Rumaila. Es sólo una excusa, ese mismo verano de 1990, Iraq invade Kuwait estallando así la primera guerra del Golfo. En ese contexto se nos presenta a Uday proclamando que "La Era de los jeques ha terminado". 
Ya sabemos que "la madre de todas las batallas" proclamada por Saddam terminará en el llamado "nuevo orden mundial" defendido por George Bush, padre – al que vemos en su declaración de guerra, que si no recuerdo mal se inicia en enero de 1991-. 
Mientras tanto vamos descubriendo las taras y la violencia de tendencia sádicas de Uday. En concreto se nos muestran secuestrando a una chica de 14 años de edad, y que es obligada a asistir a una fiesta en la que consumen coca y a la que finalmente viola este salvaje. En la fiesta, que parece ser se basa en una celebración real que tuvo lugar en 1988 en la que se honraba a Suzanne, la esposa del presidente egipcio Hosni Mubarak, Uday se enfurece con el guardaespaldas personal de su padre Kamel Hana Gegeo (Mehmet Ferda), ya que Uday cree Gegeo facilitaba las prostitutas y de Samira Shahbandar a su padre Saddam, lo que le alejaba de la madre de Uday, Sajida Talfah. Igualmente expresa los celos en la confianza que siente por los lugartenientes de su padre. Cuando Gegeo hace comentarios sarcásticos sobre los avances sexuales de Uday hacia las niñas, mientras dispara al techo con una ametralladora, Uday con un cuchillo carnicero lo mata delante de todos los invitados. A la mañana siguiente, los guardaespaldas de Uday tiran de un coche el cuerpo desnudo de la joven. 



La siguiente escena nos muestra la visita de Saddam al hospital en la que está Uday haciéndose un lavado de estómago. Saddam le da un somanta de palos a su hijo por lo de su amigo y consejero. Latif, en calidad de Uday, es enviado a Basora para conseguir el apoyo entre los soldados de la Guardia Republicana que hacen frente a las fuerzas de la coalición que no solo han expulsado a los iraquíes de Kuwait, sino que han penetrado en el sur, el área sunnita. Tras dar una charla alas tropas Latif, en calidad de Uday , sufre un atentado a la vuelta de Basora. La gran preocupación de Uday, es que Latif casi pierde el dedo meñique en el asalto, lo que presumiblemente significa que Uday tendría que tener su dedo amputado para mantener su semejanza. Sin embargo, la labor médica y la presión desquiciante de Uday a los médicos permiten a éstos salvar el dedo de Latif. 

Otra escena de brutalidad se reproduce cuando Uday ¿jefe del equipo olímpico de Iraq? Baja una boda y obliga a la novia a subir a sus habitaciones donde Uday la viola. La novia sale al balcón y se suicida delante de toda la familia que aún está en el convite. 

Más tarde, Latif se enfrenta al padre de la joven niña asesinada por Uday. Uday escucha a escondidas la conversación y está indignado por las súplicas del padre pidiendo “justicia" y "compasión". Uday ordena a Latif que mate al hombre, pero Latif se niega y en su lugar corta sus muñecas, para diversión de Uday.
Después Latif se recupera en casa de sus padres, ya que parece renunciar al doblaje. En su recuperación su padre le comenta que dada su edad latif no debe pensar en él, ya que tiene derecho a vivir su propia vida. Sin embargo, es invitado a la fiesta de cumpleaños de Uday. En su locura Uday pide a hombres y mujeres que se desnuden. La humillación que sufre nuevamente Uday degenera en una confrontación armada entre Uday y Latif. Éste escapa con el Mercedes de Uday y con su amante, Sarrab (Ludivine Sagnier), con la que mantienen una tórrida relación a escondidas desde hace algún tiempo. 

Los dos huyen de la capital y escapan a La Valeta, pero Sarrab, temiendo por su hija que ha quedado en Irak, llama a Uday pidiendo la oportunidad de regresar sin ser dañada. La recepción de una llamada de Uday nada más llegar hacen dudar a Latif de la fiabilidad de Sarrab. Al salir del hotel un asesino enviado por Uday atenta contra Latif , aunque yerra el tiro. Al estar completamente seguro de la traición de Sarrab le pide que se aleje de él de por vida. Nada más retornar al hotel Uday llama Latif y le ofrece una última oportunidad de regresar a Irak, amenazando con matar a su padre si él se niega. El padre de Latif lo anima a no volver, a mandar a la mierda a Uday y lo matan. 
Sin embargo, Latif decide regresar a Irak, pero no está dispuesto a seguir actuando como doble de Uday, sino para matarlo. Para ello cuenta con la ayuda de un hombre cuya esposa se suicidó después de ser violada y golpeada por Uday el día de su boda. 
Según he encontrado se trata de una versión adaptada del atentado contra la vida de Uday hecha por Latif y su socio en 1996, con una emboscada mientras Uday estaba tratando de atraer a unas jóvenes hacia su Porsche. Uday resulta gravemente herido, incluyendo, heridas en sus genitales con un tiro directo. Uno de los guardaespaldas de Uday captura a Latif mientras huye de la escena, pero el guardia, sin embargo, al que Latif pudo haber matado al huir de la fiesta de cumpleaños de Uday opta por permitir su huída . 

La película termina diciendo que Latif ha sido un hombre muy difícil de encontrar y que en la actualidad se refugiaba en Irlanda en donde vivía con su mujer y sus dos hijas. Uday igualmente habría reducido al mínimo su agenda pública desde el ataque, pero sobrevivió hasta su muerte a manos de las fuerzas de EE.UU. en 2003. 
Esta es la película, que – por cierto-, fue filmada en Jordania y en Malta. Sin embargo, la verdad histórica es más compleja. Por lo pronto, según narra en su libro Yahia la huida estuvo más vinculada a la infidelidad de una de las mujeres de Uday que a cualquier otra cosa. Parece ser que Yahia huyó hacia el norte del país , donde fue encarcelado por los rebeldes kurdos, que lo confundieron con Uday. Cuando sus captores se dieron cuenta de que no era Uday, fue puesto en libertad y, más tarde, se le concedió asilo en Austria en 1992. Más tarde se trasladó a Londres en 1995, y en 1997 a Noruega, en donde estuvo implicado en un incidente con un funcionario al que amenazó con quemarlo. Posteriormente fue detenido por la policía. Fue puesto en libertad antes de su juicio y salió del país, primero a Alemania y luego a Irlanda. 

De todas maneras la historia de Latif Yahia vista en la película ha sido cuestionada en parte por la falta de pruebas sobre su suplantación o, incluso, relación con Uday Hussein o los niveles más altos del régimen de Saddam Hussein. De hecho dos periodistas, uno del Irish Times, Eoin Butler, y otro del Sunday Times, Ed Caesar, han cuestionado la historia de Yahia. En 2007, Butler entrevistó Yahia y destacó las inconsistencias en muchas de sus declaraciones. En 2011, justo antes del lanzamiento del Doble del Diablo, Butler comentó que las historias de Yahia eran exageradas". En parte, la ex esposa de Yahia contactó con Butler y le dijo que cuando conoció a Yahia, utilizó otro nombre, Khalid al-Kubaisi. Después los dos se casaron, ella escuchó por primera vez que Yahia dijo haber sido el doble cuerpo de Uday. Una historia que a su propia mujer le parecía como mínimo “dudosa". 
En 2011, el periodista del Sunday Times, Ed Caesar entrevistó a varias personas de la época del régimen de Hussein. Aunque el uso de dobles por parte de Sadam cuerpo era ampliamente conocido, dos confidentes de Uday Hussein negaron la existencia de dobles para él. Uno incluso dijo que Yahia , al parecer, había sido arrestado por suplantación de personalidad, la de Uday en 1990. Un guardia privado del palacio presidencial de Saddam en el periodo de 1989-2003 también negó que Uday utilizara dobles. El ex médico de Saddam Hussein y un cirujano plástico en el hospital de Ibn Sina, dijo que la cirugía reconstructiva que Yahia afirmaba haber sufrido nunca se realizó. Un ex agente de la CIA en Irak, afirmó que nunca había oído hablar de Yahia, ni oído de que Uday u otro miembro de la familia Husseim usaran dobles. Yahia por su parte decía que era lógico, pues aquello era secreto de Estado. 
Independientemente de que la historia sea verdad o mentira, lo cierto es que la historia engancha. Al menos, conmigo lo ha conseguido. Con los críticas ha habido sus más y sus menos. La película tuvo críticas positivas y negativas, o sea, mixtas. Hubo una aclamación general de la crítica al doble papel de Dominic Cooper.
En Estados Unidos , en el Rockstar Weekly la película fue recibida positivamente y se dijo de ella que " Me quito el sombrero con el director Lee Tamahori (Die Another Day) por tomar un tema controvertido y convertirla en una magistral película ". Sin embargo, el diario Los Ángeles Times dio a la película una crítica negativa, diciendo que "La historia de la doble identidad de Uday Hussein es implacablemente violenta y espeluznante". Roger Ebert elogió especialmente el papel de “Dominic Cooper, debería haber sido más ". Peter Travers en la revista Rolling Stone señaló que era "Un logro, una interpretación estelar de un actor impresionante, Dominic Cooper (...) la película es un completo desastre, pero la dinamita Cooper la hace funcionar” : En otra Variety, Todd McCarthy dijo se trata de "Una excelente interpretación principal encabeza esta intensa, pero unidimensional mirada al doble del hijo satánico de Sadam”. 
En la prensa inglesa, en The Guardian Peter Bradshaw destacó el papel de Dominic Cooper como el hijo de Saddam Hussein y su violenta actuación, mientras que Philip French, en ese mismo diario, afirmaba que lo más destacable era la actuación de “Dominic Cooper que tiene una doble y convincente actuación como Uday Hussein y su doble en este thriller entretenido” .

En España Javier Ocaña en el Diario El País señaló que "Tamahori ha tirado de sensacionalismo para centrarse en todo lo concerniente al sexo (...) ni una crítica social elaborada que se salga del trazo grueso (...), mientras Dominic Cooper se pierde en su doble papel con un retrato más cercano a una parodia tipo Borat". Por su parte, Toni Vall en Cinemanía defendió que "Tamahori retrata el ambiente prebélico que se cocía en Bagdad antes de la primera Guerra del Golfo. (...) Lo hace a brochazos y huyendo de la elegancia (...) Todo sabe a polvo en esta cinta de acción. Tan destartalada que resulta simpática" 
Como he dicho anteriormente , con independencia de la verdad o la falsedad de la historia, si fue cierta habrá que reconocer que fue alucinante, lo que si me llama la atención de esta buena película es la brutalidad de estos regímenes satrapas de Oriente Medio. Regímenes que han sido protegidos, respetados e , incluso , agasajados por nuestras autoridades. Recuerdo varias anécdotas como la presencia del Presidente Sirio Bashar Al-Assad y su mujer en la ciudad para inaugurar la muestra de los Omeyas en el palacio de Madinat al Zahra. Estuvieron junto con los reyes, con Aznar y con Doña Rosa Aguilar o con Manuel Chaves . Daba igual que el refrendo democrático para el hijo Hafez Al-Assad fuese nulo. 



Años antes había venido a la ciudad Hassan Hussein, eran días de vinos y rosas, con el Occidente. No se había iniciado esa convulsa historia con su vecino. Tendríamos que esperar que ocurriera lo que vimos en Argo. 

Es más, mi memoria me remite a que aquí en mi ciudad pude conocer en esa década de los ochenta a un alemán de origen iraquí, así como a un iraní- éste último mi vecino del cuarto- que se refugiaron para escapar de la guerra, para huir de estos regímenes siniestros y criminales.

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