viernes, 13 de junio de 2014

Un sushi para Hannibal (IV)


Realmente el último capítulo de esta segunda temporada iba a tener una mención especial en el blog, y su entrada iba a llamarse de otra manera. En concreto, y parafraseando el título de la obra de Marvin Harris, un clásico de la antropología cultural, se llamaría "Bueno para comer".
Ya sabemos que la alimentación es un hecho social, y que es producto de la educación, del medio en el que el hombre viva, de su capacidad de ser permeable,etc... Pero esta temporada, Hannibal ha dado un paso de gigante en los concerniente a los gustos culinarios del telespectador. Yo reconozco que la he visto siempre después de la cena pues , habrá que decir, no creo que hubiese podido apreciar nada durante la misma.
Desconozco lo que es el Mizumono, pero está claro que todos los platos de sushi presentados este año han sido más potentes que los franceses de la temporada pasada. Han sido , por decirlo de alguna manera, una auténtica pasada.
David Slade, responsable de la serie, pone fin a la misma con el episodio «Mizumono». El mismo fue redactado por dos de los habituales Steve Lightfoot y Bryan Fuller. 

Will Graham y Jack Cranford, apoyados por Alana Bloom, han apostado todo lo que tenían para desenmacar definitivamente a Hannibal Lecter. Eran conscientes de que alguien tan meticuloso como él solo podría ser pillado por pequeños detalles por lo que trazaron un plan para que Hannibal creyese que Will le apoyaba en la tarea de asesinar a Jack. 
Llegados a este punto es cuando regresa el personaje de Cynthia Nixon, la superior de Jack, y les dice a los dos que "estáis induciendo a Hannibal a cometer un asesinato", y afirma que "en realidad solo tenemos pruebas de que haya asesinado Will".
Graham refleja en su relación con los dos hablando tanto con Lecter como con Crawford, y, se pregunta si se puede confiar. 
Graham le pide a Lounds que respete la memoria de Abigail Hobbs y que escriba únicamente sobre él y Lecter. 
Mientras, Lecter destruye el registro de pacientes, pero al ver a Graham, Lecter detecta un perfume, y reconoce el aroma de Lounds en él. 
Por su parte, Alana, ha aceptando Hannibal Lecter es el es el Destripador de Chesapeake (Chesapeake Ripper) y advierte a Graham que atrapar a Lecter puede ser muy peligroso.
Jack, consciente de que se lo está jugando todo, se despide de su mujer con un beso lleno de ternura en la frente y se dirige a la casa de Hannibal. 
Jack Crawford quiere compartir una comida final con Lecter. Dutante la misma éste cuestiona la lealtad de Graham y, cuando se le preguntó si él tendría perdón de Graham , Crawford, le dice que el perdón no es una opción. Crawford quiere ya justicia. "Este es el momento de mayor claridad de nuestra amistad" le dice Jack a Hannibal ahora dolido y consciente de que no podrá evitar lo que va a suceder 
La tensión va en aumento sabiendo que Alana se acerca y que no llegará a tiempo. Mientras tanto durante la cena estalla la pelea entre Crawford y Lecter que vimos en el primer capítulo. Crawford, herido, se esconde de Lecter en la despensa.
Mientras llega Alana. El cara a cara de Alana con Hannibal se produce de manera irremediable, y sorprende la frialdad brutal con que él la trata, sin preocuparse de ella. Lo único que parece tenerle es cierto 'respeto profesional', y le explica que si se va no la perseguirá, pero que si se queda, morirá. Alana le apunta con su pistola. 

Ella trata de disparar a Lecter, pero Hannibal que le había quitado las balas por precaución. No hay disparo. Alana reacciona y corre escaleras arriba para ir a buscar las balas que hay en su bolso, sito en su habitación Pero allí Alana se encuentra de repente que no está sola; darse la vuelta, se encuentra con Abigail Hobbs viva; pero sin oreja. Alana no sabe cómo reaccionar, y ella aprovecha su instante de sorpresa para empujarle por la ventana. La agente cae a la calle.
Graham, llega a casa de Hannibal. Allí se encuentra con Alana tirada en la calle bajo la lluvia y gravemente herida. A continuación telefonea pidiendo ayuda y sube a casa de Hannibal.
Entra en la casa con el fin de encontrar a Jack. Sin embargo, Graham encuentra a Abigail, quien de nuevo se disculpa, diciendo que ella obedeció a Lecter. Ella no sabía qué otra cosa podía hacer.

Aparece Lecter. Hannibal Lecter está decepcionado, casi dolido, por la actitud de Will, se pregunta si Graham podrá alguna vez hacer lo mismo. Y para castigar a Will decide seccionar la garganta de Abigail. 

Will, nuevamente, fracasa en su intento de evitar que se desangre. La pierde otra vez.. Tras dejar a Will y Abigail fundidos en un charco de sangre.
Con la frialdad propia de un asesino en serie, Hannibal abandona su piso. Pasa frente a Alana sin mirarla y desaparece del mapa. 
En los créditos finales vemos a Hannibal volando en un avión cuya azafata nos revela que se dirigen a algún lugar de habla francesa. Junto a él aparece Bedelia du Maurier. 

El final del capítulo podría haber sido presentado como el final de toda la serie que Bryan Fuller debió idear como fin de serie en caso de una posible cancelación por parte de la NCB. En este capítulo están presentes todos los personajes relevantes que han pasado por Hannibal, excepto los hermanos Verger y los personajes que ya han sido digeridos por Hannibal Lecter, el resto han tenido en su mayoría al menos alguna notoriedad. Y , con el se cierra lo que vimos doce semanas antes , en el capítulo "Kaiseki". 
Lo que podemos hacer por nuestra parte es esperar que la próxima temporada sea a tan brutal como magistral ha sido esta. Con unos actores impecables, especialmente , nuestro Hannibal (Mads Mikkelsen), pero también Hugh Dancy como Will Graham y , con una admirable fotografía y una banda sonora absolutamente ajustada y con ese punto de mal gusto que puede resultar , como he leído por ahí, un "desagradable" placer. Indudablemente, el título, bueno para comer era adecuado.

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