jueves, 19 de julio de 2018

La batalla desconocida


Magnífico documental realizado en 2016, pero estrenado en 2017, en concreto el 27 de octubre , aunque emitida en la 2 de TVE en enero de 2018, con guión y dirección de la gallega Paula Cons realizada por la productora Agallas Films y que cuenta con la música de Sergio Moure De Oteyza y la fotografía de Suso Bello y en el que a través de entrevistas realizadas a historiadores , geólogos y personas que trabajaron en las minas de Wolframio de Galicia, el Bierzo en León, Cáceres, Badajoz, Córdoba o Asturias nos cuentan esta historia clave en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial y en la que se lidió una batalla entre los nazis y los aliados en territorio español. Todo por un mineral, el wolframio, que Franco permitió extraer a los nazis para su armamento. Tan importante fue está batalla que fue el único momento en que EE.UU. amenazó con invadir España por el Wolframio que vendía a los nazis. 

Lo cierto es que el wolframio o wólfram , también conocido por tungsteno, es un elemento químico de número atómico 74 que se encuentra en el grupo 6 de la tabla periódica de los elementos. Es un metal escaso en la corteza terrestre, gris acerado, muy duro y denso, tiene el punto de fusión más elevado de todos los metales y el punto de ebullición más alto de todos los elementos conocidos. Eso, a día de hoy, ha tenido sus ventajas, pues se usa en los filamentos de las lámparas incandescentes, en electrodos no consumibles de soldaduras, en resistencias eléctricas.

Pero en la década de los treinta y al hilo de la aprobación del plan cuatrienal aprobado en 1936 por Goering se le vio como el material más adecuado para hacer con ella una aleación con el acero, en la fabricación de aceros especiales. Lo que suponía ser el material ideal para la cobertura de los acorazados alemanes utilizados por los nazis durante la segunda guerra mundial: los panzer. Y tal como se nos decía en Fury!!!

En ese plan cuatrienal, el wolframio fue considerado , entre otros, un material estratégico y que estuvo entre la lista de productos más codiciados desde la Segunda Guerra Mundial. Desde la Segunda Guerra Mundial se usó para blindar la punta de los proyectiles anti-tanque, como en la munición AP, y en la coraza de los blindados. Ante de eso, los habitantes de las zonas rurales de Galicia lo utilizaban para «levantar muretes entre las huertas, no valía nada para ellos» declaró su directora.

La adquisición de Wolframio se convirtió en un elemento vital e indispensable para la Alemania nazi, que encontró en la casualidad cuando en julio de 1936 Franco da su golpe de Estado fallido. Las causalidades hicieron que en oscuro empresario instalado en el Norte de Marruecos , en Tetuan, Johannes Bernhardt, se presentara ante Franco y le ofreciera una entrevista con Adolf Hitler, que , en principio no estaba interesado en lo que ocurriera en España. 

Sin embargo, la relación de este empresario, nazi, con algunos jerarcas nazis, en concreto con el hermano de Rudolph Hess, permitió que en julio de 1936 , en concreto el 24 de julio, Bernhardt y Adolf Langenheim,el dirigente del Partido nazi en el Marruecos español, aterrizaran en Berlín. Rudolf Hess, secretario de Adolf Hitler, organizó una reunión con el Führer que se produciría al día siguiente durante el Festival de Bayreuth, después de una actuación de la ópera Sigfrido, de Richard Wagner. En la noche del 25 al 26 de julio, en Bayreuth, tuvo lugar la conversación de Hitler con Langenheim y Bernhardt, y en la que se tomó la decisión fundamental de apoyar al bando sublevado en el conflicto español, para lo que se inició la Unternehmen Feuerzauber (Operación Fuego Mágico).​ Estaban involucrados en la decisión el Ministro del Aire, Göring, y el Ministro de la Guerra, Von Blomberg, que también se encontraban presentes en Bayreuth. La decisión de Hitler también reforzó la actitud de Mussolini, quien resolvió comprometerse con los sublevados. Esto, como vemos, acabará por involucrar a los alemanes en la Guerra Civil española a través de la Legión Condor y su Puente Aéreo de las tropas del Norte de África con Sevilla. La Sociedad Hispano-Marroquí de Transportes SL ( o HISMA).

Los fundadores fueron por parte española Fernando de Carranza, antiguo oficial de marina retirado, y el empresario alemán Johannes Bernhardt. El capital social inicial quedó fijado en 200.000 pesetas aportadas en metálico y según se fijó entonces, la existencia de la sociedad fijada en dos años, contando a partir del 1 de abril de 1936. En octubre de 1936 se fundó la Rohstoff-Waren-Kompensation Handelsgesellschaft (ROWAK) como contraparte alemana de la HISMA, con la misión de organizar los envíos comerciales españoles y actuar como «empresa-receptora».En colaboración con la HISMA, ROWAK - fueron ambas empresas quienes desde entonces monopolizaron los intercambios comerciales y transporte de suministros bélicos entre Alemania y los sublevados- debía de ocuparse de asegurar las máximas cantidades posibles de materias primas y alimentos procedentes de la España «nacional» que fueran de importancia vital para Alemania.

No obstante, el dúo HISMA-ROWAK iba a sufrir un nuevo cambio: En 1937, tras la confirmación del acuerdo económico bilateral entre Alemania y España, ambas empresas terminaron integrándose en la Sociedad Financiera Industrial (SOFINDUS), un consorcio destinado a monopolizar el abastecimiento de materias primas y otros productos que la industria alemana, en ciernes de la Segunda Guerra Mundial, necesitaba para su producción.

El nuevo conglomerado empresarial que constituyó Sofindus prolongaría su actividad una vez terminado el conflicto en España y comenzada la Segunda Guerra Mundial, cuando siguió manteniendo una gran actividad. Bernhardt siguió a la cabeza de todo el conglomerado de empresas, continuando con el suministro de materias primas a Alemania. La contraprestación española a la ayuda militar alemana se dio, fundamentalmente, como se articulaba en la entrevista en Hendaya en forma de materias primas y de alimentos.

La HISMA y ROWAK aseguraron el envío de material de hierro, azufre y cobre, plomo y aceites, pieles y cueros, lana y productos agrícolas como naranjas o limones. Sofindus, en noviembre de 1938, que llegó a contar con delegaciones en ocho ciudades españoles y una plantilla de 260 empleados. Tenía, además, numerosas filiales —transportes, minería, maquinaria, cueros, vino o frutas— y desarrollaba sus actividades en diversos ámbitos. El intercambio de material bélico y otros por materias primas y alimentos en base al sistema de compensación satisfacía a los militares sublevados por la escasez de divisas llevó, sin embargo, a una deformación del comercio exterior español. Cuando acabó la guerra civil, Alemania era el primer socio comercial de España. 

El documental comienza con una serie de frases pronunciadas en esta guerra silenciosa por los responsables de los tres países principales involucrados en esta guerra desconocida en España: los embajadores de Alemania , Gran Bretaña y Estados Unidos. Es decir, Hans Heinrich Dieckhoff, quien declaró "Para nosotros el wolframio es como la sangre para el hombre" , el británico Samuel Hoare "El wolfram saldrá en mi Epitafio" y Carlton H J Hayes quien declara "No he oído hablar del wolframio hasta que llegué a España. Todos en la embajada soñábamos con él durante la noche". 

El wolframio llegada a Alemania y  lo adquiría, evidentemente,  a través de la España franquista. El suministro de Wolframio a los nazis llegó a ser tan importante que provocó una seria crisis diplomática con las potencias aliadas, dado que era elemental para la maquinaria de guerra alemana.  Un grupo de historiadores , pero también investigadores de la ETSIME, de la Universidad Politécnica de Madrid, relatan como el Wolframio se convertirá en una hispana fiebre del oro negro. Se nos informa de como alrededor de 20.000 personas trabajaron en las minas –oficialmente— y con toda seguridad muchas más lo hicieron de forma clandestina. No eran pocos los que acechaban las excavaciones custodiadas por la Guardia Civil y el Ejército español con la complicidad de la madrugada, y es que en aquellos tiempos de pobreza el estraperlo formaba parte de la cotidianidad de pueblos como el gallego. De ellos hubo miles de prisioneros del bando republicano que eran hacinados en barracones adyacentes a las excavaciones y obligados a dejarse la piel, literalmente, sin descanso y en condiciones infrahumanas. A algunos de aquellos presos se les había conmutado la pena de muerte a cambio de convertirse en mano de obra para los nazis. Entre 1942 y 1944, el precio del metal se multiplicó por cuatro cada año, intensificándose con ello los trabajos de extracción e incrementando su valor de venta por las tasas que el régimen aprovechó para imponer sobre su exportación. 

Papel fundamental en la misma lo juega la Sociedad Hispano-Marroquí de Transportes (en alemán: Hispano-Marokkanische Transport-Aktiengesellschaft, HISMA) , la empresa fantasma constituida el 31 de julio de 1936 en Tetuán al comienzo de la Guerra Civil Española.En un principio que se pretendía era conceder una apariencia de privacidad a sus actividades, aunque a medida que avanzó la guerra sus actividades se realizaran de forma abierta. En el reportaje se nos informa que había dos mercados , uno legal, controlado por el Gobierno Franquista y otro , ilegal, compuesto por personas que estraperlaban en producto vía Portugal. La primera es el resultado de que HISMA se integrara en la Sociedad Financiera Industrial (SOFINDUS), consorcio de empresas alemanas que acabaría monopolizando el comercio exterior español. La HISMA-Sofindus continuó con sus actividades tras estallar Segunda Guerra Mundial, canalizando el suministro de materiales hasta el fin de la contienda mundial. 

Corría el mes de enero de 1944, los Aliados, dispuestos a poner fin a la ocupación nazi de Europa, buscan la manera de debilitar a las tropas de Hitler, que desde el inicio de la contienda endurecen sus armas con un mineral extraído directamente de las cuencas del norte de España, el wolframio. Exactamente seis meses antes de poner en marcha lo que el mundo conoce ahora como «el día D», el desembarco en Normandía el 6 de junio de 1944, los líderes aliados mandan un ultimátum a Francisco Franco: o deja de vender wolframio a los nazis o a partir de entonces sería considerado un enemigo de guerra más. Todo acceso al Wolframio quedó en nada en el momento en que Francia fue recuperada para la causa aliada.

Eso sí, Bernhardt mantuvo unas estrechas relaciones con Francisco Franco,​ quien le hizo un regalo personal de 1,4 millones de pesetas una vez acabó la guerra civil. Tras el final de la guerra mundial el dictador español le protegió frente a las presiones de los Aliados e incluso le acabaría concediendo la nacionalidad española, en 1946.

Bernhardt sería uno de los 104 agentes nazis reclamados por el Consejo de Control Aliado a la España franquista, en 1947, si bien no fue deportado. Durante los años de posguerra Bernhardt residió en Denia, pasando desapercibido. En 1953 se trasladó hacia Sudamérica, instalándose en Argentina, donde siguió manteniendo diversos negocios. Eso sí, falleció en Múnich en 1980.

A destacar en el reportaje el papel de la diplomacia española con respecto a Alemania con sus dos corrientes. La que representaba el General Gómez-Jordana, ministro de Asuntos Exteriores, en octubre de 1942 que desde el primer momento, b dedicó sus esfuerzos a lograr un acercamiento a las potencias aliadas —especialmente Gran Bretaña y los Estados Unidos—, en un contexto en que la evolución de la contienda empezaba a inclinarse en contra de la Alemania nazi y sus aliados cumpliendo con el famoso dicho: neutralidad, no beligerancia , neutralidad; y el ministro Canceller, falangista , y Ministro de la Comisión de Industria y Comercio, ministerio que ocupó entre 1940-1945. Como señala el historiador económico Josep Fontana, “ninguno de los negocios, empresas, industrias, comercios, permisos de importación, de explotación, negocios bancarios, establecimientos de industrias o su ampliación, o de comercio, ni una sola actividad industrial, comercial o de la banca españolas, puede realizarse sin contar con el beneplácito de don Demetrio Carceller”, por cuyas manos pasaron “miles y miles de millones de pesetas”, pero no sin dejar “peaje”.

La directora Paula Cons declaró en una entrevista a EFE «Si llega a ser por el presidente estadounidense Franklin D. Rossevelt, las tropas aliadas habrían invadido España»,y añade que "fue gracias a la postura más «moderada» del primer ministro británico, Wiston Churchill, lo que impidió que el régimen de Franco fuese considerado un enemigo más en la Segunda Guerra Mundial y que la disputa finalizara con el cierre de las exportaciones del mineral". Los nazis quienes, obligados a buscar otras explotaciones debido al cierre de los mercados chinos, destaparon en las cuencas mineras del norte peninsular una verdadera «fiebre del wolframio».

El dinero llegaba rápido, entre las historias que aún perviven en estas zonas aisladas gallegas y recogidas en el documental está la de «aquel señorino que se prendía los cigarros con billetes de mil pesetas» o «las colas que montaban los lugareños para acceder a los hórreos llenos de prostitutas». Roosevelt empezó a presionar al gobierno franquista, lo que alcanzó su punto álgido con el embargo de productos petrolíferos estadounidenses a España. El dictador, consciente de la gravedad de la situación, terminó por bloquear la salida del metal hacia tierras germanas.

La directora de La Batalla Desconocida se metió en el tema tras pasar “interminables tardes buceando entre los papeles de los historiadores que aparecen en el documental y que han sido muy generosos”, Por su parte, la directora asegura que históricamente se ha aceptado que España mantuvo una «neutralidad» en la contienda, cuando es más «apropiado» hablar de «no beligerancia», aunque ese término puede quedar hasta «desfasado», pues sucesos como esta venta activa de materias primas para la guerra a los nazis evidencia que la implicación de España fue «mayor de la que hasta ahora sabíamos».

Pero el dinero que «llegó rápido... rápido se fue» y con esta «Batalla desconocida», Cons ha tratado de mostrar que «no todo sucedió tal y como nos han contado». Su directora denomina “la gran historia a contar en Galicia”, qué afirmó que, “a pesar de este documental, aún es un tema totalmente tabú”. «La batalla desconocida», proyectada en octubre de 2017 en la sección Doc España de la a 62 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). En suma un documental interesantísimo.




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