viernes, 22 de junio de 2012

¿Qué buscan los niños perdidos?


1987, un mal año, al menos, para mí. Uno no estaba para cosas como esas. Ir al cine, poco. Y es que alguna vez en la vida uno se convierte en un niño perdido y como a los protagonistas secundarios o terciarios de Peter Pan buscan lo que pierden. Sin embargo, tuve la ocasión de ver la película algunos años después. Yo diría que la grabé en VHS. Tras años de olvido, ayer volví en Paramount Channel. Tarde, muy tarde.

Jóvenes Ocultos, The Lost Boys en su versión original, aunque he encontrado que en Hispanoamérica se le conoce también por Los Muchachos Perdidos o Generación Perdida es una película del año 1987. Su género oscila entre la ironía y lo terrorífico. Los protagonistas, una familia de ¿Tucson? (Arizona) que se traslada a Santa Carla (California) y termina enfrentándose a una banda de vampiros adolescentes. 
La película fue dirigida por Joel Schumacher cuenta con el protagonismo de los actores que casi iniciaban u carrera cinematográfica como Jason Patric, el televisivo de la época Corey Haim y Kiefer Sutherland, así como otro como Jami Gertz, Corey Feldman, Dianne Wiest, Edward Hermann, Alex Winter, Jamison Newlander y Barnard Hughes. 

Tras un extraño y misterioso asesinato de un guardia jurado en un parque de atracciones al comienzo de la película, los jóvenes Michael (Jason Patric) y Sam (Corey Haim) llegan con su madre Lucy (Dianne Wiest) a Santa Carla – la capital de los asesinatos y desapariciones de América-, una ciudad costera de California afectada por la actividad de las bandas de horteras de los 80 - ¡qué vestimenta y pelados llevan!- y desapariciones inexplicables. La familia viene a vivir con el padre de Lucy, un extravagante anciano Emerson (Brooke McCarter) que vive en los suburbios de la ciudad y que decora su casa con el resultado de su principal afición: la taxidermia. La casa dicen los hermanos Emerson es el escenario de la matanza de Texas.

El centro de la vida social de la ciudad parece ser el centro comercial. Mientras Lucy consigue un trabajo en una tienda local de videos y electrónica dirigida por un hombre llamado Max (Edward Herrmann), Michael queda fascinado por una joven de nombre hippiondo para los americanos, Star (Estrella - Jami Gertz ) que ve en la entrada de un concierto. 

Por su parte, el menor de los hermanos, Sam, entra en una tienda de cómics en la que conoce a dos chicos de Santa Carla, Edgar (el exgoonie Corey Feldman) y Alan Frog (Jamison Newlander). Los hermanos Frog poseen la tienda local de cómics. Tras descubrir que Sam es un recién llegado a la ciudad y un apasionado de los cómics, le obligan a llevarse un par de cómics de vampiros, a pesar de sus protestas de que no le gustan los cómics de horror. Le explican que esa lectura un día podría salvarle la vida. Sam se burla de su obsesión por el vampirismo. 

Después de seguirla la ve subirse en una moto con David, el líder de una de las bandas locales. A la noche siguiente vuelve a encontrarse con la joven y descubre que se llama Star (Estrella). Cuando se van a marchar juntos en la moto de Mike, David reaparece y le desafía a una carrera. David y su banda se lanzan con sus motos a través de la niebla y desaparecen en unos acantilados donde Michael está a punto de caer. Michael se pelea con David, que se limita a soportar su enfado y ve potencial en él, por lo que lo invita a la guarida de la banda, un viejo hotel que se hundió bajo el suelo tras el terremoto de San Francisco y presidido por una foto de Jim Morrison. 

En el hotel, la banda hace que Michael atraviese un inquietante rito de iniciación, y al final hacen que Michael beba de una botella que contiene un extraño líquido oscuro (que resulta ser sangre de vampiro). Entonces, tras considerarle uno de los suyos, la banda se lleva a Michael a un puente atravesado por un ferrocarril, donde se cuelgan de las barras de refuerzo. Uno tras otro se lanzan al vacío, desapareciendo entre la niebla, pero no mueren, sino que Michael escucha su voz invitándole a tirarse. Incapaz de sostenerse más tiempo, Michael termina cayendo también. 

Michael despierta en su cama todavía vestido con la ropa de la noche anterior. Está confuso y desorientado. Es mediodía y no tiene ni idea de cómo volvió a casa. Pero Sam comienza a tener sospecha de vampirismo en la familia cuando al volver a casa se encuentra con que Michael se comporta de forma extraña, durmiendo durante el día y mostrándose sensible a la luz del sol por lo que permanentemente lleva unas gafas. 
La madre tiene una cita para cenar con el dueño de la tienda en la que trabajo. Michael ha de quedarse cuidando de su hermano pequeño. Mientras Sam se está bañando, Michael siente una terrible sed y se dirige a la nevera tomando un bric de leche, sin embargo la expulsa y derrama. Es sed de sangre e intenta atacar a su hermano que está en la bañera, pero Nanook, el perro huskie de la familia se lo impide. 
En ese momento Sam se convence de que Michael se ha convertido en un vampiro cuando ve a su hermano flotando alrededor de la casa. Asustado, Sam llama primero a su madre que está cenando con Max y, de inmediato a los hermanos Frog, que le dicen que debe matar a Michael, pero se niega a matar a su hermano. Michael vuelve junto a la banda para exigirles explicaciones, y ellos le revelan que en verdad son vampiro y asesinan a un grupo de adolescentes que están celebrando una fiesta en la playa. 
David le explica a Michael que debe alimentarse de sangre para sobrevivir, pero Michael se niega a matar y se va. Al regresar a la guarida del grupo habla con Star (Estrella) que le revela que realmente los dos no son vampiros completos y no lo serán hasta que hayan matado. También le revela que se suponía que Michael iba a ser su primera víctima, pero no fue capaz de matarle. Los dos hacen el amor. 

Sam ha descubierto, leyendo los cómics de los hermanos Frog, que si el vampiro jefe es destruido, todos los vampiros subordinados que todavía no hayan alcanzado su “estado completo” recuperarán su forma humana. Tratando de ayudar a su hermano, pide ayuda a los hermanos Frog para tratar de matar el vampiro jefe. Pero descubrirlo demuestra ser difícil, pues no tienen nada claro quién puede ser. Sam y los hermanos Frog sospechan de Max, el dueño de la tienda de electrónica, que ha comenzado a salir con la madre y Sam, y al que nunca han visto durante el día, pero cuando la madre de Sam lo invita a cenar y lo someten a una serie de pruebas (ajos, crucifijos y otras invenciones), demuestra ser humano. La madre de Sam se muestra enfadada por lo que cree ser una broma de su hijo. 
A la mañana siguiente la madre acompañada de Sam – que sigue leyendo cómics de vampiros- se dirige a la casa de Max donde es atacada por un perro. Previamente Sam había leído que existían perros guardianes del vampiro jefe. 
Los adolescentes determinan que uno de los vampiros de la banda debe ser el vampiro jefe. Michael, disgustado por su transformación, se une a ellos para rescatar a Star (Estrella) y su ¿joven hermano/a?, Laddie, que todavía no son “vampiros completos” y en teoría todavía pueden ser salvados de su condición. 
El grupo viaja a la guarida de la banda y mientras Michael rescata a Star (Estrella) y Laddie, los hermanos Frog y Sam comienzan a buscar vampiros para destruirlos. Descubren a los miembros de la banda durmiendo, colgando del techo como murciélagos. Inseguros de cuál puede ser el vampiro jefe, los hermanos Frog le clavan una estaca en el corazón a Marko (Alex Winter), uno de los vampiros, que estalla al morir rociando a los tres. El resto de la banda se despierta debido a la conmoción y atacan, obligando a los chicos a retirarse, aunque Sam es casi capturado por David. 
Esa noche, mientras los adultos están fuera (la madre de Sam ha salido con Max y el abuelo con una viuda), los adolescentes se atrincheran en la casa y se preparan para el asalto de los vampiros. Previamente roban agua bendita de una iglesia y cargan pistolas de agua para utilizarlas como armas. 
Esa noche los vampiros de la banda atacan. Con la ayuda del perro Nanook, los defensores acorralan a los vampiros unos tras otro: Sam atraviesa el corazón del vampiro Dwayne (Billy Wirth) con la flecha de una ballesta, Nanook empuja al vampiro Paul (Brooke McCarter) en una bañera llena de agua bendita y ajo, y Michael empala a David en las cuernas de un ciervo en el taller de taxidermia de su abuelo. 
Sin embargo, a pesar de haber acabado con los vampiros de la banda, Michael, Star y Laddie – que se muestra como vampiro/a- siguen siendo vampiros. 

En ese momento Lucy y Max aparecen. La madre de Michael y Sam se muestra conmocionada por los destrozos causados por los chicos pero Max revela que realmente es el vampiro jefe: las pruebas que le hicieron los chicos no funcionaron porque había sido invitado a entrar en la casa - recordamos aquí el ¡Déjame entrar! en sus dos versiones la sueca y la americana vista a lo largo de 2011- También revela que quería convertir a Lucy en su compañera y que su “familia” y la suya se unieran. Lucy está horrorizada pero Max amenaza con matar a Sam si no se une a él. 
Cuando Max va a morder el cuello de Lucy, el abuelo llega con su jeep y atraviesa la pared de la casa: varios postes de madera afilados han sido amarrados a la parte delantera del vehículo, y uno de ellos atraviesa a Max, destruyéndolo. 
Mientras los presentes lo miran, confusos y sorprendidos, el abuelo baja del jeep, coge una cerveza de la nevera y dice: Hay una cosa de Santa Carla que nunca he podido aguantar… todos esos condenados vampiros. Fin de la peli y títulos de crédito. 

El proyecto surgió de las mentes de Janice Fischer y James Jeremias -un par de guionistas que nunca más volvieron a escribir nada reseñable- cuando se les ocurrió hacer una versión de terror de la famosa novela "Peter Pan". Tan sólo hay que pensar que el título original de la película, The Lost Boys, hace referencia a los Niños Perdidos, los amigos de Peter Pan que le acaban acompañando al País de Nunca Jamás. 

La película finalmente tan sólo tomaría de base el libreto de este dúo, pues sería reescrito por el que acabaría siendo el director, Joel Schumacher, junto a Jeffrey Joam, luego célebre por escribir Indiana Jones y la Última Cruzada. La razón de este cambio, tal y como explicaría más tarde el director de Batman y Robin, residió en que la película necesitaba hacer gala de cierta sexualidad, a la par que ofrecer una nueva e insólita imagen de los "chupasangres". Para lograr este cambio de "look" lo que hicieron fue borrar la imagen clásica: los vampiros de Jóvenes Ocultos no duermen en ataúdes, ni muerden en el cuello, ni visten de traje, tan sólo son un grupo de jóvenes amantes de la estética de los ochenta y con ganas de pasarlo bien, aunque con, tal vez, métodos poco ortodoxos para conseguirlo... 

Si bien la elección del luego realizador de Última Llamada fue en un principio desconcertante, por la poca falta de experiencia del cineasta en el terreno de lo fantástico, lo cierto es que Schumacher cerró su fichaje por la Universal después de que el proyecto anduviera deambulando por las manos de realizadores de la talla de Richard Donner -productor de la película e interesado en un primer momento en dirigirla luego de su grata experiencia con niños en Los Goonies-, Richard Franklin, cuya contribución más destacada al cine fue la vulgar e insípida Psicosis II, aunque acabó desvinculándose del largometraje después de rechazar el primer boceto de Fischer y Jeremias. 

En cuanto al rodaje, lo cierto es que el film se hizo con la modesta cantidad de 5.200.000 dólares y su filmación trascurrió en totalidad en Santa Cruz (California), si bien los interiores se recrearon en los platós números 12 y 15 de la Warner en Burbank. Fue allí donde se construyó la cueva de los vampiros, guarida de los villanos, y que se le encomendó a Eric Brevig, técnico de efectos especiales de Abyss, Hook o Pearl Harbor, y que, al mismo tiempo, fue el que llevó a cabo los trucajes necesarios para que los actores "pudieran" volar. 

El reparto estuvo integrado por Jason Patric -hijo de Jason Miller, el Padre Karras en El Exorcista- en el papel de Michael Emerson, el protagonista, un joven que llega a la ciudad californiana de Santa Carla, junto a su hermano Sam (Corey Haim) ignorantes por completo de la historia del lugar y de sus creencias. El principal rol femenino estuvo protagonizado por la desconocida Jami Hertz en el papel de una chica semi-vampirizada, por la que se jugará el cuello el héroe. 

Entre los villanos, destacar la participación del entonces poco conocido para el gran público Kiefer Sutherland como el líder de los vampiros, David, un joven rebelde cuya mayor satisfacción es pasarlo bien, aún a base de provocar escándalos y sembrar el caos y el desorden por donde pasa. Kiefer Sutherland, junto con Jason Patric, sería a la postre el único actor que alcanzaría un cierto éxito. Pero no debemos olvidar al actor cuya intervención en esta película le haría ganar cierta notoriedad y le daría un relativo pero aprovechado éxito. Se trata de el goonie Corey Feldman, quien encarna a Edwarg Frog, un joven cazavampiros que junto a su hermano Alan (Jamison Newlander) serán los aliados de Michael en su lucha contra los villanos. 

Finalmente, la película acabó recaudando en su momento la nada despreciable cantidad de 32.222.567 dólares en cines sólo estadounidenses, a los que habría que sumar 14.100.000 adicionales en conceptos de alquileres de VHS. 

Jóvenes Ocultos fue muy bien recibida en los cines de los Estados Unidos, recaudando más de 32 millones de dólares –un buen resultado para una película de horror clasificada R, especialmente en esa época. Ganó el premio Saturn a la mejor película de horror de 1987. 

La película formaba parte de la tendencia de la década de 1980 por adaptar la figura del vampiro a la audiencia del momento. Como ocurrió con otras muchas películas de la época, el escritor Craig Shaw Gardner recibió una copia del guión y se le pidió que escribiera una novela corta que acompañara al lanzamiento de la película. El resultado fue un libro de 220 páginas publicado por Berkley Publishing en 1987. Este libro incluye varias escenas que se eliminaron de la película, como Michael trabajando para conseguir dinero para comprarse su cazadora de cuero. También extiende la aparición de los Nazis del Surf – un clásico de la productora Troma- , los pandilleros enfrentados a los Jóvenes Ocultos, que en la película fueron sustituidos por víctimas anónimas. Además incluye otros elementos folklóricos asociados al vampirismo, como la incapacidad de cruzar agua corriente, o el efecto de la sal en sus cuerpos. Este libro se ha convertido en una pieza de coleccionista y su precio se estima entre los 20-150 $. “David” (Kiefer Sutherland) es empalado en un par de astas de ciervo pero no se desintegra como los demás vampiros. A pesar de lo que dice Max, realmente no parece muerto. Se supone que esta escena iba a ser el gancho para una secuela, The Lost Girls, que fue guionizada pero nunca realizada. 

En Lost Boys: The Tribe (Jóvenes Ocultos II: Vampiros en el surf) se apunta que cualquier vampiro resulta destruido si cualquier cosa atraviesa su corazón, no sólo una estaca de madera. David no aparece en Jóvenes Ocultos II pero aparece justo antes de los créditos en una pequeña escena que se cree puede ser el preludio de una tercera película. De hecho, guiones para Jóvenes Ocultos II y otras secuelas comenzaron a circular ya desde finales de la década de 1980, y Joel Schumacher realizó varios intentos para filmar la continuación durante la década de 1990, pero no lo consiguió. 

Finalmente, más de veinte años después de la película original apareció Lost Boys: The Tribe (Jóvenes Ocultos II: Vampiros en el surf). Corey Feldman repitió su papel de Edgar Frog, con cameos de Jamison Newlander y Corey Haim como Alan Frog y Sam Emerson, respectivamente. La secuela comenzó a rodarse en Vancouver en junio del año 2007. Al principio de ese Warner Bros había anunciado que produciría varias secuelas con lanzamiento directamente a video, entre las que se incluía “Jóvenes Ocultos”. Entre las repercusiones a posteriori que tuvo el film no nos debería escapar la serie gráfica creada por Hans Rodionoff y dibujada por Joel Gomez, de nombre Lost Boys: Reign of Frogs, en la que se narraban nuevos casos de los hermanos Frog. 

Un cómic, en el que por cierto David reaparece, hecho que sirve como precuela para Jóvenes Ocultos II Thomas Newman compuso la banda sonora de la película para que fuera una mezcla de orquesta y órgano junto a varias canciones como Good Times, un dueto entre Inxs y Jimmy Barnes, ex –cantante del grupo Cold Chisel, que alcanzó el nº 1 en las listas de éxito de Australia a principios de 1987. 

Esta canción de la banda sonora es la versión de un éxito musical australiano de la década de 1960 interpretado por lo Easybeats. I still believe es una canción que aparece tanto en la película como en la banda sonora. El autor Tim Capello hace una pequeña aparición en la película tocando la canción en una avenida de Santa Carla, con su saxofón y mostrando sus músculos. En la banda sonora de la película también se incluye una versión de la canción People are strange del grupo The Doors, interpretada por Echo & the Bunnymen. La versión que suena en la película está abreviada y tiene un arreglo musical ligeramente diferente. Lou Gramm, el cantante de la banda Foreigner, grabó la canción Lost in the Shadows para la banda Sonora, con un pequeño video musical con imágenes de la película. La canción principal de la película, Cry Little Sister, fue originalmente grabada por Gerard McMahon (bajo el seudónimo de Gerard maman) para la banda sonora, y posteriormente relanzada en su propio álbum, G Tom Mac en el año 2000.

En “Jóvenes Ocultos II”, la canción Cry Little Sister fue grabada por Aiden, una banda de Seattle. Atención a la banda sonora amenizada por versiones de "People are Strange" de The Doors y "Don´t let the Sun Go Down On Me" de Elton John, esta última canción interpretada por Roger Daltrey en los créditos finales.

Entre las anécdotas destacar que varias frases de la película han sido utilizadas en otros ámbitos, como la serie de Buffy Cazavampiros. El padre de Kiefer Sutherland, Donald Sutherland, interpretó el papel del primer Vigilante de Buffy, Merrick en la película en la que se basaría la serie. Sin embargo, la película de Buffy no es canónica para la serie televisiva. 

Los nombres de los hermanos Frog, Edgar y Alan, son una referencia al escritor Edgar Allan Poe. Destacan frases gloriosas como «Mi hermano se ha convertido en un vampiro de mierda. ¡Ya verás cuando se entere mamá!» o «Mata a tu hermano, será lo mejor» no pasarán de moda. No envejecen, nunca mueren... es divertido ser así. Eso salía en el cartel de la película. Otro de sus puntos fuertes es la estética: peinados de lo más moderno para la época (recordemos que hablamos de los ochenta), bandas de moteros con sus peculiares trajes, juergas nocturnas con todo lo que conllevan... 

En la película Reservoir Dogs, el Sr. Naranja habla de cómo fue interrumpido en sus esfuerzos por ver la película. La canción Santa Carla Twilight de la banda Tiger Army recibió su nombre de la ciudad de “Jóvenes Ocultos” y hace referencias al vampirismo. 

En Arma Letal (Richard Donner, 1987), el cartel de "Lost Boys" puede verse en un cine (de fondo en la pantalla) cuando Mel Gibson y Danny Glover van a coger su coche patrulla para ir a atender un caso de un hombre que quiere suicidarse. Donner fue el productor de "Jóvenes Ocultos", como ya se mencionó, y quería de esta manera hacerle un guiño a la película. Keenan Wynn y John Carradine (un veterano de las películas de vampiros) fueron elegidos originalmente para realizar el papel del abuelo Emerson, finalmente interpretado por Brooke McCarter, pero Wynn murió antes de comenzar el rodaje y Carradine se encontraba demasiado enfermo. 

Aparece también en la serie Los Simpsons en un especial de Halloween, en el cual se hacen continuos guiños a la película, incluyendo la existencia de un vampiro jefe o escenas del film. Una película entretenida que hay que contextualizarla para entender la estética, con un buen ritmo y un carácter gamberro que no deja de ser un encanto para la vista.


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