domingo, 9 de febrero de 2014

Todos para uno


Hubo una época en mi casa en la que los ocho que vivíamos en ella veíamos las películas que ponían en televisión los sábados a mediodía. No había muchas más opciones. No existía el vídeo, teníamos una sola televisión y en ella, únicamente había una cadena. Las películas de las que hablo las echaban a las cuatro de la tarde, tras los dibujos animados – mangas de la época- : Meteoro, Mazinger Z, Heidi o Marco. Tras la sesión de animación empezaba la película. En gran medida eran de oeste, aunque no únicamente eran westerns. Las había igualmente cómicas, de aventuras y de capa y espada. Sí, eran esas, - que se unían a las películas que echaban los jueves tarde ¿o eran los viernes? que nos dieron a conocer a muchos a Buster Keaton, a Mark Sennett, Harold Lloyd, “Fatty” Arkbucle , o al mismo Chaplin-, pero ahora con el tiempo, una asume que se crió viendo películas de lo que se considera en la actualidad los clásicos. Claro que conocíamos a directores como John Ford, Howard Hawks, Anthony Mann, Alexander o Zoltan Korda u otros muchos, pero además conocíamos actores de la talla de John Wayne, Errold Flynn, James Steward, Kirk Douglas, Gary Cooper, Rod Hudson, Jonnhy Weismuller, Sabú, o actrices como Olivia de Havilland, Maureen O ´Hara, Vivian Leight, Virginia Mayo…Esos sábados al mediodía tocaba cine clásico, y que mal me sentaba – aunque ahora lo lamento, pues me gusta- que quitaran las películas de los sábados por el torneo de las cinco naciones. ¡Cómo comparar – en aquel momento- una tarde de western, o con los hermanos Marx, o – incluso- , con la mula Francis o con Robin “chulín” con un partido de Rugby, con la Oxford – Cambridge o con- aunque esto si me gustaba con el Gran National de carreras de caballos!. 
Después los programas de cine se multiplicaron gracias a la segunda cadena y a los famosos ciclos que nos trajeron a Hitchkock, a Marilyn Monroe, Rita Hayward o a las películas de terror. De esta época, en la que veíamos cine clásico, sin saberlo, es la película que ayer noche vimos mis hijos y yo: la versión de 1948 de Los tres mosqueteros (The three musketeers) de George Sidney. ¿Por qué hago esto con mis hijos? Porque creo que tienen que conocer a los clásicos y, además, estos siguen siendo tan entretenidos como lo fueron para mí en mis tardes de sábado. Frente a la moda de valorar exclusivamente el cine presentista, el que vemos en las salas de cine – obviamente, éste tiene que serlo-, pero también el que emiten en la televisión, igualmente- , de vez en cuando optamos por estos clásicos modernos. 

Los tres mosqueteros (The three musketeers) es una película estadounidense de acción y aventuras del año 1948, dirigida como dijimos anteriormente por George Sidney y producida por Pandro S. Berman para los estudios de Metro Goldwyn Mayer. Es una de las clásicas producciones de la Metro de los 40 con un Technicolor luminoso, brillantísimo. 

Es la adaptación de la novela clásica y homónima de Alejandro Dumas, padre, en la que además de los combates de florete, capa y espada destaca la coreografía precisamente de estas secuencias de combate, que no sólo se han utilizado desde entonces como fuente de inspiración para las escenas de lucha de cine, sino que responde al modelo artístico ajustado al gran Gene Kelly. 
La conocida obra de Alejandro Dumas fue transformada en un guión vibrante por Robert Aldrey . El director George Sidney, o en este caso los estudios - Metro Goldwyn Mayer – eligieron a uno de los grandes fotógrafos de la época para capturar en imágenes todas y cada una de las escenas. El seleccionado fue Robert H. Planck. Y en la banda sonora o musicalización de la película se unió Herbert Stothart. 

Los protagonistas, aunque después diremos que pudieron ser otros fueron, Lana Turner como Milady, o sea la malvada condesa de Winter, Gene Kelly como el gascón D'Artagnan, June Allyson como Constanza Bonacieux, Van Heflin como Athos, una jovencísima Angela Lansbury como la reina Anne, Frank Morgan como el rey atontado rey Luis XIII de Francia, Vincent Price como el cínico Cardenal Richelieu, Keenan Wynn como Planchet, el ayudante de D'Artagnan, John Sutton como el duque de Buckingham, Gig Young como Porthos y Robert Coote como Aramis. A estos se sumaron Reginald Owen como el jefe de los mosqueteros y gascón de origen Tréville, Ian Keith como Rochefort, jefe hombre de confianza de Richelieu, Patricia Medina como Kitty, la doncella de la Reina e informante de Lady Winter y Richard Stapley como Albert. 

La historia que vimos es bien conocida, es más, hasta mis hijos en mayor o menor medida sabían de qué iba. Se trata de una historia de aventuras ambientada en Francia en el siglo XVII, donde un joven provinciano oriundo de Gascuña, D'Artagnan, llega a París para unirse al cuerpo de los Mosqueteros del Rey. Junto a los tres mosqueteros del Rey Luis XIII, Athos,Porthos y Aramis defienden los intereses de la monarquía, en especial de la Reina Ana de Austria, frente a las intrigas del cardenal Richelieu y su principal aliada, Milady de Winter. 

La historia comienza cuando D'Artagnan (Gene Kelly), un joven y pobre gascón sale de su tierra con lo poco que le da su padre: un viejo caballo de labranza, un percherón, una espada también del padre y el cinto de la misma, y lo más importante, una recomendación dirigida a Tréville (Reginald Owen el jefe de los mosqueteros y gascón de origen como D´Artagnan y familia. Con ella vieja a París para unirse a la élite de los Mosqueteros del Rey . 

En su camino, se encuentra con una misteriosa dama en una posada de carretera. Cuando le pide a unos criados que se hagan cargo de su caballo recibe las burlas de estos y del equipo de hombres que forman la escolta de esa dama, Milady de Winter (Lana Turner). Tras iniciar una pelea lo dejan tirado allí, malherido, inconsciente y sin la carta de presentación de su padre para Tréville ( Reginald Owen ), el comandante de los mosqueteros. 
Cuando despierta, continúa su viaje hacia la capital de Francia y sede de la corte. En París, sin embargo, se presenta a Tréville, a pesar que lo único que puede acreditar es su ascendencia, la de Gascuña. De dice a Treville que tenía una carta y que se le han arrebato unas personas, uno de los cuales tras dar su descripción resulta ser un hombre perseguido por Tréville. Es más , mientras está allí en el cuartel de los mosqueteros, reconoce D'Artagnan a uno de sus agresores. 
El joven gascón en su prisa para enfrentarse a él, molesta a tres de los mosqueteros más hábiles: un herido recientemente Athos (Van Heflin ), un gentil Porthos ( Gig Young) y, más tarde, a otro de nombre Aramis ( Robert Coote ). Cada uno lo reta al joven gascón a un duelo, que han de sucederse a las 12 de la mañana, a las 12,30 y a las 13.00 horas. 

Cuando se presenta en el lugar señalado al primero de sus duelos, a las doce, el primer mosquetero Athos, está esperando a sus padrinos de combate. Allí se presentan los padrinos que son los otros dos retados, Porthos y Aramis, que se divierten de la valentía y poca cabeza del duelista. 

Antes de que pueda comenzar el duelo con Athos, que pretende defenderse únicamente con su izquierda, sin embargo, se presentan cinco hombres de Richelieu , que tratan de detener a los mosqueteros. Indignados de que los tres son superados en número, d'Artagnan se une a ellos en el envite a sus enemigos, haciendo gala de su excelente manejo de la espada en el proceso. Tras un enfrentamiento en que los tres muestran sus habilidades y especialmente D´ Artagnan , los mosqueteros le dan la bienvenida a sus filas. 

Más tarde, d'Artagnan y una vez formalmente criticados por el rey, pero recompensados por haberse enfrentado a los hombres de Richelieu, D´ Artagnan acompañado de sus nuevos amigos, de un lacayo de pocas luces y de nombre Planchet (Keenan Wynn) se acomoda en una posada. 
Nada más llegar el posadero le pide que, por favor, cuide de la chica que tiene alquilada la alcoba de abajo , pues él estará ausente. D'Artagnan entre bromas y en serio abre un portillo en el suelo. Al poco de llegar la inquilina, y enamorarse de ella, Constance Bonacieux, ( June Allyson ), sufre – efectivamente- un intento de secuestro que es abortado por D'Artagnan y Planchet. Tras acabar con los agresores se presente a Constante, quien dice ser confidente y ayudante de la reina Ana ( Angela Lansbury), y que siente un profundo agradecimiento a su salvador le dice al gascón que esta noche ha de salir y que, por favor, no le persiga. D'Artagnan haciendo caso omiso a Constance le dice por las oscuras calles parisinas, hasta que la chica se encuentra con un hombre. 
Esto arrebata a D'Artagnan que se siente ofendido por la chica y por su acompañante. Sin embargo, a pesar del inmediato e inminente duelo Constance media entre ambos y presenta a D'Artagnan a su acompañante que es el duque de Buckingham ( John Sutton ), que es también el primer ministro de Gran Bretaña. 
Constance explica que debe de llevar de incógnito al inglés, que además de ser casi enemigo de Francia- pues Richelieu, está deseando declarar la guerra a la pérfida albion – es además amante de la reina Ana de Austria ( Angela Lansbury). 
Ana y el duque de Buckingham se entrevistan a espaldas del rey. La reina como prueba le entrega un conjunto de doce diamantes en una caja regalados por su marido, el rey Luis XIII ( Frank Morgan). 
Tras dárselos al duque de Buckingham ( John Sutton ), que es también el primer ministro de Gran Bretaña en presencia de sus colaboradoras Constance se los da a su amante pero también de Kitty (Patricia Medina), la doncella de la Reina e informante de Lady Winter. 
Sabiendo de la indiscreción de la reina por parte de Kitty, Richelieu ( Vincent Price ) ve una manera de persuadir al rey para ir a la guerra con Gran Bretaña. Para ello Richelieu le encarga a Lady Winter que consiga algunos de esos diamantes para demostrar ante el rey la infidelidad de la reina, la traición de ella hacia la máxima autoridad del país, y la injerencia británica en los asuntos internos de Francia. Richelieu sugiere a rey Louis XIII que su esposa lleve los diamantes en una cena de gala organizada para la semana siguiente. 
Lady Winter que sabe moverse por sus encantos en la alcoba del duque de Buckingham consigue su objetivo. Mientras que D'Artagnan y sus tres amigos, ya juramentandos en su uno para todos y todos para uno, se ofrecen como voluntarios para viajar a Gran Bretaña para recuperar las joyas. Pero en el camino, las cosas se hacen difíciles y son emboscados por los hombres de Richelieu. 
Uno por uno, los mosqueteros se ven obligados a quedarse atrás para mantener a raya a sus perseguidores. Athos en una posada, Aramis que es disparado por el camino, y tiene que dejar a sus compañeros y Porthos, que se queda luchando contra dos enemigos. Por último, sólo D'Artagnan y Planchet su siervo ( Keenan Wynn ) llegan a la costa francesa y , a pesar de las dificultades consiguen embarcarse para llegar a Inglaterra y a la residencia del duque. 
Sin embargo, llegan tarde, la bella Milady, condesa de Winter ( Lana Turner ) enviada por Richelieu ha conseguido dos de los diamantes. Afortunadamente, el joyero del duque es capaz de hacer reemplazar de forma rápida las joyas y tras hacerlo d'Artagnan vuelve con dos diamantes idénticos de regreso a Francia. Al llegar a territorio francés se encuentra con Porthos herido en su trasero y Aramis, que ha entrado, tras un desengaño amoroso en un monasterio. 

A su amigo Athos lo encuentra borracho, y se entera que lleva así desde la semana anterior. Se ha atrincherado en la bodega del posadero y bebe por sus muchas penas. En esas le cuenta a D'Artagnan la historia de un mal amor de un “amigo” por culpa de una dama, que coincide con la descripción de Lady Winter. 
Acompañado de Athos y Planchet llegan a las puertas de un París cerrado a cal y canto por Richelieu. Con todo, d'Artagnan llega- saltando cornisas- justo a tiempo para salvar a la reina de su escarnio público y le hace entrega de los diamantes. 

Admirando por el ingenio y el valor de d'Artagnan, Richelieu secuestra a Constanza en un incorporarlo a su servicio. También asigna a Lady Winter para ayudar a persuadir al joven. D'Artagnan trata de sonsacar donde se encuentra Constanza, que está detenida y bajo custodia de De Winter, pero comienza a caer bajo su hechizo de la bellísima dama. 

Cuando Athos descubre que Milady es en realidad su esposa traicionera, trata de advertir a d'Artagnan del peligro real que corre, pero éste no se lo cree. Entonces D'Artagnan se entera de que Athos estaba diciendo la verdad, sobre todo al descubrir la marca de la flor de lys en el hombro, la marca de una delincuente común. Con todo, la lucha entre Gran Bretaña y Francia se desata. 
La reina tiene éxito en la liberación de Constanza y la envía a Buckingham para su seguridad. Como la guerra no sonríe a Francia, Richelieu ordena a Lady Winter – por escrito, en una carta- para que mate al Duque de Buckingham, y la envía a Gran Bretaña para asesinar a su enemigo. 

Los mosqueteros casualmente en la misma posada saben de la trama y envían a Planchet para advertir al duque. Athos se enfrenta a De Winter y recupera la carta como prueba de la traición de Richelieu. De Winter es encarcelada y puesto bajo la custodia de Constanza, - que previamente se ha casado con D´Artagnan- pero cuando este última se deja convencer por Lady Winter, que finge estar casi moribunda, la chica bajar la guardia, De Winter mata, primero a Constance, y luego a Buckingham. 


D´Artagnan y Athos que habían ido en auxilio de Constance y del duque retornan a Francia. Al poco de llegar se enteran que De Winter vive en las tierras pertenecientes a Athos, al norte del país, en las cercanías de Lille. 
Atrapada de nuevo por los mosqueteros en el hogar ancestral de Athos, ella implora piedad, pero no lo halla, a pesar de que su marido todavía la ama y eso que sabe los muchos crímenes cometidos. Al ver esto, se tranquiliza a sí misma y camina con dignidad a su ejecución a la que va acompañada por el verdugo de Lille. 
Los mosqueteros, a su vez, son emboscados por los hombres de Richelieu y capturados, pero cuando está a punto de ser condenados a muerte por el rey, D'Artagnan saca la carta blanca firmada por Richelieu en la que ordenaba De Winter matar al Duque de Buckingham, y Richelieu está obligado a conceder a los mosqueteros de una jubilación cómoda. El grupo sale airoso de la audiencia real y con ella acaba la película.

Cuando se rodó la película Gene Kelly era ya una estrella afamada de los musicales, y uno de los bailarines principales de los mismos. Está claro que el film mantiene la estructura narrativa similar a las películas musicales, aunque aquí las escenas de canto y baile son reemplazadas por las de duelos de espadas entre los mosqueteros y los agentes de Richelieu. De hecho, el bailarín , junto con Fred Astaire, más importante de la historia del cine declaró que este fue su papel no musical favorito. 
A mediados de 1947, se anunció que la Metro-Goldwyn-Mayer iba a producir una adaptación de la película de Los tres mosqueteros. 

La MGM contó con George Sidney, un capacitado director con experiencia en filmes de capa y espada, y que hacía brillar a los actrices con las que contaba en este caso una impresionante y la malvada, Lana Turner y por una muy joven Angela Lansbury. Años más tarde volvería al género de capa y espada con la maravillosa Scaramouche. 
A pesar de los rumores de que había rumores de que Douglas Fairbanks, Jr. iba a ser la estrella principal, Gene Kelly fue anunciado en junio de 1947, al igual que el inicio de la producción programada para principios de septiembre. Una semana más tarde, Keenan Wynn fue confirmado para jugar un papel co-protagonista . En octubre, Kelly se rompió el tobillo, lo que le obligó a abandonar el papel principal en Desfile de Pascua (1948), y retrasar el inicio de la filmación. Aunque el tobillo de Kelly había reparado lo suficiente como para empezar a rodar en enero de 1948, las elaboradas escenas de esgrima requirieron más tiempo de curación, y fueron rodadas al final de la película. 
Poco después, Van Heflin y William Powell fueron señalados como los actores que estaban en negociaciones para el papel protagonista. Aunque se habó de que Robert Taylor, Ricardo Montalbán, y Sydney Greenstreet serían originalmente Athos , Aramis y Richelieu. 
El guión de Robert Aldrey respetaba en líneas generales la trama original de la novela, con algunos cambios (sobre todo en la segunda parte del film), que permiten mantener la línea de acción e intriga propia del film. 

Antes que June Allyson fuese elegida para el papel femenino principal de Cosntance, el papel se le había ofrecido a Deborah Kerr en noviembre de 1947. En su autobiografía, June Allyson señala que ella no se sentía muy cómoda haciendo una película de época , y que ella trató de salir de la misma. 

Para aparecer como Lady Winter, Lana Turner tuvo que renunciar a su papel en un proyecto inacabado llamado Bedeviled En enero de 1948, las noticias informaron que la Turner se retiraba de Los tres mosqueteros. Inicialmente, tenía permiso para retirarse por parte de Louis B. Mayer , porque ella había estado muy ocupada actuando en películas como Green Dolphin Street (1947), Cass Timberlane (1947), y Go Home(1948). Sin embargo, y antes las dudas sobre su participación se llegó a pensar en Alida Valli para su papel, que entonces tenía contrato con David O. Selznick . Aunque también es cierto que consideraba a Milady, como un personaje secundario. Con el tiempo, ella estuvo de acuerdo en hacer la película, ya que especialmente le gustaba la idea de hacer su primera película en color. También se planteó la posibilidad de que Angela Lansbury, que se consideraba demasiado joven para hacer el papel de la Reina. y hubo planteamientos para que fuese Milady De Winter . 

La película fue rodada en seis espacios de California. Gran parte de ella se hizo en Backlot, en los Studios de la Metro-Goldwyn-Mayer Studios, en los Busch Gardens de S. Grove Avenue, en Pasadena. En el Rancho de Ray Corrigan en Corriganville, en Simi Valley, en la European Street, de los Metro-Goldwyn-Mayer Studios , en Monterey y en el rancho de Rowland V. Lee. 

La película se rodó en un precioso y vistoso technicolor, la película tuvo ganancias de 4,2 millones de dólares en Estados Unidos, siendo una de las más exitosas de la MGM en la segunda mitad de la década de los 40. 
El gran presupuesto se utilizó en los ampulosos decorados del más grande director artístico del cine, el dublinés Cedric Gibbons (diseñador del Oscar), un pomposo vestuario de Walter Plunkett (‘La diligencia’, ‘Lo que el viento se llevó’ o ‘Cantando bajo la lluvia’), que se exhibe sobremanera en Lana Turner, ataviada con deslumbrantes vestidos y aparatosos sombreros, embellecido todo por una colorida fotografía en technicolor de Robert H. Planck (‘Levando anclas’, ‘Bodas Reales’ o ‘Gigi’), y estos elementos envueltos en una deliciosa música de Herbert Stothart (‘Ana Karenina’, ‘El Mago de Oz’ o ‘El retrato de Dorian Grey’) que versiona temas de Tchaikowski. 

La película fue nominada en 1948 al Oscar a la mejor fotografía en color y es un maravilloso clásico del cine de aventuras con todo el esplendor de la belleza de Lana Turner y la elegancia y armonía de Gene Kelly al servicio del technicolor de la Metro Goldwyn Mayer. 

De ella, de la película , dijo Miguel Ángel Palomo en el Diario El País que "El lujoso look visual de la Metro da vida a las aventuras de los mosqueteros y sus apasionantes y dinámicos duelos a espada, que Gene Kelly coreografía como si la película fuese un musical. Sabor añejo del mejor cine clásico, redondeado con un reparto magnífico". Mientras, por su parte, Terenci Moix resalta en esta película el papel de Gene Kelly "algunos duelos, peleas y asaltos que ...parecían concebido como ballets irónicos. Un cruce entre Errol Flynn y Nijinsky, con toques de Gary Grant". 

Lo más destacable de la película es su sentido cinematográfico de la acción y del tiempo, así como de las coreografías, y con un montaje en el que prevalece la cohesión temporal y el equilibrio entre planos, se logra una unidad en la narración que enaltece el ritmo de la película. 
En la primera parte de la película predomina cierto tono de comedia, que va desapareciendo a medida que avanza la acción y la intriga, y su segunda parte si bien no decae la tónica aventurera, el drama sustituye a la comedia.
A esto se le une el tono, en ocasiones, cómicos visible en la lucha por ejemplo entre el gascón y Jussac, que , al final, lo deja en calzoncillos, o el uso de escobas como espadas en bastantes momentos. D´Artagnan aquí es un saltimbanqui de circo que anima todo el recorrido. A ello se une el tono bruto de Planchet o los melancólicos , especialmente , el de Aramis o Athos. 
Todos los actores y actrices están a gran altura. Y eso que cuentan con un Kelly en plenitud, unas actrices especialmente bellas y clásicos de la interpretación con un memorable Vincent Price como cardenal Richelieu, y que van ataviados con trajes de época repletos de un colorido technicolor que funciona bien, al igual que la ambientación y el vestuario. 

Dumas que describía el estilo de lucha de D'Artagnan descrito como "ágil y saltarín; alejándose a cada instante de las reglas establecidas"y lo combinada con el espíritu aventurero, con la camaradería y con la comicidad de algunos momentos. Gene Kelly como D`Artagnan está enorme con su agilidad, su capacidad atlética y su destreza, coreografiadas de manera espléndida al ritmo de la música de Tchaikovsky es el perfecto paradigma de la juventud propia de un muchacho imberbe. Frente a él, está Athos, encarnado por un fantástico Van Heflin, es todo lo contrario, cínico, atormentado, apesadumbrado y borracho es mucho más sabio y experto por ser más viejo. Por eso es capaz de decir a Milady de Winter, "te quiero como quiero a las guerras, como quiero a las borracheras, como todo hombre quiere aquello que es nefasto para él". 

"Los tres mosqueteros" está llena de movimientos coreografiados, lujosos decorados y escenas de esgrima que parecen números musicales, que se combinan con espectaculares escenas a caballo, luchas en grupo resueltas a la perfección y gran realismo en los momentos de violencia. Pero no sólo hay aventuras, hay infidelidad, valentía, el compañerismo, el honor, el amor, traición, asesinato, promiscuidad, ansia de poder y celos. 
Ver estas películas que me acompañaban en mi juventud, disfrutar junto a mis hijos a los que les ha encantado y valorar que el tiempo no ha hecho mella en la misma invita a pensar en que estamos no sólo ante una buena película, sino ante un clásico.



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