domingo, 16 de noviembre de 2014

El coleccionista de huesos


La razón para ver esta película ha estado estrechamente ligada al hecho de que hace un mes terminé el segundo libro del escritor norteamericano Jeffrey Deaver, que tenía como protagonista estelar al tetrapléjico detective Lincoln Rhyme , y que llevaba por título El bailarín de la muerte , segundo libro de la "Lincoln Rhyme Series". Sin embargo, el primer libro de la serie fue este The Bone Collector (en español El coleccionista de huesos) y que pude ver hace unos doce años, pero que reconozco, no recordaba prácticamente nada de la misma.


Es cierto que a raíz de la obra de Harris y su silencio de los corderos, y el éxito que supuso llevarla al cine por Jonathan Demne , las películas de detectives se reactivaron, sobre todo la de aquellos que habían sufrido , como dice uno de mis hijos, un trauma. En este caso, un trauma físico total tras la caída de una viga en la espalda, mientras investigaba un caso con un policía herido.

El coleccionista de huesos nos presenta el principio de la nueva situación de Lincoln Rhyme, precisamente desde el momento de su accidente. Se trata de una thriller de finales de los noventa, en concreto, del año 1999, que se desarrolla en Nueva York que aún nos muestra algunas de las últimas imágenes de las torres gemelas.

La dirección estuvo en manos de Phillip Noyce y contó como ayudante con William Hoy. La producción corrió a cargo de Martin y Michael Bregman, así como de Louis A. Stroller, aunque bajo la supervisión del productor ejecutivo en manos de Michael Klawitter y Dan Jinks representantes de la Universal Pictures.

El guión fue de Jeremy Iacone y sigue las directrices marcadas por la novela de Jeffery Deaver. La música original es de Craig Armstrong, que incluye una canción al final de la misma de Peter Gabriel acompañado por Kate Bush y  que lleva por título Don´t give up. El director de fotografía fue Dean Semler, mientras que el montaje fue del ayudante de dirección William Hoy. El diseño de producción fue de Nigel Phelps. La productora contó con un presupuesto cercano a los 73 millones de dólares y las distribuidora, la Universal Pictures, ganó unos 150 millones de dólares. 

La película estuvo protagonizada por Denzel Washington como Lincoln Rhyme, Angelina Jolie como la oficial Amelia Donaghy, Queen Latifah como la auxilira de enfermería Thelma, Michael Rooker como el - Capitán Howard Cheney, Mike McGlone como el detective Kenny Solomon, Luis Guzmán como el detective Eddie Ortiz, Leland Orser como Richard Thompson, John Benjamin Hickey como el Dr. Barry Lehman, Bobby Cannavale como Steve y Ed O'Neill como el detective Paulie Sellitto 

La película comienza con unos títulos de crédito que hacen referencia a antiguos casos de asesinatos en la ciudad de Nueva York y a las publicaciones del experto forense Lincoln Rhyme (Denzel Washington).

De hecho, Lincoln Rhyme sale desde el inicio de la película dirigiéndose hacia el lugar en el que un policía se encuentra herido, mientras accede , no sin dificultad, una viga de hierro cae sobre su espalda.

Cuatro años más tarde, ya en el invierno de 1997, la actividad del experto forense , ahora tetrapléjico, Lincoln Rhyme (Denzel Washington) está limitada. Tanto, que le pide a un amigo médico Dr. Barry Lehman (John Benjamin Hickey) que ponga fin a su vida en breve plazo.

Mientras esto ocurre conocemos a una policía de patrulla, Amelia Donaghy (Angelina Jolie), que vive una insatisfactoria relación con un compañero y que en el último día de servicio en su unidad- se va a incorporar en breve plazo al servicio de protección de  infancia- recibe una llamada de urgencias en la que le comentan que un chico ha descubierto un cuerpo cerca de las vías del tren.

Al acceder ella, descubrimos que se trata del cuerpo de un señor, que en la noche anterior fue secuestrado por un taxista junto a su mujer tras la llegada al aeropuerto JFK. Amelia, tras intervenir parando un tren para evitar la destrucción de pruebas y haciendo fotografías a escala para llegar a conclusiones, recibe la aprobación de sus compañeros y Lincoln Rhyme ve en ella los ojos y los pies que ya no tiene. 

Rhyme está paralizado del cuello hacia abajo y atado a la cama y es completamente dependiente de las máquinas y de su enfermera Thelma (Queen Latifah) para funcionar. Amelia y Rhyme se unen para resolver una serie de asesinatos todos conectados a un asesino en serie que tiene una peculiar firma: un único fragmento de hueso que retira de cada una de las víctimas.

Amelia Donaghy (Angelina Jolie) es la encargada de inspeccionar los escenarios del crimen, y a partir de sus informes, Lincoln va descifrando las pistas que deja el asesino.

Lincoln se comunica con Amelia a través de auriculares mientras se examinan las diversas escenas del crimen y recoge las pruebas y los informes de nuevo a él.

Mientras esto ocurre vamos conociendo al asesino que se hace pasar por un taxista de Nueva York, y secuestra y mata a los que se suban en su taxi. Las dos primeras víctimas son un matrimonio llamado Alan y Lindsay Rubin, que toman un taxi a casa, pero luego se encuentran secuestrados por el asesino.

Amelia encuentra el cuerpo de Alan enterrado en una cama de ferrocarril de la guerra civil de la época. Ella también encuentra una colección de pistas, incluyendo un montón de conchas procedentes de ostras junto con restos de tierra, que finalmente conducen a Amelia - ahora trabajando con Rhyme - a la esposa de Alan, y a un trozo de papel. 

Los detectives encuentran a la señora Rubin, demasiado tarde, en un subterráneo con salida de vapor en un área de servicios por debajo del suelo de un edificio en el distrito financiero. La mujer está atada a una viga y presa por unas viejas esposas o grilletes. Frente a ella, a la altura de su cara, hay un tubo que emite vapor de agua. Cuando los policías están cerca muere escaldada por el vapor. El asesino también le ha quitado un poco de carne y hueso de su brazo. Amelia encuentra otro pedazo de papel en la escena. 

El asesino sigue con su macabra actividad y luego secuestra a un estudiante de la Universidad de Nueva York.

Es llevada a un matadero abandonado donde está atado a un poste y parte de su hueso del muslo ha sido eliminado quirúrgicamente, lo que ha atraído a las ratas que lo usan para alimentarse. Amelia y Rhyme, siguiendo las pistas dejadas por el asesino en la escena del crimen , - encuentran pelos de rata incrustados en un hueso de una vaca-, encuentran a la víctima, pero de nuevo es demasiado tarde para salvarla.

Una vez más, el asesino ha quitado un trozo de hueso de la víctima. Amelia es capaz de recoger la evidencia, incluyendo otro trozo de papel. La presión de la investigación tensa al Departamento de policía y tanto por la participación conjunta de Amelia y de Rhyme como por las envidias. Lo cierto es que este caso está teniendo un serio impacto en la salud y en la estabilidad emocional de Rhyme.


Después de unir las piezas del mensaje que el asesino estaba enviando utilizando los trozos de papel, Amelia y Rhyme llegan a la conclusión de que el asesino está siguiendo las directrices para matar inspirándose en viejas novelas de género gótico, cuyos crímenes el asesino ha ido replicando. El título de la novela no podía ser otro que The Bone Collector. 


Esto les lleva a sus próximas víctimas, un abuelo y su nieta atados, que –previamente han sido secuestrados- y que, incluso, ha costado la vida a un agente de policía, que lo ha parado, y que son encontrados en un muelle cuando la marea sube. La niña es lograda salvar con vida, no así el abuelo.

En la escena, Amelia encuentra otro hueso, parte de una antigua placa de policía, y un viejo mapa del metro. Estas pistas y una pista anterior que dejó el asesino en la escena de la muerte de la señora Rubin hacen que Amelia a una estación de metro abandonada, en el que Amelia ve algunos números que han sido manipulados para deletrear el número de placa de policía de Rhyme. Amelia y luego se da cuenta de que el asesino va a por Rhyme.

El asesino llega a la casa de Rhyme, y después de matar a la enfermera, Thelma, y al celoso Capitán Howard Cheney (Michael Rooker), se revela que se trata del técnico en medicina que se encarga del equipo médico de Rhyme, Richard Thompson (Leland Orser), cuyo verdadero nombre es Marcus Andrews. Se trata de un expolicía forense que odia a Rhyme, ya que su testimonio ayudó a un convicto a manipular pruebas falsas en la escena de un crimen.


Marcus tiene la intención de su venganza, pero Rhyme reacciona y logra aplastar a la mano derecha de Marcus dejando caer su cama horizontal, y en la lucha para liberarse, Marcus tira a Rhyme quien aparentemente sufre un colapso en el suelo.

Cuando Richard se acerca Rhyme logra morder a Marcus en el cuello, causando una hemorragia masiva. Marcus, una vez más se las arregla para liberarse, agarrando su cuchillo. Cuando Marcus levanta el cuchillo para asestar el golpe definitivo, Amelia llega de repente al apartamento y dispara sobre Marcus, quien cae muerto.

La película termina con una celebración de la Navidad en el apartamento de Rhyme. Rhyme, después de haber renunciado a sus planes para suicidarse, se encuentra con su hermana, su cuñado y su sobrina que vienen a visitarlo junto con Amelia y sus otros colegas en la víspera de Navidad. Se da a entender que Rhyme y Amelia tienen una relación. 


La película se rodó en la ciudad de Nueva York, mientras que las escenas interiores se realizaron en la canadiense ciudad de Montreal. La película, como vimos en la recaudación tuvo cierto éxito, pues dobló lo invertido, incluso llegó a ser la número uno en la taquilla en los Estados Unidos. 

La prensa norteamericana como la española, y especialmente la crítica cinematográfica, fue especialmente dura con la película.

Roger Ebert, el pope crítico de la época, escribía en el Chicago Sun-Times que "La calidad de las interpretaciones es mucho mejor de lo que el material se merece" Por su parte, Peter Travers de la revista Rolling Stone afirmaba que "Abandona toda esperanza de lógica, quien quiera que entre". Por su parte, en el New York Post Lou Lumenick decía "Entretenida pero con un bobo final".

Ya en España, Ángel Fernández. Santos escribía en el Diario El País lo siguiente: "Nuevo ejercicio de degradación de la nobleza del género negro (...) Colección de tópicos tan bien fabricados como mal hechos, una colección de trolas cinematográficas". Fernando Morales en ese mismo diario señalaba que "Noyce vuelve a casarse con el cine comercial en esta tramposa cinta que parte de una premisa de lo más increíble (...) Lo mejor, sus efectos especiales, lo que no es decir mucho viendo el gran presupuesto que movió Noyce" y Miguel Ángel Palomo en ese mismo espacio periodístico señalaba que era un "filme entretenido pero convencional".

Sin que sirva de precedente, pero estoy absolutamente de acuerdo con las afirmaciones tanto de Lou Lumenick como con la de Miguel Ángel Palomo, pues como filme en que está presente tanto lo detectivesco como lo gore, en ocasiones, la cinta entretiene. No da mucho más de sí. Lo que sí tengo que resaltar es que el filón Rhyme no fue tan aprovechable como otras sagas o series, especialmente su segunda novela.

De ella hay tan poco que decir que Andreu Martín en la trasera del videocassete que presentó el diario El mundo allá por el año 2001/2002 no hace juicio de valor alguno sobre el filme, y se limita a describir el papel de Lincoln Rhyme y su relación con Amelia Donaghy. Nada que aportar para una película seleccionada con Los grandes terrores para esa colección que fue La historia más grande jamás contada. 

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