viernes, 17 de abril de 2020

La línea invisible


Esperaba más y he encontrado menos. Lo reconozco. La serie está bien en el fondo, mostrar el origen de algo que nos condicionó de tal manera es interesante, pero creo que a la serie le falla no el fondo , sino la forma. Y entre una y otras, el alma.

Por otro lado, reconozco igualmente que va ganando capítulo tras capítulo, pero los dos primeros son plomos que pesan y lastran. Después la serie crece hasta llegar a un final explosivo, pero muy airoso y maduro.

Me tiro al charco y lo digo: Puede que haya fallado en la elección de los actores principales. Ni el gran Antonio de la Torre me satisface, cuando siempre lo borda. Dos honrosas excepciones: Ramón Barea, en un breve aparición, pero tremenda como el padre Goizueta, y Anna Castillo, así como otros muchos secundarios que sí que son de lujo como Patrick Casado o Emilio Palacios que hacen de dos pistoleros como Txema y Peru. Pero es que ni dos actores que hacen de hermanos Etxebarieta, el impresionante Enric Auquer en Quien a hierro mata ni el desconocido al menos para mi Alex Monner me llegan a convencer. Carecen del alma, el sentir que requerían unos personajes como los suyos en una historia como esta.

Y eso que Mariano Barroso, el director es un hombre con tablas, pero en la miniserie considero que hay lagunas al menos, en el desarrollo de la tensión de la historia. Se trata de una serie producida por Movistar+ junto a Sentido Films y Corte y Confección de Películas, distribuida por Movistar+ y estrenada hace unos días, en concreto el 8 de abril de 2020. La miniserie se desarrolla en seis entregas de unos 50 minutos cada uno. 

Otra cosa distinta es la labor del guion, bárbara, que han elaborado el mismo Barroso, junto con los más implicados en la historia, Alejandro Hernández y Michel Gaztambide, cuando recogieron el guante que en su momento lanzó Abel García Roure. El resultado es una historia bien desarrollada, con diálogos que impresionan, algunos como los de Ramón Barea, para enmarcar. 

La película cuenta con la música de Vicente Ortiz Gimeno, la buena fotografía, algo nebulosa de Marc Gómez del Moral.

En cuanto al reparto lo preside Àlex Monner como Txabi Etxebarrieta y Antonio de la Torre como Melitón Manzanas.Junto a ellos, los dos grandes protagonistas están Anna Castillo como  Txiki , Enric Auquer como Jose Antonio Etxebarrieta, Patrick Criado como Txema,  Joan Amargós como Maxi, Emilio Palacios como Peru y Asier Etxeandia como El inglés.

Igualmente aparecen Aia Kruse como Teresa , Amaia Sagasti como Julia, Xóan Fórneas como José Antonio Pardines, Alba Loureiro como Amalia , Patricia López Arnaiz como Clara , una magnífica María Morales, que hace de madre de Txabi y José Antonio, Pablo Derqui como el inspector o subinspector Chamorro y Ramón area como el Padre Goizueta.

Junto a los anteriores unos secundarios que para mi junto a Anna Castillo están de diez  como son Josean Bengoetxea,  María Morales, Aia Kruse, Koldo Olabarri, Jon Viar, Javier Coll, Óscar Morchón, Alvar Gordejuela, Asier Olaizola, Ione Irazábal, Txema Blasco.

La miniserie nos narra los comienzos de ETA durante los años sesenta, década clave para la organización terrorista y ,momento es su despegue ideológico, estratégico y social. Un momento esencial es su V Asamblea pues si en las anteriores dudan del uso de la violencia como parte de las acciones a realizar en esta quinta optan por esa vía.

La historia se centra en como va entrando en la organización y adquiriendo protagonismo Txabi Etxebarrieta (Alex Monner) hasta convertirse en el líder de la organización. Vemos en la misma por nedio de un flashback en el segundo capítulo como se decide su nombre ETA, como en su aparición estos jóvenes surgidos de las filas de las juventudes del PNV y que están amparados por algunos integrantes del clero vasco se encuentran influenciados tanto por el movimiento de independencia de Argelia con respecto a Francia o por la revolución cubana - ese Patria o Muerte, que escuchamos en algún momento es muy significativo- adaptan esa famosa estrategia que ley hace años en un libro de Ricardo de la Cuerva ‘acción-reacción-acción’ como una maniobra de resistencia en oposición al estado franquista.

Desde el primer episodio titulado “Pintadas y petardos” vemos quíenes son los tres protagonistas de la misma, los hermanos Etxebarrieta, sus relaciones de amistad, sus amoríos, el acercamiento a la banda del menor de los hermanos, así como cuáles son las bases sociales que apoyarán el nacimiento de esta organización.

También este este episodio como en el siguiente las dudas entre privilegiar unos fundamentos ideológicos y políticos, los que priman la reivindicación "sozialista", revolucionaria que implica una lucha de clases, una defensa de la clase obrera independientemente de su origen- frente a los nacionalistas , que acaban estando más ligadas a planteamientos de confrontación entre el estado español y la singularidad vasca.

En paralelo vamos conociendo al otro protagonista, al frontal, a Melitón Manzanas (Antonio de la Torre) un inspector tan eficaz como profesional, atento padre con su hijo, infame con su mujer, aunque con negocios en el contrabando - o al menos eso se deja entrever-  y con un comportamiento brutal al ser un interrogador, un bestia - un torturador, vamos- de detenidos.

El propio Melitón en esos primeros momentos desconoce lo que es ETA, pues los sospechosos habituales son los obreros, los antifranquistas conocidos, los nacionalistas, pero al final del capítulo ETA atenta contra un monolito de la falange. Es la primera actuación "sonora" de la banda.

En la segunda entrega, Un líder, vamos viendo cómo se irá organizando la banda. Nos presenta el momento en el que, reunidos, los fundadores de ETA deciden en 1959 cuáles van a ser los preceptos de la organización y cuál va a ser su nombre. En ese momento descubrimos la ascendencia que tiene en el grupo el inglés (Asier Etxeandia), - un personaje ficticio como tal pero surgido de la hibridación de dos hombres reales ( Txillardegi y Krutwig, pero inspirado como teórico en Julen Madariaga)- conocedor de la lengua y la cultura vasca, un hombre con buenos contactos y que tiene una enorme ascendencia en la organización.

En ella vemos a Txabi como comienza a cobrar más protagonismo en una organización con su rechazo a la línea política, claramente marxista, que van asumiendo algunos de los que forman el núcleo de la dirección de ETA como Erreka ¿Patxi Iturrioz? representante de la facción obrerista que no entiende la proyección de los recién incorporados, gran parte de ellos jóvenes universitarios como Txabi, alumno de cuarto de ingeniería y profesor asociado de la Universidad, claramente de la línea vasquista.

Unos y otros coinciden en su lucha contra el franquismo y su frontal enfrentamiento contra la represión franquista que actúa sin medida frente al movimiento estudiantil y a las acciones obreroasespecialmente en Guipúzcoa y Vizcaya.

En este episodio vemos como en esa lucha entre unos y otros visible en la V Asamblea , el sector obrerista es relegado por los nacionalista partidarios de la acción armada que propugna Txabi, que recibe el visto bueno de El Inglés, con lo que quedan fuera de la organización el Frente Obrero, al ser acusado de españolista.

En el episodio tercero Tambores de guerra vemos como Melitón Manzanas, ya presionado por el aparato franquista, de un Franco que veranea en san Sebastián cada vez más cerca de identificar a Xabi, el líder de ETA aunque conocido por Pepe. De él el aparato policial no tiene información salvo un dibujo cercano a su imagen real.

Mientras, ETA emprende sus primeras acciones (ekintzak) reivindicadas por la organización y siguiendo lo acordado en la V Asamblea en la que se ha impuesto la línea de actuación de Txabi, la violenta.

Xabi entragado ya a la causa, habiendo renunciado a la opción de una beca en Oxford, mintiendo a su  madre y a sus alumnos/as se dispone en un caserio aislado a iniciar el proyecto defendido en la V Asamblea.

El primero objetivo será un banco así que una sede del Banco Guipuzcoano será el primer objetivo de estos jóvenes nacidos de la V Asamblea. Un hombre de acción como Txema (Patrick Criado  ) asalta la entidad en nombre de Euskadi Ta Askatasuna y sale de la misma gritando ¡Gora ETA! Desde ese momento la financiación a través de robos de bancos se haría habitual en estos primeros años,

En este capítulo un José Antonio, presionado por su madre que sospecha de la implicación de su hijo en la organización tiene una conversación con el hermano de Txabi, José Antonio, que deriva en un encuentro entre éste y  El Inglés. Éste refiere que la construcción de un pueblo necesita de tiempo y sangre, abriendo la puerta a una cimentación de la identidad vasca a través de la violencia física. Sin embargo, el atentado contra individuos aún no se plantea en el seno de la organización, lo cual se demuestra en el deseo de no dañar a nadie. Un ejemplo de ello es el atentado planteado y fallido contra la sede de 'El correo español.El pueblo vasco',  en la entrada del edificio por ser el diario más leído de los vascos, pero también un periódico próximo al franquismo.

La cuarta entrega se titula Un poeta. Tras el desastre del atentado ante la sede del diario y que supuso la detención de uno de los miembros de la organización, el chico que manejaba la dinamita y que supuso la salida por pies de Txema , genera entre los jóvenes dudas y preguntas sobre ¿Quiénes son los míos? Se pregunta Txabi. ¿Por quién lucho? ¿Quiénes son los buenos? ¿Y los malos? ¿Sigue existiendo acaso esta dicotomía? El claroscuro moral envuelve al fin a todos los protagonistas de la serie. Especialmente a Txiki (Anna Castillo) la primera mujer integrada en cuerpo y alma en la banda y  que está embarazada de cinco meses de su compañero Maxi (Joan Amagós).

Por otro lado tras una visita al Inglés, la persona que maneja la organización en la sombra, en el País Vasco francés, Maxi y Txabi tienen un encuentro fortuito poco después de pasada la frontera. En ese encuentro que acaba con la huida por el bosque de los terri¡oristas concluye con un encuentro entre la Guardia Civil y Txabi. En el mismo, a pesar de que Txabi gracias a Maxi, consigue huir el Etxebarrrieta se deja un cuaderno de poemas. que será encontrados por la policía y que llega a manos de Manzanas.

El policía lleva el cuaderno, tras ser orientado por una monja del colegio de su hija, hasta una librería. La empleada de la librería se ve atrapada en una encrucijada moral, ya que tras ser  interrogada por Manzanas, al principio rehúsa ayudarle por ir en contra de sus principios, pero al ser amenazada no le queda otra opción.

Por su parte descubrimos que Txabi  ha roto con todo lo que le unía a su antigua vida como se ve tras la conversación telefónica con su hermano que le informa que Julia, su ex novia se va a casar con un chico de Neguri. Txabi en la conversaciones da por zanjada una etapa de su vida. Ahora está plenamente integrado en ETA, siendo el líder de referencia.

Melitón Manzanas da por fin con el nombre de "Pepe·" y hace una visita a la casa de los Etxebarrieta. José Antonio, del que nos enteramos que estuvo vinculado con EGI, logra escapar de la detención gracias a que la madre trabaja en el Ayuntamiento de Bilbao.

A esto se  suma el  cómo los integrantes de la organización toman la decisión de llevar a cabo el primer asesinato planeado de la organización. Tras hablar con el Padre Goizueta (Ramón Barea) hay un proceso de elección de la víctima. No es algo arbitrario, y el elegido es Melitón Manzanas.

Ahora la linea invisible se torna gris, dada la ambigüedad humana provocada fatalmente por la opresión, generándose espacios en los cuales los sujetos ven cuestionados sus valores morales más básicos como le ocurre a Txiki, incluso a Peru. No así a Txabi que como cabecilla de ETA dictaminó que la única respuesta posible a la opresión que estaba sufriendo la sociedad vasca, a pesar de que esta se vivía también en el resto del país, era contestar con la misma herramienta.

Melitón Manzanas es colocado en el centro de la diana como primera víctima. Sin embargo, veremos pronto que no será el primer asesinato.

El capítulo quinto se llama La Línea. El capítulo comienza como un claro homenaje a José Antonio Pardines, un guardia civil gallego que se convierte en la primera víctima de ETA. Lo vemos como un guardia civil de tráfico de 25 años  que permite a los paisanos cazar y que es cumplidor con su trabajo, pero que está deseando volver a su Galicia natal justo en el momento en que conoce a una chica de la que se enamora.

Por otro lado, vemos a un Txabi cada vez más desquiciado, lo que se nos muestra a través de su adicción a la Centramina (anfetaminas). No come, no duerme, no habla. Pepe su otro yo, el poderoso, lo ha absorbido.

Los caminos de uno y de otro se cruzan cuando Txabi y Peru - en la vida real, Iñaki Sarasketa - va a un encuentro a Beasáin. La historia de ETA cambiará a la altura de Villabona, tras un desvio, en un control rutinario.

Tras llevar un Seat robado con matricula de Zaragoza el coche es visto por Pardines que le sigue y los para. Peru no quiere disparar, pero Txabi ha decidido que éste es el camino de ETA. El chico muere en la carretera. Era el 7 de junio de 1968.

El sexto y último capítulo es El futuro. Continúa la huida de Txabi y Peru, que son acogidos en la casa de un conocido de Peru en Tolosa. Txabi parece estar ido por el efecto de las anfetaminas.

Cuando el que amigo de Peru lleva a casa les dice que allí no se van a quedar y propone llevarlos a Beasáin. Una patrulla de la Guardia Civil para el coche con los tres y tras ser registrados por una pareja de guardias civiles son conminados a salir. Txabi, que lleva pistola, saca la pistola e intenta disparar.

Sin embargo, Txabi resultará gravemente herido y morirá en el hospital poco después. Así, en menos de 24 horas, ETA tenía a su primera víctima y su primer asesinado.

El entierro de Xabi se presenta como un acto reivindicativo. La muerte de Txabi sería aprovechada por la organización en su beneficio . Este les permite tener un relato por parte de los ideólogos de ETA, a partir del cual Txabi era un verdadero gudari y se había convertido en el primer mártir de la revolución que estaba por venir.

Como la historia debe concluir falta un final que no es otro que el asesinato de Melitón Manzanas planeado para octubre, y que se adelanta a agosto, poco menos de dos meses después de la muerte y asesinato de Txabi. Así que el jefe de la policía y la Brigada Social Política de Guipúzcoa es asesinado en las escaleras que le llevaban a su casa ante su mujer.

La historia acaba con el relato de Txiki en el que reflexiona mientras cruza la muga entre España y Francia sobre lo que le conduce al exilio y sobre un relato que llevó al dolor de mucha gente, pero «tanto dolor no sirvió de nada».

Así vemos como ese 7 de junio de 1968, el líder de ETA, Txabi Etxebarrieta, cruzaba "la línea invisible" asesinando a la primera de las 853 víctimas de la organización terrorista, el guardia civil gallego José Antonio Pardines, de sólo 25 ańos de edad. Con ese asesinato se abría la espita de una violencia que acabó con el asesino, pero también con Melitón Manzanas y con el tiempo con esas más de 800 víctimas.

La linea invisible abre un un camino plagado de dolor y venganza, de miedo y terror, que marcaría los siguientes cincuenta años de la historia de España como dice la sinopsis oficial de Movistar.


Con esta serie Mariano Barroso asumía la dirección de su segunda serie para Movistar+  tras El día de mañana. Se une pues el proyecto “ya llevaba varios años desarrollándose” a manos de Michel Gaztambide, Alejandro Hernández y el creador, Abel García Roure.

Lo que le atrajo de él, según relató fue que “la historia que cuenta es una especie de zona oscura, un ángulo muerto que no se conoce, y me parecía fundamental conocerlo. Todos tenemos tanta información de lo que pasó después que, de alguna manera, eso ha eclipsado lo que pasó antes”. Y añade que “Uno de los grandes hallazgos al empezar la serie fue que en este mundo tan plano, tan maniqueo, de repente descubres que el jefe de la policía social y política del franquismo en la provincia de Guipúzcoa, que había estado formado en la Gestapo, resulta que era un tipo de Irún que hablaba euskera; y el primer líder de ETA no entendía ni una frase”.

El director cree que es posible contar esto por la desaparición de la banda ya que “Cuando estás en medio de la tormenta es imposible hablar. El tiempo ya ha ido dejando caer las suficientes capas. Aunque la cosa está muy viva allí: cuando llegas al País Vasco y preguntas sobre el tema, ves que hay una especie de dualidad. La gente no quiere hablar del tema pero, por otra parte, no puede evitarlo. Y ahora es tiempo de hacerlo”.

El director valoró el esfuerzo de los actores que según él van mucho más allá de las líneas escritas y, por tanto, son responsables también de parte de la autoría de la obra. “Eso lo tienen Anna [Castillo], Àlex y Enric”, afirmó el realizador,

El director dijo que “Àlex es totalmente cerebral e interectual; y Enric es una especie de hormona andante. Un corazón con patas”.

Para Eric Auquer los dos hermanos “Son dos personajes que tampoco están en el imaginario colectivo de los españoles así que era mejor olvidarnos de cómo eran exactamente”.


Por su parte Alex Monner añadió: “Tuve que dejar de pensar en interpretar el Txabi [Etxebarrieta, su personaje] que yo pensaba que había existido. Mi viaje fue encontrar al que estaba dentro de la historia”.

El actor malagueño, Antonio de la Torre, que da vida a Melitón Manzanas,  señaló que "La línea invisible tenía tres grandes atractivos, y no necesariamente en este orden: uno, el contexto de un sueño que devino en pesadilla; dos, el personaje, sobre el que hay mucha leyenda y poco conocimiento; y luego, trabajar con Mariano. Nos conocemos prácticamente desde que yo decidí ser actor”.

Anna Castillo la actriz a la que descubrí en la maravillosa El Olivo señaló que que tuvo incluso que dejar volar su imaginación en el proceso de creación del mismo y declaró que "Me inventé parte de mi personaje porque no se sabe como era ". "

Para interpretar su papel Antonio de la Torre se puso en contacto con un familiar de Melitón Manzanas. “A sus ojos, era un padre ejemplar, un hombre encantador, y nunca torturó”. Pero lo informes dicen lo contrario. Además declaró que "una película cuenta más que ochenta telediarios”.

Para él, es muy importante explorar los factores tras la creación de la banda armada. “La violencia nunca tiene justificación, pero sí explicación. Siempre, de hecho”.

La película fue presentada en la Sección Oficial del Festival de Málaga 2020 y fuera de concurso.

En cuanto a las críticas señalar que todas han sido buenas. Para Luis R. Aizpeolea de El País "El arranque ya vislumbra que no estamos ante una serie convencional sobre ETA, pues Barroso se ha arriesgado a contar la tragedia desde su interior, basada en hechos y personajes reales, con actores de primera fila que los encarnan atinadamente"

Para Federico Marín Bellón de ABC la serie tiene mucho del director. "Barroso es un hombre de cine, pero su carrera televisiva es sobresaliente (...) Aquí trata un material especialmente sensible, abordado desde un ángulo casi virgen" Quim Casas: Diario El Periódico "Barroso no intenta humanizar a nadie, pero sí mostrar su cotidianidad (...) Muestra sin efectismo las torturas de la brigada político-criminal, los primeros atracos y atentados (... ) Es una dramatización clásica y algo higiénica (...) "

Marina Such de Fuera de Series dice de la misma que "Es menos redonda que 'El día de mañana', y seguramente va a generar bastante conversación (o debería), pero es efectiva y mantiene en todo el momento el control de lo que está contando."

Por su parte de  Javier Zurro  que escribe en El Español en la que dice " La línea invisible no blanquea nunca a ETA. No es su intención y no lo hace en ningún momento. El problema viene de una inmadurez que hace que no sepamos capaces de entender que detrás del asesino hay un vecino, un hijo un hermano. Los etarras no son masas informes, seres sin personalidad que comen niños por las mañanas y disparan el gatillo por las tardes. Entenderlos así es negar la historia y la vida, y sirve de poco para no repetir nuestros errores. Los buenos vecinos no tienen por qué ser buenas personas. Los protagonistas son jóvenes que creen en sus ideales y que toman una decisión que sumió a España en una pesadilla." Y añade "Dos declaraciones de intenciones claras que evidencian que no hay blanqueo. Una es el quinto episodio, una cápsula dedicada enteramente al Guardia Civil José Antonio Pardines, primer asesinado real de ETA. Le dedican un capítulo entero independiente para él y le tratan como un personaje blanco. Una historia de amor preciosa truncada por el terrorismo. No hay grises en esta decisión. Pardines es una víctima clara. La otra decisión es el final y el monólogo de Anna Castillo, ".

Marta Medina en El Confidencial nos comenta que "En 'La línea invisible', Barroso se ha centrado en los momentos previos a aquel 7 de junio de 1968. Con su habitual estilo didáctico, el director alterna el punto de vista de los hermanos Etxebarrieta (interpretados por Àlex Monner y Enric Auquer) con el de Melitón Manzanas, para intentar cubrir los principales ángulos del estallido del conflicto armado, un juego de "pintadas y petardos" que acabó extendiéndose durante medio siglo y que ha sido causa y consecuencia de la deriva política de la España postransición. Porque el ahora siempre es hijo del ayer."

Pero por parte de personas que conocieron a uno de los principales protagonistas a Txabi Etxebarrieta, Ramón Zallo, Catedrático Emérito de la UPV/ EHU en una publicación digital Naiz , eso sí, vinculada con Gara: "El Txabi de la serie no es el que nos dio una charla de captación en San Ignacio (Bilbao) en 1966. Pero tampoco es el que cuentan los que le trataron en su último año de vida y que le describen con ganas de vivir, nada sombrío, enamoradizo". Según Zallo, los autores de la serie " dicen que solo han querido contar una historia sin sesgo. No lo han conseguido. Es un relato bien contado pero de parte." Y añade "Dilemas morales… que son planteados en la serie desde la mirada de hoy, no en su momento histórico. Releer las historias, con ojos de hoy y fuera de contexto, las falsea y les hace decir –porque se sabe lo que siguió– lo que se quiere que diga. Una posverdad. En cambio, los buenos –los que lucharon por un ideal desde el riesgo máximo contra una dictadura–, aquella ETA –entre otras organizaciones– es presentada como romántica, sí, pero le añaden cuatro atributos... inciertos. " Como son según él " un afán desmedido por empuñar armas, llegar a matar, ", la banalización "del término terrorismo ". La tercera , la del acto desencadenante . Para Zurro "La idea de un acto fundacional de una nueva etapa de salto cualitativo mediante un rosario de atentados mortales, no encaja con los hechos. No hubo tal rosario. Tuvieron que pasar 5 años desde 1968 hasta la muerte de Carrero Blanco (1973), para que las víctimas mortales se colocaran en el centro de la estrategia... Y fue ya otra ETA. " . Y la cuarta que "«tanto dolor no sirvió de nada»". Y concluye diciendo "Lo mejor de la serie es que recuerda que está socialmente pendiente el debate sobre lo que pasó, un ejercicio tan doloroso e imprescindible, como legitimador y sanador para todas, repito todas, las corrientes, y al que ni “Patria“ ni “La línea invisible” contribuyen más que para embarrar".

Lo cierto es que, a pesar de lo argumentado por Zallo, "Las detenciones producidas a raíz del asesinato de Manzanas darían lugar a juicios sumarísimos contra 16 militantes, de los cuales 6 serían condenados a muerte, dando lugar al llamado Proceso de Burgos, en el que participaría como abogado José Antonio, el hermano de Txabi. Las sentencias a muerte serían finalmente conmutadas. Este proceso se produjo al mismo tiempo que ETA sufría una de sus mayores crisis de identidad. Poco antes, en la VI Asamblea, se había producido una escisión en el seno de ETA, debido a tensiones entre distintas facciones. Pero esto pertenece a otra serie.


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