lunes, 5 de noviembre de 2012

El miedo en beta


Tuvo que ser en la primavera de 1983, posiblemente en mayo, cuando un grupo de cuatro amigos fuimos a casa de Toledano - que vivía cerca del cine Isabel La Católica- con el fin de ver un video en su reproductor Beta. Para nosotros era lo más, pues videos haberlos los podía haber, pero no estaban a nuestro alcance. Nuestra intención realmente era ver un partido de baloncesto, pero la película atrajo nuestra atención, más por morbo que por otra cosa. La película que eligió fue El exorcista y los cinco “tiarracos” que rondábamos  los 18 años salimos dos horas más tarde con el miedo en el cuerpo. Y es que ver El exorcista en los 70 o en los 80 era ver cine de terror de verdad.
El exorcista  (The Exorcist) es una película de terror  norteamericana de 1973 dirigida por el realizador William Friedkin, sobre un  guión escrito por William Peter Blatty basado en la novela homónima del propio Blatty, publicada el año anterior, 1972, y que solo en los Estados Unidos llegó a vender cerca de trece millones de ejemplares. El propio William Peter Blatty participó en esta producción para a Warner Bros. Pictures en su calidad de productora y distribuidora.
La música fue una labor compartida entre Jack Nitzsche, Steve Boeddeker, Krzysztof Penderecki y, sobre todo, por Mike Oldfield, quien se llevó la palma y popularizó sus Tubular Bells. Papel importante fue igualmente en la película la del sonido que fue asumido por Gonzalo Gavira. La fotografía estuvo controlada por Owen Roizman.
Estuvo protagonizada por Linda Blair (Rean) , Max von Sydow (Padre Merrin), Ellen Burstyn (Chris MacNeil , la madre de Regan) , Jason Miller (Padre Karras), Lee J. Cobb (investigador policial), Kitty Winn, Jack MacGowran (el director de cine) y William O'Malley.

La cinta es una adaptación de la novela de William Peter Blatty y relata los fatídicos hechos de la posesión diabólica de Rean MacNeil, una niña de doce años, y del exorcismo al que más tarde fue sometida. Está inspirada en un exorcismo real ocurrido en Washington en 1949. Y es seguramente la película de terror más popular de todos los tiempos.

Su estreno en la década del 70 provocó una abrumadora aceptación por parte del público y también de la crítica, que terminaron considerándola como una de las mejores películas en la historia de su género. Además de su aceptación, la película obtuvo un total de diez nominaciones para los Premios Oscar del año 1973 , incluyendo Mejor Película, Mejor Director (William Friedkin), Mejor Actriz (Ellen Burstyn) Mejor Actor de Reparto (Jason Miller), Mejor Actriz de Reparto (Linda Blair), Mejor Fotografía (Owen Roizman), Mejor Dirección Artística (Bill Malley, Jerry Wunderlich), Mejor Montaje (Jordan Leondopoulos, Bud Smith, Evan Lottman y Norman Gay),  de los cuales logró llevarse finalmente dos - Mejor Guión Adaptado (William Peter Blatty) y Mejor Sonido (Robert Knudson y Chris Newman)- , y siete nominaciones para los Globos de Oro de 1974 - Mejor Actriz – Drama (Ellen Burstyn), Mejor Actor de Reparto (Max von Sydow), y nueva Estrella del año – Actriz (Linda Blair)- ganando en cuatro secciones - Mejor Película – Drama, Mejor Director (William Friedkin) Mejor Actriz de Reparto (Linda Blair) y Mejor Guión (William Peter Blatty) -. Obtuvo cuatro premios Saturn (guión, maquillaje – Dick Smith- y efectos especiales), incluyendo el Premio Saturn a la Mejor película de terror.
 
El exorcista ha sido una de las pocas películas del cine de terror en lograr excelente acogida de crítica y de público, hasta el extremo de convertirse en un clásico de la cinematografía mundial y en un fenómeno cultural. Su éxito se le atribuyó a la austeridad y al realismo de la historia. La cinta planteó la dicotomía entre ciencia y laicismo contemporáneo por un lado, y formas de creencia y religiosidad aparentemente superadas en el siglo XX. En palabras de su director: «Es una parábola del cristianismo, de la eterna lucha entre el bien y el mal».
Radio Nacional de España  (RNE) presentó el 30 de junio de 2010 una adaptación radiofónica de 'El exorcista' protagonizada y grabada en directo cara al público desde el Centro Cultural La Casa Encendida de Madrid, y emitida en  Radio Nacional el 4 de julio del mismo año.
Blatty, el autor de la novela, explicó que la historia tuvo su inspiración en hechos verídicos en los cuales trabajó cuando él aún era estudiante universitario, acerca de informes sobre un exorcismo real ocurrido en la localidad de Mount Rainier, Washington, en el año 1949, y que fuera informado por The Washington Post. En el caso, la persona poseída era un niño de catorce años de edad llamado Robbie Mannheim, que sufrió alteraciones en su personalidad, por lo cual, se le practicaron varios exorcismos en un lapso de tres meses.
La película comienza en una excavación arqueológica en Al-Hadar cerca de Nínive, al Norte de Irak, en donde un arqueólogo, el jesuita padre Lankester Merrin (Max von Sydow), visita un sitio donde una pequeña piedra que se asemeja a una mueca y que puede representar la criatura bestial del mal. Merrin viaja hacia adelante para encontrar la extraña estatua de Pazuzu, que tiene una cabeza similar a la que había encontrado anteriormente.
Mientras tanto, el padre Damien Karras (Jason Miller), un joven sacerdote en la Universidad de Georgetown, en Washington D.C. empieza a dudar de su fe, mientras que hace frente a la enfermedad terminal de su madre. Igualmente Chris MacNeil (Ellen Burstyn), una actriz de Los Ángeles que está rodando en Georgetown, nota cambios dramáticos y peligrosos en el comportamiento de su hija de 12 años, Regan MacNeil (Linda Blair) tras llevar una temporada escuchando extraños ruidos en la buhardilla. Una noche, mientras celebra una fiesta, la niña se presenta en el salón y anuncia la muerte de uno de los presentes y se orina allí mismo.
Regan, al poco tiempo sufre convulsiones y, a continuación, muestra poderes sobrenaturales como la levitación y una gran fuerza. Regan maldice en una voz masculina demoníaca. Su madre, inicialmente cree que los cambios están relacionados con la pubertad, pero los médicos sospechan que es una lesión en el cerebro. Regan soporta una serie de desagradables pruebas médicas.
Cuando los rayos X no muestran nada fuera de lo común, un médico informa que Regan tiene que ser llevada a un psiquiatra. Sucesos paranormales continúan, incluyendo la cama de Regan, sacudiendo violentamente, ruidos extraños, y los movimientos inexplicables. La muerte del director de la película que estaba al cuidado de la chica lleva al investigador policial hasta la casa de los MacNeil. No puede demostrar nada, pero la madre y el investigador sospechan del lugar del asesinato y de la posible participación de Regan.
Cuando todas las explicaciones médicas se han agotado, un médico le recomienda un exorcismo, lo que sugiere que si se presentan síntomas de Regan son el resultado psicosomática de una creencia en la posesión demoníaca, entonces tal vez un exorcismo tendría el efecto de acabar con ellos. En su desesperación, Chris consulta al padre Karras, ya que es a la vez un sacerdote y un psiquiatra.
Durante un período en el que el padre Karras observa a Regan, que se refiere constantemente a sí misma como el diablo, Karras inicialmente cree que ella sufre de psicosis, hasta que la registra de hablando en un idioma extraño que resulta ser inglés hablado al revés. A pesar de sus dudas, Karras decide solicitar el permiso de la Iglesia para llevar a cabo un exorcismo.
El padre Merrin, un exorcista con experiencia y mala salud pues se ha enfrentado a un exorcismo en África, es llamado a Washington para ayudar. Él y el padre Karras tratan de expulsar el espíritu del cuerpo de Regan.

El demonio se burla de los sacerdotes, los amenaza y los agrede, tanto física como verbalmente (incluyendo el demonio con la voz de la madre de Karras) hasta que Merrin sufre un ataque al corazón. Karras intenta realizar la reanimación cardiopulmonar sin éxito, mientras Regan ríe.
Tras esto y con una furia incontrolable, Karras se abalanza sobre ella, retando al demonio a salir del cuerpo de Regan y entrar en el suyo.
El demonio lo hace, tras lo cual el sacerdote se arroja por la ventana del dormitorio de Regan y cae por unas escaleras.
Con el padre Karras agonizando en el suelo, un devastado Padre Dyer (William O'Malley) administra los últimos sacramentos. Regan se recupera y no parece recordar su terrible experiencia. Chris y Regan parten de Georgetown, dejando atrás su terrible trauma.
La película originó una serie de secuelas de calidad irregular y convirtió, desde entonces, al niño con poderes malignos en motivo referente del cine de terror.
En  1977 se estrenó Exorcista II: El Hereje bajo la dirección de John Boorman. Richard Burton encarnó al padre Lamont, quien investiga los traumas psicológicos que aquejan a la ahora adolescente Regan tras el exorcismo al que fue sometida en la primera parte de la saga. A pesar del llamativo reparto, que incluía a James Earl Jones, Max von Sydow y Paul Henreid , no cumplió las expectativas creadas, en parte por alejarse del terror absoluto de la primera entrega y por su confuso guión.
En 1990 apareció El exorcista III  dirigido por el escritor William Peter Blatty, basándose ésta vez en su novela Legión. La trama abordó la historia del padre Dyer y el teniente Kinderman, y el reencuentro con quien creían muerto: el padre Karras.
En el 2004 se estrenó Exorcista: El comienzo, precuela dirigida por Renny Harlin. La trama se situó en África y abordó el primer encuentro que tuvo el padre Merrin con el mal tras descubrir los restos de una iglesia bizantina en Kenia.
Y el 2005 apareció otra película que ignoró la precuela de director Renny Arlin y a cambio ofreció un guión completamente nuevo, que Blatty aceptó.

En 2000 la  Warner Bros. Pictures reestrenó la película bajo la moda de realizar nuevos montajes con escenas no incluidas en la versión original. En este caso, las escenas no aportaban cambios significativos al desarrollo del filme, cuyo reestreno se publicitó como la edición del realizador y bajo el tagline: El exorcista: con escenas nunca vistas. Las nuevas escenas incluían las primeras visitas de la niña al hospital, una famosa escena en la que Regan baja desde las escaleras de su casa andando a cuatro patas con su espalda virada, otra en la que los sacerdotes Karras y Merrin conversan en la escalera de la casa de la familia MacNeill y una última que cambia el final con una especie de epílogo en el que el teniente de policía Kinderman conversa con el padre Dyer sobre la dualidad del bien y del mal. Esta fue la versión que poco tiempo después presentó televisión española en la Película del domingo años atrás, siendo esta la segunda vez que vi la película. Para las escenas incluidas se tuvo que rehacer el doblaje en español partiendo de cero, por lo que hay grandes diferencias de pronunciación. Además se gastó cerca de 1.000.000 de dólares U$D para arreglar y mejorar la calidad de imagen y sonido para la ocasión.

Durante el rodaje una serie de acontecimientos extraños ocurrieron como por ejemplo se  incendió uno de los sets de producción, lo que provocó el retraso de la filmación por seis semanas, se velaron rollos sin razón aparente y una serie de accidentes laborales involucraron a distintos técnicos del rodaje. Tanto antes como poco tiempo después del estreno de la película fallecieron varios familiares de los actores y también el actor irlandés Jack MacGowran tras filmar la muerte de su personaje en el filme. El director Friedkin llamó incluso a un sacerdote para que diera su bendición a todo el equipo de producción del filme.
Personas afines a círculos satánicos presionaron al realizador para que abandonara el proyecto e incluso, la Iglesia católica reprobó algunos pasajes del guión por su tono blasfemo.
En el estreno, numerosos espectadores sufrieron ataques de nervios y los propietarios de las salas de exhibición decidieron, como reclamo publicitario, apostar a las puertas ambulancias con camillas y enfermeros para atender a los eventuales espectadores desmayados.
Roger Ebert, este Pope cinematográfico escribió en el Chicago Sun-Times calificó a la película con cuatro estrellas (su máximo de puntuación) y expresó: "El Exorcista es una de las mejores películas de su tipo jamás hechas, no sólo trasciende el género de terror, de horror y de lo sobrenatural, sino que los trasciende con esfuerzos serios y ambiciosos, en la misma dirección que La semilla del diablo ( Rosemary´s Baby de Roam Polanski). Añadió igualmente que  "Si las películas son, entre otras cosas, oportunidades para evadirse, entonces 'El exorcista' es una de las más poderosas que se hayan hecho nunca (...).
El eje de "el exorcista" está en la estudiada y perfecta transformación de Regan, en su cada vez progresiva degradación. Regan pasa de la inocencia más virginal hasta convertirse en un desecho humano, un ser diabólico putrefacto y malhablado. Cada vez que la cámara penetra en la habitación corrupta de la niña podemos oler y percibir el miedo. Los tonos fríos, el vaho en las bocanadas de los "intrusos", todo en la estupenda dirección artística está cuidado hasta el detalle para provocar un malestar que se prolonga desde el primer minuto.

Una clave importante se halla en la metáfora de la puerta de la habitación de la niña. Es la madre que corre cuando ella grita desesperada y debe subir escaleras arriba, correr y abrir al final del pasillo aquella puerta que lleva a un mundo de tinieblas, de oscuridad agonizante; pero que debe hacerlo porque su instinto de amor materno, de amor humano al fin y al cabo se lo impone. Es lo que a Karras le atormenta con respecto al abandono de su madre. Detrás de la puerta se esconde el Mal, un mundo temido, juzgado por muchas religiones y credos, tratado por teólogos, esquivado por algunos y negado finalmente por escépticos, pero que nadie escapa a su alcance.

Esta película de los 70 presenta igualmente la dicotomía entre ciencia y misticismo, entre fe y razón; lo que deviene en Karras incertidumbre y angustia. En definitiva en un drama visible en el hijo que ha dejado a su madre, que ha optado por la fe frente a la riqueza del ejercicio profesional.

En el año 2008, la película fue seleccionada por la revista  Empire como una de las 500 películas más grandes del cine jamás filmadas. Se esta planeando hacer un remake para el 2013, esta vez tratara de una familia muy unida, en la que el niño empieza a experimentar cambios muy parecidos a los que sufre la protagonista del filme original. Entre ellos: blasfemar contra Dios, levitar, insultar, hablar en latín e intentar destruirse.
Lo que está claro es que si el objetivo del cine de terror es meter el miedo en el cuerpo, desde luego que "El exorcista" cumple a la perfección con la intención. El pavor que produce más de treinta años después de su creación, se eleva a cotas mucho más altas de la que seguramente Friedkin pudo imaginar en el mismo momento de rodarla. Casi treinta años después reconozco que cuando Regan cambia de voz todavía se me pone la carne de gallina.

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