lunes, 17 de noviembre de 2025

Boo



El hospital de la muerte es una mala película del año 2.005 que fue dirigida y escrita por Anthony C. Ferrante y producida por las compañías Graveyard Filmworks, Kismet Entertainment Group y en los que están presentes como productores David E. Allen y Harmon Kaslow , así como coproductores como Sheri Bryant o Brian Patrick O'Toole. La música de la película - imperceptible- fue compùesta por Alan Howarth y Carey James y que contó con la fotografía de Nick Franco para contarnos una tonta historia de fantasmas, miedos y hospitales adecuada para Halloween con sus teenaggers, las viejas glorias del cine Blackxplotion y que juega con unos jóvenes aventures y asustadizos y , en proceso de descomposición como Trish Coren como la rubia y traumatizada Jessie Holden una chica con visiones y que vive con el pesar de la muerte de su madre, Rachel Harland como su querida pequeña amiga Cindy - que aparece a inicios de la película- ,  Rachel Melvin como  Meg , Jilon Ghai como el guaperas Kevin que busca darsela a su novia Jessie,  Dig Wayne como el policía Arlo Ray Baines, antigua estrella del cine negro con el nombre de Dynamite Jones ,  Happy Mahaney como Emmet, Dee Wallace como la enfermera que frena al mal causado por un enfermo como Jacob, interpretado como M. Steven Felty  que son los que forman el reparto de esta película junto con Shirlene Quigley como Honey, Algie Hamilton, Rosamaria Juarez como Louise, Nicole Rayburn como Marie, Josh Holt como Freddie ,y Michael Samluk como Allan. 

La sinopsis de la película te cuenta que algunos hospitales carecen de planta trece... en el hospital angelino de Santa Mira que está cerca de la mítica Avenida de Cortez y Marriott, parece ser que no debería haber existido nunca la tercera... esto es algo que descubrirá un grupo de estudiantes que se queda atrapado en este hospital la noche de Halloween. Sin darse cuenta, los jóvenes se adentrarán en los misterios que se ocultan en el sanatorio, sobrepasando los límites que se esconden en la planta tercera donde convive el mundo de los vivos y el de los muertos.

Lo cierto es que la guapa Jessie Holden, que como ya he dicho, es una chica madura que vive atormentada por la muerte de su madre y por las continuas visiones que tiene recibe la llamada de una amiga, Marie,  para pasar la noche de Halloween, y el sitio elegido es un hospital abandonado y cerrado tras sufrir un incendio en su ala de psiquiatría hace años provocada por un interno y que cuanto se intentó reformar una serie de extraños incidentes obligaron a su cierre. Según las malas lenguas del lugar se trata de un hospital embrujado por los habitantes que murieron allí en un incendio. 

Allí se personan cuatro jóvenes - Jessie y Marie, dos chicas y dos chicos, Kevin y Freddie- que van en busca de otro de los amigos que ha entrado para preparar espacios adecuados para dar sustos. Pero pronto descubrimos que el chico y iba acompañado de su perro ha tenido un encuentro con los fantasmas del hospital al llegar a esa tercera planta.




Los jóvenes estudiantes universitarios están a punto de descubrir que estas historias que cuentan del lugar son ciertas. De hecho, el amigo al que habían enviado como avanzadilla resuelta ser atacado igual que su perro. 

Por otro lado, y en paralelo, entran en acción un policía - un antiguo actor de cine de acción- y Allan, el hijo de un antiguo compañero que busca a su hermana, Meg, cuya última noticia es que había entrado junto unos amigos en el Hospital. 



Unos y otros se van a encontrar sumido en el caos que supone la planta tercera del hospital encantado a pesar de estar abandonado y por supuesto embrujado, así que a lo largo de los 100 minutos que dura la película veremos que en su caótico recorrido como caen en manos de las garras del malvado Jacob todo ello trufado de sustos que nos llegan a través de personajes con máscaras, visiones, posesiones demoníacas, fantasmas buenos , como una enfermera, y malos como el antiguo paciente Jacob, cuyo espíritu quiere escapar del hospital, perros zombies, gelatinas, fantasmas de niñas que sucumbieron al enfermo Jacob, puertas que se abren solas, con algo de música de miedo, gusanos, muertos vivientes, personas que explotan...Así que vamos de disparate en disparate con un guion errático, con diálogos inverosímiles y patéticos, con personajes que deambulan ante la pantalla y que, en ocasiones, enloquecen y se disparan entre ellos, entre efectos especiales que todo a vente tronchos y que se remiten a los años ochenta en un homenaje sin intención y todo ello ante apariciones fantasmales que no inquietan a nadie , ni a la protagonista.

Al final lo que tenemos es una película de serie Z nada entretenida, sin valor alguno, nada recomendable 

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