Así acaba la película o al menos la música de la misma. Y efectivamente la pareja formada por Mortadelo y Filemón lo son. También es literatura contemporánea. O así llamaba yo cuando me pillaban leyendo un Mortadelo y Filemón.
Recuerdo que me encantaban las majaderías de estos dos agentes de la TIA, que tenían la virtud de adaptarse a todo tipo de situaciones y contexto histórico , siempre en lo contemporáneo.
Pensé que la película no animada me gustaría, pero, aparte de los efectos especiales no llegué a disfrutar en gran medida. Tiene sus puntos y , yo, no los niego, pero está muy por debajo de lo que se podía esperar.
La gran aventura de Mortadelo y Filemón fue estrenada en 2003 y estaba dirigida por Javier Fesser. Como era de esperar los personajes se basan en las historietas de Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez, quien se mostró bastante satisfecho con ella, muy a pesar de mi opinión. El guión estuvo escrito por los hermanos Javier Fesser y Guillermo Fesser, aunque ellos no participaron en la producción, ya que la misma fue cosa de Luis Manso y Marina Ortiz estando por medio dos productoras, Sogecine – fue Sogepaq la distribuidora- y Películas Pendelton, empresa vinculada con los Fesser . Invirtieron en la película 7 millones de euros, multiplicando por tres sus beneficios, que superaron los 22 millones de euros.
La dirección artística estuvo en manos de César Macarrón, mientras que los efectos especiales, especialmente logrados y uno de los grandes haberes de la película fueron controlados por Félix Bergés, Raúl Romanillos y Estudio DDT SFX. , por los que obtuvo cinco de los seis premios Goya a los que estuvo nominada.
En cuanto a la música, la misma, estuvo en manos de Rafael Arnau y Mario Gosálvez, aunque en un principio la tarea fue encomendada a Roque Baños, pero desestimó la oferta porque solo contaba con tres semanas para realizarla. Se escogió a un nuevo equipo formado por Mario y Rafael Arnau que la compusieron en 13 días y sería interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bratislava.
Un aspecto ligado a éste e importante fue el sonido que recayó en James Muñoz o la escenografía de Pilar Revuelta. Otros aspectos relevantes fueron el maquillaje que estuvo en manos de José Sánchez y M. UP. Sánchez; la buena fotografía con Xavi Giménez a la cabeza. A destacar igualmente el montaje de Iván Aledo. El vestuario, muy condicionado por el cromatismo de las viñetas, fue cosa de Tatiana Hernández.
Para los papeles de los dos agentes de la T.I.A. fueron escogidos Benito Pocino como Mortadelo, actor no profesional que trabajaba como cartero, pero que fue descubierto por Fesser gracias a un maquillador y Pepe Viyuela como Filemón por el que presentaron menos personas a las audiciones. Destaca igualmente el actor francés Dominique Pinon como el agente Fredy.
Otros actores que conforman el reparto de la película son Janusz Ziemniak, en el papel de Nadiusko, Paco Sagarzazu, en el papel del tirano, María Isbert, en el papel de la madre de Filemón, Mariano Venancio, en el papel de El Súper, Janfri Topera, en el papel de el profesor Bacterio, Emilio Gavira, en el papel de Rompetechos, y Berta Ojea, en el papel de la señorita Ofelia.
Aparece igualmente, Luis Ciges , que lo hace como técnico especialista en pelotas de cemento fresco, en la que fue su última actuación, falleciendo meses antes de su estreno en el cine. En la película apenas aparece un minuto, diciendo Fesser sobre ello: «Será solo un minuto, pero un minuto genial».De hecho, no iba a participar en un principio en la película, pues ya estaba muy enfermo y Fesser no quería insistirle; sin embargo, el actor se presentó un día en el rodaje de la película y él mismo improvisó su escena.
El proyecto surge en el año 2000. Los hermanos Fesser comenzaron a redactar un guión con la intención de mantener vivo el espíritu original de los tebeos.
Tras dar el visto bueno el autor de la obra comenzó el proceso de producción que duró dos años. Su estreno mundial se produjo en España el 7 de febrero de 2003, siendo la película más taquillera en España durante ese año. El éxito en taquilla de la película en España benefició a la historieta original y que la cinta también se estrenase en otros países, entre ellos Italia, República Checa y Rusia, pero no cosechó en ellos el mismo éxito.
En la película se narra el intento de recuperación del DDT (Desmoralizador De Tropas) por parte de los agentes Mortadelo y Filemón, que ha sido robado por Nadiusko y que ha caído en manos del tirano Calimero que quiere adueñarse del mundo.
La película comienza con el profesor Bacterio. Éste se encuentra probando su nuevo invento, el DDT (Desmoralizador De Tropas), cuando aparece un mosquito cantarín de nombre Gustamante y al tratar de matarlo acaba destrozando el laboratorio. Entonces llega El Súper, y Bacterio le hace una prueba de los efectos de su invento, el DDT , con unos legionarios al los que tiene encerrados con chinches carnívoras para enfadarles. Bacterio les aplica el invento y los legionarios se vuelven apáticos, saliendo la prueba a la perfección. Pero salta la alarma al entrar un intruso, Nadiusko, en la zona donde deberían estar vigilando Mortadelo y Filemón, quienes se encuentran durmiendo en su pensión. Al intentar salir del laboratorio Bacterio y el Súper quedan atrapados porque cuando las compuertas se cierran caen sobre sus pies. El Súper intenta informar a los otros agentes pero el DDT también les ha afectado, consiguiendo Nadiusko el aparato con total facilidad.
Tras el fin del efecto, Mortadelo y Filemón que ya han accedido al recinto de la TIA, consiguen atrapar al intruso pero descubren que es una copia hecha con otro invento de Bacterio, la máquina de copiar gente.
En paralelo, el original ha montado en un coche y se dispone a salir del recinto y aunque no tiene ninguna salida, Mortadelo y Filemón, que acaban de llegar e ignoran la situación, abren la puerta principal y Nadiusko sale sin ningún problema, consiguiendo también el transformador meteorológico.
Mientras tanto un noticiario informa que el tirano Calimero, dictador de Tirania, quiere tirar el palacio de Buckingham, porque en su país no hay espacio debido a su enorme especulación inmobiliaria, a lo que responde la reina de Inglaterra con enfado.
Mientras, en la T.I.A. intentan negar el robo del DDT. El Súper no cree que Mortadelo y Filemón sean capaces de recuperarlo por lo que contrata a un agente extranjero, Fredy Mazas, encargándoles a los dos agentes el traslado de los inventos del profesor a otro lugar.
Los dos agentes quieren dejarlos en casa de la madre de Filemón en el 13 Rue del Percebe, pero Mortadelo acaba vendiendo la máquina de copiar gente a Rompetechos, personaje corto de vista (y de altura), haciéndola pasar por lavadora, y por error destrozan el descapotable del Súper, además de dañarlo a él físicamente. Debido a esto son expulsados de la T.I.A. Mientras Nadiusko llama al Tirano ofreciéndole el DDT, el cual acaba aceptando pues cree que así podrá conseguir ser el dueño del mundo, descubriéndolo Fredy, que está encaramado a un poste telefónico.
Mortadelo y Filemón deciden ir en busca del DDT por su propia cuenta. Se esconden y creen oír que un tal Mickey el Gigante fue el ladrón del aparato, por lo que van en su busca a la cárcel No tienen problemas para entrar en ella, pues Filemón vuelve a agredir al policía por enésima vez.
Por su parte, Rompetechos se presenta en casa de la madre de Filemón creyendo que es una oficina de reclamos para denunciar que su lavadora no funciona. La madre de Filemón Pi consigue deshacerse de él empujándole por el hueco del ascensor.
Mortadelo y Filemón consiguen entrar en la prisión golpeando a un agente para ir a la celda de Mickey, quien le pega una paliza a Filemón y el agente de policía manda a la celda de castigo (al “Chalecito”) a los dos agentes.
Finalmente los agentes descubren que no tiene nada que ver con el robo. Fredy entra en Tirania pero un guardia lo detiene por llevar pintado en la furgoneta un mensaje contra la tiranía, pintada con anterioridad por Mortadelo como protesta por la explotación que le estaba sometiendo su jefe Filemón durante la mudanza de los inventos de Bacterio.
Mientras el guardia maltrata a Fredy, Nadiusko llega a la frontera en el coche dejando el DDT y el transformador meteorológico en su interior, y llama al Tirano para informarle de que tiene el invento.
Fredy consigue escapar del guardia, y trata de huir en el coche con el que llegó Nadiusko, pero confunde la palanca de marchas con la del transformador meteorológico, activando el viento polar e inmovilizándole de frío, que aun puede salir del coche con el DDT en la mano antes de que el guardia le atrapara, le arrancara el DDT de la mano ignorando su importancia, lanzándolo despreocupadamente hacia atrás y cayendo a una alcantarilla abierta donde acaba hundiéndose para desesperación de Nadiusko. Éste entonces llama de nuevo al dictador tratándole de hacer pasar el transformador meteorológico por el DDT, pero su nerviosismo le delata y el dictador ordena su captura. Fredy y Nadiusko han sido condenados a muerte y están a punto de ser ejecutados.
El Tirano usa el transformador meteorológico creyendo que es el DDT, recibiendo un trueno en la cabeza el verdugo Pototo, quien les iba a ejecutar. Consiguen los dos salir y a Nadiusko se le ocurre intercambiar las camisetas.
Al día siguiente, el Tirano y su ayudante Klaus hablan sobre quien debería ser su sucesor, y Klaus le dice que su cuñado Esfínter es el idóneo. Fredy escucha la conversación de casualidad e informa por fax al Súper que pretende hacerse con el puesto de sucesor para así acabar con sus planes de dominar el mundo, recuperar el DDT y llegar el viernes a última hora.
Al aparecer Esfínter para entrar en la sala del Tirano, Fredy le deja inconsciente y se hace pasar por él, descubre a Nadiusko e informa a los guardias del paradero de éste, que acaba fusilado, mientras él y el Tirano charlan sobre la sucesión, ya que éste quiere dejar el cargo y le enseña sus pies, que tienen seis dedos.
El profesor Bacterio le enseña al Súper un paquete donde está la camiseta agujereada de Fredy, por lo que, creyéndolo muerto, deciden que Mortadelo debe ser quien se haga pasar por el sucesor. Mortadelo, mostrando su pie descalzo, es fotografiado por Bacterio, quien pone el dedo en el objetivo.
Mientras en prisión, Filemón descubre que Mortadelo se ha ido y grita que es agente de la T.I.A., descubriéndolo el maleante Matraca, que casualmente comparte celda con él desde aquella misma mañana, y le pega una paliza.
El Tirano y Fredy charlan sobre sus planes de construcción para conseguir más dinero. Ambos se dirigen a una construcción de una bola de cemento que el Tirano dispara y cae sobre el palacio de Buckingham; además enseña a Fredy la riqueza que tiene. A Fredy se le despierta la codicia y decide que quiere convertirse realmente en el sucesor del Tirano.
Mientras siguen conversando, el Tirano recibe un fax con dirección 13 Rue del Percebe de Mortadelo, que por el dedo en el objetivo, parece que tiene seis dedos en los pies. Filemón se encuentra en prisión y descubre que Mickey se dio a la fuga haciendo una grieta en la pared y decide escaparse. Mientras, El Súper y Mortadelo hablan sobre el plan y Bacterio les informa que Filemón había escapado de la prisión.
La madre de Filemón entra en su casa y descubre a Fredy en el armario, quien se asusta al verla y se golpea la cabeza. Al despertar, la madre le ayuda a que se reponga, cuando aparece Mortadelo creyendo que estará allí su compañero pero ve que es Fredy. Éste intenta acabar con Mortadelo creyendo que es el auténtico heredero y Mortadelo acaba clavado en la pared con una lámpara. La madre de Filemón golpea y deja inconsciente a Fredy, abre su bolsa y tira por la ventana una bomba que había en su interior, que cae sobre la cabeza de Filemón que salía por la alcantarilla, provocando una explosión que derruye la fachada del 13 Rue del Percebe.
Fredy, recuperado, secuestra a la madre de Filemón, le deja una nota clavada en la pared y golpea a Rompetechos, quien seguía creyendo que había comprado una lavadora y traía la Máquina de copiar gente de nuevo a lo que él creía la Oficina de Reclamaciones, dejándole inconsciente y usando la furgoneta para ir a Tirania.
Los dos agentes se dirigen al cuartel general de la T.I.A. y Filemón dice a Mortadelo que se prepare para hacer un viaje para ir a salvar al mundo y a su madre. El Súper le da los billetes para ir a Tirania para los dos agentes y Ofelia. Mientras, en el palacio del Tirano, Fredy será nombrado sucesor.
Mientras habla el Tirano, Fredy le escucha que sus cometidos no iban a ser tan propicios; atender pesadísimas reclamaciones y abrir posibles paquetes-bomba. Fredy decide dar un golpe de Estado, y habla con uno de los trabajadores del palacio y le ordena que cuando salga al balcón le dé al transformador meteorológico.
Los agentes llegan al palacio, Filemón descubre a su madre y a Rompetechos en la sala de tortura y mediante la Máquina de convencer ordena a Pototo que se corte la cabeza mientras Mortadelo y Ofelia intentan llegar a la sala del Tirano para que Mortadelo sea nombrado como sucesor.
El Tirano se sorprende de que se presente, pero Mortadelo renuncia y nombra a la reina de Inglaterra como sucesora para que Ofelia no sea asesinada por Fredy, que la tiene de rehén. Ofelia se hace pasar por reina y se pone a cantar.
El Tirano descubre que Mortadelo es un impostor y le asesina yaciendo en los brazos de Filemón, y el Tirano, al verle los pies a Filemón, ve que tiene seis dedos, y descubre que él es el auténtico sucesor porque su madre, Menchu, y él fueron pareja. Filemón le da a Mortadelo agua de una copa que resulta ser el Santo Grial, salvándole la vida.
Por su parte, Menchu y Calimero se van de viaje, pero él es atropellado y ella se queda con el dinero convirtiendo el 13 Rue del Percebe en un párking.
Al final, los dos agentes llegan a España siendo alabados por todos, y El Súper les dice que llevarán el peso de la agencia, algo que hacen literalmente al tener que realizar la mudanza de la organización por medio del monte.
La película está producida por Películas Pendelton en coproducción con Sogecine, siendo los productores ejecutivos Luis Manso, Enrique López Lavigne y Fernando Bovaria, este último en ese momento jefe de producción de Sogecine. Contó con la participación de Telecinco y Canal +, la distribución se llevó a cabo por la filial en España de Warner Bros. y con la subvención del Instituto de Crédito Oficial y el ministerio de Cultura de España.
La película se convirtió en la primera adaptación no animada de los personajes, si bien ya había gozado de otras adaptaciones como son los cortometrajes de animación de Rafael Vara. Para conseguir llevar los personajes a la gran pantalla tuvieron que comprar los derechos de explotación a Francisco Ibáñez y a Ediciones B, el autor de la obra no estaba en un principio por la labor de llevarlos al cine debido al poco éxito de las últimas adaptaciones realizadas sobre los agentes, pero, tras charlar con el director, aprobó el proyecto al verlo como una buena oportunidad de promocionar a sus personajes, y rescatar a otros en ese momento olvidados como Rompetechos o 13, Rue del Percebe.
Tras la aprobación de Ibáñez, Juan Antonio Roig-Francolí realizó el storyboard, y, más tarde, Fesser comenzó la redacción del guión junto con su hermano Guillermo, con la intención de mantener el espíritu de las historietas, si bien Javier explicó que, a pesar de haber rescatado la filosofía que muestra Ibáñez en sus cómics, no intentaron construir un escenario igual que el de las historietas.
Una vez finalizada la redacción del guión se lo entregaron a Ibáñez para que lo revisara y, aunque en un principio lo encontró pesado y trató de añadir algunos gags, finalmente dejó a los responsables de la película que hicieran lo que mejor consideraran.
El rodaje, que se prolongó desde el 11 de marzo al 12 de agosto de 2002, se realizó en su mayor parte en interiores pero las últimas imágenes del discurso de "El tirano" en el balcón del ayuntamiento están rodadas en la Universidad Laboral de Gijón. El desfile triunfal de Mortadelo y Filemón al final de la película está rodado en el barrio del Carmen de Valencia al igual que la situación de la 13 Rue del Percebe, encontrada en la calle Alta. Otras localizaciones se realizaron en la Comunidad de Madrid. Además el rodaje se llevó con la más absoluta discreción dando las gracias a la gente de Gijón y Valencia, al final de la película.
La película, tras la finalización de las trece semanas de rodaje, tuvo seis meses de postproducción en los que se realizaron los efectos especiales. En la misma se cambió la voz de Benito Pocino que fue, posteriormente, doblada en algunas partes por la de Carlos Latre al igual que Juan Luis Cano que pone voz a uno de los legionarios.
La película participó en algunos festivales: en 2003 en el Mercado de Cine del Festival de Cannes junto a otras 34 del mismo país y, en 2009, en la vigésimo cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en donde se hizo una retrospectiva del director mostrando tanto sus largometrajes como sus cortos.
La película obtuvo cinco premios Goya con además una nominación - la Tatiana Hernández como Mejor diseño de vestuario-. Entre los premios destacar a la Mejor dirección artística (César Macarrón), Mejor dirección de producción (Luis Manso), Mejores efectos especiales (Raúl Romanillo, Félix Bergés, Pau Costa y Julio Navarro), Mejor montaje (Iván Aledo).
Además optó a los Premios de la Unión de Actores 2003 a la Mejor interpretación femenina de reparto para Berta Ojea, aunque igualmente debemos señalar que la misma actriz fue nominada para la Peor interpretación femenina de reparto en los Premios Godoy 2003, a lo peor realizado durante un año). Por otro lado, ganó Benito Pocino el Premio “Huevo de Colón" en los Premios Turia y el Premios expocine 2004 a la Película más taquillera de 2003.
Algunas de las críticas españolas la alabaron por la calidad de sus efectos especiales, pero hubo comentarios negativos acerca de que el guión no muestra la idea de las historietas.
Ibáñez la valoró positivamente, a pesar de que antes había sido crítico con la adaptación televisiva de otro personaje suyo, El botones Sacarino, y con los cortometrajes de animación de Mortadelo. Además, le daba igual como saliese la película, lo importante era que el concepto de los personajes había sido llevado a la gran pantalla; su respuesta al ver la película fue: «Después de las adaptaciones en dibujos, dos en televisión y una en los cines, me dije a mí mismo que si accedía a llevar a cabo este proyecto, sería la última vez. Después de decir que sí, estuve nervioso hasta que vi el resultado final. Cuando pude verlos en pantalla me alegré bastante».
Dentro de la crítica especializada hubo, en general, una valoración positiva. Por ejemplo, Fernando Morales en el Diario El País señala que la película es "Divertida y disparatada (...) Lo mejor: sus espectaculares efectos especiales."
Federico Marín Bellón, del diario ABC, calificó la película como interesante, valorando especialmente la calidad de sus efectos visuales, el proceso de selección del reparto y la dificultad de llevar a estos personajes a la gran pantalla, aunque mencionó que ésta pecaba al tener un guión bastante lioso.
Jordi Costa, de Fotogramas, dijo que la película era imprescindible y diciendo que «La gran aventura... es al universo imaginario de Ibáñez lo que en su día el felliniano Toby Dammit fue al universo de Poe. Destacando la presencia (breve, póstuma, pero arrolladora) de Luis Ciges.
En el resto de países europeos donde se estrenó fue recibida de manera desigual por la crítica. En Italia Lietta Tornabuoni dejó por escrito en La Stampa que la película era «agitada, tonto, dinámico, pero que la suma de Espia+ Espia es divertida, porque los personajes son divertidos y además lo son a pesar de su aspecto canalla y sus acciones patanes».
La crítica italiana Alessandra Montesanto afirmó que es «un largometraje al estilo de los dibujos animados, pero poblado por personajes de carne y hueso que son aplastados, doblados, golpeados y siguen en pie al estilo del coyote del Correcaminos. Marcado por un ritmo frenético, chistes hilarantes y gags continuos está al alcance de los espectadores más jóvenes pero cuenta a la vez con una trama no del todo carente de referencias a la sátira política.
En Alemania un crítico publicó en el periódico Stuttgarter Zeitung afirmó que «muchas cosas en Clever & Smart se inclinan a la parodia estúpida”, mientras que , por otro lado, el diario germano Cinema, la valoró más positivamente comentando que «Clever & Smart mantiene el alto nivel de humor de los álbumes de Ibánez ».
El largometraje no se centra en ninguna historieta en concreto, pero toma ciertos detalles de algunas de ellas que tuvieron fama, y los inserta en su guión como El sulfato atómico y su destartalado autocar de la compañía «El Avión», el cartel visite Tirania y el discurso final de Rompetechos, Chapeau el "esmirriau”: cuando destrozan el descapotable de El Súper, El caso del bacalao utilizan la misma entrada de la farola, Safari callejero que despiertan de la misma manera, La caja de los diez cerrojos con la escena de El Súper montando en caballito de madera, El estropicio meteorológico con el invento de invento del Profesor Bacterio A lo largo de la película aparecen personajes de otras series de Ibáñez, como Rompetechos y 13, Rue del Percebe, y se crearon algunos nuevos como la madre de Filemón.
Tengo que comentar que , para empezar hay cosas que están mejor en el original que en la copia. Nadie discute que el elemento contemporáneo que antes señalé de la obra de Ibáñez puede tomarse como una caricatura de la sociedad española.
La gran aventura de Mortadelo y Filemón fue estrenada en 2003 y estaba dirigida por Javier Fesser. Como era de esperar los personajes se basan en las historietas de Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez, quien se mostró bastante satisfecho con ella, muy a pesar de mi opinión. El guión estuvo escrito por los hermanos Javier Fesser y Guillermo Fesser, aunque ellos no participaron en la producción, ya que la misma fue cosa de Luis Manso y Marina Ortiz estando por medio dos productoras, Sogecine – fue Sogepaq la distribuidora- y Películas Pendelton, empresa vinculada con los Fesser . Invirtieron en la película 7 millones de euros, multiplicando por tres sus beneficios, que superaron los 22 millones de euros.
La dirección artística estuvo en manos de César Macarrón, mientras que los efectos especiales, especialmente logrados y uno de los grandes haberes de la película fueron controlados por Félix Bergés, Raúl Romanillos y Estudio DDT SFX. , por los que obtuvo cinco de los seis premios Goya a los que estuvo nominada.
En cuanto a la música, la misma, estuvo en manos de Rafael Arnau y Mario Gosálvez, aunque en un principio la tarea fue encomendada a Roque Baños, pero desestimó la oferta porque solo contaba con tres semanas para realizarla. Se escogió a un nuevo equipo formado por Mario y Rafael Arnau que la compusieron en 13 días y sería interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bratislava.
Un aspecto ligado a éste e importante fue el sonido que recayó en James Muñoz o la escenografía de Pilar Revuelta. Otros aspectos relevantes fueron el maquillaje que estuvo en manos de José Sánchez y M. UP. Sánchez; la buena fotografía con Xavi Giménez a la cabeza. A destacar igualmente el montaje de Iván Aledo. El vestuario, muy condicionado por el cromatismo de las viñetas, fue cosa de Tatiana Hernández.
Para los papeles de los dos agentes de la T.I.A. fueron escogidos Benito Pocino como Mortadelo, actor no profesional que trabajaba como cartero, pero que fue descubierto por Fesser gracias a un maquillador y Pepe Viyuela como Filemón por el que presentaron menos personas a las audiciones. Destaca igualmente el actor francés Dominique Pinon como el agente Fredy.
Otros actores que conforman el reparto de la película son Janusz Ziemniak, en el papel de Nadiusko, Paco Sagarzazu, en el papel del tirano, María Isbert, en el papel de la madre de Filemón, Mariano Venancio, en el papel de El Súper, Janfri Topera, en el papel de el profesor Bacterio, Emilio Gavira, en el papel de Rompetechos, y Berta Ojea, en el papel de la señorita Ofelia.
Aparece igualmente, Luis Ciges , que lo hace como técnico especialista en pelotas de cemento fresco, en la que fue su última actuación, falleciendo meses antes de su estreno en el cine. En la película apenas aparece un minuto, diciendo Fesser sobre ello: «Será solo un minuto, pero un minuto genial».De hecho, no iba a participar en un principio en la película, pues ya estaba muy enfermo y Fesser no quería insistirle; sin embargo, el actor se presentó un día en el rodaje de la película y él mismo improvisó su escena.
El proyecto surge en el año 2000. Los hermanos Fesser comenzaron a redactar un guión con la intención de mantener vivo el espíritu original de los tebeos.
Tras dar el visto bueno el autor de la obra comenzó el proceso de producción que duró dos años. Su estreno mundial se produjo en España el 7 de febrero de 2003, siendo la película más taquillera en España durante ese año. El éxito en taquilla de la película en España benefició a la historieta original y que la cinta también se estrenase en otros países, entre ellos Italia, República Checa y Rusia, pero no cosechó en ellos el mismo éxito.
En la película se narra el intento de recuperación del DDT (Desmoralizador De Tropas) por parte de los agentes Mortadelo y Filemón, que ha sido robado por Nadiusko y que ha caído en manos del tirano Calimero que quiere adueñarse del mundo.
La película comienza con el profesor Bacterio. Éste se encuentra probando su nuevo invento, el DDT (Desmoralizador De Tropas), cuando aparece un mosquito cantarín de nombre Gustamante y al tratar de matarlo acaba destrozando el laboratorio. Entonces llega El Súper, y Bacterio le hace una prueba de los efectos de su invento, el DDT , con unos legionarios al los que tiene encerrados con chinches carnívoras para enfadarles. Bacterio les aplica el invento y los legionarios se vuelven apáticos, saliendo la prueba a la perfección. Pero salta la alarma al entrar un intruso, Nadiusko, en la zona donde deberían estar vigilando Mortadelo y Filemón, quienes se encuentran durmiendo en su pensión. Al intentar salir del laboratorio Bacterio y el Súper quedan atrapados porque cuando las compuertas se cierran caen sobre sus pies. El Súper intenta informar a los otros agentes pero el DDT también les ha afectado, consiguiendo Nadiusko el aparato con total facilidad.
Tras el fin del efecto, Mortadelo y Filemón que ya han accedido al recinto de la TIA, consiguen atrapar al intruso pero descubren que es una copia hecha con otro invento de Bacterio, la máquina de copiar gente.
En paralelo, el original ha montado en un coche y se dispone a salir del recinto y aunque no tiene ninguna salida, Mortadelo y Filemón, que acaban de llegar e ignoran la situación, abren la puerta principal y Nadiusko sale sin ningún problema, consiguiendo también el transformador meteorológico.
Mientras tanto un noticiario informa que el tirano Calimero, dictador de Tirania, quiere tirar el palacio de Buckingham, porque en su país no hay espacio debido a su enorme especulación inmobiliaria, a lo que responde la reina de Inglaterra con enfado.
Mientras, en la T.I.A. intentan negar el robo del DDT. El Súper no cree que Mortadelo y Filemón sean capaces de recuperarlo por lo que contrata a un agente extranjero, Fredy Mazas, encargándoles a los dos agentes el traslado de los inventos del profesor a otro lugar.
Los dos agentes quieren dejarlos en casa de la madre de Filemón en el 13 Rue del Percebe, pero Mortadelo acaba vendiendo la máquina de copiar gente a Rompetechos, personaje corto de vista (y de altura), haciéndola pasar por lavadora, y por error destrozan el descapotable del Súper, además de dañarlo a él físicamente. Debido a esto son expulsados de la T.I.A. Mientras Nadiusko llama al Tirano ofreciéndole el DDT, el cual acaba aceptando pues cree que así podrá conseguir ser el dueño del mundo, descubriéndolo Fredy, que está encaramado a un poste telefónico.
Mortadelo y Filemón deciden ir en busca del DDT por su propia cuenta. Se esconden y creen oír que un tal Mickey el Gigante fue el ladrón del aparato, por lo que van en su busca a la cárcel No tienen problemas para entrar en ella, pues Filemón vuelve a agredir al policía por enésima vez.
Por su parte, Rompetechos se presenta en casa de la madre de Filemón creyendo que es una oficina de reclamos para denunciar que su lavadora no funciona. La madre de Filemón Pi consigue deshacerse de él empujándole por el hueco del ascensor.
Mortadelo y Filemón consiguen entrar en la prisión golpeando a un agente para ir a la celda de Mickey, quien le pega una paliza a Filemón y el agente de policía manda a la celda de castigo (al “Chalecito”) a los dos agentes.
Finalmente los agentes descubren que no tiene nada que ver con el robo. Fredy entra en Tirania pero un guardia lo detiene por llevar pintado en la furgoneta un mensaje contra la tiranía, pintada con anterioridad por Mortadelo como protesta por la explotación que le estaba sometiendo su jefe Filemón durante la mudanza de los inventos de Bacterio.
Mientras el guardia maltrata a Fredy, Nadiusko llega a la frontera en el coche dejando el DDT y el transformador meteorológico en su interior, y llama al Tirano para informarle de que tiene el invento.
Fredy consigue escapar del guardia, y trata de huir en el coche con el que llegó Nadiusko, pero confunde la palanca de marchas con la del transformador meteorológico, activando el viento polar e inmovilizándole de frío, que aun puede salir del coche con el DDT en la mano antes de que el guardia le atrapara, le arrancara el DDT de la mano ignorando su importancia, lanzándolo despreocupadamente hacia atrás y cayendo a una alcantarilla abierta donde acaba hundiéndose para desesperación de Nadiusko. Éste entonces llama de nuevo al dictador tratándole de hacer pasar el transformador meteorológico por el DDT, pero su nerviosismo le delata y el dictador ordena su captura. Fredy y Nadiusko han sido condenados a muerte y están a punto de ser ejecutados.
El Tirano usa el transformador meteorológico creyendo que es el DDT, recibiendo un trueno en la cabeza el verdugo Pototo, quien les iba a ejecutar. Consiguen los dos salir y a Nadiusko se le ocurre intercambiar las camisetas.
Al día siguiente, el Tirano y su ayudante Klaus hablan sobre quien debería ser su sucesor, y Klaus le dice que su cuñado Esfínter es el idóneo. Fredy escucha la conversación de casualidad e informa por fax al Súper que pretende hacerse con el puesto de sucesor para así acabar con sus planes de dominar el mundo, recuperar el DDT y llegar el viernes a última hora.
Al aparecer Esfínter para entrar en la sala del Tirano, Fredy le deja inconsciente y se hace pasar por él, descubre a Nadiusko e informa a los guardias del paradero de éste, que acaba fusilado, mientras él y el Tirano charlan sobre la sucesión, ya que éste quiere dejar el cargo y le enseña sus pies, que tienen seis dedos.
El profesor Bacterio le enseña al Súper un paquete donde está la camiseta agujereada de Fredy, por lo que, creyéndolo muerto, deciden que Mortadelo debe ser quien se haga pasar por el sucesor. Mortadelo, mostrando su pie descalzo, es fotografiado por Bacterio, quien pone el dedo en el objetivo.
Mientras en prisión, Filemón descubre que Mortadelo se ha ido y grita que es agente de la T.I.A., descubriéndolo el maleante Matraca, que casualmente comparte celda con él desde aquella misma mañana, y le pega una paliza.
El Tirano y Fredy charlan sobre sus planes de construcción para conseguir más dinero. Ambos se dirigen a una construcción de una bola de cemento que el Tirano dispara y cae sobre el palacio de Buckingham; además enseña a Fredy la riqueza que tiene. A Fredy se le despierta la codicia y decide que quiere convertirse realmente en el sucesor del Tirano.
Mientras siguen conversando, el Tirano recibe un fax con dirección 13 Rue del Percebe de Mortadelo, que por el dedo en el objetivo, parece que tiene seis dedos en los pies. Filemón se encuentra en prisión y descubre que Mickey se dio a la fuga haciendo una grieta en la pared y decide escaparse. Mientras, El Súper y Mortadelo hablan sobre el plan y Bacterio les informa que Filemón había escapado de la prisión.
La madre de Filemón entra en su casa y descubre a Fredy en el armario, quien se asusta al verla y se golpea la cabeza. Al despertar, la madre le ayuda a que se reponga, cuando aparece Mortadelo creyendo que estará allí su compañero pero ve que es Fredy. Éste intenta acabar con Mortadelo creyendo que es el auténtico heredero y Mortadelo acaba clavado en la pared con una lámpara. La madre de Filemón golpea y deja inconsciente a Fredy, abre su bolsa y tira por la ventana una bomba que había en su interior, que cae sobre la cabeza de Filemón que salía por la alcantarilla, provocando una explosión que derruye la fachada del 13 Rue del Percebe.
Fredy, recuperado, secuestra a la madre de Filemón, le deja una nota clavada en la pared y golpea a Rompetechos, quien seguía creyendo que había comprado una lavadora y traía la Máquina de copiar gente de nuevo a lo que él creía la Oficina de Reclamaciones, dejándole inconsciente y usando la furgoneta para ir a Tirania.
Los dos agentes se dirigen al cuartel general de la T.I.A. y Filemón dice a Mortadelo que se prepare para hacer un viaje para ir a salvar al mundo y a su madre. El Súper le da los billetes para ir a Tirania para los dos agentes y Ofelia. Mientras, en el palacio del Tirano, Fredy será nombrado sucesor.
Mientras habla el Tirano, Fredy le escucha que sus cometidos no iban a ser tan propicios; atender pesadísimas reclamaciones y abrir posibles paquetes-bomba. Fredy decide dar un golpe de Estado, y habla con uno de los trabajadores del palacio y le ordena que cuando salga al balcón le dé al transformador meteorológico.
Los agentes llegan al palacio, Filemón descubre a su madre y a Rompetechos en la sala de tortura y mediante la Máquina de convencer ordena a Pototo que se corte la cabeza mientras Mortadelo y Ofelia intentan llegar a la sala del Tirano para que Mortadelo sea nombrado como sucesor.
El Tirano se sorprende de que se presente, pero Mortadelo renuncia y nombra a la reina de Inglaterra como sucesora para que Ofelia no sea asesinada por Fredy, que la tiene de rehén. Ofelia se hace pasar por reina y se pone a cantar.
El Tirano descubre que Mortadelo es un impostor y le asesina yaciendo en los brazos de Filemón, y el Tirano, al verle los pies a Filemón, ve que tiene seis dedos, y descubre que él es el auténtico sucesor porque su madre, Menchu, y él fueron pareja. Filemón le da a Mortadelo agua de una copa que resulta ser el Santo Grial, salvándole la vida.
Por su parte, Menchu y Calimero se van de viaje, pero él es atropellado y ella se queda con el dinero convirtiendo el 13 Rue del Percebe en un párking.
Al final, los dos agentes llegan a España siendo alabados por todos, y El Súper les dice que llevarán el peso de la agencia, algo que hacen literalmente al tener que realizar la mudanza de la organización por medio del monte.
La película está producida por Películas Pendelton en coproducción con Sogecine, siendo los productores ejecutivos Luis Manso, Enrique López Lavigne y Fernando Bovaria, este último en ese momento jefe de producción de Sogecine. Contó con la participación de Telecinco y Canal +, la distribución se llevó a cabo por la filial en España de Warner Bros. y con la subvención del Instituto de Crédito Oficial y el ministerio de Cultura de España.
La película se convirtió en la primera adaptación no animada de los personajes, si bien ya había gozado de otras adaptaciones como son los cortometrajes de animación de Rafael Vara. Para conseguir llevar los personajes a la gran pantalla tuvieron que comprar los derechos de explotación a Francisco Ibáñez y a Ediciones B, el autor de la obra no estaba en un principio por la labor de llevarlos al cine debido al poco éxito de las últimas adaptaciones realizadas sobre los agentes, pero, tras charlar con el director, aprobó el proyecto al verlo como una buena oportunidad de promocionar a sus personajes, y rescatar a otros en ese momento olvidados como Rompetechos o 13, Rue del Percebe.
Tras la aprobación de Ibáñez, Juan Antonio Roig-Francolí realizó el storyboard, y, más tarde, Fesser comenzó la redacción del guión junto con su hermano Guillermo, con la intención de mantener el espíritu de las historietas, si bien Javier explicó que, a pesar de haber rescatado la filosofía que muestra Ibáñez en sus cómics, no intentaron construir un escenario igual que el de las historietas.
Una vez finalizada la redacción del guión se lo entregaron a Ibáñez para que lo revisara y, aunque en un principio lo encontró pesado y trató de añadir algunos gags, finalmente dejó a los responsables de la película que hicieran lo que mejor consideraran.
El rodaje, que se prolongó desde el 11 de marzo al 12 de agosto de 2002, se realizó en su mayor parte en interiores pero las últimas imágenes del discurso de "El tirano" en el balcón del ayuntamiento están rodadas en la Universidad Laboral de Gijón. El desfile triunfal de Mortadelo y Filemón al final de la película está rodado en el barrio del Carmen de Valencia al igual que la situación de la 13 Rue del Percebe, encontrada en la calle Alta. Otras localizaciones se realizaron en la Comunidad de Madrid. Además el rodaje se llevó con la más absoluta discreción dando las gracias a la gente de Gijón y Valencia, al final de la película.
La película, tras la finalización de las trece semanas de rodaje, tuvo seis meses de postproducción en los que se realizaron los efectos especiales. En la misma se cambió la voz de Benito Pocino que fue, posteriormente, doblada en algunas partes por la de Carlos Latre al igual que Juan Luis Cano que pone voz a uno de los legionarios.
La película participó en algunos festivales: en 2003 en el Mercado de Cine del Festival de Cannes junto a otras 34 del mismo país y, en 2009, en la vigésimo cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en donde se hizo una retrospectiva del director mostrando tanto sus largometrajes como sus cortos.
La película obtuvo cinco premios Goya con además una nominación - la Tatiana Hernández como Mejor diseño de vestuario-. Entre los premios destacar a la Mejor dirección artística (César Macarrón), Mejor dirección de producción (Luis Manso), Mejores efectos especiales (Raúl Romanillo, Félix Bergés, Pau Costa y Julio Navarro), Mejor montaje (Iván Aledo).
Además optó a los Premios de la Unión de Actores 2003 a la Mejor interpretación femenina de reparto para Berta Ojea, aunque igualmente debemos señalar que la misma actriz fue nominada para la Peor interpretación femenina de reparto en los Premios Godoy 2003, a lo peor realizado durante un año). Por otro lado, ganó Benito Pocino el Premio “Huevo de Colón" en los Premios Turia y el Premios expocine 2004 a la Película más taquillera de 2003.
Algunas de las críticas españolas la alabaron por la calidad de sus efectos especiales, pero hubo comentarios negativos acerca de que el guión no muestra la idea de las historietas.
Ibáñez la valoró positivamente, a pesar de que antes había sido crítico con la adaptación televisiva de otro personaje suyo, El botones Sacarino, y con los cortometrajes de animación de Mortadelo. Además, le daba igual como saliese la película, lo importante era que el concepto de los personajes había sido llevado a la gran pantalla; su respuesta al ver la película fue: «Después de las adaptaciones en dibujos, dos en televisión y una en los cines, me dije a mí mismo que si accedía a llevar a cabo este proyecto, sería la última vez. Después de decir que sí, estuve nervioso hasta que vi el resultado final. Cuando pude verlos en pantalla me alegré bastante».
Dentro de la crítica especializada hubo, en general, una valoración positiva. Por ejemplo, Fernando Morales en el Diario El País señala que la película es "Divertida y disparatada (...) Lo mejor: sus espectaculares efectos especiales."
Federico Marín Bellón, del diario ABC, calificó la película como interesante, valorando especialmente la calidad de sus efectos visuales, el proceso de selección del reparto y la dificultad de llevar a estos personajes a la gran pantalla, aunque mencionó que ésta pecaba al tener un guión bastante lioso.
Jordi Costa, de Fotogramas, dijo que la película era imprescindible y diciendo que «La gran aventura... es al universo imaginario de Ibáñez lo que en su día el felliniano Toby Dammit fue al universo de Poe. Destacando la presencia (breve, póstuma, pero arrolladora) de Luis Ciges.
En el resto de países europeos donde se estrenó fue recibida de manera desigual por la crítica. En Italia Lietta Tornabuoni dejó por escrito en La Stampa que la película era «agitada, tonto, dinámico, pero que la suma de Espia+ Espia es divertida, porque los personajes son divertidos y además lo son a pesar de su aspecto canalla y sus acciones patanes».
La crítica italiana Alessandra Montesanto afirmó que es «un largometraje al estilo de los dibujos animados, pero poblado por personajes de carne y hueso que son aplastados, doblados, golpeados y siguen en pie al estilo del coyote del Correcaminos. Marcado por un ritmo frenético, chistes hilarantes y gags continuos está al alcance de los espectadores más jóvenes pero cuenta a la vez con una trama no del todo carente de referencias a la sátira política.
En Alemania un crítico publicó en el periódico Stuttgarter Zeitung afirmó que «muchas cosas en Clever & Smart se inclinan a la parodia estúpida”, mientras que , por otro lado, el diario germano Cinema, la valoró más positivamente comentando que «Clever & Smart mantiene el alto nivel de humor de los álbumes de Ibánez ».
El largometraje no se centra en ninguna historieta en concreto, pero toma ciertos detalles de algunas de ellas que tuvieron fama, y los inserta en su guión como El sulfato atómico y su destartalado autocar de la compañía «El Avión», el cartel visite Tirania y el discurso final de Rompetechos, Chapeau el "esmirriau”: cuando destrozan el descapotable de El Súper, El caso del bacalao utilizan la misma entrada de la farola, Safari callejero que despiertan de la misma manera, La caja de los diez cerrojos con la escena de El Súper montando en caballito de madera, El estropicio meteorológico con el invento de invento del Profesor Bacterio A lo largo de la película aparecen personajes de otras series de Ibáñez, como Rompetechos y 13, Rue del Percebe, y se crearon algunos nuevos como la madre de Filemón.
Tengo que comentar que , para empezar hay cosas que están mejor en el original que en la copia. Nadie discute que el elemento contemporáneo que antes señalé de la obra de Ibáñez puede tomarse como una caricatura de la sociedad española.
Sin embargo, en la película esa caricatura , salvo en puntuales momentos, destaca por el uso de elementos chuscos y soeces, poco apropiados poco ajustado a los inocentes insultos habituales de Ibáñez tales como cabestro, mastuerzo o merluzo, que apenas se utilizan en la película.
Lo que si fue la película un éxito de público llevando a las salas a 5 millones de personas, siendo para ese año 2003 la película española más taquilera. Si bien reconozco que a mí mucho no me ha gustado, si he de expresar que la he visto con dos de mis hijos a los que sí les ha gustado. Especialmente, le ha interesado ver la coherencia en escenas entre los muchos capítulos que han leído y lo que Fesser ha llevado a la gran pantalla. Pudo ser un desastre total como dice la canción, pero no lo fue.
Lo que si fue la película un éxito de público llevando a las salas a 5 millones de personas, siendo para ese año 2003 la película española más taquilera. Si bien reconozco que a mí mucho no me ha gustado, si he de expresar que la he visto con dos de mis hijos a los que sí les ha gustado. Especialmente, le ha interesado ver la coherencia en escenas entre los muchos capítulos que han leído y lo que Fesser ha llevado a la gran pantalla. Pudo ser un desastre total como dice la canción, pero no lo fue.
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