martes, 6 de octubre de 2015

Los chicos


En esta semana que el magnífico programa titulado "Historia de nuestr cine" ha dedicado a la juventud española a lo largo del cine me ha sorprendido -y mucho- la presencia de una película de un director italiano que desarrolló parte de su carrera en España. Se trata de Marco Ferreri. 

Marco Ferreri llegó a Madrid en 1956 como productor ejecutivo de una película, Fiesta brava , película dirigida por el también italiano Vittorio Cottafavi. Esta circunstancia cabe relacionarla con las frecuentes coproducciones hispano-italianas de las décadas de los cincuenta y sesenta, así como en general con la importante presencia de artistas y técnicos de ambos países en películas realizadas en los mismos. 

Marco Ferreri, para entonces era un joven que todavía no había iniciado su faceta como director pero que a los veintidós años ya había colaborado en la realización de documentales con Luchino Visconti, Vittorio De Sica, Federico Fellini, Alberto Moravia y el mencionado Cesare Zavattini. Poco después, en 1953, trabajó como productor ejecutivo en Amore in città , película dirigida colectivamente por Michelangelo Antonioni, Federico Fellini, Alberto Lattuada, Carlo Lizzani, Franceso Maselli y Dino Risi. También colaboró en otros proyectos italianos de menor relieve, así como en distintas publicaciones cinematográficas donde expuso sus precoces y bien informados puntos de vista. Con estos antecedentes era lógico que su presencia en Madrid no pasara desapercibida, al menos en los sectores que todavía por entonces estaban intentando hacer un cine regeneracionista en el que el Neorralismo, el sainete y el humor negro fuesen tres de los componentes básicos.

Marco Ferreri llegó a España como representante comercial de los objetivos Totalscope. Su actividad laboral le permitió entrar en contacto con el cine español, pero sus antecedentes e inquietudes poco eco podían encontrar en nuestra industria cinematográfica. De ahí que no deba extrañarnos que su relación más fructífera se estableciera con alguien por entonces centrado en el mundo de las revistas satíricas como era La Codorniz y al margen del cine: Rafael Azcona. 

Al poco tiempo  de estar en España, Marco Ferreri junto con Miguel Ángel Mª Proharan fundan una productora Albatros Films que tendrá poco recorrido. Tras un fallido inicio en el mundo de la prducción, Ferreri creó una segunda productora la productora Época Films fundada por él mismo junto con Eduardo Ducay y Leonardo Martín. Es precisamente con ella conjuntamente con la prductora Procusa y Tecisa, con la que se rueda la película vista en el día de hoy, Los chicos (1960).

El guión era de Leonardo Martín y el mismo director, mientras que fotografía en blanco y negro es de Francisco Sempere y la música es de  Miguel Asins Arbó.


El elenco de actores y actrices es bastante desconocido desde el momento en que actúan muchos actores amateurs. El reparto está encabezado por  Joaquín Cascales Zarzo como Joaquín o el negro, Alberto Jiménez cmo Carlos , José Sierra como Andrés , Ana María Vidal una de las chicas, Adriano Rimoldi, Félix Dafauce, Charo G. Ortega, María Luisa Ponte Madre de Joaquín , José Luis García El chispa , Mari Carmen Aymat. Únicamente ls secundarios Félix Dafauce como Enrique , el padre de Carlos y María Luisa Ponte son las dos caras conocidas  del filme. 

La historia se desarrolla en una calle anónima de un Madrid desconocido, alejado del glamour y sbre todo del centro. La calle es el punto de encuentro de los  cuatro chavales protagonistas, chicos de clase humilde que durante una semana, vamos a ir conociendo. Ellos serán los protagonistas de una historia en la que realmente pasan pocas cosas. Se hacen acompañar de cuatro chicas, con las que discuten más que disfrutan. Son chicos de finales de los cincuenta de los cuales sólo uno estudia, mientras que el resto trabaja sin mucho ánimo y por necesidad perentoria. Los cuatro chicos se citan en un quiosco durante una tarde de lluvia. Uno de ellos tiene que estudiar - aunque lo hace poco muy a pesar de las broncas de su padre- . Los otros tres van al cine, aunque por su corta edad no los dejan entrar. 

Cada uno tiene su sueño por cumplir. Andrés trabaja de botones en un hotel, pero realmente sueña con ser torero; "el Chispa" lleva el quiosco de su padre, un hombre seco que vive de sus recuerdos en la guerra y que apenas sonríe y abronca en exceso a su hijo. El "chispa" está enamorado en secreto de la hermana de otro de sus amigos. Se trata de Carlos, el estudiante, que encuentra en su vecina de arriba, una actriz, un sueño imposible de cumplir. El último de ellos es "el Negro" es un muchacho tímido que trabaja en un taller, pero con problemas con la bebida. Se trata de un grupo de amigos que sólo desean divertirse. 

Sin embargo, la realidad los obliga a enfrentarse con los problemas del mundo de los adultos: los estudios, la insatisfacción en sus trabajos, el salir con las chicas, el quiosco de prensa, los ideales de un triunfo casi imposible. Ellos quieren salir del aburrimiento n el qu viven y charlan de chicas de las posibles y de las imposibles, de ir con ellas a la verbena, de la dificultad de la venta o de los estudios que parecen no satisfacer.

Conocemos fugazmente a la familia de cada uno de ellos, vemos que por ejemplo la de Carlos tiene a ser pequeños burgueses con su criada adecuadamente vestida incluida en definitiva, otros como la del "Chispa" como lleva con dignidad una enfermedad que lo lleva al hospital y no sabemos si algún sitio más; la del "Negro" un chico con una madre (María Luisa Ponte) autoritaria y controladora,  la de Andrés , que realmente está formada por la gente del toreo.

Los chicos beben cerveza y coñac, madrugan para acudir a trabajar, fuman negro (Peninsulares, Bisontes...), pero no tienen edad para ver una película de adultos. Son casi viejos prematuros en su concepción vital  Andrés, por ejemplo, que se entrena en una escuela de tauromaquia,  está decidido, tras ir hablar a un muletilla,  a saltar al ruedo de espontáneo en la corrida del domingo. Es su única puerta abierta hacia  un difícil futur. Si triunfa tendrá atenciones, mujeres y lujo. 

Un Madrid , pobre, casi suburbano es el contexto en la que se desarrolla esta historia. Se muestra como  un paisaje desolado dentro de una ciudad inhóspita. Al final . ninguno consigue nada. Lo frustra la lluvia , pero sobre todo, la realidad, la timidez o el temor. La película queda ahí, en un punto en el realmente no ha pasado nada.

Los chicos se inscribe en una línea cercana al humanismo del guionista de la paradigmática Calabuch y se rodó en Madrid del que se puede reconocer Las Ventas y, según he encontrado en Internet, el lugar del quiosco, y por lo tanto dónde transcurre gran parte de la película, se sitúa en la esquina de Goya con Felipe II. Reconozco igualmente el viaducto cercano a la  iglesia de San Francisco el grande.

Ferreri en "Los chicos" nos presenta  un retrato fidedigno de la sociedad española madrileña y paupérrima de la España del momento y lo hace desde una óptica realista, que, en casines, llega a lo cutre cmo un auténtico documento urbano y sociológico.

Los chicos fue estrenada en la Semana de Cine Religioso y de Valores Humanos de Valladolid, hoy Seminci,  del año 1960 , donde fue acogida con división de opiniones. De hecho algunas críticas fueron especialmente duras. Los por entonces jóvenes críticos como Román Gubern y Víctor Erice, quienes partidarios de un realismo - casi soviético- más ortodoxo no compartían no cmpartieron el tono de  Ferreri. Fue precisamente esta crítica la que llevó al director milanés plantearse cerrar su etapa en España. 

Ya en la actualidad Fernando Morales llegó a escribir en  El País que estamos ante un "Atractivo estudio de la sociedad del momento". En la revista Fotogramas se destaca que "este segundo largometraje de Marco Ferreri es posiblemente el título más insólito de su filmografía. Propone una mirada entre la ternura y el costumbrismo sobre varios adolescentes madrileños". 

La principal virtud del film es el tono de mediocridad y tristeza con que se aborda la vida cotidiana de los protagonistas y su principal defecto estriba en una construcción de una historia que resulta simplista, casi anti-argumental. A mí, personalmente, me ha gustado la película y he querido ver en ella parte del gusto de los cineastas italianos de los cincuenta en las naraciones que nos llevan al neorrealismo , entendido ya en este época en sus últimas bocanadas. 

Quiero destacar la labor de actores no profesionales que trabajan con total naturalidad, acompañados de dos actores, uno un importante secundario de la época, Dafauce, y otra, la Ponte, que todavía le quedaba  por demostrar su gran valía omo hizo en los ochenta.  

La película de Ferreri, como otras mucha de la épca,  sufrió los efectos de la censura, y en este caso la película Los chicos tardó tres años en ser estrenada en un circuito, y cuando lo hizo fue en un circuito marginal, casi como los protagonistas de la película. 

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