sábado, 11 de junio de 2016

La maldición de Rookford




De un tiempo a esta parte, yo diría que desde que vi la miniserie sobre Houdini interpretada por Adrien Brody,  las películas basadas en la idea del espiritismo y su enorme éxito a principios del siglo XX van sacando el tema poco a poco y nos lo presentan desde muy diversas perspectivas, ya sea como una  experiencia ministérica o como parte esencial de alguna película. 

En ese sentido hay que entender el por qué de las cosas y, en concreto, como van a surgir muchos charlatanes y chalaneros que van a intentar hacer negocio del dolor que supuso la pérdida de un ser querido ya sea en la guerra, ya sea tras estar afectado por la gripe española. 

Es este contexto en el que surge esta película del año 2012  y que lleva por título el de The Awakening o  como se ha presentado en España La Maldición de Rookford, película británica dirigida por Nick Murphy que participa en calidad de director y guionista en este caso junto a Stephen Volk.

La película se trata de una producción en la que interviene David M. Thompson de la BBC Films y Studio StudioCanal que invirtieron en ella algo más de 3 millones de libras esterlinas (£) y que cuenta con la música de Daniel Pemberton, el montaje es de Victoria Boydell  y la fotografía de Eduard Grau.

El reparto está formado por Rebecca Hall como Florence Cathcart, Dominic West como Robert Mallory,  Imelda Staunton como Maud Hill,  Isaac Hempstead-Wright como Tom Hill,  Lucy Cohu como Constanza Strickland  y John Shrapnel como el reverendo Hugh Purslow, Shaun Dooley como Malcolm McNair , Joseph Mawle como Edward Judd 

La película se desarrolla en una Inglaterra traumatizada por los efectos tanto de la Primera Guerra Mundial como de la temible Gripe española que arrasó la población mundial coincidiendo con el fin de este conflicto bélico. 

En ese contexto y ya en el año de 1921, Inglaterra se siente abrumada por la pérdida y el dolor de la Primera Guerra Mundial por la que muchos truhanes y buscavidas se presentan como médium o se suman a las filas del espiritismo, la doctrina iniciada por el francés Allan Kardec que establece que los espíritus ―seres sin cuerpo material― pueden entrar en contacto con los seres humanos y para ello buscaban a humanos dotados de sensibilidad especial para actuar como mediadores. 

A una de esas reuniones asiste Florence Cathcart ( Rebecca Hall ) que se mete en una de esas sesiones , junto a otros personas que buscan contactar con sus perdidos seres queridos. Cuando se inicia el procedimiento, y parece manifestarse los espíritus, ella desmontan lo que es buen espectáculo perfectamente diseñado con niños y efectos especiales incluidos. Florence sufre en su cruzada personal y vive para destapar los supuestos fraudes derivados de lo paranormal, que tan de moda se habían puesto. Su mente racional le impide concebir esta posibilidad y además se sirve de la ciencia para justificar los hechos con una precisión exhaustiva.

Tras desenmascarar la mentira, conocemos a Florence Cathcart ( Rebecca Hall ), autora que acaba de publicar un libro sobre los engaños sobrenaturales que lucran a unos cuantos y que trabaja colaborando con la policía para sacar a la luz a charlatanes y desacreditar fenómenos sobrenaturales. Al llegar a casa, tras realizar felizmente su trabajo, descubrimos que ella sufre con todo esto , entre otras cosas porque ella ha perdido a su novio durante el conflicto y del que únicamente conserva su pitillera.

Poco después de llegar a casa, recibe la visita de Robert Mallory ( Dominic West ), un profesor de historia que imparte clase a chicos de un internado en Cumbria. El nombre del internado es Rookford . Robert le explica que ha habido avistamientos del fantasma de un niño en la escuela, y que puede haber sido la causa de la reciente muerte de un alumno allí. Para ello le muestra las fotos de diversas promociones y en todas ellas aparece una imagen espectral junto a los alumnos.

Robert le pide a Florence ayuda para entender el por qué se producen los eventos sobrenaturales. Aunque inicialmente Florence se niega , el hecho de que Robert trasmite la preocupación de que va a ocurrir con los niños huérfanos en la escuela. lo que le lleva a cambiar de opinión ya que ella misma es huérfana .

Florence viaja junto a Robert a la escuela. La misma se sitúa en una enorme y antigua casa señorial que había dejado de funcionar como tal 20 años antes. Nada más llegar se pone a investigar sobre los avistamientos y , especialmente, sobre la muerte reciente. Llama la atención lo bien que es recibida por Maud ( Imelda Staunton ), la ama de llaves y matrona de la escuela. Maud le dice a Florence que ella ha leído sus libros y siente como si la conociera personalmente.

Tras la investigación, Florence descubre que los avistamientos fantasmales del presente parecen ser una broma dirigida por dos chicos que han estado intimidando a un chico solitario, pelirrojo, para que haga lo que quieren para su aprobación.

Con respecto a la reciente muerte, Florence deduce que uno de los maestros fue la última persona en ver al niño vivo y le pregunta hasta que se admite que intentaba inculcar en el muchacho joven el espíritu  de un hombre duro, y que después de afirmar haber visto el fantasma y  asustar así el niño éste tuvo un ataque de asma grave por el que muere.

La escuela, que  cierra unas semanas por vacaciones, se queda reducidas a cuatro personas y un conserje, que también es una persona, claro. Se tratan de  Florence, al profesor Robert, junto a Maud y un alumno Tom ( Isaac Hempstead-Wright ), que hasta ese momento había pasado desapercibido. Se trata de  un chico solitario que le dice a Florence que sus padres viven en la India.

Ya con su trabajo aparentemente hecho, Florence se prepara para salir, pero hay una parte en esta historia que todavía no puede explicar y, además, presiente la existencia de almas en el edificio.

Un día, por la mañana, cuando se da una vuelta por los alrededores de la finca, tras sentirse cada vez más atraída por Robert, se aproxima a un estanque, allí cae su pitillera, y mi9entras la busca ve la presencia de un espíritu, tras lo cual se desmaya y cae en el estanque.

Ella es rescatada por Robert, pero él y Maud están preocupados por la estabilidad mental de la  escritora.

Florence se recupera pero empieza a ver y escuchar cosas más inexplicables, que le impulsan a permanecer en la escuela.

Después de perseguir lo que cree que es el fantasma, ve una aparición de un hombre con una escopeta, que parece disparar contra ella. También escucha la voz de un niño llamando "Mawa Zee", que le dice a Tom que era el nombre que algunos africanos le había dado a ella tras haber vivido junto a ellos una vez rescatada del ataque de un león cuando era niña.

Florence y Robert , como ya aventuré empiezan a desarrollar una atracción mutua, pero en  esto que aparece otrol de los habitantes de la casa, el conserje Edward Judd ( Joseph Mawle ) o el cuidador de los jardines que tiene un fuerte resentimiento contra Robert por ser un héroe de guerra,así que manifiesta sus celos e violar a Florence en el bosque.

En el ,momento de la violación, Florence recibe la ayuda de una aparición sobrenatural, y tras su aparición, Florence, accidentalmente, mata a Judd en defensa propia.

Ella sale huyendo de la escena del crimen y vuelve a aparecer en la escuela y le dice a Robert, que la matado a Judd. Robert no tiene reparo en  enterrar a Judd y encubrir el incidente.

Florence le dice a Robert no decirle nada a Tom sobre lo que pasó, ya que le va a molestar, pero Robert le dice que no hay niños en la escuela en este momento. Florence se da cuenta de que Tom es el fantasma que vive en la escuela. Con esta revelación, los recuerdos de su infancia que han permanecido apagados se revitalizan y comienzan a aflorar en Florence. Tras eso, unido a otras anécdotas vividas durante la película descubrimos que la casa señorial que ahora es el internado fue en su momento el hogar de la familia de Florence, donde vivió de niña.

Fue precisamente allí donde vio a su padre trastornado pelearse con su madre, que le echaba en cara atender más a su hijo ilegítimo que a la heredera directa, Florence.

Tras la fuerte discusión de la pareja ve Florence como el padre asesina a su madre con una escopeta y luego trató de matarla también. Ella huye por las distintas galerías y pasajes ocultos existentes en la casa. Mientras el padre dispara sin compasión mientras le llama  a su "pequeño mousie".

Con el objetivo de ayudarla a escapar se persona en las galerías otro niño, amigo de juegos de Florence que intenta ayudarle. Se trata del hijo ilegítimo de su padre con Maud, la criada, y su  medio hermano. Parece ser que su padre siente por Tom un afecto infinito , en parte, por ser varón, pero como dispara indiscriminadamente  el padre mata a Tom, hiriendo en el hombro a Florence, la herida que ella vinculaba al ataque del león. Ante lo ocurrido el padre se suicida mientras observa a Florence y cuando se persona Maud, la madre de Tom, y la niñera de la infancia de Florence.

Debido al trauma intenso, que supone esto Florence había bloqueado esos recuerdos de la infancia, incluyendo sus recuerdos de Maud, y en su lugar, había inventado nuevos recuerdos como una infancia vivida en África.

Después de recuperar su memoria de su infancia, Florence conversa con Robert acerca de cómo se puede también ver los fantasmas de su inmediato pasado (sus compañeros de guerra que habían muerto en la batalla) y se hace evidente que aquellos que están muy solos o viven perseguido por el pasado pueden ver espíritus.

Maud, que también veía  el fantasma de Tom, y le explica a Florence que Tom se sentía muy solo y que necesitaba de  su familia, por lo que lo organizó para que Florence pudiese ir a la escuela en el primer lugar.

Aprovechando la confusión y la debilidad momentánea de Florence, Maud  envenena a Florence, con la intención de que su fantasma se quede en la casa y pueda acompañar de forma permanente a Tom.

Maud le dice a Florence que los niños solitarios en la escuela están empezando a ver a Tom., pero Florence le dice a Tom que su alma no descansará si se muere ahora, pero que de cualquier forma siempre estará con él. Entretanto, la vieja ama de llaves le ofrece una bebida a Florence. Sin embargo, al poco descubre que dicha bebida estaba adulterada con veneno.

Tom entonces ayuda a Florence trayendo su medicina para que vomitar el veneno, Robert regresa y ve la botella gastado que yacía junto a Florence en el suelo.

La siguiente escena muestra a Florence caminando por las salas del edificio, y se dirige a la salida  de las instalaciones junto a  Robert. Ella pasa por varios adultos en su salida, pero ninguno de su cuenta, incluso cuando camina directamente en frente de ellos. Inclusive uno habla mal de ella después de que pasa justo delante de él. Entonces el chico pelirrojo finalmente la para y la reconoce. Florence se pone junto a Robert y comparte un cigarrillo con él . Florence no  se explica cómo no fue capaz de ver los fantasmas. Ella le pregunta a Robert que decirle al conductor para no la lleva  hasta el final pues quiere disfrutar de un paseo y que ella le verá el sábado.

La pareja se intercambian un beso y Robert ve como se aleja la chica mientras saluda a varios otros niños en el camino. Acabando así la película con la aparición de los títulos de crédito.

Y hasta aquí esta película británica, que  pasó con más pena que gloria por la cartelera desde su primera emisión el 11 de noviembre de 2011, alcanzando una taquilla cercana a los casi cinco millones de dólares, en concreto, $ 4.490.365

La maldición de Rookford  fue filmada en el Reino Unido en Regent Park en Londres , Berwickshire, East Lothian , Lyme Park en Cheshire y Manderston House en Manderston de julio de 2010, además en Marchmont en Escocia.

En una entrevista con el director Nick Murphy, declaraba que "Esta película es sobre la gente que ve lo que necesita ver" Para el director Nick Murphy este es su primer largometraje y consigue con esfuerzo mantener un buen nivel en la primera parte del metraje, en la que orquesta de manera elegante una ambientación macabra a medio camino entre la supuesta inocencia de los infantes y el mal ancestral encerrado en la vieja mansión.

La película se estrenó en el Festival Internacional de Toronto  de Cine el 16 de septiembre de 2011, ya con un carácter mucho más oficial el 11 noviembre de 2011 en el Reino Unido e Irlanda. La película no fue un éxito de público y en cuenta las críticas fueron catalogadas como mixtas. 

En cuanto a críticos concretos en la prensa británica, Robbie Collin de The Daily Telegraph calificó la cinta como  "una historia de fantasmas de refrigeración representa como un misterio." 

Scott Weinberg  destacó las buenas actuaciones de los actores y  sobre todo de Rebecca Hall. Rosie Fletcher dijo de ella que era espeluznante pero predecible.  

Peter Bradshaw del británico  The Guardian ldijo que era "espeluznante e inquietante, pero decepcionante por un final artificioso" . 

En Empire Damon Wise comenta que "Su sólida producción da brillo a los efectos fantasmales, y tiene potentes interpretaciones, (...) pero por lo demás tiene poco que ofrecer al desgastado género de casas encantadas. (...)

Ya en los Estados Unidos, John DeFore de The Hollywood Reporter llamó a la película "atmosférico", por encontrarse  por encima de las películas de terror tradicionales debido a su buena fotografía, al entorno rico y buenas actuaciones. Este calificativo vuelve a aparecer en la crónica de  Dennis Harvey en Variety.

Roger Ebert desde su colunma en el Chicago Sun Times dijo de ella que "se ve muy bien, pero nunca se desarrolla una trama con la claridad suficiente para participar, y la solución al misterio es decepcionantemente estándar." Comenzando su crónica con lo siguiente "Desde que Houdini se convirtió en mi héroe de la infancia, he estado encantado con escenarios en los que cazafantasmas exponen las travesuras de los psíquicos falsos. Hay algunos fraudes más cruel que engañar a los afligidos que está en contacto con sus seres queridos. Por lo tanto admiro la apertura de "El Despertar En España, La maldición de Rookford", en el que una familia se reúne para comunicarse con un hijo que perdieron en la Gran Guerra. 

Montan su foto, un mechón de su cabello y así sucesivamente, y el pobre muchacho parece casi en la habitación hasta la famosa Florence Cathcart barre las cortinas y expone el truco de las cuerdas y un niño escondido debajo de la mesa. Los bobiies de Londres se agolpan en la habitación, (...) pero nunca se desarrolla una trama con la claridad suficiente para participar, y la solución al misterio es  decepcionantemente estándar. 

Peter Howell del canadiense Toronto Star lo calificó como película rutinaria, de pérdida de memoria, y "una pérdida de buen ambiente."

Jordi Costa en El País "Excepto por un cuidadísimo trabajo que hay que destacar en el departamento de fotografía, la película demuestra en todo momento carecer de sentido del ridículo (...)"

Sergi Sánchez: Diario La Razón "Tantos lugares comunes arrastran el filme hacia el lado histérico y mientras el filme se retuerce sobre sí mismo, van desapareciendo los valores más sólidos del director, que se desmelena mal y a destiempo"

Salvador Llopart: Diario La Vanguardia "Hasta los últimos 20 minutos de película, se presenta como un pulcro y convincente ejercicio de estilo (...) y que saca máximo provecho de la magnífica interpretación de su protagonista"

David Broc en  Fotogramas nos comenta que la película está "Llena de tópicos del género, lo que más sorprende es el ambiguo remate final (...) " Además de ello nos dice de una forma más extensa que "Dentro del contexto de lugares comunes y situaciones ya explotadas hasta la saciedad en el género en que se mueve' La maldición de Rookford', nueva vuelta de tuerca a los films de fantasmas con pasado trágico, es fácil dar con algunas ideas interesantes que refuerzan su personalidad y le dan empaque: la sutileza y elegancia con la que se abordan las situaciones de tensión fantasmagórica, bien llevadas y dosificadas con inteligencia; la reconstrucción de los hechos en una maqueta, que recuerda a una trama recurrente de CSI: Las Vegas y vigoriza los flashbacks explicativos; o la turbia mezcla de tristeza y tensión sexual que une a los personajes encarnados por Rebecca Hall y Dominic West, explicitada en la escena de la bañera. En este sentido, y hasta los últimos 20 minutos de película, con ese desenlace atropellado, inverosímil y contradictorio con el tono general impuesto anteriormente.

Para José Arce en la butaca.net "sorprende lo poco original de su fórmula esencial, pero la verdad es que la película encuentra asideros a los que agarrarse para, siendo lo mismo de siempre, conseguir no ser lo mismo de siempre. También comenta que "La maldición de Rookford” goza de una atractiva puesta en escena, inquietante en su languidez inquebrantable, y una no menos atractiva figura central, una estupenda Rebecca Hall que consigue seducir con su descenso a los infiernos personales en un absorbente y evolutivo abandono de la razón pura".


Por último, Mariló García en Cinemanía comenta que 'La maldición de Rookford' se presenta como un pulcro y convincente ejercicio de estilo que aborda el subgénero de fantasmas con melancolía y clasicismo (fotografía impecable de nuestro Eduard Grau) y que saca máximo provecho de la magnífica interpretación de su protagonista, convincente incluso en el desaguisado argumental del desenlace.

Lo cierto es una película que se deja ver. Te mantiene en tensión desde el principio, desde el descreimiento que lleva a la falsedad y la necesidad de desenmascararla, pasando por lo traumático y la espiritualidad resultante del mismo. 

A favor de la película está su ambiente tenebroso, la atmósfera sobrenatural que habita en la casa , la desgracia presente y pasada que aquí no deja de ser un elemento sugestivo para provocar sensación de terror. Al final todos los miedos de Florence estallarán hasta reducir a la nada todas sus convicciones racionales, permitiendo que afloren en ella sus instintos más primarios. Al menos, mi hijo ha conseguido un nuevo título para su colección de películas de terror. Como se deja ver, ya está vista. 


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