viernes, 21 de junio de 2019

La rareza de Holy Motors


Cine de arte y ensayo, pero de ensayo fílmico más que discursivo, en gran medida fallido, pues es una historia sin historia, aunque podría resumirse como "Un día en la vida de un hombre con múltiples personalidades: asesino, mendigo, ejecutivo, monstruo y padre de familia, por lo tanto, un hombre que encarna personajes diversos como si se tratase de una película dentro de una película". 

Como vemos es ya desde su partida un filme metacinematográfico algo pretencioso, absolutamente extraño , más dadaísta que surrealista . Esta historia presentada por el director, escritor y crítico Alex Christophe Dupont , más conocido como Leos Carax un director reconocible - dicen- por su estilo poético y sus representaciones torturadas de amor. Su primer trabajo importante fue Boy Meets Girl (1984), y sus obras más reconocibles y notables incluyen Les Amants du Pont-Neuf (1991) y esta Holy Motors (2012). 

Su nombre profesional es un anagrama de su nombre real, 'Alex' y su alter ego 'Oscar'. Leos Carax comenzó en el mundo de los cortos y de la crítica cinematográfica antes de lanzar Boy Meets Girl (1984). Con ella dicen los que la han visto que Carax determinó su estilo visual , comenzó a trabajar con el protagonista absoluto de Holly Motors, Denis Lavant, y con el director de fotografía Jean-Yves Escoffier . 

Tras esta vino Mauvais Sang o La noche es joven con la que siguió explorando las complejidades del amor en el mundo moderno y con un homenaje a la nueva ola francesa sobre todo a Jean Luc Godard . En la misma interviene Juliette Binoche. La película entró en el 37º Festival Internacional de Cine de Berlín . 

Años después, Carax volvió a dirigir con Les Amants du Pont-Neuf también con Denis Lavant . Tras diversas dificultades durante el rodaje la película fue estrenada con gran éxito de crítica y abrió la puerta para que Carax ingrese a aguas más experimentales con su cuarto largometraje, Pola X (1999) 

Trece años despues rueda Holy Motors y lo último que ha estrenado es Annette protagonizada por Adam Driver . Holy Motors compitió por la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes del año 2012. 

Leos Carax en la misma es el responsable de la dirección y del guión . Se trata de una producción de Martine Marignac, Albert Prévost y Maurice Tinchant con el amparo de las productoras CNC , Pierre Grise Productions, Pandora Film , Théo Films , arte France Cinéma , Canal+, Wild Bunch y la distribución de Les Films du Losange. Manejó un presupuesto de unos $4 000 000. 

En cuanto al apartado musical Carax contó con Neil Hannon y la fotografía de Yves Cape y Caroline Champetier, así como el montaje de Nelly Quettier. 

En cuanto al reparto el peso interpretativo es asumido por Denis Lavant como Sr. Oscar su colaborador habitual y por Édith Scob como Céline. Junto a ellos es cada uno de los trabajos de ambos aparecen Eva Mendes como la Top model Kay M, la Kylie Minogue como Eva o Jean, la alter ego de Monsieur Oscar, Élise L'Homeau como Léa o Élise y la joven Jeanne Disson como la pobre Angèle. Además aparecen Michel Piccoli como El hombre con la mancha de nacimiento y Leos Carax como el durmiente. Junto a ellos están en papeles menores Jean-François Balmer, Big John, François Rimbau, Nastya Golubeva Carax, Reda Oumouzoune y Zlata. 

La película comienza con imágenes de cine mudo que son vistas por un grupo de espectadores que las ven devota y silenciosamente.

Tras estos descubrimos a un hombre durmiente (Leos Carax) que despierta en una habitación junto a su perro encamado y que inspecciona una de las paredes. Tras encontrar una ranura e insertar su dedo, que tiene como un añadido metálico que puede introducirse en una ranura, vemos como , no sin esfuerzo, el hombre abre una puerta que lo lleva a una sala de cine, donde los espectadores ven una película - parece ser The Crowd de King Vidor- y mientras esto sucede, un niño y un perro negro gigante deambulan por los pasillos de la sala de cine. 

La siguiente escena muestra a un hombre conocido como Sr. Oscar (Denis Lavant), que parece salir de su casa , una inmensa mansión protegida por una amplia escolta, y se despide desde la distania de sus hijos.

Tras eso el Sr Oscar sube a una limusina blanca que es conducida por una mujer llamada Céline (Édith Scob). La mujer le informa que ese día tiene nueve "citas", las cuales consisten en acudir a diversos puntos de la ciudad y asumir la identidad de algunas personas, empleando el maquillaje y el vestuario que se encuentra en el vehículo. Todo se completa con disfraces y accesorios elaborados para llevar a cabo esta serie de "citas" complejas e inusuales, a veces para el servicio de los demás y otras veces sin razón aparente.

La primera persona que debe interpretar es una anciana pedigüeña que pide limosna en el centro de París.

En el siguiente, Oscar usa un traje de captura de movimiento y realiza una secuencia de acción y sexo simulado con una actriz en un estudio de sonido mientras es dirigido por un hombre invisible.

En la tercera asume el papel de un vagabundo, Monsieur Merde, un hombre pelirrojo excéntrico y violento que destroza ramos de flores y coronas y que secuestra a una bella modelo, Kay M (Eva Mendes), de su sesión de fotos en un cementerio llevándola por las cloacas hasta una cueva.

El siguiente papel Oscar asume el rol de un padre que discute con su hija adolescente luego de recogerla de una fiesta en un viejo auto rojo. Los dos discuten cuando la hija revela que se había pasado la fiesta llorando en el baño en lugar de socializar.

En un pequeño interludio, Oscar interpreta una breve pieza musical sobre acordeón con un grupo de músicos que se van sumando en una enorme nave de una iglesia.

En la quinta escena, asume el papel de un gángster chino asignado a asesinar a un hombre que se ve idéntico a él. Una vez que apuñaló al hombre en el cuello y se grabó cicatrices en la cara que coinciden con las suyas, la víctima de repente apuñala al gángster en el cuello también. Oscar logra salir cojenando de regreso a la limusina, aparentemente herido antes de que lo vean sentado cómodamente dentro de la limusina quitándose el maquillaje.

Oscar en ese momento conversa en la limusina con un hombre que tiene una mancha de nacimiento en el rostro (Michel Piccoli). El hombre lo felicita por su labor, pero le pregunta a Oscar si disfruta su trabajo, ya que lo ha notado cansado últimamente. Oscar le confiesa que echa de menos las cámaras, que al haber disminuido tanto de tamaño apenas se pueden ver, concluyendo que "a veces me cuesta creer en todo". Oscar admite que su negocio está cambiando. El hombre le pregunta qué es lo que lo hace continuar con su trabajo, y Oscar responde que lo mismo que lo hizo empezar: "la belleza de actuar".

Más tarde, en lo que resulta ser la sexta secuencia, Oscar sale corriendo bruscamente de la limusina, se pone un Pasamontañas , y le dispara a un banquero (que parece idéntico a Oscar cuando se realizó su primera cita en la mañana) que estaba sentado en un café antes de ser asesinado por los guardaespaldas de los banqueros. Céline se apresura hacia él, instándole a su próxima cita, y otra vez Oscar regresa ileso a la limusina.

En la séptima secuencia, el personaje de Oscar es un anciano en su lecho de muerte. Una joven llamada Léa que se refiere a Oscar como "tío" lo hace compañía, y los dos hablan de sus vidas. Oscar finge morir mientras Léa llora, antes de salir de la cama y se excusa para ir a otra cita. Léa revela que su verdadero nombre es Élise, y ella le dice a Oscar que ella también tiene otra cita. Céline sigue conduciendo y hablando con Oscar cuando detiene la limusina bruscamente junto a una limusina idéntica en lo que resulta ser la octava secuencia.

Mientras Céline discute con el conductor de otra limusina blanca, Oscar descubre que en el otro vehículo va una antigua conocida suya, Jean (Kylie Minogue). Ambos entran a un edificio de la Samaritaine en remodelación y conversan para intentar ponerse al día. Jean tiene el mismo trabajo de Oscar, y para su siguiente "cita" debe interpretar a una azafata llamada Eva, quien vive el último día de su vida. Jean le dice a Oscar que tal vez no vuelvan a verse. Mientras los dos ascienden por el interior del edificio, Eva canta "Quiénes éramos nosotros". Sus letras sugieren que Oscar y Eva tuvieron un hijo juntos. Cuando ella concluye, ya en la azotea del edificio, Oscar le comenta que debe irse antes de que llegue su "pareja", y al salir, él apenas lo evita. Cuando Oscar regresa a su auto, ve que Eva y su misterioso compañero han saltado desde lo alto del edificio. Él deja escapar un grito de angustia cuando pasa por delante de los dos y entra en su limusina.

De vuelta a la limusina, Oscar comienza a beber y a fumar. Para su último acto, Oscar llega a una casa y Céline le dice que lo volverá a ver al día siguiente para continuar con el trabajo. Oscar finalmente se dirige a su noveno y último nombramiento en lo que parece ser un escenario de hombre de familia común. Su expediente sobre la cita se refiere a "su casa", "su esposa" y "su hija". Sin embargo, cuando Oscar entra en la casa, se revela que su "esposa" y "hijo" son aparentemente ambos chimpancés.

Céline, por su parte,conduce la limusina al garaje de una corporación de limousinas o , simplemente, el estacionamiento de las mismas llamada Holy Motors, un lugar lleno de limusinas idénticas en blanco o en negro. Aparca el coche, se coloca una máscara en la cara y sale del local.

En el momento en que abandona el edificio, las limusinas comienzan a hablar entre ellas, expresando sus temores de que pueden ser consideradas obsoletas y no deseadas acabando así la película.

Antes de la producción de Holy Motors , Leos Carax había intentado durante cinco años financiar una película en inglés. Como los productores se mostraron reacios a invertir, Carax, cuyo último largometraje fue Pola X en 1999, decidió realizar primero una producción algo más pequeña en lengua francesa, con el objetivo de recuperar protagonismo en el cine internacional. Inspirándose en una historia "El ómnibus de Tokio" para el cual había realizado un cortometraje , Carax decidió escribir una historia destinada para ser interpretada por su colaborador habitual, Denis Lavant. 

Además Carax para reducir el presupuesto de la película optó por cambiar a la fotografía digital, aunque fuese un formato que no le interesaba mucho. El concepto inicial de la película comenzó con una observación por parte de Carax al detectar que las limusinas se estaban usando cada vez más para las bodas. El director estaba interesado en el volumen de los autos y en algunos aspectos de estos vehículos: "Son anticuados, como los viejos juguetes futuristas del pasado. Creo que marcan el final de una era, la era de las máquinas grandes y visibles". De ahí surgió una idea para una película sobre la creciente digitalización de la sociedad; un escenario de ciencia ficción donde los organismos y las máquinas visibles comparten una superficialidad común.

La escena inicial se inspiró en un relato de Hoffmann sobre un hombre que descubre una puerta secreta en su dormitorio que conduce a una casa de ópera.

Por otro lado, el personaje de Monsieur Merde había aparecido ya en trabajos cortos anteriores de Carax. Holy Motors se produjo a través de Pierre Grise Productions con un presupuesto de € 3,9 millones, que incluye dinero de CNC , región de Île-de-France , Arte France , Canal + y Ciné +. La película era una coproducción alemana al 20% a través de la compañía Pandora, y recibió 350.000 € del comité de apoyo a la coproducción franco-alemana.

En cuanto al casting Carax dijo sobre el papel principal que se había escrito específicamente para Lavant: "Si Denis hubiera dicho que no, habría ofrecido el papel a Lon Chaney o a Chaplin . O a Peter Lorre o Michel Simon , todos los cuales están muertos".

Para acompañar en el periplo de Monsieur Oscar está Édith Scob había trabajado previamente con Carax en Les Amants du Pont-Neuf , pero en ese momento estaba casi completamente alejada del cine, por lo que Carax sintió que le debía un papel más importante.

También pensó que Holy Motors debía de ser un homenaje al cine francés y en concreto al cine de Georges Franju y su Rostro sin ojos que Scob había protagonizado.

Para el personaje Kay M. el personaje vino de un proyecto cancelado que se suponía iba a protagonizar Lavant y Kate Moss , y en el mismo quería introducir al personaje del Monsieur Merde . A Eva Mendes se le ofreció el papel después de que ella y Carax se conocieron en un festival de cine y dijeron que querían hacer una película juntos.

Kylie Minogue fue descubierta por Carax después de que Claire Denis la sugirió para un proyecto cancelado.

El papel desempeñado por Michel Piccoli originalmente estaba destinado al propio Carax, pero decidió que sería engañoso elegir a un cineasta. Cuando se eligió Piccoli, la idea era hacerlo irreconocible y acreditarlo con un seudónimo , pero la información llegó a los medios.

El rodaje se desarrolló en París. El rodaje comenzó en septiembre y terminó en noviembre de 2011. 

La banda sonora incluye a Minogue interpretando la canción original "Who Were We?" escrito por Carax y Neil Hannon , así como la música ya existente de Dmitri Shostakovich (su Cuarteto de cuerdas n. ° 15 ), Sparks , Manset , Kongos , RL Burnside y la canción "Sinking of Bingou-Maru" de Godzilla .

La película consiguió una recaudación $641,100, aunque en alguna fuente he visto una recaudación cercana a los 4 millones de dólares.

La película fue presentada en el Festival de Cannes en la Sección oficial de largometrajes. La película recibió los premios a la mejor película y mejor director así como el Méliès d’Argent (mejor film europeo) en el Festival de Cine de Sitges en 2012.

En los Premios Cesar obtuvo 9 nominaciones, incluyendo el de Mejor película. En el Festival de Chicago fue designada como Mejor película, Mejor actor (Lavant) y Mejor fotografía. Para el Círculo de Críticos de Nueva York tuvo dos nominaciones incluyendo entre las mismas el de mejor actor (Lavant).

Para los Críticos de Los Angeles fue la Mejor película extranjera. Y la Asociación de Críticos de Chicago le dio dos nominaciones incluyendo el de mejor actor para Lavant-

En cuanto a la crítica  Holy Motors obtuvo una respuesta , en general, positiva por parte de la crítica cinematográfica, aunque hay otro grupo que la valora muy negativamente.

Para Roger Ebert del periódico Chicago Sun-Times Holy Motors era "exasperante, frustrante, anárquica y en un estado de constante de renovación".

Megan Lehmann de la revista The Hollywood Reporter sostuvo que la película es "una obra cinematográfica deliciosamente absurda que evalúa la vida, la muerte y todo lo que hay entre medio, reflejado en un espejo deformante", aunque también dijo de la misma como ""Excitante, opaca, desgarradora y completamente demente (...) una obra cinematográfica deliciosamente absurda que evalúa la vida, la muerte y todo lo que hay entre ambas, reflejado en un espejo deformante" . 

Manohla Dargis de The New York Times calificó a Holy Motors como una de las 10 mejores películas de 2012.

The Village Voice también clasificó a la película en tercer lugar en su encuesta anual de críticos de cine. La película fue clasificada como una de las mejores por parte de Indiewire en sus encuestas de fin de año de críticos de cine.

Lisa Schwarzbaum de Entertainment Weekly dijo de ella "Nada tiene 'sentido' en esta preciosa locura (...) y a pesar de ello todo exactamente como debería ser en este estimulante puzzle, uno de las grandes acontecimientos de cine del año."

La revista de cine francés Cahiers du cinéma también eligió a Holy Motors como la mejor película del año.

En Gran Bretaña la revista de cine del British Film Institute, Sight & Sound colocó a la película en el número 4 en su encuesta de críticos de las mejores películas de 2012.

Peter Bradshaw de The Guardian escribió sobre ella que " Holy Motors de Leos Carax es extraña y maravillosa, rica y rara... totalmente demencial (...) Esto es por lo que hemos venido todos a Cannes" Y añadió " Es caprichoso, caleidoscópico, negro cómico y bizarro; hay en él un genio, desaliño y desordenado; Es cautivador y convincente. ...  esto es lo que todos hemos venido a Cannes: para algo diferente, experimental, una inclinación hacia los molinos de viento, una gran bóveda de pértiga sobre la barrera de la normalidad por parte de alguien que siente que las posibilidades del cine no lo han hecho. agotado por el drama realista convencional ". Bradshaw posteriormente nombró a la película como una de las 10 mejores del año.

Robbie Collin, de The Daily Telegraph, igualmente señaló que " Es una película sobre el tema del cine, y es quizás el contendiente más fuerte de la Palma de Oro hasta ahora ".

Ya en España Jordi Costa de El País sostuvo que Holy Motors es "una obra capital para explicar (y entender) el aquí y el ahora", agregando que "el problema no es que existan películas que no se entiendan: la peste de nuestro tiempo son las películas que se entienden demasiado, que subrayan y se sobreexplican, que matan toda ambigüedad". Y añadió que era una "Película inagotable y mutante, capaz de trascender su aparente pesimismo en el fértil renacimiento de un cineasta inspirador, es un espectáculo ideal para sobreexcitar todas las zonas erógenas del espectador" . En este sentido, Carlos Boyero en este mismo diario escribió sobre ella que era "Espantosa (...) Es una sucesión de tonterías sin gracia, los caprichos vacuamente surrealistas de un niño consentido e irritante."

Por el contrario, Oti Rodríguez Marchante del periódico ABC , además de calificar la película como "Infame" , sostuvo que es "una de las películas más ridículamente pretenciosas que uno recuerda, y eso que parte de una idea que podría considerarse original".

Luis Martínez en El Mundo comentaba que era "Críptico, violento, genial, torpe, enfermizo, cutre y febril. Todo cabe en una película en la que hasta los coches hablan. Tal cual."

Sergi Sánchez en La Razón señalaba que era "Una lección de cine libre y salvaje (...) La belleza recorre toda la película, a pesar de que el culto al feísmo y a lo bizarro parezca colonizarla."

Nando Salvá en El Periódico comentó que era "Un salto sobre la barrera de la normalidad, y una obra extraña, inescrutable, demente, hipnótica, a ratos muy idiota y casi siempre bellísima."

Jordi Batlle Caminal en otro diario de Barcelona, La Vanguardia , sostuvo que era "Sorprendente, incomparable, inconmensurable (...) una obra sin embargo no apta para todos los paladares. (...) ¿Les apetece una experiencia sensorial de alta graduación? (...) "

Para Daniel De Partearroyo de Cinemanía la película es "una de las más bellas películas sobre cine y el arte de la narración como necesidad para contarnos a nosotros mismos y a los demás".​

En México Leonardo García Tsao en La Jornada escribió que era "Un cúmulo de secuencias de una perversa ridiculez que, no obstante su pedantería, despiertan un interés en el espectador por saber cuál será la siguiente necedad."

En Colombia Manuel Kalmanovitz G. en la revista Semana dijo de ella que "Es una película extraña y desorientadora, que existe en un universo propio. Para quienes buscan sorprenderse con las posibilidades del cine, es motivo de celebración. (...)"

Y en la ahora casi invernal Argentina Diego Lerer en MicropsiaCine.com defendía que "Más películas como esta son necesarias, en los festivales y en nuestros cines."

Yo, por mi parte, insistir en la complejidad de la misma , en la falta de un relato lógico, pues , de hecho, la película huye de este concepto racional, aunque , indudablemente, existan elementos razonables en el mismo. Es una manera clara y precisa de reflexionar hacia ´donde va el cine, la sociedad, las personas, cuál de sus caras son reales y cuáles están impostadas. En este sentido es una obra brillante, con aciertos visuales, como el baile, además de existir en ella homenajes al cine francés como esa joya que pude ver este año como fue Le visage sans yeux. Esa sí que es una joya, Holy Motors es algo grotesco , básicamente, una rareza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario