martes, 28 de marzo de 2023

El neorrealismo, según Cousins


El neorrealismo italiano es hijo de la pobreza de posguerra. Tiene mucho que ver con una institución, el "Centro sperimentale di  cinematografía" inaugurado por Mussolini en los años treinta. No solamente se creó este centro en esos años treinta del fascismo italiano. También son los más famosos estudios italianos, los estudios Cinecitta,  que durante la segunda guerra mundial habían sido barracas para el ejército. Los estudios con la guerra no solamente vivían penurias sino que también la sociedad italiana los sufrían. 



La falta de medios materiales, entre ellos de focos y bombillas, provocaron que los directores del momento, comenzaran a tomar las calles, y mientras las personas hacían su vida, rodaban. El cine neorrealista podría decirse que tiene si no una fecha de partida, sí que tiene una película con la que todo se inicia. La película no es otra que Roma, ciudad abierta que impulsará lo que algunos llamarán también el cine de escombros. 



La película inicia en su rodaje en 1944 por su director, Roberto Rossellini. Los nazis acaban de salir de la ciudad y los recuerdos de la ocupación está todavía presentes y frescos. Gran parte de la ciudad está en ruinas tras años de guerra. Los romanos recuerdan la violencia que se ha vivido en la misma.



Comenzó como un documental sobre un sacerdote romano durante los últimos días de la segunda guerra mundial, pero acabó como el retrato de una ciudad atormentada en su lucha contra el fascismo y el nazismo. 

Desde el principio, el director se lanzó a la calle y podemos reconocer algunos espacios de la ciudad italiana, pero no los más conocidos de la ciudad eterna. Lo que se hace Rossellini es filmar a la actriz principal que aparece filmada con todo glamour con focos y en salto de cama, como si una película de teléfono blanco se tratara. Respondería el modelo de cine amable engañoso y distante de la realidad del país tan propio del cine de la época fascista. Sin embargo, y como contraste, el resto de mujeres que aparecen en la película se las representan sin pintar con ropa ordinaria en su día a día. El hecho de que la actriz que lleva el peso de la película, Anna Magnani,  que asume el rol, de Pina, se encuentre embarazada, pero que lo esté sin todavía casarse, es todo un reto para la sociedad italiana del momento, especialmente, para la sociedad fascista. Ella parece una actriz " tomada de la vida"



 Otro personaje digno de ser tratado con toda la humanidad del mundo es don Pellegrini, el sacerdote, que se le representa como es un buen hombre y sobre todo un antifascista. Rosellini quería que sus imágenes fueran plenas, sin adornos, auténticos, que tuviesen reacciones espontáneas, y por eso filmó con objetivos de cincuenta milímetros y no con grandes angulares como lo hubiese hecho Welles o con cualquier otro tipo de objetivos más largos. Para él no era importante que la toma estuviese desenfocada. Ninguna mano sujeta fuertemente la cámara. 


Las bombillas que vemos en las habitaciones se presentaban desnudas o podemos ver un váter que es mostrado sin ser apartado. Rossellini decía que si rodaba una toma bonita la cortaba. Esto es el neorrealismo italiano. 

Rossellini, el director que inicia con ella un camino innovador,  un soplo de aire fresco  y luminosidad, pero enormemente contenido y clasicista, pero el del guionista de esta película, Federico Fellini, seguirá otro bien distinto mucho más barroco lírico surrealista y circense. Roma ciudad abierta fue el canto a la libertad y la fraternidad frente a la opresión y el terror. 



Martin Scorsese comentó alguna vez que esta película le influenció muchísimo en el rodaje de su película toro salvaje de 1980. 



El neorrealismo tiene un teórico que está presente en la obra del guionista Cesare Zavattini. Para este guionista lo importante era reducir la trama. A él le interesan los detalles ordinarios que son los que tienen importancia son reveladores y nos invitan a querer permanecer en una escena. Si para Hitchcock el cine era la vida real sin las partes aburridas, para Zavattini el cine era precisamente las partes aburridas.

El guión más famoso de Zavattini va de un desempleado al que le roban la bicicleta. Evidentemente estamos hablando del ladrón de bicicletas una película del año 1948 dirigida por Vittorio de Sicca y que cuenta con el guión de Zavattini.  El hecho de perder la bicicleta es el fin para el protagonista pues es su medio de ganarse la vida. Al final agotado y temeroso de no encontrar trabajo, el mismo roba una bicicleta. 



El director los presenta el momento del robo con una gran austeridad a media distancia como si no quisiera inmiscuirse en la vergüenza del padre. Sin embargo, su hijo presencia el robo. Estamos cerca de él. Esta escena demuestra que este travelling, el que sustenta lo que he enunciado, no responde a un rodaje convencional. Es más, cuando el chico corre para intentar ayudar a su padre está a punto de ser arrollado en dos ocasiones. Lo que en el cine americano respondería a la empatía, a la subjetividad, a la tensión de la emoción y y que terminaría con un final feliz en el realismo italiano ese atropello cercano es solo una anécdota, no afecta la trama. De Sicca dijo: "el neorrealismo nacía de la nada... Yo lo definiría como el valor para decir la verdad...si nos dejan, claro está". 

Tanto es así que el cine neorrealista que se inicia sin dar una imagen radiante ni optimista de Italia, terminará por hacerlo cuando una vez superada la euforia antifascista de los inmediatos años de postguerra, el gobierno refuerza la censura. Aparece poco después la comedia neorrealista, también llamada "neorrealismo rosa" que, utilizando elementos formales del movimiento, compone una serie de piezas que reflejan la alegría del pueblo italiano. 

En las películas de antes de la guerra había cadena de causas y sus efectos. Con el neorrealismo, la cadena se rompe. En el neorrealismo hay un cansancio frente a las ficciones alejada del ciudadano de a pie. 

Cesare Zavattini, teórico del movimiento neorrealista esta gente en sus palabras: "por motivos en el fondo innobles, el cine ha cultivado, desde los nickelodeons la tendencia a rehuir los exámenes de conciencia. El problema es, y los italianos intentan resolverlo aproximando cada día más los dos términos de vida y espectáculo para aquel primero absorba al segundo  ". 

El neorrealismo por tanto no sólo incide en la vida sino que también conlleva una toma de conciencia ante ciertas situaciones sociales dolorosas. 

Coetáneo de la novela social este cine común con gran acierto escribe es el poeta y cineasta Pierre Paolo Pasolini "es una especie de ideología personal, de vitalismo, de amor al vivir dentro de las cosas,dentro de la vida, de la realidad ". 



El neorrealismo, ese gran grito del corazón, convierte a los disidentes de los años veinte en un movimiento que luego se extiende y que vio todo el mundo. Es un fenómeno que va más allá de su carácter de escuela cinematográfica, ya que supone el nacimiento de buena parte de las innovaciones del cine moderno. 

Por último, y ya al margen de Cousins, señalar que estos directores, según los documentos del Módulo IV que se centraba en el cine de postguerra de aquel buen curso que realice del INTEF que se titulaba "El cine, un recursos didáctico" señalar recibieron según se recoge, que en ellos "fue decisiva la influencia del cine soviético, del documental británico y del realismo francés, especialmente el de Jean Renoir. En la misma medida que el neorrealismo provocará cambios en los procesos de producción y en los rodajes de todo el mundo, que comienzan a abandonar los estudios para instalarse en exteriores e interiores naturales. Su influencia es innegable en la Nouvelle Vague francesa y el Free Cinema inglés y en numerosos movimientos posteriores (el documentalismo americano, el cine polaco, el realismo social británico, el nuevo cine iraní, Dogma-95,...). 

El Neorrealismo era una búsqueda de la objetividad casi documental y del retrato veraz de una temática específica, la del individuo inserto en la colectividad, para lo cual aplicará unos recursos estilísticos y expresivos propios tales como la puesta en escena y realización marcadas por la precariedad técnica; el rodaje en la calle y escenarios naturales; la reducción de la iluminación a la mínima expresión; la movilidad de la cámara ya que no se recoge sonido directo; el estilo fotográfico muy básico, admitiéndose hasta que se desenfoquen las imágenes; la improvisación, aunque se respetan las normas de continuidad; el recurrir a actores no profesionales o poco conocidos - en Roma, solo lo eran Anna Magnani y Aldo Fabrizi-; la poca elaborada caracterización de los personajes o el poco diseño de producción; la temática de las historias centrada en la vida cotidiana y el trabajo. 

El resultado final de todo lo dicho anteriormente es ese verismo documental, a la vez que más flexibilidad en la puesta en escena.

A su vez, dentro del Neorrealismo se dan diversas tendencias: el ala idealista que ve en el cine un testimonio de la realidad, a la que se asocia el cine de Roberto Rossellini , ya que Rossellini busca provocar la indignación al público ante lo que ocurre mientras que las obras de De Sica y Zavattini tienden a provocar sentimientos de compasión y ternura en el espectador, de ahí que se hable del humanismo de Vittorio de Sica, la versión más esteticista e intelectual de Luchino Visconti, o el cine más comprometido políticamente de Giuseppe de Santis. 

Precisamente con éste último, se llega al ocaso del neorrealismo llegó con su estilización y manierismo. Clave en esa decadencia fue Arroz amargo (Riso amaro, 1949) de Giuseppe de Santis, que convirtió en estrellas a sus protagonistas Silvana Mangano y Vittorio Gassman. Aunque el filme mantenía un afán naturalista, no escapaba a una vocación comercial que se iba afianzando en el cine italiano, cada vez más proclive a ofrecer tramas escapistas a los espectadores. En cierto modo, este magnífico largometraje llegaba a las metas del neorrealismo, pero demostrando que eran convenciones asumibles por la industria. Una industria de cine se consolida en Italia: aparecen las primeras grandes productoras, como la Ponti-De Laurentis, y surgen grandes estrellas de la talla de Sofía Loren, Gina Lollobrigida y Marcello Mastroianni

Pero la semilla se había puesto y autores que triunfaran luego cuando el movimiento ha decaído, pero formados en el mismo, darán mucho que hablar en etapas anteriores. Hablamos de Michelangelo Antonioni y el ya mencionado Federico Fellini. 



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