jueves, 30 de marzo de 2023

Casa en la sombra



On dangerous ground es  una película del año 1951 dirigida por uno de los grandes, Nicholas Ray, y que combina el melodrama con el cine negro. De hecho la película comienza como una película propia del cine negro por su protagonista por el ambiente en el que se mueve por su trato con los criminales por su violencia cine negro, puro y duro. Y, sin embargo, a partir del minuto cuarenta la película cambia radicalmente y hasta el momento donde no había una protagonista femenina definida, aparecen en pantalla una chica ciega, Ida Lupino y lo que era cine negro, policiaco clásico, se transforma en un melodrama. Esta mezcla indudablemente solo la podía manejar un gran director como Ray y contar con dos monstruos de la interpretación como Robert Ryan e ida Lupino. 

La película cuenta la historia de un solitario policía de nombre Jean Wilson con cierta fama en el cuerpo de policía de hombre duro y sin remilgos ante los delincuentes. Sin embargo desde el principio vemos que algo le pasa. Se emplea con excesiva violencia y con métodos extremos en su trato con los criminales, especialmente para sacarle información a golpes a los sospechosos y testigos.. 

Tan duro es que sus superiores le amonestan y, tras es sancionado, su jefe decide destinarlo a un pueblo al norte del estado para que se calme. En el mismo se ha cometido un asesinato. La asesinada es una joven. Es precisamente ahí cuando la película deja de ser un filme policíaco para transformarse en melodrama.

Nada más llegar se une a una partida que persigue al posible asesino de la niña. El grupo está dirigido por Walter Brent, el padre de la víctima, quien está decidido a vengarse. Jim Wilson y Brent, el padre de la chica asesinada, se lanzan como posesos en busca del asesino de la chica. 

Durante una persecución después de detectar al asesino, Wilson y Brent se separan de los demás y tras una peligrosa persecución en coche por unas carreteras heladas tienen un accidente. Sin embargo, lo rastrean hasta llegar a una casa remota.

Nada más llegar descubren a una chica, Mary Malden, una mujer ciega, que dice vivir sola en la casa. Sin embargo, ni Walter ni Wilson se lo creen. Poco después se enteran de  que ella vive con su hermano, Danny. 



De cualquier manera algo raro le ocurre a Wilson que se siente atraído por la abnegada Mary y cuando se entera de que el asesino es su hermano y que tiene una enfermedad mental, acepta su petición de protegerlo de Brent y arrestarlo pacíficamente. 

Mary sabe que Danny se esconde en el sótano así que va en su busca. Trata de hacerle entender que Wilson es un amigo que se lo llevará para que lo ayuden. En su camino de regreso a la casa, Wilson, que ha dejado a Brent durmiendo, se encuentra con ella. Mientras explica el estado mental de su hermano, Danny huye del sótano. 

Wilson sigue a Danny a una choza aislada y logra entablar una conversación con él con calma. Danny divaga sobre los detalles del asesinato mientras Wilson avanza lentamente y se prepara para capturarlo. Pero Brent irrumpe de improviso y se produce una pelea entre los dos hombres. 

El arma de Brent se dispara durante la lucha y Danny escapa. Wilson y Brent persiguen a Danny por la ladera de una montaña escarpada, Danny pierde el equilibrio y cae por un precipicio. Cuando llegan a la base de la montaña se encuentran con un Danny que ya ha muerto. Brent, viendo que es un niño, se siente responsable y lleva su cuerpo a la casa de un vecino de Mary, arrepentido después de darse cuenta de la juventud de Danny. 

Mary llega, habiendo caminado desde su casa después de escuchar el disparo, es consciente de lo ocurrido. Ella sabe que Wilson no es responsable y caminan de regreso a su casa. Wilson le dice que le gustaría quedarse con ella, pero ella insiste en que se vaya. 

Wilson conduce a la ciudad como un hombre cambiado. Al recordar sus palabras sobre la soledad (Sometimes people who are never alone are the loneliest), retorna al campo y se encuentra con Mary y se abrazan. 

La película es una de las más desconocidas de Nicholas Ray, y para algunos historiadores de su obra la consideran una de sus mejores películas. El guion fue escrito por Al Bezzerides, autor de tramas de otras películas como "Sirocco" y en esta además hace un breve cameo. Para su guion parte de la novela de 1945 Mad with Much Heart, de Gerald Butler. 

Uno de los logros de esta película rodada para la RKO y producida por John Houseman, con pocos medios fue el hábil manejo de la elipsis realizada por el director. También hay que destacar el cambio de registro del filme ya que pasa de la oscuridad absoluta de la noche en una ciudad plagada de soplones vampiresas y matones a la claridad cegadora de un paisaje rural nevado.

La película es muy realista pero un realismo muy estético. A esto se suma el reparto tan propio del cine negro de los cincuenta. Estuvo encabezado por Robert Ryan por ida Lupino y por Ward Bond. Además en la película aparece un gran número de actores secundarios que están soberbios que son muy creíbles especialmente en la primera parte de la película. 

Para John Ford los actores eran  jeta,  miradas y silencio. Este es el caso de Ryan, un actor que no necesita prácticamente nada para trasmitir  que está cansado, desde que  sale de su casa. De sus películas que he visto de Rober Ryan probablemente en esta se muestra muy convincente en su sobriedad.  Se le hecha en cara siempre su inexpresividad, pero aquí se ajusta perfectamente. Como ex boxeador da el aspecto por su presencia de un hombre duro, amenazador, lo mismo que Widmark daba la imagen de un hombre desequilibrado, con un carácter fatalista, atormentado. Todas las mujeres que se cruzan con él  en la película se rinden ante él. De cualquier manera se muestra a lo largo sobre todo de la primera parte como un personaje muy violento, muy extremo. Brutal. 

Lo turbio está muy presente a lo largo de toda la película y se traslada de los bajos fondos a los agentes de policía. Esto es muy visible por ejemplo es las chicas jóvenes que aparecen al inicio de la película tanto la que está la barra del bar como la que le da el soplo para identificar a uno de los asesinos del policía.

En la segunda parte la melodramática hay un cambio de registro enorme. El personaje de Ryan se vuelve muy reflexivo y se va escuchando así mismo. Es el proceso de redención que tanto gustaba a Hollywood. Destaca José Luis Garci en el debate de Classics que está llevado el guión en la segunda parte y como en el mismo se refleja que la ceguera de ida Lupino en el fondo es la ceguera del personaje de Ryan. Hay una evolución dramática hacia la luz. La parte positiva de de lo melodramático es que contiene muchos elementos poéticos, pero la parte negativa es que todo parece apresurado teatral y poco creíble en contraste con lo que aparece en la primera parte. 

La banda sonora pertenece al director que tantas veces trabajaría con Alfred como es Bernard Herrman. Herrmann quería utilizar un oscuro instrumento barroco, la viola de amor, para simbolizar el aislamiento y la soledad de Mary Malden. El sonido del instrumento se puede escuchar gran parte del tiempo que ella está en pantalla. Herrmann quedó tan impresionado con la interpretación de Virginia Majewski que quería que se le acreditara en la película. Nicholas Ray le dijo: "No hay suficientes tarjetas", por lo que Herrmann respondió: "Ponla en la mía". En los créditos iniciales de la película, el de Bernard Herrmann dice: "Música de Bernard Herrmann - Viola de amor interpretada por Virginia Majewski".

La película estaba completada a principios de 1950, la película permaneció bajo llave en el estudio RKO durante casi dos años porque su conservador y excéntrico propietario, Howard Hughes, estaba indeciso sobre el producto de Ray. Finalmente la hizo acortar en 10 minutos y volvió a filmar varias escenas en las que Nicholas Ray no intervino y llevó la película, que había sido manipulada de esta manera, a los cines a finales de 1951, donde pronto se convirtió en un fracaso. 

En cuento a la crítica destacamos la realizada por el crítico de cine del New York Times, Bosley Crowther, consideró que el guion era un fracaso que produjo malas actuaciones. Escribió: "la historia es un asunto superficial y desigual, según lo escrito por AI Bezzerides [el guionista] basándose en Mad With Much Heart de Gerald Butler. La causa del sadismo del policía se explica sólo superficialmente, y ciertamente su feliz redención se logra fácil y románticamente. Mientras Ward Bond ofrece una actuación de lo más mortificante interpretando al granjero, Ida Lupino es empalagosa como la niña ciega que derrite el corazón del policía. A pesar de toda la dirección sincera y astuta y la sorprendente fotografía al aire libre, este melodrama de RKO no logra alcanzar su objetivo". 

Dennis Schwartz, uno de los habituales en Rotten Tomatoes, escribió en 2005: Se trata de "Una película negra esquemática de Nicholas Ray ( They Live by Night ) que supera sus artilugios artificiales para convertirse en un conmovedor drama psicológico sobre la desesperación y la soledad, uno de los mejor de este tipo en la historia del cine negro. La feroz actuación de Robert Ryan es excelente, ya que es capaz de asegurarnos de manera convincente que tiene un verdadero despertar espiritual, mientras que el carácter amable de Lupino actúa para humanizar al luchador contra el crimen, que ha caminado sobre el "terreno peligroso" de la ciudad y nunca antes se había dado cuenta de que podría haber otro tipo de territorio hasta que conoce a alguien tan profundo y tolerante como Mary". 

Fernando F. Croce, crítico de cine de la revista Slant, en 2006 escribió en la revista que : "A caballo entre el cine negro de finales de los 40 y el drama criminal de mediados de los 50, esta es una de las grandes obras olvidadas del género. Algo flojo, el material alcanza una belleza casi trascendental en manos de Ray, un poeta de expresión angustiada: la dureza urbana de la ciudad contrasta con el austero campo nevado para obtener algunos de los efectos más desconcertantes y conmovedores de todo el cine negro. A pesar de la violencia y la intensidad constante, una película notablemente pura". 

El alemán Matthias Merkelbach , editor de la web Der Film Noir,  la identifica como una obra plena del cine negro: "'Decídete a ser policía, no un gángster con placa' (Make up your mind to be a cop, not a gangster with a badge). Los primeros 30 minutos de la película La casa en la sombra de Nicholas Ray son tan cine negro por excelencia que difícilmente se pueda evitar quedar asombrado. Calles oscuras, escaleras estrechas, sombras profundas: la ciudad sin nombre en la noche, obviamente Nueva York, suda envidia y codicia, desconfianza y miedo. 'Basura, eso es todo lo que manejamos: ¡basura!' (Garbage, that's all we handle: garbage!), le escupe Jim Wilson a su colega Pop Daly más de lo que dice mientras le impide violentamente golpear a un sospechoso." 

En el País, Miguel Ángel Palomo escribe destaca en las páginas de este diario que se trata de un "Un asombroso Ryan y una estilizada puesta en escena, un guión que es un prodigio de progresión dramática y la música de Herrmann ponen la guinda a una obra maestra imprescindible. Poco popular, es una cima del cine negro de los cincuenta"

Elisenda N. Frisach de la revista EAM Cinema considera a la película como característica del estilo de Ray: "La casa en la sombra no es una excepción en cuanto a esa voz refinadamente transgresora de Ray; es más, es posible que se trate de la película donde más nítidamente se aprecia esa amalgama genérica llevada a cabo con maestría por el autor americano, que en este caso en concreto va depurando paulatinamente el discurso del filme hasta dotarlo de una cualidad abstracta y lírica con el propósito de resaltar núcleo temático del mismo: la fuerza redentora del amor [...] El filme llega a tal grado de minimalismo y abstracción que recuerda a los paisajes de invierno de las pinturas de Pieter Brueghel El Viejo, especialmente a Cazadores en la nieve (1556), dadas las concomitancias temáticas que guarda con este cuadro". 

Por último, pero no menos importante- puede que mucho más - Fausto Fernández en Twitter dice de ella que " es un noir pegado a la mala suerte de inolvidables perdedores".

Por mi parte destacar la buena fotografía, aunque la haya visto en una mala copia, de George E. Diskant, especialmente en la primera mitad consiguiendo un muy logrado entorno que se ajusta perfectamente al concepto de cine negro. Valorar, y mucho, la banda sonora de Herrmann, Por supuesto, valorar por encima de todo esos 40 primeros minutos tremendos y la persecusión por la carretera helada que hacen casi inexplicable lo que ocurre cuando Wilson conoce a Mary. Es casi una reconversión inexplicable, poco creíble desde el momento que conoce al personaje de Ida Lupino o , incluso , la del personaje de Ward Bond cuando encuentra que el asesino es casi un niño, tal y como destacó en el coloquio de Classic, Torres Dulce. 




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