Primera película que he visto del guionista, escritor, actor y director de cine estadounidense de Connecticut , pero ascendencia judío-ruso y que yo creía que era francés, Jules Dassin. Y es cierto que vivirá en Francia, pero condicionado por ser perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas. Y también es cierto que en la década de los años treinta fue militante de izquierda, pero en 1939, tras la firma del pacto germano-soviético, hecho que le hizo abandonar su afiliación de izquierdas. Fue a partir de 1940, cuando dejó Nueva York y comenzó a trabajar en Hollywood en calidad de ayudante de dirección de Alfred Hitchcock en un par de películas una de ellas" matrimonio original" (Me & Mes Smith, 1941).
Dassin procedía del teatro experimental en su vertiente más politizada y, como otros muchos de su generación, pasó por el aprendizaje de la radio donde consiguió run gran gran resonancia con una adaptación del cuento de Gogol "El abrigo".
Un año más tarde debutó como realizador, e hizo varias películas para la Metro y sobre la época, como El agente nazi y Reunión en Francia. Más autónomo es su film inspirado en una historia de Oscar Wilde, El fantasma de Canterville.
Pero lo mejor estaba por llegar cuando se suma al género del cine negro en los que los protagonistas son gánsteres y policías una vez terminada la guerra. Esto coincide con su asociación con el productor Mark Hellinger, que marcó el punto culminante de su carrera. De esta época son sus títulos Fuerza bruta (Brute Force, 1947), La ciudad desnuda (The Naked City, 1948), que es al tiempo un documental sobre Nueva York, y Mercado de ladrones (Thieves' Highway, 1949). Son películas de gran valor visual realizadas en un tono realista, , , incisivo, incluso violento. Sí excede los límites del cine negro para alcanzar un tono épico.
En 1950, una vez sale de su país tras entrar su caso en el Comité de Actividades Antiamericanas, Dassin rodó en Londres Noche en la ciudad con el actor Richard Widmark en el papel principal; y en Francia, bajo el nombre de Jules Dassin, las películas Rififi (Du rififi chez les hommes, 1954) - premiada al mejor director en Cannes- y Nunca en domingo (1960), película que fue nominada a dos Oscar , dirección y giuión original.
Lo cierto es que ya a finales de los 50 se acerca a la cultura griega cuando rueda El que debe morir (Celui qui doit mourir, 1956), según la novela Cristo nuevamente crucificado, de Nikos Kazantzakis, y que obtuvo una mención especial en Cannes.
Su relación con este país se consolida cuando, casado con la actriz Melína Merkoúri desde 1966, realizó una parte de su obra en Grecia, instalado en el país mediterráneo desde 1960 como Nunca en Domingo (1960) , Fedra (1962), Topkapi (1964) Falleció allí en 2008.
En cuanto a la película que me ha traído hasta aquí, y que he visto en Prime, decir que es una película que se ha restaurado no hace mucho, que pasó muchas dificultades para conseguirlo - dada la falta del original - y que finalmente se restauró dado el valor de la misma. Está preservada desde el año 2007 en el Registro Nacional de Filmes (National Film Registry) de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser considerada «cultural, histórica o estéticamente significativa».
La película, filmada en blanco y negro, y con estilo semidocumental, donde los habitantes de la ciudad son igualmente protagonistas, se rodó en las calles de Nueva York, - de hecho se inicia con una imagen cenital de la ciudad - y muestra lugares emblemáticos como el puente de Williamsburg y el edificio Whitehall de Manhattan.
El productor de la película, Mark Hellinger, por medio de la Hellinger Productions, puso además del dinero y su proyecto para la Universal International Productions, la voz en off en el filme. Tenía solo 44 años cuando murió de un infarto el 21 de diciembre de 1947, que le dio justo después de realizar el montaje final de la película.
La película muestra la investigación policial que tiene lugar tras la muerte de una joven modelo y que es encargada a un policía veterano, el Teniente Dan Muldoon (Barry Fitzgerald ), se pone al cargo de la investigación y, junto a otro policía, el detective Jimmy Halloran ( Don Taylor ) , que intentan encontrar al asesino de la chica rubia que aspira a ser modelo ... y rica.
Las sospechas recaen desde el primer momento en un joven (Howard Duff) que es novio de una compañera modelo Ruth Morrison (Dorothy Hart) de la chica asesinada.
Desde este momento vemos cómo se inicia la investigación y los flecos que la misma deja tanto en la vida de los detectives- como le ocurre al joven Halloran, del que conocemos su vida junto a su mujer (Anne Sargent) e hijo , las costumbres del experto Dan Muldoon , los otroa sospechosos que se irán sumando como el Doctor Stoneman ( House Jameson) o Willie Garzah alias Willie Armónica (Ted de Corsia), así como la desgracia en la que viven los padres de la chica fallecida , los Batory , Adelaide Klein y Grover Burgess.
Según el libro Noir Style, de Alain Silver y James Ursini, la estética de La ciudad desnuda que se transformó en guión en las manos de Malvin Wald y Albert Maltz partiendo de la Historia de Marvin Wald, se inspiró en el fotógrafo neoyorquino Weegee, que publicó un libro de fotos sobre la vida de la ciudad de Nueva York bajo el título Naked City (1945). Weegee fue contratado como consultor visual en la película y se le atribuye haber ayudado a crear sus imágenes. Pero el historiador de cine William Park ha argumentado que, a pesar del trabajo de Weegee en la película y su título proviene de un trabajo anterior de Weegee, la película debe su estilo visual más al neorrealismo italiano que al trabajo fotográfico de Weegee.
La película contó con la música de un grande como Miklós Rózsa y Frank Skinner.No obstante sobre la música hubo polémica. Hellinger permitió que Dassin asignara a un antiguo colega de MGM, el arreglista George Bassman, para que compusiera la música. Hellinger encontró esto tan insatisfactorio que, la noche antes de morir, le rogó a su primera opción, Miklós Rózsa, que interviniera. Rózsa se concentró en la persecución culminante y el epílogo, mientras que Frank Skinner marcó las primeras escenas. Más tarde, Rózsa compiló una "Suite de Mark Hellinger" de música de sus tres películas de Hellinger (incluidas The Killers y Brute Force). El epílogo de Naked City, "Canción de una gran ciudad", fue el tributo de Rózsa a su obra.
Por su parte, la fotografía de William H. Daniels y el montaje de Paul Weatherwax. Ambas fueron galardonados con dos premios Óscar en 1949 en las categorías de mejor fotografía (William H. Daniels) y mejor montaje (Paul Weatherwax).
La película fue un éxito - parece ser que recaudó 2 400 000 dólares - y tuvo su crítica positiva , como la del crítico, Bosley Crowther, que aunque tenía discrepancias como el valor del guión, - un guión que estuvo nominado a los Oscar- le gustó la ubicación de la filmación y escribió: "Gracias a la filmación real de gran parte de su acción en Nueva York, (...) se inspira en buenas novelas policíacas que se ocultan hábilmente. Y gracias a una 'persecución' final de policías y ladrones a través del East Side de Manhattan y en el puente de Williamsburg, la historia con toques de misterio generalmente se aproximan a las 'Hitchcock'".
Para Terenci Moix, la película se inscribe dentro de una tradición netamente americana, pero además "aprovecha la experiencia del neorrealismo, especialmente de rosalini en Roma ciudad abierta, el filme que había conmocionado a la intelectualidad mundial. Contando con la valiosa aportación de William Daniels en la fotografía, Dassin imprimió a surrealización el vigor de un documental sobre la vida de Nueva York, y este intento de conseguir un cine eminentemente urbano, desnudando la anécdota de sus implicaciones más superfluas sentó las bases de la nueva escuela crítica".
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