jueves, 23 de marzo de 2023

Los leales 47 ronin.



De Kobayasi a Mizoguchi. Así me hallo en este momento. En este caso un ejemplo perfecto de del cine hecho por los grandes maestros japoneses rodado poco antes del estallido de la segunda guerra mundial al menos para ellos. Fue estrenada la primera parte días después de Pearl Harbour.  

Decía Terenci Moix  en el tercer volumen de la gran historia del cine que " Mizoguchi era un genio del cine. Su  vocación pictórica derivó en el arrebatador preciosísimo con el que inunda la pantalla tanto en la composición aislada de el encuadre como en la progresión de sus características planos secuencia. Un complementario interés por el teatro se refleja en la no compartimentación de la actuación mediante efectos de montaje sino en privilegiar su desarrollo mientras las largas tomas envuelven al personaje espacial y temporalmente.



Mizoguchi comenzó a dirigir en los años veinte y a mediados de los años treinta era considerado como un gran director especializado en una profunda y repetida insistencia en personajes femeninos debido a caso a sus complejas relaciones con las mujeres. Su hermana fue vendida como geisha y el mismo frecuentó los prostíbulos. Para 1941 ya había dirigido películas con mucho renombre, algunas inspiradas en autores europeos como Guy de Maupassant como Oyuki, la virgen, pero también películas melodramáticas como la Elegía de Naniwa (1936) , Las hermanas de Gion del mismo año o El valle del amor y la tristeza de mil novecientos treinta y siete. También la Historia del último Crisantemo (1939). Mizoguchi, uno de los más grandes cineastas de siempre, en esta historia habla sobre el sacrificio incondicional por amor. Tiene algunos planos secuencia en exteriores que seguro inspiraron a los más célebres de Orson Welles.

La guerra disminuye su producción pero es en ese momento cuando rueda su larga versión de la tradicional historia de los cuarenta y siete samuráis.

La película que me ha traído hasta aquí son los leales cuarenta y siete (47) Ronin, un clásico. 

Un ronin es un samurái sin señor. La leyenda de los cuarenta y siete ronin es un evento histórico semilegendario y está considerado como una leyenda nacional. Es la leyenda más famosa que muestra el código de honor samurai del bushido y el papel de la dignidad y el honor. 

La película se desarrolla en el Japón del siglo XVIII, entre el año 1701 y 1703. En mil setecientos uno un daimio o señor feudal se vio obligado a cometer el sepulco o ritual de suicido de suicidio por haber agredido a un alto funcionario del gobierno llamado Kira Yoshihisa en el castillo de Edo la gran mansión del Shogun Tokugawa Tsunayoshi. Los vasallos, una vez muerto su señor, idearon un plan para vengarlo y matar a Kira. 

Pero Kira sospechando un plan para acabar con su vida contrató guardias así para que este bajara la guardia tuvieron que esperar un año y medio cuando llegó el día y la hora. Acordaron todos los vasallos del clan que irían , pero sólo acudieron cuarenta y siete. Asaltaron la casa de Kira lo mataron y llevaron su cabeza al templo sengakú, donde estaba enterrado su señor y después de presentarla delante de la tumba y rezar se entregaron a las autoridades que lo con sentenciaron a cometer sepukku. 

Esta historia se extendió por todos los rincones del país y en todas partes se admiraron lo que ellos representaban la lealtad, el sacrificio y la perseverancia de los vasallos leales en un tiempo en el que las guerras y los hechos violentos en general eran ya algo del pasado. 

El señor Asano Nagamori se opone a un intento de soborno por un miembro del shogunato su honradez es inútil contra la corrupción de la administración y esforzado a cometer el harakiri. Oishi, un hombre del clan de los Asano sospecha del señor Kira como responsable. 

Dos años después oishi reúne a cuarenta y siete samuráis para vengar el deshonor de su maestro y aniquilar a Kira y a los suyos. 

Se trata de una película enorme en todos los sentidos la duración de la misma te lleva a las tres horas cuarenta y dos minutos. 



Está dividida en dos partes. Sorprende que sea una película del año mil novecientos cuarenta y uno estrenada antes del inicio de la segunda guerra mundial. 

Kenji Mizoguchi es uno de los grandes directores del cine japonés. Desde el primer momento la película nos muestra una historia que se remite al honor a la dignidad a códigos de lealtad pero también a criticar la falta de honestidad por parte de algunos representantes de la administración. 

El film tiene una duración de 241 minutos, está producida por Shôchiku Eiga. El guion está escrito por Kenichiro Hara y Giken Ida que toman como contenido para la película la obra de Seika Mayama. Mizoguchi contó con la fotografía por Kôhei Sugiyama. 

Es considerada una de las obras más importantes del cine japonés durante el siglo XX y ha ejercido amplia influencia tanto en la cultura cinematográfica de Japón como en Occidente. Mizoguchi dirigió la película en 1941 y se suele interpretar que la historia buscaba inspirar y alentar la moral del ciudadano japonés durante la Segunda Guerra Mundial. La motivación para el director Kenji fue inculcar valores de la leyenda a los japoneses y no incluye imágenes bélicas. 

Mizoguchi además del honor, el sacrificio y la lealtad introduce otras subtramas como las tensiones políticas, dramas personales, odios, amores y su sacrificio, cultura y música . Desde el punto de vista técnico la película es perfecta. 

El director introduce, además de la profundidad de campo en las acciones de interior que son la inmensa mayoría, un movimiento de cámara excepcional con largas tomas como la inicial, ciudada puesta en escena, estudiados planos secuencias, y nos añaden aspectos formales narrativos como carteles que ayudan a la narración o incluso sonoros que se introducen para dar más énfasis como en el momento de mostrar la cabeza ante la tumba del señor Asano en que se escuchan los sollozos. 



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