domingo, 26 de marzo de 2023

Zapatillas rojas



En una entrada anterior, me imagino que fue en Narciso negro, una película del año 1946, ya comenté el descubrimiento que supuso para mí descubrir la obra del tándem formado por Michael Powell y Emeric Pressburger. Uno y otro son dos de los mejores representantes del cine británico de los años cuarenta y cincuenta y directores de las películas que mejor retratan las dificultades del mundo de posguerra. Son capaces de sacar como algo normal el drama en algo romántico. Pressburger era un húngaro que había trabajado como guionista en Alemania y Francia antes de recalar en Gran Bretaña, allá por el año 1936. Allí fue ayudado por los Korda, familia igualmente de origen húngaro,  quien lo puso a trabajar en el guión de una película que llevaba por título, "El espía negro" de Michael Powell. Éste era un antiguo asistente de Rex Ingram y de Alfred Hitchcock que había dirigido a principios de los años treinta numerosos cortos para compañías independientes, antes de lograr hacer una película. En  el año 1937 . " The Edge of The World", rodada en la isla escocesa de Foula y con cierta semejanza a la de los hombres de Arán de Flagerty. 

Korda quedó tan gratamente impresionado por el trabajo que contrató a Powell para una película que llevaría por título "Burnes Silver"  que al final no se hizo y para "El espía negro" una película de intriga y de espías con Conrad Veidt, que transcurría en el escenario de las islas Orkney y  las Orcadas. Hubo una secuela de la misma titulada "Contrabando" en 1940.

Es esto Powell siguió trabajando sin pressburger en el león tiene alas y colaboró con Ludwig Berger y Tim  Whelam en la mítica  "El ladrón de Bagdad" de Korda.  

Poco después, comienza a trabajar el auténtico equipo, Powell Pressburger, que abarca desde el año 1941 hasta el año 1956 e incluye la formación de su propia compañía llamada The Archers en 1942. Ambos realizan alguna película para el gobierno de Canadá y relacionada con el cine de propaganda. 



Una vez acabada la guerra Arthur Rank es el todopoderoso señor del cine británico y busca películas británicas para competir con el cine estadounidense. Lo cierto es que, tras la guerra, el colosal imperio cinematográfico del multimillonario Arthur Rank, consolidado definitivamente, continuó su producción de costosas películas de prestigio, entre las que destacaron Cadenas rotas (Great Expectations, 1946) y Oliver Twist (1947), ambas a partir de textos de Charles Dickens, dirigidas por David Lean, y sobre todo, las adaptaciones cinematográficas de obras de Shakespeare, Hamlet (1948) y Ricardo III (Richard III, 1955), realizadas por Laurence Olivier. 

El cine inglés afronta con optimismo su posguerra y en 1946 eleva al cuarenta por ciento (40%) su proteccionista cuota de pantalla que sube al 45 en 1948. 

Como ya he dicho el cine británico del momento apuesta por cine de prestigio con las adaptaciones literarias de Charles dickens que llevará a cabo David Lean como "Cadenas Rotas" (1946). Es en este intento de buscar un cine de prestigio cuando aparece la obra de Powell y Pressburger.

Durante la guerra la colaboración entre ambos continúa con películas  de propaganda, pero una vez acabado el conflicto y la inevitable propaganda, se convirtió en una no menos inevitable reflexión.

En 1945 realizan "A vida o a muerte' (A Matter of Life and Death) estrenada al año siguiente. La película viene a representar la tendencia del cine británico entre los años cuarenta y cincuenta que intentaban reflejar las dificultades de la guerra y la posguerra. Con ella el cine se convierte en un drama pero también en algo romántico. A vida o muerte nos lleva a un punto de dramatismo en la historia pero lleno de diálogos románticos. Usa vivos colores y una iluminación que oculta las lágrimas del protagonista de la historia, David Niven, que sabe que va a morir mientras habla con la operadora de radio norteamericana. 

Dice Mark Cousins que las películas de Pressburger y Powell son muy diferentes a las americanas muy inglesas alejadas de los documentales. El piloto no va a morir al estrellarse pero queda herido en la playa con daños cerebrales. No ha muerto, pero ha quedado herido y se imagina que está en el cielo. Es en este momento en que la película cambia al blanco y negro para mostrar el mundo imaginario. La vida o a muerte como su título nos revela es el argumento de la película lo más importante en tiempos de guerra. Powell y Pressburger demostraron que no había que elegir entre ser honestos mostrando la dureza de la guerra o buscar el elevado estilo romántico. Ningún director combinaba mejor que esta pareja la honestidad y el romanticismo. La guerra sacaba lo mejor de cada uno.

Y en mil novecientos cuarenta y seis la ya vista, que no comentada, Narciso negro. 

En esa película descubrimos el buen manejo que tienen ambos directores del trabajo de las actrices, el acertado guión de Pressburger, pero también de la excepcional fotografía de Jack Cardiff y del imaginativo uso del Technicolor que acentuaba los tonos de una obra que parecían estar entre el romanticismo y él expresionismo. 



Poco después volvemos a encontrar a este grupo en "Las zapatillas rojas" (The Red Shoes), película que se estrenó en 1948. Se trata del film más famoso según Terenci Moix de todos los rodados y referencia obligada de los espectadores de posguerra. 

Para Moix en su Historia del Cine, destaca que "si bien el conflicto argumental resulta poco convincente - la bailarina obligada a elegir entre su vocación y el amor- a la película no le faltan una serie de triviales de referencias a la divinidad del arte y la condición mesiánica del artista destaca la originalidad de la película así como los aspectos cromáticos más apreciables que se centran en el vale titular de catorce minutos de duración". 

Basado en un cuento de Hans Christian Andersen se vierte en conceptos sobre las tentaciones del mal personificados en las zapatillas y que ya habían sido mostrados en Narciso negro.



La historia se centra en una compañía de Berlín que dirigida por Boris Lerdmotov una compañía que goza de el prestigio mundial pierde a su primera bailarina la buroskaia que se retiran por contraer matrimonio esta es la gran oportunidad que esperaba una joven componente del ballet. 

La participación de primera figura de la danza como Leónide Massine, Robert Healpman y Ludmilla Tcherina así como una escenografía de pretendido buen gusto, que bebía de las tardías fuentes del surrealismo fueron factores que sirvieron para impresionar a gran parte de la crítica y dieron excelente resultados de taquilla hasta el punto que las zapatillas roja se convirtió en el filme inglés que más éxito obtuvo en los Estados Unidos, permaneciendo casi dos años en una arthouse de Nueva York.

El film producido por The Archers, productora creada por ambos directores en mil novecientos cuarenta y dos, y que cuenta con la participación de Marius Goring, Jean Short, Gordon Littman, Julia Lang, Antón Walbrook, contribuyó a la fama cinematográfica de la bailarina Moira Shearer a quien se vio posteriormente junto a James Mason en el episodio el amante celoso de "Los tres amores" (1953) y en la agradable comedia de Terence Rattingam "Las pelirrojas". Esta es la opinión de Terenci Moix, que no coincide con lo que afirma Román Gubern en su Historia del cine al afirmar que Rank confesó que había perdido " dos millones de libras esterlinas con sus film de prestigio destinados al mercado americano". La razón estaría en el elevado coste que suponía estas películas y en concreto lo carísimo que salía los suntuosos ballets filmados por el tándem de directores tanto en las zapatillas rojas como en los cuentos de Hoffmann. 



Moira fue también la muñeca Copelia en la versión cinematográfica de Los cuentos de Hoffman, otra operación de prestigio del tándem Powell y Pressburger, adornada con todas las virtudes y defectos de un género de por sí híbrido y proclive al kitsch. Esta opinión está alejada de lo que pensamos muchos, parece ser que es una de las preferidas de Martin Scorsese, a pesar de que mucho de lo dicho , por no decir todo, existe en esta película. 

Desde mi punto de vista es una película llena de simbolismo, pintura, sensible. Como he leído por twitter es una obra de arte y un ejemplo de orfebrería cinematográfica.  



En cualquier caso la reconocida capacidad de la pareja para la invención plástica triunfó por momentos. La película contiene momentos gloriosos destacando entre ellos el famoso vale que empieza a la hora y y que se desarrolla durante más de quince minutos. 



El mismo juega con diversas técnicas narrativas como las apariciones en escenarios fantasmagóricos como todo un catálogo de recursos cinematográficos, especialmente en la posición de la cámara, que la encontramos en ángulos inauditos y planos que son catálogos y una lección de manual. Además tienen un uso magistral del Technicolor y una joya de la coreografía. 



La profundidad de campo, en ocasiones, se consigue con ventanas aunque muchas veces apreciamos que el fondo es un decorado muy al gusto de estos directores. 

Al inicio de la película no recuerdan que la misma no tiene que ver con ningún personaje de la vida real presente o pasada y la misma desde el primer momento juega con el tiempo comienza con una vela encendida y acaba con una vela consumida. 

 Curiosamente Powell en 1958 rodó en España un título titulado "Luna de miel" en el que hay un ballet, el de los amantes de Teruel con claros rasgos surrealistas. La colaboración entre Powell y Pressburger siguió en el tiempo hasta que en 1957 la asociación se disolvió.  Ese mismo año ya encontramos a Dick Powell rodando Duelo en el Atlántico

En 1969 Powell, ya no asociado a Pressburger, cambia de registro y  realiza una obra impactante "El fotógrafo del pánico", la historia de un asesino de mujeres y su relación con la cámara fotográfica una película que ya hemos comentado o eso creo por aquí. De todos maneras muy alejada de este monumento a la danza sentida como vida y como drama griego. Terpsicore , la musa que se deleita en la danza, estará siempre encantada con estas Zapatillas rojas. 

La reacción norteamericana a las zapatillas rojas fue nada más y nada menos que un americano en París la película de Vincent minelli, en las obras maestras del cine musical.



No hay comentarios:

Publicar un comentario