Producida por Saïd Ben Saïd, Michel Merkt y Jêrôme Seydoux, encabezando las productoras de SBS Productions, Pathé, France 2 Cinema, France 3 Cinéma, Topkapi Films, Belga Productions, dirigida por Paul Verhoeven, el director holandés que nunca deja indiferente a nadie y que tiene el buen gusto de contarnos historias donde el sexo es también importante. En el año 2021 se lanzó a rodar la película Benedetta. Como siempre la película no pudo pasar desapercibida porque en una historia de monjas la combinación entre sexo, erotismo - casi pornografía- ,autoridad eclesiástica y ansia por el poder en una historia basada en hechos reales evidentemente no puede, ni debe, dejar indiferente a nadie.
La historia se desarrolla en la ciudad de Pescia una localidad toscana, donde en un convento de teatinas ingresa una joven niña que al crecer va a tener, o al menos dice ella, contactó directo con Dios. Podríamos pensar que su fin tenía que ser en la hoguera pero no fue así tal y como dice el relato al final de la película: la hermana Benedetta Carlini no fue martirizada. Vivió hasta los setenta años enclaustrada en el convento de las teatinas de Pescia. Podía asistir a misa y en ocasiones comer con sus hermanas pero sentada en el suelo, y por supuesto de había dejado de ser la autoridad del convento la madre superiora. Eso sí, como ella señalaba tras sus encuentros con Jesús, la ciudad de Pescia se libró de la peste negra.
La película es morbosa, subversiva, sensual, provocadora, crítica, erótica y satírica, todo eso y mucho más, se va a dar en esta película sobre esta monja del siglo XVII sus éxtasis sexuales que removieron los cimientos de la Iglesia católica de la época.
Con su peculiar estilo transgresor el director holandés utiliza esta historia real para hablar del poder de las mujeres, de la doble moral y de la represión sexual con la ferocidad y la ácida sátira del realizador neerlandés.
Presentada en el Festival de Cannes de 2021 - con gran éxito, de hecho nfue Palma de Oro- la cinta está basada en el libro de no ficción escrito en 1985 por Judith Brown titulado "Immodest Acts: The Life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy" Afectos vergonzosos: la vida de una monja lesbiana en la Italia del Renacimiento" y adapta unos manuscritos sobre la religiosa italiana benedetta carlini encontrados por casualidad en la biblioteca de Roma.
El reparto lo encabeza la bella Virginie Efira, Charlotte Rampling, Daphné Patakis, Lambert Wilson, Olivier Rabourdin. Su producción incluyó a la mayoría de los miembros clave del equipo de la película anterior de Verhoeven, Elle (que también coprotagonizó Efira), como el productor Saïd Ben Saïd, el escritor David Birke, la compositora Anne Dudley y el editor Job ter Burg.
La historia se desarrolla en Pescia, una pequeña localidad de la provincia de Pistoia en la Toscana durante el siglo XVII. Allí vemos como unos padres dejan a una niña, la joven Benedetta Carlini, en un convento teatino dirigido por la abadesa Felicita ( Charlotte Rampling) para convertirse en monja. Desde el principio vemos que la chica tiene fijación con las imágenes y milagrosamente una estatua de la Virge cae sobre ella y no le daña.
Dieciocho años después, mientras interpretaba a la Virgen María en una obra de teatro, Benedetta tiene una visión de Jesús llamándola. Un día, una joven campesina llamada Bartolomea busca refugio en el convento de su padre abusivo. A Benedetta se le asigna la tarea de supervisar la integración de Bartolomea (Daphné Patakia ) en la vida del convento.
Esa noche, Bartolomea, que ha recibido abusos y palizas sistemáticos por parte de su padre - un pastor- cuando éste enviudó, besa a Benedetta.
Benedetta comienza a tener visiones recurrentes de Jesús. Después de una visión particularmente tensa, en la que un hombre al que confunde con Jesús la salva de una violación en grupo, Benedetta cae enfermedad. La abadesa Felicita encarga a Bartolomea que la cuide.
Benedetta tiene otra visión de Cristo, pidiéndole que se desnude y le toque las manos. A la mañana siguiente, se despierta con estigmas en las palmas y los pies. Se produce una investigación interna. La abadesa Felicita se muestra escéptica porque los estigmas de Benedetta se manifestaron mientras dormía, no durante la oración, y su frente carece de las marcas de una corona de espinas. Fuera de los aposentos de Felicita, Benedetta se desploma. Luego comienza a hablar con una voz masculina enojada, castigando a quienes dudan de ella, mientras aparecen heridas sangrantes en su frente.
La hermana Christina (Louise Chevillotte ), la hija de Felicita, sospecha que las heridas de Benedetta son autoinfligidas, después de ver un fragmento de cerámica o cristal. Tras una disputa entre Felicita y los líderes de la iglesia local sobre la forma en que se debe manejar el interés popular en las visiones de Benedetta, Benedetta es elevada al puesto de abadesa en lugar de Felicita.
Benedetta y Bartolomea se mudan al antiguo alojamiento de Felicita y comienzan una relación sexual, luego usando un consolador tallado por Bartolomea en la estatuilla de madera de la Virgen María de Benedetta.
En confesión, Christina le miente al sacerdote al decirle que ella fue testigo de cómo Benedetta se infligía heridas en la frente. Al día siguiente, el sacerdote obliga a Christina a decir públicamente sus acusaciones.
Cuando el sacerdote la interroga, Felicita refuta las afirmaciones de Christina porque Christina le había admitido previamente que en realidad no vio las heridas autoinfligidas. Benedetta, aparentemente poseída por el espíritu de Jesús, ordena a Cristina que se flagele.
Más tarde, Felicita observa a Benedetta y Bartolomea teniendo relaciones sexuales a través de una mirilla en sus habitaciones. Humillada, Christina ésta salta al vacío desde el tejado del convento justo en el momento en que un cometa cruza el cielo, lo que es tomado como una manifestación divina.
Casi de inmediato , la peste comienza a asolar el campo, Benedetta tiene la visión de que Pescia se salvará y ordena cerrar la abadía para evitar infecciones.
Antes de cerrar el convento y horrorizada por el fallecimiento de Christina y por la negligente actuación de su antigua pupila, Felicita viaja en secreto a Florencia para denunciar las indiscreciones sexuales de Benedetta al nuncio papal local.
Mientras tanto, Benedetta muere repentinamente por causas desconocidas. Poco después de que Felicita regresa a la abadía con el nuncio (Lambert Wilson), que mientras le va poniendo los óleos sobre los párpados, Benedetta revive, diciendo que estaba en el cielo y había visto el destino de todos los presentes.
El nuncio, como representante del Papa, abre un tribunal de investigación sobre la conducta de Benedetta. Bartolomea inicialmente niega cualquier relación sexual con Benedetta, pero después de ser torturada por los hombres del nuncio confiesa la verdad, llevando al nuncio al consolador de madera escondido en una Biblia. Hace arrestar a Benedetta. Hablando nuevamente con voz masculina, arremete contra quienes la persiguen, anunciando que el nuncio pronto enfermará.
El nuncio descubre que Felicita tiene la peste y ordena ocultar su estado. Bartolomea es expulsada de la abadía casi sin ropa.
En la plaza del pueblo, antes de ser ejecutada, Benedetta revela nuevos estigmas y, hablando con voz masculina, anuncia que el Ángel de la Muerte se acerca. Felicita, al revelar su enfermedad, culpa al nuncio de llevar la peste a Pescia. Se produce el caos cuando la gente del pueblo impide que los hombres del nuncio quemen a Benedetta en la hoguera. Bartolomea desata a Benedetta y descubre un tiesto ensangrentado a sus pies. El nuncio es asesinado por una turba enfurecida.
Benedetta y Bartolomea huyen de la ciudad y Felicita se autoinmola en el fuego encendido para la ejecución de Benedetta. En un establo abandonado a las afueras de la ciudad, después de pasar la noche con Bartolomea, Benedetta insiste en que debe regresar al convento. Bartolomea le ruega que se quede y trata de que admita que fingió sus estigmas, pero Benedetta se niega y regresa a Pescia.
Una tarjeta de título revela que Benedetta vivió en la abadía hasta su muerte a la edad de 70 años, y que la peste no afectó a Pescia.
Tras el éxito de crítica y comercial de su anterior película Elle (2016), el director Paul Verhoeven desarrolló varios proyectos entre ellos uno sobre Jesús basado en su propio libro Jesús de Nazaret, otro sobre la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial y una historia medieval ambientada en un monasterio escrito por Jean-Claude Carrière.
En abril de 2017, el productor Saïd Ben Saïd reveló que el tercero había sido el elegido como próximo proyecto de Verhoeven. La película, entonces titulada Blessed Virgin, marcó la segunda colaboración del productor y del director después de Elle.
En el apartado de guionistas, Gerard Soeteman, que trabajó con Verhoeven en ocho películas anteriores, incluidas Turkish Delight (1973), The Fourth Man (1983) y Black Book (2006), reemplazó a Carrière para adaptar el libro de no ficción de 1985 Immodest Acts: The Life of a Lesbian.Soeteman finalmente se distanció del proyecto y le quitaron su nombre de los créditos porque sentía que gran parte de la historia se centraba en la sexualidad. Saïd Ben Saïd anunció que Verhoeven había coescrito el borrador final con David Birke, quien anteriormente escribió Elle. Brown afirmó que "Paul Verhoeven y David Birke han escrito un guión imaginativo y fascinante que explora la intersección de la religión, la sexualidad y la ambición humana en una era de plaga y fe". Verhoeven explicó en una entrevista que gran parte del final era ficticio: agregó la revuelta de los ciudadanos y el intento de quemar a Benedetta en la hoguera fue tomado de la historia de Juana de Arco, cuyo suplicio se menciona en la película por parte del Nuncio..
Para componer la música se contrató a Anne Dudley, mientras que el responsable de la fotografía de Jeanne Lapoirie.
La actriz belga Virginie Efira, que interpretó un papel secundario como católica devota en Elle, fue elegida para el papel principal de Benedetta Carlini. marzo de 2018. El 3 de abril de 2018, Lambert Wilson le dijo al periódico francés Le Journal du Dimanche que tenía un papel en la película. El 1 de mayo de 2018, Deadline Hollywood reveló que Charlotte Rampling inició negociaciones para desempeñar un papel secundario clave. El 4 de mayo de 2018, se anunció que la película pasaría a titularse Benedetta. Aunque Verhoeven esperaba convencer a Isabelle Huppert para que desempeñara un papel secundario en la película, el productor Saïd Ben Saïd declaró el 31 de mayo de 2018 que la actriz no se uniría al proyecto. Ben Saïd también confirmó que Louise Chevillotte, Olivier Rabourdin, Clotilde Courau y Hervé Pierre habían sido elegidos para la película.
El rodaje comenzó en julio de 2018 en la localidad italiana de Montepulciano. Otros lugares incluyeron Val d'Orcia y Bevagna, también en Italia, así como la Abadía de Silvacane y la Abadía de Le Thoronet, en Francia. La producción fue seguida por una fuerte campaña de secreto y nadie, a menos que trabajara en la película, podía entrar al set.
El productor Saïd Ben Saïd admitió que la historia estaba "sujeta a polémica" y temió reacciones de las asociaciones católicas fundamentalistas. Un ejemplo concreto era la presencia de un consolador. En entrevistas el director afirmó que se requería que el consolador fuera "históricamente exacto", porque para ser quemado en la hoguera se requería el uso de un "instrumento".
Tras su estreno- con éxito incluido en Cannes- la película inició su recorrido por pantallas y por los premios. En los franceses Premios César fue Nominada a Mejor actriz (Virginie Efira). En la National Board of Review (NBR) se incluyó como una de las Mejores películas extranjeras del año.
En cuanto a la crítica en general fue positiva, aunque en ocasiones con matices. Justin Chang en las páginas de Los Angeles Times dijo de ella que er4a "Sexi, satírica y espiritual (...) Hace falta una destreza especial para que una película lleve su inteligencia y su irreverencia con tanta ligereza. Incluso se podría llamar gracia"
Jordan Mintzer del The Hollywood Reporter comentó que era "Una película sobre una mujer que se abre camino en el poder en un mundo dominado por hombres (...) Su belleza reside en que nunca ofrece una respuesta directa a nuestras preguntas, convirtiéndola, sobre todo, en un asunto de fe".
Peter Debruge en Variety no es tan partidario de ella y nos dice que "Es una película erótica, punto. Y aunque es más inteligente, en algunos aspectos, que otras explotation de monjas como 'Put Your Devil Into My Hell' o 'The Killer Nun', en otras, es mucho más tonta"
En España la prensa especializada se ha movido entre el aplauso y un reconocimiento tibio. Entre los primeros se encuentran, entre otros, Nando Salvá de El Periódico al decir que "Recrea con una deliciosa mezcla de rabia y humor sardónico las miserias de un clero corrupto (...) qué loca y qué macarra es ‘Benedetta’, qué maliciosamente divertida"
En La Razón Sergi Sánchez escribió que la película era "Irresistible (...) Articula un atrevido discurso sobre la espiritualidad (...) Es difícil imaginar una película más a contracorriente, sucia y terrenal que «Benedetta»"
Javier Zurro en El Español reconoce que "Verhoeven demuestra, a sus 82 años, que el cine todavía puede provocar, ser irreverente y descarado (...) Es un disfrute lúbrico y lúdico. (...) Dividirá, escandalizará y se hablará de ella".
Luis Martínez en El Mundo escribe que es "Chirriante, 'kitsch' y genial fábula sobre la mentira y el poder (...) es hortera y es sencillamente irresistible." Y en Javier Ocaña en El País considera que sí que "Hay depravación, sacrilegio y provocación. Pero también deseo, pasión y amor, siempre sobre la base del éxtasis del cuerpo. Y Verhoeven (...) lo representa alejándose del realismo en actitudes y hasta en físicos."
Esta opinión contrasta con la del primer espada de la crítica en ese diario, Carlos Boyero, al decir que es "Irregular (...) Verhoeven juega fuerte en esta apuesta con una temática muy retorcida (...) Sigo Benedetta durante parte del metraje con cierto interés, pero termino cansándome de tanto grito y de su desmadre argumental"
También se desmarca en las páginas del ABC, Oti Rodríguez Marchante que dejó por escrito que "Es el carácter visionario del personaje, su fe y fuerza interior, lo que sutilmente se resalta en la película, aunque hay diversos momentos chorras donde se trivializa y se pretende diluir con algún chascarrillo erótico o pseudorreligioso"
Yo reconozco que tenía interés en vez esta película que habla del amor divino, pero sobre todo que desarrolla el amor mundano. Tiene mucho de erotismo, hecho con buen gusto como ya conocemos a Verhoeven, un maestro. Por otro lado, es una película atrevida, bien hecha, ajena a estándares tradicionales, pues no deja de ser una historia deb amor y de poder que en muchas ocasiones están enlazados, ¿o no es así?
No hay comentarios:
Publicar un comentario