viernes, 6 de octubre de 2023

A vida o a muerte



A Matter of Life and Death o como he leído Highway to Heaven es la mítica película de Michael Powell y Emeric Pressburger - aquí directores, productores y guionistas- que  el historiador de cine británico Mark Cousins considera como determinante para explicar por dónde evoluciona el cine británico de posguerra. 



Es una película del año 1946 producida con The Archers. Cuanta con la participación de David Niven y Kim Hunter, Robert Corte, Katheleen Byron - el ángel de la recepción- , un jovencísimo Richard Attenborough como joven piloto derivado, Roger Livesey como el Doctor Frak Reeves , Raymond Massey.

La película comienza con una imagen del Universo y como nosotros en el mismo somos nada, y que una historia humana es menos que nada, sin embargo nos cuenta la historia de un aviador británico Peter Carter (David Niven) que está a punto de de morir en un avión incendiado. El 2 de mayo de 1945, el líder de escuadrón Peter Carter, un piloto de la RAF, está volando un bombardero Lancaster muy dañado y en llamas sobre el Canal de la Mancha, después de una misión sobre Alemania.



Antes de morir contacta con la central y habla con la operadora norteamericana June (Kim Hunter). Carter espera morir, después de ordenar a su tripulación que se retire, sin revelarles que su propio paracaídas ha sido destruido. El único operador de radio que lo recibe es June, en una base de la USAAF en la costa de Inglaterra. 

Tras una breve conversación en la que le confiesa sus pensamientos más íntimos, casi de despedida, en la que él le pide que se ponga en contacto con su madre y con sus hermanas para decirle que las quiere en un segundo comienzan a enamorarse. 



Después de esto el aviador se despide y se lanza al vacío sin paracaídas a más de mil pies de altura. Peter debería haber muerto en ese momento, pero el conductor 71 (Marius Goring), el guía enviado para escoltarlo al Otro Mundo, lo extraña en la espesa niebla sobre el Canal de la Mancha.



La caída supone su muerte segura pero cuando vemos la playa se recupera aunque debería estar muerto. Pero tras ver sobrevolar un avión , un "mosquito" De Havilland vuela bajo, descubre, desconcertado, que todavía está vivo. Peter se encuentra con June regresando en bicicleta a su habitación después de su turno de noche y se enamoran. 



Tras eso nos enteramos que en el cielo lo están esperando. Un enviado del cielo, el conductor 71, un aristócrata francés guillotinado en la Revolución, parando el tiempo mientras se encuentra junto a June, le explica que debería estar muerto, pero él renuncia a ingresar en el cielo por haberse enamorado en el último momento de la radiotelegrafista americana, consiguiendo que su caso sea llevado al juicio apelando su muerte ante un tribunal celestial y finalmente consiguiendo unos días, tres, de prórroga para su incorporación. Mientras el conductor 71 consulta a sus superiores, Peter sigue viviendo. 



El conductor 71 le informa en otro momento que debe elegir un abogado defensor entre todas las personas que han muerto alguna vez, pero tiene dificultades para elegir uno. Mientras June recurre al Dr. Reeves para que ayude al piloto. 



Las visiones de Peter son diagnosticadas por el doctor Reeves, como un síntoma de una lesión cerebral (aracnoiditis adhesiva crónica por una conmoción cerebral leve dos años antes) y está programado para una cirugía.

Reeves muere en un accidente de motocicleta mientras intenta encontrar la ambulancia que llevará a Peter al hospital. La muerte de Reeves le permite actuar como abogado de Peter. Durante el juicio, y simultáneamente a esta situación sobrenatural, un equipo de médicos lucha en el quirófano para curar a Peter una lesión en el cerebro. 

Durante el juicio Reeves sostiene que, sin ser culpa suya, a su cliente se le dio tiempo adicional en la Tierra y que, durante ese tiempo, se enamoró y ahora tiene un compromiso terrenal que debería tener prioridad sobre el reclamo de la otra vida sobre él. 

El asunto llega a un punto crítico, en paralelo con la cirugía cerebral de Peter, ante una corte celestial; la cámara se aleja de un anfiteatro para revelar que es tan grande como una galaxia espiral. 

El fiscal es el estadounidense Abraham Farlan, que odia a los británicos por convertirlo en la primera víctima de la Guerra Revolucionaria Estadounidense. Reeves cuestiona la composición del jurado, que está formado por representantes que tienen prejuicios contra los británicos. Para ser justos, el jurado es reemplazado por una mezcla multicultural de estadounidenses modernos cuyos orígenes son tan variados como los de aquellos a quienes reemplazan.

Reeves y Farlan hacen comparaciones con la nacionalidad del otro para respaldar sus posiciones. Al final, Reeves hace que June suba al estrado (el  enviado o conductor 71 la hace quedarse dormida en el mundo real para que pueda testificar) y le demuestra que ama genuinamente a Peter diciéndole que la única forma de salvar su vida es ocupar su lugar. 

Después de lo cual sube la escalera al Otro Mundo sin dudarlo y se deja llevar, dejando atrás a Peter. La escalera se detiene abruptamente y June regresa corriendo a los brazos abiertos de Peter. Como explica triunfalmente Reeves, "... nada es más fuerte que la ley en el universo, pero en la Tierra, nada es más fuerte que el amor". 



 El jurado falla a favor de Peter. El juez muestra a Reeves y Farlan la nueva esperanza de vida otorgada al acusado; Reeves lo llama "muy generoso", y Farlan se queja en broma y luego acepta.

Luego, los dos se involucran en bromas de apoyo entre sí y contra el severo registrador jefe, quien protesta contra la violación de la ley. En el quirófano, el cirujano declara que la operación fue un éxito. 



Se filmó en D&P Studios y Denham Studios en Denham, Buckinghamshire, Inglaterra, y en locaciones de Devon y Surrey. La escena de la playa se rodó en Saunton Sands en Devon, y el pueblo que se ve en la cámara oscura era Shere en Surrey. La escena en la que Carter se lava en la playa, la primera escena filmada, donde el director de fotografía Jack Cardiff empañó la lente de la cámara con su aliento para crear la apariencia que quería. 

La película tuvo un extenso período de preproducción debido a la complejidad de la producción. Por ejemplo, la enorme escalera mecánica que une este mundo con el otro, llamada "Operación Ethel" por la firma de ingenieros que la construyó bajo los auspicios del Ayuntamiento de Londres. La producción se llevó a cabo del 2 de septiembre al 2 de diciembre de 1945. Tardó tres meses en fabricarse y costó una millonada. El ruido de la maquinaria impidió grabar la banda sonora en vivo; todas las escenas con la escalera mecánica fueron dobladas en posproducción. 



La decisión de filmar las escenas del Otro Mundo en blanco y negro, ese 'Cielo' surrealista y en blanco y negro, y con  esa escalera eterna producto de un grandioso diseño de producción, aumentó las complicaciones. Fueron filmadas en technicolor, pero no se agregó color durante la impresión, lo que dio un tono nacarado a las tomas en blanco y negro, un proceso citado en los créditos de pantalla como "Color y tinte monocromático procesados en technicolor".

Otras secuencias también presentaron desafíos, como el juego de tenis de mesa con acción detenida para el cual Hunter y Livesey fueron entrenados por los campeones Alan Brooke y Viktor Barna.



Los dos directores juegan durante todo el metraje con la fantasía y la realidad en esta extraña película de ciencia ficción romántica que pasa del color el mundo terrenal al blanco y negro celestial. 

Los Archers contaron como ayudantes de dirección con Parry Jones Jr., Paul Kelly, Laurie Knight y Pat Marsden. En la dirección artística estuvieron acompañados de Arthur Lawson, Joseph Bato, William Hutchinson, William Kellner, Terence Morgan II, Don Picton y Roger Ramsdell y en la producción de George R. Busby. 

La película fue reconocida por el Círculo de Críticos de Nueva York con un premio a la mejor película y mejor dirección. Para la crítica estamos ante una obra maestra. Más de 50 años después de su estreno, en 1999, Una cuestión de vida o muerte ocupó el puesto 20 en la lista de las 100 mejores películas británicas del British Film Institute; ocupó el puesto 90 en la encuesta The Sight and Sound Greatest Films of All Time 2012 considerada por algunos como la más autorizada del mundo, y el 78.º en 2022. 

Para la crítica es una película llena de elogios. Tras su estreno en la ciudad de Nueva York, Bosley Crowther dijo que la película realizada por Michael Powell y Emeric Pressburger era la mejor película navideña jamás realizada, y la elogió por su encanto elegante, humor inteligente y sorprendente arte visual. 

En tiempos más cercanos, por ejemplo, Roger Ebert en su web antes de fallecer nos dejó en rogerebert.com que se trata de "Una de las películas más audaces jamás hechas, por su visión grandiosa y por la manera inglesa acogedora en la que está expresada (...) La historia es magnífica e íntima (…) "

Dave Kehr en The New York Times nos dice que "Los elementos compositivos parecen haber sido escogidos con mucho cuidado (...) 'A Matter of Life and Death' está inundada de ideas". 


En su país Emma Cochrane en la revista Empire señala que ""Una película de su tiempo pero con un atractivo universal (…) " y en The Guardian Brian Dillon escribió que "Su extravagancia la hace una obra maestra (...) El elemento más seductor de la relación mágica entre cielo y Tierra es el tratamiento del color. David Parkinson en Radio Times dijo de ella que "Su franqueza política, su audacia visual y sus amaneramientos la convierten en una de las películas británicas más agradables de recordar (…) ".

Finalmente, Noel Murray defendió que "'Life And Death' muestra a Powell jugando con el cine, trasteando con fotogramas e interludios vanguardistas para crear una realidad en la pantalla más vívida que la propia vida." 



En España comenta Terenci Moix en el tercer volumen de su Gran Historia del Cine esta película surgida del tándem The Archers, que una vez realizada " A Canterbury Tale" (1944) en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial " A vida o muerte" , surgida una vez terminada la guerra y una vez que la inevitable propaganda se convirtió en una no menos inevitable reflexión dice de esta película que" es una incursión en la temática del más allá por medio del piloto de las fuerzas aéreas que debe enfrentarse a un tribunal celestial defendido por un médico inglés, el papel asumido por Roger Livesey, ante un fiscal estadounidense interpretado por Raymond Massey como el fiscal Abraham Farlan. Pese a lo enfático del argumento, no necesariamente creíble, la realización sorprende hoy en día por su constante tendencia a la inventiva visual y a la exacerbación del tecnicolor con la fotografía de Jack Cardiff en sentido expresivo". 




En palabras de Fausto Fernández "Aunque Orson Welles detestara el cine de Michael Powell y Emeric Pressburger pocas maravillas celestiales (en años en los que el Cielo y segundas oportunidades copó Hollywood y el resto de cinematografías) como en A vida o muerte"

Lo cierto es que después de la Segunda Guerra Mundial, surgió una notable oleada de producciones cinematográficas, como esta y It's a Wonderful Life que reflejaban el sentimiento colectivo de una población que lidiaba con la profunda pérdida de sus seres queridos durante la guerra, brindando una fuente de consuelo y consuelo a muchas personas, algo que también recalca en su documental Mark Cousins. 

Película con un diseño de producción prodigioso, llevado con el buen gusto estético y narrativo de Powell y Pressburger, que nos transforma una historia irreal en una gran historia de amor. 





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