Esta película empezó así “Acreditación para la fines del cine. ¡Enhorabuena! Ya tienes tu acreditación, puedes descargarla en el siguiente enlace: (el que corresponda) Recuerda que con ella podrás ir al cine todas las veces que quieras por 2,90€* cada sesión durante los días 21, 22 y 23 de octubre de 2013 en cualquier sala adherida a la fiesta del cine, que en nuestro caso fue en los cines Guadalquivir, mi sala favorita en Córdoba.
Para adquirir la entrada era necesaria la presentación de DNI y la acreditación de arriba en taquilla. No era válida para la venta anticipada – aunque creo que este aspecto podía ser negociable- o para otros canales distintos de la taquilla, máximo una entrada por acreditación, persona y sesión. Hubo más de 14 mil tweets elogiando la idea y cerca de 75 989 de “Me gusta” en Facebook.
Las colas en el cine eran impresionantes, creo que nunca había llegado a tanto. Y lo cierto es que está acreditado que ni el cine ni las salas han muerto. Simplemente lo que ocurre es que el precio es caro. Y no sólo por que se le ha subido el IVA, lo que supone prácticamente supuso subir 1 euro más, las ya de por sí carísimas entradas, insisto carísimas, sino porque pagar por una película la friolera de más de 8 euros en algunos casos, unido a las Cola Cola, a las palomitas y otras chuches de durante y después del espectáculo esto resulta un dispendio.
La película que fuimos para celebrar esta fiesta del cine fue una apropiada para la troupe con la que iba.
Se trataba de Zipi y Zape y el club de la canica, una película de imagen real que recrea las aventuras de los personajes de tebeo creados por José Escobar, aunque no tenga representación de ninguna aventura en concreto. Se echa de menos a don Minervo , a Pantuflo y Jaimita (padres de los gemelos) y a otros personajes de Escobar, pero como película de aventuras entretiene al personal. A mí, por momento, me recordó salvando la comparación con unos hispanos Goonies.
No era la primera vez que las historias de Zipi y Zape se habían llevado a la gran pantalla. En 1982 se rodó una película basada en la obra de Escobar, pero ‘Las aventuras de Zipi y Zape’ bajo la dirección de Enrique Guevara pero sin éxito alguno. Yo, particularmente no la he visto.
Pero ahora la dirección es de Oskar Santos y el guión de Jorge Lara, Francisco Roncal que parte de la idea de Escobar. La película está producida por Zeta Cinema, Mod Producciones, Antena 3 Films, Kowalski Films y participan igualmente Euskal Telebista y el Ministerio de Educación español, en su vertiente cultural. La distribuye según he leído The Walt Disney Company. Y en la misma participan otras compañías como la Laokoon Filmgroup y el equipo técnico húngaro de Videoassist.hu . la inversión alcanzó los 6 000 000 de euros.
Dos aspectos técnicos muy destacados para mí han sido el apartado musical de Fernando Velázquez y la magnífica fotografía setentera de Josu Inchaustegui.
El elenco de actores está formado por Raúl Rivas (Falconetti), Daniel Cerezo (Zipi), Javier Gutiérrez (Zape), Alex Angulo (Sebastián Esperanza), Javier Cifrián (GriGrillo), Claudia Vega (Matilda),
Marcos Ruiz (Micro), Christian Mulas (Heidi), Alberto López ( PeloCohete),
Joseba Apaolaza (Padre de Falconetti) y Fran García (Filo).
La película se estrenó el 8 de septiembre de este año en el Festival International de Toronto y el 21 de septiembre en el Donostia-San Sebastián International Film Festival. Su distribución se generalizó el 4 Octubre de 2013.
La película es una tontada entretenida y que a mis hijos ha gustado. Parte de la idea que la propia distribuidora ha remitido. Si vas a embarcarte en una gran aventura, más te vale tener un buen compañero de viaje. Porque la auténtica aventura, la aventura con mayúsculas, es cosa de dos: Zipi y Zape.
La película se inicia en el momento en que Zipi y Zape son enviados al Centro Re-educacional Esperanza. En la furgoneta que los llevan conocen al que va a ser uno de los compañeros de aventuras. Se trata de un niño gordito de nombre Filo (Fran García). Filo les dice a Zipi y Zape la estancia de sus hermanos en el Esperanza que es un lugar horrible, pero los dos hermanos confirman que va a ser el mejor verano de su vida. Llegando ya al Esperanza los 3 bajan del autobús, al principio no les parece tan malo el colegio Esperanza. De pronto un señor con el pelo pincho aparece y va explicándoles con un resumen largo, pero rápido, mientras ellos recogen sus maletas y son guiados a la secretaría pidiéndoles que dejen todos los juguetes que tenían y su ropa, Zape pregunta que se van a poner y aparecen con uniformes rojos con placas, y en las placas hay números. Pronto descubren que el centro al que llegan, más que un colegio, es una cárcel para niños donde jugar está prohibido.
Eso les queda claro tras la recepción de un “motivado” – como dirían mis hijos- Heidi (Christian Mulas) con su doberman Tiburón y el director tuerto conocido como Falconetti (Raúl Rivas). Entonces el director Falconetti les habla de Sebastian Esperanza, el fundador del instituto.
Tras conocer los tres a un marginado del centro que responde al nombre de Micro (Marcos Ruiz). Nada mas conocer a Micro, Zape es enviado a la sala de meditación encontrando en ella unas canicas.
Tras varios días de internamiento y viendo las limitaciones existentes deciden los cuatro fundar el Club de la Canica, un grupo de resistencia infantil que desafía la autoridad de los adultos. Parte de la idea de que de día son unos chicos educados y de noche de dedicarán al sabotaje del Esperanza llevando a cabo todo tipo de travesuras.
Gracias a su inteligencia, su valentía y su inquebrantable fe en la amistad, Zipi, Zape y el resto del club descubrirán conjuntamente con Falconetti un mapa secreto de un tesoro escondido que guarda un misterioso secreto que se oculta en el colegio. En este momento se integra en el club la sobrina de Falconetti (Matilda).
Tras unirse la sobrina de Falconetti, descubren un mapa en el despacho del director y ven un video con el director de pequeño y entienden su forma de educar. De todas maneras en el grupo van a surgir desavenencias al descubrir Zipi a Zape regalándole una flor a Matilde. Como se enfada muchísimo ya que la flor era un regalo suyo a Matilda, rompe con el club y lo mandan a la sala de meditación.
Cuando el director va ha hablar con él le dice quiénes son los integrantes del club. Y opta por encerrar a los cinco en la habitación de meditar, menos a Zipi como premio por ser un buen traidor. Tras arrepentirse piensa que las canicas y la sala de meditación son la clave para descubrir el tesoro que guarda el centro educativo. Ellos van sorteando cada una de las pruebas que había creado el fundador y demás sospechan que al final encontrarán diamantes.
El tesoro realmente está formado por los juguetes de la infancia de Sebastián Esperanza.
Falconetti consigue superar igualmente todas las pruebas y decide dejar encerrados a todos los chicos que están en la búsqueda del tesoro incluida su sobrina.
Por último Zape consigue deducir las claves del tesoro y logran salvarse. Mientras que en el centro el director es depuesto por uno de sus profesores, el profesor tartaja de gimnasia – para aquel entonces no existía la Educación Física- que golpea al director ante la alegría de todos los alumnos del centro. Acabando así la historia.
La película comenzó su rodaje a principios de julio. La filmación se desarrolló durante nueve semanas en localizaciones naturales de Hungría (Budapest y alrededores) y Guipúzcoa.
Como hemos dicho es una historia simple, de aventuras, entretenida y con muy poquitas pretensiones. Que – creo- está teniendo buena aceptación en taquilla, en el público que va a verla, ya que el perfil de los espectadores es muy adecuado al producto.
La crítica no ha sido tan generosa.
En el orden internacional destaca la crónica publicada por Jonathan Holland en The Hollywood Reporter al decir de ella que era "Una película básicamente sin complicaciones (...) y con una imagen deliciosa (...) El guión prefiere mantener las cosas en el lado inocuo en lugar de abordar nada oscuro."
En España, a lo peor hemos sido algo más críticos. Por ejemplo, Jordi Costa en el Diario El País dice que la película "No delata ninguna intención de fidelidad a las fuentes (...) Su principal problema (...) haber despojado a los personajes y al universo de Escobar de toda identidad". Mientras que en ABC E. Rodríguez Marchante afirma que "El esquema: funcional a la par que vistosillo (...) una trama sencilla pero con las suficientes grapas y pellizcos para mantener el ascua encendida entre una audiencia idónea (...).Pere Vall en Fotogramas nos comenta que es "Una propuesta lúdica (...) El villano que encarna Javier Gutiérrez es tan ligero como el film, y tiene su mismo propósito: entretener y entretener (...). Pero yo me quedo con la lacónica conclusión de Manuel Piñón que escribe en Cinemanía al decir que es "Buen cine español para chavales (...) .
La factura técnica de la cinta es muy adecuada, con una correcta dosificación de los efectos especiales. La fotografía, la dirección artística, el vestuario, el sonido, todo sin excepción está primorosamente cuidado.
Como se aprecia por la crítica del País las quejas se han centrado en la falta del respeto al tebeo de Escobar. Pero creo que eso importa poco, pues parece mucho más interesante que los niños de 12 o menos años se entusiasmen y sientan afecto con esta historia sencilla, maniquea - con malos patéticos y previsibles- y bastante cándida. La película es entretenida, muy en la línea de Los Goonies que por cierto están poniendo en la Sexta3 mientras escribo esto. Y, por cierto, que la idea de la fiesta se repita y que bajen el precio de las entradas para que el cine vuelva a ser lo que ha sido siempre: un espectáculo popular, de disfrute público y asequible.
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