domingo, 30 de marzo de 2014

La terminal y el pantano legal



Me enteré de esta historia real por la prensa. Recuerdo que el protagonista de esta historia que increíblemente fue real era iraní. Se trata de Merhan Karimi Nasseri, un refugiado iraní. En 1988, aterrizó en el aeropuerto de Charles de Gaulle , cerca de París, desde entre 1988 y 2006 después de haberle sido negado la entrada a Inglaterra porque su pasaporte y certificado de refugiado de las Naciones Unidas habían sido robados . Las autoridades francesas no le dejarían salir del aeropuerto y por esa razón permaneció en la Terminal Uno, como un apátrida, sin ningún lugar adonde ir, pues no se le daba permiso para entrar en Francia ni para regresar a su propio país. En su lugar optó por seguir viviendo en la terminal y contar su historia a los que querían escucharle. Según los informes, tras los 17 años de estancia en la terminal su salud mental resintió y cuando se les dio la oportunidad de vivir en Francia, se negó porque los documentos no lo nombraban como " Sir , Alfred " , y por que afirmaba haberse olvidado del parsi, su lengua nativa persa. Según se informó, él salió de la terminal en agosto de 2006 para ser hospitalizado por una enfermedad no especificada . 

Al director francés Philippe Lioret está historia le impresionó tanto que adaptó en 1993 la misma al cine en la película En tránsito (título original: Tombés du ciel). Más tarde, esta historia real es la que inspiró la producción de Dreamworks quien le habrían pagado 250.000 dólares por el uso de su biografía. Y si estaba la Dreamworks ¿quién estaba detrás? 
Evidentemente es Steven Spielberg quien ejerce de director y productor. Lo cierto es que en este apartado no estaba solo pues se hizo acompañar de Laurie MacDonald y Walter F. Parkes a través de la DreamWorks SKG- quien también la distribuyó- o Pictures, de la Amblin Entertainment y de la Parkes/MacDonald Productions. Invirtiendo en ella la cifra de 60 millones de dólares, aunque recaudó por encima de los 220 millones de dólares. 
El guión, partiendo de lo contado anteriormente, fue elaborado Sacha Gervasi y Jeff Nathanson. Como suele ser habitual la música fue encargada por Steven Spielberg a John Williams, quien compondrá para la película, por ejemplo, el himno nacional para Krakozhia . La buena fotografía fue de un habitual colaborador Janusz Kaminski y el montador Michael Kahn. 

El resultado de todo esto fue una película de 2004 que llevaba como título La Terminal o The Terminal en su título original, un drama romántico con toques de comedia protagonizada por Tom Hanks (Viktor Navorski), Catherine Zeta-Jones (Amelia Warren), Chi McBride (Joe Mulroy), Stanley Tucci (Frank Dixon) y Diego Luna (Enrique Cruz). A estos se suman Zoe Saldaña (Agente Torres), Kumar Pallana (Gupta Rajan), Eddie Jones (Salchak el jefe de Dixon), Dan Finnerty (Cliff), Corey Reynolds (Waylin), Jude Ciccolella (Karl Inverson, el jefe de obra) y Barry Shabaka Henley (Thurman) 

La historia gira en torno a Viktor Navorski (Tom Hanks), un ciudadano de Krakozhia (país ficticio similar a una típica ex República soviética), que aterriza en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York para poder cumplir la promesa a su difunto padre de tener el autógrafo de Benny Golson. Sin embargo, durante el vuelo, un golpe de estado fallido y la consiguiente guerra civil dejan a este hombre varado en el desierto jurídico, en el limbo, de un aeropuerto ya que ni su pasaporte ni su visado son válidos, pues el gobierno estadounidense no reconoce al nuevo gobierno y se le niega la entrada en el Estados Unidos y al mismo tiempo no puede volver a su país de origen debido a una revolución . 
Viktor queda atrapado en la terminal aérea. Incapaz de comunicarse en inglés , idioma que desconoce, se ve obligado a entregar su pasaporte y el billete a la Policía. Sin otra alternativa, se instala en el terminal con sólo su equipaje y una lata de la que no se separa, para frustración de Frank Dixon ( Stanley Tucci ), funcionario responsable de la Dirección y Protección de Fronteras la Aduana del aeropuerto JFK. 

Dixon está siendo considerado para una futura promoción y se obsesiona con deshacerse de Viktor. Mientras tanto, Viktor y se hace amigo de los empleados y ayuda a los viajeros del aeropuerto, entre ellos una azafata llamada Amelia (Catherine Zeta-Jones ), a la que ve periódicamente y por la que se siente atraído por ella. 
Un día, Dixon queda con Amelia, una guapa azafata que vive una relación compleja con un hombre casado. En la misma colaboran Gupta Rajan, un limpiador, Joe Mulroy (Chi McBride), controlador de carga y Enrique Cruz (Diego Luna), un operario del servicio de alimentos del aeropuerto. Viktor le explica posteriormente a Amelia que en esa lata inseparable contiene una copia de la fotografía que conmemora " A Great Day in Harlem ", una reunión de los principales músicos de jazz de los cuarenta y cincuenta. 

Viktor le comenta que su difunto padre era un entusiasta del jazz que había descubierto la famosa imagen periódico húngaro antes de la intervención soviética de 1958, y que se padre intentó reunir las firmas de todos los integrantes en esa sesión. Se comprometió a recoger los autógrafos de los 57 músicos de jazz que figuran en ella. Pero su padre falleció y el le prometió que conseguiría el que le faltaba, el último, el del saxofonista Benny Golson . Esa era la razón por lo que Viktor había ido a Nueva York para hacerlo. 

Después de escuchar la historia, Amelia Warren, la asistente de vuelo, besa a Viktor. Después de nueve meses, sus amigos despiertan a un Viktor ya integrado en el aeropuerto, en el que incluso trabajaba como operario de obra, con la noticia de que la guerra en Krakozhia había terminado. 
Por su parte, Amelia le pidió a su "amigo" - en realidad un funcionario del gobierno casado con quien había tenido una aventura - un visado de emergencia para Viktor pudiera cumplir su sueño, pero Viktor se siente decepcionado al saber que ha renovado su relación con el hombre durante este proceso. 
Por otra parte, Viktor descubre que Dixon tiene que firmar ese visado. Aprovechando la oportunidad, Dixon amenaza con causar problemas a los amigos de Viktor. Especialmente grave es la situación de Gupta que puede ser deportado ala India, donde es buscado por agredir a un policía corrupto en 1979. No dispuesto a dejar que esto pase, Viktor finalmente accede a volver a su casa en Krakozhia. 

Cuando Gupta se entera de esto, para un avión. Esto impide salir al avión con destino a Krakozhia y permite salir legalmente a Viktor del aeropuerto. El retraso da Viktor tiempo suficiente para ir a la ciudad. Dixon, viendo que Viktor deja el aeropuerto, decide no perseguirlo, especialmente porque su equipo de colaboradores de Dixon, especialmente, Thurman (Barry Shabaka Henley), el asistente de Dixon, no le ayudan. Viktor llega al hotel de Nueva York donde Benny Golson está dando un concierto y, finalmente, consigue el último autógrafo. Luego se mete en un taxi, diciéndole al conductor, "Me voy a casa." Se acabó lo que se daba.

En septiembre de 2003, The New York Times señaló que Spielberg había comprado los derechos de la historia de vida de la Nasseri como base para hacer la película. Sin embargo, ninguno de los materiales de publicidad del estudio menciona la historia de Nasseri como inspiración para la película. 
Steven Spielberg viajó alrededor del mundo para encontrar un aeropuerto real que le permitiera filmar para la duración de la producción, pero no pudo encontrar uno. El conjunto de La Terminal fue construido en un hangar enorme en el aeropuerto regional de LA / Palmdale Regional Airport . El hangar, que forma parte de la Fuerza Aérea de EE.UU. en cuyo complejo 42 Plant se utilizó para construir bombardero B-1B de Rockwell International . El conjunto se basó en el aeropuerto internacional de Düsseldorf . La forma de tanto de la terminal real y del conjunto se inspiró en gran medida en una película clásica Play Time de Jacques Tati . 

La mayoría de los exteriores y las imágenes del avión real se rodaron en el aeropuerto internacional de Montreal-Mirabel : tomas interiores adicionales también se hicieron allí. El 747 fue proporcionado por United Airlines . La Star Alliance fue un importante patrocinador y proporcionó los uniformes para el equipo y para los actores. A pesar de la fuerte presencia de las aerolíneas de Star Alliance, una piloto de Delta Air Lines pasa cerca de Viktor en de las últimas escenas de la película. Alguna escena igualmente se rodó en Nueva York, en concreto en la Lexington Avenue. 
Hanks parece ser que basó su caracterización de Viktor Navorsky en su suegro Allan Wilson , padre de la esposa de Hanks, Rita Wilson, un búlgaro inmigrante. 

La terminal recibió críticas en general positivas. AO Scott del The New York Times dijo que la actuación de Hanks aportó mucho a la película, añadiendo "Hay un pelín demasiado sentimentalismo y dulzura artificiosa, y el personaje de Zeta-Jones está muy mal encajado. Pero estos fallos no pueden disipar el profundo encanto del film. (...) un tour visual de fuerza que convierte el miedo en optimismo, la soledad en solidaridad, y las fustración en inventiva." 
Roger Ebert del Chicago Sun-Times también valoró positivamente la colaboración, cada día más completa entre Spielberg y Hanks al decir "Steven Spielberg y Tom Hanks han hecho en 'The Terminal', una dulce y delicada comedia (...) Sin embargo, Joe Morgenstern del Wall Street Journal cree que " La terminal es un terminal fraudulenta y un indeterminable comedia ". 

En España Carlos Boyero por entonces en el Diario El Mundo dijo de ella "La Terminal se inicia desprendiendo aroma al mejor Kafka pero termina pasteleando en el estilo del Capra más melifluo y mentiroso. (...) la primera parte es tragicómica, inteligente, surrealista y veraz" En este mismo diario Francisco Marinero señalaba "La situación es absurda y está tratada como una comedia, y ahí Spielberg ha encontrado un cómplice perfecto en Tom Hanks. (...) Lo mejor: la propia terminal, un escenario colosal por el que un admirable Tom Hanks se mueve con tenacidad perpleja e ingenio." 
En el Diario ABC E. Rodríguez Marchante dejaba por escrito lo siguiente: "Comedia con algunos, pocos, ribetes oscuros y con una actor como Tom Hanks que es tan bueno que te da la impresión de que ha vivido una temporada en Krakozhia". Por último, M. Torreiro escribía en el diario El País lo siguiente: "Durante la primera mitad del metraje (...) la película entretiene y regocija. Otra cosa es cuando comienza a pasar el tiempo y se va haciendo también más densa la trama (...) por ahí las cosas empiezan a hacer aguas. Es culpa del guión (...) una peripecia perfectamente ideologizada".
Estoy bastante de acuerdo con algunas de las críticas realizadas y aquí presentadas. Especialmente con aquella que dice que este producto Spielberg está en la línea del homenaje a la obra de un buenista cinematográfico como era Frank Capra. 

Cuando la película nos acerca a la idea de hay que seguir adelante hasta alcanzar nuestros cometidos, nuestros sueños y nunca darnos por vencidos a pesar de que sintamos que el mundo esta en nuestra contra. Al final tenemos una historia entrañable protagonizada por un gran actor, un Tom Hanks brillante, que da vida a un hombre bueno, entrañable. Tenemos una obra que si bien no es una obra de arte, sí entretener, sí te permite esbozar una sonrisa y que enternece ante la locura producida por un pantano legal..


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