jueves, 11 de diciembre de 2014

La soledad de un corredor


Hace un par de años me leí el libro. Se trataba de una novela corta, pero también de un clásico de la literatura británica del siglo XX, especialmente de ese periodo posterior al suplicio de la segunda guerra mundial y que tiene como protagonistas las vidas y las miserias de la clase obrera británica. Una vez olvidado el eduardismo, incluso el posteduardismo en la novela inglesa le llegaba el turno a los desclasados representados, en este caso, por un chico marginal de Notthingan encerrado en una institución para jóvenes delincuentes. 

The Loneliness of the Long Distance Runner , literalmente, La soledad del corredor de fondo es una película de 1962, cuyo guión, como la novela o el cuento, fue escrito por Alan Sillitoe. 

La película fue dirigida por Tony Richardson, uno de los nuevos directores jóvenes que surgieron del mundo del documental de esa ilustre cadena televisiva que era la BBC y que dará lugar a ese movimiento cinematográfico conocido como el Free Cinema paralelo al francés de la Nouvelle vague iniciada por Claude Chabrol de mayor duración y repercusión.. 
Dos aspectos técnicos a destacar en la película, la fotografía de Walter Lassallly, y la música de John Addison. El montador fue Antony Gibbs que participa en la edición de la cinta. La compañía fue la Woodfall Film Productions, la Bryanston y la British Lion aunque la distribución quedó en manos de la Continental. 
El elenco de actores está formado por Tom Courtenay como el protagonista Colin Smith, Michael Redgrave como el Gobernador del Reformatorio de Ruxton Towers, James Bolam como Mike, Avis Bunnage como Mrs Smith – la madre de Tom, Alec McCowen como Brown, James Fox, Joe Robinson como Roach, Julia Foster como Gladys, Frank Finlay, Dervis Ward como el Detective, Topsy Jane como Audrey, y John Thaw. 

La historia de la película narra la vida de "un joven rebelde" (interpretado por Tom Courtenay), condenado a un reformatorio masculina por robar una panadería, que destaca por su capacidad para la carrera de larga distancia en una institución. Durante sus entrenamientos reflexiona sobre su vida anterior y empieza a comprender que se encuentra en una situación privilegiada. A lo largo de su recorrido vamos viendo sus carreras en solitario, su historia vital y los momentos previos al robo y encarcelamiento que le llevan a reevaluar su estatus privilegiado dado por el Gobernador (Michael Redgrave). 
La película comienza con Colin Smith (Tom Courtenay) corriendo, solo, a lo largo de un camino rural sombrío en algún lugar rural de la Inglaterra y a principios de los años 1960 , en el que únicamente suenan las pisadas del corredor de fondo.
En una breve voz en off, Colin nos dice que correr es la forma en que su familia siempre ha hecho frente a los problemas del mundo, pero que al final, el corredor siempre está solo y separado de los espectadores, para enfrentarse a la vida por su cuenta. Colin se muestra a continuación, con un grupo de otros jóvenes, todos esposados en un furgón que se dirige al reformatorio de Ruxton Towers, un centro para delincuentes juveniles. 
Tras ser tratados con desdén y de forma autoritaria por los funcionarios y despojados de sus ropas, los chicos empiezan a uniformarse y a conocer la realidad del reformatorio. Poco después pasan a ser supervisados por el "Gobernador", un hombre que cree que el trabajo duro y la disciplina impuesta, hace a los miembros útiles en la sociedad. Colin se presenta como un joven hosco y rebelde, e inmediatamente se hace notar entre los internos y los funcionarios. 
Una parte importante del programa de rehabilitación del Gobernador es el atletismo, y pronto se da cuenta de que Colin es un corredor brillante, que fácilmente puede superar al corredor más brillante de Ruxton de larga distancia. Vamos conociendo al detalle el valor que el Gobernador da al atletismo. Quiere usar el deporte como trampolín en su escala social o administrativa, algo que se ve mejor en la novela que en la película. El valora el deporte pues fue deportista y aprecia la facilidad para la carrera de Colin. El Gobernador está especialmente interesado en la competición en la carrera de cinco millas de campo a través en contra Ranley, una institución privada que cuenta con estudiantes de clase superior y con fuerte tradición en el atletismo. El Gobernador ve la invitación como una forma importante de demostrar el éxito de su programa de rehabilitación. 

El gobernador señala a Colin como el más brillante, ofreciéndole trabajos de jardinería al aire libre- los mejores para los chicos del reformatorio, frente a los talleres- y, finalmente, la práctica libertad para entrenarse fuera de las alambradas de Ruxton. 
Todo esto se va trufando de una serie de flashbacks en los que nos muestran cómo Colin su difícil vida familiar, la pobreza económica y moral en la que viven – especialmente su madre- , la enfermedad y muerte de su padre, las dificultades los trabajadores en Nottingham industrial y las ridículas pensiones después de toda una vida de trabajo. Así descubrimos a Colin en casa, hijo de una familia obrera, el mayor de 4 hermanos, preocupado por la enfermedad terminal de un padre que se niega el tratamiento, la muerte del mismo, o la pensión -£ 500 en dinero del seguro- de su padre tras haber trabajado toda su vida en una fábrica local. De hecho rechaza una oferta de trabajo para integrarse en la misma. 
También descubrimos se pésima relación de Colin con su insensible madre (Avis Bunnage), que cuenta abiertamente con un amante. La madre con las 500 libras decide ir de compras con sus hijos. Lo gasta en ropa, una televisión y muebles nuevos. Poco después a la casa familiar se traslada el amante de la madre, con lo que se inicia un nuevo periodo de turbulencias en la vida de Colin, especialmente cuando la madre echa a su hijo a su amigo Mike, con el que le vimos ya robar un vehículo. Colin y Mike salen a la calle. 
Colin utiliza su porción del dinero del seguro para divertirse con Mike y dos chicas. Con ellas empiezan a salir y deciden hacer una excursión a la playa de Skegness, donde Colin se enamora de Audrey (Topsy Jane), y confiesa que ella es la primera mujer con la que ha tenido relaciones sexuales. 

Una vez de regresa Colin parece que quisiera buscar trabajo, lo que implica sus sentimientos hacia ella son tales que pudieran casarse. Pero Colin se entrega a la pequeña delincuencia en compañía de su mejor amigo, Mike (James Bolam). Una noche, mientras van deambulando por las calles de Nottingham. 
Mike ve como en un segundo piso hay una ventana abierta en la parte posterior de una panadería. Tras escalar habilidosamente descubren que no hay gran cosa que robar excepto la caja del dinero, que contiene alrededor de £ 70. Mike quiere emplearlo en otra excursión a Skegness con las chicas, pero Colin es más cauteloso y se esconde el dinero en una tubería de desagüe fuera de su casa prefabricada. 
Al día siguiente se presenta la policía, acusando a Colin del robo. Él le dice con desprecio al detective (Dervis Ward) que no sabe nada al respecto. El detective registra la casa con una orden de allanamiento en una visita posterior, pero no encuentra nada. 
Finalmente, frustrado y enojado, vuelve a decir a Colin que está a la expectativa. Un día de lluvia se presenta el policía que tras hablar con él, descubre el dinero a pesar de que Colin intenta ocultarlo torpemente, pero el torrente de agua que se vierte por la tubería desaloja el dinero, lo que hace llevar a los pies de Colin. 
Esta historias domésticas y de libertad se entremezclan en flashbacks con experiencias de Colin en Ruxton Towers, en la que debe lidiar con los celos de sus compañeros de prisión por el favoritismo hacia él por parte del Gobernador, sobre todo cuando el gobernador decide no castigar a Colin, como lo hace los otros, especialmente tras un motín en el comedor dada la mala calidad de la comida servida en Ruxton. Colin es testigo del tipo de tratamiento que se da a sus compañeros que no son tan afortunados - palizas, dietas con pan y agua, degradando el trabajo en el taller de máquinas o en la cocina. Su propio amigo Mike, también ya encarcelado, se echa en cara todo eso. 
Por último, el día de la carrera de cinco millas contra la gente de Ranley llega, y Colin identifica rápidamente al corredor estrella de Ranley (interpretado por James Fox). El Gobernador orgulloso mira como el pistoletazo de salida se produce y Colin adelanta pronto al mejor de Ranley. 
Colin empieza por detrás del chico de Ranley pero poco a poco lo alcanza y, finalmente, lo supera. De hecho, ya muy avanzada la carrera tiene una cómoda ventaja. Su triunfo está asegurado; pero una serie de imágenes le van sacudiendo su mente de su vida en el hogar y de su estancia en el reformatorio (el abandono de su madre, el cadáver de su padre, charlas con detectives, la paliza a un compañero, la cara del Gobernador, sus compañeros) o la desesperanza de cualquier vida futura con Audrey de tal manera que lo frena cuando quedan pocos metros de la línea de meta, él deja de correr y permanece en el lugar, a pesar de las llamadas y protestas de la multitud de Ruxton Towers, especialmente la mirada atenta e incrédula del Gobernador. 
En primer plano, Colin mira directamente a los ojos con una sonrisa tan burlona como rebelde, una expresión que se mantiene cuando el corredor de Ranley le sobrepasa y cruza la línea de meta. El Gobernador está intensamente enojado. Lo han dejado en ridículo. 
Al final, Colin está de vuelta en el taller de máquinas, castigado e ignorado por el Gobernador. Pero él parece tranquilo - incluso contento - con su soledad, porque él se ha negado a someterse a la autoridad. En esa Ingleterra ya no gana nadie. Hasta aquí la película. 

La película se presentó el 21 de septiembre de 1962. La película fue producida y dirigida por Tony Richardson. Era su tercer largometraje. Implicó la eclosión del "FreeCinema" en el Reino Unido, un movimiento próximo a la "Nouvelle vague" francesa, pero de menor duración en el tiempo, al menos como influencia. Gran parte del rodaje tuvo lugar en Nottingham, en Lincolnshire, los en Ruxley Towers, un castillo que imitaba el estilo victoriano construida por el Señor Foley. El edificio había sido utilizado como base NAAFI en la guerra, dándole un ambiente militar ubicado en los alrededores de Claygate (Surrey), en Camber Sands (Camber, East Sussex) las escenas en la arenosa playas de Skegness beach. 

La música, de instrumentos de viento, sobre todo el clarinete, subraya la estridencia de los hechos que se exponen. La música, un elemento constante en la película que hace bailar al protagonista con su chica y a Mike con la suya, pero también en momentos estelares y , prácticamente, durante todo su desarrollo se presenta a ritmo de jazz, de John Addison le ofrece unas texturas muy agradables, a esos paisajes de campo bajo cielos grises. 

Mezclado temas más sobrios de clarinete y trompeta, con piezas para orquesta especialmente con instrumentos de viento, en concreto, destaca la trompeta interpretada por Fred Muscroft (el Principal Cornet de los guardias escoceses en el momento) , se presenta por en momentos para reafirma las ideas de las escenas o marcar cánones estéticos. A ella se le suman canciones como Chumbawamba "Alright Now", y, si hubiese sido realizada añños más tarde podríamos haber esperado canciones de los Who como “My generation” ¿por qué no? , o la música, en este caso, un himno Jerusalem de William Blake, que aparece en la patética función teatral que acaba con los chicos del correccional cantando a coro y que también suena también al final de la película: 
¡Traedme mi arco de oro ardiente! 
¡Traedme mis flechas de deseo! 
¡Traedme mi lanza! 
¡Oh nubes, abríos! 
¡Traedme mi carroza de fuego! 
No cesaré en mi lucha mental, 
Ni dormirá mi espada en mi mano 
Mientras una nueva Jerusalén no hayamos construido 
En la verde y placentera Inglaterra. 

La magnífica fotografía en blanco y negro lleva a la pantalla un paisaje cinematográfico evocador, con aroma a cine clásico, pero de naturaleza vanguardista. 
El trabajo de montaje que gusta de juegos temporales a modo de flashbacks es magnífico, por el ritmo y la cadencia y por su interés narrativo y explicativo del personaje. La narración presenta en paralelo, mediante un brillante juego de flashbacks, el presente y los recuerdos del muchacho. 
Rodada con una cámara vivaz y siempre en movimiento, que le aporta un ritmo dinámico y que gusta de jugar con la profundidad de campo y los sentimientos de los protagonistas.
Obtuvo varios reconocimientos como el BAFTA al mejor actor principal debutante (Tom Courtenay) y el premio al mejor actor (Tom Courtenay) en el Festival del Mar del Plata (Mar del Plata Film Festival) y la nominación al mejor director de cine extranjero (Tony Richardson) por en los Italian National Syndicate of Film Journalists, o sea, el premio de la crítica en Italia. 
La crítica la considera la obra modélica e inicial del Free Cinema inglés. Un movimiento que apuesta por romper las reglas del cine británico que se basaba en un perfeccionismo social marcado por estereotipos. Daniel Andreas en filmaffinitty dice que “Tres años más tarde que "Los 400 golpes", del francés Truffaut, pero seis antes de "If...", de su compatriota Anderson, Richardson dirigía esta excelente obra, en la que un joven internado en un reformatorio desahoga su frustración y rabia corriendo. La magnífica interpretación de Courtenay, el inteligente intercalado de flash-backs para contar la vida anterior del protagonista, y la contundente dirección de Richardson (a pesar de algunos recursos, muy de la época, poco afortunados: el uso de la cámara rápida, esas cortinillas en estrella, alguna estridencia musical al final... todos por fortuna anecdóticos) se quedan en la retina. El final, sencillamente impecable.” 
En el diario El País, Fernando Morales dijo de ella que era “Espléndida y emotiva historia (...) Un clásico de la cinematografía europea. Imprescindible".
La narración de la historia es sólida, está bien construida y su realización es magnífica. A través de las imágenes vamos explorando el interior del reformatorio, el alma de los educadores, el conservadurismo del director, el liberalismo del nuevo educador, la utilización de Colin en provecho de la vanidad personal del director, etc. Así vemos a un Colin afectado por el dolor y desarraigo, a causa de la pobreza y la desestructuración familiar, el desafecto de la madre, el egoísmo del padastro, el maltrato psicológico y emocional del reformatorio, la arbitrariedad del director. Su única salida es la transgresión y su rebeldía contra la injusticia. No quiere privilegios: quiere lo que merece.
El guión construye una narración tensa, dramática y conmovedora y una dirección que impone a la obra un fuerte ritmo, brío, sin sermones y con mucho sarcasmo, una gran coherencia narrativa y una profundidad psicológica inusual para esta historia de rebeldía que culmina en un desenlace final. Especialmente importante en la película es el uso de del flashback, que hace que ambas partes del relato encajen a la perfección tanto las relaciones que se dan dentro y fuera de la institución. 
Además la película usa recursos estilísticos supongo que novedosos para la época como fueron las cámaras rápidas con música discordante y cómica, cortinillas con estrella,etc… le hace perder una seriedad pero que recupera en sus travellings desde largas perspectivas o desde la espalda del corredor y los planos detalle. 

La interpretación de Tom Courtenay - tenía 25 años cuando encarnó este papel de adolescente Colin Smith- es magnífica y convincente representando al corredor enjuto y espigado y tiene una poderosa zancada, pero también al rebelde con causa que opta por desafiar a la autoridad y que corre sin meta alguna. Los halagos recibidos como corredor no se los dan por afecto, como apoyo, o por generosidad o justa correspondencia sino por egoísmo y vanidad. Su meta aparentemente es la libertad, pero ¿para qué? ¿quién le espera? ¿Qué futuro le espera tras la línea de meta?.
La película sitúa a sus personajes a fondo en su entorno social. La conciencia de clase abunda en todo: los "ellos" y nociones "nosotros" que Richardson muestra reflejar la base misma de la sociedad británica de la época, la del "caballero correcto" de Redgrave y la de los jóvenes internos de la clase trabajadora. No hay expectativas. Como dirían los “Sex Pistols” “No future”. 

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