martes, 6 de junio de 2017

Adiós muchachos, adiós Louis


Era la segunda vez que he podido disfrutar de Au revoir les enfants (en España, Adiós, muchachos; ) y creo que me ha gustado mucho más que la primera. Supongo que la vi por primera vez a inicios de los noventa, en esa canal maravilloso que era la 2 de televisión española y que nos educó a una generación en el cine clásico, en el europeo y en las vanguardias artísticas. La 2  sigue siendo refugio de aquello junto a TCM, pero poco más de esas viejas y maravillosas glorias. Afortunadamente el club de cine me ha abierto la posibilidad de seguir disfrutando de esto, Y en este caso y esta semana la elegida fue una película francesa del año 1987, escrita, producida y dirigida por Louis Malle. Una gran película por cierto.

Está basada en experiencias de la infancia del cineasta, que fue alumno de un internado católico situado en las cercanías de Fontainebleau, pero en la película se conjuga la belleza y la brutalidad de la realidad vivida en Francia durante la ocupación / colaboración de la década de los cuartenta. Todo un cocktail de realidad y de ficción magistralmente mostrado por Louis Malle. 

La película fue una coproducción de Louis Malle para la MK2 Producciones (Francia) y New Editions de Films (Francia); Stella Films y NEF Filmproduktion (Alemania)  y contó con un presupuesto de 17 millones de francos , lo que viene  a ser unos 2,7 millones de euros. 

El guión fue escrito por el propio Louis Malle . Trabaja como operador de cámara Renato Berta , ayudado por Marc Koninckx y la película cuenta con la música de Franz Schubert y Camille Saint-Saëns 

Los asistentes de dirección fueron Patrick Cartoux y Yann Gilbert . La directora de reparto fue Jeanne Biras e Iris Carrière mientras que el diseñador fue  Willy Holt , quedando la  edición y el montaje en manos de Emmanuelle Castro y el sonido en  Jean-Claude Laureux

El elenco de actores y actrices está formado por Gaspard Manesse  como Julien Quentin , Raphaël Fejtö como Jean Bonnet / Kippelstein , Francine Racette como la  Sra Quentin . Stanislas  Carré de Malberg como François Quentin, el hermano de Julien, Junto a ellos están  Philippe Morier-Genoud :como el Padre Jean,  François Berléand como el Padre Michel,  François Négret como Joseph , Peter Fitz como el soldado Müller,  Pascal Rivet como el Panadero / Boulanger,  Benoît Henriet como  Ciron , Richard Lebœuf como Sagard , Xavier Legrand como Babinot,  Arnaud Henriet como Negus,. A ellos se suma una jovencísima Irene Jacob como la pianista Mademoiselle Davenne,  Jean-Sébastien Chauvin como Laviron,  Luc Étienne como Moreau,  Daniel Edinger como Tinchaut , Marcel Bellot como Guibourg , Ami Flammer como Florent , John Paul Dubarry como el Padre Hippolyte,  Jacqueline Staup como la enfermera , Jacqueline París como la  Sra. Perrin y  Jerome Navarro como  Navarre.  

Esta película  intenta recrear la vida en un internado en la Francia controlada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La película comienza en una estación de tren cuando una madre de una familia acomodada parisina con fábricas en la zona de Lille se despide en la estación de sus dos hijos que se dirigen a un internada una vez pasadas las vacaciones de navidad en el invierno de 1943 - 1944 , en la Francia ocupada .  En los andenes de la misma se despide Julien un chico de 12 años, hijo de una familia burguesa, muy a pesar suyo de su  madre, pues sabe que vuelve a la rutina escolar en un internado de la orden de San Juan de la Cruz, los padres carmelitas, junto a su hermano mayor, François, y el resto de compañeros.


Va camino a la escuela sin alegría después de las vacaciones de Navidad, para iniciar  el segundo trimestre. Son recogidos en la estación por un miembro de la orden y retornan a lo cotidiano y rutinario. Todo parece igual mientras deshacen sus maletas hasta que el padre Jean llega  a presentar a tres nuevos estudiantes. Uno de ellos, el joven Jean Bonnet, que por casualidad se convierte en el compañero de catre de  Julien y que tiene la misma edad que Julien.

Como es normal todos los estudiantes intentan  poner a prueba al nuevo del que nada saben. Así que le vacilan aunque este de nombre Jean Bonnet no responde a las impertinencias de los demás. De hecho Julien va de chico duro ante  los demás estudiantes en la escuela, pero en realidad es un niño mimado que todavía moja su cama.

Julien está intrigado con Jean, un muchacho   silencioso y misterioso que, inicialmente, es rechazado por toda la clase.


Sin embargo, Jean da muestras de sabiduría, capacidad y talento para la aritmética y dominio del piano. En un momento dado Père Jean, un sacerdote compasivo le dice que ha de atender y bien a su nuevo compañero, pues lo necesita.

Después de un juego de búsqueda del tesoro  Julien y Jean se quedan solos en el bosque lo que les crea un vínculo mayor y se estrecha una fuerte amistad entre ellos. Son encontrados por dos alemanes que los devuelven al colegio.

Una noche, Julien se despierta y descubre que Bonnet lleva una kipá y está orando en hebreo . Después de investigar en la taquilla de  su nuevo amigo, Julien descubre  la verdad. El apellido  de su nuevo amigo no es Bonnet, sino Jean Kippelstein.

Tras saber esto le pregunta a su hermano mayor "¿Por qué los odiamos?"  "Son más inteligentes que nosotros, y mataron a Jesús." Julien no entiende: "Pero fueron los romanos los que mataron a Jesús." Los dos chicos nunca hablan de mantener el secreto de Jean Julien; que no necesita decir. "¿Alguna vez miedo?" le pregunta Julien "Todo el tiempo", dice Jean.

Un día, hacia el carnaval, tiene lugar un encuentro con los padres en la escuela. Allí el Padre Jean lanza una homilía sobre la pobreza, la caridad, el perdón. Ese día están presentes los padres, madres y familiares de los alumnaos. Entre ellos está la madre de Julien en la visita el Día de los Padres. Julien pregunta a su madre si Bonnet, cuyos padres no han podido ir- según él vive en Marsella- si  podría acompañarlos a almorzar en un buen restaurante local. Mientras se sientan , alrededor de la mesa hay diversos comensaes en las mesas. Algunos son padres de otros chicos, otros son alemanes. También hay un señor mayor sólo.

Durante la cena a base de conejo la conversación se centra en el padre de Julien, dueño de una fábrica en Lille y sus reiteradas ausencias. Cuando el hermano de Julien pregunta si todavía está con el mariscal Pétain , la señora Quentin responde: "Ni ella ni nadie ya en Francia, y menos con Laval".

Cuando hace  estos comentarios llegan a local dos miembros de las " Milicias" colaboracionistas que  llega e intenta expulsar a un comensal judío. Cuando el hermano de Julien los llama " Collabos ", el comandante de los "Milice" se enfurece y le dice que le presente la docuemntación y se dirige igualmente a la señora Quentin para decirle  "Servimos a Francia , señora, su hijo nos ha insultado". La madre de Julien comenta que el comensal judío parece ser un caballero muy distinguido. Insiste en que no tiene nada contra los judíos, pero eso sí no soporta al político socialista Léon Blum que por ella debería ser ahorcado.


Cuando la situación se tensa especialmente interviene un oficial alemán de la de la Wehrmacht que se levanta y les ordena fríamente que se vayan y los oficiales de Milice obedecen a regañadientes.



Poco después, Joseph, el cocinero asistente de la escuela, que durante la película le hemos visto que menudea con productos de los alimentos de la escuela o de lo que aportan los chicos en el mercado negro que intercambia por ellos o por tabaco es descubierto in fraganti por la cocinera que lo denuncia ante el padre. Éste implica a varios estudiantes como cómplices, entre ellos Julien y su hermano, François. Aunque Père Jean está visiblemente angustiado por saber que comete una injusticia castigando al más débil, económicamente, responsabiliza a Joseph del robo y lo expulsa del Colegio , ya que sabe que no puede hacerlo con los  estudiantes por temor a ofender a sus padres que son ricos e influyentes.

En una fría mañana de enero de 1944, la Gestapo entra en la escuela. Lo hacen directamente en su clase pues buscan a un chico judío de apellido Kippelstein. Nadie se mueve pues todos los desconocen salvo Julien que , involuntariamente, mira hacia Bonnet. El miembro de la Gestapo finalmente identifica al chico y lo detiene.

Mientras por el centro los alemanes buscan a los otros dos chicos judíos que son perseguidos. Negus parece haberse salvado con la ayuda de un joven cura, pero finalmente es también detenido en la enfermería.

Julien encuentra a la persona que los denunció. Se trata de Joseph . Tratando de justificar su traición frente a la muda incredulidad de Julien, Joseph le dice: "No te hagas pasar por ser tan piadoso, estamos en guerra, chico."

Disgustado, Julien se escapa a la habitanción. Allí vuelve a ver a  Jean. Éste  y Julien intercambian libros, una afición compartida de los suyos, mientras guarda sus pertenencias debido al cierre de la escuela. Jean le dice a Julien que  "Me habrían cogido, de todos modos",  dándole sus libros atesorados.

Mientras los estudiantes están alineados en el patio de la escuela, y un oficial de la Gestapo denuncia el carácter ilegal de las acciones de Père Jean que es acusado de pertenecer a la resistencia. Además, acusa a todos los franceses de ser débiles e indisciplinados.




Mientras tanto, el padre Jean y los tres estudiantes judíos son llevados por los oficiales. Père Jean les dice a los chicos : "¡Au revoir, les enfants! À bientôt!" A los niños y responden: "Au revoir, mon père!"

Cuando salen de los jardines, Jean mira brevemente a Julien, y las lágrimas caen por las mejillas del chaval.

Finalemente, una voz en off nos dice que "Bonnet, Negus y Dupre murieron en Auschwitz , el Padre Jean en Mauthausen. La escuela volvió a abrir sus puertas en octubre, y más de 40 años han pasado, pero recordaré cada segundo de mi vida esa mañana de enero hasta el día de mi muerte".

La película termina en un largo de cerca de Julien, que nos recuerda la última toma de Truffaut " Los 400 golpes ", escuchando la voz de Malle en la banda sonora . Una vez finalizado el discurso, la cámara se queda en la cara de Julien durante 25 segundos más, y en la banda sonora suena el piano que se escucha una vez más rompiendo el  silencio y llenado de tristeza la pantalla.

Acaba así esta historia de un grupo de preadolescentes que empieza a conocer la realidad en todos sus aspectos, en los positivos destacando el valor de la amistad o la fidelidad a los suyos, y en los negativos, conociendo la traición.

La película fue rodada entre el 26 de de enero de de 1987 y el  27 de de marzo de  1987 en la localidad de  Provins , en el Departamente de  Seine-et-Marne .

La película pertenece a la tercera etapa de Louis Malle un hombre que comenzó a dirigir en 1955 en su país natal, que rompió en 1974 lazos con su país para buscar acomodo en los Estados Unidos, y que, finalmente, retornó a Francia precisamente para realizar la joya que he visto.

El director francés nacido en Thumeries, departamento de Nord en 1932, y de familia  muy acomodado pasó en su juventud  por distintos internados católicos (entre ellos, el que evocará en su película Adiós, muchachos).

A los 14 años, se inició en la dirección con la cámara de 8 mm de su padre. Estudió Ciencias Políticas en la Sorbona, y por estos años surge su determinación de convertirse en cineasta, pese a la oposición de la familia.

Aprovechando que un amigo suyo que formaba parte del equipo de filmación en el barco Calypso de Jacques-Yves Cousteau, tuvo que cederle a Louis su puesto y en 1955 asumió como asistente de dirección y camarógrafo en el documental El mundo del silencio, por el cual recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes, junto con Jacques-Yves Cousteau.

Sus siguientes proyectos, películas y documentales, obtendrán menos consenso, y serían abordados desde un plano crítico.

A continuación trabaja con Robert Bresson para preparar (y rodar en parte) Un condamné à mort s'est échappé, un trabajo muy en la línea de la  Nouvelle vague con actores no profesionales.

Dirigió su primer largometraje a los 25 años, Ascensor para el cadalso (1957) con Jeanne Moreau en la que mostraba su pasión por el jazz, usando una banda musical original de Miles Davis. Luego, realizó Los amantes (1958), también con Jeanne Moreau y en la que atacaba a la burguesía.

Más adelante se decidió a adaptar uno de los relatos más difíciles de Raymond Queneau, Zazie en el metro (1960), película divertida, bien controlada y entusiasta. Más tarde rodó Fuego fatuo (1963), que trataba sobre la depresión y el suicidio: se basaba en un relato trágico, homónimo del colaboracionista Pierre Drieu La Rochelle. El peso de Camus y el teatro del absurdo marcan su trayectoria.

En 1968 se alejó de Francia y de la ficción para rodar Calcuta, un documental que trata de la vida de los campesinos de la India.

Al regreso de su viaje, Malle rodó una película que provocó una gran polémica: El soplo al corazón (1971). La película evoca la relación incestuosa (aunque romántica) entre una madre y su hijo; tema del que se habla además sin hacer ningún tipo de juicio moral, lo que será habitual en este director, donde no hay ni inocentes ni culpables, pues deja ver que la vida es más compleja. El espectador debe forjarse su propia opinión, que el director no debe imponérsela.

Tres años más tarde, la controversia que suscitó tuvo un carácter político. En Lacombe Lucien (1974), con guión cuidadoso, compartido con el novelista Patrick Modiano, trabajó con actores no profesionales (como el protagonista) mezclados con profesionales, tal como hiciera Robert Bresson.

Malle describía el lento progreso de un joven campesino, de familia desarraigada y humilde, hacia el colaboracionismo, cerca de Toulouse, zona en la que hubo masacres nazis destacadas. Tampoco formulaba ahí ningún tipo de juicio marcado, no describía al joven colaboracionista como un completo monstruo, sólo como alguien a la deriva que se equivocaba (si bien las escenas iniciales de caza en serie de animales, por su parte, mostraban su frialdad y distancia). En todo caso, Malle quería mostrar una Francia que había estado oculta. Solo parte de la prensa y la crítica lo alabó, pues estaba bien realizado el film; otra, calificó de dudosa la película y se le reprochó que no diferenciase mejor los comportamientos .

La crítica más detallada, en Cahiers du Cinéma, de 1974, señaló en un número monográfico el peligro del cine 'retro' que encabezaba  Liliana Cavani como un modo de hacer historia no suficientemente actual que planteaba una especie de contradicción universal, abstracta, y no jerarquizada de comportamientos.

El propio Michel Foucault participó en un denso debate de esa revista, distinguiendo distintos filmes de otros (Malle tendría interés a su juicio) y señalando la ocultación de los conflictos sociales dentro del cine marcado por De Gaulle, que acababa de desaparecer.

En el punto más agrio de esa polémica, Malle decidió emigrar a los Estados Unidos. Ya había rodado un documental en ese país algunos años antes (Humain trop humain, 1973), en el que seguía la vida de los trabajadores estadounidenses pobres, experiencia que repitió en 1985 en God's Country.

En Hollywood filmó, entre otras películas, La pequeña (1978) con la joven Brooke Shields y sobre todo Atlantic City (1980), con Burt Lancaster y Susan Sarandon, donde relata las desventuras de un pícaro retirado y de su vecina, en la ciudad de los casinos del etado de Nueva Jersey.

Cuando regresó a Francia en 1987 volvió a tratar el tema que le había hecho marcharse: la ocupación nazi en Francia, a través de un film que será el punto más alto de su carrera, Adiós, muchachos (1987).

En esta película, Louis Malle tira de  sus recuerdos de la guerra. La historia, en parte autobiográfica, ya que él fue testigo de una situación similar durante su infancia. Malle declaró que ese tema le había perseguido desde siempre y que, de hecho, esta historia trágica es la que le había llevado al cine.

La película retoma también algunos elementos de películas anteriores; de Lacombe Lucien toma al colaboracionista contra su voluntad; de El soplo en el corazón, la intensa relación entre madre e hijo. Tampoco aquí emite ningún juicio de valor sobre nadie, sólo deja entrever un fatalismo acorde con sus gustos literarios. La película fue un éxito y ganó diversos premios.

El director en ella refleja todas las actitudes francesas respecto al conflicto, desde el colaboracionismo  con La Francia de Vichy a la Resistencia, pasando por actitudes más bien pasivas que , desgraciadamente, suele ser el de la mayoría.

De la película , sin duda algunos destacan no varios sino muchos y muy buenos.Entre estos la homilia tras la lectura del Evangelio que apelaba siempre a la caridad, a compartir y a ayudar a los desvalidos,  a los pobres, pero también a los oprimidos y opresores.

Destacan igualmente el papel de los niños, pues son sus ojos los que miran y los que nos hacen ver como son las acciones de unos y otros.

Esta película es en parte autobiográfica. Louis Malle vivido esta historia que ha ocupado durante largo tiempo su mente, en sus propias palabras: "Durante mucho tiempo, simplemente me negué a atacarme, porque este evento me había traumatizado y tenía una enorme influencia en mi vida. "

El proyecto original fue llamado  Mi pequeña Madeleine (en referencia a la Magdalena de Proust ) antes de que el título de nuevo y, finalmente,  Adiós Muchachos. Sin embargo, el director nunca ha pretendido presentar la película como una verdad absoluta a la manera de un documental, sino que recalca que es una ficción hecha de recuerdos que tiene una base de esta historia real, a lo que añadió elementos y anécdotas recogidas en otros lugares, elementos puramente de ficción. En general, la amistad profundidad entre Julien y Jean es puramente ficción .

El joven Malle realmente no se ha desarrollado una amistad con el verdadero  chico judío como declaró en varias entrevistas que se trataba de este pesar que motivó la película.

El guión fue publicado por Gallimard en el mismo año. La película retoma un par de temas ya presentados en pleículas anteriores como el colaboracionismo como ya había ocurrido en Lacombe Lucien y las relaciones estrecha entre madre e hijo, el papel del padre ausente y el ambiente burgués que se tocan en El soplo al corazón. Tampoco aquí emite ningún juicio de valor sobre nadie, En el primer caso los  personajes de Lucien y de Joseph  son muy cercanos. Tanto es así Louis Malle describe el carácter de José como "el primo de Lucien" .

La escuela, al igual que muchas escuelas católicas y otras organizaciones, protegieron a niños judíos con nombres falsos siendo para ellos refugio de los nazis;  como resultado, un 75 por ciento de los judíos franceses sobrevivió a la guerra, de acuerdo con un ensayo escrito por Francis J. Murphy.

Adiós, muchachos es, pues, una versión ficticia de los acontecimientos que experimentó Louis Malle. En realidad, el joven Jean Bonnet se llamaba Hans-Helmut Michel, un chico dos años mayor que el director (1930) y que falleció  el 6 de febrero de 1944 y estuvo cerca de un año en el Colegio de Avon cerca de Fontainebleau, donde también estudiaba el director. La Gestapo lo detuvo al igual que a los otros dos niños y al sacerdote el 15 de enero de 1944. Fue enviado a Drancy y luego deportado a Auschwitz .

El padre Jean de la película también  existió pero era real,ente el  Père Jacques Lucien Bunel (29 de enero, 1900, 2 de Junio, 1945). Fue condenado por ocultar tres niños judíos en el Avony deportado a Mauthausen . Murió una semana después de la liberación del campo . En la comunidad judía ha sido  honrado con el título de  Yad Vashem  o Justo entre las Naciones . La película también se inspira en la infancia Gilles Jacob , ex director del festival de Cannes, escondido en un seminario durante la guerra . Curiosamente, el diseñador de producción Willy Holt que ganó un César en 1988 por la película, dio un discurso memorable en el que recordó su pasado en la resistencia y cómo fue deportado en un convoy - el 64- en febrero de 1944, el mismo convoy en el que los tres héroes de la película y que iban rumbo a Auschwitz. 

La película fue bien recibida por los críticos y tiene una calificación de "Fresh" del 97% en el sitio del agregador de críticas Rotten Tomatoes basado en 29 revisiones, con el consenso: "La historia autobiográfica de Louis Malle de una infancia pasada en un internado de la Segunda Guerra Mundial Retrato realizado de amistad y juventud ".

De la película dijo Roger Ebert que "Au revoir les enfants'(1987) es la naturalidad con que evoca la vida cotidiana de un internado de Francia en 1944. Su historia central muestra la vida del joven a toda velocidad hacia adelante; que sabe, porque él estaba allí, que algunas de estas vidas serán exterminados.

Destaco el crítico de Chicago que el trabajo de los chicos Gaspard Manesse y Raphael Fejto . Ellos nunca habían actuado antes y apenas actuado de nuevo. Julien sabe casi nada acerca de Judios. "Recuerdo el día "Au revoir les enfants" fue mostrado por primera vez, en el Festival de Cine de Telluride 1987. Yo había llegado a conocer a Louis Malle un poco desde una cena que tuvimos en 1972; él era el más accesible de los grandes directores. Yo era casi la primera persona que vio después de la proyección. Lo recuerdo llorando mientras estrechaba manos y dije, "Esta película es mi historia. "

La película también fue un éxito de taquilla desde su estreno el  7 de octubre de de 1987 con 3.488.460  de espectadores en Francia y un recaudando más que notable $ 4,542,825 en América del Norte para ser una película francesa.


La película fue un éxito y ganó diversos premios como León de Oro de la edición de 1987 del Festival Internacional de Cine de Venecia la película ganó siete Cesar incluyendo el de mejor película y mejor director en 1988. y multitud de Premios César en diversas categorías como a la Mejor Película , a la mejor dirección , al mejor guión,  a la mejor fotografía ,a la mejor decoración ,  al mejor sonido , a la Mejor Edición como el Premio Louis Delluc . 

También fue nominada en la Sesenta Edición de los premios de la Academia  en 1988 para el Oscar a la Mejor Película Extranjera y Oscar al Mejor guión original . 

Esta película forma parte de la lista de las 50 películas BFI para ver antes de los 14 años establecidos en 2005 por el British Film Institute .

Yo conocí como espectador a Louis Malle   por medio de su película Herida (1992) un película con Jeremy Irons, Juliette Binoche, Miranda Richardson, Rupert Graves, que nos habla de una aventura de amor y sexo entre un hombre maduro - miembro del Parlamento- y la prometida de su hijo. Ella, calculadora y pragmática, está decidida a casarse con su novio, aunque mantenga la relación con el padre. También vi su última película, supongo que en el Cine Santa Rosa , una adaptación de Vania en la calle 42 (1994), pieza teatral de Antón Chéjov allá por el invierno de 1995 y del que recuerdo al actor Wallace Shawn al que por cierto pude ver en Sevilla en una taberna cerca de la Giralda en una mañana fría de invierno también. 

Por cierto la película está dedicada a sus hijos Cuotemoc , Justine y Chloe fruto de su relación con tres mujeres Gila von Weitershausen, Alexandra Stewart y la actriz estadounidense Candice Bergen. Malle murió de un linfoma el 23 de noviembre de 1995 en Los Ángeles, a los 63 años. 

Desde luego habrá que reconocer que no es una película para olvidar, para tener presente el horror y la intolerancia. Una película que te llegará al corazón, sí o sí.






1 comentario:

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