Octava entrega y última en la que se pone fin a una serie iniciada en 2015 creada por Robert Kirkman y Dave Erickson al hilo del éxito de The Walking Dead y que fue de más a menos, pero que entiendo que cierra relativamente bien. Lo peor de la serie posiblemente haya sido el hecho de encontrarnos con el intento de cumplir sueños que eran imposibles hizo ha hecho que la historia haya ido derivando a situaciones un poco absurdas, siendo la más absurda la del estallido atómico.
La posición de cada uno de los protagonistas ha ido variando y en casi todos hay más sombra que luces. La recuperación final de algunos de los protagonistas como Morgan, Madison y el contro de la isla que fue el proyecto de PADRE. Con nuestros personajes desmoralizados y abatidos, la tarea de reavivar la creencia en un mundo mejor recae en la persona que Morgan y Madison se propusieron encontrar en primer lugar: la hija de Morgan, Mo. ha hecho que al menos se mantenga el interés pues tengo que reconocer que ha habido momentos de auténtico desvarío.
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