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jueves, 23 de noviembre de 2017

Mörner y el Inca mestizo


No puedo pensar en el Inca Garcilaso sin recordar a Magnus Mörner. Ha sido saber que Miguel Ángel Entrenas se había inspirado en el personaje que tuvo en Montilla el lugar donde vivió sus últimos días, para recordar al insigne hispanista , profesor y director de la Biblioteca y del Instituto de Estudios Iberoamericanos de la Escuela de Ciencias Económicas de Estocolmo.

Cuanto tuve la oportunidad de conocerlo era profesor de la Universidad de Göteborg , o Gotemburgo como nos dijo. Estaba a punto de jubilarse este hombre jovial que cada vez que nos explicaba algo nos sonreía, aunque en ocasiones literalmente se partía de risa.

Magnus Mörner fue la gran estrella de aquellas II Jornadas del Inca Garcilaso que montó el CEP de Córdoba así como el Programa Montilla 92 que financiaba la Casa del Inca , allá por 1989. Es más, quisiera recordar que iba acompañado de su mujer, que era su asistente personal.

Aquel último año de la década de los ochenta, un grupo de chicos y chicas recién licenciados, o casi - algunos y algunas le quedaba alguna materia pendiente gracias a la inestimable ayuda de otro profesor de nuestra "Alma Mater"- , fuimos invitados por el CEP y por el Departamento de Historia de América de la Facultad de Filosofía y Letras para participar en las mismas en calidad de asistentes. Fueron tres días divertidos en Montilla y académicamente muy aprovechables.

Coincidimos con becarios vinculados de la Universidad de Sevilla que nos descubrieron que la Universidad era algo así como la Edad Media. Si querías quedarte en ella, había que rendir pleitesía y vasallaje al profesorado. Ese mundo real de la Universidad española de esos años de finales de los ochenta y que nos comentaban nuestros colegas sevillanos,  oscurecía esa imagen clara que trasmitía la amabilidad , la sonrisa y la bondad que transmitía ese orondo y gigantesco profesor sueco que nos hablaba del mestizaje para explicarnos la enorme importancia del Inca Garcilaso dentro de las II Jornadas sobre el Inca Garcilaso y el mestizaje en Indias .

No cabe duda que este era un personaje importante en ese proceso de mestizaje ocurrido entre los dos mundos como explicó en su libro “Race mixture in the history of Latin America” (“La mezcla de razas en la historia de América Latina”, publicado en España en 1969) y nos contó a nosotros. Especialmente importante, pues está considerado como el primer intelectual mestizo.

Pues bien, este persona, el Mestizo, Inca Garcilaso ha sido el elegido por  Miguel Ángel Entrenas y  su hija Fátima en ser el sujeto de atención en su película tal y como expresó en la noche de ayer la madrina habitual del director cordobés en estos eventos, Chelo Quevedo. 

El estreno de esta película, 'Inca Garcilaso, el mestizo', que no es un mediometraje, sino que en esta ocasión ha sido en la práctica dada su duración un largometraje, tuvo lugar en el  Teatro Góngora de Córdoba.

En este caso Fátima y Miguel Ángel Entrenas , el 23 de noviembre de 2017 volvían al tajo con la productora del director, Mael Producciones - una asociación sin ánimo de lucro que tiene entre sus objetivos el rescate de figuras que sean importantes para nuestra sociedad  - en la que participa igualmente su hija, pero a la misma se han unido en este caso la Cátedra intercultural de la Universidad de Córdoba como parte del programa conmemorativo del IV centenario del nacimiento del Inca, y patrocinada igualmente por la Universidad de Boston,  dónde llegó el proyecto a través de la Universidad de Córdoba, y que , en parte, financió un porcentaje de los gastos del rodaje en Perú, donde se desarrolla la primera parte del film, que abarca desde que nace el personaje hasta que cumple 20 años hasta el momento en qué se embarca llegando a Lisboa, pasando más tarde ya a la capital del Reino de España, Madrid. Además la película cuenta con la colaboración de la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Córdoba, el Cabildo Catedralicio, la Consejería de Cultura y la Tufts University de Boston (Estados Unidos).

En este caso Miguel Ángel Entrenas y su hija Fátima han contado con el  guión del escritor  Carlos Clementson y  Juan Antonio Mazzotti, «un experto a nivel internacional en el tema del Inca que se ha implicado mucho en el proyecto».

En la labor técnica aparece la composición musical de  Luis Medina y Miguel Linares y que fue dirigida por Clemente Mata. Como en anteriores películas parte del vestuario y peinado y algunos aspectos técnicos procede de la labor de alumnos y profesores de la Escuela de Arte Dramático de Córdoba, con la colaboración de estudiantes del Ciclo de Medios Audiovisuales del IES Angel de Saavedra, así como alumnos de Maquillaje, Peluquería y Estilismo del IES El Tablero.

El elenco lo asumen los actores cordobeses Ricardo Luna como el Inca Garcilaso y Belén Benítez que interpretará a uno de sus amores, María de Angulo. A estos se suman Pepe Pérez, Joaquina Madero, Rebeca Moreno, Gema Lozano, Toni Maqueda, Jesús Jaén, Bartolomé García, Rafa de la Vera, Álvaro Barrios, Rafael Montero, Trilce Oblitas, Ramiro Moreyra, Ramiro Vargas, Marcos Hurtado, Francisco Pérez, Antonio Barrios y Ángel Santisteban.

La película se inicia con una serie de imágenes de  la montaña sagrada y vieja de los incas que era el Machu Picchu y cuyo nombre original habría sido Llaqtapata. El yacimiento que está en la provincia de Urubamba, en el departamento del Cuzco, cuya ciudad situada a 132 km de allí, llegó a ser capital de los Incas.

Poco después asistimos a la ceremonia de unión en Cuzco en 1539,entre el hijo del capitán de origen extremeño, Sebastián Garcilaso de la Vega (Badajoz, 1507), en su condición de Gobernador de Cuzco, y de la princesa o ñusta inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Cápac, emperador del "reino de las cuatro partes o suyos" o Tahuantinsuyo (nombre del Imperio incaico en su lengua nativa quechua).

Del resultado de aquella unión nació como Gómez Suárez de Figueroa, apodado Inca Garcilaso de la Vega,  nacido en Cuzco, en el Virreinato del Perú el 12 de abril de 1539, al que se considera uno de los primeros hijos de la nobleza mestiza latinoamericana y al que se le considera el “primer mestizo biológico y espiritual de América”, que supo asumir y conciliar sus dos herencias culturales: la indígena americana y la europea. Fue bautizado con los apellidos ilustres del mayor de sus tíos paternos y de otros antepasados que pertenecieron a la casa de Feria. 

Al joven lo vemos en sus primeros años siendo formado por su padre , o asistiendo al Colegio de los Indios Nobles del Cuzco, con otros mestizos como él, entre los que se encontraban los hijos ilegítimos de Francisco y Gonzalo Pizarro.  pero también en contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza inca, entre los que se contaban los hijos de Huayna Cápac: Paullu Inca y Tito Auqui. De hecho vemos en ocasiones a sus parientes discutir sobre el pasado y la grandeza perdida. Accedió pues a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y cultura inca. De hechos escuchamos en una voz en off un breve fragmento de sus Comentarios reales , I, 1, 15 que dice "Estas y otras semejantes pláticas tenían los Incas y Pallas en sus visitas, y con la memoria del bien perdido siempre acababan su conversación en lágrimas y llanto, diciendo: «Trocósenos el reinar en vasallaje, etc.» En estas pláticas, yo como muchacho, entraba y salía muchas veces donde ellos estaban y me holgaba de las oír, como holgaban los tales de oír fábulas.

Tras eso el relato y al morir su padre, cuando El Inca tenía 21 años, decidió salir del Perú para emprender un arriesgado viaje a España.

De todo esto nos lleva este  Inca mestizo y se lo comenta a sus amigos como se formó y optó, en un momento dado, por cruzar la mar océana para arribar a Lisboa y luego a la capital de Corte, Madrid. Allí reclama ser reconocido, en su condición de Gómez Suárez de Figueroa, solicitando algunas mercedes que la Corona le debía a su padre por sus servicios en el Perú. Pero en su condición de mestizo y con un expediente manchado debido a estar vinculado junto a su padre en las cruentas guerras civiles del Perú, que él y su padre padecieron al ir junto al rebelde Gonzalo Pizarro , aunque forzadamente, según contaría más tarde el Inca Garcilaso, pero retornó al bando real sumándose al ejército del presidente Pedro de la Gasca durante la batalla de Jaquijahuana, por lo que fue conocido despectivamente como el “leal de tres horas”. Este episodio  en el que acusan a su padre de favorecer al rebelde Gonzalo Pizarro dándole un caballo que le salvó la vida en la batalla de Huarina, y tal versión fue apoyada por los cronistas de indias oficiales, tendría luego mucha repercusión en la vida posterior del Inca Garcilaso, pues no se le reconoce título alguno, y lo frenan en sus planteamientos y peticiones, y menos en su calidad de mestizo.

Una vez frustrado su empeño decide ver a su familia. De hecho se encuentra con uno de los hermanos de su padre, Alonso de Vargas, que lo recibe con los brazos abiertos. Allí en la casa de su tío paterno en Montilla  que lo acoje con los brazos abiertos reside junto a su tía , doña Luisa Ponce, viuda de su tío Alonso, la mujer de éste, igualmente estando recogida María, una pariente de esta última. Entre ellos parece que el flechazo de una relación se inicia desde el mismo instante del encuentro, pero dicha relación la mantienen oculta, a salvo de habladurías de criados y familiares dado el elementos mestizo limitante. La relación está limitada por el grado de parentesco, pero especialmente por el carácter mestizo - e impuro-de su procedencia.

De cualquier manera decide permanecer en la península y seguir la carrera militar, como su padre. Abandonó el nombre de Gómez de Figueroa y firmó ya para siempre con el de Garcilaso de la Vega, por el que sería conocido por la posteridad.

Buscando la gloria se enrola en el ejército para enfrentarse contra los moriscos de Aben Humeya. Participa en la represión de la Rebelión de las Alpujarras de los moriscos de Granada bajo el mando de don Juan de Austria (1569). Como su padre, logró el grado de capitán, y tomó parte en La guerra termina con victoria para él, pero sin reconocimiento.

Al terminar la revuelta le llega la noticia de la muerte de su tío, Alonso de Vargas, lo lleva a la desgracia familiar. Su  tío Alonso de Vargas le adjudicó bienes en su testamento que hicieron que en el futuro no tuviese que preocuparse de su sustento y aún disfrutase de cierta holgura pues si bien es cierto que se queja de la gestión de sus muchas tierras de la familia, no es menos cierto que su relación con María se interrumpe, ya que ella ha de ingresar en un convento.

Tras su retorno a la capital califal y refugiado en su obra, el mestizo contacta con importantes personajes que pasan por la ciudad como Miguel de Cervantes, Luis de Góngora o su paisano Arias Montesinos. Sus encuentros con sus compañeros le incitan a reflexionar sobre la historia, sus orígenes y sobre la mitad de su sangre, al fin y al cabo ya firma como El Inca Garcilaso. 

Una nueva relación con una joven cordobesa, Beatriz, permitirá que su nombre perdure en la historia por medio de su hijo hasta que llega a su fin. 

En 1590 se publica la Traducción del Indio de los Tres Diálogos de Amor de León Hebreo (su prólogo está fechado en Montilla, 1586), siendo su primer libro, y la primera obra literaria realizada por un americano en Europa. Ya por entonces firmaba como Garcilaso Inca de la Vega y se presentaba como hijo del Cuzco, ciudad a la que definía como cabeza de imperio. Pero con todo, la obra que le dará renombre será Los Comentarios Reales de los Incas. Una obra que se publicó en dos partes: en la primera (Lisboa, 1609) se documenta la civilización inca hasta la llegada de los españoles; se describen sus costumbres, sus religiones, su sistema político, etc de una forma bucólica, como un paraíso perdido. En la segunda parte (Córdoba, 1617), titulada Historia General del Perú, se narra la llegada de los españoles, la conquista de la civilización incaica y las guerras fratricidas por el poder.

Esta obra se considera muy importante tanto para la historiografía española como para la hispanoamericana, ya que es una verdadera fuente de conocimientos de la cultura de Perú. El propio autor señaló que su obra serviría para que esta civilización no cayera “en la oscuridad del tiempo y el olvido”.

En 1612 Garcilaso compró la Capilla de las Ánimas en la Mezquita-catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde quiere ser enterrado, y fallece cuatro años después, entre el 22 y el 24 de abril de 1616 como fechas probables.

En aquella capilla sus albaceas grabaron esta lápida: "El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Capac, último emperador de las Indias. Comentó La Florida. Tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar: dotó esta capilla. Enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio. Son patronos perpetuos los señores Deán y Cabildo de esta santa iglesia. Falleció a 23 de abril de 1616.

Con una imagen cenital de su entierro rodeado por los suyos , todos los suyos , los de acá y de allá, los de las dos orillas, la del Atlántico y la del Pacífico, termina la película del que fue un primer mestizo de las letras españolas.

La película ha sido rodado en diversos puntos de la capital cordobesa , pero también de la provincia. Entre los primeros espacios urbanos de Córdoba cabe destacar, además del interior de la mezquita, donde vemos la imagen del difunto en dirección a su capilla de las Ánimas, pero también en la Plaza del Potro, la cuesta de Bailio.

Igualmente parte del rodaje tuvo en Montilla, desde el Palacio de la ciudad, hasta la casa del Inca en la localidad. también se rodó en la iglesia de Santiago y algunas imágenes en exteriores por medio de un dron.

A destacar igualmente que parte de las escenas se han rodado en Perú, concretamente en Cuzco, la ciudad de la que dijo el Inca Garcilaso "Pusieron por punto o centro [del Tahuantinsuyu] la ciudad del Cozco, que en la lengua particular de los Incas quiere dezir ombligo de la tierra: llamáronla con buena semejanza ombligo, porque todo el Perú es largo y angosto como un cuerpo humano, y aquella ciudad está casi en medio".

La ciudad es "Patrimonio Cultural de Humanidad" desde el 9 de diciembre de 1983, y en sus alrededores como Machu Picchu. Además del citado son reconocibles elementos de la muralla incaica con su piedra de los doce ángulos, la Plaza de Armas de la ciudad , así como Coricancha y Convento de Santo Domingo y la Capilla de la Sagrada Familia, junto a la Catedral o su Museo de Arte Precolombino en la Plaza de las Nazarenas. El rodaje arrancó en diciembre de 2016 en Cuzco, "donde vivió hasta los 20 años", con "un equipo totalmente autóctono, ya que queremos que el proyecto también sea en sí mestizo", indicó Fátima Entrenas. Como anécdota decir que el alcalde de la ciudad peruana hace un cameo. Esta fase fue financiada por la cátedra de la UCO y la Tufts University de Boston.

Lo primero, una vez diseñado el proyecto, fue la escritura del guión que fue labor de José Antonio Mazzotti y Carlos Clementson, que ya participaron en  Maimónides, luz de Al-Ándalus, anterior proyecto de los Entrenas.

Después de las conversaciones iniciales con Clementson y de perfilar el proyecto, la productora se puso en contacto con la citada cátedra, que ha realizado diversas actividades sobre el Inca Garcilaso, entre ellas un congreso gracias al cual MAEL contactó con José Antonio Mazzotti, "uno de los máximos especialistas" en el Inca.

La idea del Inca Garcilaso, el mestizo tiene una clara intención pedagógica y de promoción de valores vinculados con la diversidad y el diálogo intercultural. Y es que el Inca, como subrayan Fátima Entrenas, Clementson y Luis Rodríguez, director de la Cátedra Intercultural de la Universidad de Córdoba (UCO), es fruto del abrazo de dos civilizaciones. "Es el creador de la prosa hispanoamericana", destaca el coguionista, que le dedica un poema en su libro Córdoba, ciudad de destino.

Uno de los guionista, el poeta cordobés, Carlos Clementson tuvo su primer contacto con el Inca cuando estudiaba, a finales de los años 60, en la Universidad de Murcia. Una figura que le ha interesado desde entonces y a la que dedica el citado poema "largo y denso" de Córdoba, ciudad de destino, un monólogo dramático "en el que el Inca narra toda su vida, con una introducción extraída de sus obras". Un texto que está en la base de un proyecto que también quiere poner de manifiesto, señala el poeta, que "el nuestro ha sido el único imperio multirracial: esa ósmosis racial que tiene la cultura española con los pueblos americanos es única".

En el estreno de la cinta participó la embajadora habitual de las películas de Entrenas, aunque también hubo unas palabras por parte del concejal de cultura del Ayuntamiento de Córdoba en nombre de la alcaldesa que excuso su ausencia. El acto fue completado y amenizado con una actuación del Coro de la Mezquita - Catedral de Córdoba entre las que destacaba la soprano Gala Redondo, que interpretó un tema de la película compuesto por Miguel Linares y dirigida por Clemente Mata, así como varias otras, una de Mozart y otras procedentes de la banda sonora de la película de Roland Joffe, La Misión, cuya banda sonora fue realizada por el italiano Ennio Morricone y de la que se escucharon dos temas, entre ellos la impresionante Gabriel´s Oboe.

Esperaba igualmente unas palabras del director presente en la sala Miguel Ángel Entrenas , pero la larga duración de la actuación y de la película , así como la ausencia de la codirectora, Fátima, entiendo que lo impidieron.

De cualquier manera , Miguel Ángel Entrenas ha declarado su interés por este personaje que "Era hijo de una princesa Inca y de un conquistador español, y recibe una educación conforme a la nobleza Inca, empapándose de esa cultura, que después traslada a sus escritos».

En algún momento Miguel Ángel Entrenas ha declarado que el rodaje comenzó con la filmación en Perú, país al que se trasladó su hija para realizar las escenas vinculadas con el padre y la madre del personaje histórico, así como elementos que pudo ver "in situ" el escritor mestizo mientras vivió su juventud en la primera mitad del siglo XVI. A destacar el rodaje en espacios como los más significativos de la ciudad imperial andina o la imagen desde un dron de uno de los yacimientos más de la Historia de la Humanidad, el de la Montaña Sagrada.

Se hizo igualmente un rodaje en la costa para representar las escenas del difícil desplazamiento marino que vivió el escritor en su viaje de ida que le llevó a Europa. Esas escenas se rodaron en la réplica de la Nao Victoria   que posee la fundación que lleva el nombre de este galeón español del siglo XVI.

Para resaltar la llegada al Viejo Mundo vemos escenas rodadas en Lisboa tanto la Torre de Belén como el Castillo de Sao Jorge.

El proyecto de rodaje pasó más tarde a la localidad cordobesa de Montilla, rodándose en su Castillo y en la propia Casa del Inca, espacio que ha cedido el Ayuntamiento de la localidad para este trabajo.

Por último, el rodaje culminó en Córdoba, donde las calles de la Judería o de la Plaza del Potro han sido los elegidos para el contacto del escritor mestizo con dos de los más prestigiosos escritores de la época con los que contactó : Góngora - rodada en la escalera barroca de las Escuelas Pías, no lo se con certeza, y con Cervantes, en la Plaza del Potro y Posada homónima. Igualmente se ha rodado en espacios vinculados con la Facultad de Filosofía y Letras, en concreto con algún Patio del Hospital del Cardenal Salazar o el pequeño patio que antecede a Capilla de la Facultad, así como en Callejas como la de Casa de las Cabezas, o la cuesta del Bailío.

Por otro lado, el Cabildo Catedralicio también se ha implicado en el proyecto, produciendo no sólo una parte de la película y sino, y lo que no es habitual, permitiendo que se recree el entierro del Inca Garcilaso en la capilla de Ánimas de la Mezquita Catedral, donde está la sepultura de este personaje.

El director declaró que “En esas escenas colaborará la hermandad de la Santa Cruz de la iglesia de la Trinidad, siendo fieles a su testamento».

El director ha declarado que lo que le ha gustado subrayar con la película fue la idea del mestizaje, interculturalidad y tolerancia que representa esta figura en la historia. «Nos centramos en la reacción de los primeros hijos de indias y españoles, los primeros mestizos, al llegar a España, donde se les veía como bichos raros», comentó el director, recordando que «el Inca no puede casarse porque le impiden unirse a una noble por no ser de pura sangre».

La idea originaria era estrenar para abril de este 2017, fecha en la que finaliza el año incaico, y Entrenas asegura que también han sido invitados para dar a conocer la película en Cuzco, en Lima y en Washington.

El director señaló igualmente que las dificultades de este rodaje, aparte del desplazamiento a tierras americanas, están en el hecho de ser una historia de época, por lo que aludió al vestuario, ya que se trata de una película de época, «pero todo se ha ido solventado igual que cuando hicimos Maimonides o Góngora», dos personajes a los que Entrenas dedicó sendas películas en su afán «por dar a conocer la historia de Córdoba».

El director igualmente ha declarado que “En Cuzco se ha hecho lo mismo que en Córdoba, hemos contactado con alumnos de su Universidad, así como con miembros de otras asociaciones culturales de la ciudad, que han interpretado a los personajes de la primera etapa de la vida del Inca».

Antes de la presentación de la gala de la película hubo una presentación institucional por parte de representantes de la Universidad de Córdoba. Entre las mismas estaban la vicerrectora de Vida Universitaria y Responsabilidad Social de la UCO, Rosario Mérida, y la directora de la Cátedra Intercultural, Mercedes Osuna.

Ambas conjuntamente presentaron a los medios de comunicación este proyecto con el que se pretende "proyectar y difundir la imagen de interculturalidad a los centros educativos y a la sociedad en su conjunto a través de la figura del Inca Garcilaso". Mérida destacó la vigencia de la figura del Inca Garcilaso "que representa hoy más necesariamente que nunca la idea de interculturalidad, de hibridación de diferentes culturas, de diferentes razas y cómo se puede establecer de una manera pacífica la convivencia armoniosa de diferentes entidades culturales que conviven en el territorio". Por su parte, Osuna hizo hincapié en la actualidad de la figura del Inca Garcilaso "que reivindicó su mestizaje en una sociedad en la que esos valores no estaban bien vistos.

Para la Cátedra Intercultural de la UCO esta figura cobra actualidad con la situación mundial que se está dando. El Inca supo superar esa situación con su maestría en las letras y supo combinar dos culturas".

La idea de la película es llevarla a festivales y a universidades de Estados Unidos y Latinoamérica, además de a la Filmoteca de Andalucía y a centros educativos de la provincia. De hecho, el director me comentó poco minutos después del estreno que a ver si era posible proyectarla en el centro en el que trabajo.

Inca Garcilaso, el mestizo, es como ha declarado la codirectora "un documental de ficción: hemos respetado las partes que están más documentadas y hemos modificado las que no con la intención de introducir los mensajes que queremos transmitir, darle algo más de acción y hacerlo más atractivo para el público" y añadió que  "En la situación en la que estamos conviene proyectar esta memoria del mestizaje -apunta Rodríguez-, y la figura del Inca, desde muchos puntos de vista, es un símbolo".

Pienso que es posible la presencia en un futuro próximo de la película en el Festival Internacional de Cortometrajes Cusco Perú o FENACO , el certamen cinematográfico internacional más importante del sur del Perú, que se realiza cada mes de noviembre desde el 2004 en la ciudad imperial del Cuzco, y que en su origen fue un evento nacional dedicado al formato de cortometraje (hasta 30 minutos de duración), con muestras internacionales, de ahí su nombre FENACO (Festival Nacional de Cortometrajes), nombre popularizado en el Perú y el mundo para reconocer el festival. Dada la acogida y respuesta de cineastas, productoras y distribuidoras de diferentes países, evolucionó hasta convertirse en festival internacional, llegando en su sexta edición a los 354 cortometrajes en competencia, de 37 países.

Comentar que la película , como he dicho anteriormente , es más que un mediometraje, se hace entretenida. Es cierto que el hecho de contarnos la historia, no en un sentido lineal, sino que la misma juega en ocasiones con saltos en el tiempo nos ayuda a mantener la atención y recalca la importancia que tiene en ella el pasado americano del protagonista, tanto en su vertiente indígena como en la del conquistador que es seducido por las atenciones de quien sería su madre. Igualmente gusta tanto al guionista como a los codirectores mostrar que en una historia sentida de amor profundo a los mundos el Nuevo , el de su presente y el Viejo, el de sus antepasados.

También es un relato en el que subyace la dificultad que supone para un mestizo como el Inca , o para un cuarterón, como lo será su hijo nacido de española y mestizo, la dificultad de ser reconocido por una sociedad en la que el color de la piel y la sangre prima tanto. En ese sentido recuerdo lo que nos contó Magnus Mörner sobre la sociedad de colores latinoamericana y el peso que tenía en aquella sociedad la limpieza y la pureza de sangre.



Desde el punto de vista narrativo la película se hace por medio de un relato que fluye con  naturalidad transformándose en una historia muy ágil y cómoda de ver.

El papel de los actores es más que sobresaliente y destacando entre todos,  como no podía ser de otra forma,  el trabajo del actor que lleva la historia con su porte y su palabra, Ricardo Luna, cuya interpretación es soberbia.

He ido al cine junto a mi padre y a uno de mis hijos, un chico acostumbrado al cine de Hollywood, de acción y cómic, muy alejado de su centro de interés habitual. De cualquier manera, al final de la proyección, le he preguntado a mi hijo, un crítico en potencia como adolescente que es, lo que pensaba sobre lo que había visto. El ha destacado dos cosas: el desconocimiento del personaje y el tema del rodaje en el cine amateur.

En el primero de los casos, los Entrenas, han conseguido dar directamente en el objetivo previsto: sacar a la luz historias y personajes que viven en el cajón del olvido de la historia de esta ciudad.



Con respecto a lo segundo , le sorprende que un proyecto no profesional tenga un aspecto tan cuidado y un formato tan terminado y una factura tan solvente. Como he dicho, narrativamente, la película le ha gustado.

Para terminar diré un par de cosas vinculadas una con la historia oficial y otra con la historia persona. En cuanto a la oficial diré que en 1978, el rey de España, Juan Carlos I, hizo entrega de una arqueta con parte de sus cenizas a la Catedral de Cuzco, donde permanecen enterradas en la actualidad.

En cuanto a lo personal, que es lo que motiva el nacimiento de este blog que se acerca al cine, no para analizar sesudamente las películas, sino para no olvidar lo que estoy viendo, tengo que decir que veintitres años después de mi encuentro en Montilla con el personaje y su historia, y con el historiador que nos aclaró tanto aspectos sobre el mestizaje, el sueco Magnus Mörner , éste fallecía en 2012.

Supongo a este gran hombre, gran historiador, y que trasmitía tanta bondad cuando nos hablaba le hubiese gustado estar presente en la tarde noche de hoy en el Cine o Teatro Góngora para ver la recreación de un personaje que él consideraba la piedra filosofal y la justificación de ese proceso de mestizaje que trazó el devenir del Nuevo y del Viejo Mundo. ¿O es que nosotros no somos ya culturalmente mestizos? Claro que sí, afortunadamente.


martes, 15 de diciembre de 2015

Diálogos entre perplejos bajo la luz


Dijo un poeta musulmán, no se quién, ni tampoco se ni cuándo ni dónde - pudo ser uno de tantos que brillaron en aquel complicado y dubitativo siglo XII- sobre nuestra tierra y su luz:
Qalbi bi qali, 
qalbi andalusi. 
[Mi corazón está en un corazón,
mi corazón es andalusí.]

La tierra y la luz. Es curioso, pero la doctora Cristina Solano Sosa, coordinadora de Divulgación del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), ubicado en León, Guanajuato, impartió no hace mucho una conferencia titulada La Luz y su importancia en la civilización en un Congreso celebrado Zacatecas (México) en la que distinguía entre luz visible y la luz no visible. Claro que ella defendía la idea de la luz dentro de un estudio de electromagnetismo y de la física, y defendía que el hombre tiene un cierto rango de visión para la captación del espectro electromagnético en el cual puede distinguir visualmente ciertos tipos de luz, sin descartar la existencia de la que no puede ser vista por el hombre, como lo es la luz ultravioleta y los rayos infrarrojos. Y es lógico que para la doctora mexicana la luz era un hecho físico, pero para algunos de nosotros la luz está más cerca del mundo de las ideas sobre la belleza defendido por Platón que del hecho físico.

Platón, por ejemplo, distinguía entre la belleza como «armonía y proporción» y la belleza como «esplendor». Estos postulados serán , más tarde, retomados por un neoplatónico, Plotino, quien afirmó en su obra Sobre la belleza que la belleza es interior, y que está en la vida, no en las formas, traduciéndose por expresión, mirada, intensidad, algo que se esconde detrás de las formas, y que identifica como el «alma». Para Plotino la belleza proviene de una forma y la presencia de una «luz» incorpórea que ilumina la oscuridad de la materia («metáfora solar», el sol como metáfora de la belleza ideal). Por eso el fuego es el único que tiene belleza en sí mismo, porque no tiene forma, es la «idea» entre los elementos.

Todos estos pensamientos culminan en la Edad Media con la llamada estética de la luz (también conocida como la metafísica de la luz o teología de la luz). Esta era una corriente de pensamiento dentro de la filosofía estética medieval que identificaba la luz con la belleza divina. Se desarrolló dentro de la filosofía escolástica –siglos XIII y XIV–, que pretendían el estudio de Dios desde unos postulados más racionalistas –para lo que se basaron principalmente en la filosofía aristotélica–, pero sin renunciar a la fe. Esta teoría influyó en gran medida en el arte medieval, principalmente el gótico.

Para uno de sus primeros defensores, Robert Grosseteste, franciscano de la escuela de Oxford y obispo de Lincoln, quien fue uno de los primeros en tratar la luz de una forma científica y es que Grosseteste hablaba del carácter matemático de la belleza, identificándola con la luz metafísica, y distinguiendo tres tipos de luz: lux (Dios), radium (rayos de luz) y lumen (el aire lleno de luz).

Poco después, un santo nacido en Bagnoreggio, San Buenaventura, distinguía tres aspectos de la luz: la lux como difusión de la fuerza creativa y origen del movimiento; como lumen algo que posee el ser luminoso y que es transportada a través del espacio por los medios transparentes; y como color o splendor todo aquello que produce los reflejos en los materiales contra los que choca, siendo el color el encuentro entre dos luces.

En la orden dominica, San Alberto Magno recogió dos teorías tradicionales sobre la belleza, la de la proporción aristotélica y la del resplandor neoplatónico, sintetizándolas sobre la base de la teoría hilemorfista de Aristóteles (la materia va unida a la forma): así unió proporción y resplandor, resultando que la belleza se produce cuando la materia trasluce su esencia.

Santo Tomás de Aquino, otro de los luministas, posiblemente,  el más brillante de todos, parte de  la tesis de Alberto Magno de la belleza como esplendor de la forma (splendor formae), aunque opina que la percepción de la belleza es una clase de conocimiento. Para Tomás belleza y bondad son lo mismo, aunque la belleza se dirige al intelecto y la bondad a los sentidos.

Pero ¿qué tiene que ver todo este acercamiento a la filosofía lumínica con una película, pues esta es la misión de este blog? Pues bastante más de lo que se pudiera sospechar. Por lo pronto, por los sujetos protagonistas de esta historia dirigida por Miguel Ángel Entrenas: Maimónides y Averroes, Averroes y Maimónides, que no quiero generar malestar alguno.

Los dos van a ser estudiosos de la obra aristotélica. De hecho, ellos son los que abren al filósofo griego al mundo occidental. Es un enorme viaje en el tiempo y en el espacio el de este pensador, olvidado en el mundo clásico y en gran parte de la Edad Media, y luego, felizmente recuperado para y por la filosofía gracias a nuestros paisanos, dos perplejos, tal y como lo hubiese calificado ese médico judío, hoy enterrado en Tiberiades. Averroes y Maimónides eran dos perplejos, es decir, dos personas preparada que dudan y, por lo tanto, que se plantean cuestiones que en aquellos años - y yo ampliaría que ahora también- eran vitales.

En segundo lugar, por una idea -que puede ser cierta o no - como la de tender a pensar que el momento más luminoso de algo es su cénit o punto culminante. Sin embargo, en el mundo andalusí eso no fue así. Extrañamente a lo que se pudiera pensar, la culminación intelectual del pensamiento de Al Andalus realizado por estos dos pensadores cordobeses, no coincidió , al menos, con el cénit político de Qurtba. Y, aunque sea cierto que durante el califato cordobés  la corte andalusí se hacía rodear de funcionarios poetas que debían adular a sus mandatarios mediante la composición de madih o panegíricos y conmemorar los principales hechos cortesanos escribiendo un rasail o misivas de la cancillería escritas en prosa rimada intercalada de poemas, no es menos cierto, que el momento de mayor proliferación de la poesía árabe y del pensamiento tendrá lugar en el inicio del fin del dominio musulmán de la península ibérica, durante los llamados reinos de  taifas.

La poesía que se cultivó en el siglo XI fue la continuadora de la poesía del califato de Córdoba, tanto en su sentido clásico (o neoclásico) como en la llamada corriente modernista, introducida en el siglo IX en la Península por los «modernos», entre los que se encontraba el célebre músico y poeta Ziryab.

Es curioso que hablemos de nuestro pasado musulmán  en términos tales como lo que se centraba parte de esta poesía del reino de Taifas en los que aparece la alabanza al amor profano, el elogio al vino o a la sátira, curiosamente, momentos antes de la llegada de aquel Estado Islámico, intolerante que fue el Imperio Almohade, y que frenó en seco esa libertad de géneros, pero sobre todo de pensamiento y de respeto a otras confesiones religiosas.

En este sentido esta historia de luz frente a la intolerancia entronca con la historia presentada en la noche de hoy por parte de Miguel Ángel Entrenas con su Luz de Al- Andalus. De hecho, hoy voy a ser totalmente incongruente y empezaré  por el final, pues tiene mucho que ver con el principio. El final es  la entrada de los almohades en la ciudad que había sido capital califal, y esto supuso en lo espiritual  el fin de aquel  Al-Andalus entendido como idea de civilización tolerante, como lugar de encuentro y de cruce casi mestizo en lo étnico y en lo cultural. Fue el fin de aquel foco  que irradió tanto para Occidente como para Oriente.

Tras los almohades toda la tolerancia fue olvidada del al-Andalus musulmán y, salvo en la corte de Alfonso X no volverá a lucir. Después de su esplendor, lo ocurrido en Córdoba quedó como una bella leyenda como la historia de amor que se nos presenta aquí protagonizada por Ibn Zaidun y la joven Wallada. No sólo encontraremos antes de la presencia de la intolerancia,  poetas y poetisas sino personajes cultivados como Averroes y Maimónides auténticos artistas del pensamiento capaces de formarse integralmente en la Filosofía, en la Medicina, en el mundo jurídico , en la Teología, en la Mística o en el amor a la  naturaleza.

Es curioso, pero antes de ver la película estuve leyendo en profundidad sobre los dos protagonistas de la película sobre Averroes y sobre Maimonides. Tenían muchas cosas en común: su lugar de nacimiento, su buena posición social desde el nacimiento, su elevada formación, su interés por el conocimiento que les permitían ser auténticos todoterrenos en campos muy variados ( filosofía- especialmente interesados en la obra de Aristóteles- , medicina, derecho,  astronomía y medicina, etc...), su particular visión teológica- diferente en los principios, pero comunes en la defensa de tolerancia y la posibilidad de cohabitación entre la fe y la racionalidad, la necesidad de desligar la necesaria reflexión religiosa de las especulaciones místicas y políticas, que llevaron a ambos a ser tan críticos con la intolerancia religiosa, su oposición a la intolerancia religiosa impuesta por los almohades, lo que les llevó a su triste final, especialmente para el primero, Muhammad ibn Rushd  que dará lugar a que ambos mueran en el exilio, alejado de su Córdoba natal, separados del espacio que le vio nacer, su luminosa Al Andalus. 

Algo de todo esto hemos visto en “Averroes y Maimónides, luz de Al-Andalus” el mediometraje dirigido por Miguel Ángel Entrenas y en el que ha colaborado el poeta y escritor , y profesor  - uno nunca deja de ser profesor- de gran parte de mis compañeros de promoción, Carlos Clementson.

Ambos, poeta y director, director y poema, estaban presentes en la noche de ayer, junto con Chelo Quevedo, que como en su película anterior, la Niña de la Ribera, participaba como embajadora, 

Se trata de una producción de Mael Producciones y en los que Manuel Guerrero, Antonio Navajas, Joaquin Flujas están en la producción ejecutiva. En la fotografía aparecen Miguel A. Entrenas, como director de la misma, y Concha Vacas; mientras que el sonido ha sido labor de Clara Navarro. En el reparto de la cinta, en su totalidad amateur, ha jugado un papel importante la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba, que ha aportado como miembros del elenco con José Ruiz (Averroes), Antonio Ortuño (Maimónides) y Mario Gallardo (Gonzalo) en los papeles principales, a los que se suman Mauricio Morales ( el conspirador enemigo de filósofos), Pepe Pérez y Ángeles Muñoz (Rebecca). A estos se suma la bailaora Victoria Palacios que baila junto a los caballos de Córdoba Ecuestre de Córdoba o Piedad Salar que interpreta la pieza de "Sherezade" en la historia de Wallada

Además de ellos, en la película, participan más de 200 figurantes , entre ellos a destacar especialmente en las escenas de la fiesta y del zoco comercial a un grupo de jóvenes discapacitados de distintas asociaciones.

Un papel importante lo han jugado los centros educativos de la ciudad. A destacar el equipo técnico el de maquillaje y efectos especiales coordinados por la profesora del IES El Tablero, Dª Emilia Cejas Cabello a la cabeza . Y en la postproducción destaca el grupo de alumnos/as de Artes Gráficas del IES El Tablero, coordinados por el profesor José Luis del Rosal. encargados del diseño del cartel de la producción. En el proyecto se han implicado asimismo alumnos de diversos centros educativos como del IES Maimónides, el ya citado IES El Tablero, así como el Ángel de Saavedra, San Acisclo y Santa Victoria, las escuelas de arte Mateo Inurria y Dionisio Ortiz.  En total más de 200 figurantes destacando entre ellos la participación de jóvenes discapacitados, como figurantes, de distintas Asociaciones como Down, Funlabor y la Federación de discapacitados sordos y afiliados de la ONCE. .

Igualmente un aspecto fundamental en la película lo juegan el vestuario de Nelson y Carreras y  la banda sonora que, en este caso, corresponde al violinista cordobés Miguel Linares, componente de Thamar Ensemble.

La historia de esta trama ficticia comienza con poema de Carlos Clementson recitado al pie de las dos estatuas sedentes de los dos personajes más brillantes intelectualmente hablado de nuestra Edad Media, Averroes y Maimónides. Tras la recitación vamos viendo en un primer término el rollo de la Torá abierto para su lectura durante servicio litúrgico en la sinagoga de Córdoba con el inicia la historia así como el puntero de plata para seguir la lectura. Casi de inmediato, vamos conociendo al resto de personajes que van a protagonizar la historia, ficticia, pero  con elementos anclados en la realidad como son un joven Maimónides (Antonio Ortuño) que aparece acompañado de su amigo mozárabe  Gonzalo (Mario Gallardo) que junto a Rebecca (Ángeles Muñoz) están interesadas, una chica judía, están interesadas en la formación espiritual y filosófica que imparte el maestro Averroes (José Ruiz).

El trío es consciente de la dificultad del momento especialmente en lo político , puesto que desde las mezquitas se transmite un mensaje crítico con las ideas de tolerancia y con ese intento de combinar espiritualidad y racionalidad defendido por Averroes, estudioso de los textos aristotélicos, así como por parte de otros miembros de la comunidad judía de la ciudad.

Mientras que , por un lado, en los cenáculos filosóficos se vincular la posibilidad de entreverar la fe y el mundo de la razón, en la ciudad se vive un clima contrario a la difusión de la doctrina aristotélica y sus escritos como se parecía en el entorno de los dos jóvenes Maimónides y Gonzalo

Mientras la vida sigue y los hombres y mujeres de la ciudad viven sus historias comunes o legendarias , según se quiera ver, como la de de Wallada bint al-Mustakfi, hija de Muhammad al-Mustakfi, uno de los efímeros califas de Córdoba que llegó al poder en 1024 asesinando al anterior califa Abderramán V, y de la esclava cristiana Amin'am.

De Wallada, preocupada por su condición de mujer y que se dedicó a educar a chicas de buena familia y a cuya casa, acudían también los poetas y literatos de su tiempo, con los que competía, y que era mujer abierta a las innovaciones incluso religiosas pues además de inteligente, culta y orgullosa mostraba libremente su rostro en ese ambiente enrarecido en que le toco vivir, conoceremos su difícil relación con Ibn Zaydum. La historia de amor y dolor entre ambos y que  quedó inmortalizada por los poemas de Ibn Hazm en "El collar de la paloma" sobre la  relación secreta que mantuvo con el poeta vinculado con los Banu Yahwar, linaje rival de los Omeyas al que ella pertenecía y que le hacía andarse con cuidado por Córdoba, se refleja en la película. Sobre esta relación giran ocho de los nueve poemas que de ella se conservan y que versan sobre lo que vemos en la película: los celos, la añoranza y los deseos de encontrarse; la decepción, el dolor y el reproche, así como el fin de la misma , puesto que la relación se rompió por la relación de Ibn Zaydún con una esclava  de Wallada y por lo que ella , con su deseo de independencia puso fin a la relación con ese poeta cordobés, que también acabó alejado de su ciudad al final de sus días.

En esa Córdoba, brillante tanto Maimonides como Averroes plantean sus postulados en un clima que poco a poco se va envileciando , especialmente cuando la ciudad empiece a sentir la presión de nuestros vecinos almohades asentados en la ciudad de Sevilla.

Mientras esta historia de amor se desarrolla los filósofos obtienen una valiosa información sobre la existencia por parte de algunos miembros de la comunidad sefardí de unos manuscritos de Aristóteles que guardan un trascendental secreto.

Sin embargo, la empresa no es fácil pues la intolerancia va adquiriendo cada vez más protagonismo en la ciudad y algunos de los miembros más integristas de la comunidad musulmana cordobesa se encargarán de poner todos los obstáculos posibles para impedir la difusión de la doctrina aristotélica,  y que, finalmente, llevará a detención y paso por prisión tanto de Averroes y Maimónides como de Rebecca.

Los almohades contactarán en el Castillo de Almodóvar con el jefe de la comunidad musulmana de Córdoba, enemigo abierto a los postulados defendidos por Averroes y , finalmente, accede a abrir las puertas de la ciudad gtras un enfrentamiento en las afueras. Los almohades  sabiendo se victoriosos entrar a sangre y fuego, presionando a los miembros de los comunidades hebraica y mozárabe. La quema de las bibliotecas, gran tesoro de la ciudad y empeño máximo de Alhakén II, pone oscuridad a la luz y brillantez de la ciudad.

Averroes,  Maimónides y Rebecca logran salvar sus vidas, pero no escapan del integrismo reinando. Al final ambos han de marchar de la que fue su ciudad, de esa luz de Ándalus. Con el traslado de los restos de Averroes en un burro tras permanecer tres meses en el cementerio de Tagazut en Marruecos, es trasladado a Córdoba, a lomos de un burro, donde de una parte va el ataúd y del otro, para compensar el peso, van sus manuscritos y libros, acompañado de su cronista Ibn Arabí. Sabemos que fue enterrado junto a las tumbas de sus familiares en el cementerio de Ibn`Abbas frente a la puerta de la que es hoy la Catedral antigua Mezquita de Córdoba. Lo interesante está en que para portarlos hasta nuestra ciudad acaba la película, no sin mencionar el equilibrio entre su cuerpo y su alma, en este caso, sus libros, su legado, su luz.

Para concluir, aunque no venga en la película, diré que marcharon eso sí, a otros lugares luminosos en dónde desarrollarán la mayor parte de su obra. Sabemos que Averroes marcha a Lucena y Cabra, pasó incluso por Almería, donde fue acogido por Maimónides, y , aunque su obra quedó prohibida para los almohades andalusíes, acabará siendo reclamado por la corte de Marrakech, ciudad también luminosa en la que muere. Por su parte, los avatares de Moshé ben Maimón o Musa ibn Maymun o Moisés Ben Maimónides, fueron mayores pues tras su paso, coincidente con Averroes, al que dio cobijo, pasó en 1160 con sus hijos a Fez. Y desde esa ciudad en la que se forma en árabe, matemáticas y poesía y mientras en el hogar empieza a profundizar en el Talmud y en la Torah o Torá, ante el nuevo arrebato de intolerancia marcha a Acre, pasando más tarde a buscar el amparo de Saladino en Fustat, el antiguo El Cairo, desde donde desarrollará el grueso de su obra. Los restos de este grande entre los grandes de la comunidad hebraica  y del que su propia comunidad dice que "De Moisés a Moisés no hubo otro Moisés" hoy se veneran en el lago Tiberiades, junto al mar de Galilea. A la luz de Israel, y alejada de la luz andalusí, comunidad a la que siempre perteneció.

Este proyecto cinematográfico tiene su origen en el libro de Carlos Clementson "Córdoba, ciudad de destino", en el que el antiguo profesor universitario y maestro de mi compañeros de promoción, proponía un recorrido poético por la historia de la ciudad y sus personajes más relevantes.

La historia de esta película parece remontarse al otoño - en concreto octubre- de 2014 cuando la película daba sus primeros pasos en fase de pre-producción. Era un proyecto que comenzaba bajo el nombre de "Averroes y Maimónides luminares de al'ándalus" , pasando más tarde, al todavía provisional de "Maimonides el andalusí judío" .

En ese otoño empezaron a pedirse voluntarios para esta primera fase del rodaje, para formar los equipos, y se realizó el casting para actores y figurantes en la Escuela Superior de Arte Dramático.

Más tarde Clara, la directora de producción técnica de la película, planteó los diseños de vestuario diseñado por Nelson & Carreras. Para mediados de noviembre comenzaba el rodaje de la película con las primeras fotos de la prueba de vestuario hasta concluir el rodaje en junio de este año.

Poco a poco se fueron integrando el resto del equipo técnico como el de maquillaje y efectos especiales con la profesora del IES El Tablero, Dª Emilia Cejas Cabello a la cabeza . Mientras Miguel Linares iba componiendo la banda sonora y se iban sumando artistas como las bailarinas de Ganesha's dance .

Siguió el rodaje en Almodóvar con el apoyo del ayuntamiento por parajes , algunos muy reconocibles y espectaculares - especialmente con sus vistas aéreas- como el Castillo de Almodovar, y otros menos como el Club Nautico de Puente Nuevo. A esta fase del rodaje se unió la espectacularidad que supone la aparición de los caballos Alfonso Berral de Fernán Núñez, así como los apartados por la Asociación El Relincho de La Rambla, como igualmente se integró Córdoba Ecuestre. También la película ha recibido el respaldo de los Ayuntamientos de La Rambla,  La Victoria, Guadalcázar y Palma del Río, así como el de Córdoba y la Diputación Provincial.

Otras instituciones de la ciudad, empezando por el ayuntamiento, continuaron colaborando con la obra como fueron el Ateneo de Córdoba, presidido por Antonio Varo, que ha prestado sus instalaciones para la realización el doblaje y la voz en off de algunas de las secuencias, la Casa Sefarad o el espacio de la Biblioteca Viva al'Andalus, que sirvió de escenario natural para algunas escenas, o la Asociación Rey Heredia de la Calahorra que ayudaba en el rodaje cercano a La Calahorra.

En noviembre de 2014 tuvo lugar el rodaje de una introducción poética de  Clementson que da inicio a Averroes y Maimónides, luz de Al-Andalus.

Mientras surgía la partitura de Miguel Linares (interpretada por Thamar Ensemble) y se definían los patrones del vestuario que de la mano de Nelson y Carreras realizan unos diseños "espectaculares", en declaraciones del propio director.

Para el lenguaje de la historia ficticia que habla del pasado, pero también del presente los dos guionistas de la película, Miguel Ángel Entrenas y Carlos Clementson lo ajustaron a a su finalidad divulgativa y pedagógica, a un lenguaje, según el poeta, "actual, aunque con cierto sabor de época". El director afirmaba que su intención era " (...) integrar el cine en la educación porque los medios audiovisuales son el futuro y la gente joven está rodeada de ellos". 

Sobre la historia el propio director aclaró en prensa que los hechos reales acaecidos en la Córdoba del siglo XII con una historia ficticia en torno a los dos grandes sabios cordobeses de este siglo, Maimónides y Averroes en una "Córdoba idílica en la que estaban representadas las tras culturas y donde vivían cristianos, musulmanes y judíos" aquí simbolizados en tres amigos de confesiones diferentes. 

Pero igualmente destaca que la película tiene un sentido muy actual, pues habla de algo que hoy , desgraciadamente, aparece casi a diario en prensa: la intransigencia. El director comentaba que "La película habla de la intransigencia, de los extremos ideológicos y de cómo la historia vuelve a repetirse", dice Entrenas, y prosigue con la idea cuando afirma que "Queríamos centrarnos en estos temas, que hoy están de completa actualidad" como son "el integrismo, la lucha de la libertad ideológica y la tolerancia". El objetivo de la película es pretender demostrar que "tanto en el Islam como en la cristiandad los problemas de los que ahora se habla, la incompatibilidad entre la libertad individual y la fe, la teocracia, el derecho de pensar libremente, de criticar... son temas muy antiguos", y continúa diciendo que  "estos dos grandes pensadores europeos, uno judío y otro musulmán, eran cordobeses". Para  Clementson la película es "Es una reivindicación de la libertad de conciencia, de la racionalidad y de la convivencia".  En este sentido combiene recordar una frase del mismísimo Maimónides, “Son útiles o buenas las acciones que sirven a un propósito y lo alcanzan.” 

Por otro lado, y en el sentido de lo antes expresado Miguel Ángel Entrenas, no olvida el hecho de que con este film se intentaba recordar a la ciudad que este año se cumplen el 750 aniversario de la construcción de la sinagoga de Córdoba.

La película ha sido rodada en esta ciudad de cine que es la nuestra , - incomprensible que no sea un espacio habitual de muchas más películas y series-, en lugares tales como Medina Azahara, la Sinagoga y el Alcázar de los Reyes Cristianos y sus jardines, la Capilla de San Bartolomé inserta en la Facultad de Filosofía y Letras, el actual Rectorado de la Universidad, la Casa Sefarad, el entorno de la Calahorra y el Puente romano, los antiguos baños árabes - hoy tablado de la calle X- , los baños de Hamman, además del citado Castillo de Almodóvar, cuyas vistas grabadas con el apoyo de la Asociación de Parapente de Córdoba  dan una espectacularidad absoluta.

Estamos ante un mediometraje brillante y ágil en lo técnico y en lo narrativo. La historia lleva un hilo conductor natural, con personajes bien trazados y diálogos que reflejan la lucha que se vivió en la ciudad y en  el occidente musulmán entre el respeto hacia los demás, la posible compatibilidad entre la fe y la razón, sustentada por los dos protagonistas, el gusto por el pensamiento aristotélico frente a la categórica intolerancia religiosa que niega todo los demás.

En el análisis textual de la imagen vemos como Entrenas ha apostado por el juego de luces, la claridad y en ocasiones la oscuridad para reflejar la lucha entre la tolerancia y su contrario, por el uso de primeros planos y planos medios cuando quiere resaltar las intervenciones de estos dos brillantes perplejos, auténticos protagonistas de la historia, al igual que la ciudad en la que se desarrolla.

Y volviendo al principio, a la filosofía, a la luz entendida en el  sentido de la belleza y en relación a esta luz andalusí que desprenden estos dos filósofos , esos dos perplejos, en la concepción de nuestro Rambam / Maimónides  reconocemos en ellos esa expresión, esa mirada, esa intensidad que abrigaba su pensamiento en lo concerniente a justificar su fe por medio de la razón, y sobre todo en colocar esta última capacidad - el razonamiento- estrictamente humana por encima de todo, lo que le llevó a no repudiar a los demás con independencia de su credo o su étnia. Era su manera se entender la luz en la forma e identificarla con el «alma». Maimónides ni Averroes llegaron a afirmar que «la luz es la belleza y adorno de toda creación visible», así como que embellece las cosas y muestra su hermosura, pues eso se lo dejaron a Robert Grosseteste, pero seguramente y en cuando afirmación estarían de acuerdo con él.

A destacar el trabajo de actores, especialmente brillante, el de Antonio Ortuño  como Maimónides, magníficamente acompañado de José Ruiz (Averroes), así como de Ángeles Muñoz (Rebecca) y Mario Gallardo (Gonzalo) dan cumplida réplica a Ortuño.

El director ha traspuesto de manera acertada una historia del pasado que es paralela con el presente, aunque diferente en el espacio. Es tristemente curioso ver la rabiosa actualidad de la intolerancia vivida en el seno del mundo musulmán  y como la misma ha superado el ámbito de una querella interna para  convertirse en un problema a escala mundial y que afecta a todas las religiones y a todas las civilizaciones. Lo que hoy se vive en Siria e Iraq, esa dictadura innoble e intolerante del Daesh, que no respeta ni a personas ni tan siquiera a las piedras del pasado, genera muerte, destrucción y movimientos migratorios, de tal manera, que la violencia vuelve a traernos a estos rincones de Europa nuevamente a sirios que huyen de la misma, como ya lo hiciera con nuestro primer emir omeya independiente: Abd al Rahman I.

Queda, por lo tanto, para un futuro y ¿por qué no? la historia de este sirio, huido para salvar su vida y refugiado en las tierras del oeste, un lugar de luz brillante, que con el tiempo pudiera ser el crisol de una renacida ciudad, pero eso, es especular con el futuro. Por ahora, nos sentiremos satisfechos con la luz de la pantalla y las imágenes del proyector que aclaran o satisfacen humildemente nuestras vidas como espectadores.  Para eso está el cine, ¿no?. 





jueves, 21 de noviembre de 2013

Caronte en femenino


No todo el mundo tiene la posibilidad de ver un estreno cinematográfico. Ayer tuvimos la suerte de disfrutar de uno. Se trata de un mediometraje, La Niña de la Ribera, que nace como producción local, y que es un nuevo producto cinematográfico de la interesante obra de Miguel Ángel Entrenas, un director amateur, pero de enorme solvencia y trayectoria. Bien es cierto que hablamos de cine independiente. Detrás del mismo no busquéis grandes estudios, ni campañas de promoción, ni actores de renombre, pero si una obra auténtica y vibrante, lo que hace mucho más meritorio a este cine y a este autor.  Encontramos, pues, un producto cinematográfico nuevo, fresco, que se puede ver sin prejuicios,  y con la sana intención - tan legítima como necesaria - del disfrute.

Este nuevo mediometraje de Miguel Ángel Entrenas, y que lleva por título "La Niña de la Ribera" tiene como hilo conductor una historia que habla a través del flamenco.
La obra fue presentada en un Teatro Góngora que estaba abarrotado, y que contó con la presencia del director, de los actores, del equipo técnico y de muchos espectadores que aplaudieron con entusiasmo a todos los integrantes de esta producción.
La proyección de esta obra se incluyó como parte integrante del programa de actividades paralelas que se han organizado con motivo de la celebración del XX Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, el decano de los Concursos Flamencos.

No obstante, en la noche de ayer el protagonismo no estuvo en el director, ni en los actores, ni en el equipo técnico. El protagonismo estuvo en la pantalla y en la historia que en ella se proyectaba. Por lo pronto, vimos cosas interesantes.
Empecemos, encontramos, por lo pronto, una ciudad entregada a una causa. Y, lo que para mí es importante, la hemos visto entregada a una causa "perdida" de antemano. Me explico, al fin y al cabo esta historia, como todas las historias, no deja de ser sino el intento de recuperar algo perdido que, además, y, por definición, se mueve en el pasado. Habitualmente lo perdido hay que intentar recuperarlo. La recuperación de lo perdido es algo que nos remite a la definición del héroe  y, no podríamos hablar de héroes, si no recurrimos a los mitos. Y aquí entonces cuando la ciudad, la causa, la búsqueda de ese pasado y de ese "héroe" se suman al mito. En este caso el mito es un hombre, o más bien, las mujeres de ese hombre. El hombre, el "héroe", el mito, es Julio Romero de Torres.
Y para hablarnos de ese hombre y de aquellas mujeres, más que hacer uso del diálogo el director apuesta por las palabras, en esta ocasión, envueltas en un compás. En este caso en un compás flamenco. Porque la historia que hemos visto es igualmente un acercamiento al flamenco y a sus palos.
Y es curioso, pero, en mi caso, como en otros muchos casos, esa manera de presentar la historia me es muy cercana, muy familiar. De hecho esta música patrimonial - por lo de Patrimonio inmaterial de la Humanidad- a mí me remite a la prehistoria de mi vida, a mis recuerdos más lejanos, y en concreto a la figura de mi abuelo. Y es aquí donde enlazo la película con mi causa perdida, en este caso, con mi memoria personal.
Me refiero en concreto a que mi abuelo tenía la inteligente costumbre de buscar elementos vitales en la música con la que había crecido para explicar o sentenciar sobre hechos que a él le parecían importantes. Y muchas de las explicaciones, vivencias y sentencias que me contaba eran presentadas a través de los versos que se integraban en unos  fandagos, en otros casos en seguidillas y, en ocasiones, en alguna soleá. Su fuente documental y favorita de inspiración era la de un venerado flamenco de su época, Pepe Marchena. Al igual que ocurre en muchos momentos de la vida, la real y la recreada - que es lo mismo que la ficticia-, puede tener, como la mía, su propia banda sonora.

En este caso, y como vida recreada, Miguel Ángel Entrenas nos presenta su última obra cinematográfica en la que las historias son presentadas a través de una banda sonora que se inicia al compás de una fantástica taranta al son de una guitarra y un violonchelo.


"La Niña de la Ribera” – historia que ya nos avanzó el director en el IES Averroes en febrero de 2013 - nos habla, como hemos dicho anteriormente, de un mito local: Julio Romero de Torres. Y de lo que fue más importante para la memoria colectiva de la ciudad: sus mujeres. No sólo sus mujeres como género, sino las mujeres entendidas como seres apasionados.
Para ello Miguel Ángel Entrenas busca un elemento contextual - y acierta - enmarcando toda la historia en un escenario, un río, que a día de hoy, no es un eje que vertebre, sino, más bien, un elemento divisorio de realidades, pero que en su momento fue auténtica fuente de vida y que en la que película entorna tanto al amor como a la muerte.

Pero la historia que hemos visto no se desarrolla en el presente, sino en el pretérito imaginario de lo que pudo ser, pero que no fue. Con el pintor cordobés de por medio, vemos su alejamiento del mundo de las formas para acercarse a un mundo más real y  más "jaranero" , como diría mi abuelo.

Como hemos dicho la película es una muestra de lo que pudo ser, y aunque desde el principio se nos avisa que los hechos narrados no son reales, ¿por qué no pudieron ser verosímiles, no para Julio, sino para otros muchos cordobeses de principios de siglo? Si se conoce un poco la historia local y el papel que tenían las ventas cercanas a la ciudad hasta bien entrado el siglo XX, podríamos señalar que éstas eran lugares de encuentros amorosos, legítimos o sin ley, pero con dinero, y también lugar de encuentro tanto de músicos como de aficionados a la música flamenca.

Miguel Ángel Entrenas como director, productor y guionista de “La Niña de la Ribera”, se ha rodeado en esta ocasión de un equipo humano enorme que alcanza al centenar de personas. En la producción ejecutiva está Manuel Guerrero y como jefe de producción Clara Sanz Casadesus. En el apartado técnico brillan con luz propia la fotografía, trabajo que asume Antonio Javier Mozas Perales como operador de cámara, la labor del encargado del vestuario (Miguel Yuste), o la caracterización y el maquillaje que ha estado en la mano de Emilia Cejas.

Pero, desde mi punto de vista, lo realmente relevante ha sido el papel jugado por la encargada de la composición musical y letrista de los romances y diferentes palos, María del Prats, que alcanza los diez temas, frente a los dos inicialmente proyectados.

En la dirección musical se encuentra Rafael Trenas, que participa igualmente como guitarrista. El guitarrista se responsabilizó de contactar con los/as cantaores/as para que, igualmente prestaran su voz y su arte de forma desinteresada al proyecto, contando con las voces de Natalia Flores, como voz revelación, Mª Carmen y Pepi Abad, Milagros de Sanz, Rocío de Dios, Rafael Rubiano y Manolo de Santacruz, así como la del actor Mario Gallardo, estudiante de Arte Dramático y cantaor. Igualmente relevante es la coreografía de la que se encargó Fátima Franco.

El elenco de actores y actrices protagonistas de esta película está formado por Natalia Flores Alcaide, María Gallardo Toledo, María del Carmen Abad, Milagros de Sanz, Pepe Pérez, Hermógenes Santiago Castro y Francisco Castro Garrido, todos ellos bajo la dirección de Ana G. Wals.



La película ha contado con la colaboración de diversas entidades, instituciones y empresas cordobesas como el Museo de Bellas Artes de Córdoba, la Córdoba Film Office, o los Institutos de Educación Secundaria Ángel de Saavedra, con su alumnado y profesorado vinculado con el ciclo de Imagen y Sonido, y el procedente del Tablero y su alumnado de ciclos formativos de peluquería, maquillaje y caracterización del centro en los que ha intervenido de forma especialmente acertada la profesora Dª Emilia Cejas Cabello, así como la parte del vestuario ha corrido a cargo de Miguel Yuste y de Carmen Rodríguez de la Escuela Superior de Arte Dramático. Todo bajo la batuta de Miguel Ángel Entrenas y de la jefa de producción, Clara Sanz.

Lo cierto es que en este apartado podríamos extendernos muchísimo más, pero ya parece pertinente hablar de lo importante: la película.

Desde el principio la película nos informa que estamos ante la historia de una pasión y que ésta empujará a sus protagonistas a un arrebato que termina - y ¿por qué no?- en la muerte de una de ellas.

Una referencia a las ojeras nos acerca de la misma manera tanto al tiempo como al dolor, de la misma manera que María, una de las protagonistas, acerca a Julio a la pasión, pero también a la muerte. Por ello María nos habla de una historia pasada. Una historia que empieza cuando ella, María, una chica joven, lleva en su barca, como si de una Caronte en femenino se tratara, a Julio Romero de Torres para acercarlo al mundo de la vida alegre. Pero esta vida - realmente- le acercará a la muerte.

Su traslado por el río, de una orilla a otra, le lleva a uno de los muchos molinos activos que hubo en la Ribera del Guadalquivir a su paso por Córdoba. En el fondo el traslado es un viaje iniciático que lleva al pintor al amor apasionado y a la muerte. Se trata de un tránsito que, al final, lo marchita, como le ocurren a los ojos de María.

No obstante, la historia comenzaba con una reflexión en femenino sobre lo que significan las ojeras, ese oscurecimiento de la piel del párpado, que puede estar motivado por el cansancio o el envejecimiento. Sin embargo, esta primera puesta en escena de una María, ya encallada en el tiempo, con sus ojeras enmarcando sus ojos negros, más oscurecidos por el dolor,  que por el tiempo es o puede ser entendida como una metáfora.

Los hechos que narra, aunque totalmente ficticios, transcurren entre la caída de la tarde y durante una noche, la de un verano a la luz de la luna llena, y a los sones de una taranta. El lugar de encuentro entre los actores es uno de los molinos existentes en los sotos del río Guadalquivir a su paso por Córdoba.


En este singular escenario, un joven Julio Romero de Torres acude con interés a una verbena que tienen lugar uno de los molinos allí existentes. Para llegar al mismo lo tienen que hacer por barca. La chica que lo guía es María (Rocío de Dios), la narradora de una historia que se presenta como un musical dramático y flamenco. Es ella la que nos anuncia lo que va a ocurrir, o mejor dicho, lo que ya ha ocurrido. Estamos ante una historia en "flashback" en la que María nos habla del origen de las ojeras. Una de ellas el amor entendido como arrebato, la otra podría ser la tristeza.

Lo cierto es que la llegada al molino supone el encuentro con otra realidad social, la de la clase alta y la baja, unidos por la diversión y la juerga, de la que disfrutan más unos por el esfuerzo de otros. El molino es propiedad de un hombre con dos hijas, pero sin escrúpulos. Allí un joven Julio Romero (Mario Gallardo) encontrará a una mujer malcasada, Rafaela (Natalia Flores), que le marcará su vida.

Una, María, y otra, Rafaela, parecen haber salido de un cuadro del pintor, El Cante Jondo, aunque en este caso lo más apropiado sería vincularlas con ese otro cuadro del pintor cordobés que habla del amor sagrado y del amor profano. Curioso cuadro que enmarca su escenografía en un cementerio, como premonición a lo que vamos a ver más tarde. Entre una chica y otra, entre un grupo de mujeres que cantan y bailan, o entre un grupo de los hombres que también cantan, rasguean la guitarra o palmean se desarrolla esta historia, más escenificada y cantada que dialogada.

El hilo conductor de esta historia es el flamenco y sus diferentes palos. Lo que significa que toda la narración será transitada a través de palos flamencos. Se inicia la película con una taranta y culmina con una soleá antigua cordobesa cordobesa, pasando por la petenera, el fandango, la bulería y un par de poemas, a lo largo de los casi 37 minutos que dura el mediometraje.

Para acabar la historia, una soleá, con lo que podemos pronosticar el final de todo, en la que la violencia y la muerte deben estar presente. La soleá siempre refleja una pérdida, y en este caso la víctima será Rafaela.

Podríamos pensar que el retorno de Julio Romero a la otra orilla del río le devuelve a la cotidiana realidad, a su trabajo, a lo rutinario. Pero el pintor llevará lo aprendido en el río a sus cuadros.  Pero eso nunca lo sabremos, pues la historia no ocurrió, pero ¿no expresa Julio Romero de Torres en su obra esas tonalidades de gama fría para las cosas que contrastan con las tonalidades cálidas de la piel o configura unas figuras donde la forma tiene más peso estético que intelectual? ¿No aparece la guitarra - siempre la misma- la flamenca, en gran parte de sus composiciones?. ¿ No superpone en sus cuadros dos pantallas, una de objetos y personajes muy cercanos, enmarcados en el lienzo ocupando casi todo el espacio frente a otro más profunda con paisaje o paisaje con figuras, mientras el espacio intermedio, como el río, queda vacío?

En cuanto a la producción de la película Miguel Ángel Entrenas ha comentado que en el casting realizado en La Taberna Plateros de la calle María Auxiliadora hubo que hacer una laboriosa selección de actores y actrices que a la vez supieran cantar e interpretar.  El director declaró en prensa que "Nos interesaba alguien que, además de dotes interpretativas, supiera cantar". Entrenas, que se mostró impresionado por el trabajo tanto de Mario Gallardo como del resto de artistas jóvenes, especialmente el de las jóvenes cantaoras Natalia Flores así como de su interpretación. "Antes de empezar a trabajar en la película se sometieron a un pequeño aprendizaje del que se encargó la actriz Ana González Vals, que ha ensayado el texto con ellos durante algún tiempo", reconoce Entrenas.

No ha sido este el primer acercamiento de Miguel Ángel Entrenas al mundo del flamenco, pues lo había tocado tangencialmente en sus obras La Chiquita Piconera y Desdémona, premiada en el Festival de Cine de Punta Umbría.

Aunque si es la primera adaptación de una película suya a las personas discapacitadas, tanto a nivel técnico como artístico incluyendo en ella el subtitulado digital del filme, que se realiza sobre pantalla. Los subtítulos siguen un código de colores utilizado por las personas sordas que facilita la identificación de los diálogos de cada personaje principal con un color diferente. Las personas con discapacidad visual podrán seguir la película gracias a una audiodescripción realizada por la periodista de Onda Cero, Pilar Sanabria.

En cuando al rodaje el director resalta la ciudad como escenario de cine, centrándose la grabación en la ribera, especialmente en sus molinos de la margen izquierda, pero también busca otros escenarios como son el puente romano, alguno de los miradores del río, las bodegas Campos y las minas integradas en el restaurante Cuevas Romanas. También se rodó en la peña El Rincón del Cante, donde se han filmado todas las escenas interiores, sin olvidar el apoyo de otros entidades como la Peña “La Serranía” y la Escuela de Saetas de Córdoba.

Y para ir terminando diremos que estamos ante una buena película que desarrolla a la perfección esta historia de amor y muerte, que juega con la alegría - o la tristeza- que trasmite ese bien inmaterial que es el flamenco, y para ello busca un buen marco espacio-temporal. A destacar de la película su dinámico ritmo - que contrasta con la reposada narración que nos trasmite María- , la detallada y brillante fotografía, las ajustadas y precisas letras de María del Mar Prats en cada uno de los temas, la acertada y vibrante coreografía,  la magnífica dirección musical de Rafael Trenas, y , sobre todo, la mano aterciopelada del director que, no sólo capta el espíritu de una ciudad, sino que marca el ritmo - aunque en este caso sea el compás- de la narración, y que nos sorprende nuevamente, y en positivo,  ante la complejidad que supone realizar un musical flamenco. En resumen, Miguel Ángel Entrenas acierta sacando el máximo rendimiento de su ingente equipo de trabajo al que coordina y dirige con maestría.

Y dicho lo dicho, y en relación a lo ya comentado sobre esta historia de amor y de muerte, de pasión y de arrebato, de pasado reflejado en el presente, de una ciudad que no mira a su río, y que en ocasiones no se mira a sí misma, terminaré como hubiese acabado mi abuelo, con un romance- ¡y por qué no!- de Pepe Marchena dedicado a Córdoba, a su feria y a sus mujeres:




Sé que no me pertenece,

que no es de mi condición.

¡Pero ya no hay solución!

¡El hombre siempre obedece

cuando manda el corazón!



martes, 26 de febrero de 2013

Como la vida misma


Muchas veces, casi siempre, el cine se nos presenta envuelto en papel de oro. Los medios (las televisiones, la prensa,…) vinculan el séptimo arte al lujo, a la apariencia, con lo que el mundo del cine y lo que lo rodea se nos presenta como un producto elaborado por y para la “Beautiful People”. 
Sin embargo, qué lejos queda esto del cine de verdad, el cine de aquellos pioneros, unos documentalistas, otros creacionistas, todos narradores de historias, que con unos medios limitados (los que se tenían) nos presentaban unas historias auténticas, alejadas de un mundo que parece vivir por fuera de la realidad o por encima del bien y del mal. Sabemos que, a veces, ese envoltorio no es de oro, sino de oropel. Ese oro, - e insisto, en ocasiones ese oropel- lo separa del mundo real.

Pues bien, esto no tiene nada que ver con lo que ayer pude ver y disfrutar en la Filmoteca de Andalucía. Allí, un director, Miguel Ángel Entrenas, me ha devuelto al mundo de la realidad vista a través de una cámara. Me ha llevado nuevamente al cine real, al de los pioneros, el que tenía como misión mostrar una realidad desde un objetivo y un fotograma. Y no nos engañemos, no hemos visto un documental, sino que hemos visto una historia real, que no realista. La historia que hemos contemplado tiene como protagonista estelar a Paco Ariza, un pintor baenense, que desde sus obras nos ha acercado a su realidad como pintor. Pero esa realidad nos ha acercado a la persona. Y la cámara ha estado allí para observar, para escuchar, para mirar, para mostrar. La cámara no juzgaba, no valoraba, no se posicionaba, simplemente y llanamente mostraba, presentaba. 

Con Miguel Ángel Entrenas volvemos al cine de José Luis Guerín o al de Victor Erice. Con esta película volvemos a los orígenes, y con ella a la infancia, como vuelve Paco Ariza a través de los dibujos de su nieta. La película lleva como nombre oficial Paco Ariza “Desde el cielo a la Tierra” y se presentó en junio de 2012 en el pueblo natal del pintor. No solo es el pueblo natal del pintor, sino que también es la entidad en la que nació el guionista de esta película, el también pintor Pepe Cañete. 
El filme está patrocinado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Baena y por el Grupo Cultural Amador de los Ríos. Este grupo es el que igualmente edita la obra de mi compañero y, sin embargo, amigo José “Pepe” Cañete, y que lleva como título“Paco Ariza: Estudio de los géneros artísticos en su obra”. La obra escrita fue prologada por Antonio J. Bujalance. La obra cinematográfica cuenta igualmente en su desarrollo con la colaboración musical e interpretativa de José Antonio Varo, con la narración de Miguel Ángel Hidalgo Miranda, así con la poesía de José Antonio Santano y las entrevistas realizadas por Pepe Cañete. La producción ejecutiva es de José Antonio Esquinas. 
La película se estructura en dos grandes bloques. El primero es estrictamente descriptivo, mientras que el segundo responde al manantial creativo procedente de la entrevista entre Paco Ariza y Pepe Cañete. En este segundo bloque de unos doce minutos brota lo íntimo en el pintor. La cámara juega con las creaciones y el rostro del creador plástico. 

El primer bloque a su vez contiene tres partes diferenciadas. La primera - y a modo de presentación- nos muestra lo que yo vengo a llamar el texto y el contexto. En este caso nos presenta a la biografía del autor desde sus inicios y el papel del pueblo que juega su pueblo, y, sobre todo, los paisajes del mismo en su obra. La segunda se centra en la casa estudio del pintor. Nos presenta ahora al autor en su taller tradicional, su casa-estudio, en una atalaya del pueblo blanco, así como su evolución artística. Nos muestra retazos de la obra de un pintor que lo ha tocado todo, desde el realismo a las vanguardias pictóricas, pasando por el idealismo, el expresionismo, el constructivismo o los volúmenes geométricos o la experimentación con materiales como los capazos de esparto integrados en su obra. Ese gusto por integrar los volúmenes en la pintura lo ha llevado igualmente a la escultura, pues Baena está trufada de sus obras volumétricas. 
Por último, el director de Góngora (2011), de Desdémona (2005), o la La Chiquita Piconera (2007) desarrolla una última mirada de la obra del pintor en su nuevo y prolífico estudio: la huerta que lleva por nombre "El nido de la golondrina". Pero si de la descripción sale mucho, de la entrevista sale más. En ella y durante unos doce minutos es donde conseguimos no la imagen de un lienzo determinado, sino la imagen de su lienzo vital. Aquí el maestro no habla tanto de su obra, sino de lo que le motiva o le inspira, y al final, descubrimos que este pintor se inspira en lo más esencial: la vida que lo rodea. En definitiva esta película nos devuelve a las cosas que son de verdad, nos devuelve a la vida.

martes, 9 de octubre de 2012

Primera lectura de como la vida misma


Muchas veces, casi siempre, el cine se nos presenta envuelto en papel de oro. Los medios (las televisiones, la prensa,…) vinculan el séptimo arte al lujo, a la apariencia, con lo que el mundo del cine y lo que lo rodea se nos presenta como un producto elaborado por y para la “Beautiful People”. 
Sin embargo, qué lejos queda esto del cine de verdad, el cine de aquellos pioneros, unos documentalistas, otros creacionistas, todos narradores de historias, que con unos medios limitados (los que se tenían) nos presentaban unas historias auténticas, alejadas de un mundo que parece vivir por fuera de la realidad o por encima del bien y del mal. Sabemos que, a veces, ese envoltorio no es de oro, sino de oropel. Ese oro, - e insisto, en ocasiones ese oropel- lo separa del mundo real.

Pues bien, esto no tiene nada que ver con lo que ayer pude ver y disfrutar en la Filmoteca de Andalucía. Allí, un director, Miguel Ángel Entrenas, me ha devuelto al mundo de la realidad vista a través de una cámara. Me ha llevado nuevamente al cine real, al de los pioneros, el que tenía como misión mostrar una realidad desde un objetivo y un fotograma. Y no nos engañemos, no hemos visto un documental, sino que hemos visto una historia real, que no realista. La historia que hemos contemplado tiene como protagonista estelar a Paco Ariza, un pintor baenense, que desde sus obras nos ha acercado a su realidad como pintor. Pero esa realidad nos ha acercado a la persona. Y la cámara ha estado allí para observar, para escuchar, para mirar, para mostrar. La cámara no juzgaba, no valoraba, no se posicionaba, simplemente y llanamente mostraba, presentaba. 

Con Miguel Ángel Entrenas volvemos al cine de José Luis Guerín o al de Victor Erice. Con esta película volvemos a los orígenes, y con ella a la infancia, como vuelve Paco Ariza a través de los dibujos de su nieta. La película lleva como nombre oficial Paco Ariza “Desde el cielo a la Tierra” y se presentó en junio de 2012 en el pueblo natal del pintor. No solo es el pueblo natal del pintor, sino que también es la entidad en la que nació el guionista de esta película, el también pintor Pepe Cañete. 
El filme está patrocinado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Baena y por el Grupo Cultural Amador de los Ríos. Este grupo es el que igualmente edita la obra de mi compañero y, sin embargo, amigo José “Pepe” Cañete, y que lleva como título“Paco Ariza: Estudio de los géneros artísticos en su obra”. La obra escrita fue prologada por Antonio J. Bujalance. La obra cinematográfica cuenta igualmente en su desarrollo con la colaboración musical e interpretativa de José Antonio Varo, con la narración de Miguel Ángel Hidalgo Miranda, así con la poesía de José Antonio Santano y las entrevistas realizadas por Pepe Cañete. La producción ejecutiva es de José Antonio Esquinas. 
La película se estructura en dos grandes bloques. El primero es estrictamente descriptivo, mientras que el segundo responde al manantial creativo procedente de la entrevista entre Paco Ariza y Pepe Cañete. En este segundo bloque de unos doce minutos brota lo íntimo en el pintor. La cámara juega con las creaciones y el rostro del creador plástico. 

El primer bloque a su vez contiene tres partes diferenciadas. La primera - y a modo de presentación- nos muestra lo que yo vengo a llamar el texto y el contexto. En este caso nos presenta a la biografía del autor desde sus inicios y el papel del pueblo que juega su pueblo, y, sobre todo, los paisajes del mismo en su obra. La segunda se centra en la casa estudio del pintor. Nos presenta ahora al autor en su taller tradicional, su casa-estudio, en una atalaya del pueblo blanco, así como su evolución artística. Nos muestra retazos de la obra de un pintor que lo ha tocado todo, desde el realismo a las vanguardias pictóricas, pasando por el idealismo, el expresionismo, el constructivismo o los volúmenes geométricos o la experimentación con materiales como los capazos de esparto integrados en su obra. Ese gusto por integrar los volúmenes en la pintura lo ha llevado igualmente a la escultura, pues Baena está trufada de sus obras volumétricas. 
Por último, el director de Góngora (2011), de Desdémona (2005), o la La Chiquita Piconera (2007) desarrolla una última mirada de la obra del pintor en su nuevo y prolífico estudio: la huerta que lleva por nombre "El nido de la golondrina". Pero si de la descripción sale mucho, de la entrevista sale más. En ella y durante unos doce minutos es donde conseguimos no la imagen de un lienzo determinado, sino la imagen de su lienzo vital. Aquí el maestro no habla tanto de su obra, sino de lo que le motiva o le inspira, y al final, descubrimos que este pintor se inspira en lo más esencial: la vida que lo rodea. En definitiva esta película nos devuelve a las cosas que son de verdad, nos devuelve a la vida.