lunes, 12 de marzo de 2012

Están locos estos romanos


Sobre el año 2000 decidí comprar pensando en mi cercana paternidad una buena colección de cómics y de cine de animación. Gran parte de la colección de Tintín es de esa época y, en menor medida, algunas de las obras de Astérix. Llegaron antes los cómics que las películas. 
Me faltaban las películas de animación que fueron cayendo a principios del nuevo milenio. Entre ellas se encontraba Astérix y Cleopatra, que conjuntamente con "Astérix, el galo", "Astérix en Bretaña", "La sorpresa del César", "El golpe del Menhir" o "Las doce pruebas de Astérix" completaban la colección de las películas que René Goscinny y Albert Uderzo llevaron al cine entre la década de los 60 y 70. En esta película de 1968 participan uno y otro, René Goscinny y Albert Uderzo, con Lee Payant en la dirección de esta cinta. 
Los tres llevaron al cine 70 minutos de los cómics más mundialmente conocidos entre los franceses. La música es de Gérard Calvi, siendo una Coproducción entre Francia-Bélgica. 

Astérix y Cleopatra es el séptimo tomo de la serie, en español, de historietas Astérix creadas por Albert Uderzo (dibujos) y René Goscinny (guión). 
Julio César y Cleopatra estaban conversando en el palacio de la Faraona. César le decía que los egipcios ya estaban en decadencia. Cleopatra quiere demostrar a Julio César que los egipcios son capaces de construir mejor que los romanos y, para ello, encarga a Numerobis, el arquitecto, que proyecte un palacio y lo construya en el plazo de tres meses. 
Cleopatra, indignada, le contestó que para demostrarle que los egipcios eran los mismos que construyeron las pirámides, faros y templos le construiría un palacio en Alejandría en solo tres meses. César le respondió que si lo lograba reconocería que estaba equivocado. 

Cleopatra mandó llamar a Numerobis, el mejor arquitecto de Alejandría, y le ordenó la construcción del palacio en el plazo señalado, si cumplía lo cubriría de oro, pero si fracasaba lo lanzaría a los cocodrilos. El arquitecto, luego de pensarlo, emprendió un viaje hasta una aldea gala donde al llegar, preguntó por Panorámix. 
Numerobis le contó a su amigo Panorámix la tarea y el problema que tenía y le solicitó que le ayudara con sus poderes mágicos. Panorámix le presentó a sus amigos Astérix y Obélix y le dijo que encantado le ayudaría pues precisamente tenía la intención de consultar unos papiros en la biblioteca de Alejandría. Astérix y Obélix dijeron que ellos también irían. 

El egipcio les informó que una nave los estaba esperando en el puerto. El jefe de la aldea, Abraracúrcix, y varios aldeanos los fueron a despedir hasta la costa. Se embarcaron en el buque del capitán Piramidix. Durante el viaje, Numerobis les contó que en Egipto deberían tener cuidado con Paletabis, arquitecto de la competencia, que trataría que fracasasen en la ejecución de la obra. Fueron interceptados por los piratas de siempre, los que al darse cuenta que en la nave iban los dos galos, prefirieron hundir su barco una vez más. Al recalar en Alejandría fueron guiados por la luz del faro, una de las siete maravillas del mundo, como les dijo Numerobis. 

En Alejandría los amigos galos fueron presentados a Cleopatra y luego Numerobis los llevó a su casa, un palacio construido por él. Ahí les presentó a Milapis, un escriba que hablaba todas las lenguas vivas y que había aprendido el oficio de escriba en un curso por correspondencia. 

La construcción del palacio avanzaba a un ritmo normal, pero Paletabis trató de que los trabajadores se declararan en huelga, Panorámix, para acelerarlos les dio poción magica con lo que el palacio avanzó enormemente. Paletabis le encomendó a su empleado Tornabis que evitara la llegada de piedras para la construcción del palacio. 
Numerobis se enteró de la maniobra y Astérix decidió que ellos irían a buscar las piedras. En el viaje por el Nilo visitaron la Esfinge, a la que Obélix le botó la nariz por querer subirse a su cima. En las Pirámides fueron encerrados, Panorámix por primera vez le dio de beber un poco de poción mágica a Obélix para que abriera la puerta de la cámara en que estaban encerrados, Idefix les ayudó a encontrar la salida del laberinto de pasillos de la pirámide. 
Los galos llegaron a Alejandría con el cargamento de piedras. Paletabis desesperado por detener la obra ideó enviarle a Cleopatra un pastel envenenado, como si fuese un regalo de los galos. El catador de palacio lo descubrió, pero los galos le dieron un antídoto y se deshicieron del pastel. Paletabis secuestró a Numerobis, los galos lo encuentraron y obligaron a Paletabis y a su sirviente Tornabis a que trabajasen en la construcción del palacio para que no los denunciaran a la reina. 
Julio César envió a su espía egipcio, Ginfis, a averiguar cómo estaba el avance del palacio. Este le contó que, gracias a la acción de tres galos, que le daban una poción mágica a los trabajadores, la obra sería terminada en el plazo establecido. César inmediatamente identificó a los galos con los de la aldea invencible.

César, para comprobar lo de la fuerza, hizo que su legionario Paquetelargus, el más fuerte de la legión en Egipto, se enfrentara con Ginfis que había tomado la poción mágia y este lo derrotó de un solo puñetazo. César decidió sitiar el palacio y exigió la entrega de los galos o destruiría el palacio. Estos se negaron y enviaron un mensaje a la reina, mediante Idefix, informándole de lo que estaba sucediendo. Corus, el jefe de los legionarios, empleaba hasta maquinaria de guerra para atacarlos. 

Finalmente, Cleopatra le hizo ver a César que eso no era jugar limpio, este levantó el sitio y además tuvo que reparar con sus hombres los daños causados. Numerobis fue cubierto de oro por la reina, a Panorámix le regaló unos manuscritos de su biblioteca de Alejandría y además le facilitó su galera particular para que regresaran a la Galia. 

En la aldea, como de costumbre, fueron recibidos como héroes y los agasajaron con los banquetes habituales. Participan los habituales con sus habituales destrezas. Obélix fue quien le rompió la nariz a la Esfinge cuando quiso subirse a su cima (aludiendo a la tradición según la cual fue un soldado de Napoleón quien lo hizo). Panorámix le dio un poco de poción mágica a Obélix cuando quedaron atrapados en el interior de una pirámide egipcia. 
Obvia utilización de la imagen de Elizabeth Taylor para retratar a Cleopatra, a quien la actriz dio vida en la película de Mankiewicz. Las referencias a esta película y su actriz protagonista son constantes: Cleopatra es retratada como malhumorada y de perfecta nariz en referencia a Taylor, cambia constantemente de traje como en la película y usa carrozas exageradas para desplazarse, al igual que en una de sus escenas cumbre. 
La portada del álbum es de hecho una parodia del cartel promocional de la película, e incluye una detallada descripción de todos los materiales que fueron necesarios para llevarla a cabo - cosa que también se hizo durante la promoción de Cleopatra, que fue la película más cara de la Historia en su momento y también uno de los más sonoros fracasos comerciales de la Historia del cine. 

Corrección menor: en realidad, la referencia a la nariz de Cleopatra se debe a la frase de Blaise Pascal: "Si Cleopatra hubiera tenido una nariz más corta hubiera cambiado la faz del mundo", queriendo significar que si no hubiera sido tan bella, ni Julio César ni Marco Antonio la habrían amado. 

Los dibujos son entrañables aunque con el paso de los años un poco añejos, especialmente el sonido ha desmejorado una barbaridad. Es fiel al cómic al 100%, pero lo mejor es que las cosas que han añadido pegan y hacen que sea más atractivo para los niños, aparte de divertido. Me refiero a las canciones y otros gags que son como deben ser: graciosos.

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