lunes, 26 de marzo de 2012

Una película que te salva el cuello


Así la calificaba José Luis Garci. La han puesto en televisión en infinidad de ocasiones, aunque también la recuerdo de la Filmoteca de Andalucía alrededor de año 1996. Es una película jovial y divertida. Resaltaba Garci en su programa ¡Qué grande es el cine! – emitido en una noche de Reyes del año 2004, aproximadamente- algunos momentos como cuando Thorton da de beber el agua bendita a Mary Kate o el beso huracanado en la casa de Sean entre los protagonistas de la película. 
El hombre tranquilo, cuyo título original era The Quiet Man, conocido en otros países hispanoamericanos como El hombre quieto (Argentina), Un hombre quieto (Venezuela), es un film de John Ford de género costumbrista que contiene una idílica visión de Irlanda dada por un "irlandés" (Ford) nacido en Estados Unidos. 
La película ganó dos Oscar, al mejor director y a la mejor fotografía en color, y obtuvo otras cinco nominaciones: película, guion, actor de reparto (McLaglen), dirección artística y sonido. Obtuvo además el premio a la mejor película en ese año 52 de la National Board of Review, así como un Premio en el festival de Venecia (Premio OCIC). 
La película es del año  1952 y dura 129 minutos. Está basada en un libro de Maurice Walsh , pero el guión fue obra de Frank S. Nugent y John Ford. La fotografía es de Winton C. Hoch & Archie Stout. La música es de Victor Young. El ventoso sonido fue obra de T. A. Carman y Howard Wilson. En el montaje participó Jack Murray. En la escenografía está en manos de John McCarthy,Jr. y de Charles Thompson. En cuanto al vestuario destaca la labor de Adele Palmer. 

Comienza el film con la narración del sacerdote católico de Inisfree, que nos presenta a Sean Thornton (Wayne) un grandullón "hombre tranquilo y pacífico" que ya con sus treinta y algunos años regresa a Innisfree en su Irlanda natal, de donde saliera con 12 años hacia Pisttburg, la ciudad del acero en los Estados Unidos. Pronto se dará cuenta de que la vida entre los habitantes de Innisfree no va a ser tan idílica como él espera ya que el temperamento irlandés y las reglas que rigen en esa sociedad son desconocidos para Thornton. 
La llegada del tren en el que viaja Sean Thornton (John Wayne en uno de sus mejores trabajos), quien pregunta por la forma de llegar a Innisfree, aunque los lugareños iniciarán una discusión que nada tendrá que ver. No se sabe cómo, una indicación geográfica deriva en un debate sobre dónde se pesca mejor. Este momento hilarante es al mismo tiempo ilustrativo de un cierto carácter alejado del imperante en Estados Unidos (entonces y ahora), y ya establece el choque inevitable entre dos mundos: el de Sean y el de su propia niñez. Toda la película será un viaje para regresar a la infancia. 
La aparición de esa creación extraordinaria de Michaleen Flynn (un genial Barry Fitzgerald) sacará del apuro a Sean. Flynn no reconoce a Sean, pero le ayuda y le ofrece un carruaje. Sean observa su casa natal desde un puente de piedra, que se alza sobre un arroyo de ensueño, y se oye la voz de su madre, un recuerdo preciado, enmarcado por la lírica música, realmente grandiosa, de Victor Young. 

Al llegar decide comprar su casa natal y los terrenos que la rodean, pero choca con los intereses de un terrateniente local llamado Willy Danaher, un matón corpulento y temido en el pueblo y que anota en una libreta a todo aquel que le vaya en contra. Aunque inicialmente desconoce que éste es el hermano del “ángel” que ha visto cuidando ovejas, una hermosa pero temperamental mujer campesina llamada Mary Kate, quien resulta ser hermana de Willy Danaher. 

No tardaremos en conocer al reverendo Peter Lonergan (Ward Bond, un clásico compañero de Ford, como Wayne, con quienes se corría unas juergas de escándalo) y, claro, a Mary Kate Danaher (preciosa e irascible Maureen O’Hara) que es algo así como una aparición, guiando a sus ovejas entre un bosque. Thornton intenta cortejarla y se encuentra con la oposición del mayor de los Danaher quien lo amenaza, Thornton intenta ser caballeroso y no caer en rencillas pero su actitud es interpretada como cobardía. 
Desde que ambos se conocen, actuarán como si nunca hubieran sido desconocidos el uno para el otro (al igual que le ocurrió a Michaleen) tal como si la vida de Sean, antes de volver, hubiera sido falsa. Eso no significa que se lleven bien, claro. Ford establece una serie de significados poéticos a los cuatro elementos de la naturaleza, en la relación que mantienen ambos. Así, el agua se relacionará con el sexo. Cuando Sean se la encuentra de nuevo en la Iglesia, cogerá agua bendita con la mano para que ella se persigne desde allí.
El hermano de Mary Kate, Will (interpretado por un actor tan fordiano como Victor McLaglen, y estuvo nominado como secundario en esta) siempre divertido opositor de Sean. 
Su aparición es fulminante, acompañado de esa sirvienta anciana que es un toque de humor tan grato a Ford. Un hombre vulgar y altivo que, sin embargo, terminará revelándose, como el mejor de los folletines, un buen amigo para Sean. 
Una de las claves en la película es la relación con Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), el hermano de ésta, Will Danaher (Victor McLaglen) y el pintoresco Michaleen Flynn (Barry Fitzgerald), compañero de aventuras y desventuras. 
Thorton para darse a conocer comienza por invitar a todos los presentes del pub Cohan, y después ignorando las provocaciones de Will Danaher, algo que provocará la curiosidad del respetable, aunque ambos se darán un apretón de manos bastante…brutal. 

Será el comienzo de una historia de violencia no consumada, en parte por su tortuoso pasado, simbolizado por el viento, que le impide casi avanzar hacia su reencuentro con Blanca Mañana. Un viento también presente en ese beso tan recordado que aparece hasta en ET, y de nuevo presente en el segundo beso, cuando se abre la puerta y lo deja entrar. 

El casamentero Michaleen (que funciona también como duende casi mágico y bufón) propondrá el acuerdo de futuro matrimonio, y así conoceremos la importancia que la dote (una especie de regalo que hacían las familias con hijas a los que las desposaran) tiene para Mary Kate, aunque Sean no está de acuerdo con recibir esa dote. Mary Kate y su dote son inseparables, son uno. Significan los recuerdos familiares, y la perpetuación de una tradición. 

Por supuesto Will Danaher se opone a la boda, pero le engañarán con una maniobra arriesgada que propiciará finalmente el noviazgo (alterado por una huída a través de un río, y culminado por un beso bajo la lluvia, (de nuevo el agua como pasión contenida, al igual que en el agua bendita). 

Más tarde llegará la divertida boda que terminará de forma violenta por el descubrimiento por parte de Will del engaño, y la retirada de la dote. 

Desde entonces faltará algo en ese matrimonio, que exigirá la pelea, origen de la tragedia de Thornton, para recuperarla. 
Thornton finalmente conquista a Mary Kate pero su hermano no solo le niega la dote de la novia, contraviniendo la costumbre, sino que le propina un feroz puñetazo que lo tira al suelo en la ceremonia de casamiento. 
Thornton no responde a la agresión y su flamante señora le pierde el respeto y le abandona a su suerte, durmiendo en su saco de dormir y sin llevar de hecho una vida marital. 

Thornton no ha querido responder pues él antes había matado a un boxeador llamado Jonhy Galleano en un round de boxeo y se había prometido nunca más volver a pelear. Esa es la razón por la cual no quiere reclamar la dote, a pesar de la insistencia de Mary. 
Finalmente ante los desaires de la mujer a quien ama, Thornton decide tomar el toro por las astas y busca a su esposa en un tren que está a punto de partir a Dublín, la saca a empellones y la arrastra hasta los predios de Willy Donaher. Donaher acepta el reto de Thornton y se trenzan en una pelea que recorre todo el pueblo donde Thornton lleva cierta ventaja. 

Finalmente después de haberse dado de todo con lo que tenían terminan siendo amigos y se gana no solo el respeto de su esposa sino el de todo el pueblo. 


La película estuvo interpretada por los ya nombrados Wayne, O´Hara y algunos clásicos acompañantes de Ford como eran Ward Bond, Jack MacGowran, Arthur Shields, Mildred Natwick. 
La productora es una de las clásicas de los años 50, la Republic Pictures, aunque el productor fue el propio John Ford, así como Merian C. Cooper. 
El crítico Miguel Ángel Palomo del Diario “El País” la valoró así "Desde la primera secuencia de esta película memorable, John Ford logra que el espectador respire el aire irlandés. (...) Son mimbres sencillos los que maneja Ford, pero los teje con inusitada ternura, y también con un sentido del humor que empapa el relato y logra secuencias inolvidables. (...) "El hombre tranquilo" es una obra plácida, serena, íntima, pero de hondura inabarcable." 
Torres Dulce, actual y ¡sorprendente! Fiscal General del Estado y cinéfilo empedernido dice en el programa que Ford tardó 20 años en sacar adelante el proyecto. En ese mismo programa Oti Rodríguez Marchante señala que es la gran película de amor y batallas (boxeo, pero también batalla de sexos, religiosa, por la granja, etc…) de John Ford. Juan Miguel Lamet resalta que para Ford fue su primera historia de amor y sobre todo una historia de pareja que refleja el rol del hombre y de la mujer de los años 50. 
Su profundo y suave sentido del humor se hace presente en mil y un detalles, subrayados por el narrador, el católico padre Lonergan (perfecto Ward Bond), que mantiene una cordial rivalidad con el pastor anglicano. Son memorables la escena de amor en la vieja capilla una noche de lluviosa tormenta, y las peleas, especialmente la que tiene lugar en el prado. Y hay momentos realmente divertidos, como cuando la llegada de Thorton a la estación del tren o al pub, o cuando el personaje de Michaleen Oge Flynn exclama: "¡Homérico!" tras echar un vistazo a la casa de Thornton... Durante todo el film, Ford homenajea la vida familiar, hogareña hasta el extremo, pintándola de modo idílico, pero aportando también buenas dosis de realidad. 
John Wayne y Maureen O´Hara hicieron una pareja magnífica, y John Ford ganó justamente el Oscar al mejor director; y además del premio a la fotografía, el film, como ya hemos visto, recabó otras cinco nominaciones a la estatuilla dorada. 
Según se cuenta, durante el rodaje se produjo una anécdota que explica perfectamente el carácter pícaro y superirlandés de John Ford. Por lo visto, el director llamó a John Wayne y le dijo que Victor McLaglen no estaba hablando bien de él y que además su personaje se estaba alzando con el protagonismo de la cinta. Del mismo modo llamó a McLaglen y le dijo algo parecido acerca de Wayne. Los resultados de tales confidencias no se hicieron esperar. En la escena de la lucha entre los dos, el realismo superó la ficción. McLaglen acabó con una pequeña conmoción y John Wayne con dos fracturas en las costillas. Y tan amigos. La escena, eso sí, no tiene desperdicio. 
No es de extrañar que la película sea redonda en todos los sentidos. Para Ford el paraíso existía y estaba en Irlanda, de dónde provenían sus padres (pues él nació en Cabo Elizabeth, Maine, el 1 de Febrero de 1894), a donde regresa después de muchos años para este rodaje, tal como regresa su protagonista, el bueno, atormentado, terco, nostálgico y honrado Sean Thornton. ¿Existe un final más redondo en la historia del cine, con unos protagonistas que miran a la cámara tan amablemente? 

Ford regresó a Irlanda para filmar una de sus más bellas, libres, divertidas y excepcionales películas, quizá la más personal y la más amorosa de todas las suyas, y eso, en la dilatada y fascinante carrera del realizador, es mucho decir. La historia de un hombre pacífico, o tranquilo, que quiere olvidar su terrible y doloroso pasado, un pasado que no deja de atormentarle, volviendo a las raíces, al lugar que le vio nacer (no en vano la casa se llama Blanca Mañana), tal vez para morir allí. 
Majestuosamente fotografiada por Winton C. Hoch, y con guión del habitual fordiano Frank S. Nugent, ‘El hombre tranquilo’ es una compleja historia de costumbrismo y redención, quizá la obra maestra - para Lamet, así era- entre las obras maestras de John Ford. Como puntualización final señalar que el día 12 de abril la volvieron a poner en televisión, y la vi en versión original y con mejor fotografía.


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