viernes, 6 de abril de 2012

Guerra titánica


Calificada como pésima en la página de la cartelera de los cines de Córdoba y evaluada por uno de mis hijos como obra maestra, - el que ha puesto el nombre a esta entrada- dada la acción en la película y las luchas entre héroes, dioses, titanes, seres monstruosos y míseros humanos, Wrath of the Titans (titulada en España Ira de Titanes y en Hispanoamérica Furia de Titanes 2) es una película de cine fantástico y mitológico, siendo una secuela de la clásica de los ochenta Clash of the Titans con un Lawrence Oliver como Zeus o una Ursula Andress como Afrodita. Está dirigida por Jonathan Liesbeman, y ha sido producida por Basil Iwanyk y Polly Cohen Johnsen para Legendary Productions.


La película está protagonizada por Sam Worthington (Perseo) , Rosamund Pike (Andrómeda), Toby Kebbell (Agenor), Liam Neeson (Zeus), Ralph Fiennes(Hades) y el actor venezolano Edgar Ramírez como Ares.

Se rodó en los exteriores de Surrey, Gales del Sur y en Tenerife, España. La fecha lleva en cartelera en España desde finales del mes de marzo de 2012, en formatos 3D o en 2D. Nosotros obtamos por el 2D y por los magníficos cines Guadalquivir. Reconozco que las gafas se nos hacen insufribles para alguno de mis hijos y para mí. El guión fue obra de David Leslie Johnson, Dan Mazeau, Greg Berlanti y Steven Knight, basado en un argumento de Greg Berlanti, David Johnson y Dan Mazeau. La música es de Javier Navarrete, mientras que la fotografía es de Ben Davis. El montaje ha sido obra de Martin Walsh. La película ha sido distribuida por la Warner Bros. El presupuesto ha sido de 150 millones de dólares. El diseño de producción es de Charles Wood, aunque el vestuario es de Jany Temime.

Una década después de su heroica derrota del monstruoso Kraken, Perseo (Sam Worthington) —el hijo semidiós de Zeus y de Danae— intenta llevar una vida más tranquila como pescador en una aldea y como padre soltero de su hijo de 10 años, Heleo. 

Mientras tanto, se desarrolla una dura lucha por la supremacía entre dioses y titanes. Peligrosamente debilitados por la falta de devoción de la humanidad, los dioses pierden el control de los titanes encarcelados y de su feroz líder, Cronos, padre de los hermanos, Zeus (Liam Neeson), Hades (Ralph Fiennes), y Poseidón (Danny Huston), que llevan mucho tiempo en el poder. El triunvirato había derrocado a su poderoso padre tiempo atrás, abandonándole hasta pudrirse en el lúgubre abismo del Tártaro, un calabozo situado en las profundidades de los infiernos y custodiado por Hades, uno de los hijos de Cronos.

Perseo no puede ignorar su verdadera vocación como hijo de Dios, héroe, y ,por lo tanto, de semidios, cuando Hades, junto con el hijo piadoso de Zeus y dios de la guerra, Ares (Edgar Ramírez), cambian sus lealtades y hacen un trato con Cronos para derrotar del trono olímpico a Zeus. Su hermano Hades quiere romper el pacto al que llegaron los dioses del Olimpo y liberar a Cronos, padre de ellos dos y también de Poseidón El progenitor y señor de los Titanes está preso en el Tártaro y no tiene muy buen recuerdo de sus hijos que antaño le derrocaron. La fuerza de los titanes aumenta a medida que los poderes divinos de Zeus disminuyen, desatándose el infierno sobre la tierra. Desde el Tártaro llegan Quimeras que intentan acabar con los humanos.
Y para evitar que su hermano haga algo que supondría el caos absoluto y el fin de la humanidad, Zeus vuelve a confiar en su vástago semidios que lo hizo bastante bien hace una década. Pero ahora Perseo tiene un hijo, y no será tan fácil sacarle de casa para que empuñe la espada contra titanes, quimeras, minotauros y demás criaturas.

En esta difícil empresa Perseo contará con el apoyo de la reina Andrómeda, interpretada por Rosamund Pike, y de Agenor (Toby Kebbell), un medio primo hijo de Poseidón. A estos se suma un dios caído, Hefesto (Bill Nighy), que vive en una isla perdida.

Perseo se embarca valientemente en una peligrosa búsqueda en los infiernos para rescatar a Zeus, derrocar a los Titanes y salvar a la humanidad.

A mis hijos les ha gustado y han disfrutado como niños con las dosis de acción mitológica. Con nociones básicas de conocimientos mitológicos uno reconoce su simbología, el rayo, el tridente y la horca, los monstruos, los espacios, los templos, las imágenes y el abandono de los humanos de sus símbolos.

Para algún crítico los diálogos que, si bien no llegan a ser 'johncartianos', sí son lo suficientemente flojos para dejar en evidencia al equipo de escritores que ha perpetrado el libreto de esta historia. Vale, tienen razón.
De todas maneras y según acabo de leer en "El País", esta película ha contado con el favor de más de 272 mil espectadores españoles, nosotros incluidos, en esta primera semana, recaudando cerca de 2 millones de euros, llegando a los 25 millones en los Estados Unidos. Vemos, como ocurre muchas veces en desajuste entre críticos y espectadores.

No obstante, la película en sus 90 minutos se deja ver, entretiene, visualmente es bonita, a los niños le interesa la mitología y a mí que le interese. Es una buena forma de acercarse al mundo clásico. ¿Por qué no?

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