sábado, 13 de julio de 2013

Así nace el western


Escribía Guillermo Cabrera Infante en su Libro Cine o Sardina en el capítulo titulado “El nacimiento de un género” que “No hay momento más emocionante en el cine que ver el nacimiento de un género(..)" y yo acabo de verlo, pues con El gran robo del tren ( The Great Train Robbery) estamos ante el nacimiento del género western hace ya la friolera de 110 años. Continua el escritor cubano que estamos ante una película corta, casi peliculita, que comienza y termina con un caballero de mostacho y sombrero que apunta al fotógrafo con un revólver Colt calibre 45 y dispara a quema grupos seis balazos – todos dirigidos al espectador-.(…)”. 

Sin embargo, yo he visto dos versiones que son casi idénticas, pero que difieren mínimamente en el montaje y en la duración. En ninguna de las dos la película se inicia con ese actor en primer plano, ese primer forajido de leyenda, y que tenía como nombre Justus D. Barnes, sino que únicamente aparecen al final. 
He leído que el director Edwin S. Porter cuando la rodó y la monto la pudo poner tanto al principio como al final, pero yo la he visto al final. También indicar que ambas versiones rondaban los 10 minutos, no los doce que he leído en alguna ficha técnica.

De cualquier manera se considera un hito en la realización y en la historia del cine. La película utiliza una serie de innovadoras técnicas que irán dando cuerpo a esto del cine. Entre ellas está la edición de material grabado, el movimiento de la cámara y de la ubicación de la cámara. De hecho Terenci Moix en su primer tomo de la Gran Historia del Cine publicada en el Blanco y Negro en el ABC consideró que “gran parte de su éxito fue la de articular una historia en pos de un crescendo final y, sobre todo, vehiculizarla por medio de técnicas específicas”. 

Como ya he señalado arriba la película fue dirigida, producida, escrita en parte ( la otra parte corresponde a Scott Marble) y fotografiada (aunque ayudado por Blair Smith) por Edwin S. Porter , un antiguo fotógrado de los Edison Studios. Los actores de la película incluyen Alfred C. Abadie como Sheriff , Bronco Billy Anderson siendo un polifacético bandido, el pasajero del tren que intenta huir y es disparado y como bailarín en el primer baile tan típicamente vinculado al western y Justus D. Barnes como bandido que dispara a la cámara, y aunque no hubo créditos Se han identificado a otros actores pioneros como Walter Cameron en su papel de Sheriff, Donald Gallaher como niño, Frank Hanaway como uno de los bandidos, Adam Charles Hayman como otro bandido, Manus John Dougherty, Sr. como el cuarto bandido, Marie Murray como uno de los bailarines del salón de baile , María Snow como Niña, así como George Barnes ( sin acreditar ) y Morgan Jones ( sin acreditar ). 
La película fue distribuida por la Edison Manufacturing Company y la Kleine Optical Company y fue presentada al público el 01 de diciembre 1903. Una de las versiones que he visto tiene sus intertítulos en inglés – parte de ellos son notas aclaratorias- y tuvo un presupuesto estimado de 150 dólares. La película se abre con dos bandidos enmascarados que irrumpen en una oficina de telégrafo del ferrocarril, donde obligan al maquinista, a punta de pistola, para detener el tren y dar las órdenes al maquinista para llenar el depósito del tren y aproximarlo al tanque de agua de la estación. 

Después de golpearlo y noquearlo, lo atan. (Aquí empieza una variante, pues en la versión con intertítulos en inglés llega la hija del operador que tras ver a su padre pide ayuda). De cualquier manera a medida que el tren se detiene para llenar su tanque, los bandidos, ahora cuatro, suben al tren. 

Mientras dos de los bandidos entrar un auto expreso o la parte de correo y matan al trabajador sin piedad, abriendo una caja de objetos de valor con dinamita, los otros se enfrentan a los dos maquinistas, matando a uno – arrojándolo del transporte- y haciendo que el otro detenga el tren y desconecte la locomotora de los vagones. 

Los bandidos luego obligan a los pasajeros del tren a bajarse y saquean sus pertenencias. Un pasajero intenta escapar, pero es inmediatamente derribado. Ya con su botín al completo los bandidos escapan en la locomotora, para después parar en un valle en donde han dejado sus caballos. 

En la primer versión que he visto de vuelta en la oficina de telégrafos, el operador se levanta y trata de escapar, colapsando de nuevo. Su hija entra y le recupera la conciencia arrojándole agua a la cara. 

La cámara aparece ahora en un salón de fiestas cercano, se baile y tras solicitar ayuda los hombres tomar las armas y persiguen a los bandidos. 

El grupo perseguidor formado por el sheriff y sus hombres alcanza a los cuatro bandidos finalmente cuando están en el bosque repartiéndose el botín. Llega silenciosamente y se produce una refriega en la que van cayendo uno a uno los bandidos. Todos los bandidos mueren. 

Finalmente en una escena adicional nos encontramos con el famoso primer plano del líder de los bandidos, interpretado por Justus D. Barnes, en un plano medio disparando a quemarropa hacia la cámara. Esta secuencia se rodó aparte y al no saber en que tramo de la película incluirla, se dejó a elección de los montadores, incluyéndola finalmente en el último tramo del film. No tardó en aparecer la polémica ya que se le atribuyo a esta escena, la categoría de amenaza hacia el espectador. Lo cierto es que la imagen aporta un gran realismo a la película pues intensifica la relación del espectador con las víctimas del robo. Lo que sí sorprende es que, en su catálogo de venta, Edison afirmase que este plano podía colocarse tanto al inicio como al final del relato. De todas maneras la cámara a lo largo de la película se modula , se mueve, en función del movimiento de los actores. Igualmente destaca que unas escenas trascurren en primer término y otras en profundidad. 

En la obra de Terenci Moix ya nombrada , en concreto, en su primer volumen , en la página 111, aparece la Estructura de “Asalto y Robo de un Tren” con sus catorce secuencias. 
A pesar de ser un western la película de Porter fue rodada tanto en interiores como en exteriores en Milltown, Nueva Jersey donde estaban los estudios de Edison, en la ciudad de New Jersey y en la Reserva South Mountain , que forma parte del moderno sistema de Essex County Park , así como en Delaware, Lackawanna y en el western ferrocarril . 
Fue filmada en noviembre de 1903 y en diciembre de ese año se anunció que estaba disponible para la venta a los distribuidores. El gran robo del tren tuvo su debut oficial en el Museo de Huber en la ciudad de Nueva York antes de ser exhibido en once salas de la ciudad en otros lugares. En la publicidad de la película, los agentes de Edison promocionaron la película como "... jamás se ha hecho nada parecido, absolutamente superior a cualquier imagen en movimiento”.

La película ha sido seleccionada para su preservación en los Estados Unidos Registro Nacional de Cine ya que estos entre diez y doce minutos de duración fueron capaz de influir en el cine lo suficiente como para cambiar su desarrollo. 
Porter logró un relato de acción y suspense mediante un montaje elaborado, que mantiene continuidad e insinúa acciones paralelas, pero además apostó a lograr una inédita verosimilitud al utilizar sobreimpresiones para reforzar la apariencia de verdad de sus decorados (la oficina del telegrafista, el interior de un vagón en movimiento). En términos narrativos, el cine avanzó muy hasta que llegó en 1908 David Wark Griffith .
La clave del éxito de esta película no sólo estriba en el género sino en el rodaje, variable en escenarios y lugares, que uniéndose finalmente en un montaje creaban una historia narrativa coherente, algo que sin duda marcaría la evolución del cine; Con esta película empieza a valorarse la importancia del raccord ( por sus errores) entre unos planos y otros, y el script entre planos y secuencias como se puede ver en la huida del tren, los bandidos salen por la izquierda y entran por la derecha en el siguiente cuadro, o la inclusión de las imágenes exteriores en movimiento a través de las ventanas ofreciéndonos una sensación de movimiento interior sin precedentes en aquellos años, y lo que fue una nueva revolución. 

La película es tan modélica que el tiro final lo encontramos en ese director que homenajea continuamente al cine como es Martin Scorsese en su película, Uno de los nuestros (Goodfellas) cuando Joe Pesci dispara un arma a la cámara al final de la película o por Ridley Scott que también rindió homenaje después de los créditos finales de la American Gangster cuando Denzel Washington dispara un arma a la cámara. Igualmente en Tombstone aparece un Colt .45 largo al igual que numerosos otros momentos de la película, en especial el hombre al que se le dispara cuando intenta escapar de los ladrones. 
Como señalaba Terenci Moix “ la película tiene el acierto de proponer un “espacio cinético”, una realidad que sólo puede ser extresada a través del nuevo medio y desarrollarse narrativamente partiendo de las reglas que le son propias. Eso se consigue a través de un concepto muy primitivo del montaje, donde no importa lo que la cámara ve – sistema documental- cuanto lo quien la cámara parece entender y trasmitir.” 
Como vemos la película fue un gran éxito y sin duda contribuyó a que el cine se convirtiera en un espectáculo de masas, extendiendo las pequeñas salas de cine conocidas como nickelodeones por todo Estados Unidos. Como dijo - como siempre tan oportunamente- Guillermo Cabrera Infante estábamos “ante el nacimiento de un género”. Y yo digo: ... y mucho más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario