sábado, 18 de enero de 2014

Escoria danesa


Así , con esa frase demoledora, se ve la consideración que tiene el sueco Doctor Stig Helmer tiene sobre sus vecinos daneses. Sí, el título es tremendo , pero así es como han acabado los dos episodios que , por el momento, he visto de esta serie danesa del año 1994. 
Es curioso. Encontré las primeras referencias a esta serie en un artículo de Internet, sobre series de culto. Tras ver el primer capítulo, entiendo que esta serie de hace veinte años, - es de 1994- y firmada por Lars von Trier ¡Oh, sorpresa! Esté calificada así, como serie de culto. Es más, debido a la historia narrada el propio ¡¡¡Stephen King!!! se lanzó a la producción de una serie de características muy similares , y de nombre casi idéntico. Si digo que su nombre es en danés Riget os quedáis igual. Pero si me refiero a The Kingdom (literalmente en castellano, El reino) puede que la cosa cambie. 
Riget es una mezcla de géneros con elementos fantásticos, de terror y de comedia negra y estamos ante una miniserie de cuatro episodios ( por dos, pues hay dos temporadas de cuatro capítulos) realizado para la televisión danesa, y creada por el director, para entonces casi desconocido, Lars von Trier. Es del año 1994 como antes he señalado. 
La serie fue montada más tarde para formar una película de cinco horas, que llegó a ser distribuida en el Reino Unido (Second Sight) y los Estados Unidos (Koch Lorber Films) y en Australia y Nueva Zelanda por la Madman Entertainment. 
En la serie, como ya he señalado, fue dirigida por Lars von Trier y Morten Arnfred. Las historias se basan en los guiones firmados por Lars von Trier, Tómas Gislason, Niels Vørsel. La música es de Joachim Holbek, mientras que la fotografía fue cosa de Eric Kress. 
En la serie participan un elenco , para mí absolutamente desconocido, encabezado por Ernst-Hugo Järegård (Stig Helmer), Kirsten Rolffes (Sigrid Drusse), Holger Juul Hansen (Moesgaard), Søren Pilmark (Krogshøj), Ghita Nørby (Rigmo), Baard Owe (Bondo), Birgitte Raaberg (Judith), Udo Kier (Aage Krüger / Little Brother), Ernst-Hugo Järegård (Stig Helmer), Kirsten Rolffes (Sigrid Drusse), Holger Juul Hansen (Einar Moesgaard), Søren Pilmark ('Hook' Jørgen Krogshøj), Ghita Nørby (Rigmor Mortensen), Jens Okking (Bulder Harly Drusse), Otto Brandenburg (Hansen), Annevig Schelde Ebbe (Mary Krüger), Baard Owe (Palle Bondo), Birgitte Raaberg (Judith Petersen), Peter Mygind (Morten 'Mogge' Moesgaard), Vita Jensen – la chica down que lava platos- y Morten Rotne Leffers– la chico down que lava platos- , Solbjørg Højfeldt (Camilla), Udo Kier (Åge Krüger / Little Brother), Birthe Neumann (el secretario de Moesgaard, para posteriormente Helmer), Erik Wedersøe (Ole), John Hahn-Petersen (Secretario Nivesen), Henning Jensen (director de Bob), Louise Fribo (Sanne Jeppesen), Laura Christensen (Mona Jensen), Ole Boisen (Christian), Nis Bank-Mikkelsen (Sacerdote), Thomas Bo Larsen (Falcon), Henrik Koefoed (Radióloga), Poul Hüttel (Steenbæk), Helle Virkner (Emma Mogensen) y Stellan Skarsgård (el abogado sueco). 
La serie se rodó en Copenhage(Dinamarca). en concreto en el Rigshospitalet de Østerbro, el principal centro hospitalario de la capital danesa, apodado "Riget". 

"Riget" significa "el reino" o "el reino", y lo lleva a uno a pensar en "dødsriget", el reino de los muertos. Este es el marco de trabajo de unos médicos, unos enfermos y unos acontecimientos algo raros. La serie sigue a una serie de personajes que corresponden tanto al personal como los pacientes de ese extraño y lóbrego hospital en el que, desde la escena inicial de la ambulancia se producen fenómenos extraños, tanto humanos como sobrenaturales. 
El espectáculo se caracteriza por su humor irónico, sus enormes silencios, colores sepia y cobrizo – especialmente intensos cuando se refieren a imágenes del hospital, pero dominantes de cualquier manera, con escasa luz natural y casi sin exteriores, y la presencia del corifeo formado por los chicos Down del lavavajillas que hablan en detalle íntimo sobre los extraños sucesos en el hospital. 

En los dos primeros episodios, que son hasta el momento los que he visto, y que llevan por título “La manada blanca” "Den hvide flok" o , en inglés, "The Host Unheavenly"; y el segundo "Venga tu Reino" o "Alliancen KalDer" ocurren pocas cosas , pero siempre inquietantes. 
Por lo pronto, toda la acción se ubica en la sala neurológica del Rigshospitalet de Copenhague, el principal hospital de la ciudad, que traducido al castellano significa literalmente “Hospital del reino”. 
El primer episodio se inicia cuando una ambulancia llega a la puerta y así lo aprecia un celador, sin embargo, cuando se dirige a la misma no ha llegado nada, ni nadie la visto. De inmediato conocemos a uno de sus protagonistas, el soberbio neurólogo sueco Stig Helmer que se muestra altamente despreciativo con los daneses. Por lo pronto, aparca en zona prohibida y delante de los niños quita los tapacubos para que no se lo roben. Nada más entrar se entrevista con el director médico del hospital, y asiste a una reunión que ha empezado sin su presencia y en la que se han tomado decisiones contrarias a las suyas. 

Mientras tanto, el neurocirujano, Stig Helmer, recientemente asignado al departamento de neurología desde Suecia, trata de encubrir una fallida operación que deja a una niña, Mona, en estado vegetativo. Al entrevistarse con la madre él se niega a reconocer la mala praxis durante la operación. 

Su ingreso, absurdo, en una logia de médicos nos acerca más al mundo de lo incultura y de la irracionalidad, o sea , a lo se supone diametralmente opuesto en el hospital, el dominio de la ciencia y de la razón. 
Igualmente ha entrado en el hospital una señora mayor que se queja de fuertes dolores. Se trata de una espiritista, Sigrid Drusse, que simula más de lo que se queja y cuya intención es ponerse en contacto con el mundo de los espíritus. De hecho, cuando es ingresada a planta escucha el llanto de una niña. Así que pide colaboración a su hijo, celador en el mismo hospital, que finalmente cede y da vueltas con ella en los desolados pasillos del hospital. Finalmente, ambos escuchan el llanto de una niña en el hueco del ascensor.

Es más, al final del capítulo ven su fantasma. Mientras vamos descubriendo que los personajes, poco a poco, tanto del personal como pacientes van descubriendo una serie de fenómenos sobrenaturales. 
Como ya he dicho los capítulos se desarrollan en un escenario sobrio y al estilo de la de filmación Dogma, es decir, con la adición de cortes imprevistos en la edición y con unos personajes, el personal de limpieza de la cocina en el sótano, que sufren del síndrome de Down que son posiblemente los más clarividentes y los que discuten los extraños eventos del hospital a medida que se desarrolla la trama. 
En el segundo episodio el acercamiento al mundo de los muertos es más evidente. Especialmente por parte de la señora Sigrid Drusse, que consigue contactar con el más allá por medio de una paciente, amiga, moribundo y que está en tránsito hacia la muerte. Gracias a ella consigue el nombre de la chica fallecida y que ella ha escuchado y ha visto. Su nombre es Mary. 
En paralelo, seguimos viendo como la soberbia del Doctor Helmer parece no tener límites, ni cuando recibe la notificación de la denuncia por negligencia por parte de la madre de Mona, ni cuando opera – oponiéndose a una operación cuya anestesia consiste en una sesión de hipnosis, algo comprensible. Lo cierto es que tanto este paciente como Mona van entrando igualmente en contacto con el más allá. 
La paranoia médica aumenta, y ahora está representada por el Dr. Bondo, que como patólogo e investigador, trata de convencer a la familia de un hombre que se está muriendo por cáncer de hígado para que done su hígado para que el hospital pueda investigar. Su petición durante una reunión de la logia médica pública enerva a Helmer. 
La historia se completa con un joven estudiante de medicina que se siente atraído por la enfermera a cargo del laboratorio de investigación del sueño, una ambulancia fantasmal aparece y desaparece cada noche y un médico residente, permanentemente enfrentado a Helmer,, que vive en una sala del sótano, y que tiene un mercado negro en suministros médicos y que está enamorado de una compañera de trabajo que está mbarazada de un amigo que la ha dejado recientemente. 
Tras una breve entrevista por los pasillos laberínticos del sótano entre el director y el Dr. Helmer, éste se pierde y se asusta. Se cruza con el perro del celador y por fin sube por la escaleras, cruzándose con otro médico o enfermero – que en el episodio anterior había cortado la cabeza a un fiambre de la morgue- y que descubre que alguien le ha quitado la cabeza que había guardado – tras asustar con ella (y con razón). a una enfermera. 
Como ocurre en el episodio anterior éste termina con el neurólogo sueco Stig Helmer mirando hacia Suecia desde el techo del hospital gritando ”Dansk Jävlarna” (“Escoria danesa”), aunque en este segunda la escena acaba cuando, por un lado, se recibe un llamada telefónica de urgencias de una ambulancia que usa los códigos del siglo XIX , en la que al llegar al hospital se ve como una mano ensangrentada mancha la ventana posterior. 
Finalmente, como en el primer episodio, aparece el director Lars von Trier sobre los créditos de crédito ofreciendo observaciones acerca de la trama. Curiosa serie.



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