Drawl o Desenfunda del director Steven Hillard Stern es una película que tiene su gran aliciente en la presencia de Kirk Douglas y James Coburn en esta historia de un oeste que languidece.
La película fue realizada en mil novecientos ochenta y cuatro (1984) y tenía como destino la televisión por clave que en ese momento se estaba imponiendo en los Estados Unidos. Ese era su mercado. Contar con viejas glorias de la pantalla y recuperarlos en historias de entretenimiento.
A lo largo de algo más de hora y media nos cuenta la historia de un ex presidiario, que al parecer perteneció a la banda de Jesse James, que al iniciar la película se encuentra con un chico y que, a pesar de su edad, le muestra su pericia deteniendo una diligencia descontrolada.
Al poco de llegar a la ciudad, entra en un saloom, participa en una partida de cartas y tras ganar un buen pellizco ante un fanfarrón - mientras es reconocido por el bartender- intenta cobrar el pagaré recibido en el Banco de la localidad, pero el sheriff al saber quién es se lo impide. Tras esto el reconoce que ya ha pagado con la sociedad pasando una temporada entre rejas, pero que no está dispuesto a pasar por allí. Su intención es hacerse con su dinero ( lo ha ganado en buena ley) e irse a México. Pero esa no es la intención del sheriff ni del tipo que perdió el dinero iniciándose así una pelea que culmina en un tiroteo tras desenfundar los revólveres. Producto del tiroteo es que el sale herido, pero el que sale peor parado es el sheriff que muere. El viejo pistolero ha quedado herido y es auxiliado por una joven actriz. Pero cuando ve que es acusado de cometer un asesinato, decide escapar y refugiarse en una habitación de hotel tomando como rey a la actriz ( Alexandra Bastardo). Los habitantes del pueblo deciden ir a buscar a otro hombre que pueda enfrentarse a él. Así que el antiguo alguacil, que dimite de inmediato, va a México a buscar a un viejo Marshall, ya retirado que vive alcoholizado pero que tiene fama de ser un gran tirador. Tras ser recogido por el antiguo Marshall ambos salen de México no sin problemas, pues son atacados por cinco ladrones de México. Al comprobar que es un gran tirador el grupo de 5 mexicanos que quería robarle las armas y los caballos, huyen.
Aunque marcha en contra de su voluntad llegan al pueblo y allí tienen un encuentro entre los dos antiguos forajidos. Los dos saben que sus días de gloria han terminado y de hecho el viejo pistolero herido una vez recuperado mantiene su intención de ir a México en este caso acompañado de la actriz. Sin que nosotros lo sepamos uno y otro han llegado a un acuerdo simular la muerte el viejo pistolero en duelo público.
Tras su muerte hay que enterrarlo. Quien se postula como enterrador es su viejo amigo y junto con la actriz se lo llevan a enterrar pero en mitad del trayecto el viejo pistolero sobrevive y descubrimos que hace que ha sido todo un ardiz entre ambos. Mientras los tres marchan con destino a México la carreta en la que van se cruza con un coche a motor. Los tiempos están cambiando.
La película es un western con toques de comedia realizado para la televisión por cable.
Lo mejor de las películas es la aparición de los dos colosos protagonistas y ese toque de pequeñas dosis de comedia que tiene.
El gran Fausto Fernández dice de ella en diversos tweets, que se trata de un western "producido y concebido para la temprana televisión por cable estadounidense que en Europa se vio en cines por tener hechuras de cine y buen cine del Oeste". Y añade que "ambos rejuvenecen a la vez - se bastan ellos solitos y tampoco sin esforzarse demasiado - y a la voz de Desenfunda...Ellos, con su veteranía, lo son todo en esta nostálgica y de mirada distanciada y casi de comedia en este western chiquito, decente y crepuscular". Qué voy a decir yo. Lo ha dicho todo, y bien, Son Fausto Fernández.
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