En la historia de un sueño, un sueño hecho realidad que llevo a un hombre llamado Óscar a una pesadilla. Lo que acabo de ver es un buen biopic sobre Oscar Wilde. No es solo la historia de Wilde sino que también en la historia de sus amantes y de los hombres que vivieron admirando al escritor y a la persona. Entre ellos su editor, Robbie y su amante de los últimos años, Bosie, responsable casi de su desgracia.
Robbie pagó las deudas de Óscar y dedicó el resto de su vida a reivindicar la obra y la reputación de su amigo. Robbie murió en mil novecientos dieciocho y sus cenizas están enterradas junto a Oscar Wilde.
Por su parte Bosie murió pobre y solo, en mil novecientos cuarenta y cinco. Lo cierto es que Óscar fue absuelto en 2017 junto con otros 75.000 hombres condenados por homosexualidad.
The Happy Prince es una película del año 2018 que nos muestra los últimos tres años de vida del escritor británico Oscar Wilde (1854-1900), durante su exilio en Francia, rodeado de amigos y sus fantasías.
El actor inglés Rupert Everett dirige escribe y protagoniza este biopic que da vida a Oscar Wilde en sus años finales, entre la alegría del carpe diem, el cuidado de sus incondicionales y el tormento de la culpa y la pasión.
Le acompaña Colín Firth en el papel de su amigo Reggie Turner, Emily Watson en el papel de su esposa Constance Wilde y Colín Morgan y el de su amante Sur Alfred "Bosie" Douglas. El desarrollo de la película es el siguiente.
1897. Dos años antes, un 27 de mayo de 1895, Oscar Wilde es condenado a 2 años de trabajos forzados en la cárcel de Reading por ser homosexual. Fue acusado por el padre de su amante, lord Alfred Douglas. Bosie, como Wilde le llamaba, lo inspiró a escribir una carta de amor desgarradora: De Profundis. Oscar Wilde acaba de salir de la cárcel tras cumplir su condena por un grave delito de indecencia. Separado de su mujer y de sus hijos, llega a Dieppe, donde le esperan sus viejos amigos Reggie Turner y Robert Ross.
Wilde asume el alias de Sebastian Melmoth e intenta rehacer su vida: escribe en vano a su mujer Constance Lloyd para intentar hacer las paces con ella. Unos jóvenes ingleses lo reconocen, se burlan de él y lo persiguen hasta una iglesia; él se defiende con violencia y recibe duras advertencias de la policía.
Oscar se reúne entonces con su antiguo amante Bosie Douglas, lo que enfada a Robbie, cuyo amor secreto por él nunca ha sido correspondido.
Oscar y Bosie huyen juntos a Nápoles, donde viven durante algún tiempo en una casa de Posillipo, llevando una vida libertina. Pronto la madre de Bosie deja de enviarle a su hijo su asignación: está dispuesta a reanudar los pagos y a dar una recompensa de 200 libras a Oscar si los dos amantes se separan. A pesar de la ira de Oscar, ceden y se separan.
Poco después, Constance, que había prohibido a Oscar todo contacto con Bosie, muere por complicaciones posteriores a una operación, y a Oscar se le niega todo contacto con sus dos hijos.
Incapaz de escribir, Oscar se refugia en París, donde vive de su ingenio y de la caridad de sus antiguos partidarios. Se reencuentra con Reggie y Robbie y poco después encuentra a Bosie, que recientemente recibió una gran herencia por la muerte de su padre; Bosie se niega furioso a ayudarlo.
Mientras tanto, el escritor comienza a mostrar síntomas extraños que atribuye a una intoxicación por mejillones, sospechando sin embargo que puede ser sífilis.
Conoce a dos hermanos pobres con los que comparte la miseria: el mayor se convierte en su favorito, mientras que el menor quiere escuchar el cuento de hadas El príncipe feliz, que el escritor siempre contaba a sus hijos.
La enfermedad de Oscar empeora y recibe una dolorosa operación quirúrgica para tratar un absceso en el oído. Su precario estado físico le provoca infecciones postoperatorias.
Con sus últimas fuerzas, Oscar pide una unción católica extrema, pero muere rodeado de los pocos amigos que le quedan.
En el funeral, Robbie se queja ante Bosie de que es un hipócrita porque llora la muerte del hombre que siempre lo había amado y al que abandonó sin mostrarle gratitud. Bosie le responde que esas palabras están dictadas por los celos y que solo él será recordado junto a Oscar Wilde, mientras que Robbie será olvidado.
Los titulares finales de la película afirman que Bosie murió solo y sin dinero en 1945, mientras que Robbie, que murió en 1918, fue enterrado en la propia tumba de Oscar. Oscar fue indultado en 2017 junto con otras personas condenadas por delitos homosexuales.
Ambientado en los últimos siete decadentes del siglo XIX., Oscar Wilde se encuentra cumpliendo destierro en Francia, consciente de su estado y de su cercano final. Allí en un ambiente bohemio pero precario, recibe a los amigos y rememora pasajes de su vida como el viaje a Nápoles con el joven Bosie Douglas.
La película empieza con una cartela que señala que en el año mil ochocientos noventa y cinco oscar Wilde era el hombre más famoso de Londres. Para aquel entonces su amante era Bosie Douglas, hijo del notorio marqués de Queensberry. Enfurecido por su romance, QueensBerry dejó una tarjeta en el club al que se dirigía a nombre de "Óscar Wilde, que se comporta como un sodomita". Wilde lo denunció por difamación, solo para terminar en el banquillo coma acusado de "grave indecencia". Fue condenado dos años de trabajoso forzados. Es a partir de este momento, centrado en los últimos tres años del poeta Oscar Wilde (1897–1900), cuando conocemos su triste devenir. Al final de la película aparecen el recientemente fallecido Tom Wilkinson y Edwin Thomas.
A lo largo de la película vemos como se trufan en ella los sueños tanto con amantes como con su mujer Constance o con sus pequeños hijos. Incluso la reina Victoria que está presente en sueños puso fallecimiento.
La película contó con el guion de Rupert Everett, la música de Gabriel Yared, la fotografía de John Conroy, el montaje de Nicolas Gaster y el vestuario de Maurizio Millenotti. Se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2018, y fue mostrada en el BFI Flare, el Festival de Cine LGBT de Londres de 2018. Se estrenó en el Reino Unido en junio de 2018 y fue estrenada en Estados Unidos en octubre de 2018.
El título del filme hace referencia a la historia para niños de Oscar Wilde, The Happy Prince. El rodaje comenzó a mediados de septiembre de 2016 en Baviera, pasando luego a Francia, Bélgica e Italia.BBC Films produce la película junto a Maze Pictures, Entre chiens et loups y Palomar contando como productores con Sébastien Delloye, Philipp Kreuzer y Jörg Schulze.
La película fue multipremiada y recibió críticas bastante favorables. Entre los que recibió destaca la nominación a los Premios del Cine Europeo del año 2018 al mejor actor (Rupert Everett); en los Satellite Awards (International Press Academy) donde ganó el premio a la Mejor ópera prima (Rupert Everett): En los Premios del cine Alemán (Lola 2018) fue nominado al Mejor vestuario (Maurizio Millenotti, Gianni Cas) y en los British Independent Film Awards (2018) que nominó al director como Mejor actor (Rupert Everett)
En cuanto a la crítica destacan las recibidas en el Reino Unido . En The Guardian Peter Bradshaw escribió sobre ella que "Esta conmovedora dramatización de los últimos años de Wilde en el exilio es una parábola poderosa de pasión y redención (…) "
Fionnuala Halligan del Screendaily destacó el papel que jugó en la misma "Everett es un Oscar Wilde excepcional (...) Es su propio guion tierno y una combinación pulcra de empatía y realismo lo que hacen que la película (...) sea una obra cinematográfica sólida"
Tim Robey desde el Telegraph tambiín elogió la labor de Rupert Everett ya que "aporta fuerza y empatía a la época mala de Oscar Wilde (...) "
En The Independent, Geoffrey Macnab, sostuvo que era un "Un biopic emotivo y sorprendente sobre Oscar Wilde (...) Uno de los aspectos más admirables de 'The Happy Prince' es que Everett se niega a ofrecer una versión divinizada de su sujeto"
Trevor Johnston desde Radio Times comentó que era "Una representación defectuosa, pero digna y sincera de un artista al final de sus días (...) "
Guy Lodge de Variety, desde el otro lado del Atlántico, consideró que "Como escaparate final, permanente, para un papel que Everett ha nacido para hacer, 'The Happy Prince' funciona (...) El guion es más literal que literario" .
Eric Kohn de IndieWire destacó "La sensible actuación de Everett salva a esta representación floja de un hombre solitario al final de su vida (...) 'The Happy Prince' presenta una iluminación desacertada y transiciones peculiares"
El clásico de la revista Rolling Stone, Peter Travers, defendió que "Al final, el punto fuerte de la obra se encuentra en la reverencia que Everett hace como actor y director a un autor que parece haber nacido para ser representado por él mismo (…) "
David Rooney en las páginas del The Hollywood Reporter consideró que "A pesar de la buena actuación de Everett en el papel principal y de un guion bastante ingenioso, 'The Happy Prince' es poco emotiva y su fuerza dramática es inestable"
Ya en España el habitual Javier Ocaña en El País dijo que era "Una rotunda y artística película de Rupert Everett, que la ha escrito, producido y dirigido casi como un proyecto de vida (...) sobre todo, ha logrado una película sobre la humillación"
Oti Rodríguez Marchante del ABC destaca la figura de "Everett echa por la borda refinamiento e ironía, las bazas que habrían hecho este retrato más atractivo… (…) "
Sergi Sánchez en La Razón, igualmente, elogió a su director , "A Rupert Everett le pierde la ciega fascinación que siente por el personaje, y, sobre todo, por la posibilidad de, prótesis mediante, convertirse en él, columpiándose en sus declamatorios excesos."
Desde Barcelona y en las páginas de El Periódico, Nando Salvá más crítico sostuvo que la película "Ignora no solo los triunfos literarios del escritor sino los dos años que pasó entre rejas acusado de sodomía (...) "
Irene Crespo de Cinemanía alabó la película al decir que era "Un Oscar Wilde pocas veces visto, y muy necesario de ver hoy. (…) "; mientras que en
Fotogramas María Caballero dijo que la película era un "Acercamiento, tan fantasmagórico como nada complaciente, a la figura del escritor Oscar Wilde (...) Feísta y oscura (…)". Merecido acercamiento a la vida de Oscar Wilde, bien realizada, no intenta ser morbosa y se agradece. Por último, decir que Oscar Wilde, quien había sido el arquetipo del dandy hedonista y libertino, murió en París triste, arruinado y católico.
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