lunes, 25 de noviembre de 2024

Las ciervas



Últimamente le estoy cogiendo gusto a películas de la nouvelle vague, siendo ésta que llevaba por título Les Biches una de las más representativas de Claude Chabrol, pues combina una historia de un triángulo amoroso con elementos del cine e incluso con una relación lésbica algo absolutamente novedoso dentro de aquella corriente. 

El director de "Les Cousins" (1959), "Les Bonnes Femmes" (1960) y "Los crímenes de Champagne" (1960), o las más conocidas , "Le boucher" o "Accidente sin huella" a diferencia de sus colegas de la Nouvelle Vague (Godard, Truffaut, Resnais), dijo Rogert Ebert que dentro de la nouvelle "se había alejado de la política , pero que había optado por un estilo de dirección muy fluido, casi etéreo". 

"Les Biches", fue una película exitosa cuando se presentó en Estados Unidos en el Festival de Cine de Nueva York de 1968 y para el crítico de Chicago antes citado se encuentra entre sus mejores trabajos.  

Protagonizada por Jean-Louis Trintignant, Jacqueline Sassard y Stéphane Audran,  ganó el Oso de Plata a la mejor interpretación femenina en la 18.ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín del año 1968".

La película cuenta con una banda sonora impresionante, de lo mejor que he podido escuchar últimamente compuesta por Pierre Jansen. 

La película Concebida como una especie de novela (prólogo, dos capítulos -cada uno dedicado a un personaje femenino- y un epílogo), , se desarrolla entre París donde empieza la película y donde acaba y la localidad mediterránea de centro Saint Tropez. 

Dividida en cuatro entregas, puesto que contiene un prólogo y un epílogo,  pero mientras la segunda mitad se lo dedican a Frederique la tercera tiene como protagonista a Why.. 

Su trama se centra en la relación entre una mujer adinerada, Frédérique (Stéphane Audran), y una artista callejera, Why (Jacqueline Sassard), que se ve alterada cuando el arquitecto Paul Thomas (Jean-Louis Trintignant) intenta conquistar a la segunda.

Todo comienza en los puentes parisinos . Sobre uno de esos puentes conocemos a Frederique, una lesbiana rica y de temperamento apático, que se encuentra en el "Pont des Arts", vamos, en la calle, y se fija en Why, una joven artista callejera, y tras llamar la atención de Why lanzándole un billete de 500 francos, la invita a tomar un té en su casa, pero para sorpresa de todo Why le pide luego  bañarse en su  bañera. 



Tras eso hay una seducción lésbica por parte de Frédérique, que se la lleva a vivir con ella a su casa de Saint Tropez. 



Durante algún tiempo son felices en su mansión en la que vive la millonaria, propietaria de un área portuaria. En su casa no vive sola, pues es atendida por una señora y en ella , a demás se han instalado, algunos amigos vividores que adulan a la chica y a la recién llegada.

Pero en una fiesta Why comienza a sentirse atraída por uno de los asistentes, Paul, un joven arquitecto que acaba esa noche seduciéndola. Frederique enfurece el tono con todos, pero especialmente con su invitada , Why, y decide visitar a Paul para dejarle claro cuál es el precio de acostarse con Why.

Pero Fredérique, lejos de darse por vencida, utilizará también sus artes de seducción para cambiar las reglas del juego y convertirse en el vértice dominador de un triángulo en el que dos ganan y uno no tiene más remedio que perder.  

Un día, aprovecha la coyuntura, y la necesidad de ver una obra de construcción que levanta Paul cerca del puerto para beber y , con la excusa de la bebida, la  bella Frédérique, se enrolla con el arquitecto. Desde ese momento Paul pierde su interés por Why y se interesa por la burguesa. 

Ahí comienza otra historia. El romance entre Frédérique y Paul provoca cierto distanciamiento y una extraña manifestación interna en la vida de Why, la cual, en la casa, parece estar abducida por su mentora, vistiendo su ropaje , maquillaje imita casi el peinado de su amiga. Paul advierte el detalle, pero no actúa, sino que se deja llevar por la personalidad dominante de su novia. 

Una noche en la que Why propone celebrar y emborracharse, los tres pasan una velada maravillosa, charlando, bebiendo, escuchando música. No obstante, el deseo no sobrepasa la rivalidad entre las amigas y Frédérique rechaza a Why al irse a la cama y ella queda tras la puerta masturbándose, en una escena poderosamente sensitiva. 



Al día siguiente cuando los novios deciden irse por unos días a París a atender negocios de Paul, ella se queda en la provincia, pero en un ataque, que según Why son unas voces que escucha, parte a la capital y llega al apartamento. En él está su mentora. 

Comienza en un diálogo extraño en el cual la joven le dice que en la casa rural no se siente bien, sola, y prefiere estar con ellos porque los ama, pero ella le argumenta que ya no cabe en esa situación. Las voces, repite una vez más le atormentan y la música lo invade. De su bolso, Why saca un puñal y lo clave en la espalda a su amiga cuando le abraza. Frédérique muere. Why se queda. En la escena final se ve entrar a Paul al departamento acabando así la película. 

Les biches está considerada la primera película que aborda abiertamente el amor lésbico en la Nouvelle Vague francesa. Jean Rabier participa en la fotografía. Se trata de un film  escrito por el habitual colaborador de Chabrol, Paul Gégauff, responsable tanto de "El carnicero", 1970 como de la recientemente vista . 

La película se rodó en escenarios naturales de Paris y Saint Tropez. La película fue presentada emn Berlín fuera de concurso pero ganó el Oso de plata para la actriz Stéphane Audran, en ese momento musa y esposa de Chabol en la vida real. Producido por André Génovés, se estrenó en la primavera de 1968, poco antes del mayo francés.. 

El film desarrolla una fábula, intensa y perturbadora, en el que está presente el deseo, la seducción y la venganza, que una historia que el realizador envuelve en una atmósfera creciente de extrañeza, misterio y fatalismo. 

El director nos presenta el comportamiento indolente y despreocupado de la burguesía, sus fastos y miserias, que le sirven para establecer su habitual acotación de denuncia y crítica social. La homosexualidad y la bisexualidad son tratadas con cuidadoso respeto en el marco del claro propósito de reivindicar su naturalidad y glosar, tempranamente (1968), su igualdad en relación a las orientaciones heterosexuales. 

Como siempre en Chabrol prioriza las relaciones humanas inspiradas en esta caso dominadas por la sumisión y la manipulación, estando igualmente presente la fragilidad en Why y la ambivalencia. El director lo expone de una manera sencilla, natural, clara y directa, sin un ánimo presuntuoso y sin las habituales referencias freudianas de Hitchcock. 

La comicidad es aportada por el dúo de vividores que viven en casa de Frédérique formado por Henri Attal y Dominique Zardi, en sus papeles de músicos aficionados y parásitos sociales que viven a expensas de la "pobre niña rica". Ella es presentada como una mujer voraz y posesiva seductora/cazadora sexual, de hombres y mujeres, como ponen de manifiesto los trofeos de caza y las lanzas, flechas y armas que conseguidas en Mozambique , entre otros lugares, decoran su casa. Ella es cualquier cosa menos una cierva. 




Se considera que el film, con la asistencia del guionista Paul Gégauff y del productor André Génovés, como el inicio de la tercera etapa, la de la madurez, de la filmografía del realizador.

La música, del francés Pierre Jansen, colaborador habitual de Chabrol, se apoya en una partitura que sugiere y crea sentimientos de tensión e intriga conseguidos por medio de instrumentos de viento y cuerda .

La fotografía, de Jean Rabier ("El bello Sergio", 1959), aporta al film la visualidad propia de Chabrol, colorista, luminosa y apoyada en una excelente composición. 

Las interpretaciones de Stéphane Audran (entonces casada con Chabrol) y de Jacqueline Sassard son cautivadoras y nos sirve para enmarcar la lucha de clases: los usos y costumbres , incluyendo el abuso de los ricos sobre los pobres quedando la tesis de que el mundo burgués se muestra decadente, lleno de hipocresía y sobre todo vacío, en donde la soledad se apodera de unos personajes plenos de aburrimiento, indolentes y miserables que encarna esta mujer burguesa y su círculo.

El resultado es un melodrama que parte de lo intimista y sensual para transformarse al final en un thriller eso sí presentado con mucha sutilidad. Más allá de prejuicios, el lesbianismo se convierte en la película casi un juego seductor y de rivalidad 




En cuanto a la critica que estaba al tanto de la película que fue presentada como "La película femenina más atrevida del 69", destaco , entre las que he encontrado, la de Rogert Ebert al escribir en enero de 1969 que ""Les Biches" de Claude Chabrol depende casi por completo del estilo, y como estilo lo consigue. A Chabrol no le interesa tanto la historia como la manera de contarla. Prefiere los colores apagados, sobre todo los pasteles, y muchas de sus escenas están filmadas a la luz del atardecer. Sus personajes encajan en esos colores y estados de ánimo; a veces parecen estar en trance, moviéndose lentamente, hablando distraídamente. Y el movimiento de cámara está meticulosamente planeado. Observamos escenas en las que la cámara y los actores se mueven juntos en una especie de minué. Tres o cuatro planos, utilizando pasos que no vemos o espejos que no esperamos, tienen la gracia de la danza. " Y añade que "hay que decir que "Les Biches" no es en ningún sentido una película de explotación, no es particularmente erótica y logra su propósito principalmente al seducirnos para que nos involucremos en el estado de ánimo de los personajes. La joven se encuentra en una situación extraña: ama tanto a la mujer como al hombre y está feliz de que se amen. Pero tiene miedo de que la excluyan. Ha salido de la nada y tiene miedo de volver atrás. Así, poco a poco, unos celos enormes van creciendo en ella " Y concluye diciendo que ", "Les Biches" se convierte en una expresión melancólica, tranquila y altamente personal. ",

A partir de Les Biches , Chabrol comenzó a trabajar con el productor André Génovès y su colaboración dio como resultado una serie de thrillers psicológicos nítidos y gélidos, entre los que se incluyen La Femme Infidèle , This Man Must Die (1969), Le Boucher (1970), La Rupture (1970) y Just Before Nightfall (1971), todos ellos relatos lentos y desconcertantes salpicados de actos de violencia cuidadosamente observados y preparados, y que a menudo presentaban resoluciones ambiguas. 

Pauline Kael bromeaba diciendo que estas películas se parecían a sardinas en lata, aunque en gran medida siguen siendo sus obras más famosas. Con el tiempo, Chabrol volvió a variar su producción, intercalando los thrillers por los que ahora era famoso con dramas políticos y personales e incluso alguna que otra comedia negra, hasta su muerte en 2010.



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