Película de aventuras dirigida por uno de los directores icónicos del cines aventurero como es Richard Thorpe, uno de los artesanos del cine de Hollywood especializado en películas de este perfil. Los asesinos del Kilimanjaro que tenía como título original Killers of Kilimanjaro es una película británica estrenada en 1959 siendo una típica película de aventuras en este caso británica del año 1959 que nos lleva al continente africano. La película inicialmente se iba a llamar Adamson of Africa.
Fue una producción de Irving Allen para la productora Warwick Films que distribuyó la Columbia Pictures. La película parte de un guion escrito a cuatro manos por parte de John Gilling y Earl Felton. la película cuenta con la música de William Alwyn, la fotografía en visto color de Ted Moore y el montaje de Geoffrey Foot.
En la película participan en el elenco Robert Taylor como Robert Adamson, Anne Aubrey de Jane Carlton, Anthony Newley como Hooky Hook y Grégoire Aslan como Cheikh Ben Ahmed. En papeles menores aparecen Donald Pleasence como el Capitán, Grégoire Aslan as Ben Ahmed, Allan Cuthbertson como Saxton, Martin Benson como Ali, Orlando Martins como el jefe, John Dimech como Pasha y Martin Boddey como el empresario aleman del ferrocarril Gunther.
Un ingeniero norteamericano, Robert Adamson (Robert Taylor ) llega en un barco desde la metrópoli a Mombasa a finales del siglo XIX para acabar las obras de un ferrocarril africanodes que ha de ir de Mombasa hasta el lago Victoria al pie del Kilimanjaro. Su misión es continuar la obra, encontrar a su predecesor, que ha desaparecido misteriosamente.
En el barco junto a él va Una chica, Jane Carlton (Anna Aubrey) que busca su padre y su prometido, colaborador de aquel, que también ha desaparecido misteriosamente. Ayudado del ingeniero encargado de la construcción del ferrocarril este otro personaje que es Pasha ( John Dimech ) , el hijo de un líder indígena Cheikh Ben Ahmed (Grégoire Aslan ).
Al desembarcar en el puerto de Mombasa es recibido por el único trabnajador de la empresa ferroviaria en la ciudad, un curioso británico, Hooky Hook (Anthony Newley) que le explica cual es la situación del ferrocarril, lo que sabe de la desaparición de los británicos que trabajaban y quién le puede ayudar.
Viendo que está todo encallado antes de entrar en el peligroso territorio de una tribu, los Warush, Adamson decide ponerse en marcha y , en primer lugar decide entrevistarse con un líder local Cheikh Ben Ahmed quien se encuentra entrevistándose con el competidor de Adamson, un empresario del ferrocarril alemán llamado Gunther (Martin Boddey): los intereses del primero está n en el mercado delk esclavos, y los del segundo frenar el proyecto británico.
Adamson busca trabajadores para continuar la obra, aunque nada más salir es víctima de un atentado que logra repeler junto con Hooky. El organizador es Ahmed. Adamson ha de buscar hombres en el presidio local llevándose a los presos que están a punto de cumplir su condena.
Junto a él inician el viaje Jane, Hooky - muy a su pesar- y el joven Pasha que quiere montar en tren. Mientras intenta que prosigan las obras, aunque antes tendra que hacer frente a diversos obstáculos, especialmente a las violentas tribus locales como lso Warush, a los árabes traficantes de esclavos y a los muchos animales salvajes que han de encontrarse.
Lo propio de una película de aventuras y peripecias que esperan los miembros de esta pequeña expedición y sus portadores que marchan a su proseguir un trabajo uno; a saber la verdad sobre su padre y su novio otra - el reencuentro es lo más alejado a lo amoroso- y la necesidad de encontrar el apoyo de los Warush, pero también la oposición de Ahmed y los suyos.
Lo cierto es que Warwick Films ya había realizado tres películas en África: Safari, Zarak y Odongo. La película se anunció en julio de 1956 y estaba inspirada en la historia de los devoradores de hombres de Tsavo, narrada en el libro African Bush Adventures de 1954 de J.A. Hunter y Daniel P. Mannix. Se basó en una historia de Richard Maibaum y Cyril Hume.
Warwick también anunció que harían una segunda película africana, el musical The Golden Fiddle, que finalmente no se haría. El guion fue escrito por Peter Viertel, que había trabajado en The African Queen y había escrito una novela sobre las experiencias titulada White Hunter, Black Heart. En septiembre de 1957, Alan Ladd, que había hecho tres películas para Warwick, fue anunciado como el protagonista masculino; y estaba destinado a ser parte de un acuerdo de seis películas entre Ladd y Warwick por un valor de $2 millones que también incluía The Man Inside y It's Always Four O'Clock. Pero finalmente, Ladd no hizo más películas para Warwick; el papel principal entonces fue para Robert Taylor.
Taylor firmó en enero de 1959, momento en el que la película se llamó African Bush. Los coprotagonistas Anthony Newley y Anne Aubrey tenían contrato con Warwick y acababan de hacer Idol on Parade para la compañía. En febrero de 1959, Taylor se fue a Moshi, Tanganyika. Esa fue la misma ubicación utilizada para Mogambo y La gran aventura de Tarzán.
El rodaje se completó en abril de ese año. El título de la película se cambió a Killers of Kilimanjaro. Esto molestó al jefe Thomas Marealle de la tribu Chagga, en cuyas tierras se filmó la película, y presentó una queja oficial. El monte Kilimanjaro se encuentra a unos 125 kilómetros (78 millas) al oeste de Tsavo en Tanzania.
En cuanto a la crítica señalar que el Monthly Film Bulletin dijo que "los entusiastas de las matanzas en pantalla deberían entretenerse ampliamente". El New York Times la llamó "un compendio de clichés de la jungla".
Según Jeffrey Richards, películas como Killers of Kilimanjaro impulsaron la narrativa de que los británicos no estaban en África Oriental para promover sus propios fines, sino que perpetuaron el mito de que estaban allí para proteger a los nativos de los esclavistas árabes como vemos al inicio de la película cuando un barco a vela pilotado por árabes es sorprendido por las autoridades navales y en ese momento arroja su carga por la borda sin contemplaciones.
Fausto Fernández comenta en Twitter- ahora X- que "En la estancia inglesa y MGM años 50 de Richard Thorpe y Robert Taylor no todo fueron gestas medievales capa y espada. Hubo una estimulante rareza de aventuras (violentas) africanas con Los asesinos del Kilimanjaro".
Por mi parte decir que es una entretenida película de aventuras que sabía hacer como pocos Richard Thorpe que en este caso supo intercalar escenas de documentales, de animales salvajes, junto los toques humorísticos que asumió brillantemente Anthony Newley y destacar igualmente la presencia entre los secundarios de Donald Pleasance, en un papel muy breve como Capitán de barco.
El prestigioso escritor Evelyn Waugh se cruzó con la producción en Kenia, encuentro que describió en su libro ¨Un turista en África¨. Lo que extraña es que la película no deja de ser un elogio al Imperio Británico en el momento en el que se producía su máxima desintegración , pero nos deja una película entretenida de su esplendoroso pasado de la marca Warwick.
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