viernes, 5 de octubre de 2012

Un año de cine


Ese fue 1992. Las circunstancias hicieron que ese año yo acabara temporalmente en Pontevedra. La bellísima ciudad gallega, con su clima suave y lluvioso invitaba al cine. Allí recuerdo haber visto Sin Perdón, El fugitivo, Parque Jurásico, y algunas más como la premiada La Bella y la Bestia de Disney. Hubo incluso – creo que fue el año siguiente- un festival de cine, y en algunas de esas salas, junto con actores, votábamos a la mejor película según el público. Yo voté por una italiana en la que participaba Ángela Molina y Marcelo Mastroiani.
Una de esas películas que fui a ver fue la obra con la que Francis Ford Coppola iniciaba su recorrido por los noventa, en este caso remitiéndose a todo un clásico de la literatura británica firmado por el irlandés Bram Stoker. Estamos hablando de Drácula.
Drácula, de Bram Stoker (1992) o Bram Stoker's Dracula en su título original es una película dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada entre otros por Gary Oldman, Anthony Hopkins, Winona Ryder, Sadie Frost y Keanu Reeves. Participa igualmente una malvada pero bellísima Monica Bellucci en una de sus primeras incursiones cinematográficas. Entre los actores y actrices que juegan un papel secundario  se encuentran Cary Elwes (Lord Arthur Holmwood), la ya nombrada Monica Bellucci, Tom Waits (R.M. Renfield), Bill Campbell (Quincey P. Morris) y Richard E. Grant (Dr. Jack Seward).
La película está basada en la novela homónima de Bram Stoker, el guión fue escrito por James V. Hart y producida por Francis Ford Coppola, Fred Fuchs, Charles Mulvehill para Columbia Pictures a través de otras productoras como la American Zoetrope y la Osiris Films. Las ganancias de la película fueron suficientes como para salvar a Zoetrope (estudio de Francis Ford Coppola) de la bancarrota después de sufrir dificultades financieras y un pasivo de $ 27 millones durante anteriores 3 años a la presentación del filme.
La fotografía fue asumida por Michael Ballhaus, mientras que el montaje fue cosa de tres: Anna Goursand, Glen Scantlebury, Nicholas C. Smith. El vestuario, uno de los grandes aciertos de la película, fue de la japonesa recientemente fallecida (enero de 2012) Eiko Ishioka.
La banda sonora corrió a cargo de Wojciech Kilar, excepto el tema final Canción de amor para un vampiro, que fue compuesto por Annie Lennox.
La película tuvo una buena acogida por el público y obtuvo 4 nominaciones a los Oscar de 1993, de los que ganó tres: Mejor diseño de vestuario, Mejor Maquillaje y Mejor edición de sonido.
Está considerada la adaptación oficial, la película más fiel a la novela que introduce a personajes nunca antes adaptados. Consiguió 215.862.692 dólares en todo el mundo y fue el retorno al éxito de Francis Ford Coppola.
La obra en sí comienza con la narración de la toma de Constantinopla por los turcos y la expansión de éstos por todo el este de Europa. En los territorios de la actual Rumania, uno de los príncipes de la Cristiandad se enfrentará a ellos. Ese príncipe, Vlad, tras despedirse de su amada esposa y ser bendecido por la Iglesia, se enfrentará a sus enemigos, saliendo victorioso de ella. La brutalidad de su defensa, se le presenta como un empalador, no impide que los turcos envíen un mensaje a su castillo. En ese mensaje se dice que el príncipe ha muerto. Ante la noticia, su joven esposa Elisabetta se suicida tirándose a un precipicio. La llegada de Vlad y la recepción de la noticia le desata la ira más absoluta, abjurando de la religión ante la negativa de enterramiento por ser un suiidio. Prometiendo una venganza permanente.
Ya en el siglo XIX cuando Jonathan Harker (Keanu Reeves), un joven abogado inglés de Londres prometido con la joven y bellísima institutriz Mina Murray, en la ciudad de Bistritz, que debe viajar a través del desfiladero del Borgo hasta el remoto castillo del conde Drácula (Gary Oldman), en los Montes Cárpatos de Transilvania, para cerrar las ventas con él de unos terrenos cerca de Londres en una antigua abadía. Convirtiéndose durante un breve período de tiempo en huésped del conde, el joven inglés va descubriendo que la personalidad de Drácula es, cuanto menos, extraña: no puede reflejarse en los espejos, no come nunca en su presencia y hace vida de noche.
En una de esas noches descubre con sorpresa el enorme parecido entre Mina y Elisabetta, su amor inmortal que perdió a su amor hace cuatrocientos años. Y, curiosamente, la novia de Harker (Winona Ryder) es un vivo retrato de ella. Por ello, Drácula decide viajar hasta la capital británica para conquistarla.
Jonathan poco a poco va descubriendo que es un ser despreciable, ruin y despiadado que acabará haciéndole rehén en el propio castillo. En el mismo, también viven tres jóvenes y bellas vampiresas que una noche seducen a Jonathan y están a punto de chuparle la sangre para convertirle en vampiro, de no ser por la interrupción del conde. Para evitarlo, Drácula les entrega un bebé que ha secuestrado para que se beban su sangre y se lo coman.
Al mismo tiempo, para encontrar un poco de descanso la joven Mina Murray decide pasar una temporada veraniega con su amiga íntima de infancia Lucy Westenra en la casa solariega que posee en Whitby, en la costa de Yorkshire. Lucy es una hermosa joven de clase acomodada que vive en una lujosa mansión y que está siendo cortejada por tres galanes un doctor del psiquiátrico, un norteamericano y un joven adinerado.
Teniendo al joven Jonathan Harker prisionero en su castillo, el Conde decide viajar a Londres, pero ha de hacerlo metido en una caja con tierra de Transilvania, ya que debe descansar en tierra sagrada de su patria.
Para alcanzar su destino, debe viajar en carruaje hasta un puerto cercano al estrecho del Bósforo, y desde allí en barco desde Varna hasta Whitby, en la costa de Inglaterra, atravesando los Dardanelos.
Tras la llegada del barco, sin tripulación a Londres, Drácula busca a Mina pero encuentra a la joven Lucy aprovechándolo para chuparle la sangre por primera vez en el cementerio de Whitby, hecho sangriento del cual Mina es testigo, recoge a Lucy y la lleva de vuelta a su casa.
Jonathan Harker sigue recluido en el castillo de Drácula, pero su cautiverio finaliza cuando logra huir descendiendo por sus muros, cae al río que bordea el castillo y es arrastrado por la corriente. Es encontrado por unas monjas en una abadía cercana y posteriormente alojado en un hospital de Budapest, donde se recupera de una fiebre cerebral sufrida a raíz de los terribles hechos vividos en la morada de Drácula. Una monja del hospital se pone en contacto por carta con Mina, detallándole la situación de su prometido, y le pide que se desplazase hasta ese lugar para cuidar de Harker, y allí, según resuelve Mina, contraerán matrimonio.
Mientras, en Whitby, Lucy Westenra sufre unos extraños síntomas: palidez extrema, debilidad y dos pequeños orificios en el cuello, producidos por una supuesta enfermedad; pero lo que en realidad le pasa a la joven es que está convirtiéndose en vampiresa o en No-muerta debido a que Drácula le absorbe la sangre, que necesita para sobrevivir y rejuvenecer. Los síntomas de Lucy se irán agravando tras su regreso a Londres.
Al no mejorar la salud de Lucy, su prometido Lord Arthur Holmwood (Lord Godalming) y su amigo Quincey Morris, piden consejo al doctor John Seward (los tres se le habían declarado a Lucy). Este médico es el director del manicomio en el que se encuentra el paciente Renfield, un interno bajo la influencia de Drácula y que fue apoderado legal de Drácula previamente – y que vimos al principio de la película- . Este interno, entre otras cosas, practica la zoofagia, caza y come moscas, arañas y pájaros. Al observar que la salud de Lucy empeora, Seward decide pedir consejo al doctor Abraham Van Helsing, un médico holandés experto en enfermedades misteriosas, que fue su profesor en sus años de carrera.
Entretanto, Mina ha encontrado en Londres a un noble centroeuropeo al que acompaña a ver el nuevo espectáculo del cinematógrafo. Mientras ven la nueva maravilla – y tras imágenes de Meliès, un lobo entra en la sala. Hay una estampida, pero el noble protege y seduce a Mina.
A pesar de la ayuda de Van Helsing y apreciar sus heridas y concluirque Drácula está tras ella,  tras realizar numerosos tratamientos y transfusiones, no puede impedir que Lucy muera tras un nuevo ataque, por lo que será sepultada.
El doctor Van Helsing sospecha que Lucy se ha convertido en No-muerta, y montan guardia a la tumba familiar en la que ha sido sepultada la joven. A medianoche los hombres, armados de estacas y linternas, descienden al recinto en que reposa el cuerpo de Lucy; al correr la tapa del sarcófago se percatan que el cuerpo no está dentro del ataúd; entretanto llega Lucy, convertida en una no-muerta, cargando un niño al que quiere beber su sangre.
El doctor Van Helsing sella el sepulcro de Lucy con hostia consagrada, de manera que ésta no puede huir y se pone tras de la vampiresa con un crucifijo de oro. Los tres enamorados se horrorizan frente a lo que le ocurrió a la muchacha que amaban. El doctor Van Helsing le pide autorización a Arthur para "matar" al monstruo. El joven, devastado por la transformación de su amada, acepta. El doctor Van Helsing y sus ayudantes completan el rito para que la joven pueda descansar en paz: le clavan una estaca en el corazón, la decapitan y le llenan la boca de ajo- aunque esto no lo vemos ahora, sino que ya ocupaba una esquina en la habitación de Lucy.
De esta manera Lucy Westenra deja de ser una vampiresa. El tormento abandona su alma, por lo que puede descansar ya en paz.
Mina Murray, tras recibir el telegrama desde Budapest, se casa porel rito ortodoxo. La ahora Mina Harker al casarse con Jonathan, tras volver de su boda se entera de la muerte de su amiga Lucy. Al llegar a Londres, Jonathan descubre al conde Drácula rejuvenecido.
Preocupado por su propia salud mental, Jonathan le pide a Mina que lea el diario que él escribió durante su estadía en el castillo de Drácula, en Transilvania. Mina lo lee y queda consternada y comparte esa experiencia con el doctor Van Helsing, contándole todo lo que sospecha. Éste averigua finalmente que el conde Drácula es un vampiro, por lo que deciden darle muerte, dejando a Mina en la supuesta seguridad del manicomio.
Primero intentan acabar con él en Londres, buscando y purificando todos sus refugios, sin conseguir darle muerte. Renfield no obstante informa a Mina de que no siga a Drácula.  El conde transformado en humo penetra en el habitáculo de Renfield y acaba con él.
Mientras los demás buscan el refugio de Drácula en la abadía, éste penetra en la habitación de Mina. Tras seducirla una vez más, entra y le chupa la sangre a Mina. Seguidamente Drácula vuelve a morder a Mina y le hace beber de su sangre de él, para que quede de esta manera ligada a él. Este hecho será más tarde denominado por Van Helsing "el bautismo de sangre del vampiro".
Poco más tarde, Drácula se enfrenta a Jonathan y Van Helsing, y a los tres jóvenes, pero al no poder derrotarlos pese a su gran poder, huye de ellos transformándose primero en vampiro y luego en un nido de ratas. Tras huir parte hacia su castillo en Transilvania, quedando así fracasado su intento de asentarse en Inglaterra para conseguir víctimas femeninas que incrementen su harén de novias vampiresas.
Todos los que querían acabar con Drácula -Jonathan, John Seward, Van Helsing, Quincey Morris, Lord Godalming (prometido de la fallecida Lucy) y Mina Harker-, marchan tras él, pues saben que ha huido, a Mina, quien ha caído bajo el influjo de Drácula, aunque no del todo.
Tras días de viaje llegaron a Galatz, donde se desvió el conde con el barco que transportaba al conde gracias a su poder de controlar los vientos y la niebla, y posteriormente llegan al castillo (se habían separado en dos grupos), se acercan al castillo.
En la noche las tres vampiresas se les aparecen a Mina y a Van Helsing durante un alto en su viaje en calesa y tratan de que Mina se les una, pero Van Helsing logra ahuyentarlas con la hostia. Al amanecer, Van Helsing entra al castillo y las mata atravesándoles el corazón con sendas estacas; luego sale del castillo con la cabeza de ellas arrojándolas al vacío, vuelve con Mina, y se van tanto a la búsqueda de Drácula como a la de sus amigos. Todos confluyen cerca del anochecer, durante una tormenta de nieve acechados por lobos. Drácula, quien, recordemos, no podía estar despierto a la luz solar, viajaba dormido y metido en una caja de tierra, llevado y flanqueado por los gitanos leales, quienes también lo habían llevado hasta el puerto en su viaje a Londres.
Se libra una batalla, la cual termina cuando el puñal de Jonathan corta el cuello del Conde, al tiempo que Morris, atraviesa el corazón del vampiro antes de morir víctima de la puñalada mortal propinada momentos antes por un zíngaro. Se termina así para siempre con el sangriento vampiro de Transilvania. Mina, cuando está siendo destruido, observa la paz que asoma al pálido rostro del vampiro tras abrírsele el camino al cielo. La cicatriz que la Hostia consagrada que hirió a Mina, desaparece con la muerte de Drácula.
A lo largo de la película Drácula el personaje interpretado por Gary Oldman muestra su faceta como guerrero despiadado, como un anciano conde y como un caballero romántico. Muchos dicen que la interpretación de Oldman es capaz de asustar y enamorar al mismo tiempo. Se dice que el actor estudió los diálogos de tal manera que, si olvidaba una frase, quería volver a repetir toda la escena para poder plasmar todo el diálogo. Leyó la novela y ensayaba con un tono pavoroso para el Drácula anciano, dándole un toque más terrorífico al personaje. Gary Oldman pasó horas y horas maquillándose: sus maquilladores estuvieron cinco horas para conseguir el físico del conde.
 
Para el personaje de Jonathan Harker se pensó en Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, pero la amistad de Keanu Reeves con el director ayudó a que fuera escogido para el papel. Fue esta película la que le lanzó a la fama y muchos dicen que la caracterización del actor es muy parecida al de la novela.

Para el papel del viejo doctor Van Helsing especializado en vampiros y otras criaturas extrañas se pensó en Liam Neeson, pero cuando éste se enteró de que su admirado Anthony Hopkins estaba interesado, decidió cedérselo. Hopkins también interpreta al sacerdote que castigó a la mujer de Drácula tras el suicidio y al narrador en algunos momentos. Esta interpretación va más allá de lo que propone la novela: un personaje más loco que cuerdo, con una inteligencia brillante. Como curiosidad, cabe destacar que el actor estudió alemán para conseguir el acento de su personaje.

Mientras que en la novela, Mina es una mujer responsable y fiel, en la película el personaje va más allá y tiene un affair con el conde Drácula mientras su marido está en Transilvania. La actriz tuvo que dejarse melena y adelgazar cuatro kilos para interpretar tanto a Mina como a Elizabetha, la mujer de Drácula que se suicidó cuatrocientos años antes.
 
Se rumoreaba mucho acerca de que Coppola, además de dirigir la película, también sería el encargado de adaptar la novela a un guión cinematográfico. Pero finalmente, los productores le cedieron la tarea a James V. Hart, ya que llevaba bastante tiempo trabajando con una adaptación de la novela original.
Ha habido mucha controversia acerca de la lealtad al libro del guión de Hart, pero mayoritariamente, la obra está muy bien expresada a nivel cinematográfico y es bastante fiel a la novela. Por tanto, actualmente es considerada la mejor adaptación de la novela que se ha hecho, ya que aparecen en ella todos los personajes pertenecientes a la obra de Stoker. El resultado final es una película gótica, como el libro.
A pesar de ser la película mejor adaptada al cine de la novela de Stoker, en esta versión se incluye un nuevo relato no mencionado en la novela, cuyo argumento es la profunda historia de amor que comparten el conde Drácula y Mina Harker. Este relato muestra una visión menos monstruosa del conde y más romántica, con un segundo enfoque del protagonista mediante un argumento que no resulta infiel a la novela, y que podría haber sido perfectamente incluido en ella.
El filme está dirigido por Francis Ford Coppola. Los productores habían pensado en otros directores de géneros de terror como William Friedkin o John Carpenter, pero finalmente optaron por Coppola. Muchos de los productores dudaban acerca de si Coppola cumpliría las expectativas, ya que últimamente este director sufría múltiples problemas financieros debido a desastres cinematográficos; dirigió películas de gran coste, pero escasa recaudación, como El Padrino III o Apocalypse Now.
Coppola esta vez se fijó más en bienes creativos que económicos y puso todo su empeño en realizar la mejor adaptación de la novela que nunca se había hecho, y finalmente no sólo cumplió los requisitos de la película, sino que hizo que fuese una de las películas más taquilleras del año, además de convertirla en todo un clásico del género terrorífico.
Hay que sumar también que fue una de las películas que salvarían al director de su crisis tanto económica como profesional, haciendo que Coppola recuperase su prestigio perdido en el mundo del cine.
La banda sonora original estaba compuesta por el compositor polaco Wojciech Kilar, que conocería a Coppola en uno de sus conciertos en Francia, y al que ofrecería un debut en los Estados Unidos componiendo la música de la película. Su banda sonora estuvo a punto de ser seleccionada para una nominación a los Oscars, pero por determinaciones desconocidas de los productores, no querían que la música de Kilar fuera seleccionada.
El tema principal de la película "Love Song for a Vampire" (Canción de amor para un vampiro) fue escrita por Annie Lennox, que juntándola con el trabajo de Kilar, saldría al mercado un disco con la banda sonora y los temas interpretados por Lennox. Este disco cosechó un gran éxito por los Estados Unidos, y también por parte de Europa, - yo particularmente lo compré- especialmente en Polonia, con la razón de que era el debut de un compositor polaco en el cine estadounidense.
Debido a constantes críticas hacia la película por sus escenas violentas y en muchos casos desalentadoras, la producción no tuvo más remedio que cortar muchas de las escenas de la película hasta finalizarla con 120 minutos de duración, pero supuestamente, con las escenas recortadas, el filme debería haber durado 145 minutos. Muchos fanáticos de la novela se quejaron al respecto, ya que una desintegración de la película equivaldría a menor expresión creativa del libro. Finalmente, cuando salió a la venta la versión de la película en DVD, se incluirían tales escenas suprimidas, y mostrando así al público, una versión más extendida, en la que se incluían escenas bastante sarcásticas, incluso desnudos de Winona Ryder.

La película a pesar de todo tendría una buena aceptación por parte de los críticos. La calificaron como la mejor adaptación cinematográfica de la novela que se había hecho nunca, ya que actualmente hay numerables adaptaciones de la obra de Stoker. La reacción de los críticos, en general, fue positiva, pero se cuestionó mucho la fidelidad al argumento de la novela. Además, Keanu Reeves recibió bastantes críticas del público por su interpretación de Jonathan Harker.

Sin embargo, el film fue un notable éxito de taquilla, recaudando 82,522,790 $ en su país de origen y 133,339,902 $ en el resto del mundo, con una recaudación total de 215,862,692 $, convirtiéndose en la adaptación de la novela más exitosa comercialmente hasta la fecha. La película dio inicio a una recuperación de la literatura clásica de terror y de relectura cinematográfica de clásicos de la literatura inglesa, como lo demuestra el Frankenstain de Mary Shelley, o el Mary Really.


Realmente  Coppola despoja a la película de la misoginia del autor para centrarla en un espectáculo de luces y sombras, música e imágenes surrealistas y oníricas que nos trasladan como por arte de magia a la estética modernista de finales del siglo XIX y nos lo presenta coetáneamente con los albores del cine. Es un homenaje al cine. Aprovecha todos los recursos de este arte: imágenes que simulan haberse tomado con un antiguo cinematógrafo, metáforas visuales, músicas y diálogos evocadores, como el que dice "Resucitaré de mi muerte, para vengar la suya, con todos los poderes de las tinieblas" o “La sangre es la vida”.... Lo mejor es su tremenda carga emocional, que transforma el mito convirtiéndolo en un héroe torturado por la pérdida de su amor y que busca volver a amar. Esa nueva característica aportada por el filme es su principal acierto, pues conecta al espectador directamente con el personaje y humaniza, en cierto sentido, al monstruo deshumanizado de otras versiones.

De ella dijo Carlos Boyero en “El Mundo” que era una película "Emocionante. (...) Es una historia de amor y de terror, dos sensaciones que suelen ir unidas en los espíritus torturados". Por su parte, Fernando Morales en el Diario El País afirmaba que "Conseguida revitalización del mítico drácula. Magnífica ambientación neogótica. No se la pierda".


En una revista especializada como Cinemanía, Javier Ocaña decía que era un "Arrebatado poema de amor teñido de sangre sobre la inmortalidad del deseo".



La representación de Drácula por parte de Gary Oldman fue alabada por muchos críticos y ganó el Premio Saturn al Mejor Actor. Sin embargo, el mejor aval a la película los tuvo en los Oscars de 1992. La película ganó tres premios de la academia: Mejor diseño de vestuario (Eiko Ishioka), Mejor edición de sonido (Tom C. McCarthy y David E. Stone) y Mejor Maquillaje (Greg Cannom, Michèle Burke, Matthew W. Mungle). Estuvo nominada también a Mejor dirección de arte (Thomas E. Sanders, Garrett Lewis). En los BAFTA de 1993 tuvo cuatrro nominaciones en las secciones de Mejor maquillaje, vestuario, diseño de producción y efectos especiales. Con todo, el éxito de ese año fue para Clint Eastwood que no quiso perdonar a nadie. En definitiva, un año de cine

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