domingo, 6 de octubre de 2019

Luz de domingo


Corría el año 1984 y una actriz, Luise Rainer, una actriz de origen judío-alemán, pero nacionalizada estadounidense y residente en Londres, que simpatizaba por la causa republicana en España y una auténtica leyenda de la historia del cine pues recibió sus propios Oscar en 1936 y 1937 con las producciones 'El gran Ziegfeld' y 'La buena tierra', fue la que abrió el sobre e informó al publico asistente en el Dorothy Chandler Pavilion que había ganado Volver a empezar . Y José Luis Garci, con un smoking blanco y un acento inglés más que mejorable, pasó a la historia del cine español. Un aficionado al fútbol, un enamorado del cine estadounidense .

Este hito marcó su carrera y ha declarado en alguna ocasión que : “Yo estoy orgulloso de haber ganado el primer óscar para nuestro idioma. Había habido nominaciones pero nunca se había ganado un óscar en lengua española. Lo había ganado Buñuel, pero por una película hablada en francés. Este fue el primero para nuestro idioma y eso es para sentirte orgulloso”.

Aquella fue su primera colaboración en el apartado de la dirección artística con Gil Parrondo, en quien estaba interesado Garci tras ver el trabajo que había realizado para el mítico Samuel Bronston. No se si fue la primera colaboración con Miguel González-Sinde , responsable en esta película de un montaje, que duró 4 meses, y que lo calificó de «bastante complicado», por el necesario ajuste con la música. En esta película , Luz de domingo, vuelta a estar presente como director de arte  Gil Parrondo junto a Julián Mateos, y no, no aparece Miguel González - Sinde como editor, pues edita el mismo Garci. Miguel González-Sinde estuvo presente en la edición de Ninette, El abuelo, Canción de cuna y  hermano del que fue guionista inicial de Garci , José María González-Sinde, fundador y primer presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y del sindicato de guionistas Alma y padre de la que fuese ex ministra de Cultura , Ángeles González- Sinde.

Hacía años que no veía nada nuevo del director. Tras El abuelo , que me impresionó después vi Yo´re the one (una historia de entonces, 2000)que no me llegó al corazón, y dejé pasar otras películas dado a que hay un periodo de mi vida que se centró exclusivamente en mis hijos.

Dejé pasar Historia de un beso (2002), Tiovivo c. 1950 (2004) y Ninette (2005) , pero cuando escuche en la presentación que esté fue el último trabajo del gran Alfredo Landa no pude dejar de ver esta película en la que José Luis Garci aparece en la producción , por medio de la productora Nickel Odeón Dos, está , en parte, detrás del guión , junto a su habitual Horacio Valcárcel, ambos partiendo de una novela de Ramón Pérez de Ayala, un escritor ovetense que vivió a caballo entre el siglo XIX y el XX, y del montaje. 

No ajenos a la producción aparecen Paco Almazor como asistente al igual que Laura García, Marta Verdugo Pastor. y Andrea Macchione, quedando como productor ejecutivo Salvador Gómez Cuenca. 

Omnipresente en muchas facetas , no estuvo ni al frente de la música que quedó en manos de Pablo Cervantes Gutiérrez ni de la fotografía en manos del citado Felix Monti. En el vestuario destaca la labor de Lourdes de Orduña.

En el reparto cuenta con Álex González como Urbano, Paula Echevarría como Estrella, Alfredo Landa como Joaco, Carlos Larrañaga como el alcalde Atila Becerril, Kiti Mánver como Doña Predes, Iker Lastra como Leto Becerril, Manuel Galiana como el director de orquesta Alpaca, Fernando Guillén Cuervo como Ramón, Enrique Villén como Longinos, Toni Acosta como Cova, Andrea Tenuta como Parrula, Francisco Algora como Chanfaina, Mapi Sagaseta como la asistente Regina, Víctor Anciones como Pipo.

La historia contada a modo de flashback nos es relatada por un envejecido doctor Don Ramón ( Fernando Guillén Cuervo) que relata la llegada de un nuevo Secretario del Ayuntamiento al ficticio pueblo de Asturias, Cenciella.

El nuevo funcionario es Urbano (Álex González) que nada más llegar descubre a una chica local , Estrella (Paula Echevarría ). El pueblo y su enotrono nos sirve de escenario a una historia de amor dentro de un drama rural consecuencia del caciquismo de la España del siglo XIX. El relato al que hace referencia ramón comienza en el año 1910 cuando al citado pueblecito asturiano llega un joven licenciado en derecho que tras opositar a Secretario de Ayuntamiento ha optado por la localidad de Cenciella.

Urbano no sabe que el pueblo vida en una permanente lucha entre dos bandos políticos , los demócratas conocidos como los chorizos , por fundamentar se apoyo en empresarios del sector cárnico y vinculados con trabajadores de estas empresas que tiene como principal representante a un concejal del ayuntamiento conocido con el nombre de Chanfaina (Francisco Algora) frente a los caciques conocidos como los Becerriles cuyo líder es el alcalde Atila Becerril (Carlos Larrañaga) , sus tres hijos entre los que están Leto (Iker Lastra ) y Pipo ( Víctor Anciones) así como un trabajador servil como Longinos (Enrique Villén).

Nada más llegar Urbano se fija en Estrella y le pide bailar en la fiesta de Cenciella sacando a bailar los compases del Vals que salen de la batuta del Maestro Alpaca ( Luis Galiana).

Estrella es nieta de un indiano, Juaco (Alfredo landa), un hombre valiente , enérgico y honesto que enfrenta a los abuso de poder y poseedor de unas tierras que interesan a los Becerriles. El se encarga del cuidado de su nieta, junto con su ama de llaves Regina ( Mapi Sagaseta), viviendo en una de las principales casa del pueblo.

Urbano , el secretario del ayuntamiento es liberal e idealista, y se aloja en casa de Prendes (Kiti Mánver), una señora que regenta una pensión en la que también se alojan Alpaca, Chanfaina y Ramón.

Desde la pensión Urbano se entera de como el pueblo vive una larvada guerra civil entre los demócratas y los caciques, aunque el se muestran al margen, pues como técnico prefiere no tomar partido.

El joven abogado después de un corto noviazgo, y una petición formal de matrimonio, que tiene que ser autorizadas por el abuelo de la joven, Juaco, deciden casarse.

Aunque esta felicidad se ve condicionada por la intervención del cacique y alcalde del pueblo, don Atila, que choca con el secretario por no se prestarse a sus manejos en el ayuntamiento, y con Juaco, el abuelo de Estrella, que no se aviene a la venta de un solar que el cacique quiere para uno de sus hijos.

Sin embargo, la lucha política se entremezcla y como el quiere permanecer al margen de todo le implican los Becerriles directamente en la historia cuando lo ven como integrante del bando enemigo por lo que deciden vengarse de su neutralidad violando a su novia el domingo anterior a la boda. Esto se produce un domingo a la luz del día en una mañana en la que los novios están en el bosque disfrutando de un momento idílico, mientras Urbano pinta y hacen planes de futuro, una vez tienen el traje de boda y los regalos.

La llegada de Longinos y de los Becerriles transforma el momento en una agresión brutal. Tras la petición del alcalde y cacique que demanda a Urbano que se acerque su criado de confianza, Longinos, atrapa a la chica , y de sus tres hijos la violan salvajemente. Longinos está igualmente dispuesto a violarla pero el cacique le dice a su criado cuando le niega la posibilidad de hacer lo mismo que han hecho los tres hijos con la joven, "es política, no es vicio".

Tras eso Estrella destroza su traje de boda y confiesa al círculo cercano lo que ha ocurrido, especialmente a su amiga Cova ( Toni Acosta) que es una de las pocas asistentes a la ceremonia que se hará en la clandestinidad y con muy pocos asistentes.

Por su parte, Joaco espera una reacción de venganza de Urbano , éste muestra una enorme frialdad y le dice que todo llegará a su debido tiempo. El viejo no entiende su comportamiento.

La pareja hace su viaje de bodas, pero la alegría parece haber desaparecido. Mientras en el pueblo, los rumores de la violación se comienzan a expandir. Es Longinos, en el bar, quien extiende lo sucedido. El alcalde, conocedor de quién ha hablado lo amenaza. Está claro que su respeto a la ley no existe. Llega a decir que "las mujeres y las leyes están para violarlas, siempre que nos causen problemas". Prueba de lo poco que le importa la vida de los demás es que Longinos, igualmente, un día aparece muerto en un arroyo.

El tiempo pasa y  Urbano ya es Secretario de otro pueblo y descubrimos que Estrella está embarazada. Por la fecha es probable que sea de uno de sus violadores.

Mientras Joaco sigue sorprendido por la frialdad de Urbano y casi espera que mate al niño; éste reacciona diciendo el el niño saldrá adelante por ser hijo de Estrella y le hace reflexionar que , por lo tanto, lleva la sangre de Joaco. Pero Urbano no es visceral, sino racional, y no quiere recurrir a una venganza inmediata del honor atropellado. Pensando más en Estrella y en el futuro, hace que la familia no denuncie ni hable de la violación.

Joaco, por su parte, va madurando un plan. Como le dijo a Urbano en una ocasión "Yo no soy perro que huye cuando le tiran piedras, yo soy de los que se devuelven y muerden".

Desde hace tiempo tiene largas parrafadas con la propietaria de una taberna. Una uruguaya llamada  Parrula (Andrea Tenuta) que al igual que él vivió en Nueva York, donde trabajó en una revista y se ganó la vida como cantante. Junto a ella madura a idea de retornar a un espacio en el que siempre hay luminosidad, la luz de un domingo. El viejo indiano le compra unos pasaje a su nieta y a su marido con el fin de que marchen a Nueva York. Mientras él tiene claro sus objetivos.

Una mañana de luz de domingo sale al campo u mata a dos de los Becerriles. Tras eso se dirige a la Iglesia pues Átila y su otro hijo allí están presentes. A la salida de la ceremonia, Joaco está en el exterior y dispara sobre los dos becerriles restantes, mientras el cabo de la Guardia Civil a su vez dispara hacia el hombre armado. Los tren han muerto.

Mientras esto ocurre, están divisando el skyline de la ciudad y la imagen de la estatua de la Libertad. La luz de domingo alumbra Nueva York, la de un mundo ideal, muy añorado por el abuelo frente a la vida rural en medio de paisajes hermosos que no puede proporcionar esa luz dadas las ambiciones de un cacique. Tras esto el tiempo ha pasado y Don Ramón ha terminado de escribir la historia que vivió en 1910. Descubrimos que el tiempo hizo que se casara con Cova. El tiempo ha pasado lentamente, casi imperceptible en Cenciella donde la luz está tamizada por la niebla y la lluvia, terminando así la película.

Inspirado , según Garci, en una novela corta de Ramón Pérez de Ayala, según Garci, la historia narraba " una historia «muy cruel» que probablemente estuvo basada en hechos reales que el propio Pérez de Ayala presenció de pequeño y marcaron su vida".

La película se rodó en el Principado de Asturias en espacio de Avilés, el Parque natural de Redes y Oviedo.

Fue seleccionada para ser candidata a los Oscar (2007) junto a Trece Rosas y El Orfanato, pero , finalmente, no llegó a ser seleccionada por Hollywood.

Luz de domingo es una película que reúne todas las claves para conocer la forma que tiene José Luis Garci de entender y de querer al cine, el cine como un acto de pasión por la luz, por el encuadre, por la amistad, por los clásicos, por los paisajes, el costumbrismo, la cuidada banda sonora y una fotografía excelente.

A esto se suma la narración que no deja de ser la de un western, algo comprensible conociendo la pasión del director por el cine clásico y este género.

No deja de ser un wéstern asturiano, como lo llegó a definir su director, en el hay dos blancos enfrentados, y en el que no faltan caballos, villanos malencarados, un forastero que llega a la ciudad, un duelo. "Luz de domingo" supuso la última gran actuación de un genio, Alfredo Landa, y un grupo de maravillosos actores, que, de la mano de José Luis Garci, siempre consiguen dar lo mejor de sí mismos como Carlos Larrañaga, Álex González, Andrea Tenuta - la mujer de Garci- , Manuel Galiana, Kiti Mánver, Toni Acosta o Enrique Villén y Fernando Guillén Cuervo.

Para desarrollar esta historia contó como protagonista femenina con la asturiana Paula Echevarría quien en alguna ocasión ha declarado que " para mí era un reto de muchas parcelas: el llevar el peso que lleva el personaje en la película, el estar a la altura de los actores que me rodeaban, la época". Señalar que en un principio Elsa Pataky iba a ser la protagonista femenina, que al no poder compaginar el rodaje con otro proyecto fue sustituida por una luminosa Paula Echevarría.

El impresionante paisaje asturiano fue fotografiado con exquisita delicadeza por Félix Monti , siendo uno de los aspectos más atractivos de la película.

La película fue nominada a cinco premios Goya, entre los que destacan los candidatos a mejor actor principal, Alfredo Landa, y mejor actor de reparto, Carlos Larrañaga, ambos intérpretes habituales del cineasta; así como otras tres: Mejor dirección artística (Gil Parrondo), Mejor dirección de producción (Juan Carmona y Salvador Gómez) y Mejor diseño de vestuario (Lourdes Orduña).

Finalmente, ''Luz de domingo'' no logró ninguno de los galardones, perdiendo las estatuillas frente a ''Las 13 rosas'', ''Bajo las estrellas'' o ''El orfanato''. Eso sí, en taquilla obtuvo unos ingresos superiores al millón de dólares.

Sin embargo fue compensada con otros reconocimientos, Alfredo Landa ganó la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos, como igualmente ganó al Mejor actor secundario (Carlos Larrañaga), Mejor guion adaptado (José Luis Garci y Horacio Valcárcel) y Mejor fotografía (Félix Monti). En cuanto a las críticas fueron mixtas.

Javier Ocaña en El País dijo de la historia que estaba "Narrado con cierta garra, apoyado en las magníficas interpretaciones de Alfredo Landa y Carlos Larrañaga, pero buena parte del texto también se sustenta en conversaciones más típicas de una radionovela que del cine contemporáneo."

Alberto Luchini en El Mundo sostuvo que "La historia está bien contada, el diseño de producción es impecable, la fotografía excelente, y las interpretaciones irreprochables pero, por encima de todo, lo que prima es esa molesta y desazonadora sensación de déjà vu. (...)."

Carlos Marañón en Cinemanía escribió que "Garci sublima el costumbrismo (...) su filme más redondo desde 'El abuelo' (...)."

Y Pere Vall en Fotogramas defendió que "El Crack Garci vive (...) No es este un lavado de cara radical, sino un volver a empezar desde la experiencia, las virtudes y también los vicios. (...) ."

A destacar en la película el buen grupo de profesionales participantes muchos de ellos ya desaparecidos desde Alfredo landa hasta Carlos Larrañaga , pasando por Paco Algora, así como el director de arte Gil Parrondo como el coguionista Horacio Varcárcel o el cámara Ricardo Navarrete, la esmerada fotografía, los bellos parajes naturales, la maravillosa partitura musical de Pablo Cervantes con muchos sonidos atractivos y sensibles entre ellos alguna composición de Hevia, el tono bastante tranquilo y sosegado sustentado en los diálogos cuidados de todo un “western asturiano”, pero con historia de ternura que trata del poder, de la baja política o de la justicia o la falta de la misma. Es cierto que la película es clasicista, pero eso no es un problema en si mismo . Eso , en todo caso, es  un marchamo de sutileza, de parsimonia,  pero todo de calidad.


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